Tuesday, February 19, 2019
Monday, February 18, 2019
Francisco levanta las sanciones a Ernesto Cardenal
Comunicado emitido el 18 de febrero de 2019, firmado por el Nuncio Apostólico en Nicaragua, Mons. Waldemar St. Sommertag.
El Santo Padre ha concedido con benevolencia la absolución de todas las censuras canónicas impuestas al Rev.do Padre Ernesto Cardenal, acogiendo la petición que éste le había presentado recientemente, a través del Representante Pontificio en Nicaragua, de ser readmitido al ejercicio del ministerio presbiteral.
El Padre Cardenal ha estado 35 años bajo suspensión del ejercicio del ministerio debido a su militancia política. El religioso aceptó su pena canónica que le fue impuesta y se ha atenido siempre a ella, sin llevar a cabo ninguna actividad pastoral. Además, había abandonado desde hace muchos años todo compromiso político.
El Parque Agramonte (por Eduardo F. Peláez)
Nota del blog: Texto incluido en el libro Nostalgias de Tinajón (Miami, 2017), historias y recuerdos del Camagüey de los 50s.
Agradezco a su autor, Eduardo F. Peláez, que lo comparta con los lectores de este espacio virtual.
Agradezco a su autor, Eduardo F. Peláez, que lo comparta con los lectores de este espacio virtual.
Vivía a una cuadra del Parque Agramonte. Siendo muy pequeño mis padres se mudaron para la calle Cisneros entre Luaces y Raúl Lamar. Recuerdo perfectamente que Olga, mi manejadora, me llevaba caminando al parque los domingos cuando había retreta, y me quedaba horas oyendo embelesado a la Banda Municipal que dirigía Joaquín Mendivel, novio de Marta la cocinera de la casa y prima de mi manejadora. Debo de ser muy viejo porque cierro los ojos y me veo paseando por el parque de la mano de Olga por el lado en que caminaban las mujeres y cruzándonos con los hombres que lo hacían en dirección opuesta.
Tan pronto prescindí de la manejadora, me aventuraba a ir solo al parque todas las tardes a jugar a los escondidos con el último "salva", a los cogidos con sus dos versiones: el topatieso y el caimán de agua dulce, y a los pasos gigantes y pasos enanos, donde la persona que cantaba los pasos lo hacía desde una de las pequeñas escalinatas de la estatua de Agramonte. Después vino la época de jugar pelota con una bola que construíamos con papel y tiras de cartón de las cajetillas de cigarros "El Cuño", "Competidora" y "Partagás". Jugábamos en una plataforma de cemento a un costado de la Catedral, donde tocaba los domingos la Banda Municipal. La primera y la segunda base eran las columnas de la iglesia, la tercera era un punto imaginario al borde de la plataforma y el home plate era el sitio desde donde le pegábamos a la bola con la mano, señalado mediante cualquier objeto que recogiéramos del suelo. También jugábamos al trompo, a las bolas (el pegao, la cuarta y la olla) y a las postalitas con sus dos alternativas: el soplao y la fallunca. Esta fue una época peligrosa para estos juegos porque los trompos, los bolones de acero y las postalitas eran codiciados por los muchachos de los barrios marginales y no había una semana que los juegos no terminaran en pelea.
Fuimos creciendo y aparecieron los patines "Unión Cinco" que venían acompañados con una llave que cuidábamos celosamente colgada del cuello para apretar las ruedas que se aflojaban continuamente. Hacíamos carreras y todo tipo de piruetas. Aprendimos a caernos de rodillas y nuestras madres se hicieron expertas en primeros auxilios y en coser parches a los pantalones.
En esa época surgieron los primeros enamoramientos y el parque, además de ser nuestro patio, se convirtió también en el sitio donde las chicas nos arrancaron otro tipo de lágrimas sin habernos caído de rodillas o habernos fajado con muchachos de otros barrios.
No solamente es el parque lo que recuerdo, sino también sus alrededores: "El Parque Bar" donde, desde una vidriera, Vicente Cal nos llamaba por nuestros nombres y nos despachaba diariamente con una sonrisa; la "Dulcería Roxi" con sus inigualables coffee cakes, la "Esquina del Cambio", el "Edificio Collado", la "Farmacia Tomeu" y el puesto de frutas en la esquina de Cisneros; el Liceo con sus venerables ancianos dándose balance, y unos zánganos que en época de San Juan les tiraban almagre a los ingenuos paseantes; la Liga de los Veteranos (vergüenza me da confesar que durante los carnavales, desde un camión de paseo, les cantábamos: “los viejos de La Liga tienen barriga”); una barbería donde me hicieron mi primer corte de pelo; "La Casa Cabana", donde compré mis primeros discos "Panart" de 78 revoluciones; la casa de los Robirosa, y la esquina de Cristo por donde doblaban todos los entierros al campaneo de la Catedral.
Más de treinta años transcurrieron y regresé a Camagüey por motivos familiares unos meses después de la visita del Papa Juan Pablo II. Llegué un sábado por la tarde, y al siguiente día, domingo, asistí a misa en la Catedral. El Padre Pepito Sarduí la oficiaba y en su homilía llamaba por sus nombres a varios feligreses recomendándoles ciertas labores de la parroquia. Todos nos dimos el abrazo de la paz y cuando salía con el alma estremecida de tanto afecto y bondad, me encontré con mis queridos amigos el Dr. Raúl del Pino, Pinito como le decíamos, ex preso político, y el Dr. Manolín Paisán, el médico que me diagnosticó y curó una alarmante leucopenia cuando terminaba el bachillerato, ambos hoy ya fallecidos. Nos abrazamos y nos sentamos en uno de los bancos a conversar sobre las viejas amistades, Miami, y el Camagüey que todos habíamos dejado atrás. Mi mirada recorría atentamente la calle Independencia donde ya no existía "El Roxi" ni "El Parque Bar"; ya no había "Esquina del Cambio"; en la calle Martí, el "Edificio Collado" mantenía su nombre casi ilegible en una pared sin pintura desafiando las innumerables lluvias, y solamente quedaba la sombra de la que fuera la "Farmacia Tomeu"; y en la calle Cisneros, el Liceo, ahora convertido en biblioteca; al lado, ya no existía barbería, ni Liga, ni "Casa Cabana" ni casa de los Robirosa, ni puesto de frutas en frente. En el parque nadie patinaba y nadie jugaba a la pelota con cartones de cigarros; sin embargo, todo era igual. Bastaba un solo banco, la estatua del Bayardo, la Catedral y un par de amigos para que el mundo hubiera girado vertiginosamente y me encontrara otra vez en mi pueblo, en mi parque, en mi hogar.
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La Esquina de Rancho Chico (por Eduardo F. Peláez)
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La Esquina de Rancho Chico (por Eduardo F. Peláez)
Saturday, February 16, 2019
Reflexión (por Orlanda Torres)
Nota del blog: Sección semanal en el blog Gaspar, El Lugareño, gracias a la cortesía de la psicóloga Orlanda Torres, quien ha aceptado la invitación a compartir con los lectores sus consejos y reflexiones sobre los conflictos cotidianos.
Recordemos que en la vida habrá que enfrentar dificultades a lo largo de nuestro recorrido, eso significa que hay que alegrarse, porque “estamos vivos”, pero ¿cómo manejarlas?
Cuando serenamente empiezas a reconocer y a identificar cuáles son las que te están afectando, podrás encontrarle su debida solución.
Muchas veces creemos que nunca vamos a superarlas, si se puede, sólo piensa adecuadamente, asume con responsabilidad el reto y convéncete que eres capaz de enfrentarlas.
Cree poderosamente en ti y en tu capacidad, para que la fe que guardas en tu ser sea capaz de movilizar todas las fuerzas de tu interior y así logres encontrar soluciones concretas.
Nunca mantengas deseos guardados que no puedan ser liberados.
Recuerda que las mejores cosas se derivan de las adversidades, por eso siempre es aconsejable que exteriorices todas tus ideas y todo lo que guardes en tu ser, para que puedas vivir en sosiego, siendo un ser completamente realizado.
Recuerda que vivir agobiados y turbados no causará más que desestabilizar y enfermar nuestro organismo.
Es necesario que reduzcas las cargas y tensiones que te producen los elementos externos de los cuales no podemos tener control.
Estudia tu interior buscando siempre tu paz y tranquilidad. Trata siempre de esquivar todo lo que perturbe tu serenidad y lo que ensombrezca tus días.
Confía en el poder que tienes de transformar lo que te cause daño, en armonía y quietud, para que puedas transitar serenamente el camino reservado.
Recuerda que la vida es muy frágil y guarda misterios insospechables, por eso vive con intensidad cada día, porque es un regalo divino.
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Orlanda Torres: Psicóloga, Escritora, Educadora, Orientadora Motivacional.
Autora del libro "Volando en Solitario" año 2015, Guayaquil - Ecuador. (Disponible en Amazon Kindle)
-Estudió en Miami Dade College: Certificate of Florida “Child Development Associate Equivalency”. Maestra de Educación Preescolar e Infantil en la ciudad de Miami.
-Licenciada en Psicología graduada en el 02/2017 - Atlantic International University.
-Orientadora Motivacional y Conferencias pueden contactar a Orlanda Torres a través de la página que administra www.fb.com/vivencialhoy
Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2016
-La Estancia en el Paraíso de los Sueños
-Relación de Pareja y su gran Desafío
-Es la Felicidad una Elección
Conferencia en Radio - Miami, Florida
-Positivo Extremo Radio: Entrevista 123Teconte “Regreso a Clases y La Adolescencia”
-¿Como aprender a ser feliz?- Edificio Trade Building-.Innobis Coworking, Guayaquil - Ecuador
-La Inteligencia Emocional en la Relacion de Pareja- WENS Consulting Group, Guayaquil - Ecuador
Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2018
- Ser Mujer
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Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2018
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Paul Kidd (por Víctor Mozo)
Nota del blog: Sección semanal a cargo de Víctor Mozo. Cada sábado comparte un texto, de lo que será un libro sobre sus vivencias durante los primeros años de la llamada "revolución cubana" y su cautiverio en los campos de trabajo forzado, conocidos como UMAP.
Los textos anteriores se pueden leer en este enlace.
Gracias a los buenos contactos que habíamos hecho con los reclutas del SMO que cuidaban el campamento, podíamos enterarnos de muchas cosas. Así, un buen día supimos que tendríamos derecho de visita antes de los tres meses. Hasta ese momento los comentarios eran de visita a los tres meses y pase de diez días a los seis. Algo pasaba y si era para mejorar nuestra suerte le dábamos la más calurosa de las bienvenidas.
De la noche a la mañana, si por un lado el trabajo duro y la comida mala mantenían el ritmo, por otro, se notaban cambios, al menos cosméticos. Y un buen día se solicitaron a aquellos que eran carpinteros o conocían algo de ese oficio, mientras que los rebajados de servicio serían puestos a contribución para “embellecer” el campamento. Para nosotros, esa gota de agua que se atisbaba en el desierto se igualaba con un manantial.
De troncos de árboles cortados no sé dónde se hicieron unos bancos rústicos para que pudiéramos sentarnos tanto dentro como fuera a la entrada del campamento en previsión de la visita. Como decía Osvaldo Betancourt Sanz, “se serrucharon las cercas, aquellas cercas de las que el llamado comandante en jefe, en el discurso para concluir una graduación en la escuela inter armas Antonio Maceo había hecho una prudente y oportuna aclaración ya que para él las cercas en algunos campamentos militares eran solamente para impedir la entrada a los mismos de carneros, cabras, perros, terneros, etc. Nunca con el fin de mantener a los reclutas confinados en un espacio dado, ya que nuestros reclutas son dignos, honrados, patrióticos, revolucionarios”. En el arte de mentir Fidel Castro siempre sería el campeón en cualquier categoría.
Nuestro campamento se vestía de limpio. Pequeños jardincillos brotaban en cada esquina del campamento decorados con piedras pintadas con agua de cal. La misma lechada se les dio a los postes de las cercas ya cortadas cuyos pelos de alambres de púas en “Y” habían desaparecido como por arte de magia. Sin duda alguna, algo pasaba. Había llegado el momento de aparentar al menos que la cosa no era tan mala como se pintaba.
Lo cierto es que las UMAP empezaban a conocerse a nivel internacional y no precisamente por su buena reputación, gracias sobre todo a la labor de un periodista inglés establecido en Canadá que trabajaba en aquella época para el Southam Newspapers of Canada. Paul Kidd, (1932-2002) logró visitar y fotografiar un campamento de la UMAP en la localidad de Céspedes. Expulsado de Cuba, fue posiblemente el primero en denunciar las condiciones y la opresión que se vivía en los campamentos de la UMAP. Basta con leer la introducción de su artículo The Price of achievement para darse cuenta del riesgo tomado por el fallecido periodista: “Cuba ahora tiene igualdad racial, programas de salud pública, educación rural, rentas bajas, armarios vacíos, mercados negros, una prensa controlada por el Estado y campos de trabajos forzados”. El periodista resumía de esa manera la existencia de las UMAP tratándola de mano de obra casi esclava. Para la jerarquía comunista aquello debió ser un bombazo y para nosotros el comienzo de ver la luz al final del túnel.
Y un buen o mal día de esos que conformaban nuestras vidas de confinados, luego de entregarnos sin tanto rigor como antes el correo siempre esperado, nos anunciaron la fecha para la visita familiar que sería, por supuesto, un domingo. Negar que no hubo alegría a partir de ese momento sería absurdo. Todos o casi todos, veíamos llegar el momento de poder abrazar a nuestros familiares, saber de los amigos, recibir buenas y también malas noticias. Sin olvidar la llegada de lo que yo llamaba pertrechos de guerra que no eran otra cosa que comida que pudiera conservarse y así variar nuestro nada excelente menú cotidiano.
A partir de allí, el entusiasmo y la esperanza opacaban el resto. No era raro el momento en que alguien escribiera una carta para comunicar la fecha de visita a los familiares. Los analfabetos, porque los había, se las ingeniaban para que alguien escribiera por ellos. Nunca faltó un alma caritativa que lo hiciera. Eran momentos de gran gozo y una expresión de alegría podía verse en cada rostro.
A la mal llamada revolución no le quedaba más remedio que empezar a poner parches en los agujeros de sus perversas ideas. Todo terminaba por saberse. Mientras que la revista Verde Olivo contraatacaba con artículos ditirámbicos sobre las UMAP, los demás periodistas, sobre todo los de Camagüey, no se quedaban atrás a la hora de elogiar nuestros campamentos emborronando las páginas de sus diarios con fotos y textos dignos de la peor propaganda del III Reich.
Gracias a Paul Kidd, el mundo conocería la verdad acerca de los campos de trabajo forzado, las llamadas UMAP. Mucho le debemos.
Friday, February 15, 2019
Quédate (un poema de Thelma Delgado)
Quédate
Más allá del bien y el mal
De los rumores de la gente
Te llevo siempre en mi mente
Mi amor por ti no tiene final
La alegría de mi corazón
Es tu sonrisa tierna y franca
Es tu beso el que me arranca
Suspiros, sonrisas sin razón
Con ternura tú me abrigas
En la noche negra y fría
No sé cómo sería mi vida
Si algún día de mí te fueras
Quiéreme, quiéreme siempre
Amigo amante, amante amigo
Quiéreme y quédate conmigo
Hasta el día de mi muerte
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Ver
Página de Thelma Delgado en el website del Cultural Council of Palm Beach County
Thursday, February 14, 2019
"Para no separarnos nunca más": Cartas de Ignacio Agramonte a Amalia Simoni (por María Antonia Borroto Trujillo)
Editorial Abril 2009
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por María Antonia Borroto Trujillo
Texto publicado originalmente en
Páginas volanderas. Camagüey, Editorial Ácana, 2009, pp.74-77.
Aparece en el blog por cortesía de la autora.
Mientras te escribo estos renglones oigo un piano que tocan en una de las casas vecinas. ¡Cómo me hacer recordar a mi paloma arrulladora! Oír un piano y no oír tu voz, y no poderte pedir que cantes, y pensar que estás lejos. ¡Qué tormento, Amalia mía!La expresión se repetirá una y otra vez en un epistolario del que cuesta hablar con la voz de la razón. No puede evitar el lector —al menos es mi experiencia— sentir cierto temblor al tocar este libro, imprescindible —y uso el adjetivo, aparentemente desmedido, sin que me tiemble la mano—, este libro imprescindible, decía, para entendernos y asumirnos de una manera más cabal y entrañable.
Parece cosa de locos que un epistolario amoroso, lleno de quejidos, arrumacos y sin alardes de virtuosismo literario, pueda significar tanto para un pueblo. Es así, creo, en todo epistolario, si bien privado, que pueda permitirnos sentir el palpitar de una época y sus acontecimientos en el común de los mortales. Y, en particular, sentir la percepción que de tales hechos tuvieron sus contemporáneos. Elda Cento anduvo ese camino al publicar, junto a Gustavo Sed Nieves, las cartas de Consuelo Álvarez de la Vega, una joven de la que, por supuesto, no hablan los libros de Historia.
Ya es ciencia constituida la importancia de tales acercamientos a la cotidianidad, a la vida del ser tenido por común y corriente. Nadie, por supuesto, es común y corriente. Y los protagonistas de Para no separarnos nunca más, a quienes aún podemos sentir temblar y padecer, amar y renacer en estas páginas, son seres excepcionales. Mas no basta ello para convertir en excepcionales estas cartas.
“¡Qué tormento, Amalia mía!” La frase hiere como un cuchillo. Está escrita cuando aún era la paz, cuando Amalia era la novia lejana y el abogado, joven, elegante, hermoso varón, ejercía en la capital. La frase se repetirá una y otra vez, tanto que estas primeras cartas parecen una premonición. La pareja apenas estuvo junta si por tal entendemos la convivencia. Sin embargo, se sienten tan cercanos entre sí... Porque no es este el solo epistolario de amor, o lo es, aunque con esos sutiles y cambiantes rostros y formas del amor. Amar intensamente, amar mucho, no es amar a muchos: puede un único amor llevar consigo el fuego y la diversidad que nunca tendrán mil relaciones baldías. Pobre época la nuestra si ha olvidado algo tan esencial, pobre de nosotros —lo pienso una y otra vez al tener cerca a Ignacio y Amalia— si ya no sentimos así o si por pudor, callamos lo que sentimos. Tremenda pobreza la nuestra si tememos la desnudez en que parece dejarnos la confesión o hacemos del gesto cariñoso un alarde vacío de significado, una forma sin contenido real que expresar.
Si algo maravilla en Ignacio y Amalia es este concierto entre forma y contenido. Disculpen la intromisión de categorías que nada parecen hacer en un libro como este. Mas la belleza de la historia, su esencia, es también la de estas cartas. Las leemos con fruición porque las sabemos auténticas, porque ellos lo eran. Solo así pudieron soportar tanto. Y al leerlos se nos vuelven más grandes, de una estatura envidiable. Uno de los fundadores de la patria —atiendan los hombres que me leen— fue un marido amantísimo, un enamorado galante. Nunca sintió disminuida su estatura —ni su hombría— por el gesto cariñoso, la preocupación constante, la presencia de la novia.
Ignacio y Amalia son en estas cartas dos enamorados que se solazan en su sentimiento, que se cuentan sus acciones diarias. Y gracias a eso tenemos muchas pistas para completar nuestra visión del siglo XIX cubano. Son juguetones estos novios, inventan su lenguaje, sus palabras. Tal parece —es sensación común a los enamorados— que el idioma habitual no basta para expresar una pasión que se presiente única. Por eso hay que, junto con el amor, reinventar el idioma, desafiarlo, torcerlo si es preciso. Ya lo advirtió Cintio Vitier al comentar el excepcional epistolario de Juana Borrero a Carlos Pío Urbach. En tal caso, se trataba de dos poetas de fina sensibilidad, dados al ejercicio de la literatura. Hasta Juana evitó algunas comas exigidas por la sintaxis. Pero, recordémoslo, la sintaxis suele ser demasiado racional. ¿Qué coma puede evitar ciertas estampidas con el aspecto de una catarata, o qué remanso de paz necesita de puntos? No quiero con ello decir que carezcan estas cartas, las de Ignacio a Amalia, de una adecuada redacción, sino que hay en ellas momentos en que el pensamiento apenas puede ser ordenado: no confundamos la incorrección con el vértigo, con el salto mortal que es toda epístola de esta naturaleza.
Solo se conservan las cartas de él, 123 en total, publicadas por primera vez íntegramente en este libro, once inéditas o muy poco conocidas, debidamente ordenadas y anotadas —cosa que debemos agradecer, pues la historia se nos hace inteligible— y algo aún más valioso, cotejadas con sus originales. Que solo se conserven las cartas de él es una circunstancia particularmente tremenda. Ni en la posteridad hemos podido tener, juntas, las tantas evidencias, las tantas formas de ser, de este amor. Solo tenemos de Amalia una misiva escrita diez días antes del 11 de mayo fatal.
Zambrana dice que con pesar cree “que no verás el fin de la revolución”. Estas palabras de Zambrana recién llegado del campo de Cuba, no sé como no me han hecho perder la razón.Sobran los comentarios. Cuánta humildad la de esta mujer, cuánta sabiduría y tino al evaluar, incluso, la importancia de su Ignacio para la patria. Sobran también mis comentarios que nada tienen que ver con la crítica literaria, o que sí, tienen que ver con la crítica literaria solo si asumimos la literatura como una experiencia vital y no meramente intelectual. Tal es el caso de este epistolario, imprescindible para conocer a sus protagonistas y al siglo XIX en su sensibilidad, eso que a veces la escritura de la Historia suele escamotearnos. Imprescindible también para aprender a vivir el amor.
Ah! tú no piensas mucho en tu Amalia, ni en nuestros dos ángeles queridos, cuando tan poco cuidas una vida que me es necesaria, y que debes también tratar de conservar para las dos inocentes criaturas que aún no conocen a su padre.
Yo te ruego, Ignacio idolatrado, por ellos, por tu madre y también por tu angustiada Amalia, que no te batas con esa desesperación que me hace creer que ya no te interesa la vida. ¿No me amas?
Además, por interés de Cuba debes ser más prudente, exponer menos un brazo y una inteligencia de que necesita tanto. Por Cuba, Ignacio mío, por ella también te ruego que te cuides más.
Gracias, por tanto, a la casa editora Abril, gracias sobre todo a Elda Cento Gómez, Roberto Pérez Rivero y José María Camero Álvarez y a las tantas personas que a lo largo de los años aportaron lo suyo para que este empeño fuera posible.
Composición fotográfica
realizada en1872, por encargo de Amalia
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María Antonia Borroto Trujillo
Páginas volanderas. Camagüey, Editorial Ácana, 2009
Amor es ... (por Dulce María Loynaz)
Amor es ...
Amar la gracia delicada
del cisne azul y de la rosa rosa;
amar la luz del alba
y la de las estrellas que se abren
y la de las sonrisas que se alargan...
Amar la plenitud del árbol,
amar la música del agua
y la dulzura de la fruta
y la dulzura de las almas dulces....
Amar lo amable, no es amor:
Amor es ponerse de almohada
para el cansancio de cada día;
es ponerse de sol vivo
en el ansia de la semilla ciega
que perdió el rumbo de la luz,
aprisionada por su tierra,
vencida por su misma tierra...
Amor es desenredar marañas
de caminos en la tiniebla:
¡Amor es ser camino y ser escala!
Amor es este amar lo que nos duele,
lo que nos sangra bien adentro...
Es entrarse en la entraña de la noche
y adivinarle la estrella en germen...
¡La esperanza de la estrella!...
Amor es amar desde la raíz negra.
Amor es perdonar;
y lo que es más que perdonar,
es comprender...
Amor es apretarse a la cruz,
y clavarse a la cruz,
y morir y resucitar ...
¡Amor es resucitar!
(Miami) “Collecting Cuba: A Conversation with Emilio Cueto”
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Wednesday, February 13, 2019
Francisco a Maduro: “lo que se acordó, no fue seguido por acciones concretas"
Tuesday, February 12, 2019
Los cincos dedos del amor de pareja (por Cecilia Alegría, La Dra. Amor)
El asociar los componentes esenciales del amor de pareja a los cinco dedos de una mano nos permitirá recordar mejor cuáles son éstos y llevarlos a la práctica de forma más deliberada y consistente.
El dedo pulgar representa la vida espiritual de la pareja como UNIDAD. Implica el compartir las mismas creencias espirituales, principios, valores y virtudes morales que brindan una base sólida a la relación, una plataforma estable y equilibrada.
El dedo índice representa la conexión emocional, ese conjunto de bellos sentimientos que brindan la posibilidad de experimentar verdadero amor, paz y gozo con esa persona especial que Dios nos ha dado.
Luego viene el dedo medio que representa la atracción física y sexual, la química, cuando la pareja se toca, se abraza y se besa y produce chispas y se ven estrellas mil en el firmamento.
El dedo anular tiene que ver con la compatibilidad intelectual, con cuán bien los amantes se comunican, inclusive cuando guardan silencio, comprendiendo lo que los ojos revelan, escuchando con atención los pensamientos del otro, intercambiando ideas, compartiendo sus mundos.
El dedo meñique es como un apéndice misceláneo, conformado por el compañerismo, la amistad y el gusto de pasar tiempo juntos, que contribuye a que los otros cuatro dedos tengan mayor estabilidad.
¿Cuántas parejas conoces que operen en estos 5 niveles? ¿Te gustaría que tu relación contara con los cinco elementos? Pues nada de esto es gratuito…para todo hay que trabajar con ahínco, esfuerzo y entusiasmo…dejando de lado el egoísmo, sacrificándose por el otro, poniendo la felicidad del otro por encima de la propia… Y entonces y sólo entonces conoceremos el Amor , el amor incondicional que proviene de Dios … porque Dios es amor.
Cecilia Alegría, La Dra. Amor (www.ladoctoraamor.com): Consejera de Parejas, Love and Life Coach, Conferencista Internacional, Periodista y Conductora de Radio y TV. Destaca en los Medios Latinos en Miami dando consejos sobre cómo triunfar en el terreno amoroso y ayudando a miles de parejas a resolver sus problemas. Forma parte del grupo fundador de profesores del programa Universidad de la Familia.
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Cecilia Alegría, La Dra. Amor (www.ladoctoraamor.com): Consejera de Parejas, Love and Life Coach, Conferencista Internacional, Periodista y Conductora de Radio y TV. Destaca en los Medios Latinos en Miami dando consejos sobre cómo triunfar en el terreno amoroso y ayudando a miles de parejas a resolver sus problemas. Forma parte del grupo fundador de profesores del programa Universidad de la Familia.
Ha publicado diez libros entre los que se encuentran:Comunicación Afectiva=Comunicación Afectiva (Espasa Calpe, España, 2000). 120 preguntas y respuestas para ser mejores personas (Editorial Norma, Colombia, 2004), No hay amor más grande (Editorial Aragón, USA, 2012), Amando un Día a la Vez(Ediciones Varona, U.S.A. 2015), Al rescate de tu comunicación de pareja (Ediciones Varona, USA 2017), Sexo Sagrado y Lazos del Alma (Indie Publishingnbsp, 2018), Alessia (2018)
(Miami) Montse Ordóñez presenta su poemario "La orilla de los nadie'

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Nota del blog: Agradezco a la poeta y divulgadora cultural Montse Ordóñez que publique en el blog, una selección de poemas incluidos en su libro La orilla de los nadie.
La orilla de los nadie
Con la precariedad de los tiempos
uno juega
y se sostiene
pliegues, bifurcaciones, encrucijadas, tizne, proceso
Nadie sabe donde se esconde el olor de los jazmines secos
posiblemente lo encontremos
en el rincón de los miedos
en la esquina deshabitada
de los que huyen en busca de pan
La decrepitud de los silencios
hace estragos en las almas de los que lloran
Las balsas liberan peso
y ruge el mar
Cuando mengua
las olas los engullen
Los tiempos juegan de nuevo
con la sinrazón
de los que quedan
y lloran
sin consuelo
temblando de frío y miedo
Y nosotros quedamos atónitos e impávidos
al rugido
de la desesperanza
y los gritos
El gato
Yo no tengo gato al cual recurrir
cuando la tristeza me vence
Me obstina
la osadía de los eruditos
que cuestionan la creatividad a través de los felinos
Me asustan los osados
los que condicionan
y dictan sentencias
y proverbios
Hay que huir
de los que en soledad
aprovechan para lastimar
ajenas sensibilidades
Hoy estoy en paz
Mi perro se comió al gato del poeta
Nadie imagina
lo que es vivir con un asesino
Sola
A veces me tiembla la memoria
Pienso en la redención de los otros
aquellos que ya son ajenos
los que se visten de patria
ya no son
ni están
ni se les espera
Regreso a las grietas del mundo
me gustaría ser de césped y frontera
y al igual que Gloria, la Fuertes
estoy más sola
que yo misma
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Montse Ordóñez, Barcelona 1974. Gestora cultural. Creadora del proyecto cultural Cuban Rapshody, donde se aglutinan varias disciplinas artísticas y literarias de la cultura cubana. En 2013 colabora junto al fotógrafo David Pujadó en la edición de la exposición “Fotografiant Gil de Biedma” que se realiza en la Biblioteca de Terrasa, Barcelona, que posteriormente se expone en el Instituto Cervantes de Belgrado. Colabora en la edición y prólogo del libro de Ariel B. Acosta, La balada de los suicidas, publicado en USA por Eriginal Books. En 2014, colabora en la edición y prólogo del libro del poeta cubano Delfín Prats, El esplendor de las palabras, publicado en España por Ediciones Cumbres. En 2015, presenta dos lineas editoriales en el CCE de Miami, USA. En 2016, imparte un taller de poesía y narrativa en Barcelona e impulsa el proyecto de la Libroterapia.
Colaboradora habitual de Ediciones Cumbres y Editorial Huso, España. Miembro del consejo editorial de la Revista Verbo(des)nudo, Chile. Ha sido miembro del jurado del II Premio de Poesía Editorial Verbo(des)nudo, Chile. Sus trabajos han sido publicados en Revistas literarias de USA, Chile, España, Colombia, Uruguay, Argentina y México. Su trabajo en edición de imagen y poesía ha sido presentado en una exposición dedicada a Gil de Biedma en el Instituto Cervantes de Budapest.
En la actualidad, está involucrada en varios proyectos culturales en la ciudad de Barcelona. Publicó el poemario La orilla de los nadie.
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Poesía de Montse Ordóñez
Monday, February 11, 2019
Saturday, February 9, 2019
De aquí no se fuga nadie (por Víctor Mozo)
Si de algo se enorgullecía el sargento Rodríguez era de la disciplina militar que imponía a base de marchas y de lecturas del código penal militar haciendo hincapié sobre todo en el párrafo y correspondientes incisos que trataban los casos de fuga. A falta de tratar nuestro campamento de fortaleza inexpugnable que a fin de cuentas solo era atacado por hormigas y otras alimañas, se complacía en mencionar que de allí no se fugaba nadie, y si por casualidad alguien lo intentaba iría directo para una compañía disciplinaria, algo que no dejaba de infundir temor. Si en la nuestra se sufría, cómo sería pues en una compañía disciplinaria, comentábamos a veces.
El sargento tapón, como algunos lo habían apodado a causa de su físico había disminuido el ritmo de sus “patria o muerte” que nos daban el merecido pase al descanso nocturno. Nunca supimos si era porque también estaba cansado o quizá harto de repetir lo mismo y ver nuestras caras de “ya sabes por donde puedes meterte tu patria o muerte”.
Fue un día entre semana. El de pie dado bruscamente como de costumbre a las 5 de la mañana, nos sacó de buenos o malos sueños quizás y cada cual, con humor bueno, malo o regular entró en la rutina habitual hasta que empezó el pase de lista.
Todo transcurrió bien entre los pelotones 1 y 2, todos habíamos gritado “aquí” al mencionar nuestros respectivos números. No sería así en el pelotón 3, precisamente el pelotón dirigido por el sargento Rodríguez, alias Tapón. Faltaban dos confinados. El “aquí” reglamentario no se escuchaba cuando se mencionaban los números y el nerviosismo del sargento Rodríguez se hizo latente cuando ordenó a los cabos buscarlos por todo el campamento Nosotros no dejábamos de mirarnos y de murmurar aquella frase que nos regocijaba porque alguien lo había logrado “se fugaron”.
Toda la compañía se mantenía en formación y el nerviosismo se había amparado de toda la oficialidad. Veíamos a los cabos y soldados del SMO que iban y venían sobre todo con cara de desconcierto. Eee-esto se-se va a-a po-po-ner malo, se apresuró en comentar el gago Montejo. Con lo rodeao de hijoeputas que estamos no van a ir lejos, comentó pesimista Manolo, el 24, otro camagüeyano. Lo que nos va a caer encima va a ser de tranca, murmuró Castillo, el 20.
A la voz de atención, se dio la orden de conducirnos al comedor para desayunar el acostumbrado remedo de pan y café. Se nos ordenó guardar silencio hasta que salimos y entramos en las barracas donde las lenguas pudieron soltarse no sin cierto temor. ¿Por dónde carajo se escaparon? ¿Cuándo lo hicieron? Eran algunas de las preguntas que nos hacíamos a la vez que nos preocupaba el hecho, al menos a algunos de nosotros, de lo que les pasaría si los agarraban. Los fugados no eran de nuestra barraca.
Si bien los sargentos gritaron un poco más de costumbre, la faena del campo transcurrió como un día cualquiera, excepto con más vigilancia. Segundo, mi ángel de la guarda, nunca estaba lejos y eso me tranquilizaba.
Al regreso del trabajo, después de haber conversado con uno de los reclutas del SMO que nos cuidaba, nos enteramos de que los fugados, del pelotón 3, eran holguineros, uno se llamaba Denis y el otro Roberto. El recluta del SMO a quien conocíamos por el científico porque le gustaba la química, nos dijo que ellos también tenían miedo si no los agarraban porque el muerto se lo iban a echar a ellos, sobre todo al que estaba de guardia esa noche un negrito de apellido Cárdenas que no era mala gente.
La fuga de Denis y Roberto no pasó de las 72 horas. Al domingo siguiente después de habernos formado una vez más vimos llegar a los dos confinados en un camión escoltados por seis soldados armados más los oficiales venidos expresamente del batallón para presentarnos la captura de los ya mencionados y lanzarnos de paso la severa advertencia de lo que nos esperaba si alguien más intentaba fugarse.
Puestos delante de todos nosotros para que los viéramos bien, pude por primera vez ponerles rostros a los nombres. Denis, de apenas unos 20 años era un guajirito con cara de jodedor y sonrisa contagiosa. Me dio la impresión al verlo que todo le importaba un comino y que aceptaba su suerte. Roberto, más serio era un mulato también joven y al parecer amante del boxeo. En fin, no eran criminales y estaban en la UMAP, vaya Ud. a saber por qué, como muchos de nosotros.
No recuerdo el nombre del capitán jefe del batallón, pero sí que hizo énfasis en el hecho de que no valía la pena fugarse porque tarde o temprano seríamos atrapados. Razón tenía, con la ayuda de los haitianos conocedores del lugar que vivían cerca, todos milicianos y algunos de ellos participantes en la llamada lucha contra “bandidos”, fugarse era prácticamente imposible.
No pudo faltar la consabida arenga revolucionaria para terminar con aquel show de mal gusto. La revolución es muy generosa con ustedes, no lo olviden, había dicho el capitán antes de gritar el consabido patria o muerte y que respondiéramos venceremos. Nosotros los carneros gritábamos venceremos frente a aquel par de jóvenes corajudos que nos daban ejemplo de rebeldía. Eran ellos los vencedores.
Los vi partir en un camión escoltados por soldados armados como si fueran criminales de guerra. Meses más tarde compartiríamos la misma barraca en otro campamento y un Denis sonriente me daría detalles de la fuga, pero nunca me hablaría de su paso por la compañía disciplinaria.
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Friday, February 8, 2019
Poema Triste (un poema de Thelma Delgado)
Nota: Cada viernes un poema de Thelma Delgado. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.
De aquel amor lejano y tardío
Breves recuerdos apenas conservo
Veo a distancia y con tristeza observo
Que fui toda suya pero él nunca fue mío
Di amor, ternura, cariño
Hasta quedarme con las manos vacías
Llené mi mundo con sus regalías
De atención, una llamada y a veces un guiño
Lo amé tanto que nada dejé para mí
De tanto volar en la jaula mis alas quedaron yertas
Y un día me fui, abrí las puertas
Y recordé que yo merezco ser feliz
De aquel amor lejano y tardío
Breves recuerdos apenas conservo
Alguien me dijo que murió y encontraron su cuerpo
Abrazando mi foto, en aquel jardín sombrío
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Ver
Página de Thelma Delgado en el website del Cultural Council of Palm Beach County
La Habana
NASA Photo ID ISS005-E-18035ISS005-E-18035Focal/Focal Length 800mm/Date taken 2002.10.22/Time taken 13:41:57 GMT
(Miami) XVIII Festival Latinoamericano del Monólogo
La compañía teatral Havanafama, anuncia la realización de la edición XVIII del Festival Latinoamericano del Monólogo, “Teatro a una voz”.
El evento tendrá lugar del 8 al 24 de febrero del 2019 en la sala Havanafama Teatro Intimo, (4227 SW 75Th Ave. Miami, Florida 33155). De lunes a sábados a las 8:30 PM y los domingos a las 3:00 PM y 6:00 PM. Boletos $20.00 dólares.
PMás información: Teatro Havanafama a través del teléfono 786-262-4014, página web www.havanafama.org
Art work by Alejandra Goldberg
Thursday, February 7, 2019
Desarraigo (un filme de Fausto Canel)
Desarraigo
Ficc. 1965, 77 minutos.
Productora: ICAIC
Guión: Mario Trejo y Fausto Canel
Dirección: Fausto Canel
Producción General: Humberto Hernández
Dirección de Fotografía: Jorge Haydú
Montaje o Edición: Carlos Menéndez
Sonido: Eugenio Vesa, Adalberto Jiménez y Germinal Hernández
INTÉRPRETES
Sergio
Corrieri, Roberto Lazo, Raúl Eguren, Sofía Iduate, Fernando Bermúdez,
Helmo Hernández, Julito Martínez, Reynaldo Miravalles, Yolanda Farr,
José Taín
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Notal del blog: Comparto nuevamente este texto de su director Fausto Canel, a quien le agradezo igualmente que facilitara la imagen del cartel, para ilustrar su artículo.
Además, recomiendo que lean en el blog Cine Cubano, la pupila insomne: Sobre la nación y la identidad en el cine cubano por Fausto Canel, texto incluido en el libro Cine Cubano, nación diáspora e identidad (Coordinación: Juan Antonio García Borrero. Festival de Benalmádena/ Filmoteca de Cantabria, Año 2006)
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Raúl Martínez: el cartel de "Desarraigo"
y el mural de la Cinemateca
Raúl Martínez: el cartel de "Desarraigo"
y el mural de la Cinemateca
por Fausto Canel
(para el blog Gaspar, El Lugareño
A finales de 1964 pedí al ICAIC que contratase al pintor Raúl Martínez para que diseñase los créditos de cabecera y el cartel publicitario de mi película “Desarraigo”. Raúl no formaba parte del grupo que hacía carteles de promoción para el ICAIC y ese fue uno de las razones que me llevó a su selección.
Ya para entonces los carteles del ICAIC habían conseguido una alta calidad artística, pero se comenzaba a notar una cierta complacencia: los carteles eran excelentes, pero en muy pocas ocasiones “vendían” las películas. Era como si las cintas no hubiesen sido más que una excusa para un hermoso y exquisito ejercicio de estilo.
Con “Desarraigo” no se trataba de hacer un cartel comercial, pero sí que expresase la cinta y atrajese el interés de un posible espectador. Y Raúl no sólo era uno de los pintores jóvenes más importantes del país ---varios de sus cuadros colgaban de las paredes del apartamento que alguna vez compartí con Norma Martínez--- sino que también había sido director creativo de una importante agencia de publicidad antes de 1959. Raúl era un amigo y yo admiraba su obra y valoraba su experiencia completa.
Los créditos de “Desarraigo ---que se filmaron a finales de 1964--- están en mi opinión entre los más originales nunca en una película cubana. Y la idea fue, totalmente, de Raúl Martínez.
Como lo fue también la del cartel: una rueda de engranaje.
Los desbarajustes que ya se sentían en la producción industrial de la isla ---eje esencial de la película--- eran expresados por aquella rueda a la que se le saltan letras que van a conformar las palabras: simbolizando las piezas que apenas conseguirán repuestos. Y eso bastaba para que el posible espectador sintiese el drama y se interesase por la cinta.
Pero la aparición en el cartel de la mención del jurado en San Sebastián, en junio de 1965, demuestra que Raúl lo diseñó medio año más tarde de haber hecho los créditos de la película.
Y es que por aquel entonces Alfredo Guevara, presidente del ICAIC, sufría los ataques del PSP, antiguo Partido Comunista. Los comunistas sabían que el affaire PM ---la destrucción por Alfredo del ala liberal del Movimiento 26 de Julio--- más que darle poder, lo había marcado (ahora se sabe) de por vida. Y para los del PSP era el momento de destruirle, con la intención de quedarse ellos como únicos promotores del verdadero “arte revolucionario”: el realismo socialista.
Ante el ataque, Guevara se creó una imagen de revolucionario ilustrado con una política de producción de filmes incisivos, insistiendo en que sólo un cine crítico mantendría la opinión positiva que de la Revolución se tenía en el extranjero. Pero eran esas mismas películas las que atacaba el PSP, por lo que Alfredo mantuvo las más “conflictivas” sin estrenar, hasta que un premio internacional le permitiese mostrarlas escudado en la opinión extranjera.
En efecto, la mención en San Sebastián permitió que Guevara diera finalmente luz verde a la confección del cartel de “Desarraigo”, para su estreno. Y como nuevo mecenas florentino, también pidió a Martínez un mural sobre la historia del cine para el vestíbulo del cine Atlantic, ahora sede de la (para mí segunda) Cinemateca de Cuba ---trabajo que Raúl ejecutó con su fuerza expresionista, pintándolo sobre unas cartulinas sujetas a un bastidor de madera.
El bastidor cubría toda la pared derecha del vestíbulo, con imágenes y símbolos de las películas clave en el cine mundial y cubano. Pero como había sido también el último diseñador gráfico de Lunes de Revolución ---magazine literario cerrado por Fidel Castro a consecuencia del affaire anti-liberal comenzado por Guevara--- Raúl creyó ineludible que dentro de aquellas referencias visuales aparecieran en un rincón, justo en el momento en que la pared sur del vestíbulo se encuentra con la pared derecha de la sala, dos letras malditas y esenciales: PM.
A Raúl Martínez le pagaron por su trabajo, pero antes de que aquel mural magnífico pudiese ser apreciado por el público, Alfredo ordenó que se desmontaran los bastidores y fuesen enviados a Aida Santamaría, al frente entonces de lo que todavía se llamaba Ministerio de Bienes Malversados.
La cartulinas del mural, enrolladas, fueron colocadas en el garage de la residencia personal de la Santamaría, y no se si también la Niña y la Pinta, pero las pinturas se murieron de asco en un rincón del garaje, hasta que fueron tiradas a la basura en el momento en que “Aidita” cambió de casa. Y ya nadie supo nunca de la historia de aquel mural sobre la historia del cine ---un mural que ya ni siquiera existía.
(Venezuela) Card. Baltazar Porras: La intención del régimen de buscar “una salida cosmética”, hace “inviable” la mediación vaticana
El Administrador Apostólico de Caracas, Cardenal Baltazar Porras, descartó que se dé una nueva mediación de la Santa Sede para solucionar la crisis en Venezuela, luego que el presidente Nicolás Maduro hiciera pública una carta al Papa Francisco con este pedido.
“Creo que las circunstancias dicen que no. ¿Por qué? Porque es un llamado con una hoja en blanco para conversar, pero conversar de qué, no hay una agenda previa”, dijo el Cardenal Porras a Radio Continental de Argentina este miércoles 6 de febrero.
El Purpurado recordó que en las ocasiones anteriores en que el Vaticano participó como facilitador del diálogo, lo que obtuvo del Gobierno de Maduro fue “una burla. Hay que llamar realmente así a las veces que se ha convocado al Vaticano. De buena voluntad el Papa quiso enviar a alguien y todo quedó en nada”. (Leer texto completo en ACI Prensa)
Wednesday, February 6, 2019
Díaz-Canel a toda carrera (parodia de Javier Berridy)
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