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Thursday, November 21, 2019

(Miami) Nuvia Estévez invitada a la Tertulia de Waldo González López


Nuvia Estévez es la invitada de Waldo González López, a su Tertulia Cultural, correspondiente a noviembre.

El evento es este domingo 24 de noviembre de 2019, a las 3. 00 p.m. 


Art Emporium Gallery
710 SW 13th Ave. 
Miami, 33135


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Tuesday, July 23, 2019

Nuvia Inés Estévez, música desde el verso (por Manuel Vázquez Portal)


Nuvia Inés Estévez es una de las voces más auténticas de la poesía cubana. Visceral y telúrica, sus evocaciones dan de latigazos al entorno sin que la circunstancialidad marchite el verso opimo, sin que lo cursi almibare la ternura, sin que lo procaz invada la belleza. Música hace del verso Nuvia Inés, y es porque al decir de José Martí en su poema Crin hirsuta, "Solo el amor engendra la melodía". Y Nuvia es todo amor: gozado, sufrido, prodigado, infinito.

La poesía, por su origen musical (no olvidar que parte de la lírica coral que más tarde deviene lírica monódica y da sitio a los géneros: épico, lírico, y dramático), lleva en si una melodía que le es propia y que define siempre la voz del poeta. Hasta la buena prosa tiene su música. "En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre, no quiero acordarme, ha tiempo que vivía…" No en balde los músicos y cantantes desde hace mucho apelan a los poetas para obtener letras dignas. Me viene ahora mismo a la mente la canción La tarde de Sindo Garay, cuya letra es una cuarteta de Amado Nervo, seguida de una quintilla de Dolores Rodríguez Tió. O la canción La Cleptómana, interpretada por Barbarito Diez y la orquesta de Antonio María Romeu cuya letra es un soneto de Agustín Acosta. O Tu mirada, interpretada por el Grupo Moncada, que es una décima de Renael González. Ello sin contar lo que hizo Joan Manuel Serrat con los poetas españoles.

Hacer arte con la palabra no es juntar vocablos sino armonizarlos rítmica y conceptualmente. Cada poeta es una fórmula que, él o ella compone y descompone, según sus necesidades expresivas. Por muy árido que sea el verso siempre tiene un hálito de armonía rítmica, y nos recuerda que nació para ser cantado. Porque, al final, "la poesía y la música están cosidas por la misma estrella". De los antiguos aedas a los viejos juglares, de los juglares a los trovadores y de los trovadores al poeta escribiente, la música ha sido una suerte de cordón umbilical que los une desde todos los tiempos. Y Nuvia Inés no tuvo que aprenderlo en la Universidad, en la cual se graduó de Español y Literatura, lo traía consigo desde lo remoto de todos los tiempos. Léase y óigase:

Desde la Estigia Odiseo
pregunta cómo volver
a la patria cómo arder
sin Penélope al deseo
Sorbos de mar aleteo
pide al cielo Mas provoca
ciega ira cuando invoca
la conciencia de los dioses
pálidos sordos feroces
frente a su carne en la roca.

Se trata, por supuesto de una décima, una décima-espinela específicamente, que no todas las décimas son iguales. En España e Hispanoamérica las hay de estructuras muy diferentes. Martín Fierro, por ejemplo, está escrito en décimas truncas. Pero la creada por Vicente Espinel y patentada por Lope de Vega, quien reconoce a Espinel como autor de esta estructura, aunque en la actualidad haya divergencias de criterios, se caracteriza por una estructura ordenada en diez versos octosílabos, con rima perfecta (consonante) ABBAACCDDC, y un puente en el quinto y sexto verso que da curso a la siguiente redondilla que la compone.

El Siglo de Oro español convirtió la Espinela en una estrofa de gran valía poética, piénsese solamente en La vida es sueños, de Pedro Calderón de la Barca. En Cuba, al ser introducida por los colonizadores, se convirtió en una especie de canto nacional, sobre todo en las zonas rurales, (Viajera peninsular, cómo te has aplatanado) y dio un sinnúmero de buenos cultores de ella, tanto de repentintas (los que la cantan en disímiles tonadas) como de los que la escriben solamente. Sin embargo, varias generaciones de poetas cubanos la vieron como una estrofa menor, cosa de parrandas y guateques campesinos, y la menospreciaron, muy a pesar de la historia que poseía. En los finales de la década de los 70s los poetas bautizado como “tojosistas” la redescubren y comienzan a elaborarla con la exquisitez, musicalidad y belleza que la caracterizó siempre:
Mariposa, flor alada,
rosa que a volar se atreve,
como un arco iris breve
te posas en la mirada… escribiría Renael González y arrancaría la admiración del poeta Roberto Manzano Díaz, Efraín Morciego Reyes, Rodolfo de la Fuentes Escalona y Osvaldo Navarro entre otros, pero aún siguió siendo vista con algo de desdén, sobre todo, por quienes eran incapaces de acometerla con altura lírica y soltura emocional o posaban como “supra-revolucionarios” dispuestos a obviar y romper cualquier esquema.


Nuvia Inés no escapa a la influencia española y cubana, y la Espinela es para ella un retozo con el que sufre y se divierte a su manera. Tanto que su primer libro Últimas piedras contra María Magdalena, (Editorial Sanlope, Las Tunas, Cuba, 2001) está escrito totalmente en décimas. Digo en décimas en esta ocasión específica porque todas no son la clásica Espinela, sino que ella, cuando el octosílabo le queda estrecho, aun manteniendo los diez versos y la rima consonante en la combinación ABBACCDDC, juega con el metro a su antojo y lo torna eneasílabo o endecasílabo cuando lo necesita.

Últimas piedras contra María Magdalena es un libro que, aunque adolescente, muestra ya la madurez e información humanística de que Nuvia Inés hará galas en sus textos posteriores. Desde la misma concepción del cuaderno aflora su propensión a valorarse como ser humano más que como género y lo hace desde la óptica de la luchadora, jamás desde el conformismo sumiso a que ha sido sometida la mujer desde tiempos inmemoriales. Estamos frente a una rebelde, una transgresora de cepa, capaz de insubordinarse y pagar, y hacer pagar, las consecuencias. No es el escándalo que puedan provocar sus versos lo que le importa. Lo importante para ella son los efectos positivos que ese mismo escándalo pueda acarrear para la mujer. Y en esa batalla se desnuda emocionalmente para que todos sepan que no tiene nada que esconder.

A veces, suave como una caricia; a veces, ríspido como una cachetada, pero siempre esencial, su discurso poético se desdobla en sujetos sorprendentes y hallazgos inesperados. Es como si muchas mujeres, desde Safo hasta Sor Juana Inés, desde Ana Ajmátova hasta Alejandra Pizarnik, desde Gertrudis Gómez de Avellaneda hasta Fina García Marruz, la habitaran. Como si los siglos del mundo le hubieran transitado el alma. Como si todas las voces confluyeran en la sinfonía de la suya, y de ahí, que fluya entre lo arcaico y lo presente con una desenvoltura única.

Las fórmulas clásicas son para ella un retozo, y lo lúdico en sonoridades y medidas, más que cárcel, se torna caudal: se explaya. Salta de la Décima al Soneto con la precisión de una equilibrista sobre la maroma. Su verso es siempre libre: los encabalgamientos no permiten una lectura de sonsonete aburrido. Cuando rompe las formas, las rompe con el dominio de quien las conoce: desdibuja porque sabe dibujar, rompe porque sabe construir.

Veámoslo con calma en este soneto del libro Maniquí desnudo entre escombros (Ediciones Unión, 2002 que resultara premio David 2001)

Preludio del cuervo

Me cortará los ojos y los huesos A
escupirá mi piel hará en mis brazos B
un torrente de sombras y zarpazos B
Encajará las plumas en mis sesos. A

Picoteará mis poros y mi entraña C
instilará veneno en mis costillas D
trocando mansedumbre por astillas D
desgarrará las pieles de mi araña. C

Se llamará Cleopatra o Magdalena E
y yo la salvaré de la serpiente F
de la insidia feroz de la cadena E

Ahuyentaré el flagelo del demente F
Nadie rompa el tañido de la pena E
Nadie roce mi cuervo Nadie intente. F

El soneto clásico, aquel que “del itálico modo” trajera a la lengua española Íñigo López de Mendoza, Marqués de Santillana, y que después de haber pasado por las ilustres manos de Garcilaso y Boscán, llegara a los ingenios de Francisco de Quevedo, Luis de Góngora y el mismísimo Miguel de Cervantes, es una gema preciosa de la lírica hispana que ha transitado todos los movimientos literarios. (Martí, Dario, Casal; Modernismo), (Vallejo, Neruda; Vanguardismo). No obstante Nuvia Inés se atreve, ya en el siglo XXI, y lo emprende también a su manera. Y digo a su manera porque no sigue las reglas del soneto clásico. El soneto clásico en su rigor está compuesto por catorce versos endecasílabos, repartidos en dos cuartetos y dos tercetos, con rima perfecta (consonante) que se combinan ABBA ABBA y CDC DCD o CDE CDE, y del que Lope de Vega escribiera para describirlo:

Un soneto me manda hacer Violante, A
que en mi vida me he visto en tanto aprieto; B
catorce versos dicen que es soneto: B
burla burlando van los tres delante. A

Yo pensé que no hallara consonante A
y estoy a la mitad de otro cuarteto; B
mas si me veo en el primer terceto B
no hay cosa en los cuartetos que me espante. A

Por el primer terceto voy entrando C
y parece que entré con pie derecho, D
pues fin con este verso le voy dando. C

Ya estoy en el segundo, y aún sospecho D
que voy los trece versos acabando; C
contad, si son catorce, y está hecho. D

Pero Nuvia Inés lo emprende a su modo, a su aire, a su antojo, y aun cuando mantiene el metro en endecasílabos, trastroca el ordenamiento de la rima (aunque la mantiene consonante) y lo reordena ABBA CDDC EFE FEF para un efecto melódico diferente.

De Maniquí desnudo entre escombros, apunta el poeta cubano Efraín Rodríguez Santana: “En este espacio de poesía Nuvia Estévez intenta a veces con desesperación refundar la visión de su país, de su pueblo natal, su familia, su hija y su futuro y es por ello que sus versos se cargan de transparencia y veracidad, de juego candente y síntesis abrumadora. El verso libre, el soneto, y la deslumbrante décima son las formas de las que se vale para expresar su inspiración y su emoción.”

Porque Nuvia Inés Estévez, añadiría yo, es una poetisa entera formada a descalabros y pujanzas, a naufragios y reconquistas, a estudios y lecturas imprescindibles, y acompañada por un estro poético que no le cabe en el pecho y se le escapa vuelto verso armónico y lustroso. Con más de media docena de libros se establece ahora mismo con una madurez de magisterio y una belleza que la instala entre las poetisas más sobresalientes de la Cuba contemporánea.

Las muñecas, las putas, las estatuas, su libro más reciente, publicado bajo el sello editorial CAAW Ediciones, 2017, confirma su dimensión poética. Preparada para versos de trascendencia múltiple filtrada por el prisma de la vivencia individual:

El país fue un arca
a ella solo llegaron animales malditos
(esa ungida inocencia de los animales sin espina
ese vaho silencioso de los amantes oscuros)
El país solo fue un lugar para los que escapaban
Un mapa compartido con la nieve

De este cuaderno afirma el poeta Félix Luis Viera: “En Las muñecas, las putas, las estatuas el verso libre, el soneto, la décima parten hacia lo cotidiano —dicho sea en su favor: lo cotidiano asimilado, no maldecido como ocurre con tanta poesía (esto no quiere decir que poemas de este corte deban resultar, a su vez, maldecidos) — o ese fervor por proclamar el tiempo ido, tanto el relativamente reciente como aquel que surte las entretelas de la niñez ya lejana”.

Si algo llama la atención en Las muñecas, las putas, las estatuas es la estructura del libro. Cada parte invoca un rasgo femenino esencial. Si en las muñecas la maternidad es el rizoma del que eclosionan todas las emociones, todas las ternezas, todos los deslumbramientos, en las putas, el amor carnal, ese de los orgasmos objetivos que provocan los poéticos, es el eje en que giran chispeantes cada verso. No hay una actitud de víctima ni de discriminada, hay, más bien, una actitud de domadora, de triunfadora que, aunque en cada encontronazo haya dejado lágrimas y pellejo, ha crecido.

Y en las estatuas, la última sección del libro, y, quizás, el pináculo del mismo, los objetos poéticos se interiorizan más y son una especie de abordaje a fondo al bergantín fugaz de la poesía, aquí se adentra en lo esencial de la existencia, aquí no es la mujer frente a dilemas mínimos, aquí es el ser humano total frente a la bastedad del universo, aquí es la fusión de la incertidumbre con la poquedad de la vereda humana, aquí es donde: en la superficie de su sangre, el trueno cae, y ella —ni nadie— puede quitarle lo que la hace vivir.

La obra poética de Nuvia Inés Estévez requiere ya de un estudio más abarcador que estas palabras que, presuroso, garrapateo. Ella es, por merecimiento propio, un pilar de la poesía cubana. De Gertrudis Gómez de Avellaneda a Fina García Marruz, de Juana Borrero a Reina María Rodríguez, ha fluido mucha poesía bajo el puente, pero Nuvia Inés ha venido a remover y a renovar las aguas de los versos.

Y como siempre, aquí los poemas de la autora para me den o quiten la razón en lo que digo de ellos.


(Del libro Últimas piedras contra María Magdalena)

Es verdad
yo soy la puta
la feliz la melancólica
la temible la bucólica
quien se lamenta y disfruta.
Es verdad soy la que esputa
la lengua sobre tus sesos
la que se ahoga en excesos
quien ladra sobre tu carne
la que aúlla la que escarne
Soy la que muerde tus huesos.



Desde el fondo
(Del libro Maniquí desnudo entre escombros)

Yo nunca tuve mar
ni brazos con qué llevar mi hija a las olas
Nunca tiré piedras al espécimen
mis padres prohibieron el azul
gritaron “hasta allí los límites
la mirada divisoria entre las aguas
hasta allí la sal los ahogados
la fría eternidad de los peces en las rocas”

Siempre creí que el mar estaría en cualquier pueblo
en cualquier casa
en cualquier madre
pero mi madre nunca tuvo mar
y en mi casa solo hubo un balde
donde el amante orinaba su ausencia

El mar fue un barco que se hundía
un anuncio solitario desde arriba
Pero se fue del país
de mis amigos
Nada hizo mi anzuelo para encontrarlo
lancé botellas a ese hueco que alguna vez fue manantial
lancé la geografía la pulcritud
los delfines tan humanos ante la oscuridad de mi pueblo

Alguien dijo “La lluvia nos traerá el mar”
Pero no llovió en cuarenta días
Ni hubo madres felices ancladas con sus hijos

El país fue un arca
a ella solo llegaron animales malditos
(esa ungida inocencia de los animales sin espina
ese vaho silenciosos de los amantes oscuros)
El país solo fue un lugar para los que escapaban
un mapa compartido con la nieve

“Madre” grita mi niña
y el nombre a secas me devuelve aguas
“Madre” qué ciudad nos salvará el naufragio
qué aullido nos pintará el silencio
en qué cuerpo quedarán los brazos abiertos
a ese dolor imposible de lo limpio”

Yo nunca tuve un mar tocándome la puerta
deslizando tranquilo por hendijas su recuerdo migratorio
nunca bañé su fantasma contra mi cuerpo
su ácido contra la imperfección del rostro

Pude lanzar mi corazón en una botella
partir desnuda tras las malolientes gaviotas
pero nunca tuve un mar el soplo de las velas
la danza de su ruido pálido y mecánico

Quien iba a anunciar las aguas
ese arrepentimiento de los que se hundían sin país
las piedras la isla
los ahogados sus bocas abiertas al olvido
Quién iba a empujar hacia este silencio sus tablas

Hundida el arca
vueltos los animales a esa costumbre oscura de la existencia
el mar retornó a golpearnos
y dolió al cuello la nostalgia bulliciosa del tumulto
Mi hija pintaba barcos en la pared
mientras otro amante flotaba prendido a mi cuerpo

Ahora que ardo sobre esta isla animal
mi húmedo hundimiento de vida
y mojo la arena desolada donde perdí mi casa
siento el nombre que duele en las costas
esa frígida felicidad sin brújula

Mi hija y yo
también nos hemos ahogado.



Vocabulum
(Del libro Las muñecas, las putas, las estatuas)


Puede ser un cuchillo lo que gotea mi vientre
los libros que leí no son libros
no son hojas sus hojas ni letras sus letras
habría que ver quien dio forma a la tinta
que no es tinta
No existen filósofos
                    ingenieros
                    doctores
                    barrenderos
                    esclavos
Amor puede confundirse con odio
si contamos las sílabas
El verso es una línea
la línea es una raya
el corazón es otra víscera
la mesa el árbol
no sé si esto que no quema es sombra
-quiero llamarle abrigo-
Aquello que enfría los alimentos
es un trozo metálico de nieve
El Sol es un fósforo
la noche una pestaña
el vestido que calzo es una flecha
las especias son solo el olor
por qué cilantro o laurel
por qué espejuelos y no antifaz o burla

Eso que me protege el pie
es mi madre.



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Nuvia Inés Estévez Machado (Cuba, 1971). Poeta y narradora. Licenciada en Español-Literatura. En el 2001 obtuvo el Premio David de la UNEAC con su poemario Maniquí desnudo entre escombros, el cual fue reeditado en México por la Editorial Verdehalago. Ha publicado, además, Arrepentida de llamarme Circe, Claveles para Rachel, Penancolía, Últimas piedras contra María Magdalena y Misterio de Clepsidras. Su obra poética ha sido recogida en numerosas antologías en Cuba, México, Estados Unidos, Puerto Rico, Costa Rica, España y otros. También ha ofrecido conferencias en México y Colombia, y recitales de poesía en diferentes eventos internacionales. Actualmente reside en el Sur de la Florida.


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Thursday, May 16, 2019

(Miami) Nuvia Estévez invitada especial en el espectáculo poético "En boca cerrada no entran moscas"


Umbrella Art Foundation & Acetato Producciones se complacen en anunciar la segunda edición del espectáculo poético "En boca cerrada no entran moscas"; que tendrá lugar en la Casa Templo del Arte Cubano en Miami Beach. En esta ocación la invitada de honor es la poeta Nuvia Inés Estévez, (Puerto Padre, Las Tunas, 1971); caracterizada por su estilo desembozado, su audacia léxica y su autoafirmación genérica, Estevez nos leerá poemas de su libro "Las muñecas, las putas, las estatuas" y textos inéditos.

El espectáculo tendrá como anfitriones al artista, poeta y escritor Nilo Julián González Preval y la artista proyectual Ana Olema En esta ocación un show dinámico a tres manos. 

Producción Alina Guzmán Tamayo & Diddier Santos Moleiro 


Sábado, Mayo 25, a las 7.30 p.m.

7169 Indian Creek Dr
Miami Beach




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Thursday, February 28, 2019

Buena Vista Deli (un poema de Nuvia Estévez)



Aquí la gente tiene acento francés y una amabilidad extrema
La chica de los labios fucsias y la cara fucsia me trae de comer
con responsabilidad y compasión
La gente a veces lo sabe todo:
de nuestras hambres
de nuestros fuegos fatuos
de todas las miserias
La gente a veces anda rozagante
como si nada pasara a su alrededor
Pero la chica que flota de un lado a otro
en este barrio pobre
donde le dan de comer a los huérfanos
todo lo sabe
Ella viene por mi
me sirve agua
me trae otra mermelada de uvas
mantequilla, café
Sabe que tengo frío en esta mañana de barcos
y de febrero mustio
Una chica que vuela
a tu alrededor
como un ave de paso que no verás jamás
tal vez tenga sus náuseas
sus opacas luces
sus desvelos
Pero si vaga etérea y celestial
con sobrevuelo fucsia
en este barrio pobre
y le da de comer a los huérfanos
Puede aclarar
los caminos.

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Nuvia Estévez Machado nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Claveles para Rachel” (Poesía para niños), “Maniquí desnudo entre Escombros” (Premio David 2001), Misterio de Clepsidras”, “Preludio del Cuervo“, y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Ha obtenido, entre otros, el premio “Farraluque” de Poesía erótica. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida

Tuesday, December 25, 2018

Trunca levitación (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.


Trunca levitación


Te quedarás con Dios y su letargo
con su capa viril que alumbra el cielo
Te quedarás dormido en el desvelo
de la noche     que aúlla con su amargo

sortilegio de gritos y de sombras
Te quedarás con Él     con sus alfombras
y el grito sereno de su oleaje
Te quedarás borracho en su brebaje

y nada romperá lo que te anuda
Tú seguirás anclándote en la duda
azul y tormentosa del celaje

Yo seguiré soñándote desnuda.



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Nuvia Estévez Machado nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Claveles para Rachel” (Poesía para niños), “Maniquí desnudo entre Escombros” (Premio David 2001), Misterio de Clepsidras”, “Preludio del Cuervo“, y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Ha obtenido, entre otros, el premio “Farraluque” de Poesía erótica. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida

Tuesday, December 18, 2018

Inxilio (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.


Inxilio

Como si sacarme de barrio
o de país
fuera la solución
A mí no hay que sacarme
Entrarme.




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Nuvia Estévez Machado nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Claveles para Rachel” (Poesía para niños), “Maniquí desnudo entre Escombros” (Premio David 2001), Misterio de Clepsidras”, “Preludio del Cuervo“, y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Ha obtenido, entre otros, el premio “Farraluque” de Poesía erótica. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida

Tuesday, December 11, 2018

Un poema de Nuvia Estévez

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.


QUiERO UNA CASA VACIA

donde el mar moje descalzo
Quiero una flecha    no el falso
reloj de arena     la orgía
de la muerte     la porfía
del huracán     Quiero dos
libélulas    un adiós
para siempre levitar
y ya nunca naufragar
Quiero la mano de Dios
su mansedumbre     su todo
la pureza de la nube
aquel juguete que tuve
inocencia sobre lodo
Quiero un camino     recodo
donde apaciguar la tos
otro pájaro     la voz
transparente de mi aorta
El verso que a nadie importa
Quiero la mano de Dios.



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Nuvia Estévez Machado nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Claveles para Rachel” (Poesía para niños), “Maniquí desnudo entre Escombros” (Premio David 2001), Misterio de Clepsidras”, “Preludio del Cuervo“, y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Ha obtenido, entre otros, el premio “Farraluque” de Poesía erótica. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida

Tuesday, December 4, 2018

Pequeña tregua para llegar a Ítaca -Fragmento- (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.



Pequeña tregua para llegar a Ítaca (Fragmento)

Canto V

Entre lobos monteses y leones
Entre perros hambrientos y castrados
tiemblan lánguidos hombres desterrados
por el hacha sagaz de las pasiones
Es Circe quien derrama los ciclones
en el rostro viril de quien se ahoga
Es su voz el arpegio que interroga
sin mostrar la figura que amordaza
Es Circe divinal y pulcra taza
bañándote en el Pramnio de su droga

Tú puedes caminar hasta su fuego
Tú pudes sostener su dura piedra
macerar todo el verde de la hiedra
que adorna   su palacio donde el ruego
es deleite eficaz para su ego
Mas puedes apagar toda la llama
porque nunca a tu mano irá la escama
tajante del destino   Pues los dioses
te eximen de sus garras de sus toses
Tú puedes ir con Circe hasta la cama

“... pero hazle prestar el solemne juramento de que no maquinará contra ti ningún otro funesto daño”.





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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

Tuesday, November 27, 2018

Un poema de Nuvia Estévez

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.



SI MIS AMIGOS SUPIERAN

que he llegado
a las tres de la tarde
a mi cuarto
con un sol puro de julio
y he tirado
dos sábanas
sobre el lobo
de mi cabeza
Si supieran
que cazo perdices
animalillos raros
en mis sueños
y voy a caminar
sin ciencia cierta
por alguna orilla
en la esquina del
mundo
Si supieran que ando
con el mendigo
y mejor le sonrío
al barredor de calle
traga cristales
místico
tarareador
de penas
Tal vez
no tendría
su magistral aplauso
su aprobación
los vítores
que empujan
a veces
a continuar.





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Nuvia Estévez Machado nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Claveles para Rachel” (Poesía para niños), “Maniquí desnudo entre Escombros” (Premio David 2001), Misterio de Clepsidras”, “Preludio del Cuervo“, y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Ha obtenido, entre otros, el premio “Farraluque” de Poesía erótica. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

Tuesday, November 20, 2018

Lo que me hace morir (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.


Lo que me hace morir


Yo no puedo quitarle a mi sangre
lo que la hace morir
una pústula
-gelatinosa-
un castillo de cal

Para la indecisión
el puntapié en la bocacalle

Abajo está lo bello
lo sublime
Por no decir las plumas en el fondo

En la superficie de mi sangre
el trueno cae
Yo no puedo quitarle
lo que la hace vivir.







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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

Tuesday, November 13, 2018

Tuve un lunar en la frente (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.



Tuve un lunar en la frente



             como dulce cicatriz
algún nombre     fui Beatriz
o Luzbel     tuve simiente
para cruzar diferente
el gris de mi pueblo cónico
tuve una flecha      un irónico
juguete donde rompía
la inocencia     corrompía
el silencio de lo agónico

Fui Mesalina    Vallejo
Greta Garbo     Frank Sinatra
fui la Duncan   Yo Cleopatra
reflejada en el espejo
fui Charlot     su rostro viejo
Alfonsina desde el mar
Lorca     Miguel    un juglar
fotografiando a Modotti
Gertrudis y Pavarotti
y Marguerite Yourcenar.

Edipo con su letargo
yo su madre     Napoleón
Patroclo     Aquiles    Sansón
-fortaleza y pelo largo-
fui la cicuta     el amargo
veneno que tarareaba
Eurípides    Fui la aldaba
que Sófocles no abriría
Franz Kafka cuando dolía
Ese cuervo que chillaba.





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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

Tuesday, November 6, 2018

Yugo y Estrella (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.


Yugo y Estrella


Pudiera darte la autobiografía
de una vida sin riesgos ni exabruptos
alejada de infames o corruptos
malabares hostiles de agonía

Puedo mostrarte yo la apología
que me conceden y jamás ostento
pues escribir es un divertimento
que me propuso Dios y la Poesía

A tu yugo torcido en el presagio
de lo que soy    puedo mostrar la rosa
la lágrima    la estrella que retoza

palpitante en el sueño    Hacia el naufragio
veloz avanzas    Y esta mariposa
aún puede alzarte en su ala tormentosa.




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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

Tuesday, October 30, 2018

No tientes a los ángeles de las vocales (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.



No tientes a los ángeles de las vocales



Lo estoy creyendo todo como una adolescente
lo que aprendí del polvo y de la hiedra
Si paso un dedo por la piel
ningún nombre ha quedado
Soy de esponja o de musgo
de fibra vegetal que no digiero
Si siento un ruido
retorna la cuerda que me habita
Fui crisálida a punto de reventar
emoción lacrimógena
No volveré a decir lo que no crean
te extraño como un niño
dame tu leche
la tetilla rosada
Acerca tu mano a mis nalguitas
y canta
Eres el gallo rojo
El 23
¡Atrévete!






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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

Tuesday, October 23, 2018

Mi paisaje (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.



Mi paisaje


Debo ser feliz
porque mi hija duerme y menstrúa
La he mirado con innegable extrañeza
como si fuera algo
que no salió de mí
que no me arrancó el pecho.
Reservada deambulo por su habitación
Soy un pájaro que sobrevuela y ronda.
Miro a mi hija como el más fiel animal
la cubro con estas alas fuertes
para que nadie aturda su menstruación tranquila
agua que fluye    cálido manantial
He dibujado la fragilidad de mi hija con palabras
dejé sobre el papel sin manchas mi secreto
Una bandera de sábanas izo a su libertad
para que se levante
como un relámpago bondadoso
y alumbre el paisaje.





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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

Tuesday, October 16, 2018

Alguna vez (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.



Alguna vez


                  andaremos por el pavimento
enseñando al mundo nuestras ropas de carne
derramando el vino extinguido
en el fondo de los hombres
Alguna vez nos ahogaremos con el trozo de pan
sin vender por pedazos la caricia
seremos las náyades azules silbando a Bola de Nieve
conocedoras de la pureza extraña de la infidelidad
Expertas de sexo hermoso
como recién nacido pájaro de malagüero
Hechiceras
elegidas de Dios.






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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

Tuesday, October 9, 2018

4: 00 AM (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.


4:00 AM


Cuatro veces ha cantado el gallo
y he volvido a olvidar otro poema
La computadora me señala algunas palabras
que quiero escribir erróneamente
También me estorban algunas perfecciones
Si me dedicara a hacer cosas prohibidas
lanzaría la bomba que rueda en mi cabeza
He dejado de ser feliz cuatro estaciones
cuatro eran los felinos que acariciaba
el hombre que amé
y cuatro mil setecientas
las oportunidades que le he dado a la gente
He dado cuatro pésames
me vieron cuatro veces en peligro
cuatro navajas
cuatro artificios
cuatro falsos países pasaron por mis ojos
cuatro perros con rabia acaricié
Son las 4:00 a.m.
Mañana despertaré serenamente
a organizar mis cuatro desatinos.





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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

Tuesday, October 2, 2018

A veces (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.


A veces



           yo no me entiendo

la fragilidad de espina

A veces soy la morfina

de los locos    Soy estruendo

Pobre lujuria     lo horrendo

Agua turbia de los peces

Tierra mojada    reveses

Soy un perro mutilado

Lucifer enamorado

Sólo a veces

            Sólo a veces





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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

Tuesday, September 25, 2018

Humanamente (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.


Humanamente


Hija se ha quedado sola
el hombre que la mecía en la madrugada se marchó
también se fue el de los garabatos y cuentos
el que trotaba por la casa
A hija la dejaron sola
sus hijos duermen bocabajo sobre el sofá
mientras tritura como especias pedazos de papel
sacude telarañas
canta alguna musiquilla
y repite viejas historias
de los hombres que la dejaron
humanamente sola.





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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

Tuesday, September 18, 2018

Daguerrotipo (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.



Daguerrotipo


La niña que está en el borde de la puerta
soy yo    Desde este rincón puedo
observarla     detenidamente   Aún conserva
los zapatos ortopédicos de punta cuadrada
el pelo ralo y amarillo    esa mirada absorta
que sostengo con facilidad.
A veces las niñas regalan flores   Mi hija
oficia de dulce podadora    Coloca un
ramillete de vicarias sobre mis
rodillas mientras dice     a que no adivinas lo
que traje y sale a correr
Temo que eche al suelo a su madre que
aún está recostada en la puerta mirándome
con aire acusador
Los ojos hablan más que la lengua    Quiero
descifrar lo que la niña intenta decirme    la
tristeza que habita detrás de sus pestañas
la mueca de la boca    pero he dejado de ser
yo y soy mi madre mirándome.
Ella es más rubia y tiene los ojos claros
Trae una bata de satén rosa y zapatos de
charol   Siempre que la recuerdo anda así
como en aquella foto donde cruzaba los pies.
Puedo compararla con Sofía Loren
haciendo de madre en alguna película casi
olvidada    pero se me ocurre Mesalina.
Mi madre no se mueve    Es el aire quien la
acaricia     Es el viento quien cruza por la
ventana y a ratos la hace sonreír    Pero no
es a mí a quien sonríe    Es a nadie.
Nadie puede ser el otro extremo del dintel
carcomido      la cucaracha que da vueltas y
vueltas    Nadie puedo ser yo.
Puede ser la niña que trajo el ramo de
flores y preguntaba por la existencia de
Jesús     por el destino del hombre
Nadie puede ser otra     La misma que
sonríe como si mirara a un espejo la
misma que posa mientras esconde lo que
pudiera brotar de la raíz.
Nadie pueden ser todas     Esas tres niñas
que se aúpan y desmiembran      Esas tres
mujeres que se rompen      vuelven a
fundirse y huyen de mis ojos
Sin regreso.






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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.
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