Saturday, August 24, 2019

Gala de danza moderna y contemporánea del XXIV Festival Internacional de Ballet de Miami (por Baltasar Santiago)


Como un muy innovador precedente en el recién finalizado XXIV Festival Internacional de Ballet de Miami, el programa preparado por el Maestro Eriberto Jiménez, director artístico del magno evento dancístico, para la Gala moderna y contemporánea del Festival, se presentó en dos partes, el viernes 9 de agosto de 2019, en dos espacios al aire libre del Condado Miami Dade: en Lincoln Road Mall, de Miami Beach, y en Wynwood Walls, del Distrito del Arte de la ciudad de Miami, totalmente sin costo para los espectadores- transeúntes.

La ya tradicional y esperada inclusión de esta Gala de danza moderna y contemporánea dentro de la programación de esta prestigiosa fiesta del ballet y la danza en los Estados Unidos, es uno de sus más grandes logros, pues su fundador, el maestro Pedro Pablo Peña (E.P.D), desde sus inicios, tuvo el gran cierto de convocar a las compañías y bailarines que apuestan por proposiciones más innovadoras, para que el público miamense no se viera limitado solo a ver el repertorio más clásico y tradicional.

Miami Arts Charter School Wynwood, el sábado 10 de agosto, y el domingo 11, el Amaturo Broward Center for the Performing Arts, fueron los nuevos escenarios, ya bajo techo, más convencionales, donde se volvió a ofrecer esta atractiva gala.

La función del sábado 10 de agosto en el teatro de la Miami Arts Charter School Wynwood comenzó con Run on the Night, música y coreografía del multifacético Octavio de la Roza; interpretado por Camilla Colella y el propio Octavio, también director artístico de la compañía que lleva su nombre.

En conversación con Octavio, este me refirió que está abordando varias manifestaciones artísticas diferentes en sus espectáculos, y este Run on the Night es una muy buena muestra de ello, pues Octavio toca la guitarra, canta y luego baila con Camilla, y la música también es “fruto de su inspiración”, como se decía antaño.

Le siguió Naboria Daca, por el Ballet Nacional Dominicano (director artístico Armando González), con música de Juan Luis Guerra y coreografía de Carlos Veitía; interpretado por un Maykel Acosta muy bien entrenado y en forma, y luego Bossa Nossa I, “un homenaje a la ciudad de Río de Janeiro”, por la Compañía Nos da Danca, de Brasil, con coreografía de Regina Sauer (directora artística), diseño de luces de Nando Pereira; una composición grupal mixta, que comenzó como si fueran marionetas (sin hilos), para luego realizar interesantes transiciones a dúo, tanto hombre/mujer como mujer/mujer y hombre/hombre, estos dos últimos acostados en el piso, primero boca abajo, luego hacia arriba, y rotando; en fin, una dinámica muy bien respaldada por la cambiante música, desde la Garota de Ipanema y las Sambas de Bencao y de Uma Nota So, hasta Chega de Saudade, “un tributo al padre del Bossa Nova, Joao Gilberto, recientemente fallecido”, según reza en el programa de mano.

Maykel Acosta en Naboria Daca
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Bossa Nossa I, “un homenaje a la ciudad de Río de Janeiro”, 
por la Compañía Nos da Danca, de Brasil.
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A piel desnuda, por el Ballet Nacional Dominicano, con música de Rakim (Dead can dance), coreografiado e interpretado por Joel Rodríguez, fue la segunda oferta de la noche de esta compañía caribeña.

Joel, un bailarín negro que muy bien pudiera modelar en las pasarelas europeas de más alto rango, salió a escena con su bien esculpido torso desnudo y una larga saya azul, de la que se despojó prontamente para quedarse solo con una perturbadora trusa o malla color carne, dentro de la cual ejecutó un solo técnica y visualmente avasallador.

El pas de deux Omaggio a Edith (Homenaje a Edith) fue la carta de presentación en esta gala de la Lyric Dance Company de Italia (director artístico Alberto Canesto), interpretado por Benedetta Pollini, Reika Vigilucci, Leandro Salvischiani y Nicola Giannelini, con música de Federico Chopin y coreografía del propio Alberto Canesto; una muy pulida entrega de estos dotados bailarines, musicales y precisos, y totalmente sincronizados cuando la coreografía lo requería, a quienes ya habíamos tenido el privilegio de disfrutar en anteriores festivales, caracterizados por la belleza de sus movimientos y su pasión por la danza.

Tras el breve intermedio, regresaron Octavio de la Roza y Camilla Colella para interpretar Tangocho, otra coreografía de Octavio, con música también de su autoría, con la que De la Roza ratificó su compromiso con la integralidad del arte, pues volvió a tocar la guitarra además de bailar con su compañera, por cierto que en esta ocasión con un vestuario sicodélico muy años setenta. Por si quedaran dudas de que es un homenaje a la capital argentina, se escuchó un texto en español diciendo “Buenos Aires…, de la Plaza, de la gente”, lo que le añadió un sugerente tinte nostálgico a su grata presentación.

Octavio de la Roza y Camilla Colella en Tangocho
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La Lyric Dance Company de Italia volvió a escena, esta vez con Frida, Kaus Dentro, coreografía de Alberto Canesto y música de Gabriel Fauré, de nuevo interpretado por Benedetta Pollini, Reika Vigilucci, Leandro Salvischiani y Nicola Giannelini.

Benedetta y Reika, de espaldas, con moños blancos en la cabeza, evocando de seguro a la mítica Frida Khalo, dieron inicio al espectáculo, para ser “desvestidas” luego por sus partenaires Leandro y Nicola, quienes “jugaron” literalmente con ellas hasta dejarlas solas en escena, tomadas de la mano. Un “ti amo” y un “il mare” quedaron flotando en el escenario.

Benedetta Pollini, Reika Vigilucci, Leandro Salvischiani
 y Nicola Giannelini
 en Frida, Kaus Dentro
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Para no ser menos, la troupé brasileña de la Compañía Nos da Danca retornó también al ruedo para presentar Bossa Nossa II, coreografíado igualmente por Regina Sauer y, como banda sonora, un collage musical de hermosos y conocidos temas de la autoría de Chico Buarque, Vinicius de Moraes y Tom Jobim, entre otros.

El escenario se transformó, por obra y gracia de estos dotados –y a la vez desenfadados– bailarines brasileños, en una suerte de Playa de Copacabana, con la aparición de dos hombres que desplegaron una gran tela blanca, y de cuatro mujeres en trajes de baño, que enseguida extendieron coquetamente sobre “la arena” sus toallas playeras (solo faltaron las sandalias Havaianas, ese sensual aporte carioca al mundo, calzadas por unas y otros, para sentir la brisa del mar en nuestros asientos). Hubo de todo, tanto movimientos muy sensuales como pasos de bailes populares (como la emblemática samba), hasta una especie de reguetón brasileño, que de “la playa” del inicio nos trasladaron a una concurrida calle en movimiento, pues todos se transformaron en dinámicos transeúntes bailando samba para Miami y para el mundo.

Y como tampoco los dominicanos se iban a quedar tranquilos si no salían a escena otra vez, María Valeria Melogno, Maykel Acosta y Joel Rodríguez, del Ballet Nacional de ese hermano país, fueron los encargados de hacerlo, con Una vida, dos vidas, una atrevida coreografía de Pablo Pérez –casi un menage a trois dancístico–, con música de Yann Tierseu, donde lo que se sugiere es mucho más rico que lo que se ve; y se vio mucho, por cierto, desde el innegable virtuosismo de los tres, hasta la sensualidad de su vestuario: ella de rojo, elegante y preciosa, y ellos dos con esas camisas negras de brillo, abiertas, para mostrar también su belleza masculina.

Maykel Acosta María, Joel Rodríguez y Valeria Melogno, 
en Una vida, dos vidas.
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Como ya dije en mi pasada reseña de esta misma gala en el año 2018: “Agradezco esta formidable posibilidad de “airear” los sentidos viendo propuestas diferentes, así que una felicitación para todos los participantes y para el director del Festival, el maestro Eriberto Jiménez”.


Baltasar Santiago Martín
Hialeah, 22 de agosto de 2019

Fotos: Emilio Héctor Rodríguez (derechos reservados; cortesía del autor)

“El pueblo está feliz” (En 150 palabras de Félix Luis Viera)


Esta frase la dijo recientemente el presidente de México. La ha sustentado con una encuesta realizada por un instituto estatal. La incluirá en su Primer Informe de Gobierno.

Él es el dador de la felicidad. Por primera vez, gracias a su Gobierno, “el pueblo está feliz”.

México tiene 129.5 millones de habitantes. Y todos están felices; desde los que “luchan el baro” a ras de tierra, hasta los tarahumaras que cobran unos centavitos por pasar drogas hacia Estados Unidos o los campesinos que al sur del país han perdido la cosecha o los deudos de las últimas decenas de asesinados o los millares de prostitutas que pagan con lágrimas lo cobrado a sus clientes.

Todo los mexicanos están felices. Gracias al Señor Presidente.

No pocas personas se han burlado de la frase dicha por el primer mandatario.

Pero no se burlen. Esto es muy serio. Es un aviso muy serio.

Volando en Solitario. Pensamiento XII (por Orlanda Torres)

Nota del blog: Sección semanal en el blog Gaspar, El Lugareño, gracias a la cortesía de la psicóloga Orlanda Torres, quien ha aceptado la invitación a compartir con los lectores sus consejos y reflexiones sobre los conflictos cotidianos.


Recordemos que en la vida habrá que enfrentar dificultades a lo largo de nuestro recorrido, eso significa que hay que alegrarse, porque estamos vivos, pero ¿cómo manejarlas?

Cuando serenamente empiezas a reconocer y a identificar cuáles son las que te están afectando, así es la única forma que podrás encontrarle su debida solución.

Muchas veces creemos que nunca vamos a superarlas, si se puede, sólo piensa positivamente, asume con responsabilidad el reto y convéncete que eres capaz de enfrentarlas.

Cree poderosamente en ti y en tu capacidad, para que la fe que guardas en tu ser sea capaz de movilizar todas las fuerzas de tu interior y así logres encontrar soluciones concretas.



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Orlanda Torres: Psicóloga, Escritora, Educadora, Orientadora Motivacional.

Autora del libro "Volando en Solitario" año 2015, Guayaquil - Ecuador. (Disponible en Amazon Kindle)
-Estudió en Miami Dade College: Certificate of Florida “Child Development Associate Equivalency”. Maestra de Educación Preescolar e Infantil en la ciudad de Miami.
-Licenciada en Psicología graduada en el 02/2017 - Atlantic International University.

-Orientadora Motivacional y Conferencias pueden contactar a Orlanda Torres a través de la página que administra www.fb.com/vivencialhoy

Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2016
-La Estancia en el Paraíso de los Sueños
-Relación de Pareja y su gran Desafío
-Es la Felicidad una Elección

Conferencia en Radio - Miami, Florida
-Positivo Extremo Radio: Entrevista 123Teconte “Regreso a Clases y La Adolescencia”
-¿Como aprender a ser feliz?- Edificio Trade Building-.Innobis Coworking, Guayaquil - Ecuador
-La Inteligencia Emocional en la Relacion de Pareja- WENS Consulting Group, Guayaquil - Ecuador
Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2018
- Ser Mujer

Administra:
Facebook.com: Orlanda Torres
Instagram: orlanda.torres.3

Friday, August 23, 2019

Fragmento de "El diario de Lola" (por Thelma Delgado)

Nota del blog: Selección de textos, que serán parte del libro (en preparación) El diario de Lola, de Thelma Delgado.

Para leer sus escritos en el blog, en este enlace.


Querida Mimí:

Hoy me voy a la cama feliz y más enamorada que nunca. Quien Ya tu Sabes apareció, ¡Y de qué manera! Resulta que al salir del trabajo el carro no me prendió. Completamente muerto. Yo no sabía ni cómo abrir el capó, pero después de muchos intentos finalmente lo logré. Era la batería. Para mi suerte El Muchacho de las Islas se acercó y me ayudó. Limpió los bornes que estaban sulfatados, trajo su carro, y me indicó que hacer hasta que mi carro arrancó. Me sugirió comprar otra batería para evitar que esto suceda de nuevo. Después de un tiempo prudente, me despedí agradeciéndole su ayuda. El, con sus ojos de niño enamorado me dijo – Aquí estoy para lo que necesites. Para lo que sea, a la hora que sea. Agradecí con una sonrisa nerviosa y me fui directo al auto partes. Ya en casa, recibí un mensaje de texto.

– Ya veo que tienes quien te ayude, y mucho más joven que tú. ¿Es tu novio? ¡Parece que te gustó lo que te dijo pues te sonreíste de una manera que vaya! Que rápido te olvidaste de mí. Apenas terminé de leer el mensaje el teléfono sonó.

– ¿Hello? – ¿Porque no contestas a mi mensaje, ya no te intereso?

Yo no contesté. Estaba aturdida, feliz de escuchar su voz y contrariada de escuchar tanta bobería al mismo tiempo.

– ¿Porque no me contestas, te comieron la lengua los ratones?

Mi carcajada lo molestó más.

–Carajos, lo único que faltaba, ¡ahora te ríes de mí!

–No, me rio de las cosas que dices, hasta pareciera que estas celoso. Te fuiste sin decir una palabra y no contestaste mis mensajes. Pensé que no volvería a saber de ti, no regresaste al restaurant, perdí tu rastro.

– Pero yo no perdí de ti ni pie ni pisada. Te he visto salir del restaurant, hacer tus compras, regar tus plantas. Te vi cuando fuiste a la peluquería, te he seguido de cerca sin que tú lo notes. También te vi cuando fuiste al hospital a visitar a tu vecino.

– ¿Y para qué hiciste eso? Tú sabes lo que siento por ti pero no me quisiste hablar y te fuiste.

– ¿Me extrañas?

–Mucho.

–Entonces abre la puerta, que estoy aquí afuera.

Lo demás ya te lo imaginas. Recién se fue pues le toca trabajar esta noche.

Qué razón tenía León Tolstoi cuando dijo – “Cuando amas a alguien, lo amas como es y no como quisieras que sea”

Buenas noches Mimí.



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Ver
Página de Thelma Delgado en el website del Cultural Council of Palm Beach County

Wednesday, August 21, 2019

"Yo estaba en casa y esperaba que llegara la lluvia", una obra universal e íntima a la vez (por Baltasar Santiago Martín)

Laura Alemán, Yani Martín, 
Beatriz Valdés y Alina Robert
Fotos/Julio de la Nuez
 Cortesía del autor y de Alexa Kube
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¿Quién alguna vez en su vida no ha estado esperando por algo o por alguien durante bastante tiempo?; ¿quién no ha cifrado sus esperanzas de una mejor vida, o de un cambio beneficioso, en la llegada o el regreso de algo o de alguien que no acaba de llegar?

Creo que los cubanos –y más recientemente los venezolanos– sabemos algo de eso, pero afortunadamente los que vivimos en Miami pudimos escapar de esa espera, no así los que continúan allá, atrapados, “esperando que llegue la lluvia”, como estas cinco mujeres que Jean-Luc Lagarce, quizás como su alter ego múltiple, concibió –sobre todo la hermana mayor.

Jean-Luc Lagarce (1957-1995), “uno de los autores franceses modernos más representado y traducido” (como he leído de modo reiterativo a raíz de esta puesta miamense), estrenó esta obra un año antes de su muerte, causada por el terrible SIDA, y estoy convencido de que su estado de (des)ánimo debido a la certeza de su muerte inminente es el que explica que después de tanta espera no haya redención alguna con la llegada del “joven hermano”, y que, para colmo, este muera sin poder dar detalles ni explicaciones de sus avatares después de su destierro del hogar materno/paterno/abueleño y hermaneño debido a la muy presumible e indudable intolerancia de su progenitor.

“Siempre he querido morir en noviembre, si pudiese elegir (...) 
Contar el mundo, mi parte miserable e ínfima del mundo, la parte que me toca, escribirla y ponerla en escena, construir apenas, una vez más, la chispa, la dureza, hablar con lucidez de la evidencia. Mostrar en el teatro la fuerza exacta que nos atrapa a veces, esa, exactamente esa, los hombres y las mujeres tal como son, la belleza y el horror de sus conversaciones y la melancolía que los invade de pronto cuando esta belleza, este horror, se pierde, y huyen y quieren destruirse a sí mismos, espantados ante sus propios demonios.

Decirle a los demás, buscar la luz y volver a decirlo, otra vez. Decir la gracia suspendida del encuentro, la detención entre dos seres, el instante exacto del amor, la dulzura infinita del sosiego; intentar decirles en voz baja la pureza perfecta de la muerte, el rechazo del miedo y el grito frecuente del odio, el grito, nuestro pánico y nuestra angustia infantil, y esconder la cabeza entre las manos, la fatiga de los cuerpos después del gozo, el cansancio que precede al dolor y el agotamiento que sigue al terror”. 
Jean Luc Lagarce

Muy acertada entonces la decisión de Arca Images, de Alexa Kube como su productora, y de Larry Villanueva como su director, de presentar esta difícil obra en Miami, para exorcizar esos demonios que esboza Jean Luc y repensar la gran alegría que es vivir y disfrutar de todo lo bueno que tenemos, y sí, sin la menor duda, ¡han salido muy airosos de la prueba!, por supuesto que en gran medida gracias a las actrices seleccionadas para interpretarlas: cinco mujeres que desgranan sus frustaciones en escena, con sus vidas en suspenso desde que el padre alejó al hermano de la casa; y a esa dupla de excelencia integrada por Pedro Balmaseda y Jorge Noa, que diseñaron una escenografía que evoca lo mismo una casa que un manicomio o cárcel (no en balde el vestuario recuerda uniformes de presas, diseñado “para realzar la atmósfera claustrofóbica que prevalece a la largo de la trama”, como se ha justificado acertadamente.

Zully Montero, Yani Martín, 
Laura Alemán, Alina Robert
 y Beatriz Valdés
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Una lectura que hago, entre tantas posibles, es que todas se refugian en la espera para encontrar una justificación ante sí mismas para su abulia existencial y su falta de acción; una especie de “autovictimización”, que por desgracia es bastante común, ya que es más fácil culpar a alguien o a algo de nuestro estancamiento o nuestra frustración que aceptar la propia responsabilidad en ello.

Como ya hice cuando escribí la reseña de la obra Bayamesa, voy a referirme al trabajo actoral de todas de modo “impresionista”, por lo que me hicieron sentir, más allá del borde de lo expresado, ya sea con la palabra (que es la acción fundamental de la obra; una letanía obsesiva, de discursos que reiteran el trágico destino autoimpuesto de cada una), o con su lenguaje corporal (uno de los grandes aciertos de la dirección de Larry Villanueva).

Con un texto nada gratuito, repetitivo, pero ágil, cada gesto está justificado, incluso el grito ahogado…

Yani Martín, como la hermana mayor –y a mi juicio, el principal alter ego del autor en esta obra– es la única que logra escapar de vez en cuando de su opresiva vida familiar, con sus huidas a la ciudad en busca de amores pasajeros, y paliar así un poco “el tedio de ser decente” (como expresara la sin par Carilda en uno de sus formidables poemas eróticos): Yani me hizo “sentir” que el autor empleó esa misma especie de “ruleta rusa” en su vida real, con los resultados ya conocidos, tanto por su desenfado al decirlo como por su bien dirigido y logrado lenguaje corporal (su momento de baile de discoteca fue delicioso).

Yani Martín y Alina Robert
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Mi admirada Zully Montero fue, sin ningún titubeo al decirlo, “la abuela”: la matriarca de esa familia totalmente femenina que aquí confirma que muchas veces las madres y las abuelas muestran ¿inconscientemente? preferencia por el hijo o el nieto macho que por sobre su descendencia del propio género.

Beatriz Valdés, a su vez, fue “la madre”, con el mismo “pecado” de la abuela, tan absorta en ese hijo macho ausente que apenas tiene mente para sus hijas, y Beatriz reinó en escena, amarga y hierática, muy distinta a la mujer dulce y amable que saludé a la salida del teatro.

La joven Laura Alemán, como la hermana del medio, da la justa medida – y más allá incluso– de su personaje: casi sentí correr una fresca brisa marina salir de su aliento hacia mi asiento, y pocas veces un semidesnudo ha estado tan justificado como el suyo, con esos senos espléndidos, de pezones pequeños y turgentes, reforzando así su rebelión, corporal y con todos los sentidos, cual la Adela de La casa de Bernarda Alba, o la Esperanza de Tarde en la siesta, ese precioso ballet, coreografiado por Alberto Méndez y música de Ernesto Lecuona, mientras que Alina Robert, en el rol de la hermana menor, engarzó perfectamente en el angustioso marco familiar, quizás la que mejor reflejó la tragedia del autoenclaustramiento, con sus balbuceos y su conducta un poco errática.

“Al cabo del tiempo, ya desaparecido el padre, regresa el hermano con su macuto, testigo de viajes infinitos”, reza la sinopsis de la obra, pero, ¿qué logra cambiar, en este universo de aguda melancolía, para el que su ausencia era el pretexto?

Ya todas están rotas, no hay redención posible.


Don Luis Aguirre Orio entrañable pedagogo musical de la ciudad principeña (por Carlos A. Peón-Casas)

La figura de este excelente pianista, y notable pedagogo musical, no ha merecido muy recientemente ni una mínima mención de parte los “estudiosos” del tema musicológico de esta ciudad en unas recientes sesiones que discurrían sobre las particularidades de la enseñanza musical en la ciudad principeña.
Nadie se acordó de Aguirre, de pasada creo mentaron a Félix Raffols, otro nombre necesario de aquellas celebradas experiencias, pero acaso por esas ignorancias calamitosas, o por la falta de una memoria estrictamente apegada a la historia y a sus hechos incontestables, no se rindió ningún homenaje a esa figura singular, no ya de la pianística, y su enseñanza, sino al ingente promotor de cultura que fue Don Luis Aguirre y Orio en esta ciudad tan desmemoriada. Ojalá que estas líneas sirvan para echar luz sobre este inopinado olvido, y se le haga justicia a aquél que fue entre nosotros insigne paladín de la musa

Desde 1923, al profesor Aguirre le fue adjudicada la dirección del Instituto de Música “Peyrellade” de esta ciudad agramontina, asumía tal responsabilidad al fallecimiento del profesor Joaquín Ramonet, titular de aquel cargo hasta ese minuto.

Ya en 1936, fundaría, con total “validez académica nacional”(1), El Conservatorio de Música de Camagüey(2), en un área de su espaciosa residencia marcada con el número 112, en la calle Avellaneda, y donde todavía el paseante puede reconocer una placa alusiva, que ha sufrido el paso del tiempo, pero que es todavía una muy valida recordación de la valía singular que aquel recinto le aportó a la enseñanza musical de esta ciudad.
Aquella bien montada academia en la ciudad de los tinajones no tenía nada que envidiarle a ninguna otra de las mejor reputadas de la capital cubana ni de ninguna otra ciudad de Cuba. Incluso me atrevería a asegurar que se medía en igualdad de condiciones con cualquiera otra de países del área caribeña, y un poco más allá.
Su excelso programa formativo, al que ya hemos aludido antes, en una oportuna nota aclaratoria, así lo atestigua. Entendemos igualmente que en aquella temprana experiencia musical que el eximio pedagogo Aguirre prodigaba en sus salones, constituye en sí misma el antecedente más directo de cualquier experiencia posterior de igual o parecido signo en esta ciudad.
Muchos años después de que aquel espacio educacional fuera intervenido, el espíritu ineludible del buen hacer musical siguió habitando entre los sólidos muros de aquel caserón que conocimos, de la mano de su heredero, nuestro entrañable amigo Louis Franz Aguirre Rovira, en una inolvidable noche veraniega de comienzos de los 90’s, cuando tuvo a bien agasajarnos en aquel cuasi místico espacio con una audición musical impensable para aquella ciudad depauperada: una obra de Penderecki.
De cualquier manera, aquel, era sin dudas un bello homenaje a aquel señor ya mayor, su padre, a quien de muy niño recuerdo interpretando bellas melodías religiosas en los tempranos años setenta del pasado siglo, poco antes de su partida a la Casa del Padre, en el ya extinto órgano Hammon de la Iglesia de la Soledad, la parroquia inmemorial, a sólo pocos pasos de su residencia, y a cuya inolvidable memoria he querido dedicar esta necesaria y bien merecida y recordación.
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Aguirre nació en Managua, la capital nicaragüense en el año 1903. A la temprana edad de siete años principiaba ya sus primeros estudios musicales bajo el cuidado de su madre: Ana Orio viuda de Aguirre. Muy joven aún prosiguió estudios con el entonces reconocido profesor Carl Tunermann. Su formación posterior la recibió en el Conservatorio Santa Cecilia dirigido por el maestro mexicano I. E. Hernández. Con sólo quince años, terminó sus estudios académicos mereciendo las más altas calificaciones y el premio “Cousin”. Ofreció su primer concierto en el prestigioso colegio La Salle de Managua, con un programa que le relevó como un “pianista de exquisito temperamento, sensibilidad e impecable técnica”. El programa incluyó obras de Chopin (Vals, Polonesa y Nocturno en mi menor); Leschetizky, Scribiani y Ricordi. Con sólo 19 años ya Aguirre estaba en la Habana, y en tal minuto ya era obsequiado de “cálidos homenajes”. “También hizo gala de sus profundos conocimientos en el Conservatorio de Música y Declamación que dirige el maestro Eduardo Peyrellade(…) Fue además Catedrático de la Escuela Normal de Maestros. Datos biográficos del profesor Aguirre en la Guía Social de Camagüey. Por M. R. Silva LLopis. p.245

Dada la magnitud de la figura del Profesor Aguirre, y su impronta entre nosotros, pretendemos recrear en un segundo momento otros detalles bien reveladores de su calibre como músico pero también como imprescindible animador cultural durante más de tres décadas en la ciudad agramontina.

  1. Otorgada por el Minisitor de Educación de aquel minuto, aseguraba validez “a los Certificados, Títulos y Diplomas que expida el Director”(…) “ y como derivación lógica, a todos los alumnos oficiales o incorporados que cursen sus estudios en el Conservatorio de Música de Camagüey, se les extenderá a la terminación de cada uno de los cursos completos que señala el Reglamento, sus Títulos correspondientes con Validez Oficial en toda la República(…)” En Conservatorio de Música de Camagüey. Reflexiones a los padres sobre la educación musical de sus hijos. Imprenta El Camagüeyano
  2. Ibíd. Adscrito a la Sección de Bellas Artes de la Dirección de Cultura del Ministerio de Educación de su época ofrecía clases para instrumentos varios que incluían : piano, violín, viola, violoncello, contrabajo, guitarra, flauta, fagot, oboe, trompa, clarinete, trompeta, trombón, timpani y tuba.Las asignaturas musicales por su parte incluían: Solfeo, Teoría de la Música, Teoría Superior, Armonía, Composición, Contrapunto, Fuga e Instrumentación. Entre las complementarias se incluían: Estética, Formas Musicales, Idiomas, Conjuntos Instrumentales y Música De Cámara. La Academía impartía igualmente Cursos especiales entre los que se contaban los de Técnica, Interpretación, Repertorio, Los pedales del piano y el Aspecto Fisiológico del estudio del piano. Contaba igualmente con un programa especilaizado para niños de entre 5 y 7 años, el bien reputado Kindergarten Musical , indispensable preparación de los niños para el estudio de la música, “período previo para al de cualquier instrumento, o del canto, para desarrolra en le futuro artista yuna musicalidad completa y el concepto de una interpretación artística”

(Revista Social. Marzo 1920) Dulce María Romero. Por Emilio Roig de Leuchsenring


(Miami) Fiesta de la Virgen de la Caridad del Cobre


Como ya es tradición, el centro de las celebraciones será la Santa Misa del domingo 8 de septiembre en el Watsco Center de la Universidad de Miami, en el 1245 Dauer Dr, Coral Gables, FL 33146, a las 8 de la noche, cuyas puertas abrirán desde las 5 de la tarde. (Ver información completa en el website de la Ermita de la Caridad)

Agradecido (por José Luis Rodríguez)


Tuesday, August 20, 2019

Dios y vida cotidiana (entrevista a Juan Manuel de Prada)


Semilla (un poema de Rodrigo de la Luz)


Muchos años después avanzadas al alba.
La eternidad balbuceante de tu vida,
difícilmente destinada al místico aleteo de las hojas,
ya había esperado un tiempo en su humeda cueva.

Ahora el sol -chorreando
por ese territorio de graznido,
dejando una huella homicida
que solo tú verás- era una enorme estrella
lejana en el poniente.

Te inventaste una sombra
que luego los insectos recorrían de prisa.

Fuiste testigo de todos estos hombres
que hoy pasan sudorosos,
ayer niños jugando ante el espejo.

Te alzaste como un púgil
en toda la limpidez de tus raíces.
Regresaste de máscaras y cáscaras.

De las tantas ofrendas a tus pies
ninguna pudo influenciar tú fruto.
De las resurrecciones asumidas
acaso algunas pocas te nombraron.

Comprender ese ciclo hizo a la tierra fértil;
al hombre especulador y traficante.

Monday, August 19, 2019

María del Carmen Ares Marrero, de la estirpe que cruza la ordalía (por Manuel Vázquez Portal)


María del Carmen Ares Marrero vive en la lengua de Goethe, aunque su lengua materna es la de la Ma Teodora. Frente a ella Fausto se deja engatusar por Mefistófeles. Ve miles de almas compradas y vendidas. Día a día, Berlín le entra por los ojos. Le muestra que es ario y multicultural a la vez. Es su paisaje y su recinto, aunque, sus muertos no yacen aquí.

Soledad a soledad, Cuba le entra por el corazón. La morriña, animal sibilino, algunas veces, le entona nanas de su infancia, o le trae de vuelta un besos adolescente que dejó escondido entre los almácigos del Bosque de La Habana. Es su ensoñación y su calvario. Anda con un alma dividida, como si le hubieran prestado una casa para pernoctar, y le hubieran robado la casa de soñar, desconsuelo, /de la niña /que fui,/de la que aún llevo/desesperada, triste/en su cobija de lágrimas.

Ella ha devenido niebla europea y luz del Caribe, “todo mezclado”. Aparente sosiego exterior y real fuego interno. Fríos norteños y sudores del trópico. Mixtura de ensoñaciones y nostalgias. Pero, desgarradoramente, amor en cada latitud.

Cuando se espanta de todo el enajenante ajetreo cotidiano, de las normas, las regulaciones, el encarrilamiento, después de “ganado el pan” se refugia en la poesía, sin márgenes ni bridas, y la escribe en la lengua de Martí. Encumbrada, restallante, dolorosa. Profundamente hispana y habanera. Profundamente Ares.

Acuariana, como el Apóstol, es una heroína romántica. Sufre pero batalla. Padece pero no se rinde. Se despedaza pero se reconstruye. “Trémula y sola padece/ los anocheceres” pero no permite que la congoja la acogote, sale a encontrarse con la belleza, la encuentra, y la disfruta, y la comparte. Porque la belleza sana, y ella lo sabe. Aunque no hayamos podido quitar “el banderón de la acera”
Me desnudé
por no ahogarme en secretos
para despojarme de encorvamientos
hechos de materia imperfecta,
de sueños
de luctuosa niñez
me desnudé para no mentir,
para reclamar mi derecho
a destruir cánones impuestos
obsoleta raíz
Es una poetisa aflictiva, lacerante. Parece sangrar cuando escribe. Le va la vida en ello. No pinta con colores cómodos. Hay ardor, centelleo en cada trazo. Pero su dolor no es quejoso, sino embellecedor, deslumbrante, aleccionador. Quizás por eso no es una escribiente de poses todo el tiempo. Quien es escribidor las 24 horas no tiene tiempo para vivir, y, entonces, ¿de qué coño escribe?

El poeta genuino vive, y de esa vida es que le nace la poesía. El reto está en marchar; la belleza, en el reflejo honesto de esa marcha. Y María del Carmen Ares Marrero es de la estirpe que cruza la ordalía, no de aquella que la imagina, o la inventa, para simular desgarrones. Ella deja el pellejo y los tuétanos en las lanzas, los garfios, las espadas. Ella cae en el fango, en el estercolero, y, sin infectarse con la estulticia, se levanta y continúa. Ella sube lo escarpado, lo inhóspito, lo abrupto; se despeña y recomienza. Aspira y consigue lo elevado.

Luego, luego se prepara para la próxima arremetida de los azares y las trampas, y, si el tiempo alcanza, atrapa en versos “el cesto de llamas” que es la memoria. No va por la vida con una pancarta en la que diga: “admiradme, soy poeta”. Va por los amaneceres y los crepúsculos gozándolos, sufriéndolos, pero nunca evadiéndolos con versillos intoxicados de lentejuelas. Ella pare las emociones con la misma mezcla de dulzura y dolor con que parió, y educó soltera, a sus dos hijos. Es auténtica como una caricia o como una lágrima que el universo cuenta para que mane la hermosura.
Cuba es un espectro con traje de rey bueno
que cuenta historias de azares y Epos,
avezado carcelero que custodia barrotes
donde la herida florece para adornar el intento
de una mariposa de nieve que sobrevuela el vértigo
luego me posee tanto como el viento. 
Me vuelvo experta en el Arte de morir
Su poesía no se viste con la pacotilla de moda; se engalana con el bullir tropeloso de su espíritu rebelde. Lo exterior es válido en tanto que se torna sentimiento de regocijo o de rabia o de esperanza. No va cotejando versos lustrosos ni cazando metáforas deslumbrantes. Es tierna y ríspida a un tiempo, beso y cachetada, pero siempre honesta, sobre todo, consigo misma. Demasiado engaño en el mundo para engañar a otros o a sí. Ese es el pilar fundamental de su poética.

Sinceridad en el vivir y sinceridad en el escribir. Su verso es dramático. Como el teatro que ama. Porque sobre todas las cosas Ares Marrero es una actriz y una teatróloga. El pan lo gana actuando (en el doble significado del término), dirigiendo teatro y cine, impartiendo lecciones y talleres, enfrentando una realidad, a veces, agobiante.

Pertenece a esa generación que tiene en la mirada una sensación de descalabro y liberación al unísono. Sensación como de desencanto infantil dejada por la explosión del globo utópico y la supuesta caída de los muros. Soñó y despertó. Queda la resaca. Y eso la hace saber que no hay sistema político-social que resuelva la catástrofe interior del ser humano. Que la vastedad del universo y la nimiedad que somos, cargados de preguntas sin respuesta, sigue siendo el mar donde, como náufragos, continuamos braceando. No hay certidumbres ni caminos. En cada elección solo ganamos una renuncia. Porque la felicidad consiste precisamente en creernos caminantes con un destino, una última estación a la que hemos de llegar con el alma en carne viva.

Su libro (inédito aún) Berlinario es la bitácora de su viaje. En él deja testimonio de sus apegos y sus sustos, de sus exultaciones y sus pérdidas, sus culpas y sus exorcismos. No fue a sitios exóticos a montear historias ni personajes. Cuenta la de ella, que es, en fin, la de todos, porque aquello que más uno nos hace es ser todos, sin querer y sin poder evitarlo.

Y como siempre, aquí, los poemas de Ares Marrero.


Cuba
(Del libro Berlinario)


Cuba se me aparece sólo en sueños.

Lejana, intangible,
en la cómoda del cuarto,
en el espejo
oleaje de melena larga
desconsuelo,
de la niña que fui,
de la que aún llevo
desesperada, triste
en su cobija de lágrimas.

Aullido feroz de realidad el sueño!

Cuba entra en mis recintos
sólo cuando duermo
me abrasa, me esclaviza,
me aparta de mí, de cualquier dueño
Cuba se aposenta en mi garganta
y sólo expiran ruegos
entre amargos sonidos de lenguas de hielo

Hay días que despierto
ahogada en la llaga abierta de costado a costado
que nunca cierra, que arde en el cuerpo
donde el olvido se tiñe de diminutos férreos
reflectores que se ensanchan
y todo vuelve al comienzo

Cuba se apodera de mí, de todo cuanto tengo
que no es nada; NADA sólo memoria sin huesos...

A veces quisiera volver,
desenterrar cimientos,
repasar historias de amantes sin techo
pero sigo colgada de esta parálisis
columna rota de aspiraciones y tedio

Ay! si algún día pudiera destilar el veneno
de aquella isla inundada de mar
de mis adentros
sitiada de nudos que golpean
el resplandor de paz que intento.

Ay! Si algún día dejara de embestir
la dentellada del Adiós en cada hoy,
en cada verso

Cuba es un espectro con traje de rey bueno
que cuenta historias de azares y Epos,
avezado carcelero que custodia barrotes
donde la herida florece para adornar el intento
de una mariposa de nieve que sobrevuela el vértigo
luego me posee tanto como el viento.

Me vuelvo experta en el Arte de morir
cruento ijar despiadado es el tiempo...
adorna el pelo blanco enlazado al deseo
de levitar en libertad
plata sin más Dios que la sed de cicatrizar
monólogo del aprender a AMAR
Cuba es mi templo.


En la burbuja

Enferma sin poder
ver sin percibir
tendía a confundir
el ritual del látigo
con el fluir
la dependencia emocional
con el sentir
el fino y acompasado acto de destruir
con el de amar…
creía poder interpretar
acciones enérgicas del alma
cuando solo era obligar al prójimo a venerar
mi arte truculento de fingir
saludar mi estandarte de sufrir
sello enrevesado
hasta que pude romper la burbuja.
Reconstruir lo que estaba destrozado.


Mi purga
(poema viejo a mi padre)

El verano languidece con su avidez casi humana
con él, el fuego de una vieja llama
el verano quiere barrer mis vicios, que se afanan
verano, arráncame los ojos
vuélveme beduino enloquecido en este desierto de alhajas
por qué no me dejaste morir
ninguna vez en mis intentos
Por qué vuelvo a perseguir este Fata Morgana!

Destierra la sólida ausencia, pugna de nombre sin presencia
la tarde me lanza otra vez a los laberintos de mi insensatez
en un rincón de una fotografía quedó sentada mi niñez
rumiando el eco del gancho del patio,
Calabazar de La Habana Saavedra sin su Sancho.
Llévate verano de una vez al héroe de mis tristes llamadas!
quiero olvidar al pueblo hundido en un sartén,
el pedazo de su pan con salsa.

No quiero pisar mis viejos pasos
quiero vaciarme de todos los ocasos
AMAR, si no a Dios, al menos a mí en la desmesura
sellar el antes, el después, sobre mi cuna, sin lazos
la muerte de mi niñez porque me faltó tu abrazo
Quería recibir una bufanda en cada cumpleaños
ser el nido del conejo que pintaste en la pared

Soy un cuerpo de losa, que te lloró en mil nombres
he cargado en las entrañas el dolor del Orbe
tu mitología venció mi bola de cristal,
tuve que llamar padre a otro hombre,
mis sábanas ajadas se volvieron de metal
niña mansa inerte, que se puso a orar
bajo una ducha pálida y de un tirón apuró mil cápsulas
guardadas en un botiquín buscando el cielo,
la nada, tu amor, con antenas destrozadas
décadas guardados en un cajón a la orilla de tu aldaba.

Hoy te reencuentro y me dices que nunca me quisiste.
El puño de la aldaba golpea otra vez sobre mi suelo
impalpable de tanta polución del deseo
el aquí y el allá de mi no infancia ha quedado lejos
el esto y el aquello irreparable en los telares del lenguaje
Tedeca la fábrica la historia de mi abuela
Saavedra y Cervantes, uñas y colmillos
en el pozo solitario del destierro, sin anillos
rodeada de sonámbulos espejos
tus razones han cobrado la forma de un cuchillo
ya no hay conejo
vacío el escaparate hirsuto de odios a tu nombre
de objetos
sentado en el trono de mi propio nombre
en el subsuelo de la tradición crece la rabia
nueva vegetación, el hongo sin fin en el zócalo impune,
plagado de respuestas inexistentes.
Pronto pondré punto final a este desastre!



Evanescencia (I)

Entre la vergüenza y el deseo
cayeron todos los velos
en un acto desmesurado
por desnudarme ante Dios
intento supremo por purgar mis miedos

Entre el placer y el dolor
burlé las muecas apostadas
dentro del espejo
contemplé a Budha extendido
rojo cangrejo
sentí el dolor antiguo…
eterno
del epitafio en cada puerta
idea fija de perforar los cuentos

Me desnudé
por no ahogarme en un torrente de secretos
para despojarme de reminiscencias encorvadas
hechas de la materia imperfecta de mi niñez…

para no mentir,
para reclamar mi derecho
para destruir mi propio ardid
mis cánones obsoletos
para desgarrarme y perdonarme a mí
a los autores perecederos…
para despedir al búho país
desconocido redomado macilento
para no sembrar más árboles en el desierto
para despedir el daño que infligí
al más sagrado de los templos

He vuelto para desgarrar mis velos
decir a ese culto viejo, adiós!
a la plegaria Soledad
a entender y perdonarme
devolver el latido
al estanque de mis versos
al ojo de confinar a la bestia enrevesada
que taladra mis piernas,
mi cerebro
dejar el castillo perpetuo
de la inconsciencia, la autocompasión
donde el rumbo se torció
salir del laberinto, de sus ecos
del placer de beber la sangre
de mis sesos
He vuelto

Paseo por dentro de mí misma
entro y salgo
con la humildad de la mariposa
con su serpenteo
entre colores, claridades
y escarceo
sostengo el hilo que me ata
a un único minuto
el de practicar el amor
que olvidé tantas veces
que no supo sembrar el jardinero

Me declaro capaz de bailar
sobre la cuerda floja de mis sentimientos
con los ojos vendados,
caerme y regresar al centro de la Tierra
que es como volver al centro de mi misma
volar en las alfombras de Eros
sin timonel y sin presagios
tomar las riendas
de todos mis corceles desbocados…
escalar los Pirineos de la desdicha
remontar otra vez el vuelo

Me declaro, en fin,
capaz de dar y recibir
aquello que tengo
Estoy aprendiendo
a creer en mis dedos...

Entre el hacer y el no hacer
dime espejo mágico,
con qué me quedo?

Berlín soleado… 17 de agosto. 2013


Conversación I
(con un árbol seco en Primavera)

Sale el sol. No es una metáfora…
Berlín invadido, contento
luz primaveral;
frente a la ventana
un árbol seco...

Tal vez reverdece,
cierro las cortinas
miente el sol
Yo también miento.

Mentimos. En plural el verbo.

Miento cuando digo libertad
soy un árbol con raíz al viento
y me creo el adalid de esa única verdad
pena de piedra que arde sin matiz…
heraldo negligente
por los siglos de los siglos
no hay amén que me contente.

Miento como mienten los dioses
con congruencia senil
bienvenida la condena
de verdades y cimientes:
somos similares...
somos diferentes...

Fui expulsada de todos los Paraísos
Virgen María, Virgen del Carmen
bienvenida al Purgatorio latente:
vivir en las fauces abrumadas de la gente.
O al menos, eso creo yo.
Pienso, luego soy vulnerable
a esta espuma gris, irreverente.
al hambre insaciable
a la sed descomunal
de la gente
de las riberas turbias
condenada a llorar,
a no reír
soy igual a los demás.

Añoro el mar
oceánica ansiedad de mendigo
no voy a conjugar el verbo
Todos saben que mentimos!
en plural y en singular
Mienten los árboles como mienten los amigos…

Con su arte infalible miente el reloj
el pinchazo que me desfloró
el vuelo del zorzal
el no saber vivir
ni contigo ni conmigo.

En un instante nació la herida,
compartida con la violencia brutal
de no haber sido bienvenida
se perpetúa en mi lengua natal
y en la yoruba
en todas las lenguas en que conocí la humillación

Vientre morado que se abrió
por la sutura débil, del adiós a Cuba
nueve piedras en el tronco visceral de la cordura
una gala, en alemán podrida dura
el horno de aprendiz
fruto de un alma que supura.

Ya no ofrezco perlas ni palabras
el tormento nacarado del recuerdo
La buena fe de las lágrimas que abarrotan mis ojos
para que pueda sentir el mar
deploro lo difícil en mí...
Será que soy espejo?
melodía triste de ese árbol viejo
asusta al que se acerca
y se marcha luego del convite
sin reserva.

Destierro bendito… nacimiento eterno
coronado por la dádiva
regalo de invierno
el árbol de la ventana miente

Vacío se quedó mi templo
sólo hay un pedestal para el falo de un obrero
golpea en el metal de mis entrañas sin fuego.
Nada se puede hacer contra el ADN

De palabras triunfales están repletos los espejos
ritos corales, la vastedad de la oración
tan descomunal como la violencia
vine a succionar tanta indecencia
a debatir sobre el tallo de la mentira

Que suene entre mis paredes
el fragor de la lápida.
mi soledad de cangrejo,
que arruina la salud y me da vida.
Bienvenido el crítico
como a Susskind
Me hace infalible verle tranquilo y feliz.

BERLIN. Marzo 28, 2017


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María del Carmen Ares Marrero, La Habana, 1962. Es licenciada en Artes Escénicas con especialidad en Teatrología y Dramaturgia. Estudió dirección de Teatro y Cine en Moscú. Vive en Alemania desde 1993. Ha escrito poesía y teatro. Su poemario Berlinario aún permanece inédito. Desde la década de los 80s, poemas suyos han sido publicados en varias revistas culturales.

Sunday, August 18, 2019

Banquete (un poema de Rodrigo de la Luz)


Es un manjar abundante y absurdo,
saber que estás, no poder devorarte.

Saber que estás ahí de veras,
juguetona, mística, fantástica,
como un duende inútil e imponente.

Miro por la ventana de reojo
y sigues acercándote mientras desapareces,
como esos animales extintos
que nadie nos va a devolver jamás;
pájaro dodo, paloma migratoria, tigre de Java,
alca gigante, bucardo, quagga.
Estás tú en todos ellos.

Y estás en las trompetas que ensordecen.
Y estás en el rumor de los jardines.
Y estás en la lluvia leve que unifica.
Y estás en el idilio que corrompe.
Y en toda esa memoria que vendrá.

Permíteme desentrañar el espiral,
ser común como el aire que acaricia,
que entra por las ventanas de la casa.

Permíteme concurrir y que concurras
a ese lugar de vértigos, de abrazos.

Toda una noche te he estado esperando.
Amanece conmigo.
Entra, eres bienvenida a este banquete.

Saturday, August 17, 2019

Volando en Solitario. Pensamiento XI (por Orlanda Torres)

Nota del blog: Sección semanal en el blog Gaspar, El Lugareño, gracias a la cortesía de la psicóloga Orlanda Torres, quien ha aceptado la invitación a compartir con los lectores sus consejos y reflexiones sobre los conflictos cotidianos.


El ser humano tiene la gran facultad de sobreponerse ante situaciones lacerantes, sólo cuando se está en estas condiciones es cuando el individuo logra desarrollar mecanismos de defensas y de supervivencia que no imagina poseer.

Hay que lograr descubrir fuerzas que verdaderamente se desconocen, cuando uno se enfrenta a lamentables sucesos que están muchas veces fuera de todo control.



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Orlanda Torres: Psicóloga, Escritora, Educadora, Orientadora Motivacional.

Autora del libro "Volando en Solitario" año 2015, Guayaquil - Ecuador. (Disponible en Amazon Kindle)
-Estudió en Miami Dade College: Certificate of Florida “Child Development Associate Equivalency”. Maestra de Educación Preescolar e Infantil en la ciudad de Miami.
-Licenciada en Psicología graduada en el 02/2017 - Atlantic International University.

-Orientadora Motivacional y Conferencias pueden contactar a Orlanda Torres a través de la página que administra www.fb.com/vivencialhoy

Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2016
-La Estancia en el Paraíso de los Sueños
-Relación de Pareja y su gran Desafío
-Es la Felicidad una Elección

Conferencia en Radio - Miami, Florida
-Positivo Extremo Radio: Entrevista 123Teconte “Regreso a Clases y La Adolescencia”
-¿Como aprender a ser feliz?- Edificio Trade Building-.Innobis Coworking, Guayaquil - Ecuador
-La Inteligencia Emocional en la Relacion de Pareja- WENS Consulting Group, Guayaquil - Ecuador
Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2018
- Ser Mujer

Administra:
Facebook.com: Orlanda Torres
Instagram: orlanda.torres.3

Friday, August 16, 2019

(Miami) Inauguración de la Academia de Ballet de Alihaydée Carreño


Alihaydée Carreño invita a la inauguración de su nueva Academia de Ballet (14247 SW 42 St, Miami 33175). Sábado 17 de agosto a las 4 pm.

Fragmento de "El diario de Lola" (por Thelma Delgado)

Nota del blog: Selección de textos, que serán parte del libro (en preparación) El diario de Lola, de Thelma Delgado.

Para leer sus escritos en el blog, en este enlace.


“Quisiera preguntarle a la distancia, si tienes para mí un pensamiento, si mi nombre se envuelve en la fragancia inolvidable y dulce de tu aliento” Ay! Mi querida Mimí, hoy la nostalgia me vino a visitar; se ha metido en mi cama y no parece querer irse. Hace días que no sé nada de Quien Ya Tu Sabes. Desde aquel día que le dije que posé para el pintor no lo he vuelto a ver. Él me escuchó y después de un silencio largo me dijo –Me tengo que ir. Le he mandado mensajes y no me contesta. No ha ido al restaurante tampoco. Estoy triste. Yo lo quiero y aunque lo nuestro no tiene nombre lo siento mío, y me siento suya. Extraño su voz, pues aunque, por su trabajo no nos podemos ver tanto como quisiera, por lo menos escucharle a menudo me hace feliz. Pero ahora ni eso tengo. Me pregunto si lo volveré a ver. No lo sé. “Quisiera preguntar a los ocasos, si aún es tu corazón nido vacío, para poder soñarte entre mis brazos y ahí en tu corazón, dejar el mío” Será que conoció a alguien más? Será que amanece ahora en otra cama? Yo le expliqué que el pintor solo me quería como modelo, nada más.

Mi tristeza es tanta que mis clientes lo notaron, pues la comida les supo diferente. Le dijeron a Julieta –Hoy no cocinó Lola? Esta comida sabe diferente.

Hasta Huevo Frito sabe que estoy acongojada. No se ha despegado de mi lado. Creo que él me da su calor para mitigar mi dolor. Me mira con esa carita y parece que me dijera –Ya no estés triste Lola, el volverá y todo será igual que siempre.

Ay Mimí, qué difíciles son estas cosas del amor.

Voy a prenderles una velita a mis santos y les pediré que mis ojos vuelvan a ver esos ojos color de mar.

Buenas noches Mimí.




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Ver
Página de Thelma Delgado en el website del Cultural Council of Palm Beach County
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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