Durante los días 5 y 6 de noviembre de 2016, en el marco del XXV Festival Internacional de Ballet “Alicia Alonso”, el Ballet Nacional de Cuba presentó en la sala Avellaneda del Teatro Nacional de Cuba su versión del ballet Don Quijote, con música del compositor austriaco Ludwig Minkus y coreografía de Alicia Alonso, Marta García y María Elena Llorente sobre la original de Marius Petipa y la versión de Alexander Gorski; un exquisito regalo para los balletómanos y el público en general que asistió a dichas representaciones.
En la función del día 6, los primeros bailarines Viengsay Valdés (B.N.C.) y Osiel Gouneo (Ballet de Munich) tuvieron a su cargo los roles protagónicos de Kitry y Basilio respectivamente, y aunque se dice que las comparaciones son odiosas –y artísticamente incorrectas, añado yo–, pecaré a sabiendas diciendo que, sin destronar a Ofelia González y Lázaro Carreño en sus paradigmáticas interpretaciones de este clásico en los noventa (buscar en Youtube, porque vista hace fe), Viengsay y Osiel brindaron un Don Quijote perfecto, gracias a su magnetismo, química mutua, bravura técnica, carisma e interpretación.
Tras un bien resuelto prólogo, en que el Quijote y su fiel escudero Sancho Panza salen a la aventura cervantina en el mundo de las puntas, la apertura del telón mostró una plaza ibérica llena de alegría juvenil, traída a La Habana gracias a los originales diseños de Salvador Fernández.
Osiel Gouneo, en el rol de Basilio –el coqueto enamorado de Kitri–, confirmó con sus impecables y vertiginosos giros su bien ganada reputación de novel estrella de la danza, mientras que la ya consagrada Viengsay, desde que irrumpió en escena, hizo gala de su gran musicalidad, giros perfectos, vistosos grand jettés y extensiones a 180 grados, atributos que caracterizarían su desempeño durante toda la noche, sin que le faltara el esperado “salero” español.
Osiel, desde el primer pas de deux con Viengsay, brilló también como partenaire, específicamente al hacer girar raudamente a su compañera, constante que se mantuvo también a lo largo de su extraordinaria actuación.
La Mercedes de Cynthia González, con muy buenos giros y jettés, logró un gran acople con el “matador” Espada, a cargo de Ariel Martínez, quien lo mismo en su variación como en el pas de deux con Mercedes hizo gala de ejemplar bravura, felizmente secundado por los demás matadores, que vestidos espléndidamente como tales, dispusieron los cuchillos acostados en el piso (en vez de clavados) para que fueran sorteados por Mercedes.
Dairon Darias, como Sancho Panza, el fiel escudero del Quijote, le dio a su personaje el tono exacto que el mismo demanda: ni payaso ni caricatura, del mismo modo que Yansiel Pujada supo dotar a su Quijote de gran garbo y personalidad, mientras que Félix Rodríguez, como Lorenzo, el posadero padre de Kitri, enriqueció su antagónico papel con simpáticas pantomimas, y Ernesto Díaz se calzó el afrancesado y ridículo Camacho como un ajustado guante, sin excesos ni estridencias.
Viengsay, en su variación del segundo pas de deux del primer acto, deslumbró con sus asombrosas extensiones hacia atrás, excelentes giros, y un verdadero alarde de bravura en la diagonal, rematada con una secuencia de alucinantes pirouettes con los que ya nos tiene acostumbrados.
En el tercer pas de deux de la pareja protagonista, Osiel impactó con dos impecables cargadas en alto con una sola mano de su compañera, con quien luego escapó en medio de la confusión y el tremendo enredo armado entre Camacho, Lorenzo, Sancho y Don Quijote.
En el segundo acto, escena primera, el imprescindible molino de viento le dio el toque cervantino adecuado, y el vestuario de los gitanos y gitanas, cada quien con un traje diferente al de los demás, me pareció un gran acierto con respecto a puestas anteriores, en que los cíngaros aparecían como uniformados.
Aaron Gómez, como el jefe de los gitanos, mostró gran dominio escénico y se destacó en las elevaciones, y en general la escena fue resuelta con buen gusto y eficacia.
En la escena segunda de este acto, tanto Claudia García, en su rol de la Reina de las Dríadas, como Adarys Linares, como el Amor, le imprimieron a este onírico acto –en el que el Ingenioso Hidalgo se encuentra y corteja a su idílica Dulcinea– toda la magia que de él se espera, secundadas por unas dríadas de ensueño, y el efecto de trasmutación de Dulcinea en Kitri y viceversa fue logrado con gran elegancia.
A continuación, en otra crucial escena en el campamento de los gitanos, arriban Lorenzo y Camacho con sus soldados, y la presencia de Kitri es delatada por su abanico, siendo atrapada y llevada a la fuerza por su padre para casarla con Camacho, mientras que Basilio logra escapar.
En el tercer acto, de regreso a la plaza del pueblo, donde está por celebrarse la boda de Kitri con Camacho, la historia pasa a centrarse en el aparente suicidio de Basilio –debido a la imposibilidad de su noviazgo con Kitri–, y Don Quijote le exige a Lorenzo que acepte la boda en artículo mortis de Kitri con Basilio. Conseguida la aprobación del interesado padre, Osiel/ Basilio se levantó como si nada, y todo se resolvió felizmente, pues Camacho recuperó la dote entregada a Lorenzo, quien se rinde ante la felicidad de su hija.
Todos bailan con justificado frenesí. Cynthia González volvió a lucirse como Mercedes, de nuevo muy bien acompañada por el impetuoso Espada de Ariel Martínez, para dar paso al agradable preámbulo del famoso pas de deux con que culmina este acto, caballo de batalla de los bailarines en los festivales de ballet del mundo entero.
Regresaron los novios convenientemente vestidos de blanco para su boda, y dio comienzo la apoteosis de la función.
Desde su primer balance, Viengsay desafió la ley de la gravedad, pues no solo mantuvo el equilibrio en punta, sino que cambió de posición la otra pierna con total elegancia, hazaña que repitió en sus restantes balances, siempre muy musical, mientras que Osiel reforzó sus giros limpios y rápidos, y brindó un impecable y solícito apoyo a su pareja como partenaire en el adagio.
Osiel, ahora sí en su esperada variación, volvió a hacer alarde de bravura con los vertiginosos y casi interminables giros que lo caracterizan, preparando el campo para que Viengsay acometiera la suya, con grandes extensiones y brillante ejecución.
Osiel subió la parada con sus acrobáticos saltos o jettés, y Viengsay alcanzó el clímax con unos fouettés intercalados con múltiples pirouettes clavada en el lugar, para luego volver a acoplarse en la pulida y elegante coda con la que se despidieron del enardecido público que los aplaudía sin querer parar.
Muchos crecimos disfrutando sus excelentes actuaciones en diversos registros, tanto en los dramáticos (¿no basta ejemplificar con el canónico Cheíto León de El Hombre de Maisinicú?) como en los humorísticos (¿acaso es necesario recordar su clásico “guajiro” Melesio Capote?), en los que sobrepasó los resultados esperados.
Sin embargo, Reynaldo Miravalles no se formó en la escuela natural de los intérpretes: el teatro, tal aconsejan los propios actores y profesores, como asimismo sugerimos los críticos a los estudiantes y fans que quieren dedicarse al oficio de “comediante”, tal se les llama en España.
Mas, no le resultó necesaria la academia, pues su talento natural, su prodigiosa intuición y su experiencia le bastaron para dominar todos los personajes, sicologías y criaturas, con los que convenció al público y la crítica durante su extensa e intensa carrera e, incluso en ocasiones, sobresalió frente a sus contrapartes, tal corroborara con su magistral Cheíto León, con el que superó al vaquero del western cubano que entregara el también desaparecido Sergio Corrieri, quien, fundador de Teatro Estudio y valioso actor escénico, lograría su mejor papel en su alter ego Sergio, el protagónico pequeñoburgués del notable filme Memorias del subdesarrollo, del memorable Tomás Gutiérrez Alea, Titón.
A su tamaño de actor lo emparejaba su nada común estatura en un cubano: seis pies cuatro pulgadas. Era, entonces, el actor más grande de la Isla. O para decirlo de una vez: el mayor actor cubano de todos los tiempos, porque convenció y venció a todos con sus innumerables caracteres, con los que se transformara en otros personajes.
NACIMIENTO, VIDA Y MUERTE DEL REY
Nacido el 22 de enero de 1923 en Cuba, allí fallecería inesperadamente el pasado lunes 22; pero por ironías de la hoy absurda vida bajo el falaz castrismo, un funcionario del Ministerio de Cultura —sumándose a los constantes reclamos y consecuentes dádivas en dólares recibidos por el desgobierno cubano desde el inicio de las relaciones diplomáticas— le llegó a exigir a la familia 10 000 dólares por enviar de regreso el cadáver a Miami, donde vivía desde 1994 con su esposa Nena y uno de sus hijos. Mas, el gobierno norteamericano gentilmente pagó la suma, el cadáver fue traído y el pasado lunes fue velado por familiares, colegas y admiradores, hasta ser finalmente enterrado al día siguiente.
DE ESTUDIANTE DE PINTURA A REY DE LOS ACTORES
El futuro gran intérprete se iniciaría en la pintura a los 17 años, en la anexa también habanera de San Alejandro, en la capital cubana, pero debió abandonar los estudios por la situación económica familiar. Comenzó a trabajar y, ya en 1944, haría su bautizo actoral en la radioemisora “La voz de los Ómnibus Aliados”.
Laboró en la mayoría de las mejores emisoras capitalinas, donde participara en espacios singulares, como “La Tremenda Corte”, junto al grande Leopoldo Fernández (Tres Patines y Pototo), donde incorporara los divertidos personajes Leoncio Garrotín, Rompecocos y Albino Blanco de Mesa.
En 1951, a solo un año de iniciada la TV, descollaría en programas humorísticos y dramáticos, y solo en 1955, debuta en la pantalla ancha con el filme venezolano Papa Lepe, bajo la dirección de Antonio Graciani padre.
En 1959, al fundarse el entonces flamante y hoy en decadencia Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), deviene uno de los actores decisivos, por lo que, rápidamente, descuella en una amplia filmografía, donde figuran cintas recordables, como, entre otras: Las doce sillas, Una pelea cubana contra los demonios y Los sobrevivientes, dirigidas por Tomás Gutiérrez Alea, como El Hombre de Maisinicú, de Manuel Pérez, Rancheador, de Sergio Giral, y Los pájaros tirándole a la escopeta, de Rolando Díaz, quien lo dirigirá nuevamente en la cinta filmada en Miami: Cercanía (2008). Aquí asimismo participará en El misterio de Galíndez (2003), del español Gerardo Herrera. Su última actuación la realizaría en el galardonado cortometraje La casa vacía, de Lilo Vilaplana (2016), realizado igualmente en Miami.
Los más relevantes intérpretes actuaron con él, como Enrique Molina, quien participara en varias e importantes cintas, como “Quiéreme y verás” y “Esther en alguna parte”, entre otras. Con el otro grande Enrique: Santiesteban, lo hizo en Las doce sillas. Actuó igualmente con las brillantes Verónica Lynn, Rosita Fornés, Consuelo Vidal y Susana Pérez, como, asimismo, con el Premio Nacional de Teatro, Francisco (Pancho) García, y con los valiosos intérpretes de otras generaciones Adria Santana y Carlos Cruz, Beatriz y Thais Valdés, Alberto Pujols, Gilberto Reyes y Roberto San Martín.
En 2013, al ofrecerle el merecido y emotivo homenaje por sus nueve décadas de feraz existencia en el Centro Cultural Cuba Ocho, el periodista y crítico de ballet Baltasar Santiago Martín lo entrevistó en una de las mejores ediciones de su revista Caritate —con fotos en portada y páginas interiores—, relevante momento cultural en la comunidad que concitó la afluencia de múltiples familiares, colegas y fans, ocasión en la que mi esposa, Mayra y yo, corroboramos la modestia y bonhomía del Rey de los actores cubanos, honroso instante plasmado en una de las imágenes que, gracias a la destacada fotógrafa puertorriqueña Zoraida Fonseca, conservo y adjunto en esta crónica.
Como evocara el colega Wilfredo Cancio Isla, en su artículo “Miravalles sin olvido”, publicado en Diario de Cuba, “era un actor natural, con una capacidad de asombro permanente y una disposición innata para aprender. El trabajo era su método para sacar adelante cualquier personaje.”
Y ahora, de improviso, se fue el excelente intérprete y su desaparición física nos afecta a sus familiares, sus colegas y sus miles de fans, pero, claro, nos quedan los filmes que hizo suyos con su insuperable talento, al nivel de los mayores intérpretes internacionales del siglo XX, como Marlon Brando, según subrayara mi colegamigo de años y sueños, el cineasta Jorge Sotolongo, quien, en su crónica “Hacer las cosas bien” (publicada en Facebook), fijaría como invariable apotegma: “La muerte de Reynaldo Miravalles deja un vacío imposible de llenar.”
PARA CONOCER MÁS AL REY DE LOS ACTORES CUBANOS
Reynaldo A. Miravalles de la Luz (22/enero/1923–1º./octubre/2016).
FILMES:
1955 Papa Lepe, Antonio Graciani
1960 Historias de la Revolución, Tomás Gutiérrez Alea
1961 El joven rebelde, Julio García Espinosa
1962 Las doce sillas, Tomás Gutiérrez Alea.
1965 Desarraigo, Fausto Canel
1971 Una pelea cubana contra los demonios, Tomás Gutiérrez Alea.
1973 El Hombre de Maisinicú, Manuel Pérez
1976 Rancheador, Sergio Giral
1978 El recurso del método, Miguel Littin
1978 Los sobrevivientes, Tomás Gutiérrez Alea
1979 La viuda de Montiel, Miguel Littin
1982 Alsino y el cóndor, Miguel Littín
1984 Los pájaros tirándole a la escopeta, Rolando Díaz
1985 Tiempo de morir, Jorge Alí Triana
1985 De tal Pedro tal astilla, Luis Felipe Bernaza
1991 Alicia en el pueblo de las maravillas, Daniel Díaz Torres
1992 Mascaró, el cazador americano, Constante (Rapi) Diego
WALDO GONZÁLEZ LÓPEZ (Puerto Padre, Las Tunas, Cuba, 1946).
Poeta, ensayista, crítico literario y teatral, editor, antólogo y periodista cultural.
Cursó estudios de idioma Francés en el Instituto de Idiomas «Máximo Gorki» (1964-1966).
Se graduó en 1970 en la Escuela de Teatro (Escuela Nacional de Arte), donde creó el Archivo de Dramaturgia e impartió clases de Historia de la Literatura para Niños y Jóvenes, en la Cátedra de Teatro para Niños (cofundada por él) y de Historia del Teatro Universal y Cubano.
En 1979, se licenció en Literatura Hispanoamericana, en la (Universidad de La Habana, 1979).
Integró el Centro Cubano de la Asociación Internacional de Teatro y de Teatristas para la Infancia (ASSITEJ, auspiciada por la UNESCO), como asimismo las Asociaciones de Teatristas y de Escritores de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) en sus Secciones de Crítica Teatral, Poesía, Traducción Literaria y Literatura para Niños y Jóvenes.
Fue Asesor del Teatro Nacional de Cuba y de los Centros Iberoamericanos de la Décima (en la capital, La Habana, y en la ciudad de Las Tunas).
RESUMEN DE SU TRAYECTORIA LITERARIA:
Ha publicado una veintena de poemarios, un volumen de ensayo, tres de crítica y otro de crónicas, así como una treintena de antologías de poesía y poesía para niños, décima, cuento y teatro de autores extranjeros (William Butler Yeats, Jacques Prévert, García Lorca, Rafael Alberti...) y dos de teatro cubano.
Sus versos han sido traducidos a varias lenguas y publicados en Francia, Estados Unidos, México, Colombia y Argentina. Ha traducido del francés a poetas como Marie de France, Molière, Joachim du Bellay y Jacques Prévert, y realizó versiones de poetas para la antología Poesía polaca.
Su labor como poeta, crítico teatral y literario, antólogo y ensayista ha sido reconocida, entre otros estudiosos extranjeros por las pedagogas y antólogas puertorriqueñas Flor Piñeiro e Isabel Freire de Matos en su volumen Literatura Infantil Caribeña; el profesor y ensayista jamaicano Keith Ellis, en su estudio Cuba’s Nicolás Guillén: Poetry and Ideology, y el antólogo y ensayista español Antonio Merino en el prólogo de su antología Nueva poesía cubana.
Prestigiosos ensayistas y críticos cubanos, como, entre otros: los doctores Salvador Bueno y Virgilio López Lemus, los destacados escritores: Adolfo Martí, Imeldo Álvarez y Antonio Gutiérrez Rodríguez se han ocupado de sus múltiples libros.
Ensayos suyos fueron incluidos en las antologías Nuevos críticos cubanos, Acerca de Manuel Cofiño y Valoración múltiple: Onelio Jorge Cardoso.
Fue jurado consuetudinario en eventos literarios, teatrales y de periodismo cultural, y participó en varios Congresos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), foros y otros encuentros con especialistas de Cuba y otros países.
OBRAS:
Entre sus numerosos libros, resaltan:
POEMARIOS:
Que arde al centro de la vida
Salvaje nostalgia
Casablanca
Las palabras prohibidas
Estos malditos versos
Ferocidad del destino
El sepia de la nostalgia
Umbral de la nostalgia (libro de arte, con sus poemas ilustrados por la destacada artista plástica cubana Julia Valdés).
POEMARIOS PARA NIÑOS:
Poemas y canciones
Donde cantan los niños
Jinetes del viento
Libro de Darío Damián
Voces de la querencia.
ANTOLOGÍAS POÉTICAS (CON SELECCIÓN Y PRÓLOGO SUYOS):
-Preciosa y el aire (textos de García Lorca, 1976)
-Los versos de tu amigo (textos de García Lorca para jóvenes, 1978)
-Que soy marinero yo (textos del español Antonio Machado, 1984 , Premio de la Crítica de libros para la infancia, 1985).
-Cazador de colores (poemas del cubano Emilio Ballagas; 1986).
-Paris at night (poemas de Jaques Prévert, con traduc. y pról. suyos, 1993).
-Y Dios… (poemas de William Butler Yeats, 1993).
-Añorado encuentro. Poemas cubanos sobre boleros y canciones (2001).
-Viajera intacta del sueño. Antología de la décima cubana (2001).
-Este amor en que me abraso (décimas de José Martí; 2003).
-De tu reino la ventura. Décimas a las madres (2003).
-Que caí bajo la noche. Panorama de la décima erótica cubana (2004).
ENSAYOS:
Escribir para niños y jóvenes (1983).
ESTUDIOS:
-La lectura, ese esplendor (ensayos sobre lectura y literatura) publicado por Campaña Nacional por la Lectura, Quito, Ecuador (2009).
-Navegas, Isla de Oro. Panorama de la décima para niños (en colaboración con Mayra Hernández; 2009).
-Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX (en colaboración con Mayra Hernández, en 2 tomos: 2009 y 2010).
CRÍTICA LITERARIA:
La décima dice más (2005)
La décima, ¿sí o no? (2006), ambos con sendas reediciones.
CRÍTICA TEATRAL:
La soledad del actor de fondo. Monólogos cubanos (1989)
Cinco obras en un acto (2001).
CRÓNICA:
Niebla de la memoria.
TERTULIAS:
Entre 1990 y 2010, creó y condujo cinco (5) Tertulias de Poesía, Teatro y Música en importantes centros e instituciones culturales de la capital, como, entre otros: la Fragua Martiana, el Museo Nacional de la Música, el Museo Napoleónico y la UNEAC, donde invitó y presentó importantes poetas, escritores, cantantes, actores, narradores orales y demás artistas cubanos y latinoamericanos.
DISTINCIONES:
Diploma al Resultado Científico por su Colaboración a la nueva Historia de la Literatura Cubana, en tres volúmenes, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente; el Laúd y la Medalla del Cucalambé (Las Tunas); Diploma por la Labor Realizada en Apoyo a la Décima (Universidad “Camilo Cienfuegos”, de Matanzas); Reconocimiento como Escritor y Crítico Literario (Presidencia del Instituto Cubano del Libro) y Distinción por la Cultura Nacional.
EN MIAMI
Desde su arribo a Miami (julio de 2011), ha sido jurado en dos Concursos Internacionales de Poesía: el de la Editorial Voces de Hoy (2012) y «Facundo Cabral», del Gremio de Artistas Latinoamericanos (GALA, 2013).
Asimismo, ha fungido como jurado de los eventos escénicos: I Festival Internacional de Obras de Pequeño Formato (Compañía teatral ArtSpoken, 2011) y Primer Festival Internacional de la Comedia (Compañía Havanafama, 2013). Fue Jurado de Teatro durante dos ediciones de los Miami Life Awards.
Ha participado, como ponente, en dos importantes eventos teórico-escénicos: con una ponencia sobre la dramaturgia de Cristina Rebull, en el «Congreso Internacional de Dramaturgia y Artes Escénicas. Teoría y Práctica del Teatro Cubano del Exilio Celebrando a Virgilio Piñera, en su Centenario» (Universidad de Miami, 2012) y, con el también crítico Luis de la Paz, realizó la edición de la laureada pieza de Héctor Santiago: Vida y pasión de La Peregrina (Premio Letras de Oro de Teatro, 1995) para su lectura dramatizada, en el Congreso Internacional «Peregrinar sin ausentarse: Gertrudis Gómez de Avellaneda y Gastón Baquero, un puente perdurable entre Cuba y España», efectuado entre los días 5 y 8 de junio, 2014, en la Universidad Internacional de La Florida.
Integró los Consejos Asesores del Festival Internacional de Monólogo “A una voz” y del Gremio de los Artistas Latinoamericanos (GALA).
Mereció el 3er. Premio de Poesía en el Concurso Internacional «Lincoln-Martí» (mayo, 2012).
En julio de 2015, Ediciones Baquiana publicó, en su Colección Caminos de la Poesía, la antología poética Trazo estos signos en la arena, presentada en el Koubek Center por la poeta, narradora, dramaturga y profesora universitaria Dra. Maricel Mayor Marsán, el narrador y dramaturgo Rodolfo Pérez Valero y el poeta y periodista Baltasar Martín.
Miembro-Colaborador de la Academia Norteamericana de la Lengua Española y su revista (RANLE, en Nueva York; 2014) y Miembro del Pen Club de Escritores Cubanos del Exilio (2016), asimismo colabora con diversas publicaciones internacionales, como las webs Encuentro de la Cultura Cubana (España) y teatroenmiami.com (Miami); las revistas digitales Otro Lunes (Alemania), Palabra Abierta (California) y Letra Urbana (Miami), como el blog Gaspar. El Lugareño.
Nota del blog: Sección semanal dedicada a la familia por la Dra. Christina Balinotti (https://www.facebook.com/christina.balinotti), quien ha aceptado la invitación a compartir cada jueves, un tema relacionado con su proyecto Universidad de la Familia. Este programa académico comenzará a funcionar en Miami en febrero de 2017, con un programa extenso de 45 semanas, en la Humboldt International University.
Los libros de la Dra. Christina Balinotti se pueden adquirir en Amazon en este enlace.
En el video-artículo de esta semana analizo las características psicológicas de los hijos consentidos y los hijos desprotegidos. Qué sucede con las madres y los padres en ambas modalidades de educación. 9 minutos imperdibles en el show de la señora Maria Elvira Salazar, gracias a quien mi proyecto Universidad de la Familia tuvo una temporada exitosa de segmentos semanales por espacio de 3 meses en el Mega Noticiero de Mega TV. Escuela de Padres, altamente didáctico. www.universidaddelafamilaahorasi.org
Christina A. Balinotti: Escritora, Personalidad de Televisión y Radio. Experta en temas de Cultura y Psicología. Mujer de la Semana 2015 CNN Español. Pionera del Movimiento y Organización Femenidad Holística.
Nota: Agradezco a Manuel Vázquez Portal, que comparta con los lectores del blog una selección de los textos incluidos en su más reciente poemario. El volumen, titulado Nada puedo enmendar de aquellos miércoles, se presentará el próximo viernes 4 de noviembre a las 8 00 p.m., en la tertulia literaria La Otra Esquina de las Palabras (Café Demetrio, 300 Alhambra Circle, Coral Gables).
Reparaciones
Pudiera el fontanero intervenir
cuando empieza el goteo de los grifos del alma,
y una lágrima muda pende de la cuchara,
ponerle zapatillas
al caudal de promesas
que arrancaron aplausos por raudales,
ajustarle la rosca al sueño derruido,
al tiempo inadvertido que agitó los relojes.
Pudiera el ebanista
pulir la piel rugosa de aquella niña alegre
de nombre enrevesado
que hace ya cuatro décadas usaba pañoleta,
entonaba feliz canciones aguerridas
y hoy tapa los espejo por no verse el suspiro.
Pudiera el repostero
amasar tanta ausencia de tortas
en grises cumpleaños que se fueron sin fotos ni sonrisas.
Pudiera devolvernos el mago de este circo
la limpia ingenuidad
con que alelados observamos sus trucos.
Quién puede reparar tanta avería
en la chatarra hendida por ráfagas de sombra,
mohosa de esperar.
Nada puedo enmendar de aquellos miércoles
Diluvia en la ventana
-mi ventana secreta que colinda al recuerdo-
salmodia de frescor en el verano me trae retazos
de sueños que se fueron y rostros que no están.
Se reblandece el ojo con el agua
quiere llover en él.
Dibujo un arco iris de memoria
y hago escampar la pena.
Nada puedo enmendar de aquellos miércoles
ni rescatarle a mayo las flores que negué.
De nuevo peregrino me asomo a los senderos
soy un irse perenne, una fuga tenaz.
No he buscado ni busco
recojo el titileo de la noche a que asisto
y hago fiesta del plato conque celebro el día.
Me agoto y recompongo en cada umbral del alba
y me torno aprendiz del eterno minuto.
Soy amnios, solo amnios
que recomienza siempre donde mismo.
Alguien quiere también dejarnos sin pasado
Yo lo recuerdo todo
mil veces he rearmado
añico por añico este rompecabezas.
Primero fue el hechizo
la bobera total
el aquí nadie es alguien
todos somos arcilla para asaltar el cielo.
Borregos en la fila para pedir permisos
permanentes deudores de muertes anteriores
unas botas prestadas para abrir los senderos.
Después vinieron coñas
recelos a hurtadillas
chascarrillos sublimes que iban antologando
los comisarios turbios
todo muy musitado
muy visto de reojo.
Se hizo gordo el cinismo
poeta y policía podían ser uno solo
y todos descreímos
desconfiamos
hasta del tibio aroma de nuestras propias sábanas.
Alguien rompió el silencio
el sagrado silencio
donde solo el pastor sonaba el caramillo
le partieron la vida
el alma
la familia
lo untaron de palabras nauseabundas
y lo echaron al foso donde todo es olvido.
Nadie más se atrevió
y la vejez venía tragándose las horas
de una vida en pavura
de una vida sin vida.
Pero lo más terrible
-la otra alucinación-
ahora nada es verdad, solo un invento mío
una historia afiebrada y obsoleta
un óbice al mercado de lo que se aproxima.
Alguien quiere también dejarnos sin pasado
Siquiera con abrazos
Para L.S.C
Era flaca y asmática
entera me cabía en medio abrazo.
Llegaba sonriente por las tardes
con las mejillas rojas de andar siempre apurada.
Su pelo era un revuelo de festones
batidos por el aire
y sus ojos dos grandes balcones abiertos a los astros.
Por entonces yo era
solo un bufón de versos y de rones
que quizás entendía mejor
cada función del circo que habitábamos.
Pero ella creía
creía cada truco del viejo ilusionista
cada canción letárgica de afamados ventrílocuos
cada danza alelante de odaliscas de turno.
Temblaba a cada vuelo de osados trapecistas
que habían ensayado hasta el cansancio
cómo provocarían la ovación.
Se crispaban sus dedos si sobre la maroma
se escuchaba la música fatal de un resbalón
del frágil alambrista.
Creía en la razón y en el mañana
y yo no quise nunca mostrarle los barrancos
que a nuestros pies crecían.
Era flaca y asmática
pura como en pañales
hecha para crecer por las rutas difíciles
y sé que no vendrá alegre como entonces
pero no quise atarla siquiera con abrazos.