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Monday, March 18, 2024

Elegía del mendigo (un poema de Félix Luis Viera)

Nota: Cada lunes la poesía de Félix Luis Viera. Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog, en este enlace. Traducción al italiano de Gordiano Lupi.



Elegía del mendigo



                                        Para Balbina Rey



Con ella,
él tenía la luz en todas las ventanas de su calle

En la piel de ella anidaban los atardeceres, la paz
en la densidad de sus senos

El aire cimbraba cuando ella pasaba


Con ella,
él tenía la certidumbre de que la vida existía
y que la muerte
jamás lo tomaría por sorpresa

Los ojos de ella titilaban en las mañanas de frío,
la tersura de su vientre arrullaba aquellas madrugadas

Con ella,
él tenía el pecado
y la absolución de sí mismo

Amanecida,
su voz derramaba el pétalo

Su talle parecía marcar los cuatro puntos cardinales

En sus labios, dulce era el relámpago, el sabor
de la piña
rebosaba el derredor

Con ella, él
tenía
cara y cruz,
la espada y la sangre,
la flecha y el arco,
la bala y la diana,
el anverso y el reverso,
el mapa del laberinto
y ese susurrar del centro de la tierra

Pero ya no tiene nada
Nada


Miami, 17 de febrero de 2024



Elegia del mendicante


                               Per Balbina Rey


Con lei,
lui aveva la luce in tutte le finestre della sua strada

Nella sua pelle si annidavano i tramonti, la pace
nella densità dei suoi seni

L’aria tremava quando lei passava

Con lei,
lui aveva la certezza che la vita esisteva
e che la morte
mai l’avrebbe colto di sorpresa

I suoi occhi scintillavano nelle fredde mattine,
la morbidezza del suo ventre cullava le prime luci dell’alba

Con lei,
lui aveva il peccato
e l’assoluzione di se stesso

Alla luce dell’alba,
la sua voce faceva uscire i petali

Il suo bacino sembrava indicare i quattro punti cardinali

Nelle sue labbra, dolce era il lampo, il sapore
dell’ananas
si spandeva attorno

Con lei, lui
aveva
testa e croce,
la spada e il sangue,
la freccia e l’arco,
il proiettile e il bersaglio,
il dritto e il rovescio,
la mappa del labirinto
e quel mormorio del centro della terra

Ma adesso non ha più niente
Niente


Miami, 17 febbraio 2024




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Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros.

En su país natal le fue otorgado el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Premio de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que, en 1983, le fuera concedida a su libro de cuentos En el nombre del hijo.

En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio.

Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.

Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.

En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que, como otros de sus libros, ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.

Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son.

Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.

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Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960. Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.

Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.

Sunday, March 17, 2024

Camagüey colonial (por Emilia Bernal)


La casa solariega

El siglo XIX y el XX han mezclado en Camagüey lo encantadoramente típico a lo moderno, confortable y oportuno; mas no por eso de mayor validez que sus peculiares tesoros pueblerinos. Todo lo nuevo resulta, en la armonía envejecida del conjunto, postizo, falso, de pega. Así, pues, uniéndose al prestigio de lo clásico, lo cursi de lo nuevo, la ciudad ha perdido la unidad estética. 

La casa típica camagüeyana es característica de todas las poblaciones antiguas de Cuba, fundadas por Diego Velázquez de Cuéllar, el primer colonizador español que urbanizó nuestra isla, allá por el año de 1512. Tal Bayamo, Sancti Spíritu, Trinidad... 

Si algo revela con luz meridiana el genio, el carácter, la psicología toda de una raza, es, sin duda, el albergue que se fabrica para habitar. Tal como las cualidades físicas de un individuo, por lo general, dan la medida exacta, o cuando menos aproximada, de su modo de ser interno, así, la casa del hombre, que es como si dijéramos la otra vivienda de su espíritu; pero más amplia, más adjetiva que el propio cuerpo, revela cuáles son los gustos suyos, sus costumbres, y a cuáles necesidades de todo género debe corresponder la construcción. 

No habiendo codicia de la tierra, y contando los colonizadores españoles con toda la isla de Cuba para holgar en sus viviendas, la primer condición de la casa cubana de esa época es la amplitud. Cada edificio cuenta con una gran parcela de terreno para su emplazamiento. Por eso lo espacioso de sus habitaciones: gran sala, múltiples aposentos, ancho comedor, espléndido patio, al que se suma, casi siempre, otro de área aún más extensa, llamado traspatio. 


Las cualidades de esta vivienda dicen de la confianza en el goce de la vida, la serenidad del espíritu equilibrado en el sosiego y disfrutador en el reposo, de lo plenamente poseído: altas de puntal; aunque sin pretensiones orgullosas de escalar el cielo, los edificios parecen a primera vista de poca elevación, menguada su altura por sus dimensiones extensivas. La armónica sobriedad del conjunto da la sensación de la sencillez hidalga de sus moradores. 

La techumbre de tejas de barro, propias del uso de los primeros colonizadores, que copiaban en la urbanización criolla la de la España Meridional y Levantina, cuyo dominio acababan de completar los Reyes Católicos en esta época con la toma de Granada. Allí los árabes habían puesto su nota genial arquitectónica, en la que se contaba como elemento único, para el techado, la mencionada teja. Su uso exclusivo entre nosotros da a la urbanización criolla un sello morisco. 

Las paredes hechas con ladrillos, o de calicanto, son de una consistencia de baluarte romano. Macizas, inexpugnables. Y en sus pulidas superficies, de una blancura deslumbrante, por la lechada cuidadosa que las viste. Contrastando con esa blancura, en el interior, el suelo, de color de almagre encendido, hecho de hormigón o con ladrillos en forma de paralelogramos. 


Y en lo exterior, anchas, hospitalarias puertas del cedro o la caoba que dan los bosques, puertas que jamás encontraba cerradas el pasajero, en cuyos umbrales el huésped siempre halló un amigo... Altas ventanas de palo, construídas con balaustros gruesos, cubiertas todo el día con espeso coletón de rusia y descubiertas desde la tarde para que lucieran sus bellezas las muchachas hogarinas; el guardapolvo, todo entelarañado, protegiendo la parte superior de la puerta del chapotear del aguacero, decorado por los colgantes curujeyes, y del cual pendía el gancho rústico, suspendiendo el farol de lámpara de aceite que iluminaba leve la cercanía; después, los quicios, todos disparejos, por donde, de casa en casa, había de ir subiendo y bajando el transeúnte si deseaba caminar frontero a los edificios... 

El Patio


Pero el mejor trofeo del pintoresco recinto era el patio, murallado de altos tapiales cubiertos de frondosas enredaderas de madreselva amarilla y olorosa; quiscalias bermellón que trascienden a fragancia de fruta; blancas estefanotas; azules campanillas; menudas hipomeas y rosado coralillo. 

Del patio en el centro, el pozo, de brocal de piedra carcomido y alto, donde a la hora de la siesta da su clarinada al viento el gallo enamorado; donde cacarea entusiasmada la gallina anunciando a la dueña de la casa que la acaba de obsequiar con un huevo; dentro, la piedra erizada de picos en las paredes laterales del pozo, y en sus huecos la fértil yerba colgante, la verdolaga de terciopelo verde intenso, el llantén medicinal... Y en el fondo, el agua clara y fresca, a veces borboteante, surgiendo de abajo o de los flancos, a veces tersa, inmóvil, a cuya superficie se asoma a mirarse la muchacha coqueta, antes de turbar su quietud lanzando el balde, que después sube lleno, acompasando el mover de los brazos a la música de la garrucha. 

En otro lugar del patio el aljibe, con su solado de ladrillos escarlata y su brocal hermético, donde el agua, recogida del techo por las canales, se hace añeja, y abastece durante el largo estío y el corto invierno. 

Y alrededor del aljibe el milagro de las flores en rústicos canteros hechos con fondos de canecas invertidos. Canteros siempre llenos de rosas, de azucenas, de claveles y de jazmines. ¡Maravilla en los amaneceres cuando las flores despiertan salpicadas de rocío! 

Y semiocultos entre las enredaderas que trepan los tapiales, los tinajones, vasijas ventrudas llenas de agua llovediza. Sus paredes internas llenas de musgo y desbordando el copioso culantrillo. En sus contornos, al frescor del agua que filtran sus poros, el hacinamiento de las espontáneas matas de mariposas, que embalsaman el ambiente cálido en las noches de junio, cuando el cielo negro se tachona de estrellas o la luz de la luna palidece el infinito. 

En el traspatio cada familia guarda su alborotado gallinero; acaso en estrecho corral alimenta, con palmiche, un cerdo para sacrificar en el festín de Nochebuena, o suelta, entre las aves, da de pastar a una chiva, con cuya leche cría al recién nacido de la casa; o en el establo aposenta al caballo que hace los viajes cotidianos a la finca... Todo, animales y gente , viviendo dentro de la más cordial armonía. 

¡Antaño! ¡Antaño!


¿Adónde se ha ido todo esto? La casa noble y señorial se ha convertido en la moderna mansión de superpuestos pisos donde se vive como en sepulcros, en habitaciones exiguas, llenas de largas y estrechas ventanas, y de puertas que apenas dejan pasar. Los patios arrebatados a la urbe por necesidad de la tierra, para las fábricas nuevas. Los árboles arrasados por disposición sanitaria para extinguir los mosquitos. Y por eso mismo suprimidos el pozo, el aljibe, el tinajón, la tinaja y el tinajero. 

La tinaja que filtrando el agua gota a gota en su gran piedra caliza, durante el silencio de la noche familiar era música afinada, a la que se podían acompasar todos los sueños gratos que cantan en el alma cuando se duerme tranquilo...

¿Qué se ha hecho la luz de esas pálidas lámparas que iluminaban suavemente los salones y alcobas... aquellas lucecitas de vela de cera virgen que el cuidado de la guardabrisa de cristal mantenía en llama erecta, a cuyo amor cantaba la madre adormeciendo al niño, la abuela decía a la parvada de los nietezuelos los legendarios cuentos y la ternura de los enamorados encontraba velo con que cubrirse...? 

Sin embargo, aún queda en tu forma lo indeleble de tu pasado, ciudad querida. Nadie podrá enderezar tus calles y tus callejones que se retueren. Tus calles por donde corrió la vida de tus héroes, tus calles que suenan a gloria... 


¿Quién podrá silenciar la voz de tus campanas que salmodian la elegía del pasado, y quién podrá desteñir tu cielo de azul único que oye el lamento en la hora del crepúsculo, cuando todo parece que en la memoria resucita...?


Escrito en Nueva York en el otoño de 1919.

Saturday, March 16, 2024

El alma de mi pueblo, el Camagüey. (por Emilia Bernal)


Diez y ocho leguas por el Norte, y otras tantas por el Sur, está el Camagüey lejos del mar, y ese pueblo metido en el corazón de la tierra, un solo corazón tenía. Sus latidos, recios, serenos, no se daban mas que para la grandeza y el honor. 

La patria fué su más puro y ferviente ideal, y de allí son los primeros mártires que le ofrecieron sus vidas. En los inicios del siglo XVIII, por amor a la libertad, Andrés Sánchez y Francisco Agüero, camagüeyanos de cepa, fueron ahorcados por los españoles en las proximidades de este pueblo. 

De Camagüey fué el mártir Joaquín de Agüero, que por manumitir a sus esclavos y declararse en rebeldía armada después, los españoles fusilaron en el año de 1851, junto con sus tres compañeros de revuelta. 

Y Agramonte, el paladín de leyenda, el más poético de nuestra epopeya del sesenta y ocho, aquel que cayó muerto en Jimaguayú, combatiendo por la independencia, cuyo cadáver apresó el enemigo y extendiéndolo sobre un lecho de leña y paja quemó, aventando al cielo sus cenizas, camagüeyano era. 

Del hogar amoroso y honorable salieron aquellos tipos que sintetizan el genio cubano. La familia que fué allí ejemplar de perfección, era paradisíaca. El patriarca, su mujer y una docena de hijos, alrededor de las amplias mesas, en la hora de las comidas, ofrecían un cuadro eglógico. La tierra les daba todo lo necesario para el sustento, y el hogar era modesto y abundosamente abastecido. Pueblo agricultor y pecuario, en sus fértiles campos y potreros anchurosos encontró siempre los elementos de la subsistencia. Cumplían honrados con las leyes de la naturaleza. El más grande orgullo de un hombre y una mujer era tener muchos hijos. 

De aquel viril apostolado había de nacer la generación briosa, fecunda en todo. El talento ha brillado frecuentemente en los hombres de aquella estirpe. De allí han salido los cubanos. más preclaros. Desde el año XIV del pasado siglo el genio consolidó en el espíritu de una mujer en aquella tierra. Se llamaba Gertrudis Gómez de Avellaneda. Era poetisa, novelista y dramaturga insigne. De alma ardiente y visionaria, un genio trágico la iluminaba, y así escribió obras inmortales: Saul, Baltasar y Munio Alfonso, consideradas como obras maestras en la literatura del Romanticismo.

Tal es, a grandes rasgos, descrita, la fuerza psicológica del pueblo a cuya filiación pertenezco y en cuyo seno se desarrolló mi primera existencia. 



Escrito en Nueva York en el otoño de 1919.

Monday, March 11, 2024

Para Elisa (un poema de Félix Luis Viera)

Nota: Cada lunes la poesía de Félix Luis Viera. Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog, en este enlace. Traducción al italiano de Gordiano Lupi.  



Para Elisa


Cuando mis ojos necesiten cristales de + 225 o
tal vez más, tus ojos aún y por mucho tiempo
seguirán perforando a otros con esa luz que yo
  vi en ellos la primera vez que te vi.
Cuando mis carnes comiencen a caer
—ineluctablemente hacia abajo— y mis músculos
ya no respondan en uno de esos momentos en que
  hace falta un salto ágil para esquivar cualquier
  obstáculo,
tus carnes y tus músculos estarán aptos
—flamantemente aptos— para crear la sensación
de invencibilidad que yo sentí en tu carne y la
de resorte finísimo en tus músculos la primera
vez que los tuve.
Cuando mis huesos comiencen a sonar digamos
herrumbrosamente en una de esas paradas
intempestivas necesarias o en uno de esos
esfuerzos imprescindibles de la vida, tus huesos
todavía tendrán ese viso de elástico dulcemente
azogado que les otorgué la primera vez que
   estuvieron bajo de mí.
Cuando mi pelo sea mi pelo sólo en las fotografías
lejanas, tu pelo aún y por mucho tiempo tendrá
esa rispidez hermosa de espiga naciente de maíz
que le metaforicé la primera tarde que lo vi.
Cuando mi espalda por fin termine de encorvarse
y mis piernas —estas piernas de peatón
inclaudicable—comiencen a fallar en las largas
tiradas, tu espalda todavía y por mucho tiempo
   será esa especie de relámpago fijo y tus piernas
todavía y por mucho tiempo ese dúo de compases
por el que se rige el mundo o al menos por el que
  debería regirse.
Cuando estas arrugas que vienen avanzando sobre
  todo en la periferia del ojo derecho sean
grietas que no soportarían la foto, la TV, el
   espejo en primer plano,
tu cara aún y por mucho tiempo será esa que
   comparé con el agua ardientemente congelada
la primera tarde que te vi.
Cuando mis dientes —estos dientes que he
  defendido por más de 30 años salvando el
insalvable miedo a la silla del dentista—
comiencen a abandonarme,
tus dientes —ah, tus dientes, propios para una
exposición del género— serán aún y por mucho
tiempo los dientes de una tierna tigresa.

Y así hasta que
cuando quizás mis poemas no me importen,
cuando mis poemas sean por fin anatemizados
mortalmente, cuando ya esté abatido y cansado
y la poesía me interese lo que hoy me importa
un juego de fútbol, tú aún y por mucho tiempo
verás en mis poemas lo que yo ya he dejado
   en la distancia,
tú verás en ellos quizás el único valor
de mí, en mí,
el único valor para amar a ese señor que ya se
te hace como una piedra de agua marina, como
un collar de cuatro vueltas, como un sostén, un
brasier imposibles de llevar a esas alturas.
Y entonces… entonces... ¿Comprendes?

 Agosto de 1984



Per Elisa


Quando ai miei occhi serviranno lenti da + 225 o
   forse più, i tuoi occhi ancora per molto tempo
continueranno a fissarne altri con la stessa luce che
   notai in loro la prima volta che ti vidi.
Quando le mie carmi cominceranno a cadere
- ineluttabilmente verso il basso - e i miei muscoli
più non risponderanno in uno di quei momenti in cui
    servirà un salto agile per schivare un certo
    ostacolo,
le tue carni e i tuoi muscoli saranno idonei
- splendidamente idonei - a creare quella sensazione
d’invincibilità che io sentii nella tua carne e quella
di elasticità purissima nei tuoi muscoli la prima
volta che li toccai.
Quando le mie ossa cominceranno a scricchiolare
in modo rugginoso durante una di quelle soste
intempestive ma necessarie o in uno dei tanti
sforzi imprescindibili della vita, le tue ossa
sembreranno ancora un elastico dolcemente
argentato come notai la prima volta che
    si trovarono sotto di me.
Quando i miei capelli saranno tali soltanto in fotografie
lontane, i tuoi capelli ancora per molto tempo avranno
la ruvidità stupenda di spiga nascente di mais
espressa in metafora la prima sera che li vidi.
Quando le mie spalle finiranno per incurvarsi
e le mie gambe - queste gambe da camminatore
inarrestabile - cominceranno a cedere nei lunghi
tragitti, le tue spalle ancora per molto tempo
    saranno una sorta di punto fermo e le tue gambe
ancora per molto tempo due direttrici
capaci di reggere il mondo o che almeno grazie a loro
   dovrebbe reggersi.
Quando queste rughe che stanno avanzando
   soprattutto nella periferia dell’occhio destro saranno
crepe incapaci di sopportare le foto, la TV, lo
   specchio in primo piano,
il tuo volto ancora per molto tempo sarà lo stesso che
   paragonai con l’acqua ardentemente congelata
la prima sera che ti vidi.
Quando i miei denti - questi denti che ho
   difeso per oltre 30 anni evitando
l’inevitabile paura della sedia del dentista -
cominceranno ad abbandonarmi,
i tuoi denti - ah, i tuoi denti, adatti per una
esposizione del genere - saranno ancora per molto
tempo i denti d’una giovane tigre.

E così forse
quando le mie poesie più non m’interesseranno,
quando le mie poesie saranno infine condannate
mortalmente, quando ormai sarò abbattuto e stanco
e la poesia m’interesserà quanto oggi m’interessa
una partita di calcio, tu ancora per molto tempo
    vedrai nelle mie poesie quel che ho lasciato
nel correre del tempo,
tu vedrai forse in loro il mio
unico pregio,
il solo motivo per amare un signore che ormai
è diventato come una pietra d’acquamarina, come
un collare a quattro volte, come un reggiseno, un
braciere impossibile da portare fino a questo punto.

E allora… allora… Comprendi?


Agosto 1984





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Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros.

En su país natal le fue otorgado el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Premio de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que, en 1983, le fuera concedida a su libro de cuentos En el nombre del hijo.

En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio.

Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.

Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.

En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que, como otros de sus libros, ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.

Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son.

Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.

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Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960. Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.

Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.

Wednesday, March 6, 2024

“A mi amado... lechero”. Un poema satírico de la Cuba de 1899 (por Carlos A. Peón-Casas)


Quien lea este poemita, firmado bajo seudónimo por un airado cubano de aquella lejana fecha, que se hacía llamar Fray Tabarra, publicado en El Fígaro, diario habanero de mucha prestancia en aquel minuto, no dudaría de inmediato en hacer unas muy imprescindibles analogías con el mismo asunto en este hic et nunc cubensis, pues en cualquier tiempo y lugar se cuecen habas…

Lo que resulta del contenido de este jocoso comunicado en versos, es acaso la misma queja matutina, o muchas veces vespertina y hasta de muy altas horas de la noche, de los actuales consumidores del alimento que nos dan las vacas, cuando tienen finalmente la dicha de recibirla, o al menos como se debe entender en buen cubano: la leche pura, y no diluida procazmente, donde aplica aquello que dijera Chesterton, también con mucho humor inglés, del vino de su tiempo: “no me importa donde corra el gua, mientras no vaya a mi vino”.

Principia nuestro Fray Tabarra, presentando su condición de persona maltrecha por alguna afección, al lechero de marras, el de su época, que todavía hacía sus labores muy de madrugada y de puerta en puerta, y dice así al empezar sus versos:
Mi más amado señor
Y lechero distinguido:
Hágame usted el favor
De atenderme en lo que por
Diez mil veces le he pedido.
Se que es usted testarudo
Como todos los lecheros,
Pero a su piedad acudo,
Y, por esta vez, no dudo
Que entre los dos no haya peros.
Estoy enfermo y bien cabe
Que resulte el caso grave
Si no me ando con cuidado,
Y en cuestión tal, ya usted sabe
Lo que yo estaré empeñado
¿Morirme? No lo deseo
Vivir es lo que yo creo
Que hoy por hoy más necesito;
Pero a usted, por lo que veo,
Todo eso le importa un pito…
Después de esbozarle su situación, el jocoso poeta va al punto neurálgico de su queja: la calidad del nutritivo alimento, que tanto precisa:
Porque la leche que me despacha
Amigo no es leche pura, sino lechada:
Preparación que hace usted
De agua y leche almidonada…
La diatriba del molesto “marchante” continúa con otros muy objetivos argumentos:
Del pesa-leche respondo,
Que al meterlo, con presteza
Se va derecho hacia el fondo
Del vaso, y no vas mas hondo
Porque en el fondo tropieza
Si la trato por el yodo
Mi amado lechero, crea
Que de veras me incomodo,
Porque el líquido azulea,
Pero todo, todo, todo.
Si me quejo tan campante
Me da usted excusa formal,
Diciéndome en un instante,
Que no tiene usted un marchante
Que no se la tome igual.
Y se lo creo, vaya sí
Se lo creo; pero es que así
No convence usted jamás
¿Por qué? Porque a los demás
Los revienta como a mí.
La queja que es del anónimo poeta y sufrido consumidor de aquella mala “lechada”, es la misma de los demás, que no la ejercen, pero que sufren por igual la iniquidad de tan malévolo comerciante, a la hora de consumir tan necesario alimento que les expende lo suficientemente “bautizado”, como bien se dice y se sufría y se sufre, entre cubanos, cualquiera sea el producto que se expenda en la categoría de “a granel”, tan oportuna modalidad para tales menesteres.
¿Qué le vende usté al fiscal?
¿Qué le vende a un coronel?
¿Que le vende a Don Pascual?
¿Qué vende a Don Abel
Y a la corte celestial?
Su mirada sobre tan negativo e incluso insalubre proceder, revela las circunstancias de aquel minuto histórico, que sigue explicitando hasta el final de su airada diatriba contra aquel lechero de marras, en aquella Cuba, recién salida de los marasmos de la guerra final contra España, donde la anécdota que desgrana el poema, se vuelve oportuna crónica social.
Y eso es inmoral, malvado
Con arte tan mal pensado,
Pone la vida en un tris:
Lo que es en otro país
Ya estuviera usted colgado.
Porque abuso tal, yo entiendo
Que se castiga al segundo
De saberse, y no le arriendo
La ganancia a usted, vendiendo
Su leche en el otro mundo
¿Qué es lo que usted se figura?
¿Qué plan diabólico fragua
Usted con tanta frescura?
Su consejo final al lechero transgresor es oportuno y sapiente, ojalá y fuera igualmente escuchado por quienes todavía, en nuestra actualidad, hacen de tales prácticas, non sanctas, un medio de vida:
Póngale usted precio al agua,
Y venda la leche pura.
Desde hoy, ya sabe usté
De toda mezcla descarte
La leche y la tomaré:
Tráigame usted el agua aparte,
Que también la compraré.
Y como puesto en razón
La verdad no se me esconde,
Para mi satisfacción
Mándeme el real de almidón
Que también me corresponde.





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Texto aparecido en el El Fígaro. Periódico Literario y Artístico. Habana, 9 de Abril de 1899. Año XV. Núm. 14. p.97

Tuesday, March 5, 2024

Realidad (un poema de Esteban Borrero Echeverría)


No hay fértil prado que de trecho en trecho
no esconda del zarzal la espina aguda,
ni hay venturoso pecho
que no torture alguna vez la duda.

No hay cúspide vecina al Sol radioso
que no envuelva la sombra algún momento,
ni anhelo generoso
que no hiera glacial el desaliento.

Siempre hay una pasión que nos anima
y un imposible que su afán refrena;
no hay hombre que no gima
ni pueblo que no arrastre su cadena.

1882

Monday, March 4, 2024

En el invierno (un poema de Félix Luis Viera)

Nota: Cada lunes la poesía de Félix Luis Viera. Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog, en este enlace. Traducción al italiano de Gordiano Lupi.



Del poemario Poemas de amor y de olvido  (Editorial Capiro, Cuba, 1994)




En el invierno

                         A Alberto Batista; hoy, in memóriam 


A esta hora un amor de papelitos
   escondidos, de
leve temblor en las pestañas, de susurros
en los parques, en los cines
particularmente clandestinos.
A esta hora un amor de “ya creía
que me habías olvidado, estuviste
dos horas sin llamarme”, un amor, a esta
hora, de “sólo de saber que este lápiz
lo tocaron tus manos, ya lo amo”. A esta hora
un amor tan cercano a los barquitos de papel,
a las muñecas, a los globos
y pelotas de colores.
Un amor así, increíblemente así, precisamente
  así,
a esta hora, muchacho, en el invierno
    de 1983, cuando ya
se acerca el otro, el otro
   Invierno.


Enero 1984



Nell’inverno

                    A Alberto Batista; oggi, in memoria 


In questo momento un amore di bigliettini
   nascosti, di
lieve tremore nelle ciglia, di sussurri
nei parchi, nei cinema
specialmente clandestini.
In questo momento un amore di “ormai credevo
che mi avessi dimenticato, sei stata
due ore senza chiamarmi”, un amore, in questo
momento, di “mi basta sapere che questa matita
la toccarono le tue mani per amarla”. In questo momento
un amore così vicino alle barchette di carta,
alle bambole, ai globi
e ai palloni colorati.
Un amore così, incredibilmente così, proprio
  così,
in questo momento, ragazzo, nell’inverno
   del 1983, quando ormai
si avvicina l’altro, l’altro
   Inverno.

Gennaio 1984


 

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Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros.

En su país natal le fue otorgado el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Premio de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que, en 1983, le fuera concedida a su libro de cuentos En el nombre del hijo.

En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio.

Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.

Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.

En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que, como otros de sus libros, ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.

Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son.

Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.

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Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960. Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.

Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.

Wednesday, February 28, 2024

Notas sobre Manuel Roblejo: El Poeta esclavo del Camagüey que con sus versos logró su libertad. (por Carlos A. Peón-Casas)


La cercanía a algunos poemas del poeta esclavo del Príncipe aparecidos en el diario El Fanal de Puerto Príncipe, nos conectan de inmediato con un suceso del que poco o nada se suele recordar.

El 1 de febrero de 1866 se reproduce en aquel diario su poema Resignación:
En este mísero mundo
Todo se cambia y se muda,
Solo mi ser y el destino
Están en constante lucha.

Cuando del sol la llegada
Les avecillas anuncian,
Naturaleza sonríe
Y de placeres se innunda.

Pero el destino implacable
Por combatirme se aduna
Al derecho de la fuerza
Que a sus esfuerzos coadyuva.

¡Dios Eterno! ¡Dios Eterno!
Que tu mandato se cumpla,
Que yo apuraré impasible
El cáliz de la amargura.
También en esa misma tirada del número se incluye otra inspiración suya : Romance que dedica a su buen amigo R.A (Arcano) y que comienza con unos versos de Espronceda que rezan así "Tú también, como yo, tienes/desgarrado el corazón “.

Antes ya el mismo diario había incluido otros poemas suyos. Con el título. ¿Quién soy yo?, El Fanal publicaba un texto laudatorio del poeta esclavo a su amigo principeño Francisco Argilagos. A pie de página se hacía constar que:
... publicamos una poesía del vate esclavo Manuel Roblejo, cuya manumisión se trata de llevar a cabo, no sólo por los libertos de su clase, sino por otras personas interesadas, de hacer esa obra de misericordia en favor de ese joven. La muestra que ofrecemos, si bien carece de reglas, hay estrofas dignas de recomendación, por la belleza de pensamiento y la sencillez y fluidez que descubren el sentimiento del poeta sin arte y sin estudio. Deseamos que el infortunado Robles adquiera su manumisión.
La prensa de aquel minuto se hacía eco de un caso de singular lucimiento en la persona de aquel esclavo que sin estudios conocidos de la gramática ni de la Preceptiva escribía versos de innegable factura.

Los que leyeron sus versos en aquel Puerto Príncipe en los albores de la Guerra de los Diez Años no quedaron indiferentes. El esclavo contó desde entonces con el apoyo y la suscripción popular para que sus versos fueran publicados de inmediato.

La publicación de su poemario Ecos del Alma en 1867, al parecer estuvo motivado por el ejemplo de un esclavo de apellido Echemendía (trinitario) que logró con un libro de poemas comprar su libertad. Otro dato se cita en el periódico norteamericano de Boston "The Commonmealth" correspondiente al sábado 2 de mayo de 1868 en él se dice:
Manuel Roblejo, un esclavo cubano, a quien los literatos blancos describen como un poeta sin pocas pretensiones, intenta comprar su libertad con la venta de su obra y anuncia que pide ayuda, de esta manera, para completar la suma necesaria.
Carlos Manuel Trelles, bibliógrafo cubano nos dice que Ecos del Alma tenía 135 páginas impresas en 4to en la Imprenta de R. García, todo esto en Puerto Príncipe, que su autor era esclavo y la obra se imprimió en octubre o noviembre de 1867. Advierte también que sus obras están en "prosa y verso". Las considera "incorrectas, pero inspiradas" y ofrece el dato de que "murió peleando en el campo insurrecto. Estos datos se recogen para beneficio del curioso lector, en su Bibliografía cubana página 306 tomo 4 (1856-1868)

Como colofón de tan interesante referente a la vida y obra de Manuel Roblejo dejo al lector esta perla tomada de otro autor norteamericano de la época: Walter Goodman quien en su libro Un artista en Cuba habla sobre Manuel Roblejo y dice:
Ese negro de cara inteligente que me pide una peseta para comprar un fajo de billetes para la rifa, es un mendigo muy conocido. Se llama Roblejo y debe su libertad a la publicación de un libro de poemas escrito por él mismo. Asistido por un literato benevolente. Roblejo pudo poner sus elucubraciones poéticas en forma legible, y la novedad atrajo la atención del público, se encontraron suficientes suscriptores para imprimir el libro y efectuar la emancipación del autor.


(Agradezco la fraterna colaboración del joven pero talentoso filólogo camagüeyano José Carlos Guevara Alayón por sus notas, comentarios y traducciones personales.)


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Monday, February 26, 2024

Por eso soy hijo único (un poema de Félix Luis Viera)

Nota: Cada lunes la poesía de Félix Luis Viera. Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog, en este enlace. Traducción al italiano de Gordiano Lupi.



Por eso soy hijo único



para mi mamá

(mamá, qué tristeza)





A mi hermano no lo mató la angustia
No murió de hambre ni de melancolía
No pereció bajo un trueno cuando
nos bañábamos en los aguaceros de granizos
No murió de anemia ni de un ataque
de furia un Seis de Enero
Ni siquiera la causa de su muerte
fue una pedrada no dejó de existir
bajo las ruedas de aquellos carros
que corrían y mataban a gran velocidad

A mi hermano

simplemente

lo mataron antes
de nacer (bien lo
recuerdo) porque
      ya conmigo
era bastante.


Marzo de 1977




Per questo sono figlio unico



Per mia madre

(mamma, che tristezza)




Mio fratello non è stato ucciso dall’angoscia
Non è morto di fame o di malinconia
Non è defunto sotto un tuono quando
ci bagnavamo sotto gli scrosci di grandine
Non è morto di anemia né di un attacco
di collera un Sei di Gennaio
Neppure la causa della sua morte
è stata una pietra non è defunto
sotto le ruote di quei carri
che correvano e uccidevano a grande velocità

Mio fratello

semplicemente

lo uccisero prima
di nascere (lo
ricordo bene) perch
      già con me
era abbastanza.



Marzo 1977





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Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros.

En su país natal le fue otorgado el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Premio de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que, en 1983, le fuera concedida a su libro de cuentos En el nombre del hijo.

En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio.

Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.

Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.

En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que, como otros de sus libros, ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.

Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son.

Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.

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Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960. Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.

Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.

Thursday, February 22, 2024

¿Quién soy yo? (un poema del esclavo Manuel Roblejo. Camagüey 1865)



               Dedicado a mi amigo D. Francisco Argilagos



Ilustre camagüeyano
Que en pos de la gloria vuelas;
Tú que del progreso anhelas
Elevar aquí el pendón.
   Permite que un ser oscuro,
Carente hasta de albedrío,
Te dedique asaz sombrío
Un canto de admiración.

No temas, no, que del fango
Donde el que te canta queda
Un miasma suba que pueda
Empañar tu excelsitud;
 Que  a menudo salir vemos,
En la tempestad temida,
De una nube ennegrecida
Breve ráfaga de luz...

¿Quién soy yo? un triste esclavo:
Sin misión, nombre ni cuna,
Hijastro de la fortuna,
Sin gloria ni porvenir:
 Yo vago a merced del viento
Cual vaga la débil hoja
Del árbol que asi la arroja
Para secarse y morir.

Yo soy el hombre que sufte
Con paciencia desmedida
El huracán de la vida
Sin inmutarse jamás:
   Soy la nave destrozada
que en una noche sombría,
Vaga  sin timón ni guía 
Sobre las olas del mar.

Yo soy el hombre que vive
En los brazos del olvido,
Miserable, embrutecido,
Falto de luz y razón:
  Que lleva en su frente mustia
El desconsuelo grabado
Y el corazón destrozado 
Por el dardo del dolor.

Yo soy el hombre que lleva
Agotado el sufrimiento,
Sin encontrar un momento
De benéfica expansión:
   Sin encontrar esa calma
Que busco, que tanto anhelo,
Que mitigue ¡oh Santo Cielo!
Las penas del corazón,

Yo soy el hombre que espera,
Que anhela, que mucho ansía
Un porvenir de alegría
Lleno de amor y de paz:
   Que quiere asentar su planta
En el campo de la ciencia, 
Para ilustrar su conciencia
A la luz de la verdad.

Yo soy el hombre que nunca
Puede Ievantar la frente
Para ver si el sol luciente
Se detiene en el zenit:
  Pues el destino me ordena 
Que en vez de mirar al Cielo
Tenga para siempre al suelo
Inclinada la serviz.

Yo soy el hombre que marcha
Por el dolor impelido,
Que relegado al olvido
Vive de la sociedad:
  Que marcha siempre impelido
Por los ámbitos del mundo,
Desdeñado, gemebundo,
Tras de la felicidad.

Yo soy el hombre que nunca
La paz contempló en el oro,
Ni encontró digno tesoro
La riqueza material:
   Yo busco el bien positivo
Que brinda goces e iustruye;
El haber que constituye
La riqueza intelectual.

Cuando despliega a mi vista
Sus creaciones natura,
Acreciendo mi tristura
Multjplica mi pesar:
   Pues ese alarde que hace
De sus galas y sus flores, 
Mas aumentan los dolores.
Que me oprimen sin cesar.

En vano entonces le pido 
Favor al castalio coro,
Pues queriendo cantar, lloro,
Inspirado del dolor:
  En vano quiero buscarle
Vado a mi pesar profundo,
Pues el destino iracundo
Más aumenta su rigor.

Todo es en vano... infelice!
¿Qué será de mi existencia
Si bajo tan dura influencia
Tengo aun que continuar?
     Y si por acaso un día
Me faltare el snfrimiento
¿Cómo podré del tormento
mi  peso sobrellevar?

Pero no, que en este instante
Me señala en lontananza,
El dedo de la Esperanza
Un rayo crepuscular:
    Y el Ser que creó los mundos
Y en lo justo se recrea
Hará que el rayo sea
Mi sol de felicidad.



Con el título ¿Quien soy yo? publicamos una poesía del vate esclavo  Manuel Roblejo, cuya manumision se trata de llevar a cabo, no solo por los libertos de su clase, sino por otras personas interesadas de hacer esa obra de misericordia en favor de ese jóven. La muestra que ofrecemos, si bien carece de reglas, hay estrofas dignas de recomendación, por la belleza de pensamiento y la sencillez y fluidez que descubren el sentimiento del poeta sin arte y sin estudio. Deseamos que el infortunado Roblejo adquiera su manumisión. (El Fanal. Septiembre de 1865)



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Nota mía. Manuel Roblejo murió en febrero de 1879, luchando por la independencia de Cuba. 

Wednesday, February 21, 2024

A las camagüeyanas (Fragmento de un poema de Francisco Agüero Estrada.)


Mujer escucha este canto
Sincero que te dedico,
Que brota puro del alma,
En fuerza de mi cariño:
En él pago un fiel tributo,
Altamente merecido,
A la que me dió la vida,
Y en mil y mil beneficios,
De su bondad sacrosanta
Testimonios repetidos...
Y a mis preciosas amigas
También mi canto dirijo;
Y a tanta ilustre matrona
Que yo con razón bendigo,
Porque son el timbre y gloria
De mi Camagüey querido,
Por sus virtudes sociales,
Por su carácter benigno,
Por su ardiente caridad,
Por su noble pariotismo.


Fragmento de un poema de Francisco Agüero Estrada.
El Fanal. Camagüey, 1865.

Monday, February 19, 2024

Te aclaro (un poema de Félix Luis Viera)

Nota: Cada lunes la poesía de Félix Luis Viera. Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog, en este enlace. Traducción al italiano de Gordiano Lupi.


Del poemario Y me han dolido los cuchillos (Editorial Capiro, Cuba, 1991)



Te aclaro

                 a una tal Ileana


Con mis pies vine caminando.
No fueron mis armas garfios ni cuchillos ni
barajas escondidas, sólo
   mis manos.
Nunca de rodillas vine. Ni mucho menos
a codos, a pecho en tierra.
Vine caminando, digo, con mis pies.
Y sin sonrisillas de siervo, sin un
   halago
a cambio de un paso más.
Eso —aunque no haya sido ni tan brillante ni tanto
   el tramo recorrido—,
debes estar segura, es mi orgullo superior.
A veces, cuando no supe qué hacer, dónde
   el camino,
pregunté al viento, o a la noche, o a una tabla, o
a un hombre humilde, por ejemplo;
y también muchas veces me equivoqué
y pagué caro, en silencio, mirando
como a un animal amigo, mi propio
   error.

Eso, te digo, me alegra, entre otras causas
porque si hoy no tengo más
yo mismo soy el culpable
y si tengo lo que tengo
también soy el culpable.

No debo nada que no mereciera.

No deberé nada que no merezca.


Noviembre 1980



Ti spiego

                  a una certa Ileana


Con i miei piedi sono venuto camminando.
Non furono le mie armi ganci né coltelli né
mazzi di carte nascosti, soltanto
   le mie mani.
Non sono mai venuto in ginocchio. Meno che mai
con i gomiti, petto a terra.
Sono venuto camminando, dico, con i miei piedi.
E senza sorrisetti da servo, senza una
   lusinga
in cambio d’un passo avanti.
Questo - pure se non sono stato così brillante né tanto ampia
   la strada percorsa -,
devi essere sicura, è il mio orgoglio supremo.
A volte, quando non ho saputo che fare, dove fosse
   il cammino,
ho chiesto al vento, alla notte, a una tavola,
a un uomo umile, per esempio;
e molto spesso mi sono pure sbagliato
e ho pagato caro, in silenzio, osservando
come un animale amico, il mio stesso
   errore.

Questo, ti dico, mi rallegra, tra le alre cause
perchè se oggi non possiedo di più
io stesso sono il colpevole
e se possiedo quel che possiedo
ugualmente sono il colpevole.

Non sono debitore di niente che non abbia meritato.

No sarò debitore di niente che non meriterò.


Novembre 1980


 

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Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros.

En su país natal le fue otorgado el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Premio de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que, en 1983, le fuera concedida a su libro de cuentos En el nombre del hijo.

En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio.

Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.

Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.

En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que, como otros de sus libros, ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.

Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son.

Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.

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Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960. Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.

Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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