Showing posts with label Cuba. Show all posts
Showing posts with label Cuba. Show all posts

Monday, March 15, 2021

(Primer Congreso Nacional de Mujeres. La Habana. Abril, 1 al 7 de 1923) "Actuación de la mujer cubana en las luchas por la Independencia". Ponencia de Isabel Martínez de Alquizar



Señora Presidenta, señoras y señores: 

La mujer cubana, a la que poetas de todos los tiempos han dedicado sus mejores estrofas para ensalzar sus grandes virtudes, puede sentirse orgullosa de la página que su heroismo dejó escrita para la Historia de Cuba, perdurable recuerdo de su brillante actuación en nuestras luchas por la independencia. 

Realmente, si se tiene en cuenta como se deslizaba la vida de la mujer cubana durante la época del coloniaje, no se puede menos que reconocer que su actitud al llegar a sus oídos desde los campos revolucionarios los sonidos vibrantes del clarin que llamaba a los cubanos a la lucha, fué una verdadera revelación, algo inesperado, que sólo podia tener como cuna un amor entrañable e inconmensurable a la Patria. 

En efecto, nadie creyó, ni esperó, que su obra llegara a alcanzar los límites de algo colosal, que esa mujer mimada, ese bibelot encantador, de un exotismo extraordinariamente interesante para los países europeos, a quien los escritores de allende los mares se empeñaron en retratar como una eterna guarina, a quien la hamaca servía de perenne refugio, a manera de la concha a una perla de gran valor; cuyo sueño arrullaba el susurrar armonioso de los penachos de las palmas y el inimitable canto del ruiseñor, aquella mujer cuyos pies calzaban esclavas listas a atender al mas ligero de sus caprichos, fuera la misma que heroica, arrogante, deafiando a la tiranía, se irguiera un día junto al corcel de guerra de su compañero y extendiendo su brazo hacia el Oriente mostrara a esos mismos esclavos el panorama hermosísimo de un nuevo sol cuyos rayos, pasando al través de las nubes, que ya levantaban en el horizonte las descargas de los rifles mambises, dibujaban en la campiña querida como un arabesco mágico, la palabra ‘‘Libertad”’.

Y es que el patriotismo de la mujer cubana es ingénito: su criterio claro y precoz, no necesitó de arengas ni estudios especiales de la historia de otros países que sacudieron con anterioridad la cadena del vasallaje, para comprender de un solo golpe de vista la grandeza del momento llegado, en que un pueblo oprimido, cansado de las humillaciones que trae consigo la esclavitud y del inútil esperar a que sus demandas justas fueran atendidas, se levantaba amenazador, resuelto a conquistar por la fuerza de las armas esos derechos demandados, aunque ello envolviera toda clase de sacrificios, desde la desvastación del hogar hasta la pérdida de la vida. 

Una vez impuesta de todo ello, esa mujer no miró atrás, sino que, de manera decidida, rompió con su pasado de molicie, olvidó el caserón criollamente confortable, las tardes en que, acariciada por los rayos suaves de un sol poniente contemplaba, al amparo de la enramada del patio legendario, el rutilar incipiente de las primeras estrellas que aparecían allá en el Oriente ya oscurecido, haciéndole soñar con perspectivas hermosas de paz y bienestar. Una vez decidida, o bien holló con paso seguro, en pos del padre o del esposo querido, la senda estrecha y tortuosa de la conquista de la Libertad o, con la resignación de la espartana, despidió al hijo que marchaba rumbo a la revolución, sujetando suspensas en sus pestañas las lágrimas delatoras del dolor, al mismo tiempo que sus labios trataban de pronunciar las palabras a cuyo conjuro debía sostenerse encendida para siempre en aquel pecho la llama sacrosanta del sacrificio en aras de la Patria. 

Luego comenzaron las pruebas: amenazas, persecuciones, el ultraje en gran número de ocasiones y, como si no fuera bastante todo ello, la confiscación de los bienes, precursora de las escaseces sin nombre, que reducían cada vez más los límites de la, vivienda, hacían más insignificante el modesto ajuar y sustituían con el color amarillento de las flores de los cementerios, en las ya enflaquecidas mejillas, a las rosas exhuberantes que en tiempo no muy lejano animaban rostros alegres y lozanos. 

Después llegaba el día en que aquellos seres queridos ausentes, enterados de esas vicisitudes sin cuento, sufridas en silencio y con valor, la animaban a seguirlos.... ‘‘ Aquí le decían, no recuperarás el bien perdido, pero tendrás libertad, y, si pereces, no serás ahogada en el ambiente pobre, asfixiante, que rodea al esclavo obligado a callar...’’ Y entonces, en un arranque de valor no medible, preparaba su singular equipaje, en el que reaparecía, no como refugio de las horas de indolencia, sino como lecho caritativo, la hamaca simbólica de sus buenos días allá en la finca inolvidable, de hermosos palmares y cuidados bateyes, cubiertos hoy de abrojos, de zarzales... Y la crisálida convertida en mariposa de luto, pero mariposa al fin, corría de aquí para allá, internándose en las espesuras de los campos cubanos, apagando la sed de las jornadas, unas veces con el agua cristalina de los arroyuelos que serpenteaban alegres por las lomas, ignorantes del ambiente de guerra y destrucción, y otras en pequeños pozos, abiertos en lugares intrincados, donde sumergía el pequeño ‘‘morro’’ de corteza de coco bruñida, toscamente grabada por el padre, el esposo, el hermano, con quienes ella compartía sus alegrías y dolores. 

En las regiones montañosas, donde únicamente se hacía fácil su acceso a los campos revolucionarios, en muchas ocasiones se le vio marchar a la retaguardia de las tropas, llevando en sus alforjas las hilas, los algodones, las vendas confeccionadas por sus hermanas que quedaron en la población o moraban en el extranjero, suspirando por la Patria lejana, atentas a esa dolorosa, pero necesaria refacción de artículos que, en unión de las escasas medicinas que componían los botiquines mambises, debían prodigar algún consuelo a los que la precedían en esas jornadas, en los días en que éstas tenían por epílogo un rastro sangriento y unos ayes desgarradores. Cuando llegaban esos momentos en que el hospital de sangre improvisado en un pequeño valle, señalaba un alto en ese recorrido interminable, la mujer cubana, ligera como una corza, acopiaba de aquí y de allá las piedras que debían formar el fogón de su enfermería para condimentar los cocimientos y los caldos, la mayor parte de las veces ‘‘caldos vacíos’’ (frase mambisa), hechos con las hierbas y raíces a su alcance, que debían contribuir al restablecimiento de sus pobres enfermos a quienes animaba en todos sentidos, augurandoles cada día, al tender la noche su manto de quietud, una aurora que debía traer envuelta entre los pliegues de su manto, la esperanza de un pronto regreso al hogar que, abandonado y frío, esperaba allá, a lo lejos, el alumbrar de la antorcha de la Libertad, para que a él volvieran sus moradores, cubiertos de gloria y de ansias de bienestar para esa Patria querida. 

Y el momento profetizado por los labios de la commanera bienhechora llegó para todos. El clarín sonó una vez mas en los campos cubanos, no ya con el sonido vibrante que incitaba a la lucha, sino con el dulce y sonoro que publicaba la paz, que llamaba a las ovejas hacia un redil mejor... La mujer se incorporó, consideró sus pobres harapos, sostenidos a fuerza de quizás que prodigios, se contempló exhausta físicamente, palpó su piel, quemada quizás para siempre por el inclemente sol tropical; sus manos, que, a fuerza de trabajos burdos habían encallecido, pero... se sintió fuerte en medio de la debilidad y la miseria, experimentó la emoción incomparable que deben experimentar los titanes cuando rinden su labor y, después de elevar una oración de gracias al Altísimo y dedicar un recuerdo a los caídos que no pudieron llegar a la meta, alborozada y féliz buscó a sus compañeros y juntos emprendieron la vuelta a la ciudad, mientras un hálito de vida nueva que venía de lejanas tierras, de las praderas donde ya las plantas reverdecían, mecían sus cabellos sueltos de ‘‘madonna’’ emblemática de los ideales cubanos de Libertad. 

Dedicación

A ti, cubana esforzada, para quien los sueños de Libertad no constituyeron el mito que sirve de pretexto a los indiferentes, sino algo tangible que con tus manos ayudaste a formar y has llegado a admirar, dedico este trabajo en el ‘‘Primer Congreso Nacional de Mujeres’’, trabajo humilde, pero envuelto en la frescura de la admiración sincera, que viene siendo en el monumento alegórico que en mi corazón te he levantado, lo que serían unos pobres "no me olvides’’, que bordearan con una tenue franja azul de cielo el de granito y mármol que debiera levantarte el pueblo cubano.

Saturday, March 13, 2021

Portada de "El Camagüeyano", 13 de marzo de 1957, con el dibujo del proyecto de la sede del Colegio de Arquitectos de Camagüey, y el listado de los arquitectos agramontinos en esos momentos.

 
Imagen tomada del facebook
de DEA-Collection

(Arquitectura. Febrero 1948) XIV Asamblea Nacional en Camagüey

 


---------------
--------------

(Camagüey. Febrero 1915) Foto de la iglesia de La Merced




 

13 de marzo: Día del Arquitecto en Cuba

El 13 de marzo se celebra el "Día del Arquitecto" en Cuba. Fue instituido durante las Sesiones Ordinarias de la Asamblea Nacional del Colegio de Arquitectos, celebradas en diciembre de 1936, en la ciudad de Matanzas. 

Según la versión más extendida, se seleccionó para recordar la fecha de fundación del Colegio de Arquitectos de Cuba en el año 1916. Aunque la revista Arquitectura en su número de marzo de 1939 dice "se escogió este día, por ser el 13 de marzo de 1933 [tiene corrección manuscrita 1934] cuando empezó a funcionar de manera oficial el Colegio Nacional de Arquitectos". (JEM)

Thursday, March 11, 2021

Carta pública de Jorge Mañach al General Enrique Loynaz del Castillo, por haber apoyado la "asonada triunfal del diez de marzo"

 
Bohemia. Marzo 23, 1952

El deporte en Santiago de Cuba (por Rafael Duharte Jiménez)


En el Santiago colonial no existió el concepto de deporte, algunos autores sólo mencionan ciertas practicas de esgrima en el Club San Carlos. Entonces, ¿qué movía las pasiones de los santiagueros en aquellos tiempos? Sin lugar a dudas, las peleas de gallos y las corridas de toros.

Después de la guerra de 1898, con la intensa influencia norteamericana llegó el deporte a Santiago de Cuba. Carlos Forment anota en su crónicas con fecha 15 de junio de 1902: “Hace tiempo que hay mucho entusiasmo por el base ball entre nosotros, que llena los terrenos del antiguo Cuartel Reina Mercedes” Al mencionar los clubes Cuba y Central, se refiere a ellos como “los eternos rivales”. Eran los albores de lo que con el paso del tiempo se convertiría en la cubanísima pelota.

El periódico El Cubano Libre publicó en su edición del 24 de julio de 1905, que a las cuatro de la tarde del día anterior, se había efectuado el primer juego de football en la Glorieta América, entre las bandas Azul y Amarillo: “El juego, desde el principio promovió un interés general, a pesar de ser desconocido por la mayoría del publico, que no era muy numeroso”.

Según el cronista Carlos Forment, el 10 de febrero de 1907 llegó a Santiago de Cuba el boxeo y la primera pelea se efectuó en la Glorieta América. A diferencia del baseball que tuvo una cálida acogida entre los santiagueros, el boxeo no despertó mucho interés, como se refleja en los comentarios de la prensa local sobre aquella pelea en la Glorieta América. 

El periódico La Independencia publicó en aquella fecha este comentario cargado de ironía: “Esta lidia humana nos ha sido importada, para sustituir la de gallos, por entender los altruista yanquis, que es más edificante y menos bárbara que esta última”. El Cubano Libre por su parte, hizo este ácido comentario: “El bárbaro espectáculo desagradó a los que tuvieron el mal gusto de asistir, con excepción de algunos interventores, que siguieron con gran interés las peripecias de la lucha”.

Afloraban tensiones políticas ocultas tras el espectáculo deportivo? Sin lugar a dudas, el rechazo al boxeo de cierta forma era un reflejo de cierto malestar en la cultura santiaguera. Así como años atrás las corridas de toros se volvieron un símbolo del colonialismo español, ahora el boxeo lo era de la Intervención Norteamericana.

Resulta asombrosa la cantidad de lugares para la práctica de deportes que existían en Santiago de Cuba en las primeras décadas del siglo XX. Una breve relación de estos incluiría los siguientes: El Club Náutico donde se practicaban deportes náuticos, tenis, baseball y basketball; en el reparto Los Olmos la Glorieta América trasformada en 1923 en el Campo de Sport Cataluña, con capacidad para 5 mil espectadores; el Campo Leguina dedicado al football; la Pista San Juan, inaugurada en 1924 con más de 12 mil espectadores; la Arena Vista Alegre destinada al boxeo, con capacidad para 2 mil espectadores y el Tennis Club en el reparto Vista Alegre. 


La prensa local generalmente dedicaba una amplia atención a los eventos deportivos de la ciudad. En 1920 el gran acontecimiento deportivo fue la visita al Cuba Park del célebre jugador Babe Ruth: “El estadio estuvo repleto. Se llenaron casi todas las gradas, el Grand Stand, los palcos y se desbordó el área del sol. Al aparecer Babe Ruth ante el público, a las dos de la tarde, fue saludado con estrepitosos aplausos. La primera parte estuvo dedicada a las demostraciones de Babe Ruth que estuvieron acompañadas de un clamoreo ensordecedor”.

El sábado 6 de diciembre de 1924 la prensa anunció que habrían diversos encuentros deportivos en la ciudad. En el Campo Bacardí se enfrentaban los equipos de baseball, Oriente Stars y Bacardí en el Campo Leguina habría un partido amistoso de football; en el Náutico competencias de basketball y en la Arena Vista Alegre, un cartel de boxeo. En estos años la prensa también dedicó atención al ajedrez, destacando las partidas jugadas por el Campeón Mundial José Raúl Capablaca que visitó la ciudad en varias ocasiones y el campeón de Chicago Edward Lasker que también jugó con los ajedrecistas santiagueros.

En la década del veinte las dos plazas de toros de la ciudad habían desaparecido y sólo quedaba la Valla Oriente en la avenida Victoriano Garzón; los deportes llegados del Norte, habían revolucionado la recreación de los santiagueros; lo cual formaba parte del cambio de mentalidad que hizo que en aquella época todo lo español cobrara una suerte de olor a viejo, al tiempo que lo que arribaba del Norte, fuera apreciado como moderno y elegante. ¡De pronto el sportsman se había convertido en el nuevo arquetipo masculino de la sociedad santiaguera!






--------------------------
Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Wednesday, March 10, 2021

Cercanías a las publicaciones católicas en la diócesis de Camagüey, 1912-1960 (por Carlos A. Peón-Casas)


La historia de las publicaciones católicas en la diócesis camagüeyana es de larga data. Se remonta justo al mismo comienzo de su erección en el tiempo, que recién ha alcanzado la centuria. Tal accionar tuvo, desde sus inicios, una imparable continuidad, con la publicación de un sinnúmero de materiales impresos que fueron desde los Boletines, las Cartas Pastorales, las Comunicaciones oficiales de los Obispos, hasta la existencia de un periódico (Prensa Federada). 

Pero con el decursar del tiempo, son pocas las personas que entre nosotros guardan un recuerdo lo suficientemente lúcido de tal accionar. Desempolvar toda esa memoria de connotaciones tangibles, pero signada igual por el valor de un imaginario que nos viene legado desde el accionar de quienes fueron sus cultores en el tiempo vital, es una tarea imprescindible para bien de un patrimonio que es obligatorio preservar.

Por ende, este trabajo constituye una mirada en una primigenia instancia a las publicaciones católicas, o de tal inspiración, en nuestra diócesis en su decursar ya centenario, y pudiera funcionar como un inventario primario de tales publicaciones, que en fases posteriores de investigación, daría mucho más fruto al estudiarlas con detalles, y que sólo hoy nos conformamos, con desempolvar y hacer visibles, tras largas década.
Esta primera cercanía priorizará la época republicana en sus diversas fases, desde 1912, con la erección de la diócesis de Camagüey, hasta la entrada de la década del sesenta de se propio siglo veinte. Un registro de tal magnitud, en un período de por sí prolongado, y tres gobiernos obispales, requeriría como ya hemos apuntado, un arduo trabajo de búsqueda documental de muy larga data, que en esta primera incursión, por razones de tiempo, es imposible acometer.

Se trata entonces de una primera cercanía a los registros documentales de la época y que se han podido allegar gracias a ese espíritu de resguardar la memoria, y salvaguardarla para toda posteridad, primordialmente los que se atesora en los fondos del Arzobispado(1), el Museo Arquidiocesano, y la Biblioteca Diocesana, y algunos muy exiguos y francamente dispersos, conservados en la Biblioteca Provincial Julio A. Mella. 

En otros casos hemos podido contar con los provenientes de manos privadas, que nos han facilitado su fichaje para esta primera, y muy parcial mirada a tan interesante y rememorativo empeño bibliográfico.

Una sucinta mirada a la prensa católica cubana en la época republicana

La proximidad a publicaciones católicas de la Cuba republicana en sus diversas etapas, nos abre un camino de sugerencias inestimables a la hora de valorar la presencia, real y tangible, de una producción de tal signo en el periodismo escrito de tal época. Junto al detalle de la novedad investigativa, subyace igualmente el deseo de echar luz en este hic et nunc, a aquellas realidades tan sugerentes de nuestro catolicismo, enmarcado en sus entornos, definido en el tiempo por luces y sombras, pero ante todo y después de todo, fluyendo indetenible de las fuentes prístinas de nuestra fe cristiana, en su andadura siempre vital por esta tierra nuestra(2). 

El mundo del pensamiento católico de la época, propugnaba con razón por la necesidad de fundar, al decir de Mons. Suárez Polcari de “un buen periódico católico”, un hecho que no cristalizaría en ese minuto. Las alusiones del investigador dan cuentan que:
En el año 1909, la Iglesia en Cuba contaba con el semanario El Católico de Santiago de Cuba; la revista mensual de Cienfuegos Libertas, y el semanario El Heraldo de Pinar del Río. Entre los tres no pasaban de 2000 ejemplares. En La Habana se publicó El Amigo de la Verdad pero dejó de tirarse por falta de apoyo(3).
Ante la pregunta de por qué acontecía de tal modo, Mons. Suárez Polcari enfatiza en un hecho, que podemos suscribir plenamente: la existencia de un diario cuya directiva era modelo seguro de la “catolicidad” del momento: el Diario de la Marina. 

Dos plumas de reconocida y probada catolicidad como León Ichaso y José E. Entralgo, por sólo citar dos nombres de prominentes católicos y periodistas de la época, eran entonces responsables de la edición de otra revista católica de notable preeminencia en esa época: El Debate.
El semanario, según acota Mons. Suárez Polcari en su ya citada investigación, tenía el objetivo de “contrarrestar a la Política Cómica, de marcado anticlericalismo”.
Sin dudas, se les contestaba a los críticos a ultranza del catolicismo, que también podían ser los del periódico El Día o El Mundo, usando un estilo agudo, y devolviendo golpe por golpe.

La postura del semanario y de su director, el Sr. Ichaso, conllevaba una actitud que el mismo explicitaba acuando dice:
Es este un semanario de seglares que ya con el látigo, ya con la risa, ya con la razón, ha salido a la palestra espontáneamente en pro de los “obscurantistas retrógrados y sacristanescos(4)
Lo anterior nos lleva de la mano a otro muy interesante detalle que tiene este semanario, y es el emblema(5) de la publicación:
El emblema de El Debate lleva una mano que azota con el látigo a una manada de gansos. Son los ignorantes fatuos. Los que sin más conocimientos (…) hablan de todo y discuten sobre todo y dan su fallo sobre todo, con petulancia insoportable. Son los gansos del periodismo. Los que mal aprendido el epítome, leídas revistas y novelas francesas de color subido, y poemas decadentes, han logrado entrar en la redacción de algún periódico mediante alguna información escandalosa o alguna recomendación política y desde allí peroran sobre todo lo que nos saben, vuelcan vaciedades y sandeces, truenan contra lo vetusto y arcaico y desprecian a Calderón, a Lope, a Fray Luis de León, a Granada, a Quevedo, y hasta el mismo Cervantes como antiguallas(6).
De la misma época tenían igual relevancia otras publicaciones que recoge Mons. Suárez Polcari, en su Historia de la Iglesia Católica en Cuba ya citada, entre aquellas: Juventud, editada por el Colegio de los Padres Paúles en Matanzas, que tenía por perfil lo temas científicos, literarios y sociales. En la misma lista se suman El Amigo de la Verdad; La Revista Social; La Ilustración católica, El Amor de los amores, Boletín de la Anunciata, El apostolado de Belén, San Antonio y El Rosal Dominicano, entre otras.

Libertas, la ya citada publicación de la diócesis cienfueguera nos merece un necesario aparte en su condición de publicación diocesana desde los primeros tiempos de la fundación de la Diócesis cienfueguera, y que fungía además como su Boletín Eclesiástico desde presumiblemente 1909.

Sus contenidos incluían espacio para lo referente a los temas apologéticos pero también a los concernientes a la libertad política, la ciencia y la educación.

Pero igualmente, se constituía en una publicación de amplio espectro, recreando en sus páginas, las temáticas más diversas y actuales para su época. 

Esta especial edición(7) salva para la posteridad estos contenidos de esos años, y constituye una valiosa fuente documental que nos devela las sustanciales coordenadas de la historia eclesial cienfueguera pero que entronca igualmente con las coordenadas de nuestra diócesis camagueyanenis, erigida en 1912.

Un ejemplar suelto de la revista correspondiente al mes de agosto de 1916. perteneciente al año VII, y al Tomo VII, corresponde al momento en que Mons.. Zubizarreta había asumido los destinos de la diócesis cienfueguera como Administrador Apostólico, pues el número aclara en su portada que la revista es el Órgano Oficial del Obispado de Cienfuegos y Camagüey

Desde el año 1915, la diócesis camagüeyana regentada por Mons Zubizarreta tenía en circulación El Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Camagüey, que veía la luz en 1915, al que ya hemos dedicado un trabajo anterior, pero sobre el que retornaremos en un minuto posterior, y que al parecer tuvo corta vida si entendemos que Libertas era ya el agosto de 1916, la publicación oficial de ambas Diócesis. 

Desde tal época, y hasta 1961, con la intervención de todos los colegios católicos y las publicaciones que la iglesia cubana regentaba igualmente, proliferaron en Cuba un sinnúmero de aquellas. 

En una interesante relación aparecida en el Boletín de las Provincias Eclesiásticas de la República de Cuba, que data del año 1955, sumaban en ese minuto más de ochenta. Entre los más relevantes destacaban: La Quincena, de los padres Franciscanos, Aromas del Carmelo, publicada por los padres Carmelitas, Cine Guía, editada por el Centro Católico de Orientación Cinematográfica de la Acción Católica Cubana, Noverim, revista publicada por el Departamento de Relaciones Culturales de la Universidad Santo Tomás de Villanueva, entre otras, y que presentamos como necesaria evidencia en lista completa en los anexos de este trabajo.

Las publicaciones católicas en la diócesis camagüeyana.

Un poco después que Mons. Valentín Zubizarreta asumiera sus obligaciones como primer obispo diocesano, tuvo a bien fundar el Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Camagüey(8), al que ya hemos aludido en la presentación de nuestro trabajo y de los que conserva algunos ejemplares el Fondo de Libros Raros y Valiosos de nuestra Biblioteca Diocesana.

La dedicatoria de aquel primer número, iba dedicado al Santísimo Padre el Papa Benedicto XV, y a continuación, se incluía una nota Al Benévolo Lector, donde el obispo apuntaba sobre:
la necesidad de comunicarse con los Sres. Sacerdotes y con los fieles de su diócesis y transmitir todas las disposiciones de la Santa Sede Apostólica(…) y por tanto “ha parecido conveniente empezar la publicación de este boletín eclesiástico en la forma que verá el lector"(9)
La estructura más o menos regular de aquel Boletín, en los escasos números que conocemos estaba tal y como el obispo lo habría advertido en el primero, dividida en tres secciones: una Canónica, una segunda Oficial y una tercera Doctrinal, junto a una de Variedades. Tal parece que fue esta, la distribución definitiva del Boletín, al menos hasta donde sabemos, y que se mantuvo en los números subsiguientes que tenemos a mano.

La duración en el tiempo, de aquella publicación parece haber sido efímera, por el hecho que acotábamos antes, que ya para el año 1916, Libertas, la precitada revista de la diócesis cienfueguera fungía como órgano oficial de ambas diócesis. 

Pero desde un poco antes, circulaba en la ciudad una revista de claro signo católico, aunque no fuera oficiosamente promovida por la Iglesia: Religión y Patria, bajo la dirección literaria del entonces presbítero Dr. Manuel Artega; quien fungiera además desde 1912, año de su llegada a la diócesis desde Venezuela, como cura párroco y Capellán propietario del Santuario de La Caridad, e igualmente como Provisor y Vicario General del Obispado desde 1915, y hasta su partida a la diócesis habanera en 1916. 

La publicación tenía como Director Artístico a Juan Acosta. El único ejemplar que se conserva de esta revista, data de enero de 1914. Suponemos pues que su circulación fue breve, dado que como se acotaba más arriba, el futuro primer cardenal de la grey católica cubana, marcharía a ejercer funciones sacerdotales en la capital en 1916. No hemos podido pues datar convenientemente las fechas de inicio y cierre de esta publicación, una labor que nos queda pendiente para futuras incursiones sobre este tema.

Sus contenidos eran variados, teniendo en cuenta los destinatarios de aquel semanario que se anunciaba “para las familias”. En el número que reseñamos, se incluía una Conferencia con el tema de la confesión a cargo del padre escolapio Vicente Sancho.

Igualmente los temas cívicos y por ende con coordenadas patrióticas eran tratados en sus páginas. En la portada de aquel número se presentaba a título de editorial el tema del patriotismo en las cámaras de comercio. Las páginas interiores de aquel número aludía a una excursión de algunas familias de suscriptores, a la cercana comarca de Nuevitas.

Incluía a la par entre sus contenidos información de interés para los católicos de la ciudad, con los horarios de misas en cada una de las parroquias, y con notas alusivas a distintas celebraciones litúrgicas, con lo que ciertamente funcionaba como un oportuno boletín, que acaso complementaba al que se venía editando desde Cienfuegos, y que fungía como publicación oficial para ambas diócesis hasta que Mons. Pérez Serantes fuera nombrado obispo titular de Camagüey en 1920. 

No sería hasta mucho después, en el gobierno pastoral de Mons. Riu Anglés (1949-1961), que la diócesis contaría, con otra publicación del tipo del Boletín antes reseñado (Hoja Diocesana del Obispado de Camagüey). En el interín, y bajo el gobierno de Mons. Pérez Serantes(1922-1948), no existiría, hasta dónde hemos podido rastrear, otra publicación con ese carácter. 

De tal período, subsisten empero muchas Comunicaciones y Cartas Pastorales, principiando por una interesante declaración del obispo a sus diocesanos con motivo de la toma de posesión en su cargo. “Sus pastorales con motivo de la revolución de los años 30, son de valiente testimonio y antología”(10).

De la ya citada Hoja Diocesana del Obispado de Camagüey existen al menos un par de ejemplares, correspondientes a los años 1952 y 1954. Sus contenidos son esencialmente referentes a comunicaciones del obispo con sus diocesanos, y alguna que otra noticia ad usum.

Pero la verdadera joya de la corona, de entre aquellas publicaciones de claro signo católico lo constituye el periódico Prensa Federada, órgano oficial del Consejo Diocesano de la Acción Católica Camagüeyana, que circulaba con tirada quincenal, y tenía sus oficinas en la casa marcada con el número 16 de la calle Martí. 

La publicación de la que se archivan varios números en excelente estado de conservación, corresponden a dos períodos, uno entre los años 1951 y 1954, y un segundo momento, correspondiente a los años 1954 y 1957. No tenemos detalles del comienzo y cierre de la publicación de este periódico, aunque su inicio es siempre posterior al año 1943 cuando se fundan los primeros tres grupos que conformaron el primer Consejo en la diócesis(11).

Por el machón de la publicación, conocemos que en la primera etapa ya mentada fungía como su director el Sr. Romárico Estrada Martínez, como administrador: Humberto Soñora, y era su Tesorero: José Ramón Cossío Martínez. Se encargaba en aquel minuto de la Circulación, el Sr. Daniel Rivas Rodríguez, y el Jefe de Información era Miguel Barceló Doval.

En la segunda etapa hasta el año 1957, habría asumido ya la dirección el ya mentado Rivas Rodríguez. No tenemos tampoco más referentes del diario a partir del triunfo revolucionario del 1ero de enero de 1959. Suponemos sería clausurado, como tantos otras publicaciones católicas y programas radiales y televisivos, en el entorno de finales de los años 60’s(12)

El periódico, impreso en los talleres del Colegio Salesiano, era por su porte tan voluminoso como El Camagüeyano(13), y por sus amplios contenidos no tenía que envidiarle a ninguno de su tipo. 

Reseñaba a pie juntillas todas la informaciones concernientes a las actividades de la Federación. Como botón de muestra reseñamos algunas de las ocurridas en el año 1956, y que se leen en sus páginas como la celebración de un cursillo en el Colegio Artes y Oficios de los Padres Salesianos, y afines de enero se le tributa homenaje a José Martí por su natalicio.

Para el aniversario de la Federación, el 11 de febrero de ese propio año, “se llevan a cabo programas radiales en los cuales se expone la historia del movimiento en la provincia y sus fines y proyecciones”(14)

Otros suceso de los que se hacía eco el diario acaecía en septiembre de aquel año en ocasión del Día de la Juventud Católica, una celebración:
que consiste en una misa oficiada por el Mons. Carlos Riú y Anglés, Obispo de Camagüey, seguida de un acto en el monumento a los mártires de 1851 donde habla el presidente, Fernando Rivero. Por la tarde se hacen visitas a asilos y hospitales a los que se llevan obsequios y en la noche, en el Salón de Actos de los Caballeros de Colón, tiene lugar una velada a la que asiste como orador invitado el Dr. José Lavastida, presidente de la Liga de la Decencia. Al día siguiente se efectúa en el teatro Casablanca una función de cine organizada por los Consejos Diocesanos(15).
Para el mes de noviembre de aquel 1956, se organiza una masiva excursión a la Habana, en el que participan 1000 personas, y de la que deja constancia el diario al reseñar el hecho y publicar una foto de los excursionistas abordando el tren en la otrora estación de ferrocarril de la ciudad.

Otras publicaciones de la época

Una muestra interesante de otras publicaciones no seriadas y conmemorativas(16) ocupan este aparte. Resultan igualmente un material digno de mención en este inventario primario de aquellas publicaciones.

Como botón de muestra, vayan dos de tales materiales que se conservan en el Fondo de Libros Raros y Valiosos de la Biblioteca Diocesana de Camagüey. 

La primera es la Memoria de la Santa Misión acaecida en la ciudad agramontina entre el 18 y el 29 de enero de 1951. El material impreso en la conocida técnica del retrograbado, muy al uso en aquella la época, revela tanto por sus contenidos como por sus fotos aquel suceso misional de tanta recordación en la ciudad que principió con un Gran recibimiento(17) a los predicadores, un acto de afirmación mariano en el Parque Agramonte, una gran concentración, en recordación de los difuntos en el cementerio local (acaeció en horas de la noche), un Via-Crucis penitencial en la Plaza de la Caridad, y finalmente cerraba con broche de oro con una Misa de Comunión General en el atrio del Santuario de Nuestra Señora de la Caridad.
Misiones especiales fueron las dedicadas a los profesionales, los estudiantes, los empleados y obreros, los militares y los empleados del servicio doméstico, y los enfermos y los presos.

Los textos recogidos en este interesante material provienen en su mayoría de las crónicas publicadas para la ocasión por el diario El Camagüeyano, donde puntualmente se reseñaron todas las actividades de aquella memorable misión. Otro importante diario de la época el muy reputado Diario de la Marina, tuvo igualmente a bien resaltar el acontecimiento(18)

La segunda publicación corresponde a un Album alusivo a las Bodas de Plata del Consejo Santa María de los Caballeros de Colón, suceso que acaecía en el año 1948.

Del ya citado documento conmemorativo salvamos hoy los interesantes detalles de la época, que nos llegan en sucesión de acontecimientos varios, en formato de viejas fotos y textos, vívidos en la plenitud de un pasado imposible de reeditar, inasible por donde quiera que se le mire. 

En aquel lejano año 1948, la membrecía del Consejo sobrepasaba los 200 inscriptos(19), contrastando con la de los iniciáticos fundadores del año 1923, que no llegaban a la centena(20). Presidía la Directiva aquel año el Gran Caballero Sr, Gabriel Cadenas, era su capellán el P. José Borotau, y su Tesorero el Sr. Francisco Bango. Otros cargos eran detentados por el Sr. Daniel Rivas (Conferencista); el Dr. Antonio Martínez (Gran Caballero Delegado); Aquilino González (Canciller) y el Sr. Jesús Centeno (Director General de Actividades), entre otros. El Consejo realizaba Actividades Religiosas, Patrióticas y Educativas. Entre todas aquellas se contaban como botón de muestra, el reparto de víveres y juguetes en el Asilo S. J. Nepomuceno, la fiesta anual de la Comunión Pascual o las sesiones teatrales que uno de los hermanos ofrecía en la propia sede social del Consejo. De todas ellas dan testimonio las fotos escaneadas que acompañan a este necesario trabajo de rescate de tan singular memoria.

Otra interesante fuente documental de las publicaciones que venimos reseñando se producían con toda probabilidad en los colegios católicos de la ciudad, barruntamos que en la mayoría de ellos se editaran algún tipo de estos materiales alusivo, pero no hemos podido localizar hasta este minuto más que un par de publicaciones a saber: algunos Albumes del Colegio de los HH. Maristas, donde se reseñaban en cada curso escolar los sucesos más relevantes , junto a las fotos de todos sus alumnos, y una muy singular publicación del Colegio Salesiano de La Vigía, una hojita mimeografiada con el título de Chispita, donde se plasmaban noticias y comentarios, preparadas por las propias alumnas.

Last but not least, reseñamos al cierre una publicación que editaban mensualmente los grupos de Acción Católica de la Parroquia de San José(21). Con el título de “Loyola-Javier”. Se trataba de un material mimeografiado, y que incluía fotos, reproducidas por igual técnica.

El ejemplar al que referimos es un Número Especial, publicado en Septiembre de 1958, y que reseña muy especialmente el primer año de labor de los PP. Agustinos a cargo de la parroquia. Dirigía la publicación el Sr. Julio García. Entre sus colaboradores se contaban José M. Suarez, a cargo de los anuncios; los dibujantes: Orlando Frías y Antonio González. El dibujo de la portada era de la autoría de José M. Pérez.

El cuerpo de la publicación, lo constituyen una secuencia de actividades generadas por los grupos parroquiales de la Acción Católica, durante los años 1957 y 1958. Destacan entre las más relevantes de aquel último año una Tanda de Ejercicios Espirituales, efectuada en la Casa de Ejercicios Loyola- Javier, la inauguración de la Escuela Parroquial San Fernando, y la entrega de juguetes por parte de los Federados a los niños de la Catequesis del poblado de Cromo. Otro hecho singular sería la conmemoración de las Bodas de Perlas de la Federación en la parroquia, en febrero de aquel año. 

No tenemos otras evidencias de la duración en el tiempo de esta publicación, pero suponemos igualmente que dejaría de editarse como otras ya aludidas a raíz de las inevitables circunstancias que conllevaron la disolución de estos grupos de la Acción Católica a principios de loas años sesenta.

 ------------------------------------------
Citas y Notas


  1. Es de agradecer el esmerado y celoso trabajo de rescate y conservación de tales archivos que allí acomete la cuidadora de esos fondos, la Sra. Amparo Fernández Galera, historiadora e investigadora de la historia local, especializada en estos temas eclesiales, sin cuyos auxilios, se haría muy difícil este empeño.
  2. Ese espíritu vital de nuestra andadura como católicos en Cuba queda plasmado brillante y bellamente en el párrafo conclusivo del Discurso Inaugural del ENEC pronunciado por nuestro inolvidable Mons.. Adolfo Rodríguez, en nombre de los obispos cubanos, cuando decía: “Tenemos una esperanza y queremos dar palabras de esperanza a los que las pidan, a los que han fijado su miras sólo en lo terreno como límite a sus aspiraciones humanas y sienten que les falta algo. No tenemos ni la primera ni la última palabra de todo, pero creemos que existe una primera y una última palabra de todo y esperamos en Aquel que la tiene, el Señor. En el miramos con serena confianza el futuro siempre incierto, porque sabemos que mañana, antes que salga el sol, habrá salido sobre Cuba y sobre el mundo entero la Providencia de Dios” En ENEC. Documento Final e Instrucción Pastoral de los Obispos. 1987. p.12.
  3. Historia de la Iglesia Católica en Cuba. Mons.. Ramón Suárez Polcari: T-2, p.292
  4. El Debate. Por Columnas y Regatas en El Debate, 4 de agosto de 1917, p.7
  5. Véase el anexo que corresponde a una portada de dicha revista
  6. El Debate. Lacras y Plagas. 11 de agosto de 1917. p.3
  7. Véase mi anterior trabajo El Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Camagüey. Una oportunidad de re-visitar la historia diocesana desde su andadura centenaria.
  8. Boletín Eclesiástico de la Diócesis de Camagüey- Año I. Camagüey, 1915. P.1
  9. Episcopologio. Reinerio Lebroc. Ed Hispanoamerican Books. p.40
  10. Ver Con la Estrella y con la Cruz. Historia de la Federación de las Juventudes de Acción Católica Cubana. Vol 1 y 2. Teresa Fernández Soneira. Edic. Universal., Miami, Fl, 2002. Para 1944, las ramas masculinas y femeninas en la diócesisi camagüeyana sumaban ya 67 grupos y 1868 afiliados. p. 288. Sin embargo, esta obra no recoge ninguna alusión a la precitada publicación camagüeyana
  11. Para septiembre de 1960 “fueron clausurados los programas de radio y televisión católicos y se creó la organización Con la Cruz y con la Patria, que pretendió la creación de una iglesia nacional, la cual no tuvo eco ninguno en los sacerdotes con antecedentes en la lucha revolucionaria.(…)”. La revista La Quincena fue la última en ser clausurada hecho que ocurrió el 17 de abril de 1961 En Con la Estrella y la Cruz op cit. p.458 y 465.
  12. Diario de la ciudad agramontina que desde 1906 se editaba en la ciudad luego de cambiar su nombre original: El Liberal. Se le consideraba como el más importante de la ciudad por “por su circulación, popularidad y resortes informativos” En Camagüey y su Historia. Secc. Inv. Históricas CP del PCC en Camagüey. p.105
  13. Con la Estrella y la Cruz. Op. cit. p.391
  14. Ibíd. p.391
  15. En el fondo de la Biblioteca Diocesana se conserva igualmente la Memoria del Congreso Eucarístico Diocesana acaecido en la diócesis en 1941. Un material del que pretendemos una recreación posterior y que por ahora sólo hacemos oportuna mención en este primario inventario
  16. El acto dio comienzo en la Iglesia de Santa Ana, desde donde salieron en procesión con la banda de música a la cabeza, seguidos de los fieles de las distintas parroquias con una cruz y ciriales, cerraban la marcha los sacerdotes misioneros venidos de distintas partes del país, acompañados por los caballeros de la distintas agrupaciones católicas de la ciudad. “Todas las calles del recorrido, que fueron las de General Gómez, Cisneros y Luaces, se encontraban colmadas de público.(…) Se calcula en más de 10.000 personas las que integraban la manifestación.” Al final del recorrido frente al Colegio de los PP. Escolapios, se sucedieron los discursos del obispo diocesano y otros sacerdiotes misioneros. El acto fue transmitido íntegramente por la estación Radio Progreso. De El Camagüeyano. En Memoria de la Santa Misión. p. 9
  17. Así resaltaba el suceso: “La misión de Camagüey no es una misión más. Abre época época en la historia de las misiones populares de Cuba. Se trata de misiones parroquiales en doce centros simultáneamente; pero lo específico es que la misión se da con unidad de mando y con actos comunes de imponentes concentraciones de fe católica y mariana”. En Memoria de la Santa Misión. Op. Cit. p.24
  18. De entre tanto nombres de antiguos miembros del Consejo, distingo enseguida el de mi abuelo Nicolás Peón, por entonces un próspero comerciante, dueño a dos manos de un modesto pero bien ubicado hotel de la ciudad: El Europa, localizado entonces frente a la muy movida entonces Estación del Ferrocarril, en la calle Van Horne. Abuelo fue miembro por unos años, justo por esa época de mediados de los años cuarenta, y hasta principios de la década del 50.
  19. Entre los fundadores figuraban Mons. Pérez Serantes, obispo de Camagüey por entonces, el también Monseñor Antonio Salas y los Padres Elías de la Sagrada Familia y Eusebio del Niño Jesús (Ovidio Fernández Arenillas O.C.D), este último mártir de la Guerra Civil Española, recientemente beatificado.
  20. Los grupos eran dos, uno de la rama femenina: San Ignacio de Loyola, y otro de la masculina: San Francisco Javier. Otros grupos como el san Luis Gonzaga de la Parroquia de La Soledad, promovían sus propias actividades dejando constancia, en una interesante Invitación que data de Julio de 1941, en ocasión de los actos en honor al Patrón de la Juventud.

(Revista "Cuba". Marzo 1968) El "Cordón de La Habana" en el arte gráfico.

 

Una foto del Camagüey


 

Tuesday, March 9, 2021

¿Y por qué el cura se tiene que meter en política? (por el sacerdote camagüeyano Fernando Gálvez)



Los cubanos que vivimos en la Isla, y los de la Diáspora, somos conscientes de la grave crisis por la que estamos pasando como Nación. En los últimos meses, una serie de acontecimientos políticos, económicos y sociales nos han estremecido a muchos. Como ciudadano cubano, como creyente y como sacerdote, en pleno uso de mi conciencia he sentido, al igual que algunos de mis hermanos en el sacerdocio, el deber ineludible de iluminar a nuestro pueblo hablando claramente de nuestra realidad. El objetivo ha sido la búsqueda de una necesaria salida, aplicando la Palabra de Dios y la Doctrina Social de la Iglesia.

Y aunque era algo esperado, desde hace varios días me llegan comentarios cada vez más insidiosos, sobre mi persona, y sobre la Iglesia en general a la cual está obviamente ligada mi persona. La desesperación por desacreditarme ante el pueblo los ha llevado a torpezas tan evidentes que, lo que debió ser un secreto, ya es un clamor que intimida a los más débiles y estimula a los más libres y despiertos. Frases como: Padre, cuídese, Ud. no tiene necesidad de eso, Padre, piense en su mamá, si a Ud. le pasa algo, Padre, no se vaya a angustiar, las ´bolas´ son para amedrentarlo, Padre, lo sentimos mucho, pero Ud. sabe, así funciona esto, nosotros sabemos, Padre no se preocupe, yo sé distinguir entre mi trabajo y mi persona, cuente conmigo.

En medio de todas estas reacciones no faltan los que dicen: ¿Y por qué el cura se tiene que meter en política? Ese no es su papel. Esta quizás es la esencia-causa de todos los comentarios anteriores. Como si el sacerdote solo tuviera que hablar de rezos, y exponer a Dios y la vida de la gracia de una manera morfinómana en términos insulsos o dulzones. Se descubre una extendida ignorancia sobre la fe, la Iglesia, el sacerdote y su misión de cara a la vida concreta de la gente.

Y, sin meterme directamente en política, he recordado mucho en estos días lo que dijo Mahatma Gandhi: Mi profundo respeto a la verdad me llevó a la política, y puedo decir sin duda alguna, pero con toda humildad, que la persona que dice que la religión no tiene nada que ver con la política, no sabe lo que significa la religión.

La fe cristiana no es un pensamiento que nace y termina en el mundo de las ideas. No es una abstracción. La fe es el fruto del encuentro con Dios, un encuentro que se da en el camino y que dura toda la vida. De esta relación íntima brota un compromiso con el Reino de Dios. La fe, cuando llega a su madurez, ilumina a los creyentes que asumen en sus vidas la responsabilidad de cooperar con el bien de todos que es, en definitiva, el deseo del Padre.

¿Cómo es posible vivir de manera anodina frente al entramado político? El cristiano se ha de identificar por su implicación en la búsqueda del bien y la verdad; por su participación en la vida política, económica, social, moral; y por su reacción ante las situaciones humanas cuando se hacen incompatibles con el Reino de vida que Cristo proclamó. Ante todas estas situaciones, la voz de la Iglesia, en el Magisterio y en cada católico, se ha de alzar fuerte y clara. No se trata de argumentos novedosos ni salirnos del plato, se trata de actualizar y contextualizar los principios que, desde siempre, demanda la enseñanza social de la Iglesia.

Es conveniente aclarar que estos contenidos, si bien forman parte de nuestra fe, son principios inscritos en la naturaleza humana. De ahí que nuestra búsqueda de un mayor consenso no debe ofender ni excluir a nadie por su pertenencia a algún partido político en concreto, o confesión religiosa alguna. Nuestro cometido de arrojar luz en lo político y social, sin atisbos de proselitismos, busca construir un futuro de bases seguras para toda la humanidad.

Todos nuestros actos tienen consecuencias como las que ya estamos viendo. No hay que creer que se está actuando mal por ello. Consecuencias mucho más graves tuvieron las palabras y acciones del Señor propinadas por la clase dirigente de Israel, y hoy las agradecemos y celebramos como el alto precio que pagó el Redentor por nuestra salvación.

La clase política, y los que comparten intereses afines a sus posturas, primero intentarán ocultar o desnaturalizar esta dimensión de la fe. Después, convertirán en su blanco a todo aquel que pretenda dar el rostro y arrojar verdad en la opinión pública. Sin embargo, será siempre un deber de la Iglesia, de los obispos, de los sacerdotes, de los catequistas y misioneros, iluminar la mente de los hombres con los valores del Reino. ¿Cómo podríamos decir que defendemos los intereses de Dios si dejamos en manos de inescrupulosos la vida de las personas? ¿Hacia qué futuro de tinieblas caminamos? Con una actitud pasiva, insulsa o discreta en demasía solo nos estamos construyendo una sociedad inhóspita, alejada del sueño de Dios. 

Es por ello por lo que cada cristiano debe examinar su compromiso según su vocación y, desde allí, asumir una participación coherente con su fe en el ámbito social y político. La palabra y acción de cada ciudadano influye en los sucesos y las leyes, y estos, a su vez, crean cultura y marcan pautas de comportamiento. Es por ello imprescindible que podamos abrir en nuestra sociedad caminos a la sabiduría milenaria de la Iglesia, a toda la herencia espiritual, moral e intelectual del catolicismo. Aplazarla, repito, sería exponernos a una estrechez generacional de incalculables consecuencias. ¿Queremos una Cuba así, alejada del bien de sus hijos? Estoy seguro de que no. Y es precisamente allí donde jugamos un papel determinante.

La visión cristiana de la persona y el mundo es el objeto de organizaciones de derechos humanos y un impulso para vivir los altos niveles de democracia que hoy podemos ver en algunas regiones del mundo. Quizás no guste esta sentencia, pero los grandes avances en este sentido llevan el carácter indeleble del cristianismo.

Sería muy necio que un Estado democrático en apuros y abocado a desafíos políticos, económicos, éticos, humanitarios y culturales, se niegue a la voluntad de unión de todas sus fuerzas vivas, independientemente de religiones y posturas políticas. Solo en un esfuerzo común sería posible que la Nación salga adelante y se garantice la convivencia pacífica y responsable.

Si esto no se da en Cuba ahora mismo, entonces es cuestionable la democracia que se pregona. Hay que recordar que el compromiso en la vida política solo se busca o se acepta por vocación. ¿Vivir para la política, o vivir de la política? Sin la motivación vocacional cualquier tarea estará marcada por el ímpetu del poder y el ansia de beneficio propio, y no por la vocación de servicio. El peso de la responsabilidad, y sus conciencias, debe llevar a los políticos y a todos, a buscar salidas reales, con humildad, con paciencia, entrega e inteligencia. En este camino es necesario involucrar a todos sus ciudadanos, auténticos depositarios del poder, en la búsqueda de un proyecto de nación que ofrezca bienestar, paz y prosperidad a las presentes y futuras generaciones.

La Iglesia entonces, en la persona de cada uno de nosotros, tiene mucho que ofrecer, mucho que decir, mucho que anunciar y denunciar, mucho que construir en favor de todos los hombres. Traerá problemas y privaciones, no hay que temerle a ello. El mal no triunfará para siempre, es una promesa de Dios. Tampoco hay que temer por la institución, los poderes del infierno no prevalecerán sobre ella. Nuestra única seguridad es Dios, y nuestro mayor interés la vida eterna.

(Texto tomado del Facebook del autor)

El Camagüey (un poema de Ricardo Correoso y Miranda)


A mi amigo Víctor Fano Sedeño



Entre palmeras y mansos ríos
cual nido oculto lucir se vé,
la hermosa tierra, que de los bravos
en otros tiempos la cuna fué...

La hermosa tierra, vergel de flores,
foco de vida, de luz y amor;
la hermosa tierra camagüeyana,
el pueblo heroico por su valor.

Pueblo que adoro con entusiasmo;
donde mi infancia se deslizó,
y cuyo seno los restos guarda
de aquella madre el ser me dió.

Mágica tierra de mis ensueños,
donde su nido formó el placer
pues son tus hijas las más hermosas
"que ojos humanos pudieron ver".

Ellas encantan con su sonrisa;
ellas abrasan con su mirar;
con sus virtudes y sus amores
hacen al hombre feliz soñar.

Les dió la madre naturaleza
el noble aspecto de hurí gentil
y primavera puso en su frente
lirio de mayo, rosas de abril.

¡Mi noble tierra camagüeyana
vergel de flores de grato olor,
bella Circasia, suelo fecundo,
musa inspirada del trovador!

Tú eres el pueblo por excelencia
rico en virtudes, que adoro yo;
pueblo valiente que en larga lucha
un nombre digno se conquistó...

Por esa senda que has emprendido
nunca te olvides de proseguir,
para que alcances ventura y gloria
allá en los brazos del porvenir!

Monday, March 8, 2021

A las cubanas (un poema de Gertrudis Gómez de Avellaneda)


Respiro entre vosotras, ¡oh hermanas mias!
Pasados de la ausencia los largos dias, 
             Y al blando aliento 
De vuestro amor el alma revivir siento. 

¡Oh! ¡sí! que en el encanto de vuestros ojos 
Treguas logran del pecho crudos enojos,
              Cual dulces brisas 
Refrescando mi frente vuestras sonrisas.

Oh!  sí! que en la dulzura de vuestro acento
Parece que se embota todo tormento, 
              Y al alma herida 
Vuestro cariño lleva sávia de vida. 

Mi gratitud quisiera por cada halago 
Las perlas de ambos mares rendir en pago, 
             Y aun cuanto encierra 
De más hermoso y rico la vasta tierra.

Mas ¡ay! de las que vengo, tierras lejanas,
Sólo una lira traigo, bellas cubanas:
             ¡Sólo una lira, 
Que al soplo de las auras triste suspira! 

El que antes exhalaba ferviente canto,
Raudales apagaron de acerbo llanto; 
            Y hoy cuando vibra
De postracion gemidos al aire libra.

Así, empero, os la rindo; pues no poseo
Mayor bien en el mundo, mejor trofeo 
              Y acaso áun rotas 
Sus cuerdas os respondan con dulces notas.

Quizás en este ambiente de poesía 
Para cantaros cobre nueva armonía, 
              Y al sol de Cuba 
Vuestro amor bendiciendo su canto suba.

Sí; porque en esta zona de resplandores, 
Génios en sus corolas guardan las flores; 
             Dando alegria
Su hálito que perfuma la fantasía.

Sí; porque en esta Antilla llena de hechizos
Hay silfos, que se mecen en vuestros rizos, 
            Y á cuyo aliento 
Se despliegan las alas del pensamiento. 

Sí; porque en esta patria de la hermosura 
Se aspiran en los vientos gloria y ventura, 
           Y hay en sus sones 
De amor y de entusiasmo palpitaciones. 

¡Oh hijas bellas de Cuba! ¡Oh hermanas mias! 
¡Que aqui término el cielo ponga á mis dias,
              Y aquí el sonido 
Postrero de mi lira vague perdido!




Enero 18 de 1860.




(Se respetó el texto como fue publicado originalmente)

Saturday, March 6, 2021

Reinaldo Arenas: Una escritura posmoderna del martirio a la venganza (por Anthony J. Aiello)


Ahí está lo que fue: la terca espada
del sajón y su métrica de hierro,
los mares y las islas del destierro
del hijo de Laertes, la dorada
luna del persa y los sin fin jardines
de la filosofía y de la historia,
el oro sepulcral de la memoria
y en la sombra el olor de los jazmines.
Y nada de eso importa. El resignado
ejercicio del verso no te salva
ni las aguas del sueño ni la estrella
que en la arrasada noche olvida el alba.
Al triste

Jorge Luis Borges





Al leer estos versos del poema “Al triste”[1] de Jorge Luis Borges (1899-1986) dedicados a sí mismo, describiendo lo que fue su vida y obra en tono de aflicción y melancolía, viene inmediatamente a mi mente la imagen del poeta, narrador, dramaturgo y ensayista cubano Reinaldo Arenas (Aguas Claras, Holguín, Cuba, 16 de julio de 1943-New York, 7 de diciembre de 1990), cuya vida y obra coinciden para mí con esa imagen tan triste, como fue su vida en una lucha constante por medrar en medio de un mundo hostil, que lo martirizó desde el seno familiar hasta la sociedad, fomentando en él ese espíritu rebelde, ácrata, hosco y de venganza latente en su obra, a través de ambientaciones desgarradoras desde su primera novela Celestino antes del alba (1967) hasta su última póstuma, su autobiografía novelada Antes que anochezca (1992). Así lo ve también Ann Tashi Slater, quien le realizó una entrevista a tres años de su llegada a Estados Unidos el cinco de diciembre de 1983, describiéndolo en su introducción como un hombre de “Forty years old at the time, he had thick, curly black hair and enormous, sad eyes; his face was lined and leathery” (Tashi 1).

Desafortunadamente, su extensa producción literaria, tan representativa de la literatura cubana de la última mitad del siglo XX y uno de los escritores cubanos más admirados de ese período fuera de Cuba[2], tanto por sus ediciones como por su eco en varios escritores[3] y diversas manifestaciones artísticas como el teatro, el cine y la ópera[4], es desconocida por su pueblo y está excluida del Canon de la literatura cubana, como fundamenta claramente Ottmar Ette en su descripción biográfica de Reinaldo Arenas:

La exclusión de las obras literarias del canon oficial de las letras cubanas, hasta el silencio absoluto impuesto al autor, se funda pues en la posición estética de Arenas en el interior del campo literario cubano. Las polarizaciones ocurridas dentro de este campo hacia finales de los años sesenta y a inicios de los años setenta en Cuba, con la imposición absoluta de las normas estéticas consideradas (cf, Casal 1971; Rodríguez Monegal 1975), llevaron a una marginalización y radicalización de este autor cubano. [1992, 133].

En Cuba, solo se publicaron su primer libro Celestino antes del Alba (1967) y algunos fragmentos de su segunda novela El mundo alucinante[5] (1968), las cuales habían sido premiadas por la UNEAC: la primera con el Segundo Premio Nacional de Novela “Cirilo Villaverde” de 1965 y la segunda con la mención honorífica de ese mismo premio de la UNEAC en 1966. Celestino antes del alba fue publicada como parte del premio recibido por esa institución en 1967, la cual se agotó en menos de una semana sin posible reedición, por haber sido su autor censurado más tarde por el gobierno comunista. Arenas había sido declarado desafecto a la Revolución al apoyar deliberadamente al poeta Heberto Padilla, quien tras haber ganado el premio Julián del Casal de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) con su poemario “Fuera de Juego” (1968), la dirección superior de ese organismo se lo negó por considerar que ese poemario era “ideológicamente contrario” a la Revolución cubana debido a su actitud criticista y anti historicista no compatibles con los principios de la Revolución cubana, y por su conocido apoyo a Cabrera Infante, estigmatizado de tránsfuga por haberse declarado traidor a la Revolución Cubana[6].

En lo adelante, Reinaldo Arenas pasó a ser proscrito en su Patria al ser considerado un enemigo de la Revolución con el agravante de su orientación homosexual, intolerable en la Cuba socialista y homofóbica de los 60-90 por ser una “conducta impropia”[7] y ajena al hombre nuevo que la Revolución Cubana pretendía formar. Sufrió una implacable persecución que destruyó parte de sus escritos[8], los cuales tuvo que reelaborar en el exilio, a partir de los que pudo salvar enviándolos secretamente con amigos al extranjero. La hostilidad del Gobierno hacia Arenas terminó con su detención entre 1974 y 1976 por el delito de publicar en el exterior[9] su segunda novela El mundo alucinante (1969) y su libro de cuentos Con los ojos cerrados (1972).

Sin embargo, aunque en Cuba se ha hecho aparentemente una tolerancia con la comunidad GLBTQIA[10], Mariela Castro, directora del Centro Nacional de Educación Sexual de Cuba, blasfemó sobre Arenas en una entrevista que le realizara la revista El Estornudo en el año 2000 para justificar el tratamiento que se le había dado por el gobierno, recurriendo al recurso típico usado por la Revolución Cubana de desmoralizar al que se le opusiera, señalando que había sido encarcelado por haber cometido fraude en la Universidad y por abuso sexual infantil, cargos que carecen de credibilidad alguna por las faltas de pruebas al respecto. Realmente, Arenas había sido condenado por haber publicado sus obras en el extranjero sin permiso gubernamental[11] y ser una persona peligrosa para la sociedad por su homosexualismo y su oposición al régimen castrista del gobierno cubano.

Los años de su prisión marcaron tan hondamente su carácter mutándolo de un hombre sensible de campo, enamorado de la vida y las letras por un espíritu de animadversión y deseo de venganza contra todo lo que le rodeaba y el régimen político cubano. Para poder ser excarcelado, tuvo que renegar de sí mismo firmando un compromiso de que se retractaba de su “conducta impropia” anterior, de que había sido “reeducado” y que nunca más volvería a escribir en contra del Gobierno Revolucionario.

Los cuatro años que le siguieron a su liberación mediatizada fueron una tormentosa vida de prófugo, escondido en casas de amigos o en parques, ocultándose siempre de la persecución que le asediaba, intentando huir del país hasta que con la apertura del Mariel en 1980 pudo emigrar gracias a la picardía de cambiarse su apellido de Arenas por Arinas, o de lo contrario no se lo hubieran permitido. Sobre este triste y tormentoso tiempo, el propio autor confiesa que era una “no persona” al estilo de los personajes de Orwell[12], porque “Yo en Cuba era alguien que no existía, no tenía trabajo, no tenía nada, lo único que tenía era un carné de identidad en blanco[13]. Pero aun así su preocupación de escritor no cejó nunca, escribiendo continuos manuscritos de los que pudo salvar algunos con amigos que lo sacaron del país.

Con el éxodo del Mariel en 1980, Reinaldo Arenas deja atrás ese mundo de persecución, opresión política y martirio, pero los avatares que había vivido no le permitirían decir que había encontrado la felicidad. Así se manifiesta en una entrevista grabada en video, recién llegado a New York:
En realidad, lo que… la sensación que yo siento en ningún momento es de triunfo de una gran alegría, sino es una sensación, hasta cierto punto, de paz por estar vivo y por haber salido de allí. Pero esa misma sensación que puede sentir una persona que sale de la casa que se está quemando; pero la casa se quemó de todas maneras y yo me salvé la vida, pero la casa se quemó. (TwoRealTravelJunkiesReinaldo).
Claramente, la personalidad de Reinaldo había asumido una actitud de rencor y venganza, refugiada deliberadamente en su concupiscencia en medio del martirio vivido, que lo hicieron incapaz de encontrar su espacio en la Tierra y de sentirse disidente de los cánones culturales de su época, lo que está presente en toda su obra. Así declara a tres años de haber llegado a Estados Unidos de América en la entrevista ya mencionada que le hiciera Jana Bokova en New York en el año 1983:
Soy una persona, digamos de lo que aquí se llama disidente en todos los sentidos, porque soy… no soy religioso, soy homosexual y, a su vez, soy anticastrista, es decir, que yo creo que reúno todas las condiciones para que no se me publiquen nunca mis libros y para vivir al margen de la sociedad en cualquier lugar del mundo. (Bokova)
A su llegada a Estados Unidos, se instala en Miami por breve tiempo, pero la atmósfera cubana de la ciudad le disgustó, llegando a decir en sus memorias que “era una caricatura de Cuba” (Tashi 2), por lo que cuando visitó New York el fin del año de 1980, las luces y el bullicio de Times Square lo atraparían para establecerse en esa ciudad, aunque a los tres años de estar allí se sentía tan desilusionado como para decirle a Ann Tashi en su entrevista: “Still, I don’t know where I can settle. I really don’t know. It’s something that worries me a lot, and surely, I’m never going to find the place. But that’s the way it goes” (Tashi 5).

No obstante, New York le ofreció la soledad que necesitaba para escribir y el bullicio para su vida hedonista, como confirma con las anécdotas de su novela autobiográfica Antes que anochezca (1992). Los nueve años de su vida en New York le permitieron revisar, reelaborar y concluir su obra prolífica, siempre muy bien recibida por el lector y los críticos foráneos, como lo será en cualquier momento por el pueblo cubano cuando le haga justicia.

Las áreas de apreciación de su obra se han centrado fundamentalmente en su temática homoerótica, su exilio y enajenación , su posición política, su escritura de venganza, sus traumas, su memoria, su discurso alucinógeno, su narrativa de transgresión, su agonía como éxtasis, su estética, su poética narrativa y dramática posmoderna; sus recursos literarios como la parodia, la intertextualidad, su desamparado humor y los juegos de la escritura posmoderna; sus paralelos con la picaresca española, su barroquismo y neobarroquismo, así como la fantasía y la realidad en su obra.

Todos estos acercamientos a la obra de Reinaldo Arenas han sido apropiados y justos, según el momento en que se hicieron, y realizados con el mayor respeto que merece un creador literario de su estatura. Pero siempre aparece alguna crítica negativa e inapropiada, que pondera peyorativamente su escritura homoerótica como obscena. Y es que realmente no hay obscenidad en la literatura de Reinaldo Arenas. No es como algunos de los poemas impúdicos de Severo Sarduy[14] (1937-1993) que se regodean en la descripción abierta y lascivia de las relaciones homoeróticas; sino una literatura descriptiva de la sexualidad homoerótica sin sicalipsis; pero, desde luego, muy incómoda para los lectores de la comunidad heterosexual ajena a la literatura[15] por su desenfrenado hedonismo. De este menor grupo de críticos nos atrevemos a traer una perícopa de G. Cabrera Infante (1929-2005), otro gran escritor contemporáneo con Arenas de aguda, sagaz y mordaz crítica para todos sus coetáneos, que, aunque reconoce sus valores creativos literarios, llega a inferir que tanto su obra como su vida son obscenas:
En el libro de Arenas no sólo es obsceno el relato, sino la propia vida que la obscenidad le ha obligado a asumir: una sociedad presentada como el único futuro posible le condenaba a ser un hombre nuevo. (Cabrera 3)
Merecen especial atención las valoraciones de su obra como barroca o neobarroca, siguiendo la teoría de Severo Sarduy (1937-1993), expuesta en su ensayo El barroco y el neobarroco (1972), la cual no es más que una apreciación de lo que más tarde vendría a llamarse la literatura posmoderna o como el italiano Omar Calabrese (1949-2012) prefiere llamar un neobarroco posmoderno[16], pues consideraba que el término posmoderno era muy genérico y desacertado, mientras que fusionando los dos términos referidos al mismo objeto se complementarían y precisaría su significado con las dos perspectivas diferentes.

Ambos términos surgieron paralelamente enfocados en el proceso de transformación estética que se daba en los inicios de la posmodernidad[17] cuyo objeto había sido enfocado por Sarduy como el neobarroco desde su perspectiva de los estructuralistas franceses[18] ligados a la revista francesa Tel Quel entre los años 1960 y 1982 y a partir de la literatura latinoamericana; mientras que el término posmoderno procedía de los Estados Unidos desde los años 60 del siglo XX cuando el crítico literario Leslie Fielder (1917-2003) lo popularizó[19].

Tanto la crítica neobarroca como la posmoderna tienen sus puntos convergentes de apreciación, aunque los términos que emplean son, más que diferentes, sinonímicos. La terminología del neobarroco de Sarduy se focaliza en la oposición a lo tradicional clásico, a todo lo normativo, a la creación literaria como un sistema liberador de los viejos paradigmas, la crisis, la duda, el experimento, el artificio, la sustitución, la proliferación, la parodia, la carnavalización, la intertextualidad, el erotismo, el juego de espejos y la revolución[20].

Del otro lado, la crítica posmoderna[21] parte de la deslegitimación del discurso moderno (Jean Francois Lyotard), la subversión de las historias oficiales (Lukasz Grützmacher) o la metaficción historiográfica[22] (Linda Hutcheon), la violación de las fronteras ontológicas (Dick Higgins) y el paradigma de Hassan (Ihab Hassan)[23], que describe las marcas distintivas de esta tendencia, generalmente convergentes con las de la teoría neobarroca.

Y Omar Calabrese, conciliando ambos términos en su neobarroco posmoderno, se hace eco de los paradigmas anteriores, señalando que el estilo posmoderno se expresa en la representación literaria con las siguientes constantes dicotómicas: límite y exceso, desorden y caos, ritmo y repetición, inestabilidad y metamorfosis, detalle y fragmento, nodo y laberinto, complejidad y disolución, “más o menos” y “no sé qué”, distorsión y perversión.

La mayoría de los críticos que se refieren al estilo neobarroco de Reinaldo Arenas detallan la presencia en su obra literaria de marcas como su opción liberadora de los estándares literarios, juntando lo inverosímil, lo exagerado, lo grandioso, lo cotidiano, lo sorprendente, lo trascendental, lo heterosexual y lo homosexual, lo cómico y lo trágico para expresar la voluntad del hombre ante la opresión de los poderes políticos en cualquier época (Rozencvaig 20); la convivencia de distintos géneros, la intertextualidad, el uso de narradores múltiples, la mezcla de lo verídico y lo fantástico, (Rodríguez 29).

Esa mirada neobarroca, desde la perspectiva posmoderna, se centra en primer lugar en su estilo que deslegitimiza el discurso oficial de la modernidad -Condición clave subrayada por Lyotard del discurso posmoderno-, reescribiendo su verdad y enfrentando los cánones morales, religiosos y del proyecto comunista de su país con una actitud irreverente, considerándose él mismo un disidente de esas normas: “Soy una persona, digamos de lo que aquí se llama disidente en todos los sentidos, porque soy… no soy religioso, soy homosexual y, a su vez, soy anticastrista” (Bokova). Aunque esta actitud está presente en toda su obra, pudiéramos ejemplificarla con sus metaficciones historiográficas -término que Linda Hutcheon (A Poetics 47) reserva como el modelo ideal de la novela posmoderna, aunque Arenas haya dicho “no creo que mis novelas puedan leerse como una historia de acontecimientos concatenados” (Arenas, El mundo 94)-: El mundo alucinante (1969), Arturo, la estrella más brillante (1984) y La loma del ángel (1987) que son toda una reescritura histórica. La primera, una ficcionalización de la vida de Fray Servando Teresa de Mier; la segunda, la historia postoficial[24] como homenaje poético a su amigo Nelson Rodríguez[25] y la tercera, una parodia de la novela de Cirilo Villaverde, Cecilia Valdés. En todas ellas, aunque se ficcionalice la realidad, hay siempre un propósito de reescribir una historia, ya sea para contar lo real que subyace o la historia postoficial como denuncia o parodiar la realidad según su cosmovisión sin olvidar su actitud contestataria que acentúa lo que hay más allá de la ficción en estos relatos: la historia y la cultura.

En segundo lugar, se aprecia en su obra, como en toda la literatura posmoderna, la violación de las fronteras ontológicas (Dick Higgins), marcando bien la distancia de esta obra con la del discurso tradicional moderno que da una imagen lo más creíble y mimética posible del mundo real. McHale distingue tres posibilidades de esas violaciones que permiten encasillar en ellas los múltiples casos que en la práctica se presenten: 1) la violación de identidad epocal entre el mundo real y el de ficción, 2) la violación de identidad entre personajes de diferentes mundos y 3) la violación de identidad entre personajes de un texto y otro (17). Tomando solo como referencia El mundo alucinante de la obra de Reinaldo Arenas, aunque es su modo de operar en toda su obra literaria, es fácil advertir violaciones de identidad entre personajes de diferentes mundos al vincular al personaje real de Fray Servando con otros ficticios como el maestro de su infancia, el padre Terencio, la bruja, entre otros; así como la violación de identidad de un texto con otro texto de diferente universo literario poniendo a Fray Servando en contacto con personajes ficticios de otras novelas como Orlando de la novela homónima de la escritora británica Virginia Woolf (1882-1941).

Por último, en tercer lugar, toda la obra Areniana se expresa, de un modo u otro, en una estética consecuente con el paradigma de Hassan, manejada por la crítica, a veces, con términos sinonímicos o los mismos de la perspectiva neobarroca. Un estilo patafísico/dadaísta “de las soluciones imaginarias que atribuye simbólicamente a los lineamientos las propiedades de los objetos descritos por su virtualidad” (Jarry II), de allí el uso prolífico de alegorías y elementos escogidos al azar para en su conjunto dar la idea propuesta:
<<HE VISTO UN LUGAR REMOTISIMO habitado por elefantes regios>>, había escrito hacía unos años, no muchos, cundo aún pensaba que un grupo de signos, que la cadencia de unas imágenes adecuadamente descritas, que las palabras, podrían salvarlo…(…) pero Arturo, girando rápidamente, se lanzó hacia el horizonte, destruyendo arbolarios, kioscos y parasoles, invernaderos, camafeos, aljibes y hasta el solitario pluviómetro sobre el cual el desconcertado loroforo, que allí se había posado, miraba avanzar la tropa… cuando los atinados disparos lo fulminaron, Arturo alcanzaba ya la línea monumental de los elefantes regios. (Arenas, Arturo 7 y 80)
Una forma disjunta y abierta de cada texto, el juego osado con las palabras e ideas que caracterizan su escritura: “Venimos del corojal. No venimos del corojal. Yo y las dos Josefas venimos del corojal. Vengo solo del corojal y ya casi se está haciendo de noche antes de que amanezca. En todo Monterrey pasa así: se levanta uno y cuando viene a ver ya está oscureciendo. Por eso lo mejor es no levantarse” (Arenas, El mundo 91); la anarquía como testimonio de un discurso que se rebela contra cuantos dogmas y principios culturales existen sin alinearse con ninguno (la religión, el sexo, la política comunista cubana); el agotamiento/silencio del que Arenas dijo en una entrevista: “One of the most important things in the books I write is rhythm. In poems, short stories, novels. Silence is also especially important. I wrote “Farewell to the Sea” in cantos-and silences” (Tashi 3); el performance/happening tan en voga en esos años que vivió Arenas en New York expresado en toda su obra que más que un relato es un acontecimiento, una representación: “La muerte está allí en el patio, jugando con el aro de una bicicleta. En un tiempo esa bicicleta fue mía. En un tiempo eso que ahora no es más que un aro sin llanta fue una bicicleta nueva” (Arenas, El Palacio); la decreación/deconstrucción evidente en sus novelas El mundo alucinante (1969) que deconstruye la vida del personaje Fray Servando Teresa de Mier y La loma del ángel (1987) que decrea la Cecilia Valdés de Cirilo Villaverde; la síntesis de textos, obras literarias, personajes tomados de múltiples obras; una poética de la antítesis de todos sus temas; la construcción de un discurso apoyado en múltiples intertextos de cuya obra es representativa su novela El mundo alucinante que se desenvuelve a partir de una amplia bibliografía desde las Memorias y la Apología de Fray Servando Teresa de Mier hasta obras como La Divina Comedia de Dante, el Don Quijote de Cervantes, Las mil y una noches de autor anónimo, La expresión americana de Lezama Lima, poemas de José María Heredia y La mala vida en la España de Felipe IV de José Deleito y Peñuela, entre otros.

Además, responden a este paradigma de Hassan en la obra de Arenas una retórica opuesta a toda semántica que como señala Adriana Méndez Rodena, “el lenguaje de sus relatos no se puede someter al esquema saussureano del signo: hay en esa prosa, nerviosa y destellante, una volatización de la dicotomía significante-significado” (La economía); la prevalencia del sintagma al paradigma, de la parataxis a la hipotaxis, de la metonimia a la metáfora, de la combinación dadaísta a la selección, de lo rizomático o superficial a lo profundo, de lo contrario a una cabal interpretación dejando brechas y ambigüedades, del significante o cosa al significado, de lo escribible a lo leíble e interpretativo directamente, de la pequeña historia fragmentada a la gran historia totalitaria, del idiolecto a la norma o código magistral, del deseo en todo su desenfreno al síntoma, de lo polimorfo andrógino a lo genital real, de la esquizofrenia a la paranoia, de lo diferente-diferido a la causa originaria, de la ironía a lo metafísico, de lo indeterminado a lo determinado y de lo inmanente a lo trascendente.

Toda la obra de Reinaldo Arenas, tanto su narrativa, poética, dramatúrgica y ensayística, está claramente afiliada al paradigma literario posmoderno por sus estrategias creativas, experimentales e innovativas en un discurso libre, reevaluado, burlesco y paródico de la modernidad, como una crítica a todo dogma o ideología que castrara la individualidad. No es casual que en la entrevista ya citada de Ann Tashi él dijera:
What I don’t like is…well, just imagine. (…) dogma. When someone talks to me about some dogma, I can no longer talk with that person. Dogma can be religious as well as political; it’s the same. You can’t engage in any dialogue because the person is already wielding an absolute truth. (6)
A esta constante estilística de representación posmoderna, se une la del martirio experimentado en su vida y reflejado en todos los géneros de su obra. Unas veces a trazos autobiográficos parodiados, como en su famosa Pentagonía, que ya de por sí su título insinúa la agonía de una vida martirizada: en la niñez con su novela Celestino antes del alba (1967), el relato de la vida del niño Celestino cuya inclinación literaria le lleva a la expulsión del seno familiar; en la adolescencia con El palacio de las blanquísimas mofetas (1980), impregnada de muchos de sus sacrificios y frustraciones representados en la Tétrica Mofeta que como escritor homosexual sufre persecuciones y sigue un paralelo biográfico a la vida del autor; en la adultez de la pareja con Otra vez el mar (1982), donde se combinan narrativa y poesía para describir una relación heterosexual con diferencias tan grandes que la hacen incompatible, relato que tal vez refleje sus experiencias heterosexuales; en la adultez martirizada socialmente durante un totalitarismo de izquierda que traza una distópica y orwelliana Cuba con El asalto (1988), que constituye una severa crítica al régimen comunista cubano, destacando la fragilidad de los homosexuales y disidentes en esa sociedad; y el mundo de desenfreno hedonista, de rencores, terrores y miedos durante el proceso revolucionario con El color del verano (1989), en medio de un carnaval preparado para celebrar los 50 años de un dictador llamado Fifo, pura coincidencia con cualquier parecido con la realidad.

No está ausente tampoco el martirio en su poemario El central (1981), que es la poesía épica del hombre en torno a la zafra azucarera en Cuba, ya sea durante la época de la colonia o de la Revolución, cuyos versos atrapan los sufrimientos del trabajador agrícola de esta industria, los desmanes de quien llevan el poder en cada momento histórico, y ponen de relieve cómo la historia es la misma para el hombre de abajo; ni en su cuaderno de poesía Voluntad de vivir manifestándose (1989), nacido en el fragor de la prisión que destilan la humillación, vejámenes y horrores de los condenados, cuyas experiencias el propio autor consideraba: “son inspiraciones furiosamente crometradas de alguien que ha vivido bajo sucesivos envilecimientos. (…/) Estas palabras tercamente ordenadas son el fruto de la venganza cumplida” (Arenas, Voluntad 7).

También en su dramaturgia recogida en el libro Persecución (1986), cuyo título habla de por sí del martirio. Cinco obras de teatro tituladas "Traidor", "El paraíso", "Ella y yo", "El Reprimero" y "El poeta"; así como en su ensayo Necesidad de libertad (1986), que denuncia las consecuencias de la dictadura cubana, enfrentándose al discurso oficial del castrismo y revalorizando la generación de escritores cubanos que salieron de Cuba por el éxodo del Mariel en 1980 hacia Estados Unidos, los cuales fueron estigmatizados, marginalizados y borrados del canon de la literatura cubana de su época.

Paralelamente a ese martirio se yerguen furiosamente los deseos de venganza que fomentaron en la vida de Reinaldo Arenas tanto desamparo, tanta marginalización, tanta persecución, tanta opresión y tanto odio contra su persona. Su venganza está en sus crudas y desgarradoras páginas que denuncian al mundo lo que en realidad era el sistema revolucionario y comunista cubano, un mundo tenebroso de persecución a todo lo que estuviera fuera de los parámetros de la ideología marxista y su pronóstico de forjar un hombre nuevo, sin individualidad y autómata como los del modelo orwelliano.

En las páginas de su obra se transfigura en venganza la ira por la impotencia y dolor sufridos ante tanto envilecimiento
El envilecimiento de la miseria durante la tiranía de batista, el envilecimiento del poder bajo el castrismo, y el envilecimiento del dólar en el capitalismo -y como si esto fuera poco, he habitado últimos nueve años en la ciudad más populosa del mundo que ahora sucumbe a la plaga más descomunal del siglo XX. He sido testigo de todos esos espantos y ellos han propiciados estos poemas. (Arenas, Voluntad, 7)
Su venganza es una constante desde su primer libro Celestino antes del alba, que revela los sufrimientos del niño homónimo por sus inclinaciones diferentes a lo que la familia espera de él, hasta su autobiógrafa novelada Antes que anochezca, que más que una autobiografía o novela es una proclama de rebeldía y denuncia de lo que le hizo sufrir el mundo en que vivió, no en valde el escritor afirmara al final del primer capítulo de esta última obra póstuma que su obra era “su venganza contra casi todo el género humano” (16).

Reinaldo Arenas nos ha dejado una escritura posmoderna y paradigmática de la literatura cubana de la última mitad del siglo XX, imposible de eludir para una correcta apreciación de lo que fue la literatura de la época que vivió, y que lamentablemente ha sido castrada a nivel nacional y espera por su pronta resurrección para compartir con su pueblo todo el martirio y la venganza depositada en ellas, tristemente sucinta en su epitafio para el que tampoco hubo una tumba donde inscribirse: “Autoepitafio”: “Conoció la prisión, el ostracismo,/el exilio, las múltiples ofensas/ típicas de las vilezas humanas” (Voluntad 110); empero su obra pervivirá para las generaciones futuras en la literatura hispanoamericana y la universal, pronto en la cubana que le hará justicia y de la que ya forma parte en la crítica internacional.







___________________________________________
[1] “Al triste “es un poema de Jorge Luis Borges que pertenece al poemario El oro de los tigres (1972) en el cual el poeta se describe a sí mismo con un tono de aflicción y melancolía porque “El resignado/ejercicio del verso no te salva/ ni las aguas del sueño ni la estrella/ que en la arrasada noche olvida el alba”.

[2] Su obra ya había sido traducida al francés y a más de diez idiomas, según palabas del autor en el video “Reinaldo Arenas, escritor cubano, nos habla de su vida” que recoge fragmentos de cuatro entrevistas. Ver en YouTube. 19 de septiembre del 2018: <https://www.youtube.com/watch?v=qTWd1zaKMv8&t=897s>
[3] Su influencia en escritores como Abilio Estévez en Tuyo es el reino (1998) y Fernando Velázquez Medina con su Última rumba en La Habana (2001).

[4] En Miami se han representado sus obras de teatro, su libro autobiográfico Antes que anochezca fue llevado al cine por Julián Schnabel y se le dedicó una ópera por Jorge Marín. También Manuel Zayas en el 2004 filmó un documental sobre su vida titulado Seres extravagantes.

[5] Estos fragmentos de El mundo alucinante fueron publicados en la Revista Unión, 9, no. 4 (1970): 39. Su primera versión completa fue publicada en francés con el título Le monde hallucinant, traducida por Didier Coste. Ese mismo año recibió el premio al mejor libro extranjero, lo que motivo su solicitud por la editorial Diógenes para su publicación en México.

[6] Para conocer más al respecto se puede Consultar la Declaración de UNEAC del 15 de noviembre de 1968 publicada en el digital Rialta Magazine por el 50 aniversario del caso Padilla.

[7] En la Cuba Revolucionaria de los años 60, fue un término jurídico amplio para castigar a todos aquellos jóvenes que no se plegaban a la Revolución y tenían afiliaciones religiosas o gusto por la música americana o de los Beatles, o se vestían con jeans o ropa extranjera en una moda extravagante, o eran afeminados u homosexuales, lo que determinaba su encarcelamiento o reclusión en los campos de trabajo forzado de las UMAP. Es importante destacar que este término solo se le aplicaba a los que disentían de la Revolución Cubana, pues había muchos afeminados, y homosexuales ligados al proceso revolucionario que nunca fueron castigados ni exonerados de sus cargos como Alfredo Guevara, Director del ICAIC; Armando Hart, Ministro de Cultura; Sara González, cantante de la Nueva Trova y muchos más.

[8] Entre los que se encontraba su novela El palacio de las blanquísimas mofetas (1980) que fue confiscada, destruida y reescrita varias veces, hasta su conclusión definitiva en el exilio.

[9] A través de sus amigos Jorge y Margarita Camacho, sin permiso del gobierno, había publicado su novela El mundo alucinante (1969) en francés (Le monde hallucinant), traducida por Didier Coste y Con los ojos cerrados (1972) en Uruguay.

[10] Acrónimo que significa Lesbiana, gay, bisexual, transexual, queer o no identificado con ningún sexo personalmente, intersexual y asexual, derivado de la complicada teoría de género actual que para mí es solo la traslación del significado de orientación sexual a la categoría utópica de género.

[11] Para más información sobre el tema consultar la entrevista “No he conseguido nada por ser la sobrina de Fidel” en la revista digital El Estornudo del 1ero de mayo del 2017. Web. 20 junio 2018.

[12] George Orwell, escritor y periodista británico autor de novelas famosas como Rebelión en la granja (1945) y 1984 (1949), ambas llevadas al cine, cuyos personajes son un ente viviente carente de humanidad individual a favor de un partido político o un ideal.

[13] Ver la entrevista en video por YouTube “Habana” de Jana Bokova donde Reinaldo Arenas cuenta personalmente lo que fue su vida: https://www.youtube.com/watch?v=qTWd1zaKMv8&t=914s).

[14] Reconocido escritor cubano, precursor del posmodernismo que asumió muchos de los rasgos de esta estética bajo su visión del neobarroco. Su narrativa es homoerótica y un desparpajo carnavalesco, mientras que en su poesía hay algunos poemas obscenos directamente.

[15] Sin que por ello podamos tildarlos de homofóbicos, porque una idea es odiar a esa comunidad y otra tener que estar obligado a recrearse en algo muy distante de sus perspectivas.

[16] En La era neobarroca Madrid: Cátedra, D.L. 1989.

[17] Proceso de transformación cultural comenzado entre 1970 y 1980 que advierte un cambio en los paradigmas culturales, filosóficos y artísticos de la modernidad hacia lo que se ha convenido llamar la posmodernidad.

[18] Entre ellos están Roland Barthes, Georges Bataille, Jacques Derrida, Jean-Pierre Faye, Michel Foucault, Julia Kristeva, Bernard-Henri Lévy, Marcelin Pleynet, Maurice Roche, Tzvetan Todorov, Francis Ponge, Umberto Eco, Gérard Genette, Severo Sarduy, Phillippe-Joseph Salazar, Pierre Boulez, Jean-Luc Godard, Pierre Guyotat y Maurice Blanchot.

[19] Una vez introducido el término en la crítica literaria norteamericana, muchísimos críticos, filósofos y economistas continuaron su descripción: Fredric Jameson, Anthony Giddens, Dick Higgins, Linda Hutcheon, Brian McHale, entre otros.

[20] Revolución desde el punto de vista literal de cambios revueltos, mezclas incoherentes, falsas y subjetivas desde la entidad logocéntrica.

[21] Aunque la crítica sobre la literatura posmoderna es muy amplia y desde diferentes perspectivas epistemológicas, asumo la crítica fundamental manejada por mí en mi Disertación doctoral Presencia de la epísteme posmoderna en el discurso narrativo hispanoamericano de los umbrales del siglo XXI. Diss. The University of Arizona, 2009. Ann Arbor, MI: ProQuest, 2010.

[22] Término reservado por Linda Hutcheon para la novela autorreflexiva y metafictiva, aquella que reflexiona sobre un período histórico enlazado a la ficción (A Poetics 47).

[23] El paradigma de Ihab Hassan describe como propio de la literatura posmoderna las siguientes marcas distintivas: Patafísico / Dadaísmo, forma disjunta y abierta, juego, oportunidad, anarquía, agotamiento/silencio, performance/happening, participación, decreación/deconstrucción, ausencia, síntesis, antítesis, dispersa, texto/intertextos, retórica, sintagma, parataxis, metonimia, combinación, rizoma/superficial, contra interpretación/mala interpretación, significante, escribible, antinarrativa/pequeña historia, idiolecto, deseo, polimorfo/andrógino, esquizofrenia, diferente-diferido/vestigio, el espíritu Santo, irónico, indeterminado, inmanente (The Dismemberment 267-68).

[24] Es el término ofrecido por Lukasz Grützmacher para designar la novela histórica que se opone a la historia oficial de los que tienen el poder a favor de la historia que subyace y pretende ser borrada.

[25] Nelson Rodríguez Leyva fue un incipiente escritor cubano, el autor de El Regalo, quien fue recluido en las UMAP por homosexual. Tras sus duras experiencias sufridas y el temor a volver a ser condenado, intentó fallidamente desviar un avión de Cubana de Aviación hacia la Florida, lo que terminó con su fusilamiento en la fortaleza de la Cabaña en 1971.



------------------------------
OBRAS CITADAS

Aiello, Anthony J. Presencia de la epísteme posmoderna en el discurso narrativo hispanoamericano de los umbrales del siglo XXI. Diss. The University of Arizona, 2009. Ann Arbor, MI: ProQuest, 2010. Impreso.

Arenas, Reinaldo. Antes que anochezca. Barcelona: Editores Tusquets, 2003. Impreso.

---. Arturo la estrella más brillante. Miami: Ediciones Universal, 2001. Impreso.

---. Celestino antes del alba. Barcelona: Editorial Tusquets, S.A., 2002. Impreso.

---. El asalto. Barcelona: Editorial Tusquets, S.A., 2003. Impreso.

---. El Central. Barcelona: Editorial Seix Barral, S.A., 1981. Impreso.

---. El color del verano. Barcelona: Editorial Tusquets, S.A., 1999. Impreso.

---. El mundo alucinante. Edición de Enrico Santi. Madrid: Ediciones Catedra, 2014. Impreso.

---. El palacio de las blanquísimas mofetas. Barcelona: Editorial Tusquets, S.A., 2001. Impreso.

---. La loma del ángel. Ediciones Universal, 1995. Impreso.

---. Necesidad de libertad. Miami: Universal, 2001. Impreso.

---. Otra vez el mar. Barcelona: Editorial Tusquets, S.A., 2002. Impreso.

---. Persecución. Cinco piezas de teatro experimental. Miami: Universal, 1986. Impreso

---. Voluntad de vivir manifestándose. Madrid, Betania, 1989. Impreso.

Bokova, Jana. Habana. (Extracto) Reinaldo Arenas cuenta personalmente lo que fue su vida. 19 Sept. 2018. Web. 19 Junio 2019. <https://www.youtube.com/watch?v= qTWd1za KM v8&t=914s)>.

Cabrera Infante, G. “La breve vida infeliz de Reynaldo Arenas”. El País No. 1586. Madrid, martes 5 de septiembre. Impreso.

Calabrese, Omar. La era neobarroca. Madrid: Cátedra, D.L. 1989. Impreso.

Casado Fernández, Ana. “Reinaldo Arenas: Una voz desde el margen y la resistencia”. Revista de pensamiento crítico y estudios literarios latinoamericanos. Vol. 12. Invierno 2015: 205-221. Impreso.

Ette, Ottmar. La escritura de la memoria. Frankfort: Vervuert, 1992. Impreso

Grützmacher, Lukasz. “Las trampas del concepto “la nueva novela histórica” y de la retórica de la historia postoficial”. Acta Poetics 27.1 (2006): 141-167. Impreso.

Hassan, Ihab. The Dismemberment of Orpheus: Toward a Postmodern Literature. New York: Oxford University Press, 1982. Impreso.

Higgins, Dick. A Dialectic of Centuries. New York: Printed Editions, 1978. Impreso.

Hutcheon, Linda. A poetics of Postmodernism: History, Theory, Fiction. New York: Routledge, 1998. Impreso.

Jameson, Fredric. The Cultural Turn. Selected writings on the Postmodern 1838-1998. New York: Verso, 1998. Impreso.

Jarry, Alfred. Gestas y opiniones del doctor Faustroll, patafísico. Paris: Librairie Stock, 1911. Impreso.

Lugo Nazario, Félix. La alucinación y los recursos en la novela de Reinaldo Arenas. Miami, Fla.: Ediciones Universal, 1995. Impreso.

Lyotard, Jean-Francois. The Postmodern Condition: A Report on knowledge. Minneapolis: University of Minnesota Press, 1984. Impreso.

McHale, Brian. Postmodernist Fiction. New York: Routledge, 1987. Impreso.

Méndez Rodena, Adriana. “La economía de lo simbólico en la narrativa de Reinaldo Arenas”. Reinaldo Arenas: alucinaciones, fantasía y realidad. Eds. Julio E. Hernández Miyares y Perla Rozencvaig. Glenview, IL: Scott, Foresman and Company, 1990. 65-79. Impreso.

Rodríguez Ortiz, Oscar. Sobre narradores y héroes: a propósito de Arenas, Scorza y Adoum. Caracas: Monte Ávila, 1980. Impreso.

Rozencvaig, Perla. Reinaldo Arenas: Narrativa de transgresión. México: oasis, 1986. Impreso.

Santi, Enrico. Arenas, Reinaldo. El mundo alucinante: una novela de aventuras. Madrid: Cátedra, 2014. Impreso.

Sarduy, Severo. El barroco y el neobarroco en América Latina en su literatura. ed. Cesar Fernández Moreno. México: Siglos XXI, 1972. Impreso.

Tashi Slater, Ann. “The Literature of Uprootedness: An Interview with Reinaldo Arenas”. The New Yorker. 5 Diciembre 2013 Web. 19 Junio 2019.

TwoRealTravelJunkiesReinaldo. Arenas, escritor cubano, nos habla de su vida. 19 Sept. 2018. Web. 19 Junio 2019. <https://www.youtube.com/watch?v= qTWd1za KM v8&t=914s)>.

UNEAC. “Declaración de la UNEAC”. Rialta Magazine. La Habana, 15 de noviembre de 1968. Web. 19 Junio 2019.








 -------------------------------------------
Dr. Antonio J. Aiello is a faculty at the College of Charleston, SC. He also has taught as visiting assistant professor at Oregon State University, graduate associate teaching in the University of Arizona and New Mexico State University, adjunct faculty at Pima Community College in Tucson, Arizona,assistant professor at University of Kabul, Afghanistan and assistant professor at University of Camaguey, Cuba. He has taught Spanish language as second language in basic, intermediate and upper levels; Spanish and Spanish American Literature, and Hispanic Linguistics since 1977 to students from various countries from America, Europe, Africa and Asia.

His formation began in the Higher Pedagogical Institute “José Marti” in Camaguey, Cuba as a Bachelor in Spanish and Literature. He got his Master in Latin American Studies in the University of Camaguey. Later he took different courses about Semiotic and Theory of Information with the University of Valencia, Spain, and University of Oriente, Cuba. Finally he got his Ph. D. in Spanish at the University of Arizona, with a major in 20th - 21st centuries Spanish American Literature, and two minors in 20th – 21st centuries Spanish Literature, and Hispanic Linguistics.

His researches have been related with the Postmodern Literature, the Spanish and Spanish American Literature, the literature in the cinema, the Hispanic Linguistics and the process of languages acquisition,. Their results have been presented at various international events and at various universities and associations in the United States. He is also author of the book Presencia de la episteme posmoderna en el discurso narrativo hispanoamericano de los umbrales del siglo XXI: Carlos Fuentes Macías, Mario Vargas Llosa y Leonardo Padura Fuentes, and some textbooks for the Spanish as second language teaching. Besides, he has published several articles with the results from his investigations. Furthermore, he has collaborated with publishing house like Arizona Journal of Hispanic Cultural Studies, John Wiley and Sons, Inc.; Hispania a Journal of AATSP; La gota de agua, Philadelphia, PA. and the journal Mexican Studies/Estudios Mexicanos of The University of California Institute for Mexico and the United States, and the Universidad Nacional Autonoma de Mexico’

His current research focuses on postmodern Spanish American Literature about narrators as Zoé Valdés, Carlos Fuentes, Mario Vargas Llosa and Leonardo Padura. He expects to fulfill soon some books called Lezama recipe book, The Postmodern Narrative from Zoé Valdés and The postmodern narrative in Cuba. A reality: Leonardo Padura.
Click here to visit www.CubaCollectibles.com - The place to shop for Cuban memorabilia! Cuba: Art, Books, Collectibles, Comedy, Currency, Memorabilia, Municipalities, Music, Postcards, Publications, School Items, Stamps, Videos and More!

Gaspar, El Lugareño Headline Animator

Click here to visit www.CubaCollectibles.com - The place to shop for Cuban memorabilia! Cuba: Art, Books, Collectibles, Comedy, Currency, Memorabilia, Municipalities, Music, Postcards, Publications, School Items, Stamps, Videos and More!