Tuesday, December 22, 2015

Crónica: "La casa vacía" vs La Sala-Teatro Llena (por Waldo González López)

 
 

En la repleta sala-teatro Trail, la noche del pasado jueves 17 de diciembre —justamente al cumplirse el primer año del desvergonzado «restablecimiento» de las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba—, se estrenó el esperado cortometraje La casa vacía, del notable realizador cubano Lilo Vilaplana, quien regaló al nutrido público un genuino acontecimiento cultural y político, ya que el filme posee cualidades que así lo califican. 

El conocido humorista Eddy Calderón presentó a quien es quizás la figura emblemática de la comunidad cubana del exilio: el narrador y periodista Carlos Alberto Montaner, quien, acorde con su personal impronta, en apenas un haz verbal, desplegó las virtudes del filme y del realizador, para dejar como preámbulo de esta brillante creación el justo elogio que al final reproduzco y donde Montaner define la cinta con precisión al calificarla como «Una historia cubana extraordinariamente contada en apenas treinta minutos», y añadiría: «Una pequeña y grande obra de arte.»

DEL FILME

 

Ante todo, sobresalen el guion, escrito por el propio director, conjuntamente con el laureado narrador y preso de conciencia Ángel Santiesteban y el relevante actor Alberto Pujol; el elenco de lujo: Reinaldo Miravalles, Susana Pérez, Gilberto Reyes, Roberto San Martín, Ariel Texidó y Daniella Macías; la esplendente música original de José A. Quintana y Yordanka Acosta, como la no menos hermosa canción tema de Boris Larramendi, y la soberbia fotografía de Carlos Andrés Hernández. 

A ellos, se aúnan otros asimismo meritorios aportes: dirección de arte: Pablo Abreu; posproducción: Caryl Deyn Korma; producción ejecutiva de José A. Quintana y Miguel Grillo, y la producción de la actriz Irasema Otero.

La historia es breve, pero decisiva por verídica, real y, en suma: convincente; pero no la describo, porque mi interés es que el ciberlector, por Youtube o Facebook, visione y se emocione con el esplendente corto, cuya factura lo ubica al nivel de la mejor época del cine cubano: la segunda mitad de los ‘60s, cuando tres grandes del hoy casi extinto ICAIC: Humberto Solás y Tomás Gutiérrez Alea, como en años recientes con el no menos relevante Fernando Pérez, entregaran tres títulos esenciales: Lucía, Memorias del subdesarrollo y Suite Havana, respectivamente.

En tal sentido, solo apuntaré que se narra, a partir de uno de los relatos tomados del libro de Lilo: Un cubano cuenta, una comprobable historia de las miles que acontecen en la hoy paupérrima Cuba, bajo el yugo de los malditos Castro y su tenebrosa familia.

Aparecen como fondo, las heroicas Damas de Blanco, a las que está dedicada la cinta, como a otros muchos luchadores por la apremiante libertad del oprimido Gulag en que ha sido convertida nuestra sufrida Patria, bajo las ominosas cadenas de la Gerontocracia y su no menos maldita descendencia, ya preparándose para tomar el poder. 

En justo contrapunteo de drama y comedia, La casa vacía dispone de todos los elementos que la configuran como una obra de arte, tal bien remarcara Carlos Alberto Montaner en su precisa presentación. 

En consecuencia, la atinada fotografía de Carlos Andrés Hernández —algunas de La Habana y la mayoría de ámbitos reconocibles de Miami— resalta el hondo dramatismo y el esplendor del filme, apoyados por la hermosa música original de José A. Quintana y Yordanka Acosta y la idónea canción tema de Boris Larramendi: todos componentes que acentúan las escenas de mayor dramatismo, signadas por un idóneo concepto estético que, sin derivar en el melodramatismo, no olvida la significación martiana: «El arte, como la sal a los alimentos, preserva a las naciones.» 

Con su contundente y hermoso cortometraje, el también director de la premiada cinta La muerte del gato da otro rotundo mentís a la «mal llamada Revolución […], la dictadura que, disfrazada de populismo, nos hundió en la más extrema de las miserias y llevó a millones de cubanos a emigrar», como la denomina el propio narrador y guionista Ángel Santiesteban en su valioso blog.


Por tanto, por todo, invito, desde mi crónica de este martes, a los ciberlectores a disfrutar y emocionarse con el excelente cortometraje (ya en Internet) La casa vacía, del laureado y comprometido realizador, guionista, narrador y teatrista Lilo Vilaplana, quien al final de la cinta, reclamado por el público, reconocía la ayuda monetaria brindada por amigos e instituciones, precisando que, con similares colaboraciones, podrían realizarse, también por otros cineastas, numerosas cintas que acusaran al castrismo, pues con «documentos históricos» como La casa vacía, se demostraba que «el arte también es denuncia». 

Sus entusiastas palabras y su aliento creador, llevaron al cronista a ¿pensar no soñar? con razón, que el cineasta idóneo para asumir la dirección de una necesaria y posible institución de la cinematografía en Miami, sería el propio Lilo. 

Por ello, aquí dejo la propuesta a quienes pueden hacer posible este anhelo del laureado realizador y tantos otros directores cubanos del exilio, como entre muchos otros: Orlando Rojas (quien hoy está a cargo del Teatro Tower, y tiene en su haber con recordadas cintas como Una novia para David y Papeles secudarios) y Sergio Giral (quien filmara la valiosa cinta María Antonia, a partir de la clásica pieza teatral de Eugenio Hernández Espinosa). A ellos, se suman los miles de cubanos del exilio que aman el buen cine, justamente como los filmados por Lilo y ya mencionados. 


Mas, ahora, los dejo con la presentación de mi admirado colega Carlos Alberto Montaner:
La primera vez que me asomé a la obra de Lilo Vilaplana fue a través de un corto suyo que me pareció espléndido: La muerte del gato. Sabía que en Colombia había un director cubano de televisión que tenía mucho éxito, porque sabía contar historias, y conocía su nombre, Lilo Vilaplana, pero la falta de tiempo y costumbre no me habían permitido ver sus series populares, como, por ejemplo, El capo.
Para mí es fantástico cuando un gran artista puede convertir su talento en éxito de público.
¿Por qué lo logra? Tiene que ver con las emociones.
Al cine, al teatro, a la literatura, se va a ejercitar las emociones.
La gran obra trágica es la que nos conmueve y nos hace llorar.
La gran obra cómica es la que nos provoca la risa a carcajadas.
La gran obra erótica es la que nos excita.
Eso ocurre en todos los géneros. Ocurre con las palabras, con las imágenes, con la música.
En el cine se trenzan todos estos elementos. A veces se logra —y no es fácil— que se mezclen en un solo film.
Lilo Vilaplana tiene un talento especial para conectar con el público y transmitir emociones.
Ese es un don nada frecuente que lo ha llevado a realizar grandes series de televisión comercial.
Pero el cine acaso es la más compleja de todas las aventuras creativas. Trabaja con palabras, con imágenes, con música, y sin mucho tiempo para contar la historia.
El buen realizador tiene un instinto especial para todo ello. Lilo lo tiene. Sabe trabajar los diálogos cinematográficos, sabe dirigir a los actores —lo que aprendió en Cuba estudiando dramaturgia—, sabe colocar la cámara de una manera natural, a favor del ojo del espectador, no contra el ojo. Y sabe utilizar la música para subrayar, disminuir o realzar lo que quiere contar.
La casa vacía es una historia cubana extraordinariamente bien contada en apenas media hora.
¿Por qué es extraordinaria? Porque en ese breve periodo es capaz de encapsular la angustia de 56 años de dictadura cubana.
Ahí está la sensación de fracaso que produce saber que tu vida no va a cambiar nunca, hagas lo que hagas.
Está el miedo que te provoca presentir que siempre estás bajo la mirada de la contrainteligencia, que te observa, como un dios malvado, omnipresente y omnisapiente, que todo lo ve, que todo lo sabe.
Está esa desagradable sensación de ahogo que produce estar en una Isla sin otra frontera que un mar peligroso.
Todos esos son los elementos de La casa vacía. Por eso decía que en media hora, sin recurrir a una discusión teórica, enseña y explica el horror que genera ese sistema.
Solo me queda felicitar a los actores. Hacen muy bien su trabajo. Son personajes creíbles muy naturalmente actuados.
Lilo Vilaplana debe estar muy orgulloso de este cortometraje. Hecho con mucho más talento que recursos, ha logrado construir una pequeña y conmovedora obra de arte.
Muchas gracias, Lilo.


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WALDO GONZÁLEZ LÓPEZ (Puerto Padre, Las Tunas, Cuba. 1946) Poeta cubano, ensayista, crítico literario y teatral, antólogo y periodista cultural. Graduado de Teatro en la Escuela Nacional de Arte (1971) y Licenciado en Literatura Hispanoamericana, Universidad de La Habana (1979).
Hasta el 2011, cuando abandonó la Isla para venir a residir a Miami, integró la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), en sus Asociaciones de Poesía, Literatura para Niños y Teatro.
Laboró en la Escuela Nacional de Arte (donde impartió clases de Historia de la Literatura para Niños y Jóvenes, en la Cátedra de Teatro para niños fundada por él y la actriz y directora escénica María Elena Espinosa, y de Historia del Teatro Universal y del Teatro Cubano, también creó el Archivo de Dramaturgia).
Recibió importantes distinciones por su quehacer como escritor y periodista. Colaboró con publicaciones cubanas y extranjeras con ensayos, artículos, crónicas y poemas. Sus versos han sido traducidos al inglés y francés y publicados en revistas de EUA y Francia, así como ha publicado poemarios en México y Colombia, y un volumen de ensayos sobre lectura y literatura en Ecuador.
SÍNTESIS BIOGRÁFICA:
Estudia el preuniversitario en la ciudad de Holguín y lo abandona para trasladarse a la capital, donde primero cursa el idioma francés, luego estudia Teatro en la Escuela Nacional de Arte (ENA) y, más tarde, la carrera de Literatura Hispanoamericana, en la Universidad de La Habana, de las que se graduó, respectivamente, en 1969 y 1979.
Integró el Centro Cubano de la Asociación Internacional de Teatristas para la Infancia (ASSITEJ, auspiciada por la UNESCO); las Asociaciones de Artistas Escénicos y de Escritores de la UNEAC (Secciones de Poesía, Traducción Literaria y Literatura para Niños y Jóvenes). Fue Asesor del Teatro Nacional de Cuba.
En la Isla, publicó una quincena de poemarios, un volumen de ensayo, dos de crítica literaria y otro de crónicas, así como diversas antologías de poesía y poesía para niños, décima y décima para niños, cuento y teatro.
Ha traducido del francés, entre otros, a los importantes poetas Jacques Prévert, Marie de France, Molière y Joachim du Bellay. En 1994 apareció su antología París at night, del poeta francés Jacques Prévert (con selección y traducción suyos) Asimismo, en 1994 le solicitaron versiones de textos de importantes poetas de Polonia, luego incluidas en la antología Poesía polaca (Editorial Arte y Literatura, 1994).
Tradujo y dio a conocer en Cuba a la importante poeta contemporánea canadiense Denise Boucher, ex Presidenta de los Escritores de Québec, de quien vertió al español varios textos, publicados en un número especial de la revista Casa de las Américas.
Ensayos suyos fueron incluidos en varias antologías como: Nuevos críticos cubanos, Acerca de Manuel Cofiño y Valoración múltiple: Onelio Jorge Cardoso.
Su labor como poeta, ensayista, crítico y antólogo ha sido reconocida entre otros, por las pedagogas y antólogas puertorriqueñas Flor Piñeiro e Isabel Freire de Matos en su Literatura Infantil Caribeña; el profesor y ensayista jamaicano Keith Ellis, residente en Canadá, en su estudio Cuba’s Nicolás Guillén: Poetry and Ideology, y el antólogo y ensayista español Antonio Merino en su Nueva poesía cubana.
En el ámbito nacional, diversos ensayistas y críticos de prestigio se han ocupado de sus múltiples libros. Así, el ensayista, poeta y narrador Antonio Gutiérrez Rodríguez, quien en su volumen Estudios sobre la décima, incluye un estudio sobre sus espinelas.
En Cuba, fue jurado consuetudinario en eventos literarios, teatrales y de periodismo cultural, y participó en Congresos de la UNEAC, foros y otros encuentros con especialistas nacionales y de otros países.
Desde 1990 hasta 2001, fue periodista cultural de la revista Bohemia. Antes laboró en otras como Mujeres y Muchacha, de la que fue uno de sus fundadores en 1980.
INTERÉS POR LA POESÍA:
Un buen día de su adolescencia y, sin las muchas lecturas que vinieron después, tras leer El reino de este mundo, de Alejo Carpentier, su novela que más le sigue gustando, escribió su primer poemario (inédito) “A ras del tiempo”, a partir de hechos de realismo mágico y de lo real maravilloso, acontecidos en nuestra América fabulosa. Tal fue su iniciación seria con la poesía.
RECONOCIMIENTOS:
Diploma al Resultado Científico por su Colaboración a la nueva Historia de la Literatura Cubana, en tres volúmenes, otorgado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente.
El Laúd y la Medalla del Cucalambé, impuestas por el Poder Popular provincial de Las Tunas.
El Diploma por la Labor Realizada en Apoyo a la Décima, concedida por la Universidad “Camilo Cienfuegos”, de Matanzas.
Reconocimiento por su labor Escritor y Crítico Literario otorgado por la Presidencia del Instituto Cubano del Libro.
Medalla “Raúl Gómez García”.
Primera Mención, Concurso “Plural” (México, 1990) a su poemario Salvaje nostalgia.
Premio "13 de Marzo" 1976, Universidad de La Habana, a su poemario para niños “Poemas y canciones”, publicado en 1977.
Premio “La Edad de Oro” de Canción para Niños.
Primera Mención Concurso “La Edad de Oro” a su poemario Poemas y canciones.
BIBLIOGRAFIA ACTIVA
SELECCIÓN DE SUS POEMARIOS:
Salvaje nostalgia (Mención Concurso “Plural”, México, 1991; publicado en Cuba ese año).Casablanca (Colombia, 1995). Las palabras prohibidas (antología de su poesía, entre 1983 y 1995; Cuba, 1997). Ferocidad del destino (2010). Espinelas con espinas (décimas, 1981).Que arde al centro de la vida (décimas, 1983), Estos malditos versos (décimas, México, 1999; Cuba, 2001.
CRITICA LITERARIA:
Escribir para niños y jóvenes (1983). La décima dice más (2004). La décima, ¿sí o no? (2006).
CRONICAS:
Niebla en la memoria (1990).
POEMARIOS PARA NIŇOS:
Poemas y canciones (1977). Donde cantan los niños (1983). Jinetes del viento (1989). Libro de Darío Damián (décimas, 1995).Voces de la querencia (2004).
ANTOLOGIAS DE TEATRO:
La soledad del actor de fondo (primera antología del monólogo teatral cubano), 1999. Teatro cubano de fin de siglo (cinco piezas en un acto, 2001).
OTROS LIBROS.
Entre el 2001 y el 2011 publicó, además:
Viajera intacta del sueño. Antología de la décima cubana (2001). Añorado encuentro. Poemas cubanos sobre boleros y canciones (2001). Este amor en que me abraso. Décimas de José Martí (2003). De tu reino la ventura. Décimas a las madres (2003). Que caí bajo la noche. Panorama de la décima erótica cubana (2004). La lectura, ese resplandor (antología de textos sobre literatura y lectura, (Ecuador, 2009). Esta cárcel de aire puro. Panorama de la décima cubana en el siglo XX (en coautoría con Mayra Hernández Menéndez; Editora Abril, en 2 volúmenes: 2009 y 2010).
LIBROS ÍNÉDITOS:
Libro de Rodrigo Damián (poesía para niños).
EN MIAMI:
Desde su arribo a Miami en julio de 2011, ha tenido una amplia participación en la vida cultural y en numerosos eventos, como los siguientes:
2011
-El teatrista y creador de la web teatroenmiami.com Ernesto García lo invita a colaborar con esta página (premiada por Google) y le ofrece una columna.
-Integra el jurado de la primera edición del Festival de Teatro de Pequeño Formato, de la Compañía ArtSpoken, dirigida por Yoshvani Medina.
-Conforma el equipo de colaboradores del anual Festival del Monólogo Latinoamericano, de la Compañía Havanafama, dirigida por Juan Roca.
-Es invitado a colaborar con la revista digital Palabra Abierta, por su fundador: el narrador, poeta y ensayista cubano Manuel Gayol Mecías.
2012
-Merece el Tercer Premio de Poesía del X Concurso Internacional “Lincoln-Martí”.
-Invitado por el destacado teatrista Matías Montes Huidobro, lee su ponencia «Nostalgia y crítica en la dramaturgia de Cristina Rebull», en el Congreso Internacional «Celebrando a Virgilio Piñera», celebrado del 12 al 15 de enero en la Universidad de Miami.
-Es invitado a colaborar en el blog Gaspar. El Lugareño, por su creador Joaquín Estrada Montalván.
2013
-Invitado por la Presidencia del Gremio Artístico Latinoamericano. GALA (integrada por la teatrista boricua Maddy Rivera y el escritor cubanoamericano Antonio Armenteros) integra la nueva agrupación.
-A petición de la Presidencia de GALA, funge como Jurado del Concurso Internacional de Poesía «Facundo Cabrales».

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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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