Thursday, October 13, 2016

Alerta ciclónica (desde la mirada de Guillermo Alvarez Guedes)


Bob Dylan, Nobel Prize in Literature 2016

Press Release
13 October

The Nobel Prize in Literature for 2016 is awarded to Bob Dylan: "for having created new poetic expressions within the great American song tradition".

(Miami) Drawing Exploration at Miguel Rodez Art Projects

Some viewers are puzzle-solvers, who prefer artwork that appeals to their intellect in ways that challenge them. Others prefer their artwork served raw, that is artwork that is bold and brazen. Pieces representing these concepts will be on view for the fourth year anniversary of Miguel Rodez Art Projects. They are mostly drawings where the volume of realism turns towards the magical realm. All the works are commentaries of our times and subject to interpretation. Whether you are an openminded person, eager to uncover some subtle meaning, or whether you prefer more upfron display of artistic expression, this is the show for you to see. This show coicides with the Bird Road Art Walk, which takes place on the third Saturday of the month and with a theater presentation at the Spanish language theater at Havanafama.


Saturday, October 15 at 7:00 p.m.
Miguel Rodez Art Projects
4229 SW 75 Ave, Miami FL 33155 

(Miami) MANO Fine Art presents Deep Like A River



Saturday, October 15 at 7 p.m.

MANO Fine Art Project Space in the Bird Road Art District
4225 SW 75 Ave
Miami 33155
305.467.6819


Stay connected:
Facebook:@MANO-Artist
Twitter:@MANOFineArt
Instagram: @MANOFineArt

Web: http://www.manofineart.com/

(Miami) Invitación para la presentación de la revista CARITATE de agosto/ septiembre de 2016,



El Centro Cultural Hispano para las Artes de Miami, la Fundación APOGEO para el arte público y la Fundación de las Américas tienen el gusto de invitarle a la presentación de la revista CARITATE de agosto/ septiembre de 2016, con Yaky Ortega y María Elena Páez en portada, y un amplio dossier dedicado al recientemente concluido XXI Festival Internacional de Ballet de Miami, así como una entrevista al cantautor Osvaldo Rodríguez por sus 50 años de vida artística, entre otros tantos temas de interés que aparecen en esta edición.

Sábado 15 de octubre de 2016 a las 6:00 p.m.

Centro Cultural Hispano para las Artes de Miami
111 SW 5th Ave., Miami, FL. 33135

Teléfonos: 305 978 0312/786 390 5855

Entrada y parqueo gratis

Wednesday, October 12, 2016

Después de la Tormenta (por Carlos. A. Peón-Casas)

 
Baracoa (Cuba)
Foto: Ramón Espinosa/ AP
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El título de un conocidísimo relato del maestro Hemingway que se vincula a los azotes de un huracán en las inmediaciones de Key West, me sirve hoy de pretexto por el reciente paso troglodítico, por la porción más oriental de Cuba, del huracán de gran intensidad Matthew, quien ha dejado, por esta zona, una estela de inequívoca devastación.

El relato de marras, que se involucra con una poca aireada anécdota ciclonera en la Cuba de 1919 fue, antes, como casi todos los relatos de Papa, una historia real.

Se la confió uno de sus mejores amigos de Cayo Hueso, Eddy Saunders, más conocido por Bra. Baker nos retrata el minuto del encuentro de un recién llegado Hemingway, en 1928, con aquel:
Pronto conoció a Bra Saunders, un guía profesional de pesca quien sabía al dedillo cada banco de arena, cada cayo, y cada pantano de mangles desde Homestead hasta Dry Tortugas.
El conchero, apelativo con que se conocen los nativos de Cayo Hueso, vivió de primera mano, la historia que Hemingway volvió a recrear años después, la del terrible destino que tuviera el vapor español Valbanera que había zarpado, de Santiago de Cuba, luego de recorrer todo el Atlántico, y tenía por destino la Habana. 

A sabiendas de la tormenta, intentó llegar a la capital cubana antes que aquella, pero encontró su fatídico final aquel 10 de septiembre de 1919.

Su trágico signo, lo llevó a hundirse, justo frente a las costas de Cayo Hueso, en un sitio de arenas movedizas, conocido como Rebecca Shoalds. Las pérdidas humanas ascendieron a 488.

El personaje de la historia de Hemingway, claro alter ego de Saunders, después de pasada la tormenta, descubre antes que nadie el pecio, y se toma por su cuenta, la misión del rescate de lo que buenamente pudiera salvar del naufragio. 

Pero, su empeño no pasa de allí. Los armadores del barco, avisados del suculento caudal que atesoraba el buque siniestrado, tomaron la delantera, y rescataron el que debió ser un cuantioso caudal. 

Nuestro héroe, como casi todos los personajes de esta célebre colección de relatos, terminó por “no llevarse nada”. Sus palabras finales son un poema: “Primero llegaron los pájaros, después yo y después los griegos, y hasta los pájaros le sacaron más que yo”

Tuesday, October 11, 2016

Crónica: El gran cantor decimista (por Waldo González López)


Si escribo su verdadero nombre, la mayoría de los ciberlectores pensarán que me refiero al gran pitcher cubano, fallecido en un accidente marítimo no hace mucho en Miami, con apenas 24 años de edad.

Pero su nombre lo han llevado muchos en Cuba, especialmente, algunos tan ilustres como los grandes poetas José María Heredia, José Martí y José Lezama Lima, por sólo ejemplificar con tres grandes.

Como todos saben, a los José se les suelen llamar casi siempre Pepe, pero a este José, nadie lo llamaba Pepe, sino Joseíto, Joseíto Fernández, quien también era conocido por su mote preferido: «El Rey de la Melodía».
Joseíto Fernández Díaz —zapatero, vendedor de periódicos y dueño de múltiples oficios que ofrecían el sustento a su humilde familia— trascendería al mundo con su voz y su gracia natural. Callado y respetuoso desde niño, ya cantaba a los doce años escondido de su madre, contraria entonces a carrera tan indigna para un caballero.


Respetado por todos por su talento y elegancia, caminaba las calles de su capitalino barrio Los Sitios e iba a las emisoras a cantar siempre vestido con su impecable ropa blanca: guayabera, pantalón y con su clásico sombrero del mismo color.

Como todos saben, el universalmente conocido creador de la clásica canción «La Guantanamera», además de cantante, fue compositor y repentista, y a los doce años comenzó a cantar boleros, canciones y guarachas en un trío aficionado y luego integró sextetos.


Hay más de 150 versiones de «La Guantanamera» a cargo de prestigiosos vocalistas e instrumentistas, entre ellos Benny Moré, Démis Roussos, Paul Mouriat, Richard Clayderman, Libertad Lamarque y José Feliciano. Genuino hombre de pueblo y, en consecuencia artista popular, Joseíto se mantuvo incólume ante la popularidad merecida. Autor de conocidas canciones, nunca quiso viajar al extranjero porque decía que al estar fuera de Cuba moriría de nostalgia.

De su humildad y rectitud, de su entrañable amistad con Barbarito Diez como de ese sentir criollo que mantuvo hasta el final de su larga existencia, se muestran ejemplos en su Casa-Museo de Los Sitios (en la calle Gervasio, número 658, Municipio Centro Habana). Orgulloso de sus virtudes, no por gusto expresaría en versos un día: «No hay un sólo acto en mí / que aminore la valía / la gran honradez y hombría / ambas virtudes muy grandes / de Joseíto Fernández, / El Rey de la Melodía».

Aparte de la mundialmente conocida Guajira guantamera (guajira-son compuesta en 1928 e inscrita en 1942), creó otras célebres piezas (sones, guarachas y guajiras), como «Elige tú que canto yo» —popularizada por Benny Moré—, «Amor de madre», «Demuéstrame tú» y «Así son, boncó» y, entre otros, los boleros «Yo te enseñé» y «Qué sorpresa». Por ello, sería denominado El Rey de la Melodía. 

En una memorable ocasión, realizó con su gran colegamigo Benny Moré una inusual controversia musical, cuando ambos repentizaron magistralmente, tal recuerda el periodista Víctor Pérez-Galdós en su ameno libro Joseíto Fernández y su Guajira Guantamera (1999). 

Significativo talento natural, sin estudios (como Benny Moré, «El Bárbaro del Ritmo» y, a fines del siglo XX, Polo Montañez, «El Guajiro Natural»), llegó al pináculo de la fama. Con su desaparición física, se perdió uno de los símbolos musicales cubanos. 

Por ello, a su muerte, Nicolás Guillén expresaría:
Yo creo que con la desaparición de él perdemos naturalmente una figura de primer plano y no hay manera de llorarlo porque no se resucita, lo que sí hay que encontrar el modo de sustituirlo y hacer que su arte permanezca, de lograr que sea Joseíto no solamente la figura que fue, sino la que tiene que ser mañana también. Hoy La Guantamera se escucha en todas partes, en todas partes es conocida y naturalmente en todas partes lleva un mensaje (a lo que añade este cronista: «que es el mensaje del oprimido pueblo cubano.



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WALDO GONZÁLEZ LÓPEZ (Puerto Padre, Las Tunas, Cuba, 1946).
Poeta, ensayista, crítico literario y teatral, editor, antólogo y periodista cultural.
Cursó estudios de idioma Francés en el Instituto de Idiomas «Máximo Gorki» (1964-1966).
Se graduó en 1970 en la Escuela de Teatro (Escuela Nacional de Arte), donde creó el Archivo de Dramaturgia e impartió clases de Historia de la Literatura para Niños y Jóvenes, en la Cátedra de Teatro para Niños (cofundada por él) y de Historia del Teatro Universal y Cubano.
En 1979, se licenció en Literatura Hispanoamericana, en la (Universidad de La Habana, 1979).
Integró el Centro Cubano de la Asociación Internacional de Teatro y de Teatristas para la Infancia (ASSITEJ, auspiciada por la UNESCO), como asimismo las Asociaciones de Teatristas y de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en sus Secciones de Crítica Teatral, Poesía, Traducción Literaria y Literatura para Niños y Jóvenes.
Fue Asesor del Teatro Nacional de Cuba y de los Centros Iberoamericanos de la Décima (en la capital, La Habana, y en la ciudad de Las Tunas). 
RESUMEN DE SU TRAYECTORIA LITERARIA:
Ha publicado una veintena de poemarios, un volumen de ensayo, tres de crítica y otro de crónicas, así como una treintena de antologías de poesía y poesía para niños, décima, cuento y teatro de autores extranjeros (William Butler Yeats, Jacques Prévert, García Lorca, Rafael Alberti...) y dos de teatro cubano.
Sus versos han sido traducidos a varias lenguas y publicados en Francia, Estados Unidos, México, Colombia y Argentina. Ha traducido del francés a poetas como Marie de France, Molière, Joachim du Bellay y Jacques Prévert, y realizó versiones de poetas para la antología Poesía polaca.
Su labor como poeta, crítico teatral y literario, antólogo y ensayista ha sido reconocida, entre otros estudiosos extranjeros por las pedagogas y antólogas puertorriqueñas Flor Piñeiro e Isabel Freire de Matos en su volumen Literatura Infantil Caribeña; el profesor y ensayista jamaicano Keith Ellis, en su estudio Cuba’s Nicolás Guillén: Poetry and Ideology, y el antólogo y ensayista español Antonio Merino en el prólogo de su antología Nueva poesía cubana.
Prestigiosos ensayistas y críticos cubanos, como, entre otros: los doctores Salvador Bueno y Virgilio López Lemus, los destacados escritores: Adolfo Martí, Imeldo Álvarez y Antonio Gutiérrez Rodríguez se han ocupado de sus múltiples libros.
Ensayos suyos fueron incluidos en las antologías Nuevos críticos cubanos, Acerca de Manuel Cofiño y Valoración múltiple: Onelio Jorge Cardoso.
Fue jurado consuetudinario en eventos literarios, teatrales y de periodismo cultural, y participó en varios Congresos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), foros y otros encuentros con especialistas de Cuba y otros países. 
OBRAS:
Entre sus numerosos libros, resaltan: 
POEMARIOS: 
Que arde al centro de la vida
Salvaje nostalgia
Casablanca
Las palabras prohibidas
Estos malditos versos
Ferocidad del destino
El sepia de la nostalgia
Umbral de la nostalgia (libro de arte, con sus poemas ilustrados por la destacada artista plástica cubana Julia Valdés). 
POEMARIOS PARA NIÑOS: 
Poemas y canciones
Donde cantan los niños
Jinetes del viento
Libro de Darío Damián
Voces de la querencia. 
ANTOLOGÍAS POÉTICAS (CON SELECCIÓN Y PRÓLOGO SUYOS):
-Preciosa y el aire (textos de García Lorca, 1976)
-Los versos de tu amigo (textos de García Lorca para jóvenes, 1978)
-Que soy marinero yo (textos del español Antonio Machado, 1984 , Premio de la Crítica de libros para la infancia, 1985).
-Cazador de colores (poemas del cubano Emilio Ballagas; 1986).
-Paris at night (poemas de Jaques Prévert, con traduc. y pról. suyos, 1993).
-Y Dios… (poemas de William Butler Yeats, 1993).
-Añorado encuentro. Poemas cubanos sobre boleros y canciones (2001).
-Viajera intacta del sueño. Antología de la décima cubana (2001).
-Este amor en que me abraso (décimas de José Martí; 2003).
-De tu reino la ventura. Décimas a las madres (2003).
-Que caí bajo la noche. Panorama de la décima erótica cubana (2004). 
ENSAYOS: 
Escribir para niños y jóvenes (1983).
ESTUDIOS: 
-La lectura, ese esplendor (ensayos sobre lectura y literatura) publicado por Campaña Nacional por la Lectura, Quito, Ecuador (2009).
-Navegas, Isla de Oro. Panorama de la décima para niños (en colaboración con Mayra Hernández; 2009).
-Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX (en colaboración con Mayra Hernández, en 2 tomos: 2009 y 2010).
CRÍTICA LITERARIA: 

La décima dice más (2005)
La décima, ¿sí o no? (2006), ambos con sendas reediciones. 
CRÍTICA TEATRAL: 
La soledad del actor de fondo. Monólogos cubanos (1989)
Cinco obras en un acto (2001). 
CRÓNICA: 
Niebla de la memoria. 
TERTULIAS:
Entre 1990 y 2010, creó y condujo cinco (5) Tertulias de Poesía, Teatro y Música en importantes centros e instituciones culturales de la capital, como, entre otros: la Fragua Martiana, el Museo Nacional de la Música, el Museo Napoleónico y la UNEAC, donde invitó y presentó importantes poetas, escritores, cantantes, actores, narradores orales y demás artistas cubanos y latinoamericanos. 
DISTINCIONES: 
Diploma al Resultado Científico por su Colaboración a la nueva Historia de la Literatura Cubana, en tres volúmenes, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; el Laúd y la Medalla del Cucalambé (Las Tunas); Diploma por la Labor Realizada en Apoyo a la Décima (Universidad “Camilo Cienfuegos”, de Matanzas); Reconocimiento como Escritor y Crítico Literario (Presidencia del Instituto Cubano del Libro) y Distinción por la Cultura Nacional. 
EN MIAMI
Desde su arribo a Miami (julio de 2011), ha sido jurado en dos Concursos Internacionales de Poesía: el de la Editorial Voces de Hoy (2012) y «Facundo Cabral», del Gremio de Artistas Latinoamericanos (GALA, 2013).
Asimismo, ha fungido como jurado de los eventos escénicos: I Festival Internacional de Obras de Pequeño Formato (Compañía teatral ArtSpoken, 2011) y Primer Festival Internacional de la Comedia (Compañía Havanafama, 2013). Fue Jurado de Teatro durante dos ediciones de los Miami Life Awards.
Ha participado, como ponente, en dos importantes eventos teórico-escénicos: con una ponencia sobre la dramaturgia de Cristina Rebull, en el «Congreso Internacional de Dramaturgia y Artes Escénicas. Teoría y Práctica del Teatro Cubano del Exilio Celebrando a Virgilio Piñera, en su Centenario» (Universidad de Miami, 2012) y, con el también crítico Luis de la Paz, realizó la edición de la laureada pieza de Héctor Santiago: Vida y pasión de La Peregrina (Premio Letras de Oro de Teatro, 1995) para su lectura dramatizada, en el Congreso Internacional «Peregrinar sin ausentarse: Gertrudis Gómez de Avellaneda y Gastón Baquero, un puente perdurable entre Cuba y España», efectuado entre los días 5 y 8 de junio, 2014, en la Universidad Internacional de La Florida.
Integró los Consejos Asesores del Festival Internacional de Monólogo “A una voz” y del Gremio de los Artistas Latinoamericanos (GALA).
Mereció el 3er. Premio de Poesía en el Concurso Internacional «Lincoln-Martí» (mayo, 2012).
En julio de 2015, Ediciones Baquiana publicó, en su Colección Caminos de la Poesía, la antología poética Trazo estos signos en la arena, presentada en el Koubek Center por la poeta, narradora, dramaturga y profesora universitaria Dra. Maricel Mayor Marsán, el narrador y dramaturgo Rodolfo Pérez Valero y el poeta y periodista Baltasar Martín.
Miembro-Colaborador de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y su revista (RANLE, en Nueva York; 2014) y Miembro del Pen Club de Escritores Cubanos del Exilio (2016), asimismo colabora con diversas publicaciones internacionales, como las webs Encuentro de la Cultura Cubana (España) y teatroenmiami.com (Miami); las revistas digitales Otro Lunes (Alemania), Palabra Abierta (California) y Letra Urbana (Miami), como el blog Gaspar. El Lugareño.

Sunday, October 9, 2016

El paso del huracán Matthew por la zona de Guantánamo (por Mons. Wilfredo Pino Estévez, Obispo de Guantánamo-Baracoa)

Foto/P. Alberto Reyes Pias
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por Mons. Wilfredo Pino Estévez
Obispo de Guantánamo-Baracoa 
Guantánamo, 8 de octubre del 2016


Verdaderamente no sé cómo empezar a describir lo vivido en estos días. Es verdad que tenemos grabadas en nuestra retina imágenes difíciles de describir, pero también ¡es tanto lo que tenemos que agradecer a mucha gente preocupada y ocupada, que han estado rezando y rezan por nosotros, que han prometido ayudas o las han enviado ya!

Mi memoria vuela hacia el 15 de agosto pasado, fiesta de Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa… ¡Quién iba a imaginarse que 50 días después de ver nosotros aquellos lindos fuegos artificiales que cerraban los festejos por el cumpleaños 505 de la ciudad primada de Cuba, un huracán categoría 4, al que todos añadieron muchas veces el calificativo de “poderoso”, iba a llenar la ciudad (y varios municipios más) de escombros y de casas sin techo!

Realmente, los destrozos han sido grandes. Muchísimas matas de palma y de coco han perdido todas sus hojas. Mirándolas en las montañas parecen algo así como blancos cigarros puestos de pie. Los demás árboles tienen solamente troncos y ramas porque sus hojas ya no existen. Y ¡cuánto daño han recibido las casas! En los municipios de Baracoa, Maisí e Imías han quedado muchas, muchas de ellas sin techo y no pocas totalmente destruidas. Y todo ese horror se ha vivido en unas pocas horas de la noche del martes 4 de octubre. Escuchando los testimonios de las personas, pensaba en el himno de la Oración de la Mañana que comienza con el verso: “La noche, el caos, el terror…” Eso fue lo vivido por tantos hermanos nuestros.

Desde que tuve noticias de los enormes daños, di gracias a Dios porque no se hablaba de víctimas mortales porque, viendo ahora lo sucedido, era para que hubiese habido unos cuantos fallecidos. Menos mal toda la gente que fue evacuada a tiempo o los que se refugiaron en cuevas o en los conocidos “vara en tierra” (me dicen que sólo en uno de ellos había 32 refugiados). Algunos no salieron de sus casas pensando que serían resistentes y menos mal que no se equivocaron. Lo que sí quedó demostrado es que resistieron las casas que tenían sus techos de placa. Me dio alegría ver cómo quedó intacta la nueva iglesia de los Adventistas del Séptimo Día en la carretera a Sabana. Hasta hace muy poco era de madera y techo ligero pero ahora la han construido de bloques y con techo de hormigón. Allí pasaron el ciclón, y se salvaron, varias decenas de personas.

A la mañana siguiente del paso de Matthew, exactamente a las 6 menos cuarto de la mañana, salimos Chebita (misionera en Imías), el chofer Mario y yo con el propósito de llegar a las comunidades afectadas. Al llegar al lugar conocido como el Bate-Bate (camino junto al mar) la carretera estaba destruida y la furia del mar había arrojado montones de arena y piedras de distintos tamaños que impedían el paso. Cuando nos cansamos de apartar piedras para que el carro pasara, tratamos entonces de tomar un terraplén cercano… y nos atascamos. Demoramos tres horas en salir del atasco. La ayuda para ello vino de tres hombres que pasaban en una motoneta. No se nos olvidará nunca su gesto porque se empaparon con la lluvia que caía y se enfangaron. Dios les pague. Pudimos entonces continuar y visitar las comunidades de San Antonio, Imías y Cajobabo y compartir con sacerdotes, religiosas y laicos. En Cajobabo, alguien nos hace saber que en una casa de placa habían pasado el ciclón 75 personas. Y allí llegaron las primeras lágrimas recogidas: una señora que conozco lloraba, junto con su nieta, porque habían perdido el techo y sus “cuatro” cositas. La realidad era que, a medida que nos acercábamos a Baracoa, los daños se veían mayores.

Que si la fuerza de un huracán categoría IV es enorme, bastaría con mostrar la foto de una enorme ceiba junto a la carretera con la que, no pudiendo el huracán arrancarla de raíz porque seguramente la mata le ofreció resistencia, entonces ¡la partió por la mitad! También podría enseñarse el estado en que se encontraba la conocida loma de La Farola: ayer contamos 21 derrumbes aún por limpiar por lo que supongo que habrán sido unos 30, o lo que es lo mismo: uno por kilómetro. O mostrar la teja de zinc que se clavó en la mata de naranjas de la casa (ahora sin techo) del Diácono Carreño en Baracoa. Por supuesto que me recordó la foto de aquella palma (en Batabanó) atravesada por una frágil tabla de pino durante el huracán del 20 de octubre de 1926…

A Baracoa llegamos porque Dios puso su mano y también por otras manos solidarias. Al comenzar a subir La Farola había muchas piedras en el camino. Las íbamos apartando con las manos y así la máquina avanzaba. Detrás de nosotros llegaba otro automóvil donde venían autoridades de la provincia y del país. Junto perseguíamos el mismo objetivo: llegar a Baracoa. Un poco más adelante había un grupo de trabajo esperando a las autoridades con moto-sierras, etc. Y empezaron a abrir camino. Nos pusimos al final de la caravana. Y así fuimos avanzando hasta llegar casi a Baracoa. Un enorme derrumbe hizo imposible el continuar. Pero vinieron desde Baracoa a buscar a las autoridades y me invitaron a que, si quería, podía también pasar a pie el derrumbe e ir para la ciudad en alguno de los jeeps que habían venido. Como mi objetivo era llegar a Baracoa aunque fuera a pie, no lo dudé un instante. Gracias a ese gesto pude llegar a Baracoa. A la entrada de la ciudad, ya empecé a ver los daños. Nuestra iglesia de Cabacú, dedicada a la Virgen del Carmen, estaba en el suelo. Solo había quedado en pie la pared del fondo. Finalmente pude entrar en la Casa Parroquial de Baracoa a la una y treinta de la madrugada, casi 20 horas después de haber salido de Guantánamo destino Baracoa.

A la mañana siguiente, viendo los destrozos ocasionados, trataba de darme ánimo repitiendo lo que responden los fieles en cada Misa cuando el celebrante les dice: “Levantemos el corazón”, y ellos responden: “Lo tenemos levantado hacia el Señor”. Era éste mi deseo profundo: Levantar mi corazón hacia Dios para tener luego fuerza para ayudar a que los afectados también levantaran sus corazones.

Más que otras veces, y ante la frustración que da el sentirse impotente y no poder arreglar todo lo dañado que uno va descubriendo, acudí a la oración de intercesión. Me venía mucho a la mente el episodio de Moisés intercediendo con los brazos en alto mientras el pueblo libraba aquel combate (Ex. 17). Cuando Moisés bajaba los brazos (dejaba de rezar, digo yo) el pueblo empezaba “a perder”. Y por eso los ayudantes de Moisés buscaron piedras para ponerlas debajo de los codos de Moisés para que él pudiera mantener sus brazos en alto. Es lo mismo que les he pedido a los que he encontrado: que ayuden en todo lo que puedan pero que no se olviden de la gran fuerza de la oración intercesora.

Conocidos “por arribita” los daños en los municipios de San Antonio, Imías y Baracoa, solo faltaba pasar a Maisí. A este último municipio pude llegar finalmente, en el día de ayer. Antes había intentado dos veces pero las dos carreteras de acceso estaban colapsadas: una por un puente roto y la otra por estar llena de árboles y postes del tendido eléctrico caídos (son más de 1,000 en la provincia, según el periódico). Ciertamente, me imaginaba que iba a encontrar lo peor porque, según mis pobres cálculos, por allí debió pasar el lado derecho del huracán (que según se ha explicado es el de mayor fuerza). Realmente eso fue lo que encontré. Creo no exagerar si afirmo que Maisí está destruido. Hay imágenes de casas desplomadas que recuerdan las fotos que todos vimos de cuando el terremoto en Haití.

Pudimos visitar Sabana, La Máquina, La Yagruma y la Punta de Maisí. Todo estaba tan destruido y tantos árboles desaparecidos que parecían lugares donde nunca habíamos estado. ¡Tanto había cambiado su aspecto!

El periódico Venceremos habla hoy de un 80% de las viviendas afectadas allí.

Nos dedicamos a levantarle el alma a la gente. A escucharles contar lo vivido y escuchar de sus labios el agradecimiento a Dios por estar vivos “que es lo más importante porque lo material se arregla”… Como siempre, aprendí muchas cosas de la gente sencilla. Sin bajarme de la máquina conversaba con una familia a la que no le dimos nada material, solo nuestros oídos y nuestro aliento. Cuando nos íbamos, el jefe de la familia nos pidió: “Vuelvan otra vez”.

En eso está ahora nuestra Iglesia. Volviendo una y otra vez. Localizando las personas vulneradas por su enfermedad, su invalidez, su vejez, para llevarles un poco de aliento y un poco de comida: una sopa, un arroz, unas galletas con guayaba.

¡Qué optimismo el de los cubanos! Comenté que las matas de malanga habían perdido las hojas y estaban destruidas. Y fue una mujer de allí la que añadió: “Seguro que ahora van a salir más bonitas las malangas”…

En circunstancias como la vivida, pasa lo mismo que en los hospitales: el dolor une. La gente se vuelve más solidaria. Me contaron que durante el paso del huracán, protestantes y católicos refugiados en el mismo lugar habían rezado juntos por primera vez en ese pueblo. Igual pasaba con personas que estaban distanciadas unas de otras.

También una señora nos contaba que, mientras el huracán hacía de las suyas, “nosotros alabamos al Señor y cantábamos y rezábamos para que nos dejara con vida aunque todo se destruyera”.

Hay hechos que también me “levantaron” el alma:
  • Encontrar a los sacerdotes y religiosas visitando a la gente…
  • El ejemplo de un motorista que traía un pasajero. Al llegar, éste último se quita el casco y le va a dar los diez pesos. Y el dueño de la moto se negó a cogerlos. ¡No se quería aprovechar de la desgracia de otros!
  • También “levantaba” el alma ver, avanzando por la carretera con la bandera cubana delante, a varias caravanas de camiones de la Empresa Eléctrica y de Teléfonos de otras provincias que venían en ayuda de sus hermanos de la provincia guantanamera.
  • O escuchar a aquel jefe de una brigada de eléctricos que, al pasar yo y saludar, me pidió: “Obispo, rece por nosotros, que estamos trabajando con corriente”.
  • O también oír el grito de aquella mujer, cuando íbamos camino del Jamal que nos lanzó una sola palabra que se nos ha convertido en una orden: “¡Ayúdennos!”
Luego de conversar con los sacerdotes y la superiora de las religiosas de Baracoa, les he pedido varias tareas para estos primeros días:
  • Estar con la gente allí donde están. Recoger sus lágrimas. Levantarles el corazón. Darles esperanza. Hacer lo que hicieron y decir lo que dijeron los apóstoles: “No tenemos ni oro ni plata, pero lo que tenemos se lo damos” (Hech 3, 6).
  • Darles comida a los que tienen hambre. Ayer, por cierto, recogimos a un hombre que iba a pie por la carretera en busca de sus familiares y nos confesó que llevaba dos días sin comer y uno sin dormir…
  • Afortunadamente, el personal de Cáritas-Guantánamo, con su directora Maribel al frente, está muy activo en ese punto.
Los animadores de las comunidades deben hacer una lista con las personas que necesitan esa ayuda. Por su parte, el camión del Obispado se está moviendo de un lado a otro llevando lo que otras Diócesis nos hacen llegar: galletas, arroz, frijoles, agua, salchichas, sardinas, aceite, jabones, detergente, velas, fósforos, etc.
  • Invitar a todos a orar, como lo hizo Moisés, intercediendo por nuestro pueblo (Ex. 17). Pueden surgir muchas iniciativas al respecto. El rosario en familia a la Virgen, Consuelo de los afligidos, podría acompañar estos días.
  • No dejar de celebrar la Misa dominical especialmente en los lugares donde se haya caído el templo. Les recomendé apartar un poco los escombros y colocar una mesa que sirva de altar provisional e invitar a los fieles a ir con su sombrilla por si hay lluvia o sol. Debemos tener claro, y que todos lo sepan, que se ha destruido el templo… ¡pero no la Iglesia! Personalmente presidiré la primera Misa de mañana domingo en la Basílica de Baracoa, y las otras dos sobre los escombros de los templos de Cabacú (Baracoa) y Punta de Maisí (junto al Faro).
En estos primeros días, ya se han hecho presentes las muchísimas personas e instituciones que quieren ayudar a nuestra recuperación. Jóvenes de la Catedral y de La Milagrosa, junto con los Padres Jean, Heidel, Yaser y varios laicos, han ido a los lugares afectados a prestar su ayuda. Han prometido su presencia inmediata los jóvenes de Bayamo. En La Milagrosa hoy han cocinado bien temprano unas ollas de arroz con jamonada que las Hermanas Claretianas unidas a las Dominicas del Santo Rosario y a Chebita han distribuido a afectados en Imías. Las Cáritas de las distintas diócesis están enviando donaciones. Los Organismos católicos de ayuda también se han hecho presente. Las llamadas telefónicas vienen de cualquier del país o del resto del mundo brindando su ayuda. Los correos son numerosos y que no he podido contestar aún. ¡La gente es tan buena! Sé que muchas personas, incluyendo a mis familiares, llamaron una y otra vez para tratar de comunicarse conmigo pero en los dos días que pasé en Baracoa no había ningún tipo de comunicación. A todos mi agradecimiento personal.

Rezo por los sacerdotes de la Vicaría de Baracoa-Maisí (Matteo, José, Efrén y Alberto), por las religiosas (Sor Judith, Sor Louise y Sor Dayanis, y el diácono Carreño y su familia. Rezo por tantísimos laicos que están haciendo maravillas. Sé que todos están siendo la mano derecha del Señor que quiere tocar, consolar y ayudar a todos los damnificados. Que Dios les dé fuerza y salud para que sigan haciendo lo que expresan aquellos pensamientos que alguna vez hemos leído:
Dar toda la ayuda que puedan, por todos los medios que puedan, en todas las formas que puedan, en donde puedan, todas las veces que puedan, a todos los que puedan y por todo el tiempo que puedan.
Se ha vivido un “viernes santo”. La fe nos convence de que habrá un “domingo de resurrección”. Ella será el hilo conductor y la columna vertebral que en estos momentos nos tiene que sostener. Afortunadamente, los cristianos tenemos la suerte de que, gracias a nuestra fe, podemos ver doble, o sea, ver lo que todo el mundo ve pero también ver lo que nadie ve. Y nos pasa como al buen ladrón crucificado junto a Jesús: en medio de la tragedia encontró el camino. Es la salvación de Dios que tenemos que descubrir en este momento donde la tragedia se nos impone y podemos caer en la tentación de no verla.


Guantánamo, 8 de octubre del 2016


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Por último, les comparto los daños a los edificios de la Iglesia conocidos hasta esta fecha:
  • Hay 4 iglesias totalmente derrumbadas: Cabacú, Pueblo Viejo, La Tinta y Punta de Maisí.
  • Hay afectaciones en techos, paredes o ventanas en las Iglesias de Imías, Cajobabo, La Yagruma, Sabana, El Jamal, y la Casa Parroquial de Baracoa así como la Casa de las Hijas de la Caridad en esa ciudad.

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El huracán Matthew en Maisí (por P. Alberto Reyes Pias)

Fotos/P. Alberto Reyes Pias
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Ya se sabe que el Caribe es atractivo hasta para los huracanes. De Matthew tuvimos noticias desde que era todavía un bebé, pero fue creciendo y haciéndose un adulto muy amenazador, con lo cual, el ambiente de preocupación fue creciendo en la medida en que se hacía evidente que pasaría por Maisí.
Maisí es una zona eminentemente rural, con casas en su mayoría de madera y techo de teja de zinc o de fibrocemento. No abundan las construcciones de mampostería e incluso muchas casas de mampostería no tienen el techo de concreto sino de zinc o fibrocemento. Matthew venía con mucha agua, con vientos muy fuertes y con gran lentitud de traslación, lo cual lo hacía perfecto para dejar entre esta gente un recuerdo amargo de destrucción.
El seminarista que está conmigo para hacer aquí un año de pastoral y yo, decidimos quedarnos en la sede de la parroquia, en Sabana. La iglesia es de teja de zinc, a la cual le sigue una construcción de mampostería que comprende la sacristía, dos habitaciones y una sala pequeña. Luego viene la cocina y un espacio de despensa y almacén, también de teja de zinc. En el patio había dos baños pequeños, para el uso de la comunidad, una tarima para cuando se dan celebraciones al aire libre, una cocina donde funciona un comedor de Cáritas y un ranchón al aire libre, todo ello de teja de zinc.
El lunes hicimos todos los preparativos posibles; sacamos del templo todo lo valioso, empezando por el Santísimo; entramos al templo los bancos y las mesas del ranchón, porque no había otro sitio dónde meterlos; amarramos con una soga el tanque de agua; metimos en las habitaciones todo lo que podía mojarse y echarse a perder; aseguramos puertas y ventanas…, en fin, lo normal cuando se espera un huracán.
Ya desde el lunes quitaron el servicio de teléfono fijo, porque ETECSA, la compañía telefónica, desmontó sus equipos para asegurarlos. El móvil aquí no funciona, no hay cobertura.
La gente hizo lo que pudo por asegurar sus casas, aunque muchos no se arriesgaron a quedarse en ellas y se fueron a pasar el huracán en casas de mampostería de familiares y vecinos o en cuevas, porque esta es una zona de muchas rocas y abundan las cuevas, y no es la primera vez que la gente se refugia allí para pasar el mal tiempo. En dos de mis pueblos los templos son de mampostería, y allí también se refugió gente.
Primero vino el agua. Comenzó a llover el martes desde horas tempranas, y así se mantuvo durante todo el día. No era un agua fuerte pero sí persistente. Luego, hacia el anochecer, empezaron a arreciar los vientos, que se hicieron más y más violentos a medida que entraba la noche. Desde por la tarde ya habían quitado la energía eléctrica. 
Los vientos fueron aumentando, mientras el seminarista y yo veíamos impotentes desde las ventanas lo irreversible, cómo fueron cayendo, uno tras otro, todos los árboles de nuestro patio y de los vecinos, algunos de los cuales se desplomaron sobre la despensa y el comedor de Cáritas. El ranchón cayó al piso y luego fue plegándose, bajo la fuerza del viento, hasta romperse y terminar al otro lado de la cerca, en terreno de vecinos, echo un amasijo informe de madera y zinc. La puerta del garaje empezó a balancearse hasta que partió el sujetador del candado y empezó a golpear con fuerza la defensa del carro, que terminó con el frente del capó abollado, pero no podíamos salir a amarrar la puerta ni podíamos “pescar” la puerta desde dentro del templo cuando el aire la movía. Poco a poco volaron los techos de los baños, del portal de la casa y de la tarima. La cocina de Cáritas resistió, en parte porque la aguantó un inmenso árbol de aguacate que le cayó encima.
Más tarde el viento empezó a llevarse las tejas de la despensa y empezó a despender el techo entero de la cocina, con lo cual tuvimos que apurarnos en sacar todo lo posible de la cocina, por si acaso. Al final no logró arrancar todo el techo, pero se llevó tres tejas inmensas. Continuamente revisábamos las habitaciones y la sacristía por las filtraciones, mientras el agua corría de aquí para allá por todo el piso.
Revisábamos también el templo, gracias a lo cual pudimos darnos cuenta cuando el viento abrió una ventana, que apuntalamos con los bancos de la iglesia, luego otra y al final la puerta principal. El viento también zafó dos planchas del zinc del templo, a la altura del presbiterio, y cuarteó toda la mampostería de ese lado. Otra teja estuvo también a punto de zafarse, lo cual hubiera sido desastroso porque una arrastra las otras, pero al final aguantó.
La noche fue larga. Al momento de calma que coincide con el paso del “ojo del ciclón”, siguió otra vez la violencia de los vientos envueltos en agua, hasta muy entrada la madrugada.
Al día siguiente, parecía que habíamos amanecido en un sitio diferente. Todo estaba devastado, árboles, casas, todo. Los árboles que quedaron en pie habían perdido todas sus hojas y dejaban ver el terreno hasta donde se perdía la vista. La lluvia continuaba, y continuó durante casi todo el día. El seminarista y yo nos fuimos a visitar a las personas de la parroquia. Era desolador. Muchas casas habían perdido el techo, con lo cual todo se había mojado: ropa, camas, colchones, equipos…; otras casas estaban, sencillamente, destruidas, aplastadas, como si la furia de los vientos no hubiera considerado suficiente el tirar abajo las paredes y las hubiera “pisoteado”. Ventanas y puertas arrancadas de cuajo, postes del tendido eléctrico tirados aquí y allá, árboles gigantescos moribundos, mostrando las raíces que no tuvieron fuerzas para sostenerlos. Y en medio de todo, la gente, agradecida por la ausencia de pérdidas humanas, y angustiadas por el futuro incierto ante todo lo perdido. Bajo la lluvia, aquí y allá, la gente recuperaba trozos de tejas y trataba de remendar los techos, intentando garantizar un sitio mínimamente seco para cocinar y acostarse, sabiendo que dormirían en el suelo o en lo que apareciera, porque sus colchones estaban perdidos en agua.
Y en medio de todo, la incomunicación, la imposibilidad de avisar a los familiares sobre su situación o de tener noticias de ellos, algunos de los cuales vivían en zonas también afectadas, porque no había (ni hay) comunicación telefónica y durante dos días las carreteras estuvieron interrumpidas y nadie podía pasar. El seminarista y yo pudimos avisar a nuestros padres que estábamos bien porque mi chofer se fue en bicicleta al otro lado de la parroquia a saber de sus padres y por allá se encontró al obispo tratando de atravesar un puente roto. El obispo de Guantánamo quería llegar aquí a toda costa para saber de nosotros, pero el paso era imposible. Mi chofer se lo encontró lleno de fango intentando buscar un paso para el carro. Afortunadamente pudo saber de nosotros y avisar a las familias, y en cuanto se restablecieron los caminos ha venido a vernos.
El seminarista ha sido una bendición, entre otras cosas porque sin él hubiera yo pasado todo esto solo. Luego de arreglar un poco la casa y tapar el hueco de la cocina con unas tejas sujetadas con piedras, empezamos a visitar a todos los que podíamos y salimos a los pueblos donde de momento hay paso para vehículos, aunque no sabemos si se interrumpirá otra vez porque en varios sitios las carreteras están partiéndose y desmoronándose sobre el vacío.
En todas partes el ambiente es devastador, las carreteras están llenas de árboles y tendidos eléctricos tirados; aquí y allá casas sin techo, sin paredes, o en los cimientos. De momento sé que uno de los templos de los pueblos perdió el techo y otro fue arrasado. Me han dicho que otros dos templos también están destrozados, pero no he podido verlos porque todavía no hay paso y son sitios intrincados.
Muchos de mis fieles lo han perdido prácticamente todo, y están en esta primera fase de ver qué tabla, qué trozo de teja o qué pedazo de lata les sirve para improvisar una habitación. Ropa, colchones, equipos eléctricos, están por todas partes, esperando que el sol se lleve la humedad pestilente que dejaron las aguas.
No hay electricidad y no parece que la habrá en un buen tiempo. Las neveras se descongelan y habrá que refugiarse en lo que no necesita frío para conservarse. 
Ya han empezado a aparecer personas del gobierno que han ido preguntando a la población la cuantía de sus pérdidas, pero sólo eso. Nadie del gobierno ha traído qué comer a la gente. Hasta hoy la panadería no había logrado encender el horno y no hay pan.
Cáritas ya se ha movilizado y en estos días debe llegar a mi parroquia un camión con módulos de emergencia. Las distintas diócesis están moviéndose también para ver cómo apoyan. El arzobispo de La Habana ya ha mandado lo que ha podido y dinero para comprar lo indispensable, sobre todo comida.
Las gestiones para techos ya han comenzado, pero eso no estará de un día para otro. Nuestra prioridad ahora es que la gente tenga que comer. Los templos ya se arreglarán en su momento, ahora es necesario garantizar el sustento, porque hay gente que lo ha perdido todo, y si bien la solidaridad de familiares y amigos ha sido muy palpable, las reservas se acaban y aquí la gente no tiene mucho.
Me siento abrumado, aunque espero que se me pase pronto porque no hay tiempo para tonterías. Me imagino que es el bloqueo de no saber por dónde empezar. Todo está tan destruido, hay tanta gente afectada y hay tanto que hacer que si me pongo a pensarlo me paralizo.
Intentaré hacer saber de mí en lo posible, pero no puedo prever lo que pasará. Escribo esta crónica confiado en que mañana iré a Baracoa y desde allí podré mandarla, pero no sé cuándo podré volver a conectarme.
Este correo y esta crónica no son para pedir ayuda material, son para contar lo que estamos viviendo, pero como no tendré acceso fácil a los correos y puede que alguien pregunte: ¿puedo hacer algo?, dejo el mail del obispo de Guantánamo, Mons. Wilfredo Pino y su correo es willyp@obigtmo.co.cu. Él es el que está coordinando todo.
Lo que sí pido es oración. Es un momento de incertidumbre y angustia, y hay gente que parece que el ciclón también les ha llevado el alma. Mucha gente se hace la misma pregunta que yo me hago: “¿por dónde empezar?”. Mucha gente ha encarado el momento con ánimo y está luchando. A otros hay que apuntalarles el espíritu.
Recen, por toda esta gente. Recen para que no nos falten los ánimos. Y recen por mí, para que yo sepa estar a la altura del pastor que ellos ahora necesitan.

Saturday, October 8, 2016

Catholic Charities accepting donations for those affected by Hurricane Matthew

Baracoa (Cuba)
Foto: Ramón Espinosa/ AP
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Catholic Charities of the Archdiocese of Miami, Inc. has established a disaster relief fund to assist the people in the Caribbean nations affected by Hurricane Matthew.

“Catholic Charities and the Archdiocese of Miami, together with the people of South Florida, stand in solidarity with our brothers and sisters in the Caribbean in this time of suffering,” said Deacon Richard Turcotte, Catholic Charities’ Chief Executive Officer.

Monetary donations will be accepted through the Catholic Charities website www.ccadm.org. Click on the “Donate” tab then on "General Donations" and under the supporting box select “Disaster Relief – Hurricane Matthew” to designate your donation for the Caribbean nations affected by Matthew.

Donations via check may be made payable to:

Catholic Charities of the Archdiocese of Miami
1505 NE 26th Street
Wilton Manors, FL 33305
Please designate your donation by noting, “Disaster Relief - Hurricane Matthew” in the memo line. Donations will be designated to provide transportation, gas, food, and rebuild/repair damaged infrastructure.

The Archdiocese of Miami
www.miamiarch.org
Twitter: @CatholicMiami
Facebook: /ArchdioceseofMiami
Media contact: Juan A. Di Prado, Media Coordinator, at (305)762-1046 jdiprado@theadom.org, or Mary Ross Agosta, Director of Communications, at (305)762-1043 mragosta@theadom.org.

Friday, October 7, 2016

(Miami) "Memoria de La Habana" estrena website


El programa radial Memoria de La Habana, que se emite todos los viernes a las 7:00 pm a través de La Poderosa 670 AM y Cadena azul 1550 AM, en Miami, ya tiene página web.

En ella encontrarás textos, fotos, videos y todos los programas que han salido al aire hasta la fecha.

En http://memoriadelahabana.com/ puedes también anunciar tu negocio o servicios en cualquier parte del mundo que estén y promocionar espectáculos, presentaciones, exposiciones, o ventas de libros y discos.

Te invitamos cordialmente a entrar a http://memoriadelahabana.com/ y dejar escrita tu opinión.

 Gracias.

Ramón Fernández-Larrea

Juan Manuel Santos, Premio Nobel de la Paz 2016


The Norwegian Nobel Committee has decided to award the Nobel Peace Prize for 2016 to Colombian President Juan Manuel Santos for his resolute efforts to bring the country's more than 50-year-long civil war to an end, a war that has cost the lives of at least 220 000 Colombians and displaced close to six million people. The award should also be seen as a tribute to the Colombian people who, despite great hardships and abuses, have not given up hope of a just peace, and to all the parties who have contributed to the peace process. This tribute is paid, not least, to the representatives of the countless victims of the civil war. (Read full text)

Thursday, October 6, 2016

Matthew cerró el Versailles

Fotos/Blog Gaspar, El Lugareño

Matthew


On Oct. 5 at 2:30 p.m. EDT (1830 UTC) the Visible Infrared Imaging Radiometer Suite (VIIRS) instrument aboard the NASA-NOAA Suomi NPP satellite captured a visible image of Hurricane Matthew moving through the Bahamas. Credits: NOAA/NASA Goddard Rapid Response Team.

Nacimiento Psicológico del infante (por Christina Balinotti)

Nota del blog: Sección semanal dedicada a la familia por la Dra. Christina Balinotti (https://www.facebook.com/christina.balinotti), quien ha aceptado la invitación a compartir cada jueves, un tema relacionado con su proyecto Universidad de la Familia. Este programa académico comenzará a funcionar en Miami en febrero de 2017, con un programa extenso de 45 semanas, en la Humboldt International University.

El texto de esta semana forma parte de su libro De Madres a Hijas, el ABC de la Familia (Alexandria Library, 2015).Los libros de la Dra. Christina Balinotti se pueden adquirir en Amazon en este enlace.




Introducción

Al finalizar el 5to mes de vida extrauterina, el pequeño sale de la simbiosis con la madre o diada materna. ¿Recuerdan? Se rompe el cascarón. Concluye la gestación extrauterina. Se produce, entonces la 2da y última etapa del desarrollo psicológico humano, el nacimiento psicológico. En esta etapa de mayúscula trascendencia comienza el proceso de separación-individuación. Dos aspectos separados pero, íntimamente, vinculados entre sí. Pasemos a la explicación.

Separación

Mediante esta instancia el infante comienza a comprender la distancia de la madre. A conocer los primeros límites. Descubre de manera lenta pero segura el mundo a su alrededor y a su mamá. Receptivo y alerta a las voces y sonidos de su ambiente de la misma forma que antes estaba receptivo a las necesidades provenientes de su organismo. Comienza el ensayo de su futura libertad e independencia del primer objeto de amor para varones y mujeres: mamá.

Individuación

La individuación consiste en el desarrollo del EGO y de las habilidades cognitivas. Comencemos por el EGO ¿Qué pretendemos decir al hablar del EGO? En el lenguaje coloquial se define como exceso de autoestima. Es una persona egoísta o egocéntrica, decimos. Sin embargo, desde el punto de vista de la psicología, el EGO es una instancia o lugar de la psiquis a través de la cual una persona se reconoce a sí misma y a sus semejantes. Un YO que sabe convivir con otros YO diferentes a él. ¿Qué es la psiquis? Es el conjunto de procesos que hacen a la mente humana. Esta instancia le permite al niño, saberse dueño de una individualidad distinta y única, sentirse feliz y lograr objetivos en su vida sin perjudicar a nadie ya que acepta las reglas y parámetros sociales.

Con respecto a las habilidades cognitivas, son aquellas facilitadoras del conocimiento: atención, memoria, elaboración, que en esta etapa comienza. El punto máximo del período de individuación-separación se alcanza cuando el niño logra internalizar a la madre. La internalización es un mecanismo psicológico mediante el cual el infante incorpora a la madre en su organismo emocional de igual forma que incorpora alimentos en organismo físico. Desde ese lugar privilegiado, la madre, se erige en un escudo protector que le permitirá enfrentar cualquier situación difícil de su vida con seguridad y sana autoestima. La ausencia de dicha incorporación psicológica de la madre puede resultar, por ende, en inseguridades crónicas y baja autoestima básica. Recordemos que la autoestima tiene dos formas, autoestima básica y autoestima circunstancial. La primera forma parte de la estructura de la persona y se adquiere o no durante el período de individuación. La segunda es la autoestima, que se pone en juego cuando sacamos una mala nota o nos desprecian. Por eso decimos circunstancial.

En conjunto, si la individuación-separación no ha sido satisfactoria resultará en problemas para mantener el sentido de la propia identidad en la adultez y quizá un EGO desequilibrado que pueda llevar, por un lado, al exceso de autoestima o egolatría pero también a un EGO débil y desdibujado.

Nota final

Hemos llegado al final de las etapas del desarrollo psicológico humano. Etapas que se extienden desde las últimas semanas del embarazo a los 36 meses de vida y cuyas resonancias, para bien o para mal, repercutirán en los diferentes segmentos de la vida adulta. La manera en que responderemos a los desafíos y tribulaciones de nuestra vida diaria, estará guiada, siempre, por las experiencias emocionales y el despertar psicológico ocurrido durante los años oscuros y olvidados de nuestra prehistoria individual.



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Christina A. Balinotti: Escritora, Personalidad de Televisión y Radio. Experta en temas de Cultura y Psicología. Mujer de la Semana 2015 CNN Español. Pionera del Movimiento y Organización Femenidad Holística.

Fundadora/Directora del programa académico Universidad de la Familia, Ahora Sí, Miami 2016.
www.universidaddelafamiliaahorasi.org 

Universidaddelafamiliaahorasi.miami@gmail.com

https://www.facebook.com/christina.balinotti
https://www.youtube.com/user/christina5679

Wednesday, October 5, 2016

Miami day before Matthew

Fotos/Blog Gaspar, El Lugareño

Poemas (inéditos) de Roberto Méndez Martínez

Nota: Agradezco a Roberto Méndez Martínez que comparta con los lectores del blog, una selección de los textos que forman parte de su poemario en preparación, Las estatuas de la calle Obispo.






UNA ROSA DE FRANCIA

Para la inquietante cifra
de trece años
-juntos hasta la risa,
hasta la fiebre,
quizá hasta el sueño-
¿qué debo regalarte?
Te daría una rosa,
una rosa de Francia,
pero no tengo una,
tal vez su aroma
mas está demasiado lejos,
entonces te daré
aquella música que una tarde
Rodrigo Prats dibujó
para otra rosa
y que llega a ti
con los cadenciosos violines del invierno,
la arropo entre mis líneas,
y te la alcanzo así,
golpeada por el viento de diciembre,
con interrogaciones prendidas
en cada humilde pétalo,
y protegida por la luz
de tantas jornadas.
Recíbela como si fuera
la rosa de Calderón, de Federico,
del Juan Ramón insomne,
o, sencillamente,
la que a ti consagro
en días de azul trémulo,
con esa melodía
que nos vuelve las costuras
y nos pone a cantar
sobre los techos de La Habana.
Una rosa de Francia,
así, en tus manos,
descansada y feliz,
como un rayo de sol.


PAISAJE CON REMERAS

Al final de la calle,
las remeras del San Juan
levantaban, entre risas, una estela,
detrás venían los alcatraces.
No había en su juego
otra filosofía
que el volar de la mañana entre espumas.
Desde el muro contemplas
el inocente certamen:
remos, muchachas,
barcas tan frágiles
que un ala fuera de lugar
podría volcarlas.
Alguna vez sorprendiste
desde la orilla del Tíber
escena semejante,
mas estas remeras
nacieron para ti en la mañana,
son nuevas como los arcos del puente,
como el azul sin cortapisas del fondo,
como tu torpeza al descubrir
que al final de cualquier calle
hay un paisaje que puede sorprenderte.
Los alcatraces hurgan en la corriente
y regresan a la dicha,
las muchachas bogan y bogan
porque la mañana es suya,
sólo tú permaneces en el muro:
no podrás escribir de lo que fluye,
ni de la espuma.


Mira las auras sobre San Francisco. Torpes anunciadoras de la tormenta, trazaban con inquieta chapucería sus espirales en torno a la torre. Con cada vuelta deshacían el proyecto de paseo, la merienda lejana, la visita. El niño las ve con furia desde su balcón y llora. Mira: las auras, las auras, nunca se van, lo suyo no es la libertad de los días iniciales, ni la saeta en el azul que las nubes empluman, sino permanecer quietas en los ralos pináculos del templo y manchar en torno suyo con blanco y blanco las grandes acumulaciones blancas que dejaron otras. Genealogía del no: no saber, no hacer, no tolerar esperanzas. Solo felices ante el chubasco que pudrirá un poco más la ciudad, comienzan entonces su danza con el diseño que les ha regalado el padre Caos. Quizá no mueren, ni guardan cosa alguna dentro de sus tristes calvas. Solo fieles a su negación, deshacen, siglo tras siglo, los proyectos ajenos. Desde cualquier punto del mundo puedo adivinar sus vuelos alrededor de la torre indefensa. Tanto sueño perdido. Tantas lágrimas. Las auras, las auras.



ESCUCHANDO LA REINA DE CHIPRE DE ESPADERO

¿Dónde está Cuba en esa danza?
¿Será en el aire trivial, como de alameda,
o en ese tempo previsible
que impide toda conjetura o sobresalto?
Martí prefirió descubrirla en el movimiento
nocturno de la hojas, en el rocío.
¿Dónde está? Cuba sin rostro
porque le han retirado los espejos,
cambiada mil veces por palabras,
por aire, por nada. Es esa imagen
que muestran los grabados o los libros de escuela,
o esa prohibida, rasgada, privada de todo,
sentada como Job entre las cenizas,
rascando su piel enferma con un trozo de revoque.
¿Dónde? Es el rostro que no queremos
encontrar en la calle, la palabra que amarga y divide,
el ladrillo que no está en columna alguna…
y la música sigue resonando como una maldición
en el hueco donde antes hubo un archipiélago,
una definición, un significado.
Cuba ¿qué será: flor, animal, fruto verde,
que ya no lo sabemos o quizá nunca lo supimos?
Persiste la danza, la sinrazón vuela,
prefiero recomenzar en más bajo tono:
Cuba está en la cocina,
preparando unas hierbas porque mi riñón
bate como un cobre colocado al fuego,
tiene las manos sucias, las uñas quebradas,
hace mucho que no sabe peinarse,
pero ella puede lograr cada día el milagro:
con una astilla de jabón mínima
imprime en las camisas de ayer
un perfume de almendras. Con una brizna de sol
sirve la mesa de más júbilo que platos,
cuando la fiebre me sobrepasa
pone en mis ojos pétalos de vicaria.
Fuera de estas puertas todos dicen
que no han visto a Cuba:
yo señalo sus zapatillas que no soportarán
otro otoño, su perpetuo dolor de cabeza,
las arrugas que no disimula
a pesar de la sonrisa cotidiana.
Por la noche, cuando cierro la verja,
sé que Cuba ha quedado
resguardada en la casa.
Leemos una oración por los viajeros,
otra muy especial por quienes han sido
devorados por la tristeza o por la noche
y cerramos los ojos, fingiendo no escuchar
la música que entra por la ventana:
es la otra, la de los crueles o los ingenuos
que quieren despertarnos con su danza tonta.



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Roberto Méndez Martínez (Camagüey, 1958) Poeta, ensayista y narrador. Doctor en Ciencias sobre Arte del Instituto Superior de Arte de La Habana. Miembro de Número de la Academia Cubana de la Lengua y Correspondiente de la Real Academia Española. Consultor del Pontificio Consejo para la Cultura en la Santa Sede. Actualmente es director de la revista Palabra Nueva del Arzobispado de La Habana y profesor de Historia y Cultura Cubana de Instituto de Estudios Eclesiásticos “Padre Félix Varela”. Ha publicado alrededor de cuarenta libros en los géneros de poesía, novela, ensayo y crítica, entre los más recientes se encuentran: Cánticos para la luz de otro siglo (poesía). Ediciones Universal, Colección Espejo de Paciencia, Miami, 2011; Epístola para una sombra (poesía). Editorial Letras Cubanas, 2013 y Música nocturna para un hereje (novela). Editorial Unión, 2015.

Algunas historias para des-creerlas… (por Carlos A. Peón-Casas)



I

Fidel Chávez.


No me lo crean a mí. Lo transcribo según me lo ha contado. En un aula de tercer grado la maestra se ha dirigido con muchísima preocupación a los padres de los pequeños a su cargo en una de las reuniones de padres. La alarma de la docente se ha suscitado cuando ha preguntado a los pequeños por el nombre completo de Fidel, a quienes los niños primero han identificado como el hermano de Raúl. La maestra no conforme con aquella respuesta les pregunta por el apellido del primero, y ya ustedes imaginan el resto, los niños le han contestado con el mismo título con que encabezo estas líneas…. La maestra no sale de su estupefacción, y pide a los padres que por favor, ilustren mejor a su prole sobre asunto tan relevante…..


II

La edad de los caballos.

Un amigo escribidor de folletines radiales, ha incluido entre los personajes de su última novela al aire, a un caballo. El asunto de tener al susodicho equino como parte de la trama, no pasaría de allí, a no ser que la acción novelada ya va para dos décadas, y a mi amigo, desconocedor del ciclo vital de los cuadrúpedos, le preocupa pifiar, sobre la duración de su “personaje”. El otro día, se encuentra con un amigo veterinario en alguna de las colas de rigor, y le espeta a boca de jarro: “fulano, ¿cuántos años vive un caballo?.” Ya se imaginarán la cara con que los miraron el resto de los coleros… aunque quedó tranquilo pues aquel le aclaró que los susodichos animales sobrepasan la veintena..y el del folletín de mi amigo es por ahora sólo un adolescente….


III

Cornudo, apaleado y contento…

Los que conocen de este cuentecito del Decamerón, descubrirán al final por qué uso su título para este mini relato. En la historia original como en la que cuento, la peor parte va para el ofendido que sin comerla ni beberla tiene que sufrir las consecuencias y a pesar de todo aparentar que está feliz… A mi personaje le pasó así el otro día en que quiso comprarle unos platanitos de fruta a un mercachifle de ocasión, a cuatro platanitos por cinco pesos, que ya no valen a peso, que se sepa. El prepotente dueño de la mercancía se negó a cambiarle algunos que no daban la talla, pero además en el colmo de la ofensa, y en un gesto intempestivo y con carga de saña añadida, le tiró en su cara, las monedas con que antes aquel le pagara. Al sorprendido comprador se le ocurrió decirle que cometía un acto de lesa estupidez, que el cliente se supone que siempre tanga la razón. El infeliz, le espetó entonces con cuanto insulto sea posible imaginar, y con gesto amenazante, intentó hasta agredirlo físicamente. Nuestro muy asustado personaje, tuvo a bien recular, por aquello de que es mejor que “allí corrí que no perecí “…por tan estúpida causa...


IV

El Pope y el Papa.

El Pope y el Papa se dieron hace poco, en La Habana, un abrazo de misericordia. Todos sus gestos fueron seguidos con fruición por cientos de comunicadores de los principales diarios del mundo. La noticia saltó inevitablemente a las primeras planas. El hecho tuvo por escenario un aeropuerto anodino, sin mucho tráfico, donde los afanosos anfitriones trataron a toda costa de pasar también a la historia, como propiciadores de un suceso reconciliatorio, que en verdad, pudo acaecer en cualquier sitio de este mundo plural, pero que la suerte, o el destino, o vaya a saberse que inenarrable y extraña circunstancia “del agua por todas partes”, lo colocó en este minuto, sobre esta Isla de corcho. El Papa dijo que de seguir así las cosas, Cuba estaría llamada a ser la Isla de la tan necesaria reconciliación; pero ciertamente, acá sólo hemos quedado como candil de la calle y oscuridad de la propia casa, en un país donde tanta gente desesperanzada, precisaría primero reencontrarse y perdonarse tantos desencuentros, tantas miserias, tantos odios recalentados al fuego de la desidia, la impotencia y el desamor por tantos y tantos años.


V

Esos sesos de puerco también tuvieron cuerpo…..

La frase no deja de ser simpática y muy real. La profirió una muy molesta clienta de uno de esos “mercaditos” estatales, en pesos cubanos donde por necesidad se abastecen los cubanos de a pie de lo que “traen”. Esta vez eran unos poco presentables sesos de puerco, una mercancía ya con su “olorcito” a carne madura, por la falta de frío en el local de expendio. Su exclamación era el reclamo por el resto de la “anatomía” del cerdo: los perniles, las paletas, etc, que por lógica tuvieron otro destino y fueron a las mesas de ya ustedes saben…en fin que esa mañana, eran los sesos, y acaso alguna discreta cabeza del siempre apetecible animalito. Catalogado por unos cantautores del momento como el “mamífero nacional” ,lo que con buena suerte, luego de una enorme “cola”, se llevarían a casa los más afortunados para la magra comida del día.


VI

¡De frente, march!

Así escucho cada mañana al jovencísimo instructor militar, “experto en infantería”, haciendo que los muchachones del Pre de la esquina, que caso son de su misma edad más o menos, repitan una y otra vez “giros, paradas en fime, despliegues…” y otra sarta de acciones que las prácticas de infantería exigen. El tema es que en esto de las marchas y contramarchas, el paso doble y todo lo demás llevamos ya casi sesenta años. Los muchachones del Pre tiene cada mañana que seguir el dictado de esta mal llamada asignatura que forma parte de su currículo, en espera de no sé sabe ya que ejército invasor..dado el actual estado de cosas en que ya nos amigamos con el “enemigo histórico”…Al final es la manera para seguir manteniendo el mito de una “invasión masiva sorpresiva”, que como el cuento de: “!ahí viene el lobo!, nadie le presta la más mínima atención….
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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