Thursday, January 9, 2020
(Venezuela) Obispos Católicos: "Como lo hemos manifestado en diversas oportunidades, la única institución política y de poder público que goza de legitimidad es la Asamblea Nacional elegida por el pueblo venezolano en el año 2015"
Comunicado de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana
El pasado 5 de enero tuvo lugar en Caracas un hecho bochornoso que, además de romper la serenidad del tiempo navideño, ha vuelto a sembrar en el ánimo de los venezolanos motivos para la desesperanza y un mayor sentido de indefensión. También este martes 7 el pueblo venezolano fue testigo de un nuevo abuso de poder, cuando órganos militares, conjuntamente con grupos civiles afectos al gobierno, trataron de impedir la entrada de los diputados legítimamente elegidos por el pueblo a los recintos de la Asamblea Nacional para cumplir con su trabajo legislativo, lo que implica un secuestro más de una institución democrática.
Ante estos hechos, movidos por nuestra tarea de pastores, servidores del pueblo al que nos honra pertenecer, señalamos lo siguiente:
1. Se trata de una nueva manifestación de la ideología totalitaria de quienes detentan el poder político. Han promovido y amparado el desconocimiento de la autonomía de la legítima Asamblea Nacional; y, a la vez, pretenden reconocer una directiva elegida írritamente contra toda legalidad constitucional.
2. Es lamentable que un grupo de parlamentarios de oposición se haya prestado para ello. No conocemos los intereses ocultos que pueda haber detrás de sus acciones. Se trata de un duro golpe a la institucionalidad del Estado. Hoy todo se dirige al poder, a posesionarse, a cubrir espacios y no a generar procesos en bien de la sociedad.
3. Preocupa enormemente que algunos miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, rompiendo lo estipulado en las normas vigentes, hayan actuado con signos de violencia en contra de algunos diputados.
Elevamos nuestra voz para decirles a todos sus miembros: ¡En el nombre de Dios pónganse del lado verdadero de la Constitución y del pueblo al que pertenecen y juraron defender!
4. Rechazamos lo ocurrido; y, como ciudadanos venezolanos que prestamos nuestro servicio pastoral al pueblo, exigimos se respete la legitimidad de la Asamblea Nacional. Como lo hemos manifestado en diversas oportunidades, la única institución política y de poder público que goza de legitimidad es la Asamblea Nacional elegida por el pueblo venezolano en el año 2015. Es ella, la que aplicando lo estipulado en su normativa y procedimientos legales, elige su Directiva y a los miembros de sus comisiones. Por los eventos ocurridos, en esta oportunidad tuvo que elegir a su Directiva legítima fuera del Hemiciclo del Palacio Legislativo.
6. Como Pastores al servicio de todos los venezolanos pedimos que se actúe mirando el bien común del pueblo, golpeado por una profunda crisis que manifiesta el menosprecio a su dignidad, espetando a la vez la Constitución y sus principios democráticos. Asimismo pedimos a quienes han sido protagonistas de los bochornosos hechos que atropellan la convivencia y paz ciudadanas, que rectifiquen y se dejen guiar por los principios éticos y su recta conciencia.
Con nuestra bendición y oración por Venezuela.
En Caracas 8 de enero 2020.
Presidente de la CEV, Arzobispo de Maracaibo José Luis Azuaje Ayala.
1° Vicepresidente de la CEV, Obispo de San Cristóbal Mario Moronta Rodríguez.
2° Vicepresidente de la CEV, Obispo de La Guaira Raúl Biord Castillo.
Secretario General de la CEV, Obispo Auxiliar de Caracas José Trinidad Fernández Angulo.
Wednesday, January 8, 2020
Hemingway y la noche (por Carlos A. Peón-Casas)
Es innegable que en el Hemingway narrador hay una cierta fascinación con el signo de la noche de cariz no muy positivo, diría más bien una fobia mal curada por lo que entendemos fueron desencuentros primarios: su oscuridad y su misterio.
Una mirada muy sucinta a su obra narrativa, en particular a algunas de sus narraciones cortas, aunque igual a su obra de más peso de signo novelístico, nos descubre ese inevitable affaire, donde lo que en buena psicología se define como “terror nocturno”, emerge una y otra vez en los afanes creativos del escritor.
Tan temprano como en su narración Campamento Indio que data del año 1924, uno de los textos alusivos al personaje de Nick Adams, su clarísimo alter ego, Hemingway vuelve a recrear la anécdota que pudo ser de su niñez cuando acompañara a su padre médico en excursiones nocturnas de caza y pesca, y de paso aquel, atendía a llamadas de urgencias en medio de la noche.
El relato de marras, ilustra una de aquellas emergencias en un cercano campamento al lago Walloon, donde el doctor Adams (ahora el personaje ficcionalizado del Dr. Hemingway), debía practicar una cesárea a una joven madre india, y que termina con el subrepticio suicidio del marido de aquella, y futuro padre, que no soporta los gritos de ella durante la intervención.
Pero la historia, según nos lo relata Baker, tenía otro comienzo, un pasaje preliminar, que Hemingway decidió sesgar del que conocemos, donde un Nick todavía niño, temeroso de la oscuridad, dispara su rifle para atraer la atención de sus mayores, afanados en la pesca en el cercano lago. Al regreso de los adultos el muchacho inventa un relato fantástico de un extraño animal, una mezcla de lobo y zorro que lo acosaba desde el exterior de su tienda.
El motivo para la omisión del pasaje sigue siendo un enigma. Las explicaciones que se manejan hablan a favor del acortamiento del cuento para publicarlo en transatlantic, la revista de Ford. O podría tratarse de su nueva teoría de que algo que se omite, puede aun seguir influyendo sobre el lector como si estuviese. Podría haber decidido que los aspectos cómicos del relato del pequeño niño, suavizaba los embates de violencia en el climax doble de la historia sobre el nacimiento y la muerte. Finalmente, su decisión para la omisión se debería a que claramente era indicativo de un sentimiento de cobardía en Nick Adams, a quien planeaba desarrollar como un héroe de pelo en pecho(1)
Otro relato con unas coordenadas muy similares es “Now I Lay Me”, perteneciente a su colección Men Without Women, también con Nick Adams como protagonista, y rememorando las propias experiencias del autor en sus días en el frente italiano, y con flash backs a su infancia y sus padres en Oak Park.
El relato es la recreación de un Nick Adams insomne, la clara consecuencia de lo que hoy llamaríamos un síndrome de stress post traumático, luego de ser alcanzado, como Hemingway por el fuego de los morteros, en una trinchera italiana, en Fossalta. El hecho nunca fue olvidado por Hemingway:
Me sentí muerto entonces. Sentí mi alma o algo semejante como si saliera de mi cuerpo, como si sacara un pañuelo de seda de un bolsillo, tomándolo por una de las puntas. Se movía a mi alrededor y luego regresaba penetrando nuevamente en mí, y ya no estaba muerto…(2)
El personaje de Nick, igual que Hemingway no puede dormir de noche. Teme que al hacerlo el alma escape de su cuerpo.
Aquella noche yacía en el suelo de la habitación y oía a los gusanos de seda mientras comían…Yo no quería dormir pues había vivido con el temor de que, si cerraba mis ojos en la oscuridad y me dejaba ir, mi alma se saldría de mi cuerpo. Había sentido aquello desde que fui herido en la noche, y sentí algo salía de mí y luego regresaba(…)(3)
Para evitarlo, el insomne Nick, pasa sus noches en vela, recreando en su imaginación, interminables sesiones de pesca en los más variopintos torrentes de truchas que hubo de frecuentar desde su niñez.
Algunas veces puedo pescar en cuatro o cinco sitios diferentes durante toda la noche; comenzando tan cerca como pueda de su fuente original, y siguiendo su corriente. Cuando lo he hecho muy rápido, y no pasa el tiempo, vuelvo a comenzar desde el principio, justo donde desagua en el lago y subiendo contracorriente(4)
Otras veces, cuando “la pesca no le es posible”, reza:
una y otra vez y trato de rezar por todas las personas que he conocido en mi vida. Eso me toma un gran espacio de tiempo, pues si uno trata de recordar a toda la gente conocida (…) puedes recordar a una gran cantidad de gente. Y si rezas por todos ellos, dedicándoles un Ave María y un Padrenuestro a cada uno, esto te ocupa mucho tiempo, y finalmente puede que ya amanezca, y entonces te puedes dormir, si estuvieras en un sitio donde pudieras dormir de día(5)
Una derivación poco aireada de este relato, A Way You’ll Never Be, terminada en La Habana, en 1932, tiene otra vez a Nick por personaje. Para Baker resulta como:
una secuela-pesadilla del mismo. Hemingway luego explicó que el enigmático título aludía al calor de la Habana, que le recordaba aquel verano de Piave en 1918(6)
El joven soldado busca curarse en salud, regresando al sitio donde fuera herido, Hemingway ya lo habría hecho en 1922. En ese minuto el escenario guerrero estaba completamente difuminado. Hemingway concluiría afirmando que:
No había más que decir (…) Perseguir el ayer, es inútil, y si tienes que probarlo, regresa a tu antiguo frente(7)
La historia hurga otra vez en las derivaciones oníricas de Nick, esta vez en un claustrofóbico refugio en las mismas proximidades del sitio donde fuera herido:
(…) Algunas veces su novia estaba allí, y otras estaba con otro, y no lo podía entender., pero esas fueron las noches en que el río corría con mucha más calma y volumen del que debiera, y afuera de Fossalta había una casa baja de color amarillo (…) Esa casa significaba más que todo, y cada noche estaba allí, rodeada de sauces y un establo bajo, y había un canal, había estado allí mil veces, pero no lo había visto. Pero allí estaba tan plano como la colina, sólo esto lo atemorizaba (…) Ahora había regresado al río, había atravesado el mismo pueblo, y no estaba la casa. Tampoco estaba el río de ese modo. Entonces a dónde iba cada noche, y cuál era el peligro, y por qué despertaba empapado en sudor, y más atemorizado que cuando estuvo en un bombardeo, ¿debido a una casa, a un establo y a un canal? (…)(8)
El saldo de aquella experiencia, inevitablemente va a gravitar en otros minutos creativos hemingwayanos. Tal es el caso de su narración “Un Lugar Limpio y Bien Iluminado” que ve la luz en Scribner’s Magazine en 1933.
Pero esta vez, el hálito autobiográfico, al decir de Baker, subyace en esas alusiones “al lado no visible del mundo espiritual de Hemingway, esa pesadilla de la nada que lo acosa ocasionalmente.(9)
Esa misma nada que atenaza el alma, y que preside el discurso del personaje mas singular del relato, un camarero viejo, que busca retrasar la hora de cierre, marcado otra vez, como el ya aludido Nick Adams, por esa necesidad inevitable de “más luz” en un lugar ya suficientemente iluminado.
Hemingway pone en su boca un soliloquio altamente revelador de esa circunstancia que preside su realidad existencial, dice el viejo:
¿Es la luz, por supuesto, pero es necesario que el lugar sea limpio y agradable (…) Qué temía? No era miedo ni temor. Era una nada que el conocía muy bien. Era todo una nada y el hombre era nada también. Era sólo eso y la luz era todo lo que necesitaba y una cierta limpieza y orden.
Y esa claridad es, a no dudarlo, un leit motiv cuya recurrencia resuelve el dilema de la oscuridad, como marca del vacío y el no ser que agota y desnaturaliza, que extingue las esencias y las certezas de la existencia en sí y para sí.
Esa luz que se vuelve reparo esperanzador, y que hace la diferencia para el personaje a la hora de volver sobre sí mismo, a la soledad permanente de su cubil de insomne impenitencia, a esperar que amanezca:
Yacería en su cama, y finalmente, con las primeras luces del día, se dormiría. Después de todo, se dijo a sí mismo, es probable que sea solo insomnio. Muchos lo deben padecer(11).
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- Ernest Hemingway. A Life Story. Carlos Baker. Charles Scribner’s Sons. NY, 1969. p.127
- En Hemingway: Mi Casa de Cuba. Emma Pérez. Bohemia. 10 de abril de 1960.p.35
- Now I Lay Me. The Complete Short Stories of Ernest Hemingway. Scribner Paperback Edition. NY, 1998 p.277
- Ibíd.
- Ibíd.
- Ernest Hemingway. A Life Story, Op.cit, p.228
- Ernest Hemingway. A Life Story, Op.cit, p.94
- Now I Lay Me. The Complete Short Stories of Ernest Hemingway Op Cit. pp.310-11
- Ernest Hemingway. A Life Story, Op.cit, p.238
- A Clean, Well-Lighted Place. The Complete Short Stories of Ernest Hemingway. Op. Cit. p.291
- Ibíd.
Me besó en sueños un ángel (un poema de Miguel de Unamuno)
Me besó en sueños un ángel
en la boca; al despertar
gusto de azul en los labios
de gloria en el paladar.
Hecha corazón la lengua
se puso sola a cantar;
las palabras son latidos,
son las olas de la mar.
La lengua nos da lenguaje
que el corazón no nos da;
el lenguaje nos da nombre,
el nombre da eternidad.
Una palabra es un ángel,
mensajero de verdad,
de la verdad que se sueña,
la verdad original.
Arzobispo de Camagüey celebrando el triunfo en el estadio agramontino
El arzobispo de Camagüey, Mons. Wilfredo Pino, el P. Rolando Montes de Oca y un grupo de seminaristas, asistieron al partido celebrado el 7 de enero de 2020 en el estadio de béisbol Cándido Gónzalez, entre Camagüey e Industriales.
Los agramontinos lograron la victoria 3 a 2, y con ella su clasificación para jugar la final de la 59ª Serie Nacional de Béisbol.
Camagüey no ha jugado una final del campeonato nacional cubano desde la serie número 30 en el año 1991, en la que culminó como subcampeón. Ese torneo lo sostuvo contra Henequeneros de Matanzas.
En el año 1977, Camagüey se coronó campeón de la XV serie nacional isleña. El equipo ese año fue apodado popularmente como "Los Incapturables".
(Joaquín Estrada-Montalván, con información del facebook de Vida Cristiana y Prensa Latina. Foto Diova Ortiz)
Camagüey no ha jugado una final del campeonato nacional cubano desde la serie número 30 en el año 1991, en la que culminó como subcampeón. Ese torneo lo sostuvo contra Henequeneros de Matanzas.
En el año 1977, Camagüey se coronó campeón de la XV serie nacional isleña. El equipo ese año fue apodado popularmente como "Los Incapturables".
(Joaquín Estrada-Montalván, con información del facebook de Vida Cristiana y Prensa Latina. Foto Diova Ortiz)
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Tuesday, January 7, 2020
Notas al margen: El (Im)Pudor de Santiago Roncagliolo (por Waldo González López)
«El primer fantasma apareció el día en que murió la abuela, en el hospital.» Así comienza Pudor, la estupenda novela de Santiago Rafael Roncagliolo Lohmann (Lima, 1975) para continuar con su trama singular que atrapa al lector.
Cierto, porque el destacado narrador peruano narra —con la mágica fruición que en la noche del tiempo revelaron los primeros hombres al grupo en torno a la hoguera— esta historia que seducirá al lector desde la primera línea que anoto arriba.
El aún joven novelista aborda, con lenguaje y estilo particulares, la intimidad, los deseos y los miedos ocultos que no confesamos ni a nuestros familiares, pues son los secretos que protegemos del posible daño de quienes nos envidian.
De tal suerte, sus personajes conforman una insólita y, a un tiempo, real galería: un hombre que va a morir, una mujer que recibe anónimos pornográficos, un niño que ve cadáveres, un gato que quiere sexo: en fin, una suerte de curiosa pinacoteca que, si en principio resulta extraña, luego deviene convincente por el ¿realismo? constatable en la existencia siempre provista de insondables misterios.
Como en muchas familias, todas sus criaturas conviven bajo el mismo techo; mas, alejadas, incomunicadas, definitivamente solas, justo porque cada una sobrevive en su cueva, tales los hombres de la Edad de Piedra, cuando no existía el lenguaje y los humanos no eran tales del todo aun, apenas homínidos.
A veces ésta se nos antoja una historia muy triste y sórdida y, en otros instantes, nos refocilamos con el humor de Roncagliolo, otra virtud suya, también atendible en Memorias de una Dama (cuya lectura tanto disfruté meses atrás), como en sus cuentos y novelas merecedores de lauros.
Sobre Pudor, confesaría Roncagliolo: «Quería contar una historia sobre una familia, ese grupo de individuos que no podemos elegir y que esconde secretos, verdades y mentiras. Verdades que a veces no se cuentan para no hacer daño. Sabemos que eso ocurre y se acepta para evitar el aislamiento. Esta novela es un compendio de amor, suspense, soledad, tristeza y, por qué no, risa, porque de todo ello está formada la vida. Es una novela sobre la realidad», afirmó igualmente y añadiría que le interesaba ahondar en la parte más recóndita del ser humano y deseaba adentrarse en el significado del término pudor a través de una historia. «Por un lado, el pudor nos impide comunicarnos y nos lleva a la soledad y, por otro, esconde nuestros deseos más inconfesables y tiene que ver con el sexo».
El también dramaturgo, guionista, traductor y periodista, escribió su primera pieza teatral Tus amigos nunca te harían daño, representada en numerosos países.
Suele escribir, como aquí, sobre los miedos, tema recurrente en su narrativa que muestra asimismo en su trilogía de novelas sin ficción sobre el siglo XX latinoamericano.
En 2006, su novela Abril rojo fue merecedora del Premio Alfaguara. Solo tres años más tarde su valiosa novela Memorias de una dama (2009) sería censurada porque una de protagonistas: Diana Medetti, relataría vivencias de un personaje real: Nelia Barletta de Cates, integrante de una las familias más poderosas de ese país. Por esta causa, «El libro se distribuyó solo en tres países sin publicidad ni giras», tal señalara el narrador a partir de la información entregada por la editorial. No obstante, en 2010 sería elegido, por la revista británica Granta, como uno de los 22 mejores escritores en español menores de 35 años, junto con el también peruano Carlos Yushimito.
Su siguiente novela, El amante uruguayo (2012), aborda la figura del escritor Enrique Amorim («gran mistificador —millonario y comunista, homosexual y casado»—, dice de él Roncagliolo), y su relación con García Lorca, sobre la que el peruano insinuaría que Amorim había enterrado los restos del poeta granadino detrás del monumento que le inauguró en la ciudad de Salto, en 1953.
En 2013 publica su novela Óscar y las mujeres, primero en formato digital en nueve entregas (como los folletines que publicara Alejandro Dumas, creador de este subgénero literario en la Francia del XIX) y después en papel.
En 2014 daría a la imprenta La Pena Máxima, una nueva aventura del fiscal Félix Chacaltana, protagonista de Abril Rojo, con el fondo del mundial de fútbol del 78 y la dictadura argentina.
La noche de los alfileres, su última novela hasta la fecha, aparecería en 2016, y es un thriller ambientado en la Lima de los ‘90s.
También guionista de telenovelas, periodista de investigación y asesor político, Roncagliolo colabora con el diario español El País y otros periódicos iberoamericanos. Estudió Lingüistica y Literatura en Lima. Reside en Barcelona desde el 2000.
La Casa Embrujada, cuento de terror.
Tus amigos nunca te harían daño, teatro, 1999
Rugor, el dragón enamorado, cuento para niños, Alfaguara, 1999
La guerra de Mostark, cuento para niños, Santillana, 2000
El príncipe de los caimanes, novela, Ediciones del Bronce, Barcelona, 2002
Crecer es un oficio triste, cuentos, El Cobre Ediciones, Barcelona, 2003
El arte nazi, ensayo, 2004
Pudor, novela, Alfaguara, 2004
Matías y los imposibles, Siruela, 2006
Abril rojo, novela, Alfaguara, 2006
Jet Lag, Alfaguara, 2007
La cuarta espada. La historia de Abimael Guzmán y Sendero Luminoso, Debate, 2007
Memorias de una dama, novela, Alfaguara, 2009
Tan cerca de la vida, novela, Alfaguara, 2010
El amante uruguayo. Una historia real, Alcalá, 2012
Mi primera vez, cuentos, Debate, 2012
Óscar y las mujeres, novela, Alfaguara, 2013
El gran escape, Ediciones SM, 2013
La pena máxima, novela, Alfaguara, 2014
La noche de los alfileres, novela, Alfaguara, 2016
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Waldo González López (Las Tunas, Cuba, 1946) Poeta, ensayista crítico teatral y literario, periodista cultural. Graduado en la Escuela Nacional de Teatro (ENAT) y Licenciado en Literatura Hispanoamericana (Universidad de La Habana). Autor de 20 poemarios, 6 libros de ensayo y crítica literaria, varias antologías de poesía y teatro. Desde su arribo a Miami (2011), ha sido ponente y jurado en eventos teatrales y literarios internacionales. Merecedor de 3er. Premio de Poesía en el X Concurso “Lincoln-Martí” 2012. Colaborador de las webs: teatroenmiami.com (Miami) y Encuentro de la Cultura Cubana (España), Boletín de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (New York), y los blogs OtroLunes (Alemania), Palabra Abierta (California), Gaspar. El Lugareño, y el diario digital El Correo de Cuba (ambos en Miami)
Guanabacoa: crónica de mi familia (documental de Sara Gómez. Cuba 1966)
ICAIC. Doc. / 1966 / 35 mm. / B/N / 13 min.
Dirección: Sara Gómez
Guion: Sara Gómez
Fotografía: José Tabío Palma y Eladio Luis Marzoa
Edición: Pastor Vega Torres
Música Original: Fabio Landa
Monday, January 6, 2020
Sunday, January 5, 2020
En la otra Isla (un documental de Sara Gómez. Cuba 1968)
En la otra isla
Un documental de Sara Gómez
ICAIC, 1968. 41 min.
Edición: Dulce María Villalón
Sonido: Germinal Hernández
Música Original: Tomás González Pérez
Dirección de Fotografía: Luis García
Producción General: José Pascau
Saturday, January 4, 2020
La Beneficiencia en Camagüey (por el Dr. Luis Adam Inspector Provincial de Sanidad. 1905)
La Beneficiencia en Camagüey.
Texto tomado de la Memoria Oficial de la Cuarta Conferencia
de Beneficencia y Corrección de la Isla de Cuba.
Celebrada en Camagüey del 22 al 24 de abril de 1905.
de Beneficencia y Corrección de la Isla de Cuba.
Celebrada en Camagüey del 22 al 24 de abril de 1905.
por el Dr. Luis Adam
Inspector Provincial de Sanidad
Señoras y Señores:
Al tener la honra de dirigirme á los formantes de la Cuarta Conferencia, permítaseme expresar, siquiera de manera débil, la viva satisfacción que satura mi espíritu por haberse confirmado que no sufrí extravío, cuando en la poética Matanzas solicité fuese el viejo Camagüey la ciudad destinada á recibir los distinguidos huéspedes que la ilustran y que han contribuído poderosamente á que resulten efectivos los esfuerzos en pró de las Conferencias, dichosamente arraigadas en nuestra República.
Me impuse un deber que no por expontáneo es menos imperioso; la redacción de este informe, en el que, á grandes rasgos, haré compendioso historial de la Beneficencia principeña, y comienzo manifestando que cuando el Estado no puede llenar en toda la amplitud debida la misión educadora y tutelar que le incumbe, adquieren los particulares las responsabilidades y la gloria de iniciativa y consecución de las nobles empresas de socorrer y corregir á los que se hallan en trance de inferioridad.
En reducida esfera, con limitados horizontes, pero á la postre con finalidad útil, se han ido implantando aquí obras benéficas de carácter privado, de positiva importancia, desde hace cerca de dos siglos, desde principios del XVIII. Lo que tenemos en instituciones de caridad, tuvo origen en mandas piadosas, que fueron consagradas en períodos difíciles por un ilustre fraile de quien he de ocuparme en este trabajo, rindiendo á su memoria el tributo á que le hace acreedor su altísima significación moral.
Nuestra nacionalidad de origen latino, aun en la infancia, carece del vigoroso espíritu de asociación tan fecundo en estados de organización distinta al nuestro; de pueblos que tienen, no obstante la sociabilidad, perfectamente definido y diferenciado el individualismo, y que por una feliz ponderación de aptitudes han subido mucho sobre el nivel que ocupan los de nuestra estructura, digo pues, que los pueblos de nuestro origen no abundan en instituciones profusamente dotadas, sin que la caridad fragmentaria si se me permite suple no pocas veces la insuficiencia de instituciones oficiales sistematizadas.
Camagüey, desde la época de su fundación, primer cuarto del siglo XVI, hasta los primeros años del siglo XVIII, no tuvo cosa alguna que remotamente fuese hospital ó asilo, con carácter de permanencia, de estabilidad. Hasta el año 1728 no comenzó lo que puede llamarse beneficencia pública aquí; en ese año se funda el primer hospital principeño.
A la munificencia de Don Gaspar Alonso de Betancourt se debe la fundación de un hospital destinado á recibir varones enfermos, pobres de solemnidad. La fábrica, terminada muy mediado el siglo XVIII, comprende extensa manzana, con el hospital, iglesia de bastante amplitud y hermosa huerta-jardín. El Asilo con capacidad para recibir más de setenta enfermos, sólo contenía, de ordinario, unos cuarenta y cinco pacientes. El capital de la fundación, antes de 1895, era de $52,479-00. El servicio facultativo era desempeñado por un Médico cirujano y un practicante, auxiliados por dos enfermeros.
Desde la fundación hasta 1839, le administraron frailes de la comunidad de San Juan de Dios, y en esa fecha, decretada la exclaustración, fué dirigido éste, y los otros hospitales, por Juntas de patronos, que se mantuvieron 49 años, término en que, por Real Decreto, se crearon las Juntas gestoras, que cesaron con la intervención norte-americana.
La parquedad de recursos y la característica rutinaria del sistema colonial, determinaban un estado de inferioridad en lo que respecta á elementos de higiene y confortabilidad, no así en lo que se refiere á pericia facultativa, ni á interés y dedicación por los enfermos.
En el cariñoso cuidado de los desheredados de la fortuna, se señaló con vigoroso relieve un hermano lego de la extinguida Orden de San Juan de Dios, el bondadoso José Olallo Valdés, quien con abnegación sin límites, se consagró á la cariñosa y paternal asistencia de los pobres hospitalizados, y de los miserables que de fuera acudían á recibir sus poco técnicos, pero tiernísimos cuida dos. La dedicación del lego Olallo Valdés, del generoso hermano de los enfermos pobres, fué tan agradecida, que al ocurrir su fallecimiento, 7 de mayo de 1899, produjo intenso dolor en esta sociedad, motivador de que se rindiera al cadáver del humilde religioso, homenaje popular de proporciones extraordinarias.
Con pocos recursos continuó vida lánguida el hospital de San Juan de Dios, empeorada durante la lucha última de emancipación, y así llegó al año de 1900, fecha de su clausura.
HOSPITAL DEL CARMEN
Primer Nosocomio de mujeres. Una dama de antigua familia principeña, Doña Eusebia Ciriaca de Varona, estableció en una casa de su propiedad, á sus expensas, un Asilo con solo diez y seis camas para que en él recibiesen albergue y asistencia médica mujeres pobres enfermas. Así, en pequeño, continuó la casa-hospital desde el año 1735 á 1808, época en que por el aumento de población se hizo necesario dar amplitud á las instituciones de caridad. La sucesión de Doña Rufina Hidalgo, siguiendo la generosa tradición de la familia, cedió extensos solares que le pertenecían, en la barriada del Carmen, para que en ellos se construyera un edificio de grandes dimensiones, mejor higienizable que el anterior, y al que fueran trasladados los enfermos que estaban en el fundado por la señora Varona.
En 1819 comenzó á adquirir extraordinaria importancia el Asilo benéfico, con la ingerencia del que llegó á ser el alma mater de la empresa, el Padre Valencia, quien tomando la vigorosa iniciativa que asumía en todo lo bueno, se propuso el ensanche y hermoseamiento del edificio, no contando con otros recursos que con los de su palabra en la cátedra sagrada, en la vía pública y en los hogares. En todos los lugares excitaba los sentimientos, movía el corazón del vecindario, que á manos llenas respondían al llamamiento del piadoso franciscano. Ese edificio del Carmen, concluído en 1835, es una de las contadas edificaciones que contribuyen á la menguada ornamentación de esta vetusta ciudad.
Cuatro grandes salas del Hospital tenían capacidad para más de ochenta enfermas, pero el promedio de asistencia ha sido, en los últimos años, de sesenta. El servicio médico, análogo al de San Juan de Dios; el capital de la institución, antes de 1895, era de $ 107,334-00.
En este hospital se recibían las presas que enfermaban en la cárcel pública, y durante las dos guerras de emancipación, á las señoras que el Gobierno colonial confinaba allí por desafectas á la dominación secular.
LEPROSERIA DE "SAN LAZARO"
Desde fines del siglo XVII, sin que pueda precisarse el año, por ser escasos los documentos de esa época, existían á kilómetro y medio de la ciudad, dirección Sudoeste, dos casas de guano, Hato Arriba y Hato Viejo, para albergue, sin asistencia regularizada, de leprosos blancos y negros respectivamente. El año 1735 concedió el Arzobispo de Santiago de Cuba, Sr. Laza de la Vega, autorización para que se edificara una ermita bajo la advocación de San Lázaro, pero ésta y el Hospitalillo no fueron terminadas hasta el año de 1746. Carecíase de fondos para sostener los enfermos, y ese estado de penuria determinó al Cabildo de la ciudad para salir procesionalmente, y recojer fondos para atender los perentorios servicios de la miserable leprosería. Seguíase allí vida que casi era muerte, hasta que llega el año de 1814 del pasado siglo, apareciendo la providencia de los que su frían, el Padre Valencia.
Las maravillosas energías de que estaba dotado, la efusividad de su alma, las puso al servicio de la empresa, casi sobrehumana, de levantar un gran Hospital, emplazándolo en el mismo sitio que ocupaba la antigua leprosería de caña y guano. La obra emprendida en el año 1814, suspendida en 1815 y continuada en 1816, terminó en 1819. Realizábase con fondos obtenidos de cuestación, con limosnas del vecindario, que entregaba cuanto era necesario.
Así fué erigido el hermoso y vasto edificio, construído á un kilómetro del puente del Tínima: "construcción airosa, elegante, que ostenta en la fechada principal esbelta galería de arcos y columnas de orden dórico, de bellísima perspectiva." Una gran puerta comunica esa galería con el interior de la fábrica, en el que las antiguas celdas han sido sustituídas por espaciosas salas. Dentro, á la izquierda de lo edificado, está el templo consagrado á San Lázaro, iglesia de buen gusto arquitectónico. Un extenso y frondoso jardín interior, antes con árboles frutales, y otro exterior, profusamente sembrados de arbustos y matas de olorosas flores, con fuentes surtidoras de agua, en el centro, contribuyen á darle tono apacible y poética amenidad al Asilo, obra de la dedicación de aquél justo de conmovedora y viva recordación en esta ciudad.
Para aumentar los ingresos y sostener decorosamente á los asilados, por iniciativa del fundador, se construyeron, en los terrenos próximos, grandes corrales, para recibir, mediante módica retribución, piaras de ganado vacuno y caballar, que eran vendidos para occidente. También poseía San Lázaro un gran tejar en que se elaboraba material para la fábrica de la casa y para la venta pública. Organizó el Padre Espí una junta de gobierno, que llevó admirablemente la gestión del Hospital hasta 1838, en que muerto el fundador, se debilitó el espíritu de asociación.
El amor á sus semejantes, que siempre caldeó el corazón del Padre Valencia, hizo que sus grandes empresas no quedaran solo para los habitantes de Camagüey, sino que necesitaba dilatarlo convenientemente, y así, fijándose en los peregrinos carentes de recursos que cruzaban en dirección al Santuario del Cobre, construyó una hospedería á ellos destinada. Esta obra, concluida en 1834, la costeó el comerciante español D. Esteban Riverol. Los fondos de "San Lázaro," en estos ixltimos años, fueron de $ 37,450.
Poco tiempo después de la muerte del insigne fraile, las Juntas de gobierno, carentes de la ternura de sentimientos del primero, dejaron que los dementes, que estaban hospitalizados con los leprosos, fuesen tratados con la dureza típica de la época anterior al Dr. Pinel y á Mr. Howard. Algunas celdas de locos, verdaderas ergástulas, tenían potros y cadenas de tortura y sujeción cruel. No pocas veces el tratamiento de los locos, las consideraciones á las dementes, pendían del temperamento, de la educación, de las cualidades morales de administradores y personal subalterno del establecimiento.
DILAPIDACION DE UN LEGADO
La señora doña Josefa Betancourt, viuda de Recio, hizo edificar á sus expensas el Asilo "San Juan Nepomuceno," destinado á recibir huérfanas indigentes y á las irresponsables de extravíos de aquéllos que le hubieran dado el ser, institución análoga á los Asilos de Beneficencia de otras poblaciones. Para sostenimiento del Asilo, consagró la donante un capital de $ 237,000 en efectivo, joyas é inmuebles.
Años antes de morir, como disposición testamentaria, hizo se formase un consejo trino de albaceas para custodia y manejo del capital, y esos señores procedieron de manera tan censurable en su gestión, que aquí, empleando extrema generosidad, diré que fueron muy infortunados en la conservación de la fortuna agena. Con los inmuebles se hizo lo que no puede decirse: tras pasos de dominio, litigios inexplicables; con el numerario, lo inconcebible: sufrió reducciones y mermas rayanas en la evaporación. Las fincas resultaron digeridas con el poderoso auxilio de Letrados, Procuradores y papel sellado; el efectivo, 3,333 onzas de oro, experimentó lenta y continua desaparición. No pocas onzas cruzaron el Atlántico en compañía de quien las guardaba... el resto desapareció, y así se explica el deplorable estado económico del Asilo magníficamente dotado por la señora Betancourt, viuda de Recio, que hoy sostiene escaso número de asiladas con limosnas del vecindario, y algún mezquino auxilio del Estado.
He procurado difuminar el cuadro, no señalar personas, vivas unas y muertas otras, que se han visto mezcladas en este turbio asunto. La índole de este trabajo y el momento de su lectura me imponen reserva y discreción tan grandes, como la cuantía del capital dilapidado. Saco á plaza el legado de la señora Betancourt, porque esa manda ha dejado en esta sociedad amargura y desaliento; hágolo, por estimar necesario la aplicación á la úlcera el cauterio de la publicidad.
He procurado difuminar el cuadro, no señalar personas, vivas unas y muertas otras, que se han visto mezcladas en este turbio asunto. La índole de este trabajo y el momento de su lectura me imponen reserva y discreción tan grandes, como la cuantía del capital dilapidado. Saco á plaza el legado de la señora Betancourt, porque esa manda ha dejado en esta sociedad amargura y desaliento; hágolo, por estimar necesario la aplicación á la úlcera el cauterio de la publicidad.
BENEFICENCIA DOMICILIARIA
En Camagüey se organizó, hace más de treinta años, la Sociedad Benéfica "Conferencias de Señoras y Caballeros de San Vicente de Paul", asociación que llegó á tener más de cien socios activos, y que prestó útiles servicios durante la guerra de los diez años. Dedicábase no sólo á repartir alimentos, ropa y medicina á los necesitados, sino que también distinguidos señores de la Conferencia instruían, facilitándoles libros y útiles de escritura, á párvulos y adultos menesterosos que lo solicitaban. En los años 1872 y 1873, con el objeto de arbitrar recursos con que aten der numerosas familias traídas por las tropas españolas del campo de la revolución, construyose un modesto teatrico, denominado de los pobres, administrado por una sección de la Conferencia, en el que trabajaron distinguidos aficionados líricos dramáticos. En la temporada de 1873 se obtuvieron buenos ingresos, distribuyéndolos en familias indigentes, en socorrer huérfanos, viudas, etcétera, pertenecientes no pocas á familias que antes del movi miento revolucionario de 1868, habían poseído bienes de fortuna.
La Conferencia fundó una escuela nocturna para los socorridos por la institución; en esa escuela daban clase visitadores de la misma, distinguiéndose los señores Agustín Betancourt, Pablo Guerra, Juan Izquierdo y otros más que realizaron labor ins tructiva y de moralización.
HOSPITAL GENERAL DE CAMAGÜEY
El edificio ocupado por el Hospital, fué construído por el Gobierno español, allá por el año de 1865. Dedicado primeramente á Cuartel de infantería, le destinaron á Hospital á poco de comenzar la guerra de los diez años, y así continuó, como hospital militar, en que se recibían lesionados en la campaña, pacientes de enfermedades infecciosas y enfermos de dolencias comunes, hasta la cesación de la soberanía española en Cuba.
El General Leonardo Wood, en visita que girara al Camagüey, determinó instalar aquí un gran Hospital y Escuela de enfermeras, utilizando para esos efectos el gran edificio que fuera antes Hospital Militar.
Para poner en condiciones de higiene y confortabilidad á esa gran fábrica, se invirtieron cantidades de importancia: en total la suma de $41,831-00 moneda americana. Para dirigir el establecimiento fué nombrado el Dr. J. M. Delgado; para instalar la Escuela de enfermeras, que por cierto ha superado con creces á lo que pudiera esperarse de ella, con ser mucho lo que vale la mujer en Camagüey, designaron como superintendente de Nurses á la inteligente y activa Mrs. Quintad.
El edificio Hospital situado en la parte Nordeste de la ciudad, la menos apropósito por la dirección de los vientos aliseos, afecta la forma de un cuadrilongo, con un cuerpo central de dos pisos, siendo el resto del edificio de una sola planta. Hoy están en condiciones de servicio siete salas, con un promedio de enfermos todo el establecimiento de 130. Una de las grandes reformas hechas, es la de cañerías para agua, distribuidas por toda la fábrica, de manera que en todo momento se tiene ese precioso líquido para todas las necesidades, traído de un pozo artesiano, gracias á una bomba potente.
Nuestro Hospital, montado á la moderna, con buena Sala de Operaciones, en la que se practican intervenciones quirúrgicas de importancia, con resultados muy satisfactorios, carece de una Sala de partos, necesidad sentida y reclamada, así como también de Sala ó pabellones para enfermedades infecciosas. Más de una ocasión se ha creado un verdadero conflicto por esta lamentable deficiencia. Recientemente se ha formulado un presupuesto para instalar una Sala destinada á la asistencia de tuberculosos.
También sería conveniente la instalación de un departamento que subsanase la carencia en esta ciudad de Casa de socorro y Dispensario de niños. La Casa de socorro es una necesidad imperiosa, dado que la ciudad es población de mucho radio de movimiento que se acrecienta, por ser un centro ferrocarrilero que cada día aumenta su esfera de acción.
Como demostración de la importancia del Hospital, diremos que el año último llegó el número de enfermos y heridos á la cifra de 1,600, y que el total de fallecidos da un tanto por ciento de mortalidad que no llega al cuatro por ciento.
La Conferencia fundó una escuela nocturna para los socorridos por la institución; en esa escuela daban clase visitadores de la misma, distinguiéndose los señores Agustín Betancourt, Pablo Guerra, Juan Izquierdo y otros más que realizaron labor ins tructiva y de moralización.
HOSPITAL GENERAL DE CAMAGÜEY
Foto correspondiente a los años 50
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El edificio ocupado por el Hospital, fué construído por el Gobierno español, allá por el año de 1865. Dedicado primeramente á Cuartel de infantería, le destinaron á Hospital á poco de comenzar la guerra de los diez años, y así continuó, como hospital militar, en que se recibían lesionados en la campaña, pacientes de enfermedades infecciosas y enfermos de dolencias comunes, hasta la cesación de la soberanía española en Cuba.
El General Leonardo Wood, en visita que girara al Camagüey, determinó instalar aquí un gran Hospital y Escuela de enfermeras, utilizando para esos efectos el gran edificio que fuera antes Hospital Militar.
Para poner en condiciones de higiene y confortabilidad á esa gran fábrica, se invirtieron cantidades de importancia: en total la suma de $41,831-00 moneda americana. Para dirigir el establecimiento fué nombrado el Dr. J. M. Delgado; para instalar la Escuela de enfermeras, que por cierto ha superado con creces á lo que pudiera esperarse de ella, con ser mucho lo que vale la mujer en Camagüey, designaron como superintendente de Nurses á la inteligente y activa Mrs. Quintad.
El edificio Hospital situado en la parte Nordeste de la ciudad, la menos apropósito por la dirección de los vientos aliseos, afecta la forma de un cuadrilongo, con un cuerpo central de dos pisos, siendo el resto del edificio de una sola planta. Hoy están en condiciones de servicio siete salas, con un promedio de enfermos todo el establecimiento de 130. Una de las grandes reformas hechas, es la de cañerías para agua, distribuidas por toda la fábrica, de manera que en todo momento se tiene ese precioso líquido para todas las necesidades, traído de un pozo artesiano, gracias á una bomba potente.
Nuestro Hospital, montado á la moderna, con buena Sala de Operaciones, en la que se practican intervenciones quirúrgicas de importancia, con resultados muy satisfactorios, carece de una Sala de partos, necesidad sentida y reclamada, así como también de Sala ó pabellones para enfermedades infecciosas. Más de una ocasión se ha creado un verdadero conflicto por esta lamentable deficiencia. Recientemente se ha formulado un presupuesto para instalar una Sala destinada á la asistencia de tuberculosos.
También sería conveniente la instalación de un departamento que subsanase la carencia en esta ciudad de Casa de socorro y Dispensario de niños. La Casa de socorro es una necesidad imperiosa, dado que la ciudad es población de mucho radio de movimiento que se acrecienta, por ser un centro ferrocarrilero que cada día aumenta su esfera de acción.
Como demostración de la importancia del Hospital, diremos que el año último llegó el número de enfermos y heridos á la cifra de 1,600, y que el total de fallecidos da un tanto por ciento de mortalidad que no llega al cuatro por ciento.
La Escuela de Enfermeras del Hospital de Camagüey, que comenzó con un total de 30 alumnas próximamente, tiene hoy unas 26. La enseñanza recibida por las enfermeras camagüeyanas, ha sido tan eficaz y aprovechada, que no pocas están al frente de servicios en importantes departamentos hospitalarios de esta ciudad, y otros de la República. Dos enfermeras jefes, las señoritas Barreras y Pujol, han obtenido premios extraordinarios por las relevantes cualidades demostradas. En varios exámenes de prueba de grados, he tenido oportunidad de apreciar los conocimientos de las alumnas de este Hospital.
La conducta y la moralidad de las enfermeras, son ejemplares; en el establecimiento en que me ocupo, sólo ha habido motivos para plácemes y felicitaciones. Actualmente es Superintendente de Nurses, la estimable enfermera graduada Mrs. Pearson.
PERSONAL FACULTATIVO
Al frente del establecimiento, como Director facultativo, está el Dr. Antonio Fernández Garrido, celoso, diligente, y muy dedicado á la institución; es primer Cirujano el laborioso é ilustrado Dr. Florentino García Roura: Médico de visita el estudioso Dr. Manuel Delmonte, é interno del Hospital el activo Dr. Angel Aguero.
La administración del establecimiento es buena; nótanse algunas deficiencias, esto es cierto, pero debe advertirse, como descargo, que de día en día se acentúa la parquedad del Estado en subvenir á las ineludibles necesidades de un hospital como el de Camagüey. En los tiempos en que era Gobernador General de Cuba el General Leonardo Wood, los recursos para el establecimiento eran de cuantía: no se ponía cortapisas al capítulo de gastos.
ASILO DEL PADRE VALENCIA
Como resultado de la fusión de los Hospitales "San Juan de Dios," "Cármen" y "San Lázaro," surgió un Asilo, para ancianos y crónicos incurables, instalado en el antiguo Hospital del "Cármen," y con esta misma denominación.
La conducta y la moralidad de las enfermeras, son ejemplares; en el establecimiento en que me ocupo, sólo ha habido motivos para plácemes y felicitaciones. Actualmente es Superintendente de Nurses, la estimable enfermera graduada Mrs. Pearson.
PERSONAL FACULTATIVO
Al frente del establecimiento, como Director facultativo, está el Dr. Antonio Fernández Garrido, celoso, diligente, y muy dedicado á la institución; es primer Cirujano el laborioso é ilustrado Dr. Florentino García Roura: Médico de visita el estudioso Dr. Manuel Delmonte, é interno del Hospital el activo Dr. Angel Aguero.
La administración del establecimiento es buena; nótanse algunas deficiencias, esto es cierto, pero debe advertirse, como descargo, que de día en día se acentúa la parquedad del Estado en subvenir á las ineludibles necesidades de un hospital como el de Camagüey. En los tiempos en que era Gobernador General de Cuba el General Leonardo Wood, los recursos para el establecimiento eran de cuantía: no se ponía cortapisas al capítulo de gastos.
ASILO DEL PADRE VALENCIA
Como resultado de la fusión de los Hospitales "San Juan de Dios," "Cármen" y "San Lázaro," surgió un Asilo, para ancianos y crónicos incurables, instalado en el antiguo Hospital del "Cármen," y con esta misma denominación.
El capital de los antiguos Hospitales, que llegó á la cifra de $197,000, quedó reducido á $124,000, por las pérdidas que sufrió la propiedad á que estaban afectos, porque muchos de ellos tenían imposiciones preferentes, y al rematarlos para obetener su cobro, no alcanzó el producto para el pago de lo que reconocían.
Como los recursos propios aun son escasos, el Estado cubre los deficit, por cantidades mensuales entregadas á la administración.
La primer Junta de Patronos del nuevo Asilo, la formaron los señores Francisco Moran, Roberto Luaces, Luis Vilardell, Faustino Caballero y Alcides Betancourt. Uno de los primeros acuerdos de la Junta, fué pedir á la Superioridad que se le diese al establecimiento benéfico el nombre de "Asilo del Padre Valencia," y así se logró en abril de 1902. Continuaban los asilados en el antiguo edificio del "Carmen", hasta la primavera de 1903, fecha en que se hizo el traslado al histórico "San Lázaro," después que la Junta de patronos, ya presidida por el Sr. Faustino Caballero, realizaba la difícil obra de reformarlo todo, reparando averías de consideración, porque durante la guerra de emancipación, alojadas tropas españolas en la antigua leprosería, hicieron destrozos dentro y fuera de la fábrica, dejándola en estado verdaderamente ruinoso.
Para realizar los trabajos, emprendidos bajo la constante inspección del Presidente de la Junta de Patronos, el Estado facilitó algunas cantidades con las que se han practicado trabajos que prueban el celo y la dedicación de los señores de la Junta.
Hoy, en el Asilo de crónicos y desvalidos, hay cuarto de baño, inodoros, agua en profusión, y se alumbra todo el edificio con aparatos de gas acetileno. Dado lo exiguo de las cantidades invertidas, sorprende la labor llevada á término en ese Establecimiento, uno de los mejor administrados de la República, como se evidenció durante debates habidos en la Conferencia de Matanzas, y en el que caben cien ó más personas; actualmente están internados unos 70, asistidos y alimentados perfectísimamente.
Grande es la diferencia entre el sombrío caserón que recluía dementes y leprosos hace cinco años, y el alegre, limpio y aseado Asilo á la moderna, que podrán contemplar los señores conferencistas en la próxima visita á la fundación en que yacen los restos de Fray de la Cruz Espí.
Como los recursos propios aun son escasos, el Estado cubre los deficit, por cantidades mensuales entregadas á la administración.
La primer Junta de Patronos del nuevo Asilo, la formaron los señores Francisco Moran, Roberto Luaces, Luis Vilardell, Faustino Caballero y Alcides Betancourt. Uno de los primeros acuerdos de la Junta, fué pedir á la Superioridad que se le diese al establecimiento benéfico el nombre de "Asilo del Padre Valencia," y así se logró en abril de 1902. Continuaban los asilados en el antiguo edificio del "Carmen", hasta la primavera de 1903, fecha en que se hizo el traslado al histórico "San Lázaro," después que la Junta de patronos, ya presidida por el Sr. Faustino Caballero, realizaba la difícil obra de reformarlo todo, reparando averías de consideración, porque durante la guerra de emancipación, alojadas tropas españolas en la antigua leprosería, hicieron destrozos dentro y fuera de la fábrica, dejándola en estado verdaderamente ruinoso.
Para realizar los trabajos, emprendidos bajo la constante inspección del Presidente de la Junta de Patronos, el Estado facilitó algunas cantidades con las que se han practicado trabajos que prueban el celo y la dedicación de los señores de la Junta.
Hoy, en el Asilo de crónicos y desvalidos, hay cuarto de baño, inodoros, agua en profusión, y se alumbra todo el edificio con aparatos de gas acetileno. Dado lo exiguo de las cantidades invertidas, sorprende la labor llevada á término en ese Establecimiento, uno de los mejor administrados de la República, como se evidenció durante debates habidos en la Conferencia de Matanzas, y en el que caben cien ó más personas; actualmente están internados unos 70, asistidos y alimentados perfectísimamente.
Grande es la diferencia entre el sombrío caserón que recluía dementes y leprosos hace cinco años, y el alegre, limpio y aseado Asilo á la moderna, que podrán contemplar los señores conferencistas en la próxima visita á la fundación en que yacen los restos de Fray de la Cruz Espí.
Poco tiempo después que cesara la soberanía española en Cuba, agostado el país, la gente trabajadora sin tener en qué ocuparse, con centenares de enfermos en las calles, una situación de miseria y dolor, que preocupó hondamente todos los espíritus. El Ayuntamiento, que comenzaba á recibir socorro del Estado, de terminó, mediado el mes de abril de 1889, crear un Dispensario para asistencia médica, domiciliaria y en consultas, facilitando gratuitamente las medicinas.
Esta organización estableció una Farmacia, dotada con $500 oro al mes para medicamentos, al frente de la que estuvo el farmacéutico Dr. Eduardo García Pulido. Cinco médicos, los Doctores Antonio Fernández Garrido, Miguel Ramírez, Esteban Morató, Octavio Freyre y Luis L. Adam, prestaban los servicios facultativos. Este Dispensario, por supresión de fondos al Ayuntamiento, se cerró en 30 de septiembre de 1900.
Hoy la asistencia médica municipal la tienen encomendada dos médicos, los Drs. Hernández y Martínez; y el suministro gratuito de medicamentos á los pobres de solemnidad, lo hace la farmacia del Hospital general, mediante la cantidad de $ 50 mensuales, que para ese fin entrega el Ayuntamiento.
Otra erogación del Municipio, es la de $40 oro, que entrega mensualmente al Asilo de "San Juan Nepomuceno," á la institución benéfica que inicuamente se le ha quitado su fuente de riqueza.
FRAY DE LA CRUZ ESPI
En Valencia, la riente ciudad del levante español, el año 1763, vino al mundo el Padre Espí; hizo los estudios elementales en las Escuelas Pías, en esa Institución por la que los camagüeyanos sentimos vivo afecto y honda gratitud. Desde la adolescencia inclinado á la vida religiosa, decidió lanzarse á peligrosas misiones evangelizadoras, y al efecto entró en la Orden de San Francisco. Cruzando el Atlántico llegó á las costas californianas, se internó en el país, y fueron tantas las privaciones y riesgos que sufriera, que resultó único superviviente de numerosa comunidad que intentara civilizar salvajes é inhospitalarias regiones del Oeste americano.
Esta organización estableció una Farmacia, dotada con $500 oro al mes para medicamentos, al frente de la que estuvo el farmacéutico Dr. Eduardo García Pulido. Cinco médicos, los Doctores Antonio Fernández Garrido, Miguel Ramírez, Esteban Morató, Octavio Freyre y Luis L. Adam, prestaban los servicios facultativos. Este Dispensario, por supresión de fondos al Ayuntamiento, se cerró en 30 de septiembre de 1900.
Hoy la asistencia médica municipal la tienen encomendada dos médicos, los Drs. Hernández y Martínez; y el suministro gratuito de medicamentos á los pobres de solemnidad, lo hace la farmacia del Hospital general, mediante la cantidad de $ 50 mensuales, que para ese fin entrega el Ayuntamiento.
Otra erogación del Municipio, es la de $40 oro, que entrega mensualmente al Asilo de "San Juan Nepomuceno," á la institución benéfica que inicuamente se le ha quitado su fuente de riqueza.
FRAY DE LA CRUZ ESPI
En Valencia, la riente ciudad del levante español, el año 1763, vino al mundo el Padre Espí; hizo los estudios elementales en las Escuelas Pías, en esa Institución por la que los camagüeyanos sentimos vivo afecto y honda gratitud. Desde la adolescencia inclinado á la vida religiosa, decidió lanzarse á peligrosas misiones evangelizadoras, y al efecto entró en la Orden de San Francisco. Cruzando el Atlántico llegó á las costas californianas, se internó en el país, y fueron tantas las privaciones y riesgos que sufriera, que resultó único superviviente de numerosa comunidad que intentara civilizar salvajes é inhospitalarias regiones del Oeste americano.
Llegado á Cuba en 1800, estuvo entre la capital y la villa de Trinidad, en la que hizo fundaciones, 13 años. El año 1813 del pasado siglo, señala el comienzo de una era excepcional en el antiguo Puerto Príncipe: el período de construcciones de sistematización en las empresas benéfico-moralizadoras que bosquejo. Entregose el piadoso fraile á un conjunto de edificaciones materiales y de conciencias, abrumadoras, imposibles para quien no hubiese sido él, para quien no hubiese poseído las singulares dotes que dichosamente concurrían en nuestro misionero.
Decían no pocos coetáneos: ¿De dónde sacará riquezas y energías para esa ingente labor? De una cantera inextinguible, de su fe, perseverancia y amor á sus semejantes, de manantial inagotable que manó perennemente de la superioridad moral que le caracterizó. Y cuando se le preguntaba ¿con qué cuenta usted, Padre, para estas empresas? respondía sin vacilación: con la Providencia, que es riquísima. Y, efectivamente, la Providencia favoreció con largueza los grandes empeños de quien edificó á "San Lázaro" y al "Cármen," de ese hombre superior que construyó uno de los pocos edificios presentables en Camagüey, la iglesia del Cármen.
En las edificaciones, dirigidas por él, y en las que actuaba de día, como maestro de obra, y de noche ocupando la cátedra del sacerdote, tomaban participación, sugestionados, cuantos elementos integraban esta sociedad, desde el mísero esclavo negro, mirado más que como persona, como cosa, dadas las preocupaciones de aquella época, hasta las damas principales, las que en sus delicadas manos cogían materiales y útiles de albañilería.
Incontrastable llegó á ser la influencia, la fascinación, ejercida por el fraile, que en los últimos años de su dilatada y gloriosa vida trató de erigir un Asilo y Correccional para niños pobres, que hubiese sido coronamiento de su extraordinaria labor de veinte y cinco años.
El Padre Valencia poseyó lo infrecuente, la unión de dos cosas no siempre concordadas, el puro ascetismo, la unción evangélica y el espíritu práctico, de aplicación inmediata.
Dedicóse á vigorizar los resortes de las buenas costumbres en el hogar, facilitando la reconciliación de matrimonios en diferencia, regularizando uniones ilegítimas, proponiendo, en síntesis, á que la vida se aceptase dentro de la más absoluta corrección.
Decían no pocos coetáneos: ¿De dónde sacará riquezas y energías para esa ingente labor? De una cantera inextinguible, de su fe, perseverancia y amor á sus semejantes, de manantial inagotable que manó perennemente de la superioridad moral que le caracterizó. Y cuando se le preguntaba ¿con qué cuenta usted, Padre, para estas empresas? respondía sin vacilación: con la Providencia, que es riquísima. Y, efectivamente, la Providencia favoreció con largueza los grandes empeños de quien edificó á "San Lázaro" y al "Cármen," de ese hombre superior que construyó uno de los pocos edificios presentables en Camagüey, la iglesia del Cármen.
En las edificaciones, dirigidas por él, y en las que actuaba de día, como maestro de obra, y de noche ocupando la cátedra del sacerdote, tomaban participación, sugestionados, cuantos elementos integraban esta sociedad, desde el mísero esclavo negro, mirado más que como persona, como cosa, dadas las preocupaciones de aquella época, hasta las damas principales, las que en sus delicadas manos cogían materiales y útiles de albañilería.
Incontrastable llegó á ser la influencia, la fascinación, ejercida por el fraile, que en los últimos años de su dilatada y gloriosa vida trató de erigir un Asilo y Correccional para niños pobres, que hubiese sido coronamiento de su extraordinaria labor de veinte y cinco años.
El Padre Valencia poseyó lo infrecuente, la unión de dos cosas no siempre concordadas, el puro ascetismo, la unción evangélica y el espíritu práctico, de aplicación inmediata.
Dedicóse á vigorizar los resortes de las buenas costumbres en el hogar, facilitando la reconciliación de matrimonios en diferencia, regularizando uniones ilegítimas, proponiendo, en síntesis, á que la vida se aceptase dentro de la más absoluta corrección.
Más de una vez alcanzó lo que excepcionalmente se obtiene con predicaciones y consejos: que volviesen á la vida honrada hombres fuera de la ley, en pleno bandidaje.
Septuagenario, su cuerpo, que no su espíritu, sucumbió á la pesadumbre de dolencia física, dejando de existir el 2 de mayo de 1838; y así murió quien había vivido en lo físico y lo espiritual para los demás, no para sí; quien tuvo como cama una desnuda tabla y por almohada un tosco ladrillo, que como reliquia, guardan almas piadosas.
Muy anciano, fatigado por el trabajo, en momentos críticos y de tribulación, durante mortíferas epidemias de cólera morbo, cargaba sobre sus débiles hombros miserables enfermos, encon trados en la vía pública, á los que prodigaba consuelos materiales y morales. El Padre Espí no limitó sus poderosas y útiles ini ciativas á las obras de beneficencia, no: hizo más, mucho más; fué poderoso elemento de cultura, contribuyendo á fomentar el buen gusto en la ornamentación urbana; amigo leal y cariñoso de los cubanos, favoreció á no pocos durante los tétricos días del feroz absolutismo del año 1823; abnegado enfermo de las grandes Instituciones hospitalarias que fundára, cooperó grandemente en todo lo propio y dignificador. Fué, como se dice en vocabu lario sociológico, un Representativo.
Como historia, como referencias auténticas, trasmitidas por testigos de responsabilidad, se relatan hechos extraordinarios realizados por influencia ó mediación de nuestro franciscano que, como Swedenbonrg, eligió la bondad por faro de su alma; del discípulo de aquel Francisco de Asís, designado elocuentemente por Emilio Castelar el Cristo de la edad media; del que fué en nuestro solar camagüeyano asceta ageno á las solicitaciones mundanales, angélico bienhechor de esta ciudad del Hatibonico y del Tínima.
Acaso la iglesia católica llegue á realizar los empeños conducentes á que el Apóstol de Camagüey forme en el número de los santos glorificados en los altares; quizá eso suceda; lo que sí puede afirmarse, es que el Padre Espí tiene un templo en el corazón de los hijos de este agradecido pueblo, templo en el que se le recuerda, se le ama y se le bendice.
En Camagüey se ha realizado algo por almas generosas que se juzgaron en el deber de consagrar parte de sus energías y de sus medios económicos al mejoramiento social. Y si bien el hombre no alcanza siempre su objeto, puede llegar á un resultado precioso: á la elevación del carácter moral; y así nuestra pobre humanidad — repetiré conceptos salidos de la elegante pluma del ilustre sociólogo italiano Aquilea Loria — bregando en lucha secular por mejorar sus instituciones sociales, alcanza involuntariamente algo muy distinto y mucho más grande, su propia reforma, él ennoblecimiento de su carácter, el coronamiento de la evolución biológica, gracias á los esfuerzos por crear un tipo humano elevado y puro.
En la medida de sus fuerzas y medios, eso es lo que han procurado los que iniciaron y son continuadores de estas Conferencias, que tienden á que se llegue en la familia cubana á la verdadera solidaridad, para bien de los individuos, ventaja para las instituciones democráticas que disfrutamos y satisfacción del sentimiento universal que une, alienta y conforta el amor.
(Se ha respetado el texto como fue escrito)
Septuagenario, su cuerpo, que no su espíritu, sucumbió á la pesadumbre de dolencia física, dejando de existir el 2 de mayo de 1838; y así murió quien había vivido en lo físico y lo espiritual para los demás, no para sí; quien tuvo como cama una desnuda tabla y por almohada un tosco ladrillo, que como reliquia, guardan almas piadosas.
Muy anciano, fatigado por el trabajo, en momentos críticos y de tribulación, durante mortíferas epidemias de cólera morbo, cargaba sobre sus débiles hombros miserables enfermos, encon trados en la vía pública, á los que prodigaba consuelos materiales y morales. El Padre Espí no limitó sus poderosas y útiles ini ciativas á las obras de beneficencia, no: hizo más, mucho más; fué poderoso elemento de cultura, contribuyendo á fomentar el buen gusto en la ornamentación urbana; amigo leal y cariñoso de los cubanos, favoreció á no pocos durante los tétricos días del feroz absolutismo del año 1823; abnegado enfermo de las grandes Instituciones hospitalarias que fundára, cooperó grandemente en todo lo propio y dignificador. Fué, como se dice en vocabu lario sociológico, un Representativo.
Como historia, como referencias auténticas, trasmitidas por testigos de responsabilidad, se relatan hechos extraordinarios realizados por influencia ó mediación de nuestro franciscano que, como Swedenbonrg, eligió la bondad por faro de su alma; del discípulo de aquel Francisco de Asís, designado elocuentemente por Emilio Castelar el Cristo de la edad media; del que fué en nuestro solar camagüeyano asceta ageno á las solicitaciones mundanales, angélico bienhechor de esta ciudad del Hatibonico y del Tínima.
Acaso la iglesia católica llegue á realizar los empeños conducentes á que el Apóstol de Camagüey forme en el número de los santos glorificados en los altares; quizá eso suceda; lo que sí puede afirmarse, es que el Padre Espí tiene un templo en el corazón de los hijos de este agradecido pueblo, templo en el que se le recuerda, se le ama y se le bendice.
En Camagüey se ha realizado algo por almas generosas que se juzgaron en el deber de consagrar parte de sus energías y de sus medios económicos al mejoramiento social. Y si bien el hombre no alcanza siempre su objeto, puede llegar á un resultado precioso: á la elevación del carácter moral; y así nuestra pobre humanidad — repetiré conceptos salidos de la elegante pluma del ilustre sociólogo italiano Aquilea Loria — bregando en lucha secular por mejorar sus instituciones sociales, alcanza involuntariamente algo muy distinto y mucho más grande, su propia reforma, él ennoblecimiento de su carácter, el coronamiento de la evolución biológica, gracias á los esfuerzos por crear un tipo humano elevado y puro.
En la medida de sus fuerzas y medios, eso es lo que han procurado los que iniciaron y son continuadores de estas Conferencias, que tienden á que se llegue en la familia cubana á la verdadera solidaridad, para bien de los individuos, ventaja para las instituciones democráticas que disfrutamos y satisfacción del sentimiento universal que une, alienta y conforta el amor.
Friday, January 3, 2020
Fragmento de "El diario de Lola" (por Thelma Delgado)
Nota del blog: Selección de textos, que serán parte del libro (en preparación) El diario de Lola, de Thelma Delgado.
Para leer sus escritos en el blog, en este enlace.
Obra de Thelma Delgado
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Querida Mimí:
Hoy tengo tanto que contarte que no sé por dónde empezar. Creo que empezaré por el principio. La presentación de mi libro ya tiene fecha. Será en el restaurant en dos semanas. Acepté la invitación del dueño para presentarlo ahí. Estoy muy entusiasmada con todos los preparativos. Me compraré un vestido para estar linda esa noche. Ya mandé las invitaciones. También hice el menú para esa noche. Todos mis amigos y clientes del restaurant estarán ahí.
Por otro lado te cuento que el pintor me llamó y me dijo que ya el cuadro está listo. Que ya tiene todo arreglado para su exhibición personal y me invita para que asista. Que nervios! Tanta gente me verá plasmada en una pintura. Desnuda! Ay! Ahora si estoy nerviosa de verdad. Le comenté a “Quien Ya Tu Sabes” y me dijo que irá conmigo a la galería. Será interesante ver su cara cuando vea el cuadro.
Han pasado unos días desde que Don Rigo falleció. Y Sandra, su hija poquito a poco se ha ido recuperando. Claro que extraña a su padre, pero me alegra saber que el camillero, su novio, no la ha dejado sola ni un momento. Eso es bueno. Se ve que él la quiere mucho. Me siento contenta por ella.
Ay Mimí, me siento feliz. La vida me sonríe y sé que mis padres, desde el cielo ven con buenos ojos mis logros. Antes de dormir prenderé una velita para agradecer a Dios por tantas bendiciones.
Ahora me voy a dormir, y soñaré que la presentación de mi libro será todo un éxito.
Buenas noches Mimí.
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Ver
Página de Thelma Delgado en el website del Cultural Council of Palm Beach County
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