Wednesday, December 2, 2020

La imagen del Cristo Rey que vela por Camagüey (por Carlos A. Peon Casas)



El 31 de octubre de 1937 tiene un significado especial para la ciudad de Camagüey. Pocos, sin embargo, sabrán por qué. Si adelantara que se trató de un acontecimiento que marcó el corazón de los camagüeyanos, pero que aún más, marcaba en signo de fe a todo un pueblo, quizá estuviera dando una pista. El hecho acaecido tuvo, a no dudarlo, una relevancia que trascendió, y que fue más que un muy lucido acto social, del que se hicieran ecos las crónicas sociales de la época. Su sentido, el más profundo, comprometía no sólo la parte emotiva de los lugareños, sino que era en esencia, un acto de muy profunda reverencia y abandono a la Misericordia Divina. Ese día se consagraba nuestra ciudad y nuestra provincia de Camagüey a Cristo Rey. Por ello y a pesar del tiempo y del olvido, voluntario o no, hoy podemos con la misma intención, reeditarlo.

Ese domingo, los ojos de todo curioso que atravesara nuestro querido Parque Agramonte, no podrían dejar de tener un punto de obligada convergencia: la estatua de un Cristo Rey que con sus brazos abiertos, como queriendo abrazar con su gesto a toda la ciudad, remataba lo más alto de la torre de la Catedral. 

Y esa inusitada aparición sobre la torre de nuestra Catedral, era sin dudas, todo un acontecimiento que venía a instaurar desde ese día toda una tradición de fervor y confianza en la persona de quien nos dice siempre: Venid a mí, porque yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Se trataba de un gesto de entrañable confianza, y de una ocasión totalmente inusitada en toda la nación. Por primera vez, toda una ciudad, provincia y diócesis, encomendaba su haber y su poseer, “al que es Rey por naturaleza y por derecho de conquista, al que no puede dejar de serlo en el cielo y en la tierra, no a la manera pobre y enfermiza de los hombres, sino a la manera soberana, poderosa, sabia y santa de un Dios”, según expresara Monseñor Pérez Serantes en su Carta Pastoral, aparecida el 18 de octubre de ese mismo año, en ocasión de los actos preparatorios al acontecimiento, a producirse el propio día que la Iglesia celebra la Festividad de Jesucristo Rey. 

La idea de acometer tal empresa fue de Monseñor Pérez Serantes, el siempre querido y bien recordado obispo, que tanto bien hizo a esta diócesis y a nuestra patria. Su deseo tuvo un eco inmediato, primero en la persona del párroco de la Iglesia Catedral, luego en el pueblo lleno de fervor religioso, que se volcó a la idea con todo el corazón, para hacer finalmente posible el sueño del obispo de consagrar nuestra querida ciudad a Jesucristo Rey de la Gloria. Esa estatua, al decir del propio obispo en otro lugar de su Carta Pastoral, no debía considerársela como un adorno más de la catedral, o un motivo más de ornamentación de la ciudad. “Deseamos”, decía el obispo, “que todos comprendan lo que esta estatua significa y representa”, y su deseo alcanzaba a todos: los niños, los jóvenes, los padres, la familia toda. “Como faro luminoso que señala el puerto al navegante que cruza la inmensidad de los mares”, seguía diciendo el obispo, “así Jesucristo, cuya imagen colocamos en lo más alto para que se la divise bien de todos los ángulos de la ciudad, es el faro que nos señala el puerto de la vida”.

Las semanas precedentes a la fecha, marcaron el ajetreo inusitado en torno a tan céntrico sitio. Se procedía a la erección, primero de un pedestal donde descansaría la estatua y el mismo pueblo creyente que lo costeaba con sus limosnas, seguía con atención los progresos de la obra. Pero no sólo se hacían preparativos de índole material, también se preparaba el espíritu para que tal hecho revistiera un significado de profunda conversión. Durante nueve días anteriores al domingo 31, se tuvo una Novena a Cristo Rey, la que fuera dirigida por el propio Obispo. Se alistaban así los católicos camagüeyanos para tan alta celebración. 


El amanecer de aquel domingo fue definitivamente diferente para toda la ciudad. A las 4:30 de la mañana se impartió la Sagrada Comunión en la Catedral. Y a las 7:00, oficiaba Monseñor Pérez Serantes una Misa de Comunión General, de la que queda un recuerdo todavía palpable y vivo para todos nosotros, pues sesenta y dos años después, al remover la base de la estatua con motivo de las pertinentes reparaciones que la han embellecido, se hallaron, en dos recipientes de cristal, un centenar de pequeños recordatorios de la ocasión, firmados por todos y cada uno de los comulgantes de aquel día. Un bellísimo testimonio de la fe y devoción de nuestros antecesores.

Uno de los recordatorios hallados, 
durante la restauración realizada en el año 1999, 
 dentro de un recipiente de cristal,
 en la base de la escultura.
------------------

Al término de la misa, se procedió a la bendición de la imagen y a la solemne consagración de la ciudad y provincia de Camagüey a Cristo Rey. Al caer la noche, vendría junto a las primeras sombras, el tan aguardado momento de ver resplandecer la imagen de Nuestro Señor, toda iluminada para la ocasión, como un faro que quería mostrar a todos el puerto seguro.

Los que aquella noche se agolparon en el parque Agramonte y en las inmediaciones, tuvieron, la certeza, de que aquella luz, más que símbolo sensible, era en verdad, una llama de compromiso personal, y un acicate para dejar a Dios actuar en sus vidas. “Sin Cristo”, decía Monseñor Pérez Serantes, en otro momento de su Carta, “no hay justicia, sin Cristo no hay caridad, no hay pureza ni fidelidad; sin Cristo no hay paz duradera ni hay hogar (…) Sin Cristo, se cae en el ateísmo que es la sima de todos los males y el súmmum de toda pobreza y miseria, clima propicio a toda degradación”.



Palabras que andando el tiempo nos serían muy caras, porque el profetismo del pastor era manifiesto. Palabras, que dichas para aquellos nuestros antecesores en la fe, están hoy muy bien dichas para todos nosotros, los católicos camagüeyanos de este aquí y ahora, pues al volver la mirada sobre la imagen de Cristo Rey, esta vez renovada de la patina del tiempo, estamos llamados a testimoniar a todos nuestros conciudadanos de nuestra fe y nuestra esperanza con renovado entusiasmo apostólico.

Ojalá que al mirar cada noche la estatua encendida de nuestro Señor, nos dejemos penetrar por su Luz, la que es Norte seguro en la noche oscura de nuestro caminar, y que siga resonando todavía en nuestros oídos aquella oración del obispo Pérez Serantes dicha en 1937 al buen Jesús que vela sobre nuestra ciudad:

…“Pedímoste, pues, oh buen Jesús, dulce, manso y humilde de corazón, a Ti que eres toda caridad, que permanezcas siempre con nosotros, que desde lo alto de esta torre donde tu imagen está, como de lo alto del cielo donde eternamente moras, nos bendigas, nos ilumines, y nos guíes, para que dóciles a tus santas y sabias enseñanzas, viendo con claridad la senda que debemos seguir, tengamos la fuerza necesaria para no detenernos, para no retroceder nunca, para resistir y luchar, siguiéndote a Ti, pues quien te sigue no camina en tinieblas”.



Perlas del Camagüey (por Carlos A. Peón-Casas)


Descubrimos para el curioso lector, en esta entrega de miércoles, estas curiosas perlas del decursar histórico de nuestro materno lar camagueyanensis. 

La oportunidad nos la brinda poder releer con enorme fruición y sorpresas siempre sobreañadidas, una peculiar obra biográfica dedicada precisamente a nuestra comarca: Camagüey. Biografía de una provincia, obra de la celebrada narradora y poetisa y también ensayista y crítica camagüeyana, la Dra. Mary Cruz del Pino. 

El libro fue dado a la prensa en el año de 1955, laureada por la Academia de la Historia de Cuba con el Premio José Miguel Tarafa, en la edición del año 1952, pensado ese año para una obra biográfica dedicada a la provincia de Camagüey. 

En sus contenidos la autora recorre de principio a fin las muchas coordenadas de nuestra antológica memoria histórica, descubriéndonos entresijos siempre reveladores de nuestra mejor identidad, como en un viaje de acendrado bojeo a las mejores esencias tangibles y no, de nuestro mejor ser y saber como pueblo. 

Las no pocas revelaciones que se desgranan en ese animado periplo nos sitúan en los albores civilizatorios de nuestra región, con la llegada de los tainos, y de sus prácticas agrícolas, en especial el de la confección del tan socorrido casabe, y de cuyas particularidades nos cuenta esta iniciática referencia o primer aderezo a nuestra lista: 
Los tainos de cada comunidad se reunían para la significativa tarea de la confección del casabe, Era un acto del grupo como unidad, y, aunque pudiera inferirse que constituía una indígena tendencia comunista, otra de sus características viene a desvirtuar tal suposición: los indios, como los actuales cubiteños, marcaban sus tortas antes de llevarlas al horno común-rasgo de bien definida individualización de la propiedad-en evitación de confusiones o despojos.[1]
En ese recorrido por los jalones de esta memoria histórica, la entonces muy joven escritora camagüeyana nos descubre detalles de sugerentes coordenadas. La de este minuto corresponde a un día cualquiera del año 1747, el año en que según se nos relata Fray Cristóbal de Sánchez Pavón, levantó el primer plano de la villa. Unos muy curiosos referentes a los principeños de entonces fueron adjuntados a aquel: 
Los consideraba aplicados al trabajo y al interés(a las ganancias), hospitalarios, generosos y valientes, así como poco dados al cultivo divino.(…)[2]
De lo anterior dicho deduce la autora a continuación que: 
“(…) la última negativa, nos asombra un tanto, ya que, especialmente durante el siglo XVIII, los camagüeyanos aportaron considerables sumas a la erección de templos (…) y esto sugiere un marcado sentimiento religioso.[3]
Para ese año del Señor de 1747, nos sigue abundando Mary Cruz: 
Puerto Príncipe era la segunda población de la isla por el número de sus habitantes. Habían aumentado las facilidades para la fabricación del azúcar y crecía la exportación maderera por los puertos de Guanaja y Vertientes. En el primero se estableció un astillero donde fueron fabricadas, con maderas de la región, las primeras volantas que rodaron por las calles principeñas. Tan resistentes y de tan buena calidad eran los productos forestales camagüeyanos que hasta en el Arsenal de La Habana se usaron para la construcción de barcos de guerra.[4]

Casi una centuria después la ya entonces ciudad de Puerto Príncipe se embarcaba en rumbos de expectante modernidad. Tal fue el caso que ahora se vuelve otra perla destacable, llegada de manos de un precursor sin cuento para la modernidad puerto principeña: Don Gaspar Betancourt Cisneros, mejor conocido como El Lugareño, así nos lo narra nuestra amable cicerone: 
Fue durante un San Juan, el de 1837, cuando El Lugareño, precursor de tantos aspectos de del desarrollo social y económico de Puerto Príncipe demostró prácticamente a los camagüeyanos como funcionaba un ferrocarril. Casi como jugando, para usar la vieja frase popular, diremos que dio magnífica lección objetiva y ganó con ella para la Compañía que habría de construir la vía férrea entre Nuevitas y Puerto Príncipe, la venta de acciones por valor de más de cien mil pesos. 

¿Quién podía resistir la atracción de aquella propaganda? Unos trabajadores, en comparsa carnavalesca, llevaban un tren de madera en miniatura, con su locomotora y carros de carga y pasajeros. De trecho en trecho, por las calles más céntricas y concurridas, los primeros ferrocarrileros, tendían la línea y hacían andar aquel sorprendente aparato (…) que dejara boquiabiertos en aquella época a los más cultos y civilizados.[5]
El siglo veinte en el Camagüey de siempre, llegaría primero con la intervención norteamericana y luego con el advenimiento de los tiempos de la primera república. De tales minutos hay otras perlas que entresacamos de este magnífico recorrido de manos de la autora de este libro singular. 

De la llegada del Ferrocarril de Cuba nos cuenta la autora que: 
“Ya durante la intervención americana, Van Horne, construyó el Ferrocarril de Cuba con quinientos setenta y tres kilómetros de recorrido –entre Santa Clara y Santiago pasando por Camagüey, del que partieron luego numerosos ramales, como el tan largamente proyectado a Santa Cruz del Sur.[6]
Y la ciudad cambió también de nombre…: 
Puerto Príncipe ya era Camagüey, no solo en el decir popular, sino oficialmente. El 22 de abril de 1903 el Consejo Provincial acordó cambiar a la provincia su nombre hispano por el taíno de la región(…) y el Municipio, por acuerdo del 10 de julio de ese mismo año, también dio carácter legal a la adopción del nombre de Camagüey en esta capital provincial.[7]

Ya en los tiempos del gobierno de Menocal, y justo para el centenario del nacimiento de nuestra Avellaneda: 
Se logró entonces que en 1913 sancionara una ley autorizando crédito de 10.000 para las fiesta del centenario y uno de 2000 para la erección de una estatua de la inmortal Tula en su ciudad natal, el la Plaza de Trías-hoy Parque Martí(…) En el concurso convocado al efecto ganó el primer premio Manuel Pascual, y el segundo el camagüeyano Esteban Betancourt; pero los murieron sin ver realizado el monumento a la poetisa.[8]
Justo para los tiempos en que este libro fuera escrito y publicado, en la quinta década del siglo veinte, Camagüey seguía teniendo razones para ser considerado un baluarte envidiable de prosperidad económica, la autora nos lo ilustra al referir al progreso ganadero de nuestra ancestral región: 
En el Censo Ganadero de 1952 la provincia camagüeyana aparece a la cabeza de las otras cinco, con un millón, ciento seis mil quinientas ochenta y tres reses vacunas, que representan el 27.4% del total de la República.[9]
De aquel sector de tanta pujanza, deja la autora de esta cercanía memoriosa a aquel Camagüey, una estampa muy singular con la que pretendemos dejar al lector con el mejor sabor de boca para el cierre de este recorrido tan sugerente por nuestras raíces y nuestras mejores esencias: 
La industria ganadera tiene actualmente en la provincia el más alto lugar. No sólo da vida y movimiento a la región, sino carácter y tipicidad a ciertas modas y costumbres que parecen traer a tierras cubanas un algo del oeste norteamericano, especialmente a la ciudad de Camagüey y sus alrededores. 

El ojo habituado de los pobladores nada extraño descubre en ese tipo de cowboy que pulula por sus calles y hasta hace corros en los cafés más céntricos, con sus zapatos de tacón alto, sus sombreros de fieltro y sus cintos repujados a la usanza de los tejanos, en la frontera de los Estados Unidos y México. 

(…) 

Erna Ferguson, en su volumen intitulado Cuba, escribió en 1946 estas frases que traduzco al español: Camagüey, me decían a menudo, es nuestra Virginia. Sus gentes se enorgullecen de ser camagüeyanos y lo toman como prueba de aristocracia, igual que los virginianos lo hacen. Pero la provincia de Camagüey, además de ser Virginia es Texas y en centro de la considerable riqueza ganadera de Cuba. Por las calles se ve al cowboy en altas botas, ancho sombrero y la guayabera-en español en el original-del vaquero hispanoamericano.[10]




-------------------------------------------------------------
[1] Camagüey. Biografía de una provincia. Mary Cruz del Pino. Academia de la Historia de Cuba. La Habana, 1955. pp.4-5 
[2] Ibíd. p.41 
[3] Ibíd. 
[4] Ibíd. p.42 
[5] Ibíd. p.40 
[6] Ibíd. p.213 
[7] Ibíd. 
[8] Ibíd. p.216 
[9] Ibíd. p.240 
[10] Ibíd, p.241

(Bohemia. Diciembre 19, 1954) Fotos de Alicia Alonso


 

Tuesday, December 1, 2020

Sobre "Mujer de invierno" (por Rodrigo de la Luz)


Cuando el libro: Mujer de invierno se publicó yo tenía treinta y tres años; la edad de Cristo en el momento que fue crucificado por los romanos. El libro en su mayoría se había escrito en Cuba, más de diez años hantes.

Mi vida había transcurrido desde entonces, entre el dibujo, la actuación, algunos deportes, la cría de palomas y la lectura. Sin embargo sentía que había perdido mucho tiempo, que ya era demasiado viejo para publicar. Pero el peso de aquellos papeles en la gaveta, me atraía con más fuerzas que todo lo hecho anteriormente.

Cansado de corregirlos, decidí hacer una selección y organicé por segmentos un buen número de poemas que acaso no eran superiores. Sin embargo por alguna razón gozaron el privilegio de ser publicados con anterioridad a otros que tal ves eran mejores; y digo mejores, en cuanto a juicio, criterio, estética y cánones de la modernidad... porque en el corazón a veces no se exigen esos requisitos, esos parámetros.

El corazón dice: Me conmueve, o dice: No entiendo, no me habla a mí.

El corazón dice: Yo no determino, yo no juzgo, yo no sentencio, yo sólo puedo aceptar a quien me canta con honestidad.

Que critiquen los experimentados, los que saben de equilibrio, de moderación y de tendencias.

Con sus espacios de ocio y de poca sustancia, con sus cacofónicas combinaciones y su falta de imágenes, con todos sus adverbios y excesivos giros, con sus metáforas fabulescas, y sus finales imprevistos, con su neocriollismo rampante; los fui organizando para su publicación o su entierro.

Y así fue. En el dos mil dos, apareció el poemario. Supuse que sería un éxito, al menos en cuanto a regocijo se refiere...

Es cierto que me trajo disfrute y algo de paz; por cuanto ya veía publicado algo de mi trabajo.

Pero a su vez -no lo puedo ocultar- me trajo muchas dudas.

¿Que fórmula -si es que existe- nos conduce a la honestidad del poema?

¿Que define lo bueno de lo malo cuando el corazón impera? como ya dije antes.

Después de un tiempo me acostumbré a la idea. Me preparé para esgrimir cualquier tipo de críticas; de cualquier manera ya el poemario existía,y al menos no estaba plagado de faltas de ortografía, ni de erratas, ni de debilidades, ni de muletillas, ni del abrumador frío de los gabinetes; esto último muchas veces es lo peor, ya que contagia el alma del supuesto poeta: ¡fui felíz por un tiempo!

Entre Bécquer y Bukowski, entre Hesíodo y Vallejo, entre Safo y Sylvia Plath cantaba Homero enaltecido.

Luego me sometí a la violencia de las librerías.

Leí en casi todas, e incluso en muchas de las que ya hoy no existen. Leí vía Skype para otros países, y me presenté en múltiples programas de radio, llamé la atención de muchos y me busqué el odio de otros por destacarme; pagué mi propio precio, al igual que mi poesía.

La ingenuidad, la perseverancia, la osadía, a veces te hacen pagar muy caro -incluso con afrenta -por llegar más rápido al lugar que otros ambicionan.

Después de ese periodo devastador y prolífero, la magia y el disfrute los encontré en la soledad, y opté por escribir desde mi trinchera.

Entonces liberé a mi poesía de las palabras que gruñen y maldicen, que fustigan y recriminan.

Ahora es mi misionera: Algo me queda claro; ella evolucionó a lo largo de mis muchas lecturas. Desde entonces como un héroe anónimo, mis poemas fueron mi salvación, la penumbra en mi ciudad oscura, lo mejor y más  honesto que he podido hacer en este mundo.

Programa de Mano, de la función inaugural del Ballet de Camagüey, 1, 2 y 3 de diciembre de 1967 (Cortesía de Liliam Gómez)


 

Las dimensiones de la sexualidad y los diferentes modos de vivirla. (por Cecilia Alegria, La Dra Amor)

Nota  del blog: Espacio semanal de  Cecilia Alegría, La Dra. Amor,  dedicado al amor de pareja.


Revisando estudios sobre el tema para mi noveno libro SEXO SAGRADO Y LAZOS DEL ALMA -que deberá salir a la luz pública en febrero del 2018- encontré la investigación académica de Estefanía Franco, antropóloga de la Universidad Autónoma de México, quien plantea cuatro dimensiones de la sexualidad humana a la que yo agrego una quinta (que va al final):

Dimensión biológica (sexo)

Es el conjunto de características anatómicas, fisiológicas y endocrinas que diferencian a hombres y mujeres.

Dimensión pisco-afectiva

Es la dimensión humana que afecta a las emociones y sentimientos, y está relacionada con las creencias y valores de cada persona.

Dimensión sociocultural y ética

Cada sociedad establece unos valores y normas para justificar los comportamientos sexuales. En función de esos valores y normas se establece lo que es normal y anormal en el comportamiento sexual.

Dimensión clínica

Es la que trata de solucionar las disfunciones sexuales o la adicción al sexo, tanto si se deben a razones fisiológicas como psicológicas. Algunos problemas psicológicos como la ansiedad y la depresión, pueden originar problemas de convivencia, que repercuten en la vida sexual.

Dimensión espiritual

Supone vivir la sexualidad en el respeto de sí mismo y de los demás, en la valoración de sí y de los demás, sin caer en la cosificación o en el uso del otro.

Es encontrar a Dios en la propia sexualidad y en la de los demás. La sexualidad es un dinamismo de la totalidad de la persona que nos ofrece dos caminos para vivir nuestra vocación a la unión con otro ser. El camino amoroso de la vida en pareja, que es el que la mayoría reconoce como válido. Pero los hombres espirituales disponen de otro: lanzar toda la fuerza de su energía amorosa, centrarla en Dios y tener la experiencia de esa fusión total de lo finito con lo infinito. Los místicos cristianos lo han entendido así y lo convirtieron en su proyecto de vida espiritual. Ellos son los verdaderos maestros de este encuentro, de esta experiencia y de este camino sexuado de fusión con su creador. Todo esto en el contexto de la sexualidad como una energía, una fuerza positiva capaz de generar vida, plenitud y realización.

DIFERENTES MODOS DE VIVIR LA SEXUALIDAD


¿Están de acuerdo? ¿Ustedes qué opinan?...



 


--------------------------------------------------------
Cecilia Alegría, La Dra. Amor (www.ladoctoraamor.com): Consejera de Parejas, Love and Life Coach, Conferencista Internacional, Periodista y Conductora de Radio y TV. Destaca en los Medios Latinos en Miami dando consejos sobre cómo triunfar en el terreno amoroso y ayudando a miles de parejas a resolver sus problemas. Forma parte del grupo fundador de profesores del programa Universidad de la Familia.

Ha publicado diez libros entre los que se encuentran: Comunicación Afectiva=Comunicación Afectiva (Espasa Calpe, España, 2000). 120 preguntas y respuestas para ser mejores personas (Editorial Norma, Colombia, 2004), No hay amor más grande (Editorial Aragón, USA, 2012), Amando un Día a la Vez (Ediciones Varona, U.S.A. 2015), Al rescate de tu comunicación de pareja (Ediciones Varona, USA 2017), Sexo Sagrado y Lazos del Alma (Indie Publishingnbsp, 2018), Alessia (Book Master Corp. 2019) 

El Arbol de Navidad


(ACI Prensa) Los antiguos germanos creían que el mundo y todos los astros estaban sostenidos pendiendo de las ramas de un árbol gigantesco llamado el "divino Idrasil" o el "dios Odín", al que le rendían culto cada año, en el solsticio de invierno, cuando suponían que se renovaba la vida. La celebración de ese día consistía en adornar un árbol de encino con antorchas que representaban a las estrellas, la luna y el sol. En torno a este árbol bailaban y cantaban adorando a su dios.

Cuentan que San Bonifacio, evangelizador de Alemania, derribó el árbol que representaba al dios Odín, y en el mismo lugar plantó un pino, símbolo del amor perenne de Dios y lo adornó con manzanas y velas, dándole un simbolismo cristiano: las manzanas representaban las tentaciones, el pecado original y los pecados de los hombres; las velas representaban a Cristo, la luz del mundo y la gracia que reciben los hombres que aceptan a Jesús como Salvador. Esta costumbre se difundió por toda Europa en la Edad Media y con las conquistas y migraciones llegó a América.

Poco a poco, la tradición fue evolucionando: se cambiaron las manzanas por esferas y las velas por focos que representan la alegría y la luz que Jesucristo trajo al mundo.

Las esferas actualmente simbolizan las oraciones que hacemos durante el periodo de Adviento. Las esferas azules son oraciones de arrepentimiento, las plateadas de agradecimiento, las doradas de alabanza y las rojas de petición.

Se acostumbra poner una estrella en la punta del pino que representa la fe que debe guiar nuestras vidas.

También se suelen poner adornos de diversas figuras en el árbol de Navidad. Éstos representan las buenas acciones y sacrificios, los "regalos" que le daremos a Jesús en la Navidad.

Para aprovechar la tradición: Adornar el árbol de Navidad a lo largo de todo el adviento, explicando a los niños el simbolismo. Los niños elaborarán sus propias esferas (24 a 28 dependiendo de los días que tenga el Adviento) con una oración o un propósito en cada una, y conforme pasen los días las irán colgando en el árbol de Navidad hasta el día del nacimiento de Jesús. 

(Ver Tradiciones y Costumbres Navideñas en ACI Prensa)

Monday, November 30, 2020

de la Cuba de hoy (por Omar Santana)


Poema 73 de "La patria es una naranja" (de Félix Luis Viera)

Nota: Cada lunes la poesía de Félix Luis Viera. Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog, en este enlace. Traducción al italiano de Gordiano Lupi.  






       73

Isla de Cuba,
cuántas guitarras han sido rotas en tu nombre,
cuántos tiranos te han violado luego de haberte proclamado doncella
nuevamente,
cuántas muchachas han mordido el polvo de su Sueño
luego de que el azulísimo mar se ha hecho rojo con la sangre de sus amores,
cuántos niños han perdido sus globos bajo el trueno prometedor de la Justicia.

Cuántas gonorreas, cuántos chancros
han depositado en ti tus salvadores,
cuántos, blandiendo el rojo matiz de la poesía,
han encadenado tus ojos, han lanzado
en aviones de papel la mentira de ti como una fruta plástica.

Isla de Cuba, sangre que no termina,
¿dónde te hallas en esta noche, dónde
que tus boleros no me alcanzan, dónde
que aquellas mujeres no me afierran los tímpanos con sus risas como
pífanos que estallan, dónde los negros que no llegan acezantes, tautológicos,
serenos como sierpes en fuga, dónde
las negras que no me asaltan con sus culos como bastiones bíblicos?
Y ¿dónde, dónde aquellas mulatas
que bajo las nieves de los relámpagos consagran la hostia?

Dónde,
amor mío,
en esta noche cuando
me dueles en toda la boca,
cuando
inútilmente
te busco en el lejano frío.


Ciudad de México, 1998



               73

Isola di Cuba,
quante chitarre sono state rotte in tuo nome,
quanti tiranni ti hanno violata dopo averti proclamato nuovamente donzella, quante ragazze hanno morso la polvere del loro Sogno
dopo che l’azzurrissimo mare si è fatto rosso con il sangue dei loro amori,
quanti bambini hanno perso i loro palloncini sotto il tuono garante di Giustizia.

Quante gonorree, quanti cancri
hanno depositato in te i tuoi salvatori,
quanti blandendo la rossa sfumatura della poesia
hanno incatenato i tuo occhi, hanno lanciato
in aerei di carta la menzogna di te come una frutta plastica.


Isola di Cuba, sangue che non finisce,
dove ti trovi in questa notte, dove
che i tuoi boleri non mi raggiungono, dove
che quelle donne non mi afferrano i timpani con le loro risa come
flauti che scoppiano, dove che i neri non arrivano ansimanti, noiosi,
sereni come serpi in fuga, dove
che le nere non mi assaltano con i loro culi da bastioni biblici?
E dove, dove quelle mulatte
che sotto le nevi dei lampi consacrano l’ostia?

Dove,
amore mio,
in questa notte quando
mi fai male in tutta la bocca,
quando
inutilmente
ti cerco nel lontano freddo.





-------------------------
Félix Luis Viera, poeta, cuentista y novelista, nació en Santa Clara, Cuba, el 19 de agosto de 1945. Ha publicado siete poemarios; tres libros de cuento; cuatro novelas y una noveleta.
Entre los premios que recibiera en su país natal, se cuentan el David de Poesía, en 1976; el Premio Nacional de Novela, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, galardón que ya le había sido otorgado a este autor, en 1983, por su libro de cuento En el nombre del hijo.

Su poemario La patria es una naranja, que aborda el tema del exilio a la par que incursiona en la realidad mexicana, ha tenido una buena acogida de crítica y público y recibió en Italia el Premio Latina in Versi en 2013.

Es ciudadano mexicano por naturalización. Reside en Miami.

----------------------------------------------
Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960.

Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.  Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.

Sunday, November 29, 2020

Ballet “Les millions d'Arlequín” (por Florencia Guglielmotti)

Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.

Los textos anteriores, se pueden leer en este enlace.


Marius Petipa, en el doble rol de coreógrafo y libretista, estrenó esta obra el 23 de febrero 1900 con el Ballet Imperial, en el Teatro Hermitage, y tres días después, con el mismo elenco, se presentaron en el Teatro Mariinsky, también en San Petersburgo. La música fue compuesta por Riccardo Drigo, el diseño escenográfico estuvo a cargo de Orest Allegri y el de vestuario de Ivan Kaffi. El primer elenco estuvo formado por Georgy Kyaksht (Arlequín), Matilda Kschessinskaya (Columbine), Sergei Lukyanov (Pierrot), Olga Preobrazhenskaya (Pierrette), Enrico Cecchetti (Cassandre) y Anna Urakhova (Hada Buena).

Año 1900
-------
Año 1905
--------

La obra se divide en dos actos y tiene como protagonistas a Columbine y Arlequín, personajes tomados de la commedia dell’arte, de allí el ambiente colorido y festivo de todo el ballet. El argumento puede resumirse de la siguiente manera: Columbine y Arlequín están enamorados, pero el padre de Columbine, Cassandre, quiere que su hija se case con Lèandre, un viejo y rico. Como Arlequín siempre ronda a Columbine, Cassandre y Pierrot, su sirviente, deben estar siempre atentos para mantener alejados a los jóvenes y con ese fin la encierran. Sin embargo, Pierrette, esposa de Pierrot y amiga de Columbine, decide ayudar a la joven pareja. Finalmente, aparece el Hada Buena que, mediante un ardid mágico, llena de oro a Arlequín permitiendo así el triunfo del amor de Arlequín y Colombine. 


Sobre la versión original de Petipa, el maestro de ballet y coreógrafo ruso Fyodor Lopukhov realizó una versión reducida de un acto que estrenó con el nombre de “Arlekinada”, el 6 de junio de 1933, en lo que sería la primera función del Ballet del Teatro Maly (actualmente Mikhailovsky), cuerpo de baile estable creado por él mismo. Varios años después, el 4 de febrero de 1965, George Balanchine estrena su propia versión, con el título de “Harlequínade” e interpretada por New York City Ballet, con Patricia McBride y Eduard Villella como protagonistas. Cabe destacar también las versiones realizadas por David Lichine, en 1950, la de Hans Brenaa para el Royal Danish Ballet en 1958, y la de Sir Anton Dolin, para su compañía, el Festival Ballet, en 1960. Tanto la versión de Lopukhov como la de Balanchine se siguen representando en diferentes compañías de todo el mundo.






-----------------------------
Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).

Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com

Crónicas del Noroeste IV (por el sacerdote camagüeyano Alberto Reyes. Noviembre 29, 2020)


Yo frente a mí mismo


Tengo la mala costumbre de pensar, y de rezar. Y el problema es que cuando pienso y cuando rezo, veo cosas que antes no había visto, o las veo de otro modo y, cuando esto sucede, ya no puedo volver a ser como antes, aunque lo intente.

He pensado que, a diferencia de los gatos, Dios concedió a los humanos la eternidad pero una sola vida terrenal, la cual, por mucho que se alargue, es corta. Y he pensado que esa única y corta vida se desarrolla en el presente, y que por mucho que el futuro pueda ser espectacular y luminoso, en esta tierra sólo existe mi hoy.

Mi pueblo, hace muchos años, luchó por devolver a esta tierra la libertad y la democracia, robadas por la dictadura de Fulgencio Batista. Luchó y apoyó sin límites a quienes se alzaron como libertadores necesarios, y ellos, una vez ganada la partida, impusieron a este pueblo una ideología única, un camino, una dirección, un modo de vivir, donde los sueños y las alternativas no eran bienvenidos.

Pero el ser humano necesita soñar, y ellos elaboraron un sueño hermoso, que a pesar de las cadenas y las rejas que se cerraban lenta y progresivamente, convenció a muchos: íbamos a tener una vida mejor, íbamos a ser un país desarrollado y feliz, íbamos a construir un paraíso en la tierra.

Hoy me pongo delante de mi historia, y me doy cuenta de que durante toda mi vida me han hablado de un futuro mejor, de un “ahora sí”, de un mañana hermoso y feliz en el horizonte pero que, como el horizonte, nunca se alcanza.

Y entonces pienso, y me doy cuenta de que nada de esto ha sido verdad, y que bajo la bandera del 26 de Julio no habrá un mañana, no hay un horizonte feliz esperándonos, no seremos nunca una sociedad próspera. La utopía marxista es solamente eso, una utopía, en lo que el término significa, algo que “no tiene lugar”, algo que no existe, ni existirá.

Y no existe ni existirá porque nada puede existir al precio de cortarle al ser humano sus alas, nada puede construirse al precio de quitarle al ser humano lo que le es intrínseco: la libertad.

Preguntas.

Y entonces mi mente se llena de “por qués”, y me pregunto:

- ¿Por qué tiene que existir en mi tierra una sola ideología, un solo partido, una sola línea de pensamiento y acción, cuando el ser humano es, por naturaleza, diferente y plural?

- ¿Por qué humillan mi inteligencia invitándome a “elecciones” cuando en realidad son “votaciones”, pues entre lo mismo y lo mismo no hay nada que elegir?

- ¿Por qué me tratan como un imbécil diciéndome en la cara, una y otra vez, que estamos así por culpa de otro país?

- ¿Por qué la formación de nuestros hijos tiene que regirse por un único sistema educativo, nos guste o no, sin que los padres tengan opción para decidir el tipo de educación que quieren para sus hijos?

- ¿Por qué la gente de esta tierra hermosa y naturalmente bendita tiene que emigrar a dónde sea, para poder tener muchas veces no una vida mejor, sino una vida digna?

- ¿Por qué, si somos firmantes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a esa gente que ejerce su derecho a emigrar, se les llama “gusanos”, tal y como Hitler llamaba a los judíos?

- ¿Por qué no podemos vivir de nuestros salarios y necesitamos que los gusanos de ayer y mariposas hoy garanticen el dinero que necesitamos para que nuestros hijos coman? ¿Por qué tenemos que mendigar el pan que no nos es permitido ganar honesta y serenamente?

- ¿Por qué tenemos que abandonar a nuestros hijos, a nuestros padres, a nuestros esposos y esposas, para irnos de “misión” a ganar el dinero que no podemos ganar aquí haciendo lo mismo, al precio de perder, muchas veces, a nuestras familias?

- ¿Por qué Cuba tiene que ser sola y exclusivamente de los enamorados del comunismo? ¿Por qué si alguien nacido y crecido en esta tierra dice que no le gusta este sistema se le ataca, se le excluye y se le dice que “si no te gusta esto te vas”? ¿Por qué, por qué si no me gusta el sistema político tengo que abandonar mi tierra? ¿Por qué a aquel que no le va el sistema comunista le tratan como un ciudadano de segunda los mismos que denunciarían como injusticia magna la exclusión de un comunista en un ambiente distinto?

Yo me pregunto muchas cosas, y tengo la impresión de que también otros se hacen las mismas preguntas, pero en silencio. Y no sólo la gente de a pie, no sólo los obreros y los campesinos. Yo tengo la intuición de que en todos los estratos sociales de este país la gente se pregunta lo mismo, pero tanto los de un estrato como los del otro tenemos algo en común: tenemos miedo, un miedo que se amplifica por el adoctrinamiento sistemático de que no podemos hacer nada.

Indefensión aprendida.

Hace muchos años, un tal Martin Seligman hizo un experimento curioso. Encerró a perros en jaulas de metal y les aplicó electricidad. Al inicio, los perros buscaron furiosamente cómo escapar, pero las jaulas estaban herméticamente cerradas, y por más que lucharon, no lograron abrirlas. Así pues, empezaron a intentarlo cada vez menos, hasta terminar acurrucados en una esquina de la jaula, sin reaccionar al dolor de los corrientazos. Seligman entonces abrió las jaulas, y siguió aplicando corriente. La mayoría de los perros no se movió, y siguieron sufriendo en silencio: se habían convencido de que no podían hacer nada, aunque tenían delante de sí la puerta abierta. Seligman había descubierto la indefensión aprendida.

¿Cómo es posible mantener una mentira de progreso y felicidad por más de 60 años sin que este pueblo diga: “¡Basta ya de jugar a que te creo!”? Es posible porque es un pueblo que ha sido meticulosamente adoctrinado para que se convenza de que no puede hacer nada y se aferre al pensamiento mágico de que un día, milagrosamente, nos levantaremos para ver que la pesadilla ha terminado.

Pero he dicho algo antes: no todos los perros cayeron en indefensión. Hubo perros que no dejaron de luchar, hubo perros que, de algún modo, mantuvieron la esperanza, que no dejaron de soñar con una puerta abierta. Y hubo otros perros que, al inicio, se quedaron acurrucados cuando se les abrió la puerta, pero que siguieron a los que vieron libres.

¿Y si lo intentamos?

¿Es posible hacer algo? ¿Está tan desamparado este pueblo?

Nada cambiará mientras estemos dispuestos a vivir en la mentira. Nada será diferente mientras continuemos diciendo lo que no creemos, lo que no pensamos. No habrá un mañana mientras, por proteger a nuestros hijos, los animemos a ser esclavos, advirtiéndoles que no digan nada que pueda “traerles problemas”. Sí, si nuestros hijos callan, si nuestros hijos mienten, no les pasará nada, nada malo…, ni nada bueno. Crecerán en la misma esclavitud en que han crecido sus padres, y aprenderán lo que sus padres han aprendido: a sobrevivir en medio del miedo, el sobresalto y la precariedad, o a escapar de esta cárcel con barrotes de agua a la primera oportunidad.

Imaginemos que un día decidimos dejar de mentir por el simple hecho de que nos da la gana de no jugar más al “hombre nuevo”, y decimos lo que pensamos en las reuniones de los CDR, y levantamos la mano si no estamos de acuerdo con lo planteado, y dejamos de ir a las elecciones que no son elecciones; imaginemos que decidimos no participar más en el teatro de que “aquí todo es maravilloso y perfecto y yo estoy total y absolutamente de acuerdo”, y decimos que no, que no estamos de acuerdo, que no estamos a gusto, que queremos que las cosas aquí, en mi trabajo, en mi barrio, en mi escuela, en mi universidad, en mi país…, sean diferentes; imaginemos que encontramos en nosotros la fuerza para solidarizarnos con aquellos a quienes su conciencia lleva a hacer esto… Entonces, sólo entonces, podrá romper la aurora sobre esta tierra.

¿Qué decíamos de aquel Martin Seligman que se entretenía martirizando perros? ¡Ah sí!, que tal vez si se hubiera encontrado con todos los cubanos que han dicho: “basta ya de maltrato animal”, le habrían cerrado el laboratorio. Porque ese grupo animalista de nuestra tierra ha decidido defender lo que cree. Y han protestado, y le han hecho la guerra a Zoonosis, y se han hecho escuchar. ¿Realmente somos un pueblo indefenso?

Yo soy Cuba, tú eres Cuba.

Estamos cansados, todos estamos cansados, no sólo los llamados “cubanos de a pie”. Todos estamos hartos de esperar sin resultados, porque esta lucha por la supervivencia que es Cuba hoy no es vida para nadie. No sólo para el obrero que no tiene familia en el extranjero, no sólo para el campesino que se deja la vida en el surco para luego vender su esfuerzo por muy poco y seguir carente, no sólo para el profesional que se desgasta de sol a sol para ganar lo que apenas cubre la vida de su familia. No sólo ellos. También los funcionarios, los agentes del orden público, los ministros, los de “más arriba”. También ellos tienen que comer, también ellos necesitan vestido, calzado, aseo, medicinas…, para ellos y para los suyos. También ellos necesitan “luchar la vida”, también ellos necesitan rozar y a veces entrar en la ilegalidad para poder sobrevivir. También ellos están rotos por la partida de los suyos al extranjero. Y también ellos tienen miedo, miedo a decir lo que piensan, miedo a “portarse mal”, a ser excluidos, y tienen miedo a este pueblo, que cada vez está más cansado y, en consecuencia, más violento.

Mientras escribo estas líneas, mi Cuba arde. Gracias a Dios da la impresión de que poco a poco son más los que desaprenden la indefensión con la que durante 60 años nos han sometido. Y ahora son los muchachos del Movimiento San Isidro los que han decidido decir: “¡Basta ya!”, un grito que ha trascendido las jaulas electrificadas y ha llegado a los artistas, a los deportistas, a los campesinos, a curas y monjas, a jóvenes y no tan jóvenes, porque el “¡Basta ya!” es hoy el grito del alma de este pueblo.

Definitivamente, yo creo que tengo la mala costumbre de pensar y de rezar, pero a veces sueño con que sean muchos los que piensen y recen, y entiendan que todo tiene un límite, que un día cae una gota que colma el vaso, y que ahora todavía hay tiempo de buscar soluciones pacíficas, todavía podemos buscar cambios entre todos poniendo a Dios por árbitro.

(Texto tomado de su Facebook personal)

Messin' with Jesus (by Chris Janson & Tim McGraw)


Saturday, November 28, 2020

(Revista Social. Abril 1929) Estados Unidos condecora al Dr. Arístides Agramonte y Simoni


El Dr. Arístides Agramonte [y Simoni], ilustre médico y profesor cubano [y camagüeyano] al que el Congreso y Gobierno de los Estados Unidos acaban de honrar con una medalla y una pensión vitalicia por sus notables trabajos sobre la fiebre amarilla y su eficacísima colaboración a la labor del doctor Finlay para la extinción de esa enfermedad en América.

Friday, November 27, 2020

Resistencia (por José Lezama Lima)


La resistencia tiene que destruir siempre al acto y a la potencia que reclaman la antítesis de la dimensión correspondiente. En el mundo de la poiesis, en tantas cosas opuesto al de la física, que es el que tenemos desde el Renacimiento, la resistencia tiene que proceder por rápidas inundaciones, por pruebas totales que no desean ajustar, limpiar o definir el cristal, sino rodear, romper una brecha por donde caiga el agua tangenciando la rueda giradora. La potencia está como el granizo en todas partes, pero la resistencia se recobra en el peligro de no estar en tierra ni en granizo. El demonio de la resistencia no está en ninguna parte, y por eso aprieta como el mortero y el caldo, y queda marcando como el fuego en la doradilla de las visiones. La resistencia asegura que todas las ruedas están girando, que el ojo nos ve, que la potencia es un poder delegado dejado caer en nosotros, que ella es el no yo, las cosas, coincidiendo con el yo más oscuro, con las piedras dejadas en nuestras aguas. Por eso los ojos de la potencia no cuentan, y en la resistencia lo que nos sale al paso, bien brotado de nosotros mismos o de un espejo, se reorganiza en ojos por donde pasan corrientes que acaso no nos pertenezcan nunca. Comparada con la resistencia la morfología es puro ridículo. Lo que la morfología permite, realización de una época en un estilo, es muy escaso en comparación con la resistencia eterna de lo no permisible. La potencia es tan sólo el permiso concedido. Método: ni aun la intuición, ni lo que Duns Scotus llamaba conocimiento abstracto confuso, razón desarreglada. Método: ni la visión creadora, ya que la resistencia total impide las organizaciones del sujeto. Cuando la resistencia ha vencido lo cuantitativo, recuerdos ancestrales del despensero, y las figuraciones últimas y estériles de lo cualitativo, entonces empieza a hervir el hombre del que se han arrepentido de haberlo hecho, el hombre hecho y desprendido, pero con diario arrepentimiento de haberlo hecho el que lo hizo. Entonces... En esta noche al principio della vieron caer del cielo un maravilloso ramo de fuego en la mar, lejos de ellos cuatro o cinco leguas (Diario de navegación, 15 de Setiembre 1492). No caigamos en lo del paraíso recobrado, que venimos de una resistencia, que los hombres que venían apretujados en un barco que caminaba dentro de una resistencia, pudieron ver un ramo de fuego que caía en el mar porque sentían la historia de muchos en una sola visión. Son las épocas de salvación y su signo es una fogosa resistencia.

Las madres de los estudiantes de Medicina (por Teresa Fernández Soneira)


El 27 de noviembre de 1871 fueron fusilados en el paredón de La Punta, en La Habana, ocho estudiantes del primer año de medicina de la Universidad de la Habana. Es un capítulo negro en la historia colonial de Cuba. Los estudiantes fueron acusados de profanar la tumba de un periodista español en el cementerio de Espada, pero todo fue una falsedad y un invento para asesinar a ocho indefensos e inocentes jóvenes estudiantes cubanos. En total eran cuarenta y cinco estudiantes, ocho de ellos condenados a la pena de muerte: Alonso Francisco Álvarez y Gamba; José Ramón Emilio de Marcos y Medina; Carlos Augusto de la Torre Madrigal, Eladio Federico González y Toledo, Juan Pascual Rodríguez y Pérez, Anacleto Pablo Bermúdez Piñera, Ángel José Eduardo Laborde y Perera y Carlos de Jesús Verdugo y Martínez, este último quien ni siquiera estaba en La Habana cuando ocurren los hechos, sino en Matanzas.

¿Quiénes fueron las madres de estos estudiantes de medicina? Poco se sabe de ellas y la historia las ha olvidado. Recordemos hoy sus nombres: Manuela Madrigal, Inés Martínez, Emilia Medina Ferrara (venezolana), Francisca Perera, Rosa Pérez Román, María Luisa Piñero, Rosalía Toledo y Leonor Amoedo. ¿Cómo se habrán quedado estas mujeres al perder a sus hijos que eran inocentes? ¿Cuántas de ellas no habrán enloquecido o caído en una gran depresión al saber de la injusta sentencia del régimen español?

De los demás estudiantes encarcelados, trece debieron purgar seis años de presidio figurado, entre ellos Fermín Valdés Domínguez. Diecinueve de ellos fueron castigados a pasar cuatro años de presidio, otros cuatro en reclusión por seis meses, y todos con incautación de sus bienes. Solo dos fueron absueltos. Pero debido al revuelo de la opinión pública mundial, antes de seis meses el rey Amadeo I decretó el indulto de los jóvenes que guardaban presidio.
Dibujo a plumilla de la patriota Emilia Casanova
publicado en  el libro Apuntes Biográficos de Emilia Casanova, Nueva York, 1874.
-----------------------------------------------

Al mes de cometerse el atroz crimen, la matancera Emilia Casanova de Villaverde quien residía exiliada en Nueva York dedicada a trabajar por la libertad de Cuba, pide a varias cubanas en esa ciudad que la acompañen a visitar al presidente de los Estados Unidos, Ulises Grant, para abogar por los estudiantes encarcelados. La patriota Ana Betancourt apunta: “En diciembre fui invitada por la señora de Villaverde para que la acompañase con doce señoras más a Washington. El objeto de esta comisión era pedirle al Presidente Grant en nombre de las madres de los estudiantes que se habían escapado de la muerte y se hallaban arrastrando una cadena en el presidio de La Habana, que interpusiese todo su influjo para con el gobierno de Madrid, para ver si conseguía se les conmutase la pena del presidio por la del destierro”. Fueron indultados a los pocos meses, pero obligados a trasladarse todos a España. Cuatro de ellos fueron sentenciados a seis meses de encierro, y no fueron excarcelados en La Habana hasta extinguir completamente su condena”.

Ana Betancourt:
---------------
Y continúa Ana Betancourt:
El día de nuestra salida fue la de Villaverde a buscarme y al llegar al paradero me declaró que ninguna de las otras señoras habían querido acompañarla. Le dije que me parecía algo ridículo el que nos presentásemos solas las dos. Me contestó que ella tenía ya formado su plan y que aunque las otras no fuesen, aparecería como que estaban enfermas en el hotel. Así lo hizo presente al Sr. Presidente, el que nos dio una cordial acogida; nos alentó mucho y por último nos dijo que si hacíamos de manera que no se trasluciese el objeto de nuestra entrevista con él, casi estaba seguro de conseguir lo que le pedíamos. Para alejar toda sospecha, se hizo circular que habíamos ido a pedir la beligerancia. Estos nos ponía en ridículo, pero ¿qué nos importaba el ridículo si lográbamos salvar aquellos inocentes niños del presidio, y devolver la paz al corazón de sus madres? Cuando el éxito coronó nuestra empresa; cuando se supo que los estudiantes habían sido sacados del presidio y enviados a España por nuestra intervención, entonces callaron. Siempre agradeceré a Emilia el que me hubiese asociado a ella para esa misión tan santa y tan caritativa(1).
En este incidente aparece también Concepción Capdevila Pina (Sancti Spiritus, 1884–La Habana, 1956), hija del capitán español Federico Capdevila, quien había sido el defensor de los estudiantes. Y también vemos a Dolores Sirvén Borrás, esposa del doctor y profesor de medicina de la Universidad de La Habana, Juan Manuel Sánchez de Bustamante, quien valientemente intercede ante el gobernador de La Habana por los estudiantes para que la soldadesca española no se los llevara del aula.

Pensamos que tanto Concepción Capdevila como Dolores Sirvén abogaron por estos muchachos, y estuvieron unidas a las madres de los estudiantes de medicina y a sus maridos en la defensa de estos.
Después de estos sucesos, Dolores Sirvén y su esposo Juan Manuel, que era español, tuvieron que exiliarse. “La familia de Dolores”, dice un descendiente, el Dr. Alberto Sánchez de Bustamante, “estuvo muy envuelta en la lucha contra España y algunos miembros fueron fusilados. Tomás Sirvén, el padre de Dolores, tuvo que salir al exilio”(2). Luego del Pacto del Zanjón, los esposos Sánchez de Bustamente-Sirvén regresaron a Cuba en 1880.

--------
Nieves Xenes, nació en la finca Santa Teresa cerca de Quivicán en La Habana, el 5 de agosto de 1859. Al cumplir los diecinueve años se traslada para La Habana y comienza a escribir versos en los que exalta las bellezas naturales de Cuba y su amor por la patria. Cuando el incidente de los estudiantes de medicina, Nieves les dedica unos versos(3) :

Con orgullo rendid vuestro amoroso tributo
A los estudiantes de Medicina
A la memoria bendecida del hermano
Que tierno y generoso supo
a la patria consagrar su vida.

Como él, luchad por conquistar un día
de la gloria los lauros inmortales,
palpitantes sentid como él sentía
de la doliente humanidad los males
Como él con noble y varonil denuedo,
ante la torva faz de la injusticia,
alzad la frente y defended sin miedo
el bien, la libertad y la justicia.

Y a la patria, abrumada de dolores,
que el triste seno desgarrado siente,
la corona de abrojos punzadores
¡arrancaréis de la abatida frente!


Monumento dedicado a los estudiantes de Medicina.
La Habana
---------------------

-----------------------------------------------
  • Texto incluido en el libro de Teresa Fernández Soneira: Mujeres de la Patria, contribución de la mujer a la independencia de Cuba, vol. 1, Ediciones Universal, Miami, 2014, pp 451-455.
  1. Sarabia: Ob.cit., p.89.
  2. Correspondencia con el Dr. Alberto Sánchez de Bustamante, Orlando, Florida, 24 de diciembre de 2012.
  3. Domitila García de Coronado: Álbum poético, fotográfico de escritoras y poetisas cubanas. Impr. El Fígaro, La Habana, 1926
----------------




 

 ---------------------
Teresa Fernández Soneira (La Habana 1947), es una historiadora y escritora cubana radicada en Miami desde 1961. Ha hecho importantes aportes a la historia de Cuba con escritos y libros de temática cubana, entre ellos, CUBA: Historia de la educación católica 1582-1961, Ediciones Universal, Miami, 1997, Con la Estrella y la Cruz: Historia de las Juventudes de Acción Católica Cubana, Ediciones Universal, Miami, 2002. En los últimos años ha estado enfrascada en su obra Mujeres de la Patria, contribución de la mujer a la independencia de Cuba, (Ediciones Universal, Miami 2014 y 2018). El volumen I dedicado a la mujer en las conspiraciones y la Guerra de los Diez Años, y el volumen 2, de reciente publicación, trata sobre la mujer en la Guerra de Independencia. En estos dos volúmenes la autora ha rescatado la historia de más de 1,300 mujeres cubanas y su quehacer durante nuestras luchas independentistas. En el verano del 2022 publicó La Bella Cubana, rostros de mujeres en la Cuba del siglo XIX (Alexandria Library Pub. House, Miami) que recoge 150 daguerrotipos del siglo XIX de mujeres cubanas de todas las edades y razas, acompañados de poemas de la época. Es un homenaje a la mujer cubana de todos los tiempos.

Anhelo (un poema de Thelma Delgado)



Cuando él se fue sin saber si volvería
El frío invierno se estacionó aquí en mi alma
Perdiose mi alegría, mi paz, mi calma
Las nubes lloraron con melancolía.

Ayer fui comparsa, hoy soy agonía
Nostalgia, silencio, suspiros y más
Si pudiera el tiempo echar para atrás
Todo lo que tengo feliz lo daría.

Yo sería aún primavera, luz y carmín
Viento que bese y revuelva su pelo
Gardenia, deseo, principio y fin.

De rodillas yo rezo y pido al cielo
Me quite el castigo, que él vuelva hacia mi.
Y besarlo otra vez. Ese es mi anhelo.



-------
Ver
Click here to visit www.CubaCollectibles.com - The place to shop for Cuban memorabilia! Cuba: Art, Books, Collectibles, Comedy, Currency, Memorabilia, Municipalities, Music, Postcards, Publications, School Items, Stamps, Videos and More!

Gaspar, El Lugareño Headline Animator

Click here to visit www.CubaCollectibles.com - The place to shop for Cuban memorabilia! Cuba: Art, Books, Collectibles, Comedy, Currency, Memorabilia, Municipalities, Music, Postcards, Publications, School Items, Stamps, Videos and More!