Tuesday, November 27, 2012
Monday, November 26, 2012
Fragmento de la novela "La sangre del tequila" (por Félix Luis Viera)
Nota del blog: Ultimo de los cuatro nuevos fragmentos, publicados en este mes de noviembre, de "La sangre del tequila", novela
en proceso de creación de Félix Luis Viera. En el mes de agosto Viera presentó, en este
mismo espacio, cuatro fragmentos correspondientes al plano Verónica.
-----------------------------------
por Félix Luis Viera
Claro, no todo lo que sabía mi amiga farmacéutica Mercedes Giménez era por obra de su dar y recibir sexual. Ya insinué antes que ella resultaba una especie de investigadora de vocación innata, no inducida por algo o alguien. Ella, igual que Miguel de Cervantes Saavedra nació para escribir novelas y adelantarse en más de 400 años a lo que hoy sentencian los científicos literarios, nació para indagar en el sexo, sobre todo, como hecho recibido por las mujeres; algo que, desde su emancipación, olvidaron investigar las feministas, quienes de haberlo hecho, hubieran podido ofrecer soluciones y propuestas mucho más reveladoras a sus congéneres.
Investigó Mercedes desde muy joven y aparte de sus ocho casamientos y no pocas aventuras —infiero por lo que me contaba, aunque nunca me dio detalles de estas relaciones—, investigó, digo, entre cientos de mujeres amigas y conocidas y entre hombres conocidos, y amigos, como yo. Como he apuntado antes, Mercedes siempre sintió que su misión en la tierra era beneficiar al prójimo —al prójimo varón—en cuanto a la felicidad amoroso-sexual y, en medida más baja pero no poca, a la prójima. Porque “el varón es la víctima, la mujer tiene el eje de todo en su Eje”, acostumbraba sentenciar.
Pero ahí tienen que mi amiga no acertó —a la distancia y por adelantado, aclaremos en su favor—en dos cuestiones primarias en cuanto a Verónica Illescas y el que suscribe.
La primera. Verónica no abusó o no explotó —al menos sobremanera—su condición de la culipronta que ha partido por el centro al blanco (es decir, yo). Hasta el final su comportamiento fue el mismo de los inicios: el ánimo de gozar, el de polvorizarse en el sexo, y el de guerrear porque un hombre no la abandonara; un hombre que en ese caso era yo, pero pudo ser otro; un hombre. Si algo me impuso Verónica o alguna tarea me ordenara, sería porque yo mismo, tomado por esa obediencia zonzo-lírica en que, contradictoriamente, se podría decir, caen los amantes y las amantes pasionales, me había prestado.
El otro aspecto en que no acertó Mercedes Giménez fue en lo del sexo oral. Todavía en Cuba, apliqué invariablemente el curso sobre el tema que ella me impartiera allí en una banca de aquel parque. Y me dio grandes ganancias. Pero más, mucho más, me dio utilidades en México, donde, al parecer —o quizás todo fue obra no más de eso que suele brindar estadísticas apócrifas, la casualidad— los varones no suministran, al menos con el rigor y tenacidad que la farmacéutica me aconsejara, ese componente del sexo, y del amor.
En fin... yo resulté más adicto a realizar la ofrenda a Verónica, que ella a recibirla... No reclamaba ella si yo no le administraba el sexo oral —lo que pocas veces, con voluntad suma, dejé de hacer— y en cambio yo, en la medida que me esmeraba para realizarlo con toda la maestría que Mercedes Giménez y la vida —el resto de la vida— me habían enseñado, fui haciéndome adicto a los labios interiores y exteriores, al clítoris, a los pliegues olorosos a sal ardida de la vulva de Verónica Illescas, y al efecto que causaba en ella el bregar de mis labios, mi lengua, mi nariz en su sexo. Al efecto..., recalco: me hice adicto a sus gemidos en levante, que interminables parecieran, a sus jugos escanciados en mi cara —mi cara toda— que interminables parecieran. Adicto a serpear mis manos por el arco de su espalda-nalgas a la vez que mis labios, mi lengua, mi cara toda —mi ser ido, mi alma vendida, mi humanidad derrotada, diría un novelista cursi—faenaban en su sexo mientras mis ojos quisieran tragarse la imagen, extendida por la cercanía, de su abdomen, sus senos penduleando a ritmo de segundero, sus manos pegadas contra la pared.
De este modo, lo que podríamos decir que era el arma que yo empleara convencido de que me daría el gane, la supremacía con Verónica Illescas, se convirtió en lo contrario.
-------------------------------------------------------------
Félix Luis Viera (Santa Clara, Cuba, 1945). Poeta, cuentista y novelista. Ha publicado los poemarios: Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia (Premio David de Poesía de la Uneac*, 1976, Ediciones Unión, Cuba), Prefiero los que cantan (1988, Ediciones Unión, Cuba), Cada día muero 24 horas (1990, Editorial Letras Cubanas), Y me han dolido los cuchillos (1991, Editorial Capiro, Cuba), Poemas de amor y de olvido (1994, Editorial Capiro, Cuba) y La patria es una naranja (Ediciones Iduna, Miami, EE UU, 2010, Ediciones Il Flogio, Italia, 2011); los libros de cuento: Las llamas en el cielo (1983, Ediciones Unión, Cuba), En el nombre del hijo (Premio de la Crítica 1983. Editorial Letras Cubanas. Reedición 1986) y Precio del amor (1990, Editorial Letras Cubanas); las novelas Con tu vestido blanco (Premio Nacional de Novela de la UNEAC 1987 y Premio de la Crítica 1988. Ediciones Unión, Cuba), Serás comunista, pero te quiero (1995, Ediciones Unión, Cuba), Un ciervo herido (Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2002, Editorial L´ Ancora del Mediterraneo, Italia, 2005), la noveleta Inglaterra Hernández (Ediciones Universidad Veracruzana, 1997. Reediciones 2003 y 2005) y El corazón del Rey (2010, Editorial Lagares, México). Su libro de cuentos Las llamas en el cielo
es considerado un clásico de la literatura de
su país. Sus creaciones han sido traducidas a
diversos idiomas y forman parte de antologías
publicadas en Cuba y en el extranjero. En su país natal
recibió varias distinciones por su labor en favor
de la cultura. Fue director de la revista Signos,
de proyección internacional y dedicada a las
tradiciones de la cultura. En México, donde reside
desde 1995, ha colaborado en distintos periódicos
con artículos de crítica literaria, de contenido
cultural en general y de opinión social y política.
Asimismo, ha impartido talleres literarios y
conferencias, y se ha desempeñado como asesor de
variadas publicaciones.
Sunday, November 25, 2012
(Cuba) La lectura de tabaquería, patrimonio cultural de la nación
----------------------------------------------------------
---------------------------------------------------------------------
en el blog (Septiembre 25, 2009) Los "lectores de tabaquería" posiblemente sean "patrimonio inmaterial de la humanidad"
Saturday, November 24, 2012
del Camagüey ...
Ballet de Camagüey celebra sus 45 años
-------------------------------------------------------
Primer Festival Nacional de Estudiantes de Medios Audiovisuales
-------------------------------------------------------
Camagüey se acerca a su medio milenio de fundada
-------------------------------------------------------
Consulta de Homeopatía
-----------------------------------------------------
Béisbol
Béisbol
Oikos
Sección Oikos, con fotos de Juan Carlos Agüero. Dedicada a mostrar la
wildlife del Sur de la Florida, es el espacio green (cada semana) del blog
Gaspar, El Lugareño. Las fotos de Juan Carlos en el website Anhinga Wildlife
Tuesday, November 20, 2012
(Archdiocese of Miami) Sandy relief headed for Cuba
Foto/ANA RODRIGUEZ-SOTO | FC
------------------------------------------------
------------------------------------------------
(Archdiocese of Miami/Ana Rodriguez-Soto - Florida Catholic) MIAMI — A planeload of non-perishable food items — about 8,500 pounds — is on its way to the hard-hit Archdiocese of Santiago de Cuba to help the Catholic Church there feed the people affected by the ravages of Hurricane Sandy.
“This is an initial response to the devastation wrought by the hurricane in Cuba,” said Archbishop Thomas Wenski during a press conference at Miami International Airport Nov. 19, an hour before the 10 a.m. flight took off. “This will allow the Church in Cuba to minister to the people that were most severely affected by the storm.”
The food — cans of tuna, Vienna sausages, Parmalat milk, rice, beans and other non-perishable staples — was collected by various groups in South Florida, including the Friends of Caritas Cuba, the LaSallistas (alumni of schools run by the De LaSalle Brothers in Cuba), the Municipios de Santiago en el Exilio (exile group composed of former residents of the various towns in the province of Santiago de Cuba), and the Daughters of Charity of St. Vincent de Paul, who have convents throughout the island.
The Archdiocese of Miami also took up a collection over the past two weekends at all its parishes to raise funds to provide aid to those hit by Hurricane Sandy not only in Cuba but also in Haiti and the northeastern U.S.
“We purchased the remaining food products so we could have the plane take off at capacity,” Archbishop Wenski said.
Miami Air Cargo donated the airplane and the pilots donated their time, he noted. The shipment would be received in Santiago by Santiago Archbishop Dionisio Garcia and representatives of Caritas Cuba.
Within the Archdiocese of Santiago, 100,000 dwellings were destroyed along with 13 church buildings.
“It’s a disaster that touches the heart,” Archbishop Wenski said, and a “tremendous challenge for the Church over there.”
He noted, however, that the Church in Cuba “has always sought to help its people from within its own poverty.”
“This is an opportunity for us to express our solidarity with the Church in Cuba,” he said.
He added that the archdiocese hopes to send more supplies at a later date, possibly by sea, which allows a greater quantity of items to be shipped at a lower cost.
------------------------------------
en el blog:
(Santiago de Cuba) Daños en la Iglesia de San Francisco ocasionados por el huracán Sandy
Huracán Sandy deja al menos 11 fallecidos en Cuba
Benedicto XVI envia mensaje de solidaridad
Análisis primero del paso del huracán Sandy
Hurricane Sandy relief in Santiago de Cuba
"y eso que Alguien dijo "que no se iba hasta que no tuviéramos todos luz"... Y ya se fue"
(Santiago de Cuba) Daños en la Iglesia de San Francisco ocasionados por el huracán Sandy
Huracán Sandy deja al menos 11 fallecidos en Cuba
Benedicto XVI envia mensaje de solidaridad
Análisis primero del paso del huracán Sandy
Hurricane Sandy relief in Santiago de Cuba
"y eso que Alguien dijo "que no se iba hasta que no tuviéramos todos luz"... Y ya se fue"
Monday, November 19, 2012
Fragmento de la novela "La sangre del tequila" (por Félix Luis Viera)
Nota del blog: Los lunes de este mes de noviembre Félix Luis Viera
publicará cuatro nuevos fragmentos de "La sangre del tequila", novela
en proceso de creación. En el mes de agosto Viera presentó, en este
mismo espacio, cuatro fragmentos correspondientes al plano Verónica.
-----------------------------------
por Félix Luis Viera
Lucía Luévano vivió segura de que el “tronido” que le había hecho sentir El Sombras en todo resquicio de su cuerpo —el físico y el otro, el que sueña—, que luego ningún otro varón, animal, planta, flor, atardecer, noche o cosa le habían hecho sentir, aquel erizamiento de esa primera vez que El Sombras le tomara las manos, el fuetazo en el bajo vientre cuando él la acariciara desde la primera hasta la última vez... Eran el recuerdo de lo irrepetible que moriría con ella...
El Sombras sería para ella la huella del Amor y del Odio, la bestia que la infectara de algo que la arrimó a morir por mano propia al sobrestimar la pegada de la trichomoniasis cuando comenzara a brotar por su sexo el derrame amarillento, maloliente, espumoso; la vulva le ardiera, le picara, le picara, le ardiera, le picara todo un día y la noche de ese día y el otro día todo, y le punzara, con intermitencia y saña, algún estilete en la parte baja del vientre.
No encontró una manera de suicidio que le resultase llevadera. La que mejor le pareció fue la de la barranca. Desde párvula, sabía de personas que para morir se lanzaban hacia la barranca que se hallaba al fondo de la colonia. Comprendió que tenía miedo de matarse. Cada variante suicida que se le ocurría se la imaginaba demasiado dolorosa; el ahorcamiento: debería ser excesivamente angustioso sentir la cuerda partiendo el cuello, la nuca, esos huesitos; el envenenamiento con detergente, con tinta de lustrar zapatos: estimaba, por lo que había escuchado, que llevaba a dolores espantosos en el estómago y metía hacia la boca espumarajos horrorosos, no, no era muerte que ella quisiera, que pudiese resistir. Un cuchillo en el abdomen sería un buen trámite, rápido, vaciándose la sangre del cuerpo; pero se figuró su mano indecisa antes de clavarse el cuchillo, el primer miedo, y luego, el segundo miedo, la hoja partiendo sus tripas, el hígado tal vez, y en fin todo lo que había explicado la maestra de Anatomía que había allá dentro.
“Tan joven que era”, exclamaban los curiosos esa mañana en que entre cuatro o cinco personas traían al suicida de la barranca. Era un muchacho quizás de la edad que ella tenía ahora; solo vio parte del cuerpo, el tronco, la cabeza; estaba magullado, sucio de cara, de ropas; grisáceo todo lo que pudo ver del muerto.
“Tan joven que era”, podrían decir, dirían de ella cuando la trajeran de la barranca, muerta, con su sexo quizás aún destilando ese flujo amarillento, ese olor.
Finalmente comprendió que, si bien no tenía valor para matarse, que temía a la diligencia dolorosa, sucedía también que se amaba, amaba a su cuerpo, no quería dañarlo.
“Se me está amolando el bizcochito”, le dijo a la Madre, entre sollozos. Había salido del baño dando ayes, gritando para todos y para sí; había comprendido que se encontraba entre dos barajas: la muerte rápida por suicidio a la cual tanto temía, y la lenta, cuando su sexo, el bizcochito, fuera infectando todo su cuerpo, llenándolo de dolores, de mal olor, de secreciones, hasta llegar a sus ojos, de modo que ella ni siquiera podría ver cómo su cuerpo se corrompía día tras día; solo sentir que se iba desintegrando, convirtiéndose en agua sucia.
La Madre, que entonces se dedicaba a acopiar, clasificar, “reparar” las frutas y legumbres para las ventas del Abuelo, vería la foto de su sexo en el sexo de la hija: también ella había sufrido lo mismo cuando aquel, El Maese, el padre que Lucía Luévano no había visto jamás ni en fotografías, la contagiara. Lucía seguía llorando allí en la sala abrazada a la Madre y no aceptaba que la solución, como le aseguraba la Madre, fuera tan simple como tomar unas tabletas y aplicarse unas curaciones que le indicaría el médico de Salubridad. Entonces la Madre le contó a la hija, a la otra Lucía, a la otra Lucía Luévano, sus propias vivencias, su misma desesperación, su propósito de suicidarse por igual causa años atrás, hasta que le confió al Abuelo que su “bizcochito” estaba muriéndose y el Abuelo, siempre el Abuelo, cargó con ella para urgencias de Salubridad y ambos, la Madre y el Abuelo, dejaron de llorar cuando el médico les dijo que no había nada mortal en el caso, mientras salía del cubículo de reconocimiento amparándose la nariz con un pañuelo perfumado.
-------------------------------------------------------------
Félix Luis Viera (Santa Clara, Cuba, 1945). Poeta, cuentista y novelista. Ha publicado los poemarios: Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia (Premio David de Poesía de la Uneac*, 1976, Ediciones Unión, Cuba), Prefiero los que cantan (1988, Ediciones Unión, Cuba), Cada día muero 24 horas (1990, Editorial Letras Cubanas), Y me han dolido los cuchillos (1991, Editorial Capiro, Cuba), Poemas de amor y de olvido (1994, Editorial Capiro, Cuba) y La patria es una naranja (Ediciones Iduna, Miami, EE UU, 2010, Ediciones Il Flogio, Italia, 2011); los libros de cuento: Las llamas en el cielo (1983, Ediciones Unión, Cuba), En el nombre del hijo (Premio de la Crítica 1983. Editorial Letras Cubanas. Reedición 1986) y Precio del amor (1990, Editorial Letras Cubanas); las novelas Con tu vestido blanco (Premio Nacional de Novela de la UNEAC 1987 y Premio de la Crítica 1988. Ediciones Unión, Cuba), Serás comunista, pero te quiero (1995, Ediciones Unión, Cuba), Un ciervo herido (Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2002, Editorial L´ Ancora del Mediterraneo, Italia, 2005), la noveleta Inglaterra Hernández (Ediciones Universidad Veracruzana, 1997. Reediciones 2003 y 2005) y El corazón del Rey (2010, Editorial Lagares, México). Su libro de cuentos Las llamas en el cielo
es considerado un clásico de la literatura de
su país. Sus creaciones han sido traducidas a
diversos idiomas y forman parte de antologías
publicadas en Cuba y en el extranjero. En su país natal
recibió varias distinciones por su labor en favor
de la cultura. Fue director de la revista Signos,
de proyección internacional y dedicada a las
tradiciones de la cultura. En México, donde reside
desde 1995, ha colaborado en distintos periódicos
con artículos de crítica literaria, de contenido
cultural en general y de opinión social y política.
Asimismo, ha impartido talleres literarios y
conferencias, y se ha desempeñado como asesor de
variadas publicaciones.
Saturday, November 17, 2012
Oikos
Sección Oikos, con fotos de Juan Carlos Agüero. Dedicada a mostrar la
wildlife del Sur de la Florida, es el espacio green (cada semana) del blog
Gaspar, El Lugareño. Las fotos de Juan Carlos en el website Anhinga Wildlife
Friday, November 16, 2012
"Pas de deux", literatura desde el prisma femenino
PRÓLOGO
por Chely Lima
Toda lectura, todo enlace entre el lector que se adentra en el mundo —la música esencial— que propone un escritor, ejecuta con este un pas de deux, ese dúo en el que los pasos de ballet son ejecutados conjuntamente por dos personas.
El escritor o poeta propone, establece las reglas que soñó antes de plasmarlas, con la voluntad del explorador que dibuja un mapa en tanto se adentra en la espesura del continente nunca antes hollado. Su propio continente, el que fundó a partir de fragmentos muy íntimos de su ser. Una vez que han quedado abiertos los caminos, el lector sigue los pasos de aquel o aquella que le precedió inventando paisajes a medida que los describía, y es entonces que da inicio la danza en la que el lector se deja llevar y se compromete con personajes y cadencias que enriquecen su universo personal.
En ciertas dichosas ocasiones, para el lector su partenaire se vuelve tan cercano como si hubieran crecido juntos. Y la danza —el libro bien amado— se convierte en mucho más que una historia interesante o unos versos que se repiten en silencio, paladeando la melodía. El libro muta en obsesión y ladrillo de la pared de carga del espíritu, y ahí es que el pas de deux florece en formas que jamás nos hubiéramos atrevido a esperar.
En esta antología que tiene el encanto de lo que nunca ha visto antes la luz, cuatro voces trazan en castellano, ese idioma por completo mágico que heredamos de nuestros antepasados, su propia senda, la tonalidad que llevará a cada lector a sumarse a cuatro estilos diferentes de concebir el pas de deux, ya sea en forma de narraciones breves o de poemas.
Los cuatro autores viven, o han vivido alguna vez, en Miami, así que de algún modo comparten, más allá de sus hermosas variantes, una misma condición a la hora de percibir cuanto les rodea. Sin embargo, por haber nacido en sitios ahora lejanos, tanto en el tiempo como en el mapamundi, llevan consigo experiencias distintas y sintaxis peculiares que se entretejen para conformar la polifonía bajo la que se ejecuta el ballet.
Cuatro ritmos, cuatro miradas, cuatro sistemas solares girando en un solo libro es una medida apetecible.
Sean ustedes bienvenidos a la danza.
Nota: El libro se puede adquirir en la Feria del Libro de Miami 2012, en la sección E en el espacio de la Asociación Internacional de Arte y Cultura Hispana en Miami (AIPEH Miami).
Nota: El libro se puede adquirir en la Feria del Libro de Miami 2012, en la sección E en el espacio de la Asociación Internacional de Arte y Cultura Hispana en Miami (AIPEH Miami).
-------------------------------------------------------
Selección de poemas de Lizette Espinosa
A DESTIEMPO
De la piedad renace este
día de infinito sobresalto.
La compuerta se abre y
no atino a moverme,
mis pies han olvidado andar
sin el peso de los miedos.
La levedad asusta,
y el júbilo humedece de
temores a unos labios
resecos de silencio.
Es preciso que el sauce
llore sobre mis hombros
los secretos del mundo,
y el duende me confíe
la llave de los tiempos.
Para encontrar a aquella
que yo era, antes que
anocheciera.
LA HABANA
La Habana es hembra
de ventanas abiertas
que seducen al viento.
Es girasol cargado de
plegarias a una Oshun
que danza entre lamentos.
La Habana es negra
del ocaso impuesto.
Es balcón insinuante.
Es sol en el mechero.
Es la sal en los labios
aliñando el recuerdo.
Es el álbum de fotos.
Es adiós y amuleto.
Es pila de bautismo.
Es donde duermen,
padre, tus huesos.
DESCALZA
Descalza.
Para sentir del prado la
humedad de su lágrima.
Y mojarme los pies en el
frío alarido de la tierra,
recorriendo despacio sus
senderos de duelos y postigos.
Descalza.
Con la virginidad apaciguada
en sus misterios, en sus grutas
con verdes cortinas de miedo.
Sembrando en cada pena
una canción desnuda.
Un beso de mis pasos
embarrados de alas de cometa.
Descalza.
A la deriva, al viento, cuesta abajo.
Rodando sobre el lomo de su vasta
espesura de historias y cruzadas.
Vertiendo en la acritud de su angostura,
el tibio amanecer de mi naufragio.
METAMORFOSIS
Todo está como ayer, sin embargo
parece que han partido muchos trenes,
que han caído diluvios,
que ha habido un cataclismo,
o han bajado del cielo luciferes
mordiendo el tiempo
cubriéndolo de hondas
cicatrices azules, marcas crueles.
Quiero correr el velo de esta hora
y ver las viejas películas silentes,
en el sillón de mi antigua adolescencia
donde las horas yacen, no se mueven.
Quiero creer que estas alas tan rotas
no son el triste anuncio de una muerte
sino la voraz metamorfosis
de lo que pudo ser, a lo que fuere.
Todo está como ayer, sin embargo...
--------------------------------------------------
Lizette Espinosa. La Habana, Cuba, 1969. Actualmente reside en Miami, Florida.Ha desarrollado su vida profesional en el campo del diseño aplicado a la arquitectura y la ingeniería. Poemas y relatos suyos han aparecido en publicaciones periódicas en Estados Unidos, Colombia, Argentina y España. Su primer poemario, titulado Despertares, se encuentra en proceso de terminación. Es integrante de Asociación Internacional de Arte y Cultura Hispana en Miami (AIPEH Miami) y colabora en el periódico digital Globatium.
Ver entrevista a Lizette Espinosa en Payo Libre
Cubanos premiados en los "Latin Grammy 2012"
- Arturo Sandoval
- Mejor Album de Jazz Latino, por Dear Diz (Every Day I Think Of You)
- MejorAlbum de Tango, por Tango como yo te siento
- Mejor Ingeniería de Sonido, por Dear Diz (Every Day I Think Of You)
- Eliades Ochoa
- Mejor Album Tropical Tradicional, por Un bolero para ti
- Yalil Guerra
- Mejor Composición Clásica Contemporánea, por Seducción
Ver lista completa de premiados http://www.latingrammy.com/en/winners/122
Arturo Sandoval
Dear Diz (Every Day I Think Of You)
----------------------------------------
Eliades Ochoa
Un bolero para ti
------------------------------------------------
Yalil Guerra
Seducción
Performed by Elizabeth Rebozo
(Miami) "Imagine Liberation" by Miguel Rodez
Saturday, November 17, 2012
7:00 p.m. - 10:00 p.m.
Miguel Rodez Art Project Space
4229 SW 75 Ave, 2nd Floor
Miami FL 33155
(Miami) Matías Montes Huidobro presenta su libro "Un bronceado hawaiano"
A la venta en la Feria del Libro de Miami, Ediciones Universal, Editorial Aduana Vieja. Para cualquier información, contactar al autor mmhuidobro@aol.com
La novela Un bronceado hawaiano, de Matías Montes Huidobro, será presentada el domingo 18 de noviembre, durante la Feria Internacional del Libro de Miami
A Hawái le sienta el negro
por Luis Agüero, Miami
Lo primero a destacar en Un bronceado hawaiano, el más reciente título publicado por el poeta, narrador, dramaturgo e investigador Matías Montes Huidobro, es que posee una virtud que a mí se me antoja indispensable en cualquier novela: se lee de un tirón. El libro, de 357 páginas, cuenta una historia que se mueve a sobresaltos, aunque sin perder jamás el ritmo, entre el realismo áspero de los llamados “duros de pelar” (Chandler, Hammett y Cía), algunas situaciones que de un modo u otro remiten al código del absurdo y pasajes de un erotismo tan brutal que lindan con la pornografía; todo ello aderezado con disquisiciones, que transitan de lo lírico a lo filosófico sin ningún pesar, acerca del arte y el sexo, los celos, las relaciones profesionales, el asesinato como una de las bellas artes y todo lo humano y lo divino, incluyendo “la inmortalidad del cangrejo”, según el propio autor. A primera vista parecería que, en una supuesta novela negra, semejante mezcla, al igual que la lingüística y las matemáticas, como diría Ionesco, deben conducir siempre a lo peor; sin embargo, Montes Huidobro se las ha arreglado, gracias a su pericia como prestidigitador literario, para componer una obra que esconde al lector mucho más de lo que muestra. Los ingleses aseguran que el paquete es la mitad del regalo, y en este caso el atractivo paquete que supone la anécdota criminal oculta el regalo de un insólito rastreo por las veleidades del alma humana. Cuando uno termina de leer el libro está consciente de que se ha entretenido, de que la ha pasado muy bien, pero al mismo tiempo empieza a dudar si debe reiniciar la lectura de inmediato, y con mucho más atención, para descubrir de qué trata realmente esta narración que podría ser, como asegura uno de sus personajes, un rompecabezas al que le falta la pieza clave, a pesar de que si lograras encontrarla vas a darte cuenta enseguida que resulta en lo absoluto prescindible. Desde la misma portada, donde aparece como un reclamo publicitario el subtítulo Un film noir, se hace presente el interés del autor por dejar pistas falsas, pretendiendo hacer pasar por una película lo que debería ser un libro.
Si el subtítulo citado antes se acepta como uno de las vías para desentrañar cada escondrijo de esta novela, resulta obvio que Un bronceado hawaiano es ante todo un homenaje en tono de parodia —alguien dijo que toda parodia es en el fondo un homenaje— al cine negro norteamericano, y de paso a la literatura que le dio origen. Montes Huidobro se refiere con frecuencia casi maníaca a actrices, actores y directores de las películas más notables de este género, o sub género, o como quiera llamársele, así como a los autores de las novelas en que muchas de ellas se inspiraron; es más, sin temor alguno remite al lector en sus dos personajes femeninos protagónicos (Doris y Janet) a patrones de la femineidad que establecieron dos grandes estrellas de la pantalla (Lana Turner y Katherine Hepburn, respectivamente), e incluso crea un detective chino al que llama Chan, igual que el célebre Míster Chan del cine, llegando al colmo de hacerlo decir en determinado momento que es necesario tener “paciencia, muuuchaaa pacienciiiaaa…”, frase que hizo popular el personaje radial Chan Li Po creado por Félix B. Caignet, el mismo autor de El derecho de nacer, la madre de todas las telenovelas. Haciendo uso una vez más del juego de las muchas identidades, el autor no se conforma con la copia sino que se esmera también en dejar constancia de la copia de la copia.
Esta suerte de calistenia lúdica, que por lo general tiene carácter de humorada, de simple broma, a ratos se trasmuta en consideraciones de mayor peso, sacando a flote por ejemplo las miserias humanas de un estrato social que podría aparentar estar bien lejos de tal estigma: el mundillo intelectual académico en USA. La “locación” —para usar un término cinematográfico— de la novela se sitúa, además, en Hawái, una especie de paraíso terrenal, paisaje que no resulta precisamente el más apropiado, al menos desde el punto de vista literario más ortodoxo, para contar la historia de un asesinato. De principio a fin de la novela, Matías Montes Huidobro hace uso de encontronazos semejantes, lo cual le otorga a la narración un aire muy particular, una respiración como de pez vuelto al agua después de librarse del anzuelo que lo mantenía en el aire a punto de ahogarse.
Creo que uno de los aspectos más llamativos de la novela es el Narrador, así con mayúscula, como si fuera, y de hecho creo que lo es, otro personaje del libro, tal vez el único realmente protagónico, pues en última instancia es el que se ocupa en definitiva de hacer avanzar la acción. Transitado de una exposición más o menos convencional en tercera persona del singular hasta una insólita primera persona del plural, Matías Montes Huidobro cuenta esta imbricada historia desde muy diversos puntos de vista, apelando a veces al observador objetivo, otras al narrador omnisciente que todo lo sabe e incluso llegando al extremo de dialogar con el lector para confesarle que no tiene la menor idea de lo que le pasa por la cabeza a sus personajes. Una vez más el juego de mientras más parezco enseñar es que de verdad más escondo.
Un bronceado hawaiano es, como la pintura inútil, repetitiva y alucinada de Bob Harrison, su personaje clave, un libro que puede compararse con una cebolla de múltiples y disímiles capas, a las que es necesario ir penetrando hasta encontrar su desolador meollo. También, como señalé al inicio, es un libro que resulta muy agradable de leer, tal vez porque está repleto de sorpresas. A mí, en particular, me llegó la mayor de las sorpresas casi al final de la lectura, cuando se hace el minucioso inventario de la biblioteca de Chan, y me enteré, sin el menor asomo de duda, que entre una edición príncipe de Los miserables y las novelas de Agatha Christie y Mike Hammer, estaba una novela negra firmada por mí y que es probable que alguna vez haya escrito y a lo mejor hasta que fuera publicada, aunque de lo que sí creo estar seguro, no lo sé a ciencia cierta, es que jamás ganó ningún premio literario.
La presentación de Un bronceado hawaiano de Matías Montes Huidobro en Miami, tendrá lugar en la Feria Internacional del Libro el día 18 de noviembre (domingo) a las cuatro de la tarde (building 8), dentro del marco de un panel sobre “la novela negra”, donde también participarán Rodolfo Pérez Valero e Ignacio Cárdenas Acuña
Tuesday, November 13, 2012
(Santiago de Cuba) Daños en la Iglesia de San Francisco ocasionados por el huracán Sandy
Texto y fotos por P. Valentín Sanz
1- El presbiterio, como se puede ver (restaurado hace 9 años) no tuvo daño alguno. La capilla del Santísimo Sacramento tampoco tuvo serios problemas, pero lo "milagroso" -se puede decir- fue que la imagen de la Virgen de la Caridad que con motivo del Jubileo Mariano tenemos en este lugar (fuera de su altar) QUEDÓ EN SU PUESTO, siendo una imagen ligera como es ("de vestir") que debía haberse caído por la fuerza del viento que entró (véanse el ventilador y otras cosas en el suelo).
2- Parte del muro que da para el callejón de Capdevila, derrumbado por el huracán, con lo que el patio queda a merced de los elementos (de la naturaleza humana). Hemos tenido que recoger todas las tejas diseminadas por el patio para evitar que la gente se las lleve.
Ya hemos comenzado a reconstruir el muro, poniendo 2 columnas de sostén repartidas para darle consistencia.
3- Así quedó el órgano. Es (era) un órgano alemán de 1923. Encima tenía una fila de tubos que cayeron abajo. Hace unos años se había restaurado parcialmente con un proyecto de la República Checa ($7,500 USD).
Vinieron dos técnicos y estuvieron 15 días trabajando intensamente. Al final, uno de ellos, también organista excelente dio un concierto para
re-estrenarlo.
4- Dos fotos de los techos de casa y templo. En la del techo de la casa, ya se ve alrededor de la cuarta parte reparado (las tejas puestas de nuevo en su lugar), aunque ha quedado una parte sin cubrir por la cantidad de tejas rotas (provisionalmente se han puesto unas de zinc). Abajo queda el cielo-raso destruido y muchas de las cosas -muebles, etc. - que se mojaron con la lluvia (sobre todo del domingo antes pasado).
La del techo es una "panorámica" hecha en la computadora (a base de tres fotos tomadas desde el campanario). Este es un techo -tejas de zinc recubiertas de un plástico- que se puso "provisionalmente" hace como 12 años en esta parte del templo (el presbiterio, que no se ve aquí, porque está detrás, caído completamente 2 años antes de eso, restaurado hace ya unos 9 años -todo de cedro y tejas "criollas"- no sufrió casi nada). La reparación es más complicada, por la altura y porque faltan también tablas -debajo de las tejas- que se perdieron al ser arrancadas junto con las tejas, sobre todo en las naves laterales que estaban en bastante buen estado. Debajo de este techo, en la nave central hay como un "falso techo" que se conserva bastante bien.
5- Así quedó la mitad de la puerta central, de un tamaño y peso enorme (Las tres puertas del frente se abrieron por la fuerza del viento, pero el mismo día pude arreglarlas para poder cerrarlas), desprendida con su marco. De hecho, esta puerta central nunca se abría y estaba clavada o clausurada. Lo interesante es que la forma como cayó al suelo: el viento la empujo verticalmente, caminando unos seis o siete metros y luego cayó hacia el frente, es decir, la parte más cercana a la puerta ES LA PARTE DE ARRIBA, en lugar de caer tal como estaba. Se ha puesto un "parabán" para impedir el paso. La puerta de la casa o convento también fue tirada por el viento.
Todavía no se ha podido arreglar, aunque hemos puesto la misma puerta, tejas de zinc y otros objetos para impedir el acceso.
Monday, November 12, 2012
Fragmento de la novela "La sangre del tequila" (por Félix Luis Viera)
Nota del blog: Los lunes de este mes de noviembre Félix Luis Viera estará publicando cuatro nuevos fragmentos de "La sangre del tequila", novela
en proceso de creación. En el mes de agosto Viera presentó, en este
mismo espacio, cuatro fragmentos correspondientes al plano Verónica.
------------------------------------------------------
Solo tres veces en la vida Lucía Luévano, la nieta, la mujer policía, intentaría el amor, o el sexo, o ambas cosas a la vez (nadie sabe); las tres, sería un perfume — el Perfume—lo que la llevaría abrirse en primera instancia de pecho, y de piernas en segunda.
Pero debemos suponer, en este caso, que el Primer Perfume no se olvida: el de El Sombras, que, debemos suponer también, debió ser una colonia barata. Fue el olor que trajo El Sombras una de aquellas tardes en que ayudó al Abuelo a carretillar con la venta, lo que hizo que Lucía Luévano, la Niña, se abriera de pecho; entonces vio ella en El Sombras —que tenía 34 años de edad, 18 más que ella, que tenía 16—, al hombre perfumado, al Hombre.
Tampoco debemos reprocharle al Abuelo que no supiese que cuando la sangre Jala, hay que darle cuerda, no jalar en contra; si bien el jalón lo haya sentido, lo esté padeciendo —víctima es— alguien, la Niña, tan ofensiva como podría ser un colibrí, herido. Injustos seríamos si le reprocháramos al Abuelo desconocer que nadie es —ni aquella Niña, Lucía Luévano— con las personas que ama, como en realidad es; que ignorara que a quienes se ama se les oculta el lado del cobre, el frágil, el propenso al derrumbe. Y eso hizo Lucía Luévano.
Fue la Madre quien, con la cabeza gacha, le dijo al Abuelo que la Niña estaba embarazada, de El Sombras. Y más, que padecía esa extrañeza: esa comezón, ese olor en su bizcochito, seguramente contagiado a la Niña desde los fondos de El Sombras, le había asegurado el médico. Y más: El Sombras había desaparecido, no lo hallaban ni en las cuevas.
Unos meses después arribó a la colonia Gran Norte, desde el hospital materno, Rafita, el hijo de Lucía Luévano que unos años más tarde la Madre se llevaría al Parque en la noche, para que yo pudiera estar a solas con la Hija.
-------------------o-------------------
En mi última conversación con mi amiga farmacéutica Mercedes Giménez allí, en una de las bancas de aquel parque habanero cercano a la Manzana de Gómez, ella, quien ya he dicho antes, me demostrara que una mujer —sobre todo una mujer ya de alta edad, y sensata, sin duda—podría ser la gran amiga de un varón; ella, digo, con el pudor que la caracterizaba y que seguramente en esos momentos estaría pugnando contra su intención didáctica, contra su afán de hacer el bien mediante la materia que quizás dominaba mejor que la farmacología: la mujer como receptora de la acción sexual, trató conmigo en extenso los pormenores, en este caso, de la mujer como receptora del sexo oral.
A partir de aquella suerte de conferencia que Mercedes me impartiera esa tarde que, como decía, tristemente fue la última en que nos vimos, pude comprender perfectamente, o casi perfectamente, lo que podría sentir una mujer al recibir el sexo oral. Deduje que las mujeres, según lo dicho por mi amiga, en el momento clímax de esta recepción sentían algo así como un fibrilar que, cual espiral invertida, horadaba hasta llegarles aun a la boca mientras percibían un espasmo en los pezones —más aún las de pezones sensibles—y precisamente allí, en la boca, soportaban una especie de puño de agua que de inmediato se desintegraba—era un aviso—para dar paso al orgasmo clitoral.
Con su hablar suave, siempre reflexivo —nunca la vi apasionarse en ningún momento de nuestras conversaciones, ni siquiera cuando, en mi opinión, lo dicho exigiera indiscutiblemente el énfasis—, no diría yo que me informó a la micra, sino que me demostró por medio, sobre todo, de su gran capacidad para ejemplificar gracias a una metafórica sencilla y rotunda, la adicción de la que podría ser víctima una mujer cuando el sexo oral le era suministrado con la adecuada maestría, la cual debía incluir todas las fases de cocción lenta y rápida, así como la debida personalización y temporización de cada territorio —labios de la vulva, interior de esta y clítoris—sin olvidar que la utilización de la lengua, tanto del extremo, el frente y el dorso de ella, solo es válida con la justeza que cada fase exige; con la justeza que cada fase exige, y no otra, enfatizaría yo a partir de lo explicado minuciosamente por la amiga farmacéutica. Un detalle en el que ella hizo hincapié en esta charla fue la succión; la succión resultaba, según sus palabras, un recurso que era preciso utilizar con total precisión y justa tasa. La succión del clítoris, de los labios exteriores e interiores, del túnel vaginal todo, sería, tal vez, el equivalente al estoque en el toreo: constituía una inconsecuencia utilizarla antes o después de entrar a matar. Con la diferencia de que en el toreo se entra a matar solamente una vez, y en el sexo oral de hombre para mujer, varias.
No pocos consejos y prospectivas me había dado la farmacéutica en los suficientes años de amistad que tuvimos, desde que nos conocimos e intimamos ipso facto aquel mediodía en que fui a su farmacia a comprar unos condones, pero, precisamente al llegar mi turno en la cola, se terminaron. “Se te ve en la transparencia de tu mirada, hijo, que andas en busca de los condones por amor, no por desfachatez”. Me dijo luego de indicarme con un gesto que la esperara en una esquina del mostrador, para venderme luego, en clandestino, el paquete de condones cuando ya la farmacia estuvo libre de la chusma colera y compradora. Desde entonces fuimos amigos y casi de inmediato pasamos al tema que, lo comprobé enseguida, la obsesionaba como a mí: el sexo, o más bien dicho La Mujer y el Sexo. (Pues resulta que eso que suelen llamar las almas gemelas, a veces, en esta vida, solo a veces, se encuentran.)
Todas las recomendaciones y avisos que me hizo llegar Mercedes durante nuestra perdurable amistad, funcionaron en excelencia. Lo cual me hizo salir indemne en infinidad de situaciones escabrosas con sus cimas y simas en cuanto a mujeres se refiere, algo tan propio de un hombre como yo: errátil, veleidoso, inconsistente en fin en este asunto. Con ella —ya ven, más que con un amigo, un amigo hombre digo— me tecnifiqué en el sexo; antes me regía sobre todo por los instintos.
-------------------------------------------------------------
Félix Luis Viera (Santa Clara, Cuba, 1945). Poeta, cuentista y novelista. Ha publicado los poemarios: Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia (Premio David de Poesía de la Uneac*, 1976, Ediciones Unión, Cuba), Prefiero los que cantan (1988, Ediciones Unión, Cuba), Cada día muero 24 horas (1990, Editorial Letras Cubanas), Y me han dolido los cuchillos (1991, Editorial Capiro, Cuba), Poemas de amor y de olvido (1994, Editorial Capiro, Cuba) y La patria es una naranja (Ediciones Iduna, Miami, EE UU, 2010, Ediciones Il Flogio, Italia, 2011); los libros de cuento: Las llamas en el cielo (1983, Ediciones Unión, Cuba), En el nombre del hijo (Premio de la Crítica 1983. Editorial Letras Cubanas. Reedición 1986) y Precio del amor (1990, Editorial Letras Cubanas); las novelas Con tu vestido blanco (Premio Nacional de Novela de la UNEAC 1987 y Premio de la Crítica 1988. Ediciones Unión, Cuba), Serás comunista, pero te quiero (1995, Ediciones Unión, Cuba), Un ciervo herido (Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2002, Editorial L´ Ancora del Mediterraneo, Italia, 2005), la noveleta Inglaterra Hernández (Ediciones Universidad Veracruzana, 1997. Reediciones 2003 y 2005) y El corazón del Rey (2010, Editorial Lagares, México). Su libro de cuentos Las llamas en el cielo
es considerado un clásico de la literatura de
su país. Sus creaciones han sido traducidas a
diversos idiomas y forman parte de antologías
publicadas en Cuba y en el extranjero. En su país natal
recibió varias distinciones por su labor en favor
de la cultura. Fue director de la revista Signos,
de proyección internacional y dedicada a las
tradiciones de la cultura. En México, donde reside
desde 1995, ha colaborado en distintos periódicos
con artículos de crítica literaria, de contenido
cultural en general y de opinión social y política.
Asimismo, ha impartido talleres literarios y
conferencias, y se ha desempeñado como asesor de
variadas publicaciones.
Saturday, November 10, 2012
Oikos
Sección Oikos, con fotos de Juan Carlos Agüero. Dedicada a mostrar la
wildlife del Sur de la Florida, es el espacio green (cada semana) del blog
Gaspar, El Lugareño. Las fotos de Juan Carlos en el website Anhinga Wildlife
de la Cuba de hoy ...
(Redacción de Hablemos Press) La Habana, 9 de Noviembre.- Varios disidentes fueron detenidos el jueves, entre ellos la bloguera Yoani Sánchez, el escritor Ángel Santiesteban, el fotógrafo Claudio Fuentes, Eugenio Leal y los activistas Arabel Villafuente, José Díaz Silva, Mario Alberto Hernández y otros, que protestaban frente a la Unidad policial de Acosta en el municipio 10 de octubre de La Habana, por el arresto arbitrario de Antonio Rodiles, quien se encontraba en esta unidad.
Estas imágenes fueron tomadas por el foto reportero de Hablemos Press, Gerardo Younel, antes de abandonar el lugar.
Ángel Moya Acosta, Librado Linares García, Eduardo Díaz Fleitas, Félix Navarro, Iván Hernández Carrillo, Julio Aleaga Pesant y Guillermo Fariña Hernández, también resultaron detenidos en este mismo lugar.
En el video se puede ver a los agentes de la Seguridad del Estado golpeando a Yoani y a Ángel Santiesteban
----------------------------------------
más información en Cubanet, Diario de Cuba, Cubaencuentro, Noticias Martí ...
----------------------------------------
más información en Cubanet, Diario de Cuba, Cubaencuentro, Noticias Martí ...
(Santiago de Cuba) P. Valentín Sanz: "y eso que Alguien dijo "que no se iba hasta que no tuviéramos todos luz"... Y ya se fue"
por P. Valentín Sanz
Iglesia de San Francisco
Santiago de Cuba
Noviembre 8, 2012
Seguimos sin luz (dicen que ya está el 60 % arreglado, aunque habría que ver desde una altura a Santiago para comprobar que el número es demasiado optimista: y eso que Alguien dijo "que no se iba hasta que no tuviéramos todos luz"... Y ya se fue), tampoco tengo teléfono, ni puertas, ni muro del patio, ni cocinera (han estado "resolviendo" voluntarias "de facto". También "pegué la gorra" ayer en el Seminario, adonde fui a buscar agua potable). Y estoy -lo más grave- al quedarme también sin agua (desde hace dos días después de Sandy no ha llegado más, ni siquiera aquella "enriquecida con lodo" que entró entonces).
La lluvia torrencial del domingo terminó de dañar lo que Sandy no había estropeado. A esa hora, aunque habíamos tapado algunas cosas con nylons, me puse a ver con un paraguas (¡dentro de la casa!) lo que se mojaba -era casi todo- y de pronto sentí un estruendo: era una chapa de cartón que había caído completa en el cuarto del P. Arturo (él está en San Luis con su familia desde hace 4 meses, con un tratamiento de la vista). Minutos antes había estado allí. Eso me hizo volver a mi habitación y ponerme un casco de moto para volver a salir a revisar. En eso cayó otro pedazo de cielorraso con yeso de otra habitación. Las habitaciones -sin techo- quedaron todas inundadas, con el riesgo de filtrar por el piso hacia abajo (como pasó el día del ciclón) y bajé corriendo a poner un nylon encima del cemento que nos habían traído el día anterior, para que no se mojara. Lo demás... era imposible hacer algo para evitarlo. Pero, como dice un amigo mío "Dios aprieta... pero no suelta". Él lo dice en un sentido negativo, pero prefiero interpretarlo en el positivo...
Un Amanecer de esperanza: Ayer por la mañana, como a las 7am, solo aún, me disponía a rezar los Laudes en mi desvencijado patio, al pie de la Milagrosa de mármol -milagrosamente, valga la redundancia, incólume en medio de los árboles derribados- y en compañía de Bonn, mi perro pastor alemán (¿No suena el nombre?), cuando tocaron a la puerta de hierro del fondo: era la Divina Providencia montada en un Toyota con chapa de Guantánamo, venían los padres Valentino, Mateo (italianos) y el Diácono Carreño, cual tres nuevos Reyes Magos, del Extremo Oriente, de Baracoa. Traían un cargamento de cosas de aseo, ropa, comida, etc (incluidos los "peters" de chocolate de Baracoa: ¡Oh Feliz Sandy!). además de colectas de las comunidades de la ciudad y del campo. Además de una generosísima ayuda "a título personal" (léase padres bergamascos). También -y es lo que más me emocionó- un montón de cartas de la gente sencilla de la Ciudad Primada y sus alrededores, de conocidos y desconocidos... Como una señora del Jamal, que me recordaba y agradecía que yo bauticé a sus hijos... ¡Gloria a Dios! En fin, que lo "sembrado entre lágrimas se recoge entre cantares", como dice el Salmo 125.
Aprovecho también para responder a tantos mensajes que he recibido, de personas a quienes he escrito directamente y otras que han recibido mis correos remitidos por amigos y han respondido también con mensajes de consuelo y aliento, con promesas de oraciones y ayuda. Que el Señor los bendiga a todos.
Se me está acabando la batería del laptop... Luego iré a cargarlo y conectarme para enviar y recibir mensajes.
Gracias a Dios, la "carga de la fe" no se agota ni la "conexión" con el Señor y los hermanos en la oración tampoco...
Paz y bien. Un abrazo,
P. Valentín
Nota: Lamentablemente, aunque tengo muchas fotos, me es imposible, al menos por el momento enviarlas a los que me han pedido. Trataré de hacerlo cuando ya tenga luz y teléfono, desde casa.
Friday, November 9, 2012
Hurricane Sandy relief in Santiago de Cuba
Your Help Is Urgently Needed
Dear Brothers and Sisters in Christ,
Sandy hit southeastern Cuba early on Thursday, October 25th with top sustained winds up to 110 miles per hour (177 kph) that left a trail of destruction, especially in the historic city of Santiago de Cuba. Images on Cuban television showed downed trees, damaged buildings and debris-clogged streets in the island's second largest city, which suffered a direct hit when the storm came ashore in the early morning hours. Not excluded from the destruction were the churches, pastoral and religious houses of the Catholic Archdiocese.
Church buildings totally destroyed:
- Templo de la Merced, Songo. Parroquia de la Maya.
- Templo de San Pedro, Barrio San Pedrito. Parroquia de Cristo Rey. Santiago de Cuba
- Templo Parroquial San Antonio María Claret, Rpto. Sueño. Santiago de Cuba.
- Templo San Rafael Arcángel, Cayo Granma. Parroquia María Auxiliadora. Santiago de Cuba.
- Templo Ntra. Sra. de la Caridad. San Vicente
- Templo Ntra. Sra. de la Merced. Baltony. Parroquia de la Maya.
- Templo San José de la Clarita. Parroquia del Cobre.
- Templo del Central Oriente. Parroquia de Palma Soriano.
Church institutions seriously damaged:
- Santuario Nacional de Ntra. Sra. de la Caridad del Cobre y dependencias.
Santuario: Puertas y 5 vitrales destruidos.
Casa de Retiro y de acogida a peregrinos: Afectaciones severas en el techo de las habitaciones.
- Seminario
Afectaciones múltiples en el templo y en otras dependencias.
- Catedral
En reparación. Quedó todavía más afectada; perdida de los cupulinos de las torres y afectaciones mayores en el techo.
Your financial help is urgently needed to support relief efforts in Santiago de Cuba. Your tax deductible donation will assist in providing meals, water, supplies and help in the rebuilding efforts throughout this region.
You may make a tax deductible donation via the following account:
Account name: Our Lady of Charity of Cobre Foundation
Routing Number: 026013673
Account: 4247874385
SWIFT: NRTHUS33XXX
You may also send a check to:
Our Lady of Charity of Cobre Foundation
P.O. Box 40368
Glen Oaks, New York 11004-0368
Please specify that the donation is for the relief of the victims of hurricane Sandy.
Your financial assistance and generous contribution would be highly appreciated by Archbishop Dionisio Garcia on behalf of the people of Santiago. If you should require additional information, please contact the President of the Foundation:
Most Reverend Octavio Cisneros, DD
Auxiliary Bishop of Brooklyn
7200 Douglaston Pkwy.
Douglaston, NY 11362
Tel. 718-281-9677
May the Lord bless your generosity and solidarity with the people of Cuba.
Mario J. Paredes
Presidential Liaison
Roman Catholic Ministries
American Bible Society
1865 Broadway, New York, NY 10023
Tel: 212.408.1280
Fax: 212.408.8729
MParedes@AmericanBible.org
www.AmericanBible.org
Wednesday, November 7, 2012
Democracia
Obama's Complete Presidential Victory Speech
--------------------
Mitt Romney Concession Speech
Tuesday, November 6, 2012
(Miami) Elena Iglesias presenta su libro "Apremiante deseo de manantial"
Alliance Francaise, eRIGINAL Books y Project Zu
invitan
a la presentación del libro
Apremiante deseo de manantial
de Elena Iglesias
Jueves, 8 de noviembre
7pm a 9pm
Alliance Francaise
618 Southwest 8th Street
Miami, FL 33130
Alliance Francaise
Presentación a cargo
de Karin Aldrey
Elena Iglesias (Cuba) es escritora y periodista independiente. Es autora de cuatro poemarios: Península (1977); Mundo de Aire (1978), con poemas premiados por la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas; Campo Raso (1983), fruto del Taller de Poesía del Centro de Estudios Latinoamericanos Rómulo Gallegos de Caracas; y Temblor de Luz (2009), dedicado a Dulce María Loynaz.
Es además autora de Cuenta el Caracol (1995), recreación de patakíes de la tradición afrocubana; dos libros de cuentos infantiles, Aloni Gabriel y Mariposa / Aloni Gabriel and Butterfly (2004, 2005 y 2009, 2011) y Who am I Butterfly? (2011); y un libro de fábulas The Philosophy of My Wandering Cat, también del 2009.
Monday, November 5, 2012
Fragmento de la novela "La sangre del tequila" (por Félix Luis Viera)
Nota del blog: Los lunes de este mes de noviembre Félix Luis Viera publicará cuatro nuevos fragmentos de "La sangre del tequila", novela en proceso de creación. En el mes de agosto Viera presentó, en este mismo espacio, cuatro fragmentos correspondientes al plano Verónica.
por Félix Luis Viera
Tantos historiadores y cronistas relatan sobre los bosques citadinos y los parques de ciudad omitiendo —¿por autocensura?— los lances amorosos y sexuales —asuntos muy distintos— que en ellos han sido. Solemos leer, ver en la TV, escuchar por la radio o de boca humana infinidad de atractivos de los bosques y parques urbanos, sus verdores, su flora, su fauna, sus orígenes, edades, anécdotas a veces de fantasmas, a veces épicas—y a veces, las más, tontas como la del vendedor que allí en el Parque se quedó sin mercancías o de la anciana que se cayó al subir una cuesta o del niño al que se le reventó el globo.
Así, rara vez las protagonistas confiesan que fueron desfloradas en un bosque, un parque urbano. Uno debe suponer que, según los cánones, estos no son lugares de ley para abandonar la Región de las Vírgenes. Realicé un muestreo entre 19 mujeres —de confianza, claro—y todas me dijeron que habían entregado su virginidad en un hotel —la mayoría en un hotel de ciertos lujos—; ninguna en una esquina, un arenal, un sao, en una casa extraña ni en la suya... y menos en un parque, un bosque urbano. Estas 19 se septuplicaron casi cuando les pedí que les preguntaran a sus amigas íntimas dónde había sido. Las respuestas fueron exactamente iguales. Sabemos que es mentira.
Lucía Luévano confiesa en el hotel de paso Quinta las Delicias, como si hablara, más que conmigo, con ella misma, la de Ayer; o sería mejor decir como quien Se relata unas imágenes de hace doce años, que ahora mismo se ha puesto a revisar.
El entrenador Cuauhtémoc Portieles esa tarde llevaba la intención de violar a Lucía Luévano, mujer policía bisoña, de entonces unos meses mayor de 20 años. Portieles, un hombre blanco, joven, alto, desgrasado, musculoso, de abundante cabello castaño claro.
Según se rumoraba en la Escuela para Policías Mujeres de la ciudad de México, Cuauhtémoc Portieles había tenido éxito en la suma de cursos anteriores: algunos comentarios afirmaban que más de diez, otros que veinte o más de las alumnas habían sido tomadas por él, allí cerca, en el Bosque de Chapultepec, a lo largo de su labor como instructor de taekwondo. Sin embargo, en el curso de Lucía, Cuauhtémoc Portieles marcaba cero: solo tres alumnas no eran novias de policías de más altos rangos o de políticos delegacionales o de otros hombres; de las tres que quedaban, ahora hablando como los animales, era Lucía la mejor (“sería que las otras dos eran muy gorditas, tenían pancita y eran hasta más chaparritas que yo”). Ya imaginará el lector que aquella Lucía policía bisoña, no era Lo que yo me encontré un poco más de doce años después.
A los veinte años, ella no quería tener novio nunca jamás.
La crió el abuelo, que había sido abandonado por la abuela alcohólica quien, el día que se tomó el Tequila del Olvido, recogió sus ropas —solo sus ropas, ni siquiera Todas sus pertenencias—y abandonó al abuelo, que entonces no era el Abuelo, con la madre de Lucía de única hija, que entonces no era la Madre de Lucía, sino una púber de igual nombre enamorada de un joven mayor que ella, El Maese apodado, quien se dedicaba a la pelea de gallos o específicamente a pulir, comprar y revender las espuelas de acero que aquí les hacen utilizar a los gallos de lidia, quien una noche de invierno —“de mucho invierno”—se ayuntó con la que sería la Madre de Lucía allí, en un lote baldío de la colonia Gran Norte, y desfloró, fecundó y se fue, y cuando la Madre, que entonces era una niña, o una niña casi, le “reclamó” a El Maese que él la había fecundado, se fue él de manera tan convincente que si la Madre no hubiese tenido vómitos y más síntomas y su barriga no hubiera crecido a ese paso de la Natalidad, el Abuelo no hubiera creído jamás que EL Maese, “ese canijo” que bien sabía él merodeaba a su hija, la había preñado, y ella, “la muy mensa me lo dice” cuando ya no había remedio ni cocimientos ni tiempos para descepahijos clandestinas. El Maese la había preñado para siempre y de tal manera que “abuelito” en ese “embarazo en la soledad de la vida”, sería, aparte de esos parientes de segunda luneta y por lo tal visitantes esporádicos, él, el Abuelo, sería quien acompañara a la Niña en las rutinas médicas, los gritos de parturienta, las primeras noches de vida de Lucía Luévano en el fárrago del hospital, “abuelito” quien “se confesó” con la directora de la Secundaria No, no es que la Niña esté enferma, está parida, por vergüenza le ha mandado decir que está enferma, el Abuelo con su cara requemada de vendedor carretillero de frutas aun más estropeada en esos momentos por las lágrimas, “hijita, porque esta fue la tercera vez que lloro en mi vida, cuando nací, seguro, cuando tu mamá se fue, y ahora frente a la licenciada directora”, le confiaría el Abuelo a Lucía, su hija, y mucho después a Lucía, su nieta.
-------------------------------------------------------------
Félix Luis Viera (Santa Clara, Cuba, 1945). Poeta, cuentista y novelista. Ha publicado los poemarios: Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia (Premio David de Poesía de la Uneac*, 1976, Ediciones Unión, Cuba), Prefiero los que cantan (1988, Ediciones Unión, Cuba), Cada día muero 24 horas (1990, Editorial Letras Cubanas), Y me han dolido los cuchillos (1991, Editorial Capiro, Cuba), Poemas de amor y de olvido (1994, Editorial Capiro, Cuba) y La patria es una naranja (Ediciones Iduna, Miami, EE UU, 2010, Ediciones Il Flogio, Italia, 2011); los libros de cuento: Las llamas en el cielo (1983, Ediciones Unión, Cuba), En el nombre del hijo (Premio de la Crítica 1983. Editorial Letras Cubanas. Reedición 1986) y Precio del amor (1990, Editorial Letras Cubanas); las novelas Con tu vestido blanco (Premio Nacional de Novela de la UNEAC 1987 y Premio de la Crítica 1988. Ediciones Unión, Cuba), Serás comunista, pero te quiero (1995, Ediciones Unión, Cuba), Un ciervo herido (Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2002, Editorial L´ Ancora del Mediterraneo, Italia, 2005), la noveleta Inglaterra Hernández (Ediciones Universidad Veracruzana, 1997. Reediciones 2003 y 2005) y El corazón del Rey (2010, Editorial Lagares, México). Su libro de cuentos Las llamas en el cielo
es considerado un clásico de la literatura de
su país. Sus creaciones han sido traducidas a
diversos idiomas y forman parte de antologías
publicadas en Cuba y en el extranjero. En su país natal
recibió varias distinciones por su labor en favor
de la cultura. Fue director de la revista Signos,
de proyección internacional y dedicada a las
tradiciones de la cultura. En México, donde reside
desde 1995, ha colaborado en distintos periódicos
con artículos de crítica literaria, de contenido
cultural en general y de opinión social y política.
Asimismo, ha impartido talleres literarios y
conferencias, y se ha desempeñado como asesor de
variadas publicaciones.
Subscribe to:
Posts (Atom)