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Friday, June 14, 2013

Concha Agramonte (por Frank de Varona)



Durante las guerras de independencia de Cuba, las mujeres cubanas demostraron un valor extraordinario y frecuentemente acompañaron a sus maridos y a sus hijos al campo de batalla. Muchas de estas mujeres habían vivido una vida protegida y en muchos casos una vida opulenta. Cuando comenzó la Guerra de los Diez Años con el Grito de Yara en 1868 muchas mujeres pasaron de una existencia tranquila y confortable en su hogar, a una precaria y difícil vida en la manigua. Tristemente estas familias perdieron sus hogares y todas sus propiedades. Estas mujeres compartieron todo tipo de sacrificios al lado de sus esposos e hijos teniendo que huir del ejército español que los perseguía constantemente.

Una de estas abnegadas mujeres que prestó valiosa ayuda a los patriotas fue Concepción (Concha) Agramonte. Concha nació el 7 de diciembre de 1834 en la ciudad de Santa María del Puerto del Príncipe en la casa solariega de sus padres. Su padre fue Juan de la Cruz Agramonte y Arteaga y su madre Rufina Boza y de Varona. Los padres de Concha eran ricos y su familia era de gran abolengo. Concha creció en un hogar que estaba decorado con muebles antiguos, mármol italiano, altos espejos, adornos de porcelana y fina vajilla. El vestuario de Concha era de seda y encajes. Su familia tenía muchos esclavos.

Desde muy joven Conchita demostró tener una gran inteligencia y una gran viveza de carácter. Conchita era alegre y muy hermosa. A los 17 años de edad, el 12 de junio de 1852, contrajo matrimonio con Francisco Sánchez y Betancourt. Al igual que ella, su esposo, quien nació el 31 de enero de 1827, procedía de una antigua y prestigiosa familia camagüeyana. Francisco era hijo de Benjamín Sánchez y de la Pera y de Luisa Betancourt y Betancourt. Francisco Sánchez era rico y tenía muchas propiedades. De esta unión nacieron 12 hijos, llegando nueve a la mayoría de edad. Concha y Francisco inculcaron en sus hijos desde la cuna el amor a Cuba y el deseo por su independencia.

Francisco Sánchez, a pesar que su salud se encontraba seriamente quebrantada por la tuberculosis, estuvo involucrado en todos los trajines conspirativos que culminaron en la creación de la logia Tínima y el alzamiento de las Clavellinas. Al resonar en Puerto Príncipe el Grito de Yara el 10 de octubre de 1868, Francisco Sánchez, junto a sus hijos Benjamín y Juan de la Cruz, se incorporaron a las filas insurrectas desde los primeros momentos y se alzaron en rebelión contra el opresor y despótico gobierno español que existía en Cuba. 

Concha y todos sus hijos pequeños abandonaron su hogar y se unieron a Francisco en el campo de batalla. El 26 de febrero de 1869 en Sibanicú los patriotas camagüeyanos crearon la Asamblea de Representantes del Centro, compuesta por los patriotas Salvador Cisneros Betancourt, Ignacio Agramonte, Eduardo Agramonte, Antonio Zambrana y Francisco Sánchez Betancourt. Esta asamblea tuvo el honor de redactar y firmar un decreto a favor de la abolición de la esclavitud en Cuba.

Concha y Francisco tenían una casa en la ciudad de Guáimaro y fue precisamente en este lugar donde se reunieron los patriotas de las provincias de Oriente, Camagüey y Las Villas el 10 de abril de 1869. Concha siguió los debates de la Asamblea Constituyente y escuchó a la camagüeyana Ana Betancourt, pariente de su esposo, abogar por los derechos de la igualdad de la mujer. En el hogar de Guáimaro de Concha y Francisco se reunieron muchos patriotas y allí encontraron albergue y alimento muchos jóvenes habaneros como Julio y Manuel Sanguily y otros tantos. Después de proclamarse la Constitución de Guáimaro, Carlos Manuel de Céspedes, el Padre de la Patria, fue proclamado presidente de la República en Armas y el general camagüeyano Manuel de Quesada fue nombrado Jefe del Ejército Libertador. El esposo de Concha, Francisco Sánchez Betancourt, fue electo representante a la Cámara, escaño en el que se mantuvo hasta el fin de la guerra.

Las fuerzas mambisas que defendían a Guáimaro no pudieron resistir la embestida del gran ejército español al mando del general Goyeneche y fueron derrotadas. Entonces se acordó quemar la ciudad de Guáimaro como anteriormente se había hecho en Bayamo. La hermosa casa de Concha fue una de las primeras que ardieron en llamas con el fuego, prendido por las manos de su propio esposo e hijos. Desde ese momento comenzaron las verdaderas dificultades para esta familia ya que no tenía lugar fijo en donde habitar. La vida de Concha y sus hijos se convirtió en una verdadera pesadilla. Siendo perseguidos por el ejército español, Concha y sus hijos durmieron en casas abandonadas, tiendas de campaña, míseros bohíos de guano y a veces a la intemperie. Concha dio a luz a su hija Sara en el campo, no lejos de donde luchaban su marido y sus hijos mayores.

A mediados del año 1871, mientras Concha y sus hijos pequeños habitaban un rancho de guano en su finca San José, fueron sorprendidos por una columna del ejército español. Los soldados obligaron a Concha y a sus hijos pequeños a ponerse en fila delante de su humilde rancho y presenciaron como los soldados lo quemaban. Concha recordó como en enero de ese mismo año la familia Mola y Mora fue cruelmente asesinada al ser arrestados. Concha pidió que la presentaran al jefe militar de esa tropa. Por suerte, el jefe era el capitán Macón al cual ella conocía de Puerto Príncipe. Este oficial le concedió a Concha un salvo conducto por ocho días para que pudiera recoger a sus hijos pequeños y a otros que habían huido al campo y se presentara a las autoridades de Puerto Príncipe. Concha tuvo que abandonar a su esposo y a sus hijos mayores Benjamín de 16 años y Juan de la Cruz de 15 años que peleaban en el campo. Posteriormente Juan de la Cruz fue herido en combate y murió poco después en 1873.

Al llegar a Puerto Príncipe Concha quiso tomar el tren para Nuevitas al día siguiente, pero fue arrestada en la estación de ferrocarril. La sociedad de Puerto Príncipe salió a su defensa y fue puesta en libertad. Concha y sus hijos se trasladaron a La Habana donde la señora Monserrate viuda de Lugareño los acogió en su hogar. Concha logró que el capitán general de Cuba, Blas de Villate, conde de Valmaseda, le diera un permiso de salida. Valmaseda había sido antiguo amigo de la familia de Concha, y había pasado algunas temporadas en su ingenio.

Concha partió para Nueva York. Sólo pudo salvar unas joyas que había escondido en los cinturones de sus hijos. Todas las propiedades de Francisco y Concha fueron confiscadas por el gobierno español. Una vez en Nueva York, Concha vendió sus joyas y trabajó como costurera para ayudar a mantener y educar a su extensa familia.

En 1878, ya acabada la Guerra de los Diez Años con la Paz del Zanjón, Concha Agramonte y sus hijos, como muchas otras familias cubanas, regresaron a su patria. Concha pudo abrazar a su esposo y a su hijo mayor, Benjamín. No obstante, los esposos sufrieron mucho la muerte de su hijo Juan de la Cruz al cual siempre recordaron. El matrimonio y sus hijos brindaron decidido apoyo a los planes revolucionarios de José Martí. Concha pudo vivir por un tiempo en calma hasta la muerte de su esposo Francisco el 30 de agosto de 1894 después de una larga enfermedad. 

El Apóstol José Martí reconoció a Francisco Sánchez Betancourt en una carta tras conocer la noticia de su muerte diciendo: “Pancho Sánchez ha muerto, y con él una de las almas más bravas y jóvenes de Cuba, uno de los que con más sensatez y honor nos ha ayudado en la fatiga de preparar la nueva era, a cuyos umbrales muere, aunque no sin el consuelo de que su patria se ponga en buen camino antes de que se reduzcan a polvo las flores de su tumba”.

Al estallar nuevamente la guerra con el Grito de Baire el 24 de febrero de 1895 los cinco hijos varones de Concha salieron a la manigua a pelear por la libertad de Cuba. La Junta Revolucionaria nombró a Concha quien entonces tenía 66 años, agente en Puerto Príncipe. Debido a sus actividades a favor de la independencia de Cuba las autoridades españolas la encarcelaron durante 30 días en la prisión y luego se vio forzada al destierro una vez más en los Estados Unidos. De este modo volvió Concha a Nueva York acompañada por su hija Emilia y su nuera Caridad, ésta con sus dos pequeños hijos. Concha fue atendida con toda clase de consideraciones y afecto por Fernando Figueredo y Tomás Estrada Palma. 

Concha volvió a sufrir pensando en la suerte de sus hijos mambises que luchaban en la manigua. ¡Cuántas noches de insomnio y de zozobra pasó esta noble anciana durante esos años! Su hijo Eugenio, quien era Jefe Superior de Sanidad del ejército cubano, fue designado a una importante comisión en los Estados Unidos. Allí Concha pudo tener la satisfacción de unirse con su hijo durante tres meses ya que éste regresó al campo de batalla una vez terminada su misión. 

Los hermanos Sánchez Agramonte cumplieron con su deber y lucharon valientemente por la libertad de Cuba. El hijo mayor de Concha, Benjamín Sánchez Agramonte, luchó en las dos guerras de independencia y fue ascendido al grado de coronel. Eugenio fue general de brigada y durante la República fue electo presidente del Senado y se desempeñó como secretario de Agricultura de 1917 a 1921. Armando fue ascendido a general de brigada y en 1899 fue nombrado alcalde de Camagüey. Posteriormente, Armando fue jefe de la policía de La Habana y dirigió la renta de la lotería nacional. Calixto y Alfredo también pelearon en la Guerra de 1895.

Concha tomó el primer vapor de Nueva York y regresó a Nuevitas donde tuvo la gran satisfacción de reunirse con sus hijos. Concha tuvo la dicha después de largos sacrificios de poder ver a Cuba libre. Sus últimos años los pasó en su amada Camagüey en unión con sus hijos y nietos. Esta insigne y valiente patriota entregó su alma al Señor el 24 de agosto de 1922. Los numerosos descendientes de la familia Sánchez Agramonte deben sentirse muy orgullosos de tener antepasados tan valientes que lucharon por muchos años por la libertad de Cuba.

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Frank de Varona is an educator, historian, journalist, and internationally known expert on politics, economics, foreign affairs and national security issues. He was born in Cuba and, at the age of 17, he participated on the Bay of Pigs invasion in an effort to eradicate communism in Cuba. After spending two years in prison, he returned to the United States, where he earned three college degrees. He is married and has a daughter and a grandson.
Mr. de Varona had a 36-year career in the Miami-Dade County Public Schools as a social studies teacher, principal, region superintendent, and associate superintendent of instruction. He also was an associate professor of social studies in the College of Education at Florida International Education for seven years. Currently, he is a part-time Adult Education Coordinator in the Miami-Dade County Public Schools.
He has written 20 books and many articles in newspapers and magazines. Among his books are Hispanics in U.S. History Volume 1 and Volume 2 (1989), Hispanic Presence in the United States (1993), Latino Literacy: The Complete Guide to Our Hispanic History and Culture (1996) and Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (2013). Mr. de Varona is the only Hispanic in the nation who has written three books in Spanish about Barack Obama: ¿Obama o McCain? (2008), El verdadero Obama (2010) and ¿Obama o Romney? (2012).

Friday, June 7, 2013

Gaspar Betancourt Cisneros (por Frank de Varona)

Uno de los camagüeyanos más importantes en la historia de Cuba fue Gaspar Betancourt Cisneros que nació en Puerto Príncipe, hoy Camagüey, el 29 de abril de 1803 y falleció en La Habana el 7 de diciembre de 1866. Cursó sus primeros estudios en su ciudad natal donde estudió entre otras materias francés y latín y completó su educación en Filadelfia donde aprendió inglés. Sabemos que viajó por Europa ya que desde Florencia escribió cartas a su amigo el Conde de Pozos Dulces. Después de residir en Estados Unidos por dos años parte de Nueva York hacia La Guaira, Venezuela. Con otros patriotas cubanos trató de convencer al Libertador Simón Bolívar a que luchara por la independencia de Cuba pero esta misión fracasó.
 
En 1832 regresó a Puerto Príncipe sin abandonar su ilusión de ver a su patria libre e independiente. Internándose en su extensa finca llamada El Ciego de Najasa, que tenía dos leguas de radio y unas 1900 caballerías de tierra (un caballería es equivalente a 33 acres), fundó escuelas para los pobres donde dio lecciones a los campesinos. Concedió la libertad a sus esclavos y fundó una colonia agrícola repartiendo gratuitamente tierras de su finca. Viajó por toda Cuba para conocer su tierra y estudiar sus costumbres.

Se dedicó al periodismo, siendo considerado como uno de los mejores de su época. Publicó artículos sobre el mejoramiento de las costumbres, educación, industria, agricultura, economía, literatura, ciencia y otros temas. En 1950 el Ministerio de Educación publicó en La Habana un libro llamado Escenas Cotidianas que recoge 26 artículos publicados por Gaspar Betancourt Cisneros con el seudónimo El Lugareño. Este libro recoge los artículos del Lugareño de su columna en la Gazeta de Puerto Príncipe escritos de 1838 a 1840.

En estos artículos El Lugareño trató de reformar las costumbres de su querido Puerto Príncipe y criticó los vicios y malos hábitos de su ciudad natal. Por ejemplo, criticó el mal estado de la educación primaria en Puerto Príncipe, la falta de librerías, y la falta de apoyo de la Gazeta que apenas tenía 140 subscriptores. Describió los excesos en la fiesta del San Juan camagüeyano donde los jóvenes, montando a caballo en parejas de ambos sexos, corrían por las estrechas calles de la ciudad dándose golpes con vejigas de animal atadas a la extremidad de un garrote y gritándose insultos unos a otros. También atacó la rutina provincial y la falta de progreso. En uno de sus artículos expresó: “Cierto es que debido al aislamiento en que vivimos, casi divorciados del mundo mercantil, un libro nuevo, una nueva idea, un sistema nuevo, una máquina nueva envejecen y decaen allende los mares, antes de llegar a noticias de nosotros.”

El Lugareño no sólo describió los problemas del aislamiento provincial sino que trató contra viento y marea de fomentar el progreso económico en Puerto Príncipe. Su gran éxito fue lograr la construcción del ferrocarril de Camagüey a Nuevitas, segundo construído en Cuba, que modernizó y mejoró su comercio y comunicación con el resto del mundo. Fomentó exposiciones de ganado y luchó por que se fabricara en Camagüey mantequilla, queso, jamón y otros productos que hasta la fecha se traían de afuera.

Luchó por la libertad de Cuba y fue encarcelado. En una ocasión el Capitán General O’Donnell lo amenazó “con arrancarle la cabeza.” Tuvo que partir hacia el exilio a los Estados Unidos. Los españoles le confiscaron todos sus bienes. Se dedicó a la enseñanza en Nueva York y presidió en 1852 la Junta Cubana para conseguir la independencia de Cuba. Después de 15 años en el exilio se la permitió regresar a Cuba. En un principio apoyó la anexión de su patria a Estados Unidos, pero después abandonó esta idea y propuso la revolución para lograr la independencia. Escribió “sin la revolución no hay patria posible; sin la revolución no hay derechos posibles; ni virtudes, ni honor para los cubanos…A vencer en Cuba o a morir en Cuba.”

Al final de su vida se dio cuenta que la guerra contra España era inevitable ya que España no haría reformas en Cuba. Murió el 7 de diciembre de 1866 a la edad de 63 años. El Lugareño ha sido descrito como el “camagüeyano más insigne desde la colonización hasta la víspera de la guerra heroica de Yara.” El propio Betancourt Cisneros escribió “el mejor patriota es aquel que más y mayores bienes le haga a su pueblo, no el que más y mayores alabanzas le prodigue.”

Indudablemente Gaspar Betancourt Cisneros fue un gran patriota que luchó por la independencia de Cuba y fomentó el mejoramiento de costumbres, la enseñanza, y el progreso económico y social, sobre todo de su adorado Puerto Príncipe. Sufrió la cárcel, el exilio y la pérdida de sus propiedades pero nunca claudicó con sus principios y vivió una vida ejemplar y digna de admiración.

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Frank de Varona is an educator, historian, journalist, and internationally known expert on politics, economics, foreign affairs and national security issues. He was born in Cuba and, at the age of 17, he participated on the Bay of Pigs invasion in an effort to eradicate communism in Cuba. After spending two years in prison, he returned to the United States, where he earned three college degrees. He is married and has a daughter and a grandson.

Mr. de Varona had a 36-year career in the Miami-Dade County Public Schools as a social studies teacher, principal, region superintendent, and associate superintendent of instruction. He also was an associate professor of social studies in the College of Education at Florida International Education for seven years. Currently, he is a part-time Adult Education Coordinator in the Miami-Dade County Public Schools.

He has written 20 books and many articles in newspapers and magazines. Among his books are Hispanics in U.S. History Volume 1 and Volume 2 (1989), Hispanic Presence in the United States (1993), Latino Literacy: The Complete Guide to Our Hispanic History and Culture (1996) and Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (2013). Mr. de Varona is the only Hispanic in the nation who has written three books in Spanish about Barack Obama: ¿Obama o McCain? (2008), El verdadero Obama (2010) and ¿Obama o Romney? (2012).

Friday, May 31, 2013

Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (por Frank de Varona)

 Foto/Juan Carlos Agüero
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Nota del blog: Este viernes, estamos publicando el texto final del ensayo Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario, escrito por Frank de Varona, y  dedicado a celebrar los 500 años de "La Florida".

Frank de Varona, cada vierens,  continuará compartiendo sus estudios y opiniones con los lectores del blog Gaspar, El Lugareño.

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La escuela de San Agustín: primera escuela integrada en la nación

Después de las victorias del general Bernardo de Gálvez, España recuperó La Florida al triunfar en la guerra contra Gran Bretaña. Durante el segundo período español que comenzó con la llegada del gobernador Vicente Manuel de Zéspedes con 500 soldados, se estableció en 1787 una segunda escuela en San Agustín. La primera se había establecido en 1606 y había cerrado probablemente en 1763 al final del primer período español de La Florida. No tenemos información sobre esa primera escuela. Sin embargo existen muchos documentos que describen la segunda escuela de 1787.

Esta escuela fue fundada por un sacerdote nativo de Irlanda llamado Thomas Hassett. Este sacerdote preparó 26 reglas para los estudiantes y los maestros y estas reglas siguieron en efecto hasta 1821 cuando La Florida fue cedida a los Estados Unidos. La población de San Agustín en ese momento era de 940 personas, excluyendo los soldados del Castillo de San Marcos. La población se componía de 650 personas blancas y 290 personas negras. Había 69 niños blancos y 74 niñas blancas de edades de siete a 15 años. También había un número indeterminado de niños negros. La escuela aceptaba a los niños blancos y negros en un momento que en los estados del Sur de los Estados Unidos estaba prohibido a educar a afroamericanos. Esta escuela fue la primera escuela integrada en los Estados Unidos.

El primer maestro seleccionado para esta escuela fue el padre Francisco Traconis nacido en Santiago de Cuba. Por lo tanto este sacerdote cubano fue el primer profesor de una escuela pública integrada en los Estados Unidos. Traconis recibía un salario mensual de ocho pesos y un salario anual de 300 pesos como capellán del hospital de San Agustín. Esta escuela era pública y sus gastos eran sufragados del tesoro real de España. El padre Traconis se retiró en 1791 después de cuatro años de servicio. Un segundo profesor, José Iguíñiz, trabajó 10 años en esta escuela. Los otros profesores de esta escuela integrada fueron Dimas Cortés, Rafael Saavedra y Espinosa, José Monasterio y Juan Nepomuceno Gómez. La escuela integrada de San Agustín de 1787 a 1821 creó la base para la educación integrada en los Estados Unidos. Esta es otra contribución de España a los Estados Unidos, que como otras tantas no son conocidas.

David Glasgow Farragut

Por último, quiero acabar este ensayo mencionando al oficial naval de esta nación que fue nombrado el primer contralmirante, el primer vicealmirante y el primer almirante de la marina de guerra estadounidense. Me refiero a David Glasgow Farragut. Nació en 1801 y murió en 1870. Yo asistí tres años a una academia naval llamada Admiral Farragut Academy y estudié historia y ciencia naval por tres años. Sin embargo, nadie me explicó, lo que después averigüé de adulto, que Farragut era hijo de Jorge Antonio Ferragut Mesquida (1755-1817), un capitán mercante nacido en Ciudadela, Menorca, quien peleó en el mar y tierra durante la guerra de independencia de esta nación. El menorquín llegó a Charleston, Carolina del Sur y se unió a la marina. Después peleó en el ejército y al acabar la guerra era comandante de caballería.

Su hijo David Farragut nació cerca de Knoxville, Tennessee. David Farragut, cambio una vocal de su apellido, al entrar en el U.S. Navy a los nueve años como midshipman o cadete naval. Peleó a bordo de la fragata Essex durante la Guerra de 1812 contra Gran Bretaña. En 1814 fue capturado prisionero de guerra cuando el Essex fue destruido por la marina inglesa en Valparaíso, Chile.

Durante la Guerra de México (1846-1848) Farragut estuvo al mando del buque Saratoga que operó en el golfo de México. En 1855 fue ascendido a capitán de escuadra y cinco años después a comodoro. A pesar de haber nacido en el Sur durante la guerra civil entre el Norte y el Sur, Farragut mantuvo su lealtad hacia los Estados Unidos o sea el Norte durante la Guerra de Secesión que comenzó en 1861.

Al comienzo de la guerra la marina del Norte tenía 42 barcos y sólo tres aptos para servicio de guerra. Farragut comenzó a crear una marina de guerra poderosa y ya en 1863 los norteños tenían 671 barcos de guerra. Farragut implementó el Plan Anaconda para estrangular al Sur con un bloqueo naval. La marina del Norte atacó los fuertes que estaban a la orilla de la costa y en la desembocadura de los ríos. 

Farragut, al frente de una flota de cinco navíos y 12 cañoneras a vapor, penetró por la desembocadura del río Mississippi. Capturó Nueva Orleans después de disparar con sus 300 cañones y destruir la flotilla del Sur con 13 barcos, hundiendo 12 de ellos. Fue ascendido a contraalmirante por su victoria en Nueva Orleans. Posteriormente, el contraalmirante con su flota de barcos ayudó a tomar a Baton Rouge, Vicksburg y Port Hudson. Al controlar completamente el río Mississippi, Farragut dividió a los estados del Sur en dos partes y contribuyó a derrotarlos.

Una acción decisiva fue el ataque a los barcos del Sur en la bahía de Mobile por el cual el Sur comerciaba con Europa. Allí el contraalmirante Farragut pronunció sus inmortales palabras “Damn the torpedoes, full speed ahead!” (iAl diablo los torpedos (minas)! ¡Adelante a toda máquina!)

La victoria de Mobile en agosto de 1864 fue calificada de brillante por el Presidente Abraham Lincoln, quien ascendió a Farragut a vicealmirante el 31 de diciembre de 1864. Un año después del fin de la guerra en 1866 el congreso aprobó la creación del grado de almirante de cuatro estrellas para Farragut. Al año siguiente fue nombrado héroe nacional y fue puesto al mando de una escuadra que zarpó hacia Europa. Visitó el puerto de Mahón por 18 días y también fue a Ciudadela, Menorca por dos días donde su padre nació y fue bautizado. Fue a Madrid donde la reina Isabel II lo recibió con grandes honores. De ahí pasó a París donde visitó al emperador Napoleón III y la emperatriz española Eugenia de Montijo. Farragut había bailado con la madre de la emperatriz 50 años antes en Málaga. Después visitó al Zar de Rusia y a los monarcas de Dinamarca, Grecia y Gran Bretaña. Farragut regresó enfermo de su viaje triunfal a Europa y en 1870 murió en Portsmouth, New Hampshire.

Este corto ensayo sólo ha mencionado una pequeña parte de los numerosos aportes que los latinos han hecho a esta gran nación donde hoy en día viven más de 55 millones de hispanos. Las contribuciones hispanas a La Florida y a los Estados Unidos en general han sido enormes y han contribuido a convertir a esta nación en la mayor superpotencia del mundo.

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Frank de Varona is an educator, historian, journalist, and internationally known expert on politics, economics, foreign affairs and national security issues. He was born in Cuba and, at the age of 17, he participated on the Bay of Pigs invasion in an effort to eradicate communism in Cuba. After spending two years in prison, he returned to the United States, where he earned three college degrees. He is married and has a daughter and a grandson.

Mr. de Varona had a 36-year career in the Miami-Dade County Public Schools as a social studies teacher, principal, region superintendent, and associate superintendent of instruction. He also was an associate professor of social studies in the College of Education at Florida International Education for seven years. Currently, he is a part-time Adult Education Coordinator in the Miami-Dade County Public Schools.

He has written 20 books and many articles in newspapers and magazines. Among his books are Hispanics in U.S. History Volume 1 and Volume 2 (1989), Hispanic Presence in the United States (1993), Latino Literacy: The Complete Guide to Our Hispanic History and Culture (1996) and Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (2013). Mr. de Varona is the only Hispanic in the nation who has written three books in Spanish about Barack Obama: ¿Obama o McCain? (2008), El verdadero Obama (2010) and ¿Obama o Romney? (2012).  

Friday, May 24, 2013

Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (por Frank de Varona)

The Naples Pier. Mayo 2013
Foto/ Blog Gaspar, El Lugareño
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Nota del blog: Cada viernes, estamos publicando una columna de Frank de Varona, dedicada a celebrar los 500 años de "La Florida". Los textos de la serie pertenecen a su ensayo Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario.  

La ayuda de España y sus colonias a la Guerra de Independencia de los Estados Unidos 

La participación de las fuerzas de mar y tierra unidas a la considerable ayuda financiera de España y sus colonias de México, Cuba, Puerto Rico, Santo Domingo y Luisiana durante la guerra llamada la Revolución Americana fue crucial para lograr la independencia de esta nación. Aunque la gran mayoría de los historiadores de los Estados Unidos han ignorado esta enorme ayuda española, al describir esta guerra, George Washington y John Adams sí reconocieron la importancia de España en la Revolución Americana en una serie de cartas. 

El general Washington escribió a Morris en 1778 lo siguiente: “Si los españoles hubieran unido su flota a la de Francia y emprendido hostilidades, mis dudas hubieran disminuido…” En otra carta el mismo año a Laurens dijo “Si Francia y España se unieran y obtuvieran una superioridad decisiva por mar, una reunión con Inglaterra sería de poco provecho.” John Adams, el futuro segundo presidente de los Estados Unidos, escribió al presidente del congreso continental “Si Francia y España contribuyesen en América con su mayor número de sus fuerzas, especialmente navales, en el año próximo, América no tendrá ningún daño esencial que temer.” 

Al recibir la noticia que España había declarado la guerra a Gran Bretaña, el general Washington le escribió a Sullivan en 1779 “Tengo el placer de informarte que España, al fin, ha tomado una parte decisiva…se espera que esta formidable bifurcación de la Casa de los Borbones (Luis XVI de Francia y Carlos III de España) no falle en establecer la independencia de Norteamérica en corto tiempo…” Como ven, Washington nunca dijo que con sólo su ejército americano él podría derrotar a Gran Bretaña.

España, que gobernó la Luisiana unos 40 años desde su capital en Nueva Orleans, comenzó a ayudar a las trece colonias británicas con pertrechos de guerra, medicinas y víveres a través de sus gobernadores, Luis de Unzaga y Bernardo de Gálvez. También Francia y España donaron dos millones de libras tornesas que equiparon un ejército en las trece colonias con 30,000 uniformes e igual número de rifles con bayonetas, además de cañones, pólvora, balas y tiendas de campaña. Sin esta masiva y continua ayuda económica, las trece colonias no hubieran podido derrotar al primer poder del mundo que era Gran Bretaña.

Al declarar España la guerra a Gran Bretaña en junio de 1779, el gobernador Bernardo de Gálvez desde Nueva Orleans capturó cinco fuertes ingleses en el valle del río Mississippi y posteriormente capturó Mobile y Pensacola (llamada Panzacola por los españoles). En el sitio de Panzacola el ejército del general Gálvez tenía 8,000 soldados que eran españoles y otros nacidos en Cuba, México y Santo Domingo. Soldados cubanos negros y blancos del Batallón de Pardos y Morenos de La Habana y el Regimiento Fijo de La Habana participaron en todas las campañas del general Gálvez. El segundo al mando del general Gálvez fue el mariscal de campo, Juan Manuel de Cagigal, quien nació en Santiago de Cuba. 

Una enorme escuadra española y francesa que zarpó de La Habana ayudó a Gálvez en esta importante batalla. El 19 de abril de 1781 esta poderosa escuadra al mando de José Solano y Bote llegó frente a la bahía de Panzacola (Pensacola) con 11 navíos de guerra y varias fragatas de la armada española acompañados por la armada francesa compuesta de cuatro navíos, dos fragatas, un bergantín y un cúter. Los navíos de guerra españoles eran los siguientes: San Luis (el buque insignia que llevaba a bordo a los generales Solano y Cagigal y al enviado especial de Carlos III, Francisco de Saavedra), Astuto, San Nicolás, Asís, Paula, Magnánimo, Guerrero, Gallardo, San Gabriel, Dragón y Arrogante. Entre las fragatas se encontraban Nuestra Señora de la O, Santa Clara y Santa Cecilia. El apoyo naval de Solano fue de una importancia decisiva en la rendición de la plaza. Con 15 navíos de guerra españoles y franceses los ingleses no podían socorrer a Panzacola. Los ingleses y sus indios aliados se rindieron a las Armas del Rey con el apoyo de la Real Armada del Rey el 8 de mayo de 1781. Esta victoria ayudó enormemente a la causa de la independencia de las colonias británicas.

En una carta al Marqués González de Castellón, ministro de marina, Solano explicó los motivos que lo llevaron a la capital de La Florida occidental y detalló la participación de la flota y marina españolas en la batalla. Escribió Solano:
Excelentísimo Señor. Muy Señor mío: el día 8 de mayo se rindió Panzacola a las Armas del Rey: la escuadra de mi mando ha concurrido, porque habiendo tenido aviso el Gobernador y Capitán General de la Isla de Cuba la noche del 7 del mes de abril último, de haberse avistado desde el Cabo de San Antonio el 31 de marzo ocho navíos ingleses, convocó inmediatamente la Junta de Generales; y ésta, haciendo juicio de que su objeto no podía ser otro que socorrer aquella Plaza…

Llegué la tarde del 19 a dos leguas del puerto…hice aquella noche y mañana siguiente el desembarco de los 1,600 hombres de transporte al mando del Mariscal de Campo Don Juan Manuel de Cagigal, y de 2,200 hombres de las guarniciones de la escuadra, 1,500 de los navíos del Rey, y 700 de los de Su Majestad Cristianísima (marina de Luis XVI) que su Comandante ofreció…

Habiéndose principiado los ataque la noche del 26 al 27 de abril, se apostaron para hacer diversión a los fuegos del enemigo las fragatas Santa Clara y Santa Cecilia…e hice entrar en el puerto la fragata de Su Majestad Cristianísima la Andrómaca, para que unida a las del Rey cooperase.

…El día 8 de este mes que las Armas del Rey rindieron esta plaza. Así han recobrado la Florida Occidental, y no queda en el seno Mexicano al enemigo posesión alguna.

Nuestro Señor guarde a Vuestra Excelencia muchos años como deseo. A bordo del navío San Luis, al ancla sobre el puerto de Panzacola, el 18 de mayo de 1781. Excelentísimo Sr. B.L.M. (besa la mano) de Vuestra Excelencia, su más atento y mayor servidor…
El comandante general del Real Ejército Español, Bernardo de Gálvez, en una carta al ministro de marina, elogió la conducta de la armada y de sus oficiales. El general Gálvez reconoció la excepcional ayuda de la escuadra de Solano y la importancia para el logro de la conquista de Panzacola y escribió lo siguiente:
 …el Jefe de Escuadra, don José Solano, que creyéndose atacado con fuerzas superiores salió a socorrerme, aumentó el número de mi ejército con 1,400 hombres de las guarniciones de los navíos, bajo las órdenes de don Felipe López de Carrizosa, todo lo que me proporciona hoy el honor de participar a Vuestra Excelencia que la exactitud, valor y conducta que han mostrado en todas ocasiones los oficiales y soldados de Marina, ha sido y es tanto más digna de los mayores elogios, cuanto el servicio de campaña está más distante de su constitución.
Carlos III ascendió a Gálvez a teniente general y le dio el título nobiliario de Conde de Gálvez. El rey también ascendió a Solano y Bote a teniente general de la Real Armada y le dio el muy apropiado título nobiliario de Marqués del Socorro.

Posteriormente, el general Cagigal conquistó las Bahamas. El ayudante de Cagigal fue el capitán venezolano Francisco de Miranda, el futuro precursor de la independencia suramericana. Desde La Habana la marquesa de Cárdenas y otros comerciantes dieron 4,520,000 reales al ejército norteamericano del general George Washington y al ejército francés del general Conde de Rochambeau para la última campaña de la guerra que terminó en la rendición de los ingleses en octubre de 1781 en Yorktown. España y Francia derrotaron a Gran Bretaña. España recuperó La Florida y Menorca y las trece colonias se convirtieron en una nación independiente.

Las contribuciones de España al triunfo de la Revolución Americana y las victorias del General Bernardo de Gálvez son desconocidas por la mayoría de los estudiantes y el pueblo en general de este país ya que muchos libros de texto no las incluyen. La juventud hispana o latina debe sentirse orgullosa de sus raíces y de los sacrificios de sus antepasados al haber participado en el nacimiento y en la construcción de esta gran nación.

Bernardo de Gálvez nació en el pequeño pueblo de Macharaviaya, cerca de Málaga el 23 de julio de 1746. A los 16 años participó en la guerra contra Portugal y fue nombrado teniente. Llegó Bernardo de Gálvez a México como capitán en 1762 acompañando a su tío José de Gálvez, que el rey Carlos III lo nombra a un alto puesto como Visitador del Virreinato de Nueva España. Posteriormente, su tío José de Gálvez es nombrado por Carlos III Ministro de Indias, con la responsabilidad de la gobernación de todas las colonias españolas en América. En 1770 Gálvez es nombrado comandante de las armas de Nueva Vizcaya con destino en San Felipe el Real de Chihuahua. En ese lugar mantiene numerosos combates con los indios apaches y en una ocasión los persigue hasta el río Colorado en Texas.

Bernardo de Gálvez regresa a España en 1772 y es destinado al regimiento de Cantabria en Pau, Francia donde reside por tres años. Gálvez aprende francés que le será de gran utilidad cuando el destino lo llevará a Luisiana. Participó en 1775 en la desastrosa expedición contra Argel donde fue herido gravemente de nuevo. Después de su triunfo en la batalla de Pensacola en 1781 fue nombrado gobernador y capitán general de Cuba. Al poco tiempo de estar en La Habana murió su padre, Matías de Gálvez, en Ciudad México. El rey Carlos III lo nombró virrey de Nueva España para suceder a su padre. Bernardo de Gálvez murió en México el 30 de noviembre de 1786.

José Solano y Bote nació en Zorita, provincia de Cáceres, Extremadura el 11 de marzo de 1726. Solano ingresó en la Real Armada Española como guardia marina en 1742 y participó dos años después en el combate naval que tuvo lugar en todo lo contra la Marina Real Británica en Tolón, Francia. Fue ascendido a capitán de fragata en 1754 y fue destinado América del Sur. Siete años después fue ascendido a capitán de navío. En 1763 fue nombrado por Carlos III gobernador y capitán general de Venezuela y en 1770 fue nombrado capitán general y gobernador de Santo Domingo. Después de su victoria en la batalla de Pensacola, Solano fue ascendido a teniente general de la Real Armada y le fue concedido el título de Marqués del Socorro. Solano regresó a España y fue ascendido a capitán general de la Real Armada. Trabajó como consejero de Estado y falleció el 24 de abril de 1806.

Juan Manuel de Cajigal nació el 31 de marzo de 1738 en Santiago de Cuba. Después de su triunfo en la batalla de Pensacola dirigió una flota desde La Habana y capturó las Bahamas. Cajigal fue gobernador y capitán general de Cuba por un corto tiempo.

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Frank de Varona is an educator, historian, journalist, and internationally known expert on politics, economics, foreign affairs and national security issues. He was born in Cuba and, at the age of 17, he participated on the Bay of Pigs invasion in an effort to eradicate communism in Cuba. After spending two years in prison, he returned to the United States, where he earned three college degrees. He is married and has a daughter and a grandson.

Mr. de Varona had a 36-year career in the Miami-Dade County Public Schools as a social studies teacher, principal, region superintendent, and associate superintendent of instruction. He also was an associate professor of social studies in the College of Education at Florida International Education for seven years. Currently, he is a part-time Adult Education Coordinator in the Miami-Dade County Public Schools.

He has written 20 books and many articles in newspapers and magazines. Among his books are Hispanics in U.S. History Volume 1 and Volume 2 (1989), Hispanic Presence in the United States (1993), Latino Literacy: The Complete Guide to Our Hispanic History and Culture (1996) and Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (2013). Mr. de Varona is the only Hispanic in the nation who has written three books in Spanish about Barack Obama: ¿Obama o McCain? (2008), El verdadero Obama (2010) and ¿Obama o Romney? (2012).   

Friday, May 17, 2013

Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (por Frank de Varona)

  Catedral de San Agustín, Florida Fotos/Blog Gaspar, El Lugareño
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Nota del blog: Cada viernes, estamos publicando una columna de Frank de Varona, dedicada a celebrar los 500 años de "La Florida". Los textos de la serie pertenecen a su ensayo Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario

Las misiones y los ranchos de ganado en La Florida

Muchos de los jesuitas, dominicos y después los franciscanos perdieron sus vidas tratando de evangelizar a los indios de la costa este de los Estados Unidos. Eventualmente los jesuitas fueron reemplazados por los franciscanos, quienes tuvieron mucho éxito en esta nación. España, a diferencia de otras naciones europeas, hizo un gran esfuerzo en enseñar a los indios y convertirlos al cristianismo. La corona española pasó muchas leyes, muchas de las cuales fueron ignoradas en el Nuevo Mundo, para proteger a los indígenas de las Américas.

A través del Visitador General Francisco Luis Jerónimo de Oré conocemos la gran labor de los franciscanos en las misiones de los indios timuacanos y apalaches. El Visitador General Oré, quien llegó en 1616 viajando a pie y en canoa, visitó casi todas las misiones de La Florida. Posteriormente publicó un libro llamado Mártires de La Florida donde describió la labor de 24 frailes en más de 30 misiones. Oré reconoció la gran labor apostólica de Fray Francisco Pareja, quien publicó el primer libro bilingüe en los Estados Unidos escrito en castellano y timuacano. Este libro se llamó Confesionario. Además, Fray Pareja publicó en 1616 un diccionario y una gramática llamada Arte y pronunciación en Lengua Timuacana y Castellana. 

Los franciscanos fueron los primeros en implementar la educación bilingüe en esta nación usando el idioma de los indios para enseñarles español. El Visitador General Oré comprobó la magnífica preparación católica de la mayoría de los indios, quienes además recibieron instrucción en lectura, escritura, artes manuales, agricultura y crianza de ganado. Muchos de estos indios eran vaqueros. Pocos saben que la industria ganadera en esta nación comenzó en La Florida y no en Texas. Los primeros y más grandes ranchos de ganados en los Estados Unidos estaban en el centro de La Florida. Españoles y misioneros criaban ganados en este estado.

El rancho más grande de La Florida pertenecía a la familia Menéndez Márquez, quienes eran parientes del adelantado Pedro Menéndez de Avilés. Este enorme rancho llamado La Chúa tenía miles de cabezas de ganado y se extendía hacia el oeste, desde el río Saint Johns hasta las ciénagas del Golfo de México y hacia el norte desde el lago George hasta el río Santa Fe. Este rancho tuvo su mejor época cuando lo heredó Tomás Menéndez Márquez, quien nació en La Florida en 1643. Su padre fue el tesorero real Francisco Menéndez Márquez y su esposa fue la cubana Antonia de Pedrosa. 

El rancho La Chúa surtía de carne fresca a los habitantes de San Agustín y sobre todo cuando esta ciudad aumentó su población durante la construcción del Castillo de San Marcos. Tomás Menéndez Márquez también vendía carne a Cuba e importaba ron cubano y otras mercancías de la isla. El éxito de este rancho atrajo la atención de unos bucaneros franceses que lo atacaron en 1682 prendiendo fuego a los edificios y capturando a su dueño, a su yerno y a cuatro criados. Por suerte fueron rescatados. Cuando el inglés James Moore invadió la península en 1702, con un ejército de las Carolinas e indios Creeks, los trabajadores de este rancho y de otros huyeron y el ganado se volvió salvaje. En esa época murió el español cubano Tomás Menéndez Márquez.

A mediados del siglo XVII se estimaba que había 44 misiones con 70 frailes donde vivían 26,000 indios cristianos, la mayoría timuacanos y apalaches. La misión más grande era San Luis de Talimali en donde residían 1,400 apalaches con dos frailes franciscanos y el delegado del gobernador de La Florida. Esta misión se encontraba en la actual ciudad de Tallahassee. Recientemente los arqueólogos han escavado esta misión y el estado de la Florida la ha reconstruido totalmente y se puede visitar. 

San Agustín

La ciudad de San Agustín nunca tuvo más de 3,000 habitantes. Para su protección el gobierno español decidió construir un gran fuerte hecho de coquina, piedra de conchas y caracoles pegados, que se encuentra en la Isla de Anastasia cerca de San Agustín. En 1672 comenzó la construcción del Castillo de San Marcos para reemplazar el fuerte de madera que cuidaba la entrada de la ciudad. Fueron nueve los fuertes de madera que se construyeron antes de la construcción del castillo de piedra, único en los Estados Unidos.

Un ingeniero militar cubano, Ignacio Daza, fue el que dirigió la obra. La construcción del castillo duró más de 20 años y protegió a toda la población durante las invasiones inglesas de 1702 y 1740. Cuando los ingleses atacaban San Agustín la población completa entraba en el Castillo de San Marcos para protegerse. 

Entre los muchos gobernadores españoles de La Florida se encontraban cuatro que habían nacido en Cuba. El primero fue Laureano de Torres de Ayala, marqués de Casa Torres, quien nació en La Habana, Cuba en 1645 y murió en España en 1722. Torres de Ayala gobernó La Florida de 1693 a 1699 y fue el gobernador que terminó la construcción del Castillo de San Marcos. Posteriormente fue gobernador de Cuba.

El segundo fue Juan de Ayala y Escobar, nacido en Cuba en 1637, quien sirvió de gobernador interino en La Florida de 1716 a 1718. Ayala murió en 1727. El tercero fue otro gobernador interino, Manuel José de Jústiz, quien sirvió sólo un año en 1737. El cuarto y último gobernador español de La Florida, quien nació en La Habana, Cuba en 1773 y murió en 1844 en Cárdenas, Cuba fue José Coppinger. Este habanero sirvió como gobernador de La Florida oriental de 1816 a 1821. El 7 de julio de 1821 el coronel y gobernador Coppinger hizo bajar por última vez la bandera española en San Agustín al pasar La Florida a los Estados Unidos. Muchos soldados que sirvieron en la guarnición también habían nacidos en Cuba, al igual que misioneros franciscanos.

Otro cubano, Sebastián Calvo de la Puerta y O’Farrill, marqués de Casa Calvo, gobernó el extenso territorio de la Luisiana que comprendía 13 estados actuales de los Estados Unidos y se extendía desde el Golfo de México hasta Canadá y desde el río Mississippi hasta las montañas Rocallosas. El marqués de Casa Calvo nació en La Habana en 1754 y fue nombrado gobernador militar interino de la Luisiana en 1800. Posteriormente regresó a España donde fue ascendido a general. Muchas personas ignoran que el capitán general de Cuba era responsable por el gobierno de La Florida y del extenso territorio de la Luisiana. Desde La Habana se gobernaba 16 estados de los Estados Unidos.

Durante la Guerra de Sucesión al Trono Español, que comenzó en 1700, el gobernador inglés de las Carolinas, el coronel James Moore, comenzó a atacar las misiones de La Florida con la ayuda de indios aliados a los ingleses. Una a una las misiones fueron destruidas y en muchas asesinaron a los frailes franciscanos y a muchos indios. Se calcula que más de 10,000 indios timuacanos y apalaches fueron esclavizados, llevados a Charleston y vendidos como esclavos a las islas inglesas del Caribe. A pesar de la crueldad demostrada por James Moore no hay leyenda negra sobre su actuación. También James Moore atacó a San Agustín en 1702 pero el Castillo de San Marcos sirvió de defensa y albergue a la población. El general James Oglethorpe, fundador de la colonia de Georgia y la ciudad de Savannah, atacó San Agustín en 1740 pero tampoco la pudo conquistar. La piedra coquina, como en el ataque anterior, absorbió las balas de cañón de los ingleses sin romperse. Por tal motivo el castillo nunca fue conquistado. 

La toma de La Habana por los ingleses en 1762 durante la Guerra de los Siete Años fue la causa de la pérdida de La Florida. Para poder recuperar La Habana, España accedió en el Tratado de Versalles, firmado el 10 de febrero de 1763, ceder La Florida a Inglaterra. La casi total población española de La Florida y los indios apalaches, timuacanos y tequestas y los negros del fuerte Mosé se exiliaron principalmente en Cuba. Muchos de los refugiados floridanos fundaron el pueblo en el área de Matanzas llamado El Nuevo San Agustín, cerca de Ceiba Mocha. Cada familia exiliada recibió del gobierno español una caballería de tierra (33 acres) y un esclavo. El último timuacano, Juan Alonso Cabale, murió en Guanabacoa años después. 

El Fuerte Mosé: primera ciudad negra libre en los Estados Unidos

En 1738 se fundó el Fuerte de Gracia Real de Santa Teresa de Mosé a unas dos millas al norte del Castillo de San Marcos en San Agustín. Este fuerte se construyó para que los esclavos negros que se escapaban de las colonias británicas pudieran vivir en libertad. En 1693, el rey Carlos II de España hizo oficial el derecho de asilo en un edicto que les otorgaba la libertad a todos los negros esclavos fugitivos que llegaban a La Florida. Muchos de estos negros esclavos que escapaban se hicieron soldados y lucharon valientemente por España ya que sabían que de ser conquistada La Florida regresarían a la esclavitud. Unos 100 afroamericanos libres con sus esposas y niños habitaban la villa que estaba dentro del fuerte amurallado de Mosé.

El líder de este fuerte fue Francisco Menéndez, capitán del regimiento negro. De origen mandingo, Menéndez había escapado de la esclavitud inglesa y con sus soldados peleó duramente cuando los ingleses invadieron San Agustín en 1740. Estos afroamericanos libres fundaron la primera ciudad negra libre en esta nación. El fuerte Mosé fue abandonado en 1763 al ceder España La Florida a Inglaterra. Todos los afroamericanos libres se trasladaron a Cuba con casi todos los habitantes de San Agustín.

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Frank de Varona is an educator, historian, journalist, and internationally known expert on politics, economics, foreign affairs and national security issues. He was born in Cuba and, at the age of 17, he participated on the Bay of Pigs invasion in an effort to eradicate communism in Cuba. After spending two years in prison, he returned to the United States, where he earned three college degrees. He is married and has a daughter and a grandson.

Mr. de Varona had a 36-year career in the Miami-Dade County Public Schools as a social studies teacher, principal, region superintendent, and associate superintendent of instruction. He also was an associate professor of social studies in the College of Education at Florida International Education for seven years. Currently, he is a part-time Adult Education Coordinator in the Miami-Dade County Public Schools.

He has written 20 books and many articles in newspapers and magazines. Among his books are Hispanics in U.S. History Volume 1 and Volume 2 (1989), Hispanic Presence in the United States (1993), Latino Literacy: The Complete Guide to Our Hispanic History and Culture (1996) and Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (2013). Mr. de Varona is the only Hispanic in the nation who has written three books in Spanish about Barack Obama: ¿Obama o McCain? (2008), El verdadero Obama (2010) and ¿Obama o Romney? (2012).    

Friday, May 3, 2013

Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (por Frank de Varona)

Nota del blog: Cada viernes, estamos publicando una columna de Frank de Varona, dedicada a celebrar los 500 años de "La Florida". Los textos de la serie pertenecen a su ensayo Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario. 

Foto/Juan Carlos Agüero
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Vasco Porcallo de Figueroa y de la Cerda

Vasco Porcallo de Figueroa y de la Cerda nació en Cáceres, España en 1487. Era hijo del conde de Feria y participó en la conquista de Cuba en 1511 con unos 300 españoles dirigidos por el primer gobernador de Cuba Diego Velázquez de Cuéllar. Porcallo fue uno de los fundadores de la primera villa en Cuba, Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa en 1512, después fundó Nuestra Señora de la Santísima Trinidad en 1514. Junto con otros españoles Porcallo fundó la villa de Santa María del Puerto del Príncipe en 1514, hoy en día Camagüey, ciudad donde este autor nació. En ese mismo año fue uno de los fundadores de Sancti Espíritus y más tarde fundó San Juan de los Remedios, la octava ciudad de Cuba. 

Diez antepasados separaban a Vasco Porcallo de el rey Alfonso X, el Sabio (1221-1284). Probablemente Porcallo era el único español en Cuba que descendía de los reyes de Castilla, Navarra, León, Aragón, Escocia, Portugal, de los reyes de la dinastía de los Capetos de Francia y de los reyes de la dinastía de los Plantagenets de Inglaterra.

Porcallo se hizo el español más rico de Cuba y fue el mayor latifundista. Dejó una larga descendencia en Cuba de blancos, mestizos y mulatos. Muchos cubanos de hoy en día descienden de este poblador y conquistador de Cuba, entre ellos este autor. Vasco Porcallo ayudó a Pánfilo de Narváez en 1527 en Cuba a reclutar soldados y conseguir provisiones para su expedición a La Florida en 1528. Un hermano de Porcallo, Sotomayor, se unió la expedición de Pánfilo de Narváez de 1528 y murió de hambre en Texas.

En 1538 Hernando de Soto llegó a Santiago de Cuba con el cargo de gobernador de Cuba y de La Florida. Porcallo fue a verlo en Santiago de Cuba y lo ayudó a reclutar soldados y buscar provisiones para la expedición. Para esa época las haciendas o fincas de Porcallo se extendían desde la provincia de Camagüey hacia la provincia de Las Villas, convirtiéndose en el terrateniente más grande de Cuba. Porcallo le dio mucho de sus cerdos de sus fincas a de Soto y otras provisiones. De Soto lo nombró teniente general de su armada y ejército y teniente gobernador de la Florida. 

El Inca Garcilaso de la Vega, quien era pariente de Porcallo y escribió una crónica de la expedición de Hernando de Soto, explicó que: “Vasco Porcallo, como hombre generoso y riquísimo ayudó magníficamente para la conquista de la Florida, porque si los muchos criados españoles, indios y negros que llevó a esta jornada… Proveyó de mucho bestimiento de carnaje, pescado, maíz, casabe sin otras cosas que la armada hubo de menester”. Además, explicó Garcilaso de la Vega que Porcallo llevó 36 caballos para su persona, y le dio a de Soto otros 50 caballos para sus soldados. 

Porcallo desembarcó en la bahía de Tampa con de Soto y después de estar un tiempo en La Florida decidió regresar a Cuba y ayudar a De Soto desde allí. Un hijo mestizo de Porcallo, Gómez Suárez de Figueroa, participó y sobrevivió la expedición de Hernando de Soto a 10 estados del Sur de esta nación, que se conocían entonces como la Florida. Porcallo murió en Camagüey en 1550 a la edad de 63 años. Es importante notar que tres de las expediciones a La Florida usaron Cuba como una base de trampolín.

Hernando de Soto

Hernando de Soto nació alrededor de 1500 en Badajoz o Jerez de los Caballeros en la provincia española de Extremadura. En esta zona de España nacieron muchos de los conquistadores del Nuevo Mundo como Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Vasco Núñez de Balboa y Vasco Porcallo de Figueroa y de la Cerda. Los antepasados de Hernando de Soto eran hidalgos y se habían distinguido por sus luchas contra los moros durante la Reconquista que duró 800 años hasta que los Reyes Católicos conquistaron el reino moro de Granada en 1492, el mismo año del descubrimiento de América.

Con sólo 14 años de Soto se embarcó en la expedición de Pedro Arias Dávila, conocido como Pedrarias, quien había sido nombrado gobernador de Castilla del Oro, que hoy en día conocemos como Panamá. Con el pasar de los años de Soto se casaría con su hija. De Soto se destacó como un gran soldado y jinete y adquirió gran fama en su lucha contra los indígenas en Panamá, Nicaragua y Honduras. Durante estos años de Soto se hizo de una gran riqueza y conoció a muchos conquistadores. 

Francisco Pizarro lo invitó a participar en la conquista y saqueo del imperio inca. Con un grupo de 50 hombres de Soto encontró un camino hacia Cuzco, la capital del imperio inca. Fue el primer europeo que habló con el emperador inca Atahualpa. Después que Pizarro y sus conquistadores conquistaron para España este enorme imperio, se apoderaron de los enormes tesoros de los incas. De Soto permaneció en Perú de 1531 a 1535. Hernando de Soto volvió a España en 1536 inmensamente rico con la parte que le tocó del botín.

En 1537 de Soto se casó Isabel de Bobadilla, que era hija de Pedrarías Dávila y nieta de Francisco de Bobadilla, que fue el gobernador de La Española, que mandó en cadenas a Cristóbal Colón a España. Su esposa y su familia tenían gran influencia en la corte del emperador Carlos V. De Soto leyó con gran interés el libro La relación de Álvar Núñez Cabeza de Vaca en donde el autor describía la flora y la fauna y los indios de los estados actuales de Florida, Texas y New Mexico y pensó que encontraría riquezas y fama en La Florida. Le pidió al emperador Carlos V que lo nombrara gobernador de Cuba y al mismo tiempo adelantado, gobernador y capitán general de La Florida. De Soto invirtió gran parte de su fortuna y planeó la expedición con mucho detalle. Muchos de los soldados que lucharon con él en el Nuevo Mundo se unieron a esta expedición, al igual que muchas personas con variedad de oficios como sastres, zapateros, herreros y tejedores. La expedición incluía 24 sacerdotes y dos mujeres españolas.

Como hemos explicado, a su llegada a Cuba de Soto fue recibido en Santiago de Cuba por Vasco Porcallo de Figueroa y de la Cerda que le dio a Hernando de Soto hombres, caballos, cerdos y otras provisiones. Porcallo vino con la expedición de Hernando de Soto a La Florida acompañado por su hijo, el mestizo cubano Gómez Suárez de Figueroa. También vinieron en la expedición de Hernando de Soto dos soldados cubanos de origen mestizo, Pedro Morón y Diego de Oliva, ambos nacidos en Bayamo. Gracias a Garcilaso de la Vega, el Inca, autor del libro La Florida del Inca, conocemos sobre la presencia de los primeros tres cubanos en los Estados Unidos.

De Soto dejó a su amada esposa Isabel de Bobadilla de gobernadora de Cuba para asegurar sus líneas de abastecimientos. Isabel de Bobadilla se convirtió en la primera y única mujer al frente de una colonia de España en América. De Soto se hizo a la mar rumbo a La Florida con nueve barcos, unas 800 personas, más de 200 caballos, cientos de cerdos, perros, comida, materiales y armas. En esta expedición vino un negro libre, Luis Moreno, una mujer, Ana Méndez, de 31 años, que sobrevivió. Acompañaron a de Soto 12 sacerdotes, ocho seculares, un franciscano, un trinitario, dos dominicos, uno de ellos llamado fray Juan de Gallegos.

A fines de mayo de 1539 la expedición de Hernando de Soto desembarcó con oposición en Bahía Honda, hoy en día Bahía de Tampa, y en la batalla varios de sus hombres fueron heridos. Una vez establecido su campamento en la desembocadura del actual río Little Manati, los soldados dedicaron unas seis semanas para conocer el nuevo territorio y recoger información. Rescataron a un español, Juan Ortiz, quien llevaba 11 años entre los indios. Ortiz había sido parte de la expedición de Narváez y fue muy útil a la de Soto como guía e intérprete. Porcallo de Figueroa decidió regresar a Cuba y desde la isla continuar apoyando la expedición de Hernando de Soto con provisiones. Su hijo, Gómez Suárez de Figueroa, participó y sobrevivió la expedición, no así los otros dos soldados mestizos cubanos.

De Soto marchó hacia el norte y en el área de la actual capital de La Florida, en Tallahassee, estableció su campamento de invierno en la ciudad de Anhaica, capital de los indios apalaches. El arqueólogo Calvin Jones descubrió el sitio exacto de este campamento de Hernando de Soto en 1987, el cual ha sido extensamente excavado desde entonces se han encontrado monedas, y restos de cerámicas, mallas de soldados y ciento de huesos de los cerdos de Porcallo de Figueroa. Este autor ha podido ver todo esto dentro de una enorme bóveda en el sótano del museo de historia de Tallahassee. Allí se celebró por primera vez la Navidad en los Estados Unidos. Los apalaches estuvieron en guerra constante con los soldados españoles durante todo el invierno, como lo habían hecho antes con los soldados de Pánfilo de Narváez en 1528. 

Después de permanecer cinco meses en Anhaica, de Soto partió en su caballo Aceituno en marzo de 1540 hacia el norte cruzando los estados actuales de Georgia, y Carolina del Sur. Al este de la ciudad actual de Columbia, en Carolina del Sur, de Soto conoció a una mujer que era cacique de Cofitachequi que le obsequió un collar largo de perlas que llevaba. Hernando de Soto le dio tu sortija con un gran rubí quedando la mujer complacida. Sin embargo los españoles saquearon este pueblo y se llevaron más de 100 libras de perlas. 

De Soto continuó marchando y entró en Carolina del Norte, Tennessee, Mississippi y Alabama. En muchos lugares tuvieron que luchar contra los indígenas. Una de las batallas más fuertes que se libró en octubre de 1540, cerca del oeste de la actual ciudad de Montgomery fue la de Mabila, que duró nueve horas en el sur de Alabama. Los españoles perdieron 200 soldados y 150 fueron heridos entre ellos de Soto. El 8 de mayo de 1541 los expedicionarios llegaron al río Mississippi. La desembocadura de este gran río había sido descubierta por Alonso Álvarez de Pineda en 1519.

De Soto cruzó este río cerca de la ciudad actual de Memphis, Tennessee. La expedición continuó hacia al oeste y atravesaron los estados actuales de Arkansas, Oklahoma y Texas. Eventualmente regresaron al río Mississippi. De Soto se enfermó gravemente y antes de morir escogió como sucesor a Luis de Moscoso Alvarado. El 20 de junio de 1542 de Soto, a la edad de 42 años, entregó su alma al Creador. Como los españoles le habían dicho a los indios de la zona que de Soto era inmortal enterraron su cuerpo secretamente en el río Mississippi.

Luis de Moscoso y sus soldados primero decidieron caminar en dirección suroeste a través de Texas para llegar a Nueva España, actualmente México. Después de haber avanzado cientos de millas, Moscoso decidió que el esfuerzo era en vano y regresaron al río Mississippi. Durante los primeros meses de 1543 los expedicionarios construyeron botes de fondo plano para poder navegar el río Mississippi hacia el sur y alcanzar la costa del golfo de México. A finales de junio de 1543 navegaron por 20 días mientras lucharon con indios por el río desde sus botes y llegaron al Golfo de México. Continuaron navegando y al fin el 10 de septiembre de 1543, después de casi cuatro años de enormes dificultades y sufrimientos, 311 sobrevivientes llegaron a una ciudad española en México cerca de la actual Tampico. 

Entre los que quedaron con vida se encontraban dos sacerdotes seculares, Rodrigo de Gallegos y Francisco de Pozos; dos dominicos, Juan de Gallegos y Luis de Soto; y un franciscano, Juan de Torres. Estos cinco fueron los sobrevivientes del grupo de 12 religiosos de esta expedición.

De Soto y sus soldados exploraron un total de 10 estados actuales del sur de los Estados Unidos. Aunque esta expedición fracasó en establecer asentamientos permanentes en La Florida, le dio a España una valiosa información sobre la geografía, biología y etnología del interior del actual Estados Unidos que en esa época se llamaba La Florida. Hoy en día muchos parques, escuelas, puentes y condados que llevan el nombre de Hernando de Soto. En La Florida tenemos dos condados que honran la memoria de este conquistador, Hernando County y De Soto County. El puente Hernando de Soto cruza el río Mississippi de Memphis, Tennessee a Arkansas.

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Frank de Varona is an educator, historian, journalist, and internationally known expert on politics, economics, foreign affairs and national security issues. He was born in Cuba and, at the age of 17, he participated on the Bay of Pigs invasion in an effort to eradicate communism in Cuba. After spending two years in prison, he returned to the United States, where he earned three college degrees. He is married and has a daughter and a grandson.

Mr. de Varona had a 36-year career in the Miami-Dade County Public Schools as a social studies teacher, principal, region superintendent, and associate superintendent of instruction. He also was an associate professor of social studies in the College of Education at Florida International Education for seven years. Currently, he is a part-time Adult Education Coordinator in the Miami-Dade County Public Schools.

He has written 20 books and many articles in newspapers and magazines. Among his books are Hispanics in U.S. History Volume 1 and Volume 2 (1989), Hispanic Presence in the United States (1993), Latino Literacy: The Complete Guide to Our Hispanic History and Culture (1996) and Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (2013). Mr. de Varona is the only Hispanic in the nation who has written three books in Spanish about Barack Obama: ¿Obama o McCain? (2008), El verdadero Obama (2010) and ¿Obama o Romney? (2012).   

Friday, April 26, 2013

Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (por Frank de Varona)

Nota del blog: Cada viernes, estamos publicando una columna de Frank de Varona, dedicada a celebrar los 500 años de "La Florida". Los textos de la serie pertenecen a su ensayo Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario. 

Foto/Juan Carlos Agüero
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Esteban Gómez

Esteban Gómez nació en Oporto, Portugal en 1483 y se convirtió en un cartógrafo y explorador que prestó valiosos servicios a España. Este portugués al servicio de España desertó de la expedición de otro portugués, Fernando de Magallanes, que había sido enviado por el emperador Carlos V a dar la primera vuelta alrededor del mundo en 1519. Gómez, era uno de los cinco capitanes de la flota de Magallanes y estaba al mando de la nave San Antonio en el viaje de la primera circunnavegación del mundo. 

Gómez desertó la flota de Magallanes el 1 de noviembre de 1520. A pesar de haber desertado logró convencer al emperador Carlos V que lo dejara buscar un estrecho en Norteamérica por el que se pudiera navegar hacia el recién nombrado océano Pacífico por Magallanes y poder llegar a Asia. España estaba interesada en buscar un estrecho para comunicar el Atlántico con el Pacífico en Norteamérica ya que Magallanes había descubierto el estrecho que lleva su nombre en el extremo sur de Suramérica.

En 1525, Gómez navegó en su nave Anunciata con 29 marineros por toda la costa este de los Estados Unidos y Canadá buscando un estrecho hacia Asia. Gómez exploró la costa y numerosos ríos, tales como el Hudson de Nueva York, el cual bautizó con el nombre de San Antonio. El famoso cartógrafo portugués Diego Ribeiro incluyó la parte norte de los Estados Unidos y Canadá en su mapamundi de 1529 con el nombre de “Tierra de Gómez”. Algunos piensan que Gómez también bautizó Canadá al escribir “ACA NADA” o Canadá, otros lo atribuyen al portugués Gaspar Corte-Real que exploró Canadá en 1500.

En 1537, Gómez se unió a la expedición de Pedro de Mendoza al Río de la Plata y fue asesinado al año siguiente por los indios. Su exploración de la costa este de los Estados Unidos y Canadá ayudó a España a tener una idea del extenso territorio que ellos llamaban La Florida.

Lucas Vázquez de Ayllón

Se cree que Lucas Vázquez de Ayllón nació en Toledo, España en 1475. Viajó a La Española en 1502 donde lo nombraron oidor o juez de la Real Audiencia de Santo Domingo. 

Ayllón envió a los expertos capitanes Pedro de Quejo y Francisco Gordillo en 1520 a explorar la costa oriental de los Estados Unidos. Navegaron por la costa de Georgia y las Carolinas y probablemente hasta la bahía de Chesapeake. Un indio de las Carolinas que fue capturado se le dio el nombre de Francisco de Chicora. El juez viajó España y consiguió que el emperador Carlos V le diera el derecho de explorar y establecer asentamientos en la llamada “Tierra de Chicora”. El rey Carlos I de España y V de Alemania le dio a Vázquez de Ayllón el título de Adelantado de La Florida, al igual a Juan Ponce de León. El monarca le ordenó a Ayllón que: “Los nativos deben de convertirse al conocimiento de las verdades de la Santa Fe, para hacerlos cristianos y obtener la salvación, ese es el principal propósito de su empresa”. Aparte del deseo de conquistar un Nuevo Mundo para obtener riquezas, la motivación religiosa fue parte de todas las expediciones españolas, algo muy difícil de comprender en nuestro mundo actual tan secular.

En julio de 1526 el juez levó anclas en Puerto Plata, hoy en día República Dominicana, con seis barcos rumbo a La Florida y la tierra de Chicora llevando unos 600 hombres y mujeres, 89 caballos y alrededor de 100 esclavos negros. Éstos fueron los primeros africanos en llegar a los Estados Unidos, a parte de los dos negros libres que acompañaron a Juan Ponce de León en 1513. Ayllón contrató a Pedro de Quejo como piloto y en la expedición vinieron dos dominicos, Antonio de Montesinos, el famoso gran defensor de los indios y Antonio de Cervantes, acompañados por el hermano Pedro Estrada. 

Al llegar la expedición al actual estado de Georgia, cerca de Sapelo Sound, uno de los barcos chocó y se dañó. Ayllón ordenó la construcción de una nueva nave. Esta sería la primera nave construida por europeos en nuestra nación. Vázquez de Ayllón fundó el primer asentamiento y la primera misión española en los Estados Unidos el 8 de octubre de 1526 o quizás el 29 de septiembre, el día de la festividad del santo San Miguel. El adelantado llamó a la nueva ciudad San Miguel de Gualdape. Este asentamiento fue el primero fundado por europeos en lo que es hoy los Estados Unidos. San Miguel fue fundado antes que Pensacola (1559), Fuerte Carolina (1564) y San Agustín (1565) y 81 años antes de la fundación de la primera ciudad permanente inglesa de Jamestown (1607). La diferencia entre San Miguel de Gualdape y San Agustín fue que ésta se convirtió en la primera ciudad europea permanente en nuestra nación al ser fundada por Pedro Menéndez de Avilés.

San Miguel de Gualdape sólo duró unos tres meses debido a que estaba situada cerca de pantanos. Los ataques de indios, el hambre, la malaria y otras enfermedades provocó la muerte de muchos colonizadores entre ellos Vázquez de Ayllón. Aprovechando disputas entre los españoles, unos esclavos africanos se escaparon y huyeron al interior, probablemente mezclándose con los indígenas de esta región. Estos fueron los primeros africanos que poblaron los Estados Unidos. 

Unas 150 personas regresaron con vida a Santo Domingo, incluyendo al famoso dominico Antonio de Montesinos, quien tanto defendió los derechos de los indios. El mapamundi de 1529 del cartógrafo portugués Diego Ribeiro señaló la parte sur de la costa oriental del actual Estados Unidos con el nombre de “Tierra de Ayllón”. Años más tarde fray Antonio de Montesinos murió en 1540 defendiendo a los indios de Venezuela.

Pánfilo de Narváez y Álvar Núñez Cabeza de Vaca

Pánfilo de Narváez nació en Valladolid o Cuéllar en el reino de Castilla en 1478. Narváez participó en la conquista de Jamaica en 1509. Posteriormente se unió a Diego Velázquez, primer gobernador de Cuba, y participó en la conquista de esta isla en 1511. Estuvo envuelto en la matanza de Caonao, un poblado indígena situado en el centro de Cuba. De Narváez y sus hombres masacraron a cientos de indígenas y este horrible acto fue presenciado por el sacerdote Bartolomé de las Casas, futuro defensor de los derechos de los indios de las Américas. 

Cuando Hernán Cortés, desobedeciendo las órdenes del gobernador Diego Velázquez, embarcó a la conquista de México en 1518, Narváez fue enviado por Velázquez a capturar a Cortés vivo o muerto. Tras el desembarco de Narváez en México, la mayoría de los soldados que lo acompañaban se pasaron a las filas de Hernán Cortés. Poco tiempo después Narváez fue derrotado por Cortés y en la batalla una lanza penetró su ojo y quedó tuerto.

De regreso a España Pánfilo de Narváez fue comisionado por el emperador Carlos V para conquistar La Florida con el título de capitán general, gobernador y adelantado. El tercer adelantado de la Florida, Pánfilo de Narváez, se hizo a la mar en Sanlúcar de Barrameda, España el 17 de junio de 1527 al frente de una flota de cinco navíos con 600 marineros y soldados y acompañados por cinco frailes franciscanos y unos sacerdotes seculares. El superior de los franciscanos era fray Juan Suárez, O.F.M., obispo electo de la Florida que nunca fue consagrado.

La expedición sufrió una gran tormenta al llegar a Cuba y varios de sus hombres desertaron. Después de obtener provisiones y reclutar más soldados y marineros en Cuba, su pequeña flota pudo llegar a la actual bahía de Tampa el 14 de abril de 1528. Narváez llevaba de piloto a Diego Miruelos. Narváez iba acompañado por 400 hombres, entre ellos cinco frailes franciscanos y varios sacerdotes, y llevaban 40 caballos. Pánfilo de Narváez cometió el error de enviar su flota con toda su comida y provisiones a encontrarse con él más al norte, cosa imposible de lograr. Durante casi un año su flota trató de encontrarlos hasta que tuvieron que retirarse al Virreinato de Nueva España, hoy en día México.

Acompañó a la expedición de tesorero y alguacil mayor Álvar Núñez Cabeza de Vaca, que se volvió el personaje central y futuro cronista de esta expedición. Este explorador nació en Jerez de la Frontera, España entre 1488 y 1490 en el seno de una familia hidalga. Cabeza de Vaca era descendiente de Pedro de Vera, uno de los conquistadores de las islas Canarias. Por línea materna descendía de un pastor, Martin Alhaja, que enseñó al rey Sancho de Navarra un paso secreto en la Sierra Morena, el cual tenía marcado con una cabeza de vaca. Esto le facilitó al rey y sus soldados derrotar a los moros en la importante batalla de las Navas de Tolosa en 1212. Desde entonces el rey le otorgó a la familia el derecho de usar como apellido el título de Cabeza de Vaca. Älvar Núñez Cabeza de Vaca fue soldado y participó en varias guerras en Europa.

Después de la llegada de Narváez y Cabeza de Vaca, los españoles fueron atacados constantemente por los indios de La Florida y principalmente por los indios apalaches. Narváez decidió retirarse y se dirigió al golfo de México en el área del actual St. Marks o San Marcos. Mataron a los caballos para alimentarse y con sus cueros, clavos de las herraduras y la crin para amarres construyeron cinco balsas. Pánfilo de Narváez les dijo: “Haga cada uno de ustedes lo mejor que pueda para salvarse”. 

Se echaron a la mar pensando que México estaba cerca. Tres balsas naufragaron, entre ellas la del líder Narváez. Unos 80 naufragaron en la costa de Texas. Los españoles se fueron muriendo uno a uno. Sólo cuatro sobrevivieron y éstos caminaron más de 3000 millas durante ocho años por Texas, New Mexico y quizás Arizona hasta llegar a Culiacán, México. Además de Cabeza de Vaca los otros tres sobrevivientes fueron Andrés Dorantes, Alonso del Castillo Maldonado y un esclavo o criado africano de Dorantes llamado Esteban o Estevanico. Este africano se convirtió en un gran explorador y murió en New Mexico. La expedición fue un fracaso absoluto y todos murieron menos estos cuatro. Pero España adquirió información sobre parte de los Estados Unidos.

Cabeza de Vaca regresó a España en 1537 y en 1542 publicó un libro llamado La relación o Naufragios. Éste fue el primer libro sobre los Estados Unidos donde se describe a los indios y sus costumbres, animales, plantas, la tierra y los ocho años de gran sufrimiento de esta expedición. Cabeza de Vaca consiguió que se le nombrara adelantado del Río de la Plata y partió de Cádiz en una expedición a finales de 1540. Exploró parte de Argentina, Brasil y Paraguay. Fue el primer europeo que describió las cataratas de Iguazú. Tratando de proteger a los indígenas de los abusos de los conquistadores provocó que los descontentos se sublevaran contra él y fue obligado a regresar a España. Murió en Sevilla el 27 de mayo de 1559.

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Frank de Varona is an educator, historian, journalist, and internationally known expert on politics, economics, foreign affairs and national security issues. He was born in Cuba and, at the age of 17, he participated on the Bay of Pigs invasion in an effort to eradicate communism in Cuba. After spending two years in prison, he returned to the United States, where he earned three college degrees. He is married and has a daughter and a grandson.

Mr. de Varona had a 36-year career in the Miami-Dade County Public Schools as a social studies teacher, principal, region superintendent, and associate superintendent of instruction. He also was an associate professor of social studies in the College of Education at Florida International Education for seven years. Currently, he is a part-time Adult Education Coordinator in the Miami-Dade County Public Schools.

He has written 20 books and many articles in newspapers and magazines. Among his books are Hispanics in U.S. History Volume 1 and Volume 2 (1989), Hispanic Presence in the United States (1993), Latino Literacy: The Complete Guide to Our Hispanic History and Culture (1996) and Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (2013). Mr. de Varona is the only Hispanic in the nation who has written three books in Spanish about Barack Obama: ¿Obama o McCain? (2008), El verdadero Obama (2010) and ¿Obama o Romney? (2012).  

Friday, April 12, 2013

Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario (por Frank de Varona)

Foto/Juan Carlos Agüero
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Nota del blog: A partir de este viernes Frank de Varona comienza a colaborar con una columna cada semana en el blog Gaspar, El Lugareño. 

Incia la sección con una serie dedicada a celebrar los 500 años de "La Florida".  Los textos de la serie pertenecen a su ensayo Presencia hispana en los Estados Unidos: Quinto Centenario, del que publicamos su presentación en el día de hoy. 

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El 2 de abril de 2013 se conmemora y celebra el Quinto Centenario del descubrimiento de La Florida por Juan Ponce de León. Más que un descubrimiento fue un encuentro entre dos mundos o un contacto entre europeos e indígenas en la tierra que con el tiempo llegó a ser la gran superpotencia mundial que es los Estados Unidos de América. Para el estado de la Florida y para la nación en general el Quinto Centenario de la llegada de la expedición de Ponce de León representa una gran oportunidad para recordar nuestra gloriosa historia.

Con la llegada de Ponce de León comienza la presencia hispana en La Florida y en los Estados Unidos. La Florida se convirtió en la primera frontera europea de nuestra nación. Muy pocos floridanos y estadounidenses se dan cuenta de la gran importancia de la presencia hispana en la Florida. Nuestros libros de historia comienzan la narración del desarrollo de los Estados Unidos con la llegada de los ingleses a Virginia y después a Massachusetts. Describen el establecimiento de las 13 colonias inglesas y olvidan que La Florida se exploró casi un siglo antes de la fundación de la primera ciudad inglesa en Jamestown, Virginia en 1607. Nuestros libros de textos de historia tienen serias omisiones y distorsiones en cuanto al aporte hispano a la nación. Existe un gran desconocimiento en la población general sobre la presencia y contribuciones hispanas a nuestra nación.

Hace 500 años nuestra península fue un fascinante escenario de importantes acontecimientos. En nuestro estado se construyeron las primeras ciudades, misiones y fuertes de esta nación. El Castillo de San Marcos, la Puerta de Entrada en San Agustín, el Fuerte de San Carlos de Barrancas de Pensacola y las casas antiguas son recuerdos silenciosos y testimonios de la presencia española de hace varios siglos. En la Florida se crearon las primeras casas, fuertes, misiones, escuelas, iglesias, hospitales, cabildos, plazas, astilleros de barcos, tribunales de justicia, negocios de todos tipos, la banca y el comercio internacional de casi un siglo antes que estas instituciones echaran raíces en Virginia y Nueva Inglaterra con la llegada de los ingleses. Cuando los peregrinos llegaron a Plymouth, Massachusetts en 1620, San Agustín, la primera ciudad europea permanente, llevaba 55 años de existencia.

La presencia española en La Florida abarcó 288 años. El primer período español duró de 1513 a 1763. Después La Florida fue adquirida por Gran Bretaña durante un período de 20 años. España recuperó La Florida y la gobernó en su segundo período de 1783 a 1821. Estados Unidos adquirió La Florida a través del Tratado de Adams-Onís y la ha gobernado por 192 años. No será después de muchos años que la bandera de los Estados Unidos habrá ondeado sobre Florida tanto tiempo como lo hiciera antes la bandera española.

El Quinto Centenario es un momento muy apropiado para recordar las grandes contribuciones y aportes que los hispanos han hecho a nuestro estado y nuestra nación. Un famoso historiador estadounidense, Charles F. Lummis, escribió lo siguiente: “Si no hubiera existido España… no existiría hoy los Estados Unidos… La razón de que no hayamos hecho justicia a los exploradores españoles es sencillamente porque hemos sido mal informados… Su historia no tiene paralelo… Amamos la valentía y la exploración de las Américas por los españoles: Fue la más grande, la más larga y la más maravillosa serie de proezas que registra la historia…”

La geografía de esta nación puede decirse que nació gracias a España. Juan de la Cosa hizo el primer mapa del Hemisferio Occidental en 1500. El mapa de Alberto Cantino de 1502 incluyó la península de La Florida. Otras exploraciones españolas ayudaron a Diego Ribeiro, cartógrafo de Carlos V, el emperador del Santo Imperio Romano y rey de España, a crear su mapa en 1529 que representó la costa este de los Estados Unidos.

España exploró y creó asentamientos, misiones y fuertes en casi el 80% de esta nación. Si uno examina el mapa de los Estados Unidos verá cientos de nombres en español de estados, condados, ciudades, ríos, lagos, desiertos, montañas, estrechos, golfos y mares. Hasta la capital de esta nación, Washington, D.C., rinde tributo a Cristóbal Colón. D.C. es la abreviación de Distrito de Columbia. Este pequeño ensayo pretende explicar las más importantes expediciones a la costa este y el golfo de México de los Estados Unidos con las biografías de los conquistadores y exploradores que las dirigieron, las misiones, los ranchos de ganado, la historia de San Agustín y el Castillo de San Marcos, el Fuerte de Mosé, la primera escuela integrada de San Agustín, la ayuda española a la independencia de los Estados Unidos con sus líderes el general Bernardo de Gálvez, el jefe de escuadra José Solano y Bote y el mariscal de campo cubano Juan Manuel de Cajigal. Por último narro la vida de David Farragut, primer almirante de esta nación y héroe de la Guerra Civil.

Es importante destacar el gran esfuerzo de España y de sus gobernadores en la colonización de La Florida en medio de terribles dificultades como la falta de fondos, insurrecciones indígenas y ataques de fuerzas de mar y tierra y piratas franceses e ingleses. España invirtió un gran esfuerzo y tesoro en la construcción de misiones para la evangelización y educación de los indios de La Florida y tuvo un éxito extraordinario.

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Mr. de Varona had a 36-year career in the Miami-Dade County Public Schools as a social studies teacher, principal, region superintendent, and associate superintendent of instruction. He also was an associate professor of social studies in the College of Education at Florida International Education for seven years. Currently, he is a part-time Adult Education Coordinator in the Miami-Dade County Public Schools.

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