Thursday, December 28, 2023
Fin de año en La Prueba (por Joaquín Estrada-Montalván)
Un 31 de diciembre que no olvido, es el de 1988 (quizás 89), en La Prueba, Santiago de Cuba.
Estudiaba en la Universidad de Oriente, tenía los exámenes semestrales muy cercanos, entre el fin de ese año y el principio del otro, por lo que preferí no viajar a Camagüey. La novia de un amigo nos invitó a pasar la celebración en su casa.
Salimos (mi amigo y yo) temprano desde la estación intermunicipal(1) (no la de "labana" que era la interprovincial, sino la otra que no recuerdo su apodo). La Maya, Songo, llegamos a La Prueba.
Lo primero que me llamó la atención fue que el pueblo se abastecía de agua gracias a un pozo central (lo asocié a la película del Zorro). Nos recibieron con un suculento desayuno de media mañana, tostones gigantes (criollos, de la mata a la mesa) y masas de carne frita.
El puerco lo preparaban en el patio de la casa, nos sumamos a la labor, bebiendo ron (no había cerveza). Se montó el puerco en la pua, comenzaron los turnos para darle vueltas, continuaban vaciándose botellas de ron, al son de los Van Van, desde un tocadisco Sanyo.
De las botellas de ron, solo sobrevivimos mi amigo y yo, por lo que tuvimos que encargarnos de asar el "macho" (puerco en la variante oriental). Mi experiencia anterior era solo la de darle vueltas a la pua cuando me tocaba, fue ese mi primer puerco asao, que llegó bien cocinao a la mesa (aunque sin orejas, ni rabito). Ahora, al paso de los años no le encuentro explicación, a esa preferencia cubana por el rabito y las guatacas del lechón asao.
To el mundo borracho, con los Van Van, cara A, cara B en el tocadisco, cuando inició de pronto un intercambio de alimentos entre los vecinos, que recorrían los hogares del pueblo brindando de su cena, y deseando un Buen Año Nuevo a todos.
Mi amigo y yo, decepcionamos porque no sabíamos bailar. Me apunto en positivo, que salvamos el asao.
Al otro día, luego de otro abundante desayuno, y aprovisionados de carne asada, regresamos a la Universidad, semivacía, en calma y a estudiar para los exámenes.
Nunca he olvidado esa noche y algo más de un día, en un pueblo con un pozo central (como en la película del Zorro), mi primer puerco asado, mi primer fin de año a ron (no cerveza), a todos esos vecinos compartiendo y deseandose un Buen Año Nuevo. En especial recuerdo a la familia que nos acogió esa Noche Vieja.
Bien recuerdo a La Prueba, donde pasé un 31 a fines de los 80s.
Buen 2024 para todos. (JEM)
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1. Me recuerdan que la terminal intermunicipal de Santiago de Cuba, era conocida como "Calle 4".
Wednesday, December 27, 2023
“Por primera vez vistió telas vaporosas”. Fragmento de "Un mariachi viejo. Una historia de amor" (Novela inédita de Félix Luis Viera)
Érika
Por primera vez vistió telas vaporosas, que parecían ascender en el aire, burlarse del calor. Dejó de usar pantaletas y no obvió además el sostén porque entonces las tetas irían saltando e insinuándose de paso en paso y sentiría vergüenza. —O no, no sentiría vergüenza per se, sino que se avergonzaría al constatar la vergüenza del prójimo frente al lance. Los hombres, y también tantas mujeres, no admitían que las tetas de una anduviesen sueltas, libres aunque debajo de la tela. Puesto que las tetas —recordó a Plácido el Bueno— podrían resultar, a la vez, el más invulnerable baluarte o el sendero más franco, y también el As de Espadas. Así era: como dejó dicho de su puño y letra este gran sabio “Entre los emblemas que más podrían impresionar a un ser humano —varón o hembra— se hallaban las banderas nacionales, los himnos, las pistolas y los senos de mujer”.
La tarde siguiente al día de su llegada, el Jefe la acompañó a comprar la ropa apropiada. En la Zona Luz del centro histórico; recorrieron las cinco calles que la componen. Si bien el ocaso no estaría muy lejos, el calor persistía y ella sintió que se le acababa el oxígeno por momentos: la piel se le incendiaba; un vapor extraño le agarraba, más que la vista, la mirada; parecía arderle el esófago; la sed la invadía constantemente —se detendría en uno y otro bebedero público—. El Jefe se había invitado él solito para acompañarla cuando ella preguntaba a bulto, al grupo con que la habían conectado en la mañana, dónde podría hallar la vestimenta necesaria. Pensó declinar el ofrecimiento y pedirle a un taxista que la dejara en el lugar preciso. Pero de cualquier manera le resultaría trabajoso desenvolverse en una zona desconocida, sin idea de cuáles serían las tiendas convenientes para sus propósitos. Llevaba un pulóver azul cielo de tela más bien gruesa y mangas cortas que en ocasiones usaba para dormir y le llamó la atención cómo algunos dependientes y dependientas dejaban la vista fija por instantes en sus manos y antebrazos cuando los tenían al alcance de la mirada, debería ser por su blancor, o su tipo de blancor, pensó, y, como antes ciertos transeúntes, ahora estos dependientes y dependientas se detenían, más que a mirar, observar sus ojos por unos momentos, como si el nivel de la impresión les anulara la prudencia. Vio allí en el centro de la ciudad, por primera vez en su vida, en haces, cuánto abundaban las mujeres de culo alzado. [Su mail: “… como las cubanas, roble, pero dime si de a deveras el mío no será tan alzado, pero también tiene lo suyo en ese aspecto, y de pilón, es de líneas perfectas o casi. ¿O a poco no?”].
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Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros.
En su país natal le fue otorgado el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Premio de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que, en 1983, le fuera concedida a su libro de cuentos En el nombre del hijo.
En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio.
Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.
Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.
En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que, como otros de sus libros, ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.
Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son.
Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.
Tuesday, December 26, 2023
Sunday, December 24, 2023
Friday, December 22, 2023
“Se estremeció al constatar tanta vastedad sin relieve”. Fragmento de "Un mariachi viejo. Una historia de amor" (Novela inédita de Félix Luis Viera)
Se estremeció al constatar tanta vastedad sin relieve; sobrada planicie hasta donde la vista se agotaba de viajar sin final alguno. Extrañó las noches intensamente oscuras, frías, silenciosas de la enorme ciudad; la brisa gélida de su barrio en Milpa Alta. ¿Cómo sería posible vivir en semejante llanura? ¿Cómo habitar una calle, una colonia, un barrio desde los cuales no se pudiese admirar una montaña, un cerro, una colina? ¿Cómo ahora engarzarse con voces a pecho abierto, sílabas, palabras, oraciones partidas, fraccionadas, pulverizadas. [Su mail: “Qué bárbaro, tantos y tantas hablan como a cada rato todavía me hablas tú, cebil: golpeado, tragándose consonantes y vocales sin piedad alguna. Y muy rápido, a velocidad de cohete. Dicen ´colorao´, ´pejcao´, ´ujté´…, oh, mi rey, si es que tú eres uno solo y en ocasiones te da por eso y me electrizas…, así que ponte en mi sitio ahora, en mis oídos…].
¿De qué modo la vida le retribuiría el miedo de caminar entre la maleza cerrada de la selva inmensa, sombría a tramos, donde podría toparse con víboras y arañas venenosas? Ruidos; ecos imprecisables; marea de verdores más y menos intensos, más y menos pálidos. Entre los pantanales donde el calor aun marca 41 grados centígrados a la sombra, combinado con una humedad de más de ochenta por ciento, como si placas ardientes fuesen sobando la piel.
[Su mail: “No se te ocurra, güey, llevar a la originaria voluminosa a las playas de Cuba antes que a mí”].
Comparada con la que caía en la Ciudad de México, la lluvia en el lugar donde se hallaba ahora asemejaba el diluvio postrero de la humanidad, parecía despachurrar los árboles, las edificaciones, enterrar a personas y cosas hasta el fondo de la tierra. Un par de aguaceros la habían sorprendido con su grupo en plena campaña. Vio cómo salían las culebras botadas de sus madrigueras por la torrentera. Vio cómo algún pantano crecía, de pronto, sin previo aviso, como si anhelara el vuelo. La capa y las botas impermeables que llevaba tal, si en lugar de protegerla de la lluvia, produjeran y expulsaran chorros de agua en medio del pavor por cadenetas de relámpagos y truenos que, le pareció, alumbraban más bajito y sonaban más cercanos que aquellos de los abrumadores aguaceros de verano en la ciudad donde había nacido y crecido. Fuera de crónicas y películas, sintió la ferocidad del trópico mediante el calor y el agua.
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Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros.
En su país natal le fue otorgado el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Premio de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que, en 1983, le fuera concedida a su libro de cuentos En el nombre del hijo.
En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio.
Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.
Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.
En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que, como otros de sus libros, ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.
Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son.
Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.
Thursday, December 21, 2023
Christmas (by Brett Eldredge)
It’s Beginning to Look a Lot Like Christmas
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Mr. Christmas
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The Christmas Song
Saludos del Presidente al Pueblo de Cuba
"Deseo para todos, en estas Pascuas, el mayor bienestar y felicidad completa.
Grau
Diciembre 1946"
(Foto Bohemia)
Wednesday, December 20, 2023
El centenario de Aurelia Castillo en el Camagüey de 1942. (por Carlos A. Peón-Casas)
La distancia de un siglo no hacía mella en la visibilidad de una poetisa de valía singular para el terruño y el solar del antiguo Puerto Príncipe.
Aurelia Castillo de González había sido ya una voz recordada por el lirismo impecable de sus versos, y la inspiración que los recorrió habló muy alto de su dignidad creativa.
Al convite de aquel año de su centenario se sumaron las voces de otros émulos y conocedores de su arte. La ciudad agramontina ofreció sus mejores galas y el arte de la poetisa fue recordado con profusión.
Un Comité Ad hoc organizó los festejos. Lo presidían tres ilustres nombres de las letras y la cultura de la ciudad agramontina: el Dr Luis Martínez catedrático y autor de excelsa prosapia, la Dra Angela Pérez Lama profesora y promotora de la memoria y la cultura de la ciudad, y la Sra Dolores Salvador de la Fuente, igual de dedicada en alma y cuerpo a la promoción humana y a la educación de la otrora villa del Príncipe.
Lo primero fue preparar un Programa Académico de grandes realizaciones literarias y culturales donde desde el sábado 24 de Enero hasta el Martes 27 de aquel año 1942, se resaltó la memoria de aquella hija del Camagüey al que alguna clamará vez en inspirados versos:
“Apenas respiré tus puras brisas/devolviste a mi sangre los ardores/y en mi pecho anidaron los amores/volvieron a mis labios las sonrisas”
Se sucedieron conferencias magistrales a cargo de intelectuales de prestigio y sapiencia monumentales de la literatura y el arte de la Cuba de entonces.
Así discurrieron Rosario Novoa y Raimundo Lazo venidos desde la capital; junto a ellos, el talento de otros hijos ilustres de la ciudad: la poetisa Emilia Bernal y los Dres Luis Martínez, Lilia Fuentes y Ángela Pérez Lama.
Igualmente sumaron su talento los niños de la entonces escuela primaria bautizada con el nombre de la poetisa, los alumnos del Instituto de Segunda Enseñanza, y hasta los aportes radiales de la reconocida emisora CMJK la Voz del Camagüeyano, en una impresionante velada cultural a cargo de talentosos y entusiastas radialistas.
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Foto actual
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Una tarja develada en la misma casa natal de Aurelia del Castillo en la calle Cristo y el callejón del Templador, marcaría hasta hoy las señales inequívocas del talento de aquella voz de nuestra mejor memoria poemática.
La develaba otro nombre poético de la ciudad camagueyana de entonces: Isabel Esperanza Betancourt, y la apología de ocasión estaba a cargo del reconocido periodista Felipe Correoso y del Risco.
Un Concurso poético honró la memoria de Aurelia. Un riguroso jurado que presidía el catedrático Raimundo Lazo premió tres composiciones resguardadas por el anonimato de sus autores. Los primeros dos lugares correspondieron a poemas del también rimador local Felipe Pichardo Moya; y el tercer puesto para otro conocido poeta de la que se reconocería luego como la generación de Origen: el sacerdote Angel Gaztelu.
De aquel suceso nos quedaría la evidencia escrita de aquellas memoriosas conferencias y de los poemas premiados en esta Memoria que hoy reseño.
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Ver en el blog:
Érika. Fragmento de "Un mariachi viejo. Una historia de amor" (Novela inédita de Félix Luis Viera)
Érika
Ya en el aeropuerto, se dio cuenta de que era primera vez que viajaría en avión y primera que estaría lejos de la Ciudad de México. Mirando los anuncios de viajes a Cancún, Huatulco, Puerto Vallarta, se percató de que nunca había estado junto al mar [Su mail: “Llévame a Cuba, cachorrito, a sus playas. Ojalá el primer mar que tenga cerca sea el tuyo, teca, ojalá, es lo que quiero”].
Mientras esperaba en el aeropuerto, cuando aguardaba en la sala de embarque, al arribar a Villahermosa, transitar los pasillos hasta la estera del equipaje, desplazarse por el salón de salida, esperar a su anfitrión, observar, sentir el entorno, concibió que la estadía, el ambiente, el trámite en los aeropuertos podrían quebrar los nervios del más sereno.
Hora y media en el aire le hizo ver lo pequeño que era el mundo, lo moldeable que era el ser humano, la pequeñez que por momentos mostraba la naturaleza frente al poder del hombre.
Cuando llegó a Villahermosa se percibió ridícula con su chamarra de doble forro, la bufanda plateada que era su encanto, el suéter azul de muchos de los mejores momentos conmigo, el pantalón de mezclilla gris acerado que yo tanto le celebrara. Si ya sabía que iba hacia una de las mamás del calor, ¿por qué no se fue despojando de la indumentaria durante el vuelo? ¿Por qué el ser humano, en ocasiones, carecía de los reflejos más elementales?
El Jefe le dedicó una mirada entre complaciente y piadosa al observar su vestimenta cuando se encontraron en el salón del aeropuerto.
De inmediato supo que el Jefe la cortejaría —en su devenir como lesbiana, había aguzado el “olfato” lo suficiente como para advertir, en el primer cruce, cuando un hombre, no una mujer, la pretendería, y así marcar enseguida el Detente. —Era un hombre, si no apuesto, sí hermoso, la piel tersa, blanca —acaso un poquito tostada, seguramente gracias al clima del lugar—, alto, con cierta donosura al andar, gesticular.
De camino al hotel —había decidido hospedarse en un hotel, no en la casa de invitados que le habían brindado—, en el centro de la ciudad [“Temo, papacito, ya sabes, a veces no hay promiscuidad de cuerpo a cuerpo, pero sí de vista a vista”], el Jefe, al volante, cual guía turístico le iba relatando sobre las calles, edificaciones, parques que cruzaban. Notó que él enmelaba la voz en ciertos momentos, le hablaba como si ella fuese una niña a la que le iban mostrando cómo era el mundo.
Del aeropuerto al hotel demoraron unos veinticinco minutos y él le celebró en varias ocasiones el azul intenso y resplandeciente de sus grandes ojos, dejándole claro que en toda la zona sería casi imposible hallar otros semejantes.
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Félix Luis Viera (El Condado, Santa Clara, Cuba, 19 de agosto de 1945), poeta, cuentista y novelista, es autor de una copiosa obra en los tres géneros.
En su país natal le fue otorgado el Premio David de Poesía, en 1976, por Una melodía sin ton ni son bajo la lluvia; el Premio de Novela de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, distinción que, en 1983, le fuera concedida a su libro de cuentos En el nombre del hijo.
En 2019 le fue otorgado el Premio Nacional de Literatura Independiente “Gastón Baquero”, auspiciado por varias instituciones culturales cubanas en el exilio.
Su libro de cuentos Las llamas en el cielo retoma la narrativa fantástica en su país; sus novelas Con tu vestido blanco y El corazón del rey abordan la marginalidad; la primera en la época prerrevolucionaria, la segunda en los inicios de la instauración del comunismo en Cuba.
Su novela Un ciervo herido —con varias ediciones— tiene como tema central la vida en un campamento de las UMAP (Unidades Militares de Ayuda a la Producción), campos de trabajo forzado que existieron en Cuba, de 1965 a 1968, adonde fueron enviados religiosos de diversas filiaciones, lumpen, homosexuales y otros.
En 2010 publicó el poemario La patria es una naranja, escrito durante su exilio en México —donde vivió durante 20 años, de 1995 a 2015— y que, como otros de sus libros, ha sido objeto de varias reediciones y de una crítica favorable.
Una antología de su poesía apareció en 2019 con el título Sin ton ni son.
Es ciudadano mexicano por naturalización. En la actualidad reside en Miami.
Christmas (by Josh Turner)
The Manger
by Anne Wilson and Josh Turner
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Go Tell It On The Mountain
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Have Yourself A Merry Little Christmas
by Josh Turner feat. The Turner Family
Tuesday, December 19, 2023
Monday, December 18, 2023
Juan Pablo II: El Arbol de Navidad
1. La fiesta de Navidad, quizá la más querida por la tradición popular, está llena de símbolos, vinculados a las diversas culturas. Entre todos, el más importante es ciertamente el belén, como puse de relieve el domingo pasado.
2. Junto al belén, como en esta plaza de San Pedro, encontramos el tradicional "árbol de Navidad". Se trata de una costumbre igualmente antigua, que exalta el valor de la vida, porque en la estación invernal el abeto siempre verde se convierte en signo de la vida que no muere. Por lo general, en el árbol adornado y en su base se ponen los regalos navideños. Así, el símbolo se hace elocuente también en sentido típicamente cristiano: nos recuerda el "árbol de la vida" (cf. Gn 2, 9), figura de Cristo, don supremo de Dios a la humanidad.
3. Por tanto, el mensaje del árbol de Navidad es que la vida permanece "siempre verde" si se convierte en don: no tanto de cosas materiales, cuanto de sí mismos: en la amistad y en el afecto sincero, en la ayuda fraterna y en el perdón, en el tiempo compartido y en la escucha recíproca.
Que María nos ayude a vivir la Navidad como ocasión para gustar la alegría de entregarnos a nosotros mismos a los hermanos, especialmente a los más necesitados. (Juan Pablo II. Angelus. Diciembre 19, 2004)
Sunday, December 17, 2023
Pearl Primus (por Florencia Guglielmotti)
Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.
Pearl Primus nació el 29 de noviembre de 1919 en Puerto España, Trinidad y Tobago. Cuando tenía dos años, su familia se mudó a New York. Su primera vocación fue la medicina y por ello estudió biología y ciencias premédicas en el Hunter College, recibiéndose en 1940. Buscó trabajo en diversos laboratorios pero, debido a la discriminación racial de la época, nunca pudo obtener un puesto. Donde sí la contrataron fue en la Administración Nacional de la Juventud, en el departamento de danza, en el área de vestuario. Al poco tiempo de ingresar, en 1941, y sin ninguna formación previa, obtuvo una beca para estudiar danza moderna en el New Dance Group, donde mostró un don innato para el movimiento, formándose con algunos de los fundadores del grupo: Jane Dudley, Sophie Maslow y William Bates. Un año más tarde, en 1942 debutó con la compañía, siendo la primera integrante afrodescendiente. Su tiempo en el New Dance Group no solo le brindó las bases técnicas de su danza, sino que también la inició en el activismo político mediante el arte. Paralelamente complementó su formación estudiando con Martha Graham, Charles Weidman, Ismay Andrews y Asadata Dafora, quién le brindó un primer acercamiento a la música y la danza africanas.
El 14 de febrero de 1943 realiza su primera función independiente, presentando “African Ceremonial” donde, tras seis meses de investigación, pone de manifiesto su herencia negra, basándose en una leyenda del Congo Belga, donde un sacerdote realiza un ritual de fertilidad hasta que colapsa y desaparece. Completaron el espectáculo las obras “Strange Fruit” (sin música, sobre la reacción de una mujer a un linchamiento), “Rock Daniel” (con música de jazz) y “Hard Time Blues” (sobre la dura vida de los arrendatarios de parcelas). Con esta función llamó la atención de público y crítica, lo que favoreció que el mismo programa se repitiera en abril, en el Cafe Society Downtown, un night club donde prevalecía la integración racial, y en junio durante su participación en el Negro Freedom Rally, en el Madison Square Garden.
En 1944 forma su propia compañía, la Primus Company, presentándose en el Roxy Theatre con una revisión de “African Ceremonial” para catorce intérpretes. Durante los años que siguieron realizaron giras por todo Estados Unidos y participaron en algunas obras de Brooadway, como “Caribbean carnival” y “The Emperor Jones” de Eugene O'Neill.
Gracias a una beca de la Fundación Rosenwald, en 1948, pudo realizar su primer viaje a África para estudiar sus danzas nativas, entendiendo a la danza como una forma de fomentar la comprensión cultural. La experiencia africana se repitió varias veces más a lo largo de su vida, visitando Costa de Oro (luego denominada Ghana), Angola, Camerún, Liberia, Senegal, el Congo Belga, Nigeria y Costa de Marfil, entre otros países. En esa misma línea, en 1963, crea el Instituto de Danza Afroamericana en Nueva York y, en 1978, fundó el Dance Language Institute Pearl Primus en New Rochelle.
Se casó en 1954 con Percival Borde, un bailarín, coreógrafo y percusionista nacido también en Trinidad y Tobago, que la acompañó en sus viajes e investigaciones, y con quién trabajó colaborativamente en sus creaciones hasta su fallecimiento, en 1979.
Si bien muchas de sus obras estaban basadas en las danzas nativas africanas, como “The Wedding” (1961) realizada para la compañía de Alvin Ailey, “Fanga” (1949) o la ya mencionada “African Ceremonial”, muchas otras tienen anclaje en la vida cotidiana de los afroamericanos, como “The Negro Speaks of Rivers” (1944), “Michael, Row Your Boat Ashore” (1979) o “Strange Fruit”, citada anteriormente.
Sus inquietudes la llevaron a obtener un doctorado en antropología en la Universidad de Nueva York (1978). Su vocación la impulsó a compartir sus conocimientos, así Primus enseñó en diversas universidades, entre ellas la New York University, el Hunter College, la State University of New York en sus sedes de Purchase y Buffalo, el College of New Rochelle, el Iona College y la Howard University. Además, como antropóloga, dirigió diversos proyectos culturales en Europa, África y América.
Pearl Primus falleció en su casa de New Rochelle, el 29 de octubre de 1994, a causa de la diabetes que padecía. Ella estudió las danzas africanas, su función y significado más que nadie, codificó detalles técnicos y desarrolló un sistema de notación para evitar que las danzas nativas caigan en el olvido. Todo ese bagaje permanecerá gracias a su gran generosidad que la llevó a compartir sus conocimientos con el mundo.
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Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO).
Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com
Saturday, December 16, 2023
El Vaticano condena a cinco años y medio de prisión al cardenal Becciu, nuncio en Cuba del 2009 al 2011
Cinco años y seis meses de prisión, más inhabilitación perpetua para cargo público y 8.000 de multa. Esta es la condena impuesta al cardenal Giovanni Angelo Becciu por el Tribunal vaticano, al término del juicio sobre la gestión de fondos de la Secretaría de Estado, que gira en torno a la venta de un edifico en Londres. Becciu fue declarado culpable de tres cargos de malversación de fondos, según la sentencia pronunciada esta tarde a las 16.07 por el Presidente del Tribunal, Giuseppe Pignatone, en la Sala Polivalente de los Museos Vaticanos. (Leer texto completo en Vatican News)
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El cardenal Giovanni Angelo Becciu, fue nuncio en Cuba del año 2009 al 2011. Ver en el blog:
Friday, December 15, 2023
Un Belén en cada hogar (por Teresa Fernández Soneira)
Plaza de la Catedral. Navidad 2020.
Foto/Facebook Cáritas Holguín
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Recuerdo que en mis años de infancia mis padres me solían llevar en Navidad a los diferentes conventos, iglesias y colegios de La Habana que exhibían nacimientos monumentales. Eran grandes producciones con efectos de luces, cascadas, música, campanas, narración y todo tipo de detalle que me llamaban soberanamente la atención. Recientemente pude recordar aquellos años cuando visité la catedral de Ávila en España. Allí, en el Trascoro se encuentra una de las muestras del renacimiento español que me parece de las mejores en su género y que representa el nacimiento del Salvador. Es la obra de los entalladores Juan Rodríguez y Lucas Giraldo quienes han trabajado el alabastro de una forma excepcional. Todo está allí, desde la visita de la Virgen a su prima Isabel, al nacimiento de Jesús, la Adoración de los Magos, la Presentación en el Templo, la Huida a Egipto y la matanza de los niños inocentes. Todas estas escenas logradas con tal realismo y movimiento que parece que las figuras tienen vida y se van a salir de la piedra de un momento a otro.
Trascoro en la Catedral de Ávila, España
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¡Cuántos años de trabajo para aquellos artistas del siglo XVI que aún hoy nos cautivan con su obra!
Con esto me vino a la mente una historia de la vida real… Dicen que hay en La Habana una señora que todos los años acostumbra a montar un nacimiento completo en su casa. Cuando se acercaba el Adviento comenzaba a sacar sus figuras, a limpia los animales, a preparar el cielo, los montes, las ciudades. Cuando lo tenía todo dispuesto construía su Belén y antes de la Navidad ya lo tenía en exhibición para que su vecindario pasara a visitarlo. Con la llegada del comunismo a la isla, y viéndose en necesidad económica, la señora comenzó a vender las piezas con gran dolor: los animales, los magos, los ángeles y otras imágenes, y así hasta que solo quedó el Niño Jesús en su pesebre. Me cuentan que hoy sigue sacando su Niño Jesús y que todavía los vecinos pasan por su casa a adorarlo.
¿Por qué le damos tanto interés al árbol de Navidad? Caminamos millas para encontrar el que nos guste, que sea de tal o cual especie, que no eche espinas, que sea grande…después nos gastamos una fortuna adornándolo para colocarlo en un lugar privilegiado de la casa. Sin embargo, no nos preocupamos tanto por el nacimiento, que es en sí la razón de la Navidad, pues sin la venida del Salvador a la tierra no estaríamos celebrando esta fecha.
Por eso, hoy les tengo una proposición, que este año todos pongamos en nuestro hogar un nacimiento, o, aunque sea un Belén de una pieza como el de la señora del cuento, que año tras año con ilusión lo saca, lo limpia, lo mima y luego exclama gozosa: "Un niño se nos ha dado, ¡el Emmanuel, el Salvador!"
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Publicado originalmente en La Voz Católica 20 de noviembre, 1992.
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Teresa Fernández Soneira (La Habana 1947), es una historiadora y escritora cubana radicada en Miami desde 1961. Ha hecho importantes aportes a la historia de Cuba con escritos y libros de temática cubana, entre ellos, CUBA: Historia de la educación católica 1582-1961, Ediciones Universal, Miami, 1997, Con la Estrella y la Cruz: Historia de las Juventudes de Acción Católica Cubana, Ediciones Universal, Miami, 2002. En los últimos años ha estado enfrascada en su obra Mujeres de la Patria, contribución de la mujer a la independencia de Cuba, (Ediciones Universal, Miami 2014 y 2018). El volumen I dedicado a la mujer en las conspiraciones y la Guerra de los Diez Años, y el volumen 2, de reciente publicación, trata sobre la mujer en la Guerra de Independencia. En estos dos volúmenes la autora ha rescatado la historia de más de 1,300 mujeres cubanas y su quehacer durante nuestras luchas independentistas. En el verano del 2022 publicó La Bella Cubana, rostros de mujeres en la Cuba del siglo XIX (Alexandria Library Pub. House, Miami) que recoge 150 daguerrotipos del siglo XIX de mujeres cubanas de todas las edades y razas, acompañados de poemas de la época. Es un homenaje a la mujer cubana de todos los tiempos.
Thursday, December 14, 2023
Wednesday, December 13, 2023
"Que bien sé yo la fonte que mana y corre" (por San Juan de la Cruz)
Qué bien sé yo la fonte que mana y corre,
aunque es de noche.
l. Aquella eterna fonte está escondida,
qué bien sé yo do tiene su manida,
aunque es de noche.
2. En esta noche oscura de la vida,
qué bien sé yo por fe la fonte frida
aunque es de noche.
3. Su origen no lo sé, pues no lo tiene,
mas sé que todo origen della viene,
aunque es de noche.
4. Sé que no puede ser cosa tan bella,
y que cielos y tierra beben della,
aunque es de noche.
5. Bien sé que suelo en ella no se halla,
y que ninguno puede vadealla,
aunque es de noche.
6. Su claridad nunca es oscurecida,
y sé que toda luz de ella es venida,
aunque es de noche.
7. Sé ser tan caudalosos sus corrientes,
que infiernos, cielos riegan y las gentes,
aunque es de noche.
8. El corriente que nace de esta fuente
bien sé que es tan capaz y omnipotente,
aunque es de noche.
9. El corriente que de estas dos procede
sé que ninguna de ellas le precede,
aunque es de noche.
10. Bien sé que tres en sola una agua viva
residen, y una de otra se deriva,
aunque es de noche.
11. Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida,
aunque es de noche.
12. Aquí se está llamando a las criaturas,
y de esta agua se hartan, aunque a escuras
porque es de noche.
13. Aquesta viva fuente que deseo,
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche.
Joaquín de Agüero da la libertad a sus esclavos. Según un relato de José Ramón Betancourt (por Carlos A. Peón-Casas)
El hecho existen numerosas referencias históricas, incluso Francisco Calcagno, en su aparte a la figura del patriota, en su Diccionario Biográfico Cubano (en su primera edición de 1878), nos data con toda propiedad la fecha en que el documento liberatorio fuera firmado por Agüero ante el correspondiente notario en la entonces ciudad principeña(1).
Sin embargo, no pasa igual con el relato que recrea el hecho desde la ficción, y que firma José Ramón Betancourt bajo el título Un abolicionista de 183…, una verdadera rara avis de la producción literaria de la Cuba del siglo XIX, y al que hemos podido asomarnos, en una ya centenaria edición de la Biblioteca Internacional de Obras Famosas, que atesora al decir de sus propios editores y colaboradores: “una colección de las producciones literarias más notables del mundo, en la que están representados los más grandes escritores de los tiempos antiguos, medioevales y modernos”(2).
Precisamente el Tomo XXVII de tan enjundioso repertorio, dedicado in extenso, a la literatura cubana hasta la primera década del siglo XX, hallamos este texto, que hoy nos sirve para ilustrar desde la ficción, lo que la historia ya ha dejado bien evidenciado.
José Ramón Betancourt, el conocido autor de Una Feria de la Caridad de 183… era siete años más joven que Agüero, nació en 1823, y el patriota en 1816, aunque ambos estudiaron la carrera de abogacía, y por consiguiente, se recibieron como tales en la entonces Audiencia de Puerto Príncipe como era costumbre.
Sus vidas inevitablemente se entrelazan en la otrora ciudad del Príncipe, aunque el escritor vivió de niño en México junto a su padre, luego fue enviado nuevamente al Príncipe bajo la tutela del Lugareño, y para los sucesos de 1851, que involucraron a Agüero y sus compañeros, fue llamado a juicio por Mariscal Lemery, aunque absuelto ese mismo año(3).
La narración del hecho, retrata el minuto en que un prominente comandante español de apellido Armona, a quien la voz de Agüero, el personaje, identifica como amigo de la infancia, visita los predios de su finca, a todas luces el mismo escenario donde acaecieron los sucesos que son centro del relato de Betancourt.
Pero resulta llamativo que Armona es igualmente un personaje de la novela Una Feria de la Caridad en 183…, otra vez presentado en aquella como amigo de uno de los personajes de la trama. Lo interesante entonces radica en que el propio personaje de Armona tiene muy visibles conexiones con la realidad, resultando un claro alter ego de Domingo Armona y Lisundia, habanero, e hijo del Mariscal de Campo Don Matías Armona.
Los detalles sobre la biografía de tan particular personaje, los seguimos de primera mano desde el propio Calcagno en su ya citado Diccionario, donde se nos aclara que dedicado a las lides militares, obtuvo los grados de coronel, y fue protagonista de sucesos muy controvertidos, cuando al frente de una famosa partida, bautizada con su propio apellido, se dedicó, con mucho énfasis a la persecución de los no pocos bandidos y hombres sin ley que asolaban con impunidad la región habanera ya en los tempranos años veinte del siglo XIX.
Pero igualmente su fama se extendió hasta el mismo Puerto Príncipe donde hubo de prestar servicios en el año de 1823, “donde fue su conducta tachada de arbitraria y despótica…”(4)
De tal suerte resultaría bastante probable el detalle de que este Armona, personaje de ambos relatos sea su inspiración, y no precisamente una licencia que el propio Betancourt se tomará para enmarcarlo en ambos sucesos, que parecen a todas luces casi contemporáneos.
Su presencia física en el sitio, sirve empero para proseguir con el relato de la liberación de aquella pequeña dotación de esclavos, no eran más que ocho, en la voz del propio Joaquín de Agüero, de quien el narrador toma de prestado el asunto narrado, un hecho a todas luces escandaloso para aquel minuto, y que a los efectos de la historiografía, fuera el primero de su tipo acaecido en Cuba.
El minuto en que Joaquín de Agüero oficializa la libertad de sus esclavos, está enmarcado en el relato dentro de la celebración de la Misa en un pequeño templo que el patriota ha hecho levantar en su finca. Oficia ese día un sacerdote amigo: Don Alvaro Montes de Oca.
La existencia real de este sacerdote cubano, de origen bayamés, quien residió y murió en Puerto Príncipe, según nos acota Pichardo, le agrega al relato más visos de cercanía con la realidad del hecho que venimos resaltando.
El Padre Montes de Oca, nos sigue apuntando Pichardo:
fue célebre orador sagrado que mereció el renombre de pico de oro, también por sus versos jocosos se le pudo titular el Quevedo de aquella comarca. Le tributa elogios Betancourt en su novela Una Feria de la Caridad(5).
El minuto culminante de aquel hecho, cuando los esclavos de Agüero fueron declarados libres, recogido puntualmente por la historia, e igualmente por el relato que nos ocupa, nos parece muy oportuno en este minuto. Así lo relata Betancourt:
La campana anunció la misa y los negros como presintiendo lo que iba a pasar acudieron más limpios y esmeradamente vestidos que otras veces, ostentando una flor en el ojal de la camisa que cubría su pecho. El sacerdote revestido de sus ornamentos, subió al altar y dio principio a la sagrada ceremonia, a la que también asistieron el amigo Hurtado y El Lugareño por expresa invitación mía. Todos nos arrodillamos cuando el ministro de Cristo tomó la hostia en sus manos para elevarla, y para mi parte puedo asegurar a usted que nunca hasta entonces había sentido la profundidad sublime de las palabras de la consagración (…) “Tomad, este es mi cuerpo”, dijo Jesús a sus discípulos. Tomad, esta es vuestra libertad y mi fortuna, iba yo a repetir a mis esclavos.” Terminada la ceremonia el padre Montes de Oca (…) empezó a llamarlos uno a uno por la lista que yo antes le entregué. A medida que iban acercándose, estrechaba sus manos, y yo les extendía con la mía su carta de libertad; algunos la entregaron a mi mujer; otros, besándola, la guardaban en su camisa y venían a arrojarse a mis pies; uno de ellos me la devolvió exclamando:-“Yo quiero vivir y morir al lado de mi amo.(6)
Relatado desde la misma ficción que Betancourt convierte con mucho oficio en literatura, el texto se nos reviste singularmente de autoridad histórica, para darnos pormenores que fueron o debieron parecer, los más apegados a la realidad.
Leído desde la ficción, si consideramos el género en que se define, nos sigue trasegando detalles de singularidad muy objetiva, y nos resulta entonces, un texto más apegado a lo testimonial, que a cualquier otro.
Si Betancourt fue o no un testigo presencial del hecho, lo que nos parece bastante probable, como acaso la presencia del mismísimo Lugareño, a quien pone en primera fila, no sería lo esencial para este punto, sino el detalle singularizado, de guardar para la historia de nuestra patria chica, el Camagüey de siempre, y para la historia de Cuba, un minuto de su inequívoca y raigal trascendencia.
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- “Realizó la escritura en Puerto Príncipe el 3 de febrero de 1843 en la escribanía de J.R. Castellanos…” en Diccionario Biográfico Cubano. Francisco Calcagno. New York, 1878. p.17
- Biblioteca Internacional de Obras Famosas. Sociedad Internacional, Madrid, México, Habana, Nueva York… (sin fecha) T. XXVII pp. 13585-13592
- Diccionario Biográfico Cubano. Opus Cit. p.113
- Ibíd. p.73
- Ibíd. p.433. Aquí hay otro detalle donde vuelve a discurrir el elemento de la ficción, pues el sacerdote citado en la novela lleva el nombre de padre Vreaidieu, aquí como otra posible licencia poética del autor.
- Un abolicionista de 183… en Biblioteca Internacional de Obras Famosas op cit. p.13590.
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