Tuesday, March 1, 2016

Gran Teatro de la Habana Alicia Alonso (Video de la Gala de Reapertura)




Giselle Act I - Anette Delgado & Dani Hernández.
Swan Lake Act II - Sadaise Arencibia & Alfredo Ibañez.
Coppelia Act III - Viengsay Valdés & Victor Estevez.

Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso - January 1, 2016.

Monday, February 29, 2016

El tiempo, la vida, ah, la vida, el tiempo (un poema de Félix Luis Viera)

Nota: Cada lunes la poesía de  Félix Luis Viera.  Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog,  en este enlace.

Foto/Blog Gaspar, El Lugareño
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Victoria:
hace tiempo que no llegan cartas tuyas.
Al parecer me has olvidado.
Haces bien.
Como solías decir mientras desangrábamos hoteles y
posadas, malecones, parques, callejones, bares:
“Lo nuestro es algo solo con presente
y el amor se hace de futuro”.

Tampoco yo te escribiré. Mejor te dejo
—aun con cierta amargura—
que vueles o que ya estés posada en otros ojos.
Ojalá halles un hombre con el que compres una lámpara
de noche, un mantel,
copas, copitas, platos, cubiertos, un sofá, etcétera,
y con el que consigas varios hijos
que llevarán a jugar por las tardes
a ese mismo parque donde tú y yo nos amábamos.

Ojalá que mi recuerdo te proteja.
Ojalá me olvides para siempre.
Ojalá que no tengamos que llorar,
cada cual por su parte,
en una noche por venir.


Mayo de 1985


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Félix Luis Viera nació en Santa Clara, Cuba, en 1945. Ha publicado los libros de poemas: Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia (Premio David de Poesía de la UNEAC 1976, Ediciones Unión Cuba); Prefiero los que cantan (1988, Ediciones Unión, Cuba); Cada día muero 24 horas (Editorial Letras Cubanas, 1990); Y me han dolido los cuchillos (Editorial Capiro, Cuba, 1991) y Poemas de amor y de olvido (Editorial Capiro, Cuba, 1994). Los libros de cuento: Las llamas en el cielo (Ediciones Unión, Cuba, 1983); En el nombre del hijo (Premio de la Crítica 1983, Editorial Letras Cubanas, nueva edición 1988) y Precio del amor (Editorial Letras Cubanas, 1990). Las novelas Con tu vestido blanco (Premio Nacional de novela, UNEAC 1987, Premio de la Crítica 1988, Ediciones Unión, Cuba), Serás comunista, pero te quiero (Ediciones Unión, Cuba, 1995); Un ciervo herido (Editorial Plaza Mayor, Puerto Rico, 2003, Editorial Eriginal Books, Miami, 2012) y la novela corta Inglaterra Hernández (Ediciones Universidad Veracruzana, 1997, Editorial Capiro, Cuba, 2002).
Su libro de cuentos Las llamas en el Cielo es considerado un clásico en su país. Sus creaciones han sido traducidas a varios idiomas y se han publicado en antologías en Cuba y otros países. En su país natal recibió varios reconocimientos por su trabajo en favor de la cultura. En Italia se le conoce por su novela Un ciervo Herido, editada con el título El trabajo os hará hombres (L’Ancora del Mediterráneo, 2008), que aborda el tema de la UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), en realidad campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados supuestos desafectos a la revolución castrista, como religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros. Esta novela, con buena acogida de público y crítica, ha circulado en varios países de habla hispana y en la Florida.
En 2010, Félix Luis Viera publicó en México El corazón del rey, novela que incursiona en la década de 1960, cuando en Cuba se establecía la llamada revolución socialista, y que expone el mundo marginal de esa época. Ese mismo año dio a la luz el poemario La patria es una naranja (Ediciones Iduna, Miami), publicado posteriormente en Italia por ediciones Il Flogio y merecedor de uno de los Premios “Latina en Versos”, otorgados en aquel país. Su más reciente publicación es la reedición de sus cuentos "Precio del Amor" (Alexandria Library, 2015)
Es ciudadano mexicano por naturalización.

Sunday, February 28, 2016

El guardián (por María Cristina Fernández)

Notal del blog. No nací en Castilla, de María Cristina Fernández  (Editorial Silueta, Miami 2015), se presentará el sábado 5 de marzo a las 7:30 pm en Silver Dragon Store, 81 Merrick Way, Coral Gables. La presentación estará a cargo de Carlos Velazco.

Mi agradecimiento a la Editorial Silueta, por compartir con los lectores del blog este texto que forma parte del libro.

 
http://www.editorialsilueta.com/
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El guardián


 por María Cristina Fernández



––¿Esa no es la excéntrica que tú vigilabas cuando estuvo subida en aquel árbol? –pregunta mi mujer frente al televisor encendido.

Le digo que sí a secas, como si nada se arremolinara dentro de mí al mirar la pantalla. Como si ignorara que aquel árbol tenía su propio nombre, Luna. Pero un vendaval de recuerdos cae como hojarasca al suelo y siento el temor de pisotearlos. El recuerdo de su voz, por ejemplo, que resonando en el bosque me sacaba del letargo...

––Cantas muy bien –me atreví a hablarle al pájaro que debíamos flechar y tumbar a tierra. El desafío tenía una bella voz: “Love in any language, straight from the heart...”

Yo estaba entonces en una banda y tocaba la percusión. Invité al pájaro a entrar por su propia voluntad en la jaula.

––¿Quisieras cantar con nosotros? Te puedo llevar a un ensayo cuando me dejen ir a casa. Será mejor que estar allá arriba sin nada que hacer. Tal vez hasta te hagas famosa, quién sabe...

La respuesta más o menos fue que no estaba allá arriba para hacerse notar y que la única protagonista de esa historia era este árbol venerable que no debía morir.

––¿Vas a morir por un troncazo viejo que de todas maneras, tarde o temprano, se pudrirá o acabará partido por un rayo? –alcé bien mi voz para que le quedara claro allá en su altura.

––¿Tú tienes abuelos? –me devolvió una pregunta con otra.

––Sí, claro que tengo abuelos. Cuatro por falta de uno.

––¿Por qué no los matas de una vez, si de todas maneras van a morir?

Aquellos diálogos sin acceso frontal llevaban la imposibilidad de sojuzgarla con una mirada, o guiñarle un ojo cómplice, o tal vez besarla para obligarla a abandonar ese juego del gato y el ratón. A la foto sí la besaba a escondidas, después que me la diera como señuelo. Pero ella, la real, se mantenía esquiva, incapaz de dejarse horadar.

––¿De verdad que es así como luce? –se asombró uno de mis otros colegas al ver el retrato–. ¡No me digas que nuestra maldita comedora de avena tiene esta cara!

––Con esa boca la dejaría estar prendida a mi tronco el tiempo que le diera la gana –fueron las sucias palabras de Jeff, quien además dijo que pagaría lo que fuera por saber a qué olía su sexo luego de tanto tiempo sin un baño de verdad.

Traté de razonar varias veces con ella queriendo conjugar la imagen que nebulosamente enfocaba desde abajo y la evidencia de la foto, porque se sabe que no hay nada que reblandezca más a una mujer que magnificar su apariencia.

––Si bajas te llevaré a comer en el restaurante vegetariano que más te guste.

Desde abajo pude oír su risa estallar como cristales.

––No la vas a convencer –me dijo el colega que hacía la guardia ese día conmigo–. Esa es de la gente que se parte la cabeza en dos antes de darse la oportunidad de acabar un lío en paz. Creo que ni aunque Dios sacudiera ese árbol, la muy empecinada bajaría.

En principio era apenas una ardilla que se movía en la fronda del árbol. Yo miraba para arriba y veía ese tronco que se perdía en el cielo, y me preguntaba cómo ella habría podido subir hasta allí. Y lo mismo me cuestionaba cómo hacía para bajar. A veces se acercaba lo bastante como para que yo intentara comparar ese rostro con el de la foto, donde no tiene esas greñas salvajes sino que su pelo parece aplacado en algún salón de belleza y luce un vestido color rosa, como de seda. Parece una actriz de cine, con ese brillo en los ojos y la boca larga, pulposa, coloreada. Dios, he tenido sueños...

En uno de ellos yo subía por la noche al árbol. No sé cómo pasó, pero no había luz de reflector y yo trepaba por una especie de escalera de barco antiguo. Trepaba y trepaba por mi escala de soga... El árbol tenía ojos de insectos, oblicuos y fosfóricos. Algunos ojos se parecían a los de mis colegas, y otros a los de Dan Climber. Pero yo trataba de obviar los ojos-insectos y seguía escalando la cuerda, la escala se reducía a eso, a una sola cuerda, que a veces era tensa, y luego la agitaba un viento imposible. Fue difícil, mis bíceps dolían, pero valió la pena porque al fin pude alcanzar la plataforma.

Sentí mis pies tocar la madera y mi cabeza golpearse contra algún objeto colgado entre las ramas. Saqué mi linterna y alumbré hacia el piso. Allí, envuelta en un zurrón, estaba ella. Me acerqué y le hablé al oído: “Julia, Julia... es Mathew”. Sonrió con alivio y me hizo un espacio en su saco de dormir. Había frío, pero yo jadeaba. Podía sentir un ruido como de roedores mascullando algo. Tenía la sensación de que todo este tiempo ella había estado esperando que yo subiera. Y yo quería probar el olor agridulce del sexo de la mujer mariposa, ungido por sus propios aceites, rebosante de humedad.

Mi uniforme y la pertenencia a un clan me legitimaban para hacer un trabajo, si se puede decir, no muy ordinario, haciéndome creer que yo estaba del lado de los que tenían razón. Razón y poder, eso sentía en las mañanas que me tocaba vigilar que se cumpliera el asedio. Ella, como Luna, estaba marcada para morir: ni un grano más de cereal para esa boca que deseaba en las noches lúdicas.

Antes de ser contratado me habían advertido que iba a enfrentarme a una activista más que empecinada, no como esa muchacha que tuvo una crisis de histeria cuando comenzó a oír el ruido de los troncos cayendo a su lado... En verdad la resistencia no se les presenta fácil.

Están los vientos, el frío nocturno, el ruido insoportable de las sierras, el humo, los perros de los guardias, el zumbido atorrante de los helicópteros y sus chorros de agua a presión. Hay que tener nervios...

Yo estaba ahí para que la voluntad de la corporación Maxxam se cumpliera. No sé en qué momento empecé a fallar. Sin duda la foto tuvo que ver. Pero los demás también la vieron y lo único que se les ocurrió fue bromear: “Oye, si tú luces como apareces aquí, ¿qué diablos estás haciendo allá arriba? ¿Es que no encontraste el tipo que te va?” Pero no fue solo la maldita foto, fue también la canción, fue hacerme preguntas como si la decisión fuera mía. Y luego, engancharme en la búsqueda de lo que parecía ser un simple e inofensivo amuleto... Era una amatista, y según me dijo se le había caído del árbol.

––Olvídalo –le dije–. No voy a encontrar una piedra entre tanta yerba. ¿Y qué tal si se ha quedado atrapada entre las ramas?

Bajó un poco más y la escuché implorar:

––Por favor, Mathew, tú eres aquí la única persona a quien pudiera pedirle algo.

Ya me habían advertido del síndrome de Estocolmo, así que estaba preparado para que ella pretendiera ablandarme de algún modo. Esto es lo que venía haciendo desde hacía tiempo con sus canticos y las pequeñas raciones bajadas por la cuerda.

––Se me cayó ayer –me dijo–. La saqué de la bolsita donde la pongo porque estaba mojada.

––Es solo una piedra. Te la arreglarás sin ella.

––No, no podría. Es mi piedra de nacimiento. La encontré justo cuando buscaba una respuesta vital.

Sé que hacía un gran esfuerzo para que la escuchara, a pesar del ruido del viento que azotaba los gajos de los árboles. Hacía unos días habían vertido napalm en un claro del bosque y no sé si eso tenía que ver con cierto olor a azufre, o sería porque a lo lejos relampagueaba.

––¿Respuesta vital a qué, mujer? ¿Hablaste con Dios?

Baja un poco más. Te prometo que no voy a treparme para agarrarte. Le tengo miedo a las alturas.

La vi bajar un poco más de acuerdo a mi reclamo.

––Y sin esa piedra, ¿qué pasaría? ¿Morirás acaso?

––Ya una vez morí, Mathew –sé que decía mi nombre con toda intención de hacerme sentir familiar–. Me tomó tiempo volver a mi cuerpo. Cuando regresé a él, tenía una luz muy fuerte dentro...

––¿Una luz? Dios mío, tu cerebro debe haber sufrido una conmoción muy grande –razoné.

––Sí, fue un accidente de carro. Después de un tiempo de parálisis en el que los médicos no podían asegurar que volviera a ser la misma, me recuperé. Quise viajar, visitar lugares sagrados. El Tíbet, la India, Japón, todos esos destinos me llamaban. Quería conectarme con lo más profundo del Espíritu Universal que se me reveló durante aquella larga convalecencia.

––¿Y luego te diste cuenta que no tenías dinero para viajar y te metiste en el primer bosque que encontraste?

Calló por un momento, que ya empezaba a hacérseme tan largo que creí que la había ofendido. Pero su voz volvió firme cuando encontró el argumento apropiado.

––Todo fue aparentemente casual. Mis vecinos iban a un parque en Washington y me dijeron que tenían espacio para mí en el carro. Después apareció aquel extraño hombre en la carretera que nos persuadió para que fuéramos a ver las redwoods. Mis amigos no pudieron entrar a causa de su perro, y yo decidí que seguiría sola. El olor de estos bosques me reconectaba desde entonces con algo más real que cualquier divinidad distante. Pero el dilema seguía estando en mí: ¿debía visitar los santuarios del mundo, o peregrinar en casa? Caminé largos tramos, medité, desesperé, lloré, todo por encontrar una respuesta interior. Fue entonces que vi la amatista en medio del camino.

––¿Y entonces decidiste quedarte a vivir en el bosque?

––No, volví a casa. Vendí todo lo que tenía, menos unas pocas pinturas y mi violín. Me compré una tienda, una bolsa de dormir, recogí unas mudas de ropa y regresé a California.

Así que fue esa amatista la que la hizo trepar al árbol. Fue por esa amatista por quien la Corporación Maxxam nos contrató como guardias de seguridad. ¿Qué sentido tenía todo esto?

La piedra se había caído y luego había llovido. O sea, que perfectamente podía estar hundida en la tierra mojada. Intenté encontrarla en mis horas de guardia, y lo logré apenas dos horas antes de ser relevado, escondida entre un montoncito de arándanos.

––Eres un ángel, Mathew –me gritó cuando vio que la amatista metida en una bolsa plástica regresaba a Luna.

Deseé que nadie hubiera escuchado su voz. No quería comprometerme. De todos modos le respondí que se suponía que los ángeles estuvieran arriba, como ella, y no en tierra como yo. Quería quitarme de encima el sabor de esa incierta nobleza que parecía sumisión. Se supone que en este peligroso juego fuera ella quien cumpliera nuestra voluntad y no al revés. Pero cada vez que la imaginaba al borde de la muerte por hambre, o incomunicada porque su celular no podía ser recargado y se acercara el último plazo para recurrir a métodos más crueles, me estremecía. Sabía que hay gente que defiende algo hasta dejar la vida en ello. Sé que hubo un activista de estos que murió aplastado por un árbol. Lo mismo pudo pasarle a ella cuando cortaron ese abeto Douglas... Demonios... ella no merecía algo así. Pero ya habíamos impedido varios intentos de reabastecerla, ¿cuántos más se necesitarían para su rendición?

Sentí un gran alivio cuando me dieron unos días para visitar a mi familia en mi casa en Arizona. Sí, era un alivio parar de sentirme responsable por no poder cambiar el curso de una historia que podía tragarse a un ser humano tan terco. Una historia que no pintaba nada bien. Demasiados intereses encontrados, demasiada tensión entre lo que ocurría en el suelo y esa mujer trepada a unos ciento ochenta pies de altura. Tal vez a mi regreso, pensé, logre tomar distancia. Tal vez si hacía un esfuerzo hasta paraba de soñar...

El 101 es una cinta rápida y estrecha con curvas impredecibles. Por eso cuando la lluvia arreció entré a un sitio que se anunciaba como bar en la orilla de un pueblito de carretera. Adentro sonaba una canción bien retro y le pregunté a la muchacha del local quiénes eran.

––The Stephen Wolf –me respondió.

––¿Hace mucho que trabajas aquí? –comencé a sacarle conversación, tal vez aliviado de poder hablar con una mujer sin tener que dar voces hacia lo alto para llamar su atención.

––Hace dos meses... –respondió mientras me alcanzaba un menú.

Mi vista saltó del menú a su brazo izquierdo donde resplandecía un animal muy raro. Era un tatuaje, sin duda hecho con gran profesionalidad, pero mi ignorancia de la especie me hizo preguntar qué representaba.

––Es una nutria de mar. Se han extinguido en los últimos años a una velocidad increíble. Por cierto, pareces tan jovencito que debería pedirte una identificación. ¿Pasas de los dieciocho?

––Aquí tienes –le mostré con orgullo el cartón plasticado que me identificaba como agente de seguridad–. Me decidí al azar por una de las tantas cervezas destiladas en el lugar, y una porción de salmón ahumado para comer.

Cuando regresó con la jarra rebosante, le insistí en lo de la nutria. De un tiempo a esta parte tenía que enfrentarme a mujeres muy raras. Adoradoras de nutrias y amatistas; ¿no me tocaría cruzarme con una simple mujer normal? Luego vi que en el brazo contrario tenía otro tatuaje, pero ese era más común. Estábamos en el llamado Triángulo Esmeralda y una hoja de ganja en la piel de una muchacha no hacía la diferencia.

––Perdona –insistí yo–, pero ¿no te hubiera gustado grabarte otra cosa en ese brazo? Tengo una amiga que se hizo tatuar un dragón...

––No me interesan los dragones –me interrumpió tajante, lo que me llevó a pensar que es un error lo de la propina obligatoria en lugares como este. Tal vez, si no fuera así, me hubiese encontrado una camarera más dada a complacer. El feminismo lo ha arruinado todo, según dice Jeff. Pero ella, como si me leyera el pensamiento, regresa y me pregunta si todo está bien con mi orden.

––Sí, todo bien, solo que hay algo en las papas...

––El cocinero le pone eneldo, si quieres te traigo unas sencillas.

––No, está bien, no te molestes. Por cierto, ¿las nutrias comen salmón?

––¿Y tú qué crees...? Pero ya te dije que las nutrias se extinguen, lo mismo que los salmones. Vamos triturando todo lo que encontramos. Somos insaciables.

––Yo no soy así. Mira, ya casi estoy lleno –pretendo hacerle un chiste pero no se ríe. Los obsesivos son así–. Conozco a alguien con quien te llevarías muy bien. Piensa más o menos como tú.

Al menos me pregunta a quién me refiero y así me da pie para contarle de esa alucinada que no quiere bajar a tierra. Sus ojos se iluminan cuando le cuento que soy uno de los “elegidos” que la cuida. Quiere saber cómo está ella, si creo que resista y por cuánto.

––¿No vas a preguntarme cómo orina o si alguna vez se baña?

––No, no voy a preguntarte semejantes bobadas –se defiende de mí impetuosamente–. Pero sí me gustaría preguntarte si conoces lo que pasó en un pueblo llamado Stafford.

––¿Stafford? –no, no recordaba ningún pueblo llamado así.

––Deberías indagar –me asegura–. Somos responsables por lo que sabemos y por lo que no sabemos.

Se disculpa porque debe ir a tomarle un pedido a una pareja que se ha sentado en una mesa distante. Pero antes de irse me confiesa algo con la entonación del que busca complicidad:

––Los antepasados de mi padre vinieron de Rusia a este país a cazar y a traficar con pieles; sobre todo animales como este –se señala su brazo bien torneado–. Dile a Julia que la amo, que ella es mi heroína, que resista... Y tú, recuerda buscar este nombre: Stafford, no lo olvides...

Fue al segundo día de estar en mi casa que rastreé ese nombre en el ordenador. Era un pequeño pueblo al que sepultó un alud de fango venido desde una montaña reducida por la tala rasa. Lo que ocurre es que los árboles aprisionan con sus raíces la tierra y la materia rocosa a su alrededor. Cuando se cortan los árboles, el agua no encuentra obstáculos que la retenga y las lluvias arrastran consigo todo lo que encuentran. Sobrevienen los desastres. Las fotos eran claras. En una de ellas se ve un sofá en medio del fango y encima del sofá, la foto de una niña.

¿Cómo llegó la foto de esta niña ahí? ¿Se desprendió de un cuadro roto durante la catástrofe? ¿O lo colocaron después para recordar a una víctima del deslave? ¿Y la carriola bocarriba, en medio de las ruinas de lo que fue una casa que no conocía el pánico? La compañía taladora que trajo la desgracia a ese pueblo en las laderas de la montaña era la misma compañía a la que yo respondía, la misma compañía que pagaba por el acoso contra Julia... ¿Pero era ella realmente el enemigo? ¿Esa niña de la foto del sofá en la casa destruida por un alud de fango, a quién realmente miraba con todo el peso del reclamo en sus ojos? Otra vez volvían las palabras de la camarera: “Somos responsables por lo que sabemos y por lo que no sabemos”. ¿Será porque lo que no sabemos es una página en blanco que pende sobre nosotros esperando completarse? ¿O guillotinarnos? Parece que se me ha pegado el humor de la tatuada, porque no consigo hacerme reír a mí mismo.

Mi madre, con total convicción fatalista, me había advertido de la peligrosa tormenta que vendría desde el Pacífico a irrumpir en la costa oeste. Tal vez por eso llovía más de lo acostumbrado en el camino de vuelta. Puse el radio y así me enteré que la tormenta se llamaba El Niño, un fenómeno meteorológico que alteraba el patrón regular del clima.

Como si no fueran bastante tensas las expectativas, al llegar a mi destino pude ver que a Luna le habían entorchado con un tape color neón, otra señal de que su día llegaba. También le habían tirado unas cuerdas hacia arriba. El cerco se recrudecía; debíamos estar alertas porque se sospechaba que los activistas iban a intentarlo una vez más.

Eran unos veinte y llegaron bajo la llovizna creando confusión. Yo les gritaba que no podían pasar, que estaban en propiedad privada. “¡Váyanse al infierno!” Pero sabíamos que no sería tan fácil. Cuando alguien gritó el número 23, la edad de ella, la oímos cantar. “Love in any language...” El caos aumentó alrededor. Eramos solo dos guardias esa vez, el otro había caído enfermo la noche anterior. “Por allá vienen más”, le dije a mi colega, tratando de que se moviera del lado mío. Ya Julia había bajado lo suficiente como para estar alerta a cualquier descuido. Vi las bolsas subir y me imaginé lo que allí había: avena, fruta fresca, baterías, propano para hacer el té... Bolsas de sobrevivencia. Aliento y sustento para la madre de Luna.

Mademoiselle Butterfly. La reina del bosque. La madona de la amatista. La gitana de las bolsitas. La poseída por el Espíritu Universal...

La de entonces fue la peor tormenta vista en esos años, descartando a los taladores, claro. El reabastecimiento de Luna probó que la presencia de unos guardias pagados no hacía infalible el cerco. Además de que la prensa y la radio ya estaban sacándole lascas al caso y no convenía el escándalo. Tampoco ningún hombre a sueldo ni sus perros iban a soportar el rigor de las bajas temperaturas y el viento exacerbado que vinieron en breve. Solo ella pudo resistir, con su amatista metida en la bolsita con salvia y otras supercherías. Después supimos que estuvo a punto de morir abatida por el viento y el congelamiento. Sobrevivió a pesar de todo y siguió dándole guerra a toda esa gente que puede dormir tranquila a pesar de que un deslave se ha tragado un pueblo.

No volví por el bosque luego de presentar mi renuncia. Nunca más trabajé como custodio, tampoco he vuelto a tocar en la banda. Soy un hombre demasiado común, aunque ella dijera de mí que fui su ángel. Un ángel guardián y no un guardia más. La vida está llena de protagonistas, heroicos, perversos, una mezcla de todo. Yo no aspiro a ser más de lo que fui: el tipo que encontró la piedra y luego dejó subir las vituallas al árbol. 

Miro a mi mujer que cambia de canal y me digo que ella nunca haría nada que la levantara del suelo. Le pido que salgamos al patio, tratando de ahuyentar los recuerdos que han entrado por esa ventana que es el televisor encendido. En la retaguardia se está bien, aunque te mueras de ganas por besar unos labios carnosos untados de miel a ciento ochenta pies en el aire, en un bosque donde se libra una batalla entre permanecer o morir. Esos labios que solo besé en el sueño o en esa imagen que aún está conmigo, porque, debo admitirlo, la foto, a diferencia de la amatista, nunca se la devolví.

Saturday, February 27, 2016

Oikos

Sección Oikos, con fotos de Juan Carlos Agüero.
Dedicada a mostrar la wildlife del Sur de la Florida,
es el espacio green (cada semana) del blog Gaspar, El Lugareño.

Wednesday, February 24, 2016

Obama entre nosotros (por Carlos A. Peón-Casas)


Hace exactamente 88 años, visitó La Habana, el entonces presidente John Calvin Coolidge Jr, el trigésimo presidente de la Unión Americana. Venía invitado por el entonces presidente Machado, uno de los tres hombres fuertes que se reconocen por estos lares en los afanes siempre engañosos de la política, entre nosotros aparentemente “cómica”, pero marcada definitiva e inevitablemente por el signo de la tragedia.

La visita tenía la motivación principal del Congreso Panamericano que ya sesionaba a su llegada, y para la que el ya citado presidente cubano del momento, preparó un sultanesco escenario, que incluyó, la construcción del afamado Parque de la Fraternidad en la capital cubana, en cuyo centro, una hoy frondosísima ceiba, era plantada como memoria incontestable del hecho, no sin antes, según cuenta la leyenda popular, depositar junto a sus raíces un poderoso “bilongo” que ayudara entre otras cosas, a perpetuarlo en el poder.

 
Coolidge desembarcó en la Habana a bordo del Texas, un buque de la Armada de su país, la foto la recoge una añosa The National Geographic Magazine(1), y en ella se visualiza aquel minuto, cuando una gran multitud de habaneros de la época lo recibían desde el malecón, a la altura de la boca de la rada habanera.

Dentro de muy poco, el próximo 21 de marzo, lunes santo, según el calendario católico, llegará a Cuba, el actual presidente Obama. La noticia que ya se venía propagando por “radio bemba”, desde comienzos de año, no creo venga a sorprender a nadie, después que desde diciembre del 2014, se anunciara el tan cacareado restablecimiento de relaciones entre el poderoso vecino norteño, y nuestra nación caribeña, un hecho que al decir del adagio popular ha sido “más rollo que película”, y que por consiguiente no ha traído las tan ansiadas mejoras que el pueblo cubano de a pie esperaba de tal hecho.

Con la visita de Obama estoy muy claro que tampoco ser verá mucho más. Obama, en este minuto, no es más que un presidente saliente, y al decir de la propia prensa de su país es identificado con la imagen de un pobre pato cojo y con un ala herida… que sin dudas retrata muy bien cualquier semejanza con la realidad política a su cargo, y a sus llamadas prerrogativas presidenciales para cambiar el actual estado de cosas.

Cualquier escenario futuro dependerá del resultado de las presidenciales de este año, y de otro demócrata llegara a la Casa Blanca, con afanes continuistas…que ya sabemos que pasaría si la apuesta la ganan los Republicanos….adiós lolita de mi vida

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1.The National Geographic Magazine. Vol LIII, No. 5. May, 1928. p. 598.

(Miami) Poesía contemporánea de Colombia en "Zona Franca"


Tertulia Zona Franca.

Poesía contemporánea de Colombia: Luis Fallón, Armando Caidedo y JJ Palomino.

Jueves 25 de febrero, a las 8. 00 p.m.

Restaurante El Pinero
2440 SW 67 Ave.
Miami, 33155.

 Teléfono (786) 878 4995.

Tuesday, February 23, 2016

Orlando Márquez: En Cuba "la verdadera libertad religiosa está aún lejos de ser una realidad"

 Fotos/Blog Gaspar, El Lugareño (por Rodrigo de la Luz)
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El modelo socio-económico se ha agotado, y la propuesta política no capta la atención de antes; los mismos programas tan apreciados en los campos de la salud y la educación se encuentran debilitados, pero sabemos que se han hecho cultura y los cubanos no quisieran perderlos. Así, el propio Gobierno ha comprendido finalmente que es necesario hallar nuevos caminos, y ahora habla de crear un socialismo próspero y sostenible, aunque no renuncia –al menos por ahora– a la ideología que condujo precisamente al momento actual, y se resiste a abandonar determinadas estructuras generadoras de restricciones, doble moral y obstrucción para el progreso.

Por su parte, la composición de la Iglesia, como dije antes, tampoco es la misma. Incluso si miramos la realidad eclesial, pudiera pensarse que las condiciones que propiciaron el ENEC hace treinta años, como un fuerte compromiso y celo apostólico, hoy no son tan palpables. La Iglesia es hoy más conocida, pero no más fuerte; aún carece de agentes de pastoral, recursos materiales y financieros, templos nuevos, acceso a la educación, y su asistencia social es muy restringida. La verdadera libertad religiosa, que es mucho más que el culto y los sacramentos, está aún lejos de ser una realidad. Con regularidad sus miembros emigran en busca de mejores oportunidades, o para reunificar la familia después de años de dispersión. Incluso un grupo nada despreciable de sacerdotes, para quienes el ENEC pedía una sólida espiritualidad, capacidad para el sacrificio, asumir la realidad social con carácter viril y valentía apostólica, así como el enraizamiento en el pueblo, la Patria y su cultura,[15] han emigrado. (Leer texto completo de Vivir el ENEC hoy, por Orlando Márquez, en Palabra Nueva)

Crónica: En "Viernes de Tertulia": Luis Agüero y La Vida en Dos (por Waldo González López)

 
 Fotos: Jose Abreu Felippe
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La gustada cita mensual celebrada, desde su constitución en la Galería «Umberto Peña», del Miami Cultural Art Center, denominado por sus asiduos «La Casona del Ballet», importante institución dirigida por el laborioso ex bailarín Pedro Pablo Peña, siempre tiene adeptos y adictos por sus invitados de valía.


Pero la más reciente del viernes 19, constituyó un feliz momento por varias razones. Ante todo, por las características del invitado, quien entregó al nutrido público una noche de neta cubanía, gracias a sus peculiaridades: en primer lugar, su humor; luego, su sencillez (virtud de los genuinos creadores), su carisma, su simpatía y, en fin, su gracia, esa particularidad denominada «ángel» por García Lorca y Lezama Lima. 

Ante las preguntas del conductor, Agüero refirió diversos aspectos de su vida y su quehacer creador, entre los que descollaron aristas reales y humorísticas desde sus inicios en Consolación del Sur, poblado de su querida Pinar del Río, «de donde son oriundos dos grandes presidentes cubanos: Ramón Grau San Martín y Carlos Prío Socarras», remarcó, y donde naciera el propio escritor en 1937.

Hijo de un odontólogo y artista popular muy querido en el pueblo, coadyuvó a la lectura de buenos libros desde la infancia del futuro creador, quien antes de la adolescencia se vincularía al grupo de teatro Talía. 

Ya en la juventud, se inicia en el periodismo en la emisora COCO, cuyo entonces director Juan Amador Rodríguez les permitiría a él y a dos amigos (los destacados y ya desaparecidos artistas plásticos el caricaturista Pecruz y el diseñador Frémez), previa búsqueda de los anunciantes, crear un programa diario, sin experiencia, pero con muchos deseos: «Mesa Revuelta», praxis iniciática para Agüero en el periodismo.

Poco después se mudaría al poblado costero de Jaimanitas, en la capital, donde, como tantos otros jóvenes de entonces, se vincularía a las luchas contra el dictador Fulgencio Batista. 

En 1959, con el advenimiento de la hoy bien definida «Robolución», publicaría poemas y cuentos en Vanguardia Obrera, de donde pasaría al diario de alcance nacional Revolución, dirigido por Carlos Franqui, en cuyo mítico magazine Lunes de Revolución publicara dos cuentos y donde escribiera la Sección Audio-Video, hasta su prohibición por «El último dinosaurio» —tal denominara al sátrapa el conocido caricaturista cubano residente en Miami, Arístides Pumariega («Arístide») en uno de sus libros publicado en Colombia— summa de los cientos motes recibidos por el tristemente célebre tirano/asesino de Cuba e Hispanoamérica, con caricaturas y textos. 

Al cierre del semanario, por gestión de Nicolás Guillén y José («Pepe») Rodríguez Feo, se traslada a la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), donde escribe crónicas culturales en La Gaceta de Cuba y es además su Jefe de Redacción entre 1965-1966. 

Tal recuerda Carlos Espinosa, en su formidable artículo «La vida provinciana con relieve de mito» —publicado en Cubaencuentro el 11/09/2012—, Agüero envía en 1967 su libro al Concurso Casa de las Américas, donde obtiene una de las dos menciones (la otra correspondería al ya fallecido Manuel Granados por Adire y el tiempo roto), otorgada por un jurado de valía, integrado por los argentinos Leopoldo Marechal y Julio Cortázar, el español Juan Marsé, el guatemalteco Mario Monteforte Toledo y el cubano José Lezama Lima. 

Al publicarse el libro, Cortázar declararía: «La novela de Luis Agüero es un libro exigente, ceñido, realizado con una gran economía de medios, cosa que me parece muy valiosa en un joven sobre todo en Cuba, donde los jóvenes malogran muchas novelas por falta de control de los materiales que manejan».

A su vez, Marsé expresaría:
El libro de Luis Agüero, por su tema, a mi entender es un hallazgo temático. Cuenta el despertar de la adolescencia con todos sus sueños y mitos y el primer contacto con la realidad, que siempre contiene una frustración. Es muy interesante este libro: en las cualidades de síntesis y de ritmo, particularmente en este momento de la joven literatura cubana, que a pesar de sus buenas intenciones, adolece de un poco de frondosidad, de descuido de la construcción, de la unidad que tiene que tener un libro.
Mas, a pesar de los reconocimientos de ambos jurados, al poco tiempo es recogida la edición y convertida en pulpa, debido al gran pecado del autor: presentar su solicitud de abandonar Cuba. Con tal gesto totalitario, el castrante castrismo mostraba sus garras que estrangularían desde entonces la libertad de los escritores, presagiando el casi inmediato Caso Padilla, cuando importantes poetas, narradores y ensayistas cayeron en las trampas del Gulag. 

En consecuencia, como muchos talentos en otras ramas del arte (valga el ejemplo de la célebre cantante, galardonada en Europa, Luisa María Güell), Luis Agüero debió padecer el castigo del ex Comandante en Jefe de la Isla-Prisión y asistir, obligatoriamente, a trabajos forzados, como los cortes de caña y otras duras tareas por el enorme pecado de querer partir a la libertad. 

No menos lamentable sería para el laureado narrador sentirse un «apestado» y constatarse «esquivado» por sus colegamigos en aquel ambiente de terror creado por el infernal régimen previo al Caso Padilla. En tal sentido, contó Agüero, entre risas del auditorio, una anécdota ilustrativa del castigo padecido por quienes osaban abandonar el barco de la ¿Revolución?

Evocadora de «los años duros» durante aquel «tiempo de silencio» —por emplear dos clásicos títulos de entonces y ahora: el de cuentos del cubano Jesús Díaz, Premio Casa de las Américas, y el de la novela del español Luis Martín-Santos—, fue la anécdota narrada por Agüero: los únicos colegamigos que lo visitaban en esa etapa eran el narrador y también Premio Casa, por sus cuentos de Condenados de Condado, Norberto Fuentes y el historiador y crítico teatral Rine Leal. 

Y burla/burlando: irónicamente, al propio Rine, durante el ostracismo a que fue sometido tras el Caso Padilla, le acontecería una situación idéntica de ser un «apestado» y solitario, y solo visitado por dos colegas: el propio Norberto Fuentes y este cronista y amigo —desde que fuera su alumno en la Escuela Nacional de Teatro—: éramos los únicos que «osábamos» visitarlo en su apartamento del cuarto piso a solo una cuadra del Teatro «Amadeo Roldán», en El Vedado. 

Mas, «pasó el tiempo, y pasó un águila sobre el mar» (sic. José Martí) y, dos décadas más tarde, tras padecer su injusto castigo y «rehabilitación», aquel volumen antes frustrado con su habitual y vil saña por el castrismo, ahora ampliado con otros relatos, lo enviaría al Concurso UNEAC de 1986. 

Entonces, al fin —parafraseando de nuevo al investigador y crítico Carlos Espinosa en su artículo ya mencionado—: «aquella colección de doce cuentos, titulada Duelo a primera sangre, recibió el Premio UNEAC. Así que a la segunda fue la vencida. Y esta vez los cuentos sí llegaron a las manos de los lectores». 

Pero hay otras estaciones en la vida de Luis Agüero: su etapa en el Grupo Extramuros, dirigido por el dramaturgo y realizador ya fallecido José («Pepe») Santos —donde estrenara alguna de sus obras y conocería a su esposa desde entonces: Marcia, actriz de esa compañía— y su interés y acercamiento a la religión afrocubana que lo llevaría a vincularse con el ya desaparecido Walterio Carbonell, conocer a varios «babalaos» y hacerse santo, práctica que continuaría en Venezuela, tras escribir en Cuba el guion del filme Un paraíso bajo las estrellas (1999), con su director Gerardo Chijona y el también narrador Senel Paz. La cinta merecería cinco lauros en diversos Festivales de Cine y TV cubanos.

En la patria de Bolívar, llevaría una estancia singular de su intensa y extensa vida durante años en «mi segunda patria», donde laborara en el importante diario El Nacional, como Jefe de Redacción, hasta el infortunado arribo al poder del mejor discípulo del diabólico Fidel Castro: el acémila Hugo Chávez, cuando el escritor decidiera venir a residir a Miami, junto a su amada Marcia. 

Varios amigos intervenimos con preguntas y anécdotas en la Tertulia a petición del conductor. De tal suerte, evocaría recuerdos de juventud su colegamigo de años y sueños: el dramaturgo e historiador del teatro cubano, narrador y poeta Matías Montes Huidobro, quien laborara con él en el recordado Lunes de Revolución, decisivo magazine, «el mejor creado en Cuba desde 1959», dirigido por el admirable periodista, narrador y Premio Cervantes: Guillermo Cabrera Infante, y en cuyo equipo de colaboradores figuraran, entre otros, narradores de la talla del mexicano Carlos Fuentes y el español Juan Goytisolo, así como los cubanos Virgilio Piñera, Edmundo Desnoes, Pablo Armando Fernández, Oscar Hurtado, Antón Arrufat, Lisandro Otero y Humberto Arenal (entrañable y cercano para este cronista, desde fines de los ‘60s hasta 2012, cuando falleciera, y quien, a petición suya, presentara en el Centro «Fresa y Chocolate», su gustado libro: Encuentros, quince crónicas periodísticas sobre personalidades de la cultura, nacionales y extranjeros. Editorial Unión. 2003). 


Tras varias intervenciones, el público pudo adquirir la nueva y hermosa edición de La vida en dos, ahora convertida en novela que, cuarenta y ocho años más tarde, ve la luz por la prestigiosa Editorial Persona, codirigida por los destacados intelectuales cubanoamericanos Matías Montes Huidobro y Yara González. 

La plausible obra ahora retorna a sus orígenes, anexándose al recorrido de las letras cubanas, entonces frustrado por el castrante castrismo y, de paso, corroborando la calidad de su trama, que revela, de acuerdo con Montes Huidobro,
las peripecias de tres jóvenes que descubren la sexualidad gracias a Bebita Alvarado, cuya espectacular belleza mitifican en medio de episodios, a veces humorísticos y otras sórdidos, situaciones audaces que son un vivo retrato de la existencia cubana en los cincuenta, enriquecidas por caracterizaciones de valor permanente como muestras del carácter nacional.
La presencia de Luis Agüero en el más reciente Viernes de Tertulia, para decirlo con las palabras vaticinadoras del maestro Montes Huidobro, aseguraría «una velada amena, dinámica y culturalmente enriquecedora», gracias a los méritos apuntados al inicio de estas líneas por el cronista de los martes en el blog Gaspar. El Lugareño.



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WALDO GONZÁLEZ LÓPEZ (Puerto Padre, Las Tunas, Cuba. 1946) Poeta cubano, ensayista, crítico literario y teatral, antólogo y periodista cultural. Graduado de Teatro en la Escuela Nacional de Arte (1971) y Licenciado en Literatura Hispanoamericana, Universidad de La Habana (1979).
Hasta el 2011, cuando abandonó la Isla para venir a residir a Miami, integró la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en sus Asociaciones de Poesía, Literatura para Niños y Teatro.
Laboró en la Escuela Nacional de Arte (donde impartió clases de Historia de la Literatura para Niños y Jóvenes, en la Cátedra de Teatro para niños fundada por él y la actriz y directora escénica María Elena Espinosa, y de Historia del Teatro Universal y del Teatro Cubano, también creó el Archivo de Dramaturgia).
Recibió importantes distinciones por su quehacer como escritor y periodista. Colaboró con publicaciones cubanas y extranjeras con ensayos, artículos, crónicas y poemas. Sus versos han sido traducidos al inglés y francés y publicados en revistas de EUA y Francia, así como ha publicado poemarios en México y Colombia, y un volumen de ensayos sobre lectura y literatura en Ecuador.
SÍNTESIS BIOGRÁFICA:
Estudia el preuniversitario en la ciudad de Holguín y lo abandona para trasladarse a la capital, donde primero cursa el idioma francés, luego estudia Teatro en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y, más tarde, la carrera de Literatura Hispanoamericana, en la Universidad de La Habana, de las que se graduó, respectivamente, en 1969 y 1979.
Integró el Centro Cubano de la Asociación Internacional de Teatristas para la Infancia (ASSITEJ, auspiciada por la UNESCO); las Asociaciones de Artistas Escénicos y de Escritores de la UNEAC (Secciones de Poesía, Traducción Literaria y Literatura para Niños y Jóvenes). Fue Asesor del Teatro Nacional de Cuba.
En la Isla, publicó una quincena de poemarios, un volumen de ensayo, dos de crítica literaria y otro de crónicas, así como diversas antologías de poesía y poesía para niños, décima y décima para niños, cuento y teatro.
Ha traducido del francés, entre otros, a los importantes poetas Jacques Prévert, Marie de France, Molière y Joachim du Bellay. En 1994 apareció su antología París at night, del poeta francés Jacques Prévert (con selección y traducción suyos) Asimismo, en 1994 le solicitaron versiones de textos de importantes poetas de Polonia, luego incluidas en la antología Poesía polaca (Editorial Arte y Literatura, 1994).
Tradujo y dio a conocer en Cuba a la importante poeta contemporánea canadiense Denise Boucher, ex Presidenta de los Escritores de Québec, de quien vertió al español varios textos, publicados en un número especial de la revista Casa de las Américas.
Ensayos suyos fueron incluidos en varias antologías como: Nuevos críticos cubanos, Acerca de Manuel Cofiño y Valoración múltiple: Onelio Jorge Cardoso.
Su labor como poeta, ensayista, crítico y antólogo ha sido reconocida entre otros, por las pedagogas y antólogas puertorriqueñas Flor Piñeiro e Isabel Freire de Matos en su Literatura Infantil Caribeña; el profesor y ensayista jamaicano Keith Ellis, residente en Canadá, en su estudio Cuba’s Nicolás Guillén: Poetry and Ideology, y el antólogo y ensayista español Antonio Merino en su Nueva poesía cubana.
En el ámbito nacional, diversos ensayistas y críticos de prestigio se han ocupado de sus múltiples libros. Así, el ensayista, poeta y narrador Antonio Gutiérrez Rodríguez, quien en su volumen Estudios sobre la décima, incluye un estudio sobre sus espinelas.
En Cuba, fue jurado consuetudinario en eventos literarios, teatrales y de periodismo cultural, y participó en Congresos de la UNEAC, foros y otros encuentros con especialistas nacionales y de otros países.
Desde 1990 hasta 2001, fue periodista cultural de la revista Bohemia. Antes laboró en otras como Mujeres y Muchacha, de la que fue uno de sus fundadores en 1980.
INTERÉS POR LA POESÍA:
Un buen día de su adolescencia y, sin las muchas lecturas que vinieron después, tras leer El reino de este mundo, de Alejo Carpentier, su novela que más le sigue gustando, escribió su primer poemario (inédito) “A ras del tiempo”, a partir de hechos de realismo mágico y de lo real maravilloso, acontecidos en nuestra América fabulosa. Tal fue su iniciación seria con la poesía.
RECONOCIMIENTOS:
Diploma al Resultado Científico por su Colaboración a la nueva Historia de la Literatura Cubana, en tres volúmenes, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
El Laúd y la Medalla del Cucalambé, impuestas por el Poder Popular provincial de Las Tunas.
El Diploma por la Labor Realizada en Apoyo a la Décima, concedida por la Universidad “Camilo Cienfuegos”, de Matanzas.
Reconocimiento por su labor Escritor y Crítico Literario otorgado por la Presidencia del Instituto Cubano del Libro.
Medalla “Raúl Gómez García”.
Primera Mención, Concurso “Plural” (México, 1990) a su poemario Salvaje nostalgia.
Premio "13 de Marzo" 1976, Universidad de La Habana, a su poemario para niños “Poemas y canciones”, publicado en 1977.
Premio “La Edad de Oro” de Canción para Niños.
Primera Mención Concurso “La Edad de Oro” a su poemario Poemas y canciones.
BIBLIOGRAFIA ACTIVA
SELECCIÓN DE SUS POEMARIOS:
Salvaje nostalgia (Mención Concurso “Plural”, México, 1991; publicado en Cuba ese año).Casablanca (Colombia, 1995). Las palabras prohibidas (antología de su poesía, entre 1983 y 1995; Cuba, 1997). Ferocidad del destino (2010). Espinelas con espinas (décimas, 1981).Que arde al centro de la vida (décimas, 1983), Estos malditos versos (décimas, México, 1999; Cuba, 2001.
CRITICA LITERARIA:
Escribir para niños y jóvenes (1983). La décima dice más (2004). La décima, ¿sí o no? (2006).
CRONICAS:
Niebla en la memoria (1990).
POEMARIOS PARA NIŇOS:
Poemas y canciones (1977). Donde cantan los niños (1983). Jinetes del viento (1989). Libro de Darío Damián (décimas, 1995).Voces de la querencia (2004).
ANTOLOGIAS DE TEATRO:
La soledad del actor de fondo (primera antología del monólogo teatral cubano), 1999. Teatro cubano de fin de siglo (cinco piezas en un acto, 2001).
OTROS LIBROS.
Entre el 2001 y el 2011 publicó, además:
Viajera intacta del sueño. Antología de la décima cubana (2001). Añorado encuentro. Poemas cubanos sobre boleros y canciones (2001). Este amor en que me abraso. Décimas de José Martí (2003). De tu reino la ventura. Décimas a las madres (2003). Que caí bajo la noche. Panorama de la décima erótica cubana (2004). La lectura, ese resplandor (antología de textos sobre literatura y lectura, (Ecuador, 2009). Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX (en coautoría con Mayra Hernández Menéndez; Editora Abril, en 2 volúmenes: 2009 y 2010).
LIBROS ÍNÉDITOS:
Libro de Rodrigo Damián (poesía para niños).
EN MIAMI:
Desde su arribo a Miami en julio de 2011, ha tenido una amplia participación en la vida cultural y en numerosos eventos, como los siguientes:
2011
-El teatrista y creador de la web teatroenmiami.com Ernesto García lo invita a colaborar con esta página (premiada por Google) y le ofrece una columna.
-Integra el jurado de la primera edición del Festival de Teatro de Pequeño Formato, de la Compañía ArtSpoken, dirigida por Yoshvani Medina.
-Conforma el equipo de colaboradores del anual Festival del Monólogo Latinoamericano, de la Compañía Havanafama, dirigida por Juan Roca.
-Es invitado a colaborar con la revista digital Palabra Abierta, por su fundador: el narrador, poeta y ensayista cubano Manuel Gayol Mecías.
2012
-Merece el Tercer Premio de Poesía del X Concurso Internacional “Lincoln-Martí”.
-Invitado por el destacado teatrista Matías Montes Huidobro, lee su ponencia «Nostalgia y crítica en la dramaturgia de Cristina Rebull», en el Congreso Internacional «Celebrando a Virgilio Piñera», celebrado del 12 al 15 de enero en la Universidad de Miami.
-Es invitado a colaborar en el blog Gaspar. El Lugareño, por su creador Joaquín Estrada Montalván.
2013
-Invitado por la Presidencia del Gremio Artístico Latinoamericano. GALA (integrada por la teatrista boricua Maddy Rivera y el escritor cubanoamericano Antonio Armenteros) integra la nueva agrupación.
-A petición de la Presidencia de GALA, funge como Jurado del Concurso Internacional de Poesía «Facundo Cabrales».

Lelany Barea, Miss Carnaval Miami 2016

 
 

Miss Carnaval Miami en Facebook
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Monday, February 22, 2016

Alumno perdido (un poema de Félix Luis Viera)

Nota: Cada lunes la poesía de  Félix Luis Viera.  Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog,  en este enlace.



Al fin olvidé la diferencia entre los intransitivos y
      transitivos,
confundo a diario un reflexivo y un defectivo.
Ni hablar de los veintitantos usos de la coma,
sólo recuerdo la que se escribe delante de pero,
     pero también la olvido.
Por momentos no sé diferenciar entre un gerundio
     y una frase verbal. Dudo
con los punto y seguido, los punto y coma
     y todos los puntos,
hasta con el punto final. Los acentos diacríticos
se me confunden con los no diacríticos; escribo,
     por ejemplo,
camión sin acento y ya, lo juro, no sé realmente
lo que es un enclítico, sólo a ciertas que existe
    esta palabra. Y así
van las cosas.
Como ven
necesito ayuda, amigos míos, perdí
mis pobres nociones de gramática.
Ya mis palabras no tienen gramática, amigos míos,
     sólo alma.


Agosto de 1984



Alunno perduto


Ho finito per dimenticare la differenza tra intransitivi e
        transitivi,
confondo ogni giorno riflessivi e difettivi.
Per non parlare delle troppe regole della virgola,
solo ricordo che si scrive davanti a ma,
         ma spesso lo dimentico.
A volte non distinguo un gerundio
         da una frase verbale. Ho dubbi
sui punti di seguito, i punti e virgola,
         su tutti i punti,
persino sul punto finale. Gli accenti diacritici
mi si confondono con gli accenti non diacritici; scrivo,
         per esempio,
camión senza accento e adesso, lo giuro, non so realmente
cosa sia un enclitico, non sono certo che esista
        questa parola. Proprio così
vanno le cose.
Come vedete
mi serve aiuto, amici miei, ho perso
le mie povere nozioni di grammatica.
Ora le mie parole non hanno grammatica, amici miei,
       soltanto anima.


Agosto 1984



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Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los  géneros.

En su país natal recibió el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Nacional de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que ya había recibido, en 1983, por su libro de cuento En el nombre del hijo.

En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio y el premio Pluma de Oro de Publicaciones Entre Líneas..

Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.

Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.

En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.

Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son

Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.

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Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960. Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.

Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.

Sunday, February 21, 2016

Sobre Palomas IV. El trayecto hasta la reproducción (por Rodrigo de la Luz)



Desaparecerá como un misil. Regresará como una aparición. Un aterrizaje forzoso en el patio nos dará la pista de que el palomo o la paloma perdida ya está de regreso.

En realidad nunca estuvieron perdidos, el ataque repentino de un gavilán fue lo que causó el estruendo, el estrepitoso aleteo.

Con muy buen sentido auditivo escuchó el aleteo de las otras. Luego su poderosa vista le ayudó a identificarlo. Su veloz reacción le salvo la vida, entonces se alejó, ahora ha regresado…

Algunas dietas tienen nutrientes que alteran al palomo, otras dietas tienen mucho calcio que acelera la puesta de la hembra. En ambos casos debe ser regulada la dosis. Un desbalance es esté sentido puede ser fatal catastrófico.

El grano puro de maíz es !pura energía concentrada!. Este grano de oro lo tiene todo. Para esas demostraciones de alarde, para esas persecuciones interminables para esa velocidad – aterrizaje y despliegue – es preciso estar bien alimentado; cumplir con lo prometido entonces no será difícil.

Si el palomo probado, hijo de buenos reproductores, ardientes y bien alimentados se haya trancado por mucho tiempo – en la buchera ó mirador - entonces la libertad está presa.

Ninguno de sus meritos tiene razón de ser. Esta máquina perfecta de la extorsión y el sabotaje se hallará frustrada, desesperada e incluso podría morir de la tristeza…

Así como el mamut es el ancestro del elefante, los buchones descolgados, los moroncelos, las rafeños, los laudinos sevillanos, los jinenses, los mensajeros son los antepasados del buchón de hoy. Ellos no han llegado hasta aquí, para que ahora se les encierre como si fueran aves de fantasía levemente asustadas.

Ellos necesitan sol, y más que sol necesitan fuego; más sencillo aún, necesitan fogueo, !sentirse presa ó depredador!. Si el palomero decide trancarlo “protegerlo” su decisión será errónea. Cuando lleguen las lluvias ya habrá tiempo para descansar, incluso el palomo tendrá una nueva oportunidad para ser honesto, fiel. Para encontrar una nueva pareja y vivir a su lado reclutado, alejado de la vida mundana, pero esa selección debe ser él quien la haga…

Su adaptabilidad es asombrosa .Pueden habitar desde; en cajones de plásticos muy estrechos, hasta en pequeñas latas de galletas, ó bucheras de madera con techos de tejas, recalentadas en el verano y muy frías en el invierno lo ideal es un palomar fresco de malla metálica donde le de el aire puro, como habíamos mencionado en el primer artículo… 

Evita la atrocidad, no pongas nunca los reproductores en cajones muy pequeños, un pichón con gestos robóticos es lo que tendrás por resultado, gestos que le acompañaran de por vida.

El palomo distintivo necesita espacio. Nadie interceptará su vuelo, no habrá gavilán que pueda alcanzarlo ni paloma que lo pueda burlar.

Todos los palomeros lo querrán tener. Aún cuando sea un lince aéreo habrá que protegerlo hasta de los malos ojos. Entonces algún día él será tu nuevo reproductor…

Esta raza fogosa, portentosa a menudo se indigna cuando ve que otra pareja tiene relaciones sexuales antes ellas; pican, y aletean a la pareja que se hallaba en el acto. Como queriéndoles decir:

-A otro lado con su luna de miel, esto es para duros, no vengan a provocar frente a mi casa. A otro lado con ese festín orgiástico-.

Pero en realidad la cosa va por otro asunto. Ellos están conscientes de que la reproducción de su raza debe ser una prioridad. El versátil palomo es tan ladrón como buen padre y buen reproductor. Su especie debe reproducirse más que las otras. Aunque no sean enemigos mortales trataran de tomar la delantera. Pronto acariciará a su hembra, hará con ella los que otros quisieron hacer frente a sus narices, ocho días después pondrán el primer huevo de oro, después que haya puesto el segundo los encubaran por 21 días, alternándose en esta labor hembra y macho entonces se hará el milagro; dos pichones de ladrones crecerán agiles y fornidos para algún día ser ellos los protagónicos de las nuevas batallas que tendrán que afrontar.


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Is speaking Spanish necessary to be Hispanic?

read full report at Pew Research Center

Francisco: "¿Qué cosa es un compromiso? Y ¿qué cosa significa comprometerse?"


Hoy quisiera detenerme brevemente a reflexionar con ustedes sobre el tema de esta palabra que he dicho: el tema del compromiso. ¿Qué cosa es un compromiso? Y ¿qué cosa significa comprometerse? Cuando me comprometo, quiere decir que asumo una responsabilidad, una tarea con alguno; y significa también el estilo, la actitud de fidelidad y entrega, de particular atención con el cual llevo adelante esta tarea. Cada día nos piden poner empeño en las cosas que hacemos: en la oración, en el trabajo, en el estudio, pero también en el deporte, el las actividades libres … Comprometerse, quiere decir poner nuestra buena voluntad y nuestras fuerzas para mejorar la vida. (Leer texto completo en ACI Prensa)

Thursday, February 18, 2016

Statement by the Press Secretary on the President’s Travel to Cuba

Fotos/Blog Gaspar, El Lugareño (por Rodrigo de la Luz)
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Statement by the Press Secretary on the President’s Travel to Cuba and Argentina

President Obama and the First Lady will travel to Cuba on March 21st and 22nd and Argentina on March 23rd and 24th. In Cuba, the President will work to build on the progress we have made toward normalization of relations with Cuba - advancing commercial and people-to-people ties that can improve the well-being of the Cuban people, and expressing our support for human rights. In addition to holding a bilateral meeting with Cuban President Raul Castro, President Obama will engage with members of civil society, entrepreneurs and Cubans from different walks of life. This historic visit – the first by a sitting U.S. President in nearly 90 years – is another demonstration of the President’s commitment to chart a new course for U.S.-Cuban relations and connect U.S. and Cuban citizens through expanded travel, commerce, and access to information.

In Buenos Aires, the President and First Family will meet with the new Argentine President, Mauricio Macri, to discuss President Macri’s reform agenda and recognize his contributions to the defense of human rights in the region. The President will deepen efforts to increase cooperation between our governments in a range of areas, including trade and investment, renewable energy and climate change, and citizen security. It has been nearly two decades since the last bilaterally focused visit by a U.S. President to Argentina, Latin America’s third largest country. (Website of the White House)


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Read President Obama is going to Cuba. Here’s why:
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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