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Tuesday, April 9, 2024

“Siempre mañana (simulacro ingenuo)"... teatro incómodo. (por Wilfredo A. Ramos)


Existe en nuestra ciudad de Miami, desde hace poco más de quince años, un espacio dedicado a promover la cultura y el arte en su totalidad, donde la música, el teatro, la danza, la literatura, las artes plásticas, pero sobre donde el teatro encuentran un lugar donde presentarse con todo el apoyo necesario, abriendo sus puertas a una gran variedad de artistas no solo locales, todo ello coordinado con sumo cuidado bajo el amparo de Artefactus Cultural Project, institución no lucrativa que tiene como objetivo promover la diversidad cultural de la comunidad hispanoparlante en nuestro ámbito social, la cual tiene como director a Eddy Díaz Souza y productor general Carlos Arteaga.

Como espacio de presentaciones teatrales, son muchas las excelentes puestas en escena que han desfilado por el mismo, obras llegadas lo mismo desde otras partes del país como de otros continentes, han dejado sus huellas en sus tablas, para disfrute de los amantes del teatro en esta ciudad. Hablar de teatro en Artefactus es sin duda alguna sinónimo de calidad artística.


Partiendo de la anterior premisa, es que nos atrevemos a afirmar que la reciente subida a las tablas en este escenario, de la obra “Siempre mañana”, la cual contó con la autoría y dirección del propio Souza, teniendo de intérpretes a Simone Balmaseda, Anthony Lo Russo y Eric Becerra, resultó una muestra más del buen teatro que se acostumbra a ver en dicha sala.

Esta obra, la cual fuera escrita durante el 2020, tuvo su estreno en junio del pasado año bajo el título de “Mirame y no me toques”, dentro del marco del Queer Showcase, que organiza el propia Artefactus, con los mismos actores integrando su elenco.


En este nuevo texto dramático, su autor regresa a temas que forman parte de sus preocupaciones existenciales, pero que de la misma manera tendrían que serlo de todos los seres humanos que habitamos actualmente en este tan complicado mundo. La atmósfera que se respira en la obra va a resultar pesada, de encierro, desbordando el sentido claustrofóbico desde el escenario e invadiendo al público en la platea.

Dicha pieza apuesta por el desarrollo de emociones que despertarán sobre el espectador recientes recuerdos de aquella aterradora situación vivida por todos hace apenas poco más de un par de años, cuando las autoridades políticas mundiales nos encerraron en nuestras casas, coartando de manera dictatorial nuestros más elementales derechos ciudadanos -hasta el de hablar- so pena de ser castigados severamente, bajo el siempre dudoso pretexto de una determinada protección a nuestra salud; perfecto actuar que nos trajo a las mentes las distopías mostradas magistralmente por el escritor Eric Blair, más conocido por el seudónimo de George Orwell, en su premonitora obra “1984”, desde un algo lejano año de 1949.


Para sumergirnos en este ambiente, la acción se desenvolverá dentro de la intimidad de la vida de una pareja formada por Ray o Raimundo y Willy, escritor de cierta edad el primero, joven más interesado en disfrutar de la vida el segundo, quienes a través de la obra mantienen un cierto extraño diálogo sobre determinados momentos de sus vidas cotidianas, que pueden poner en alerta al espectador avispado de que algo no ha anda del todo bien con lo que tiene ante sus ojos.


A este dúo varonil se le agrega la presencia de una enfermera que es la encargada de venir diariamente a dicho departamento para velar que el personaje del escritor se tome un medicamento. Ese personaje femenino, el cual va a tomar gran valor simbólico dentro del desarrollo dramático, representará el poder gubernamental omnipresente que se introduce en las casas, que dirige las acciones y determina las decisiones de las personas, imponiéndose y coaccionando el libre albedrío del ser humano.

El argumento se encuentra lleno de alegorías, símbolos y lúgubres advertencias del rumbo que se encuentra tomando la sociedad actual, sometida a la fuerte presión del globalismo mundial y de todo aquello que de esta manipulación socio-económica-politica se deriva.

Con este texto, Souza entra de lleno -manejando hábilmente su acostumbrada visión artística- en el plano de la denuncia social, por lo que estamos en presencia de un espectáculo cuyo interés principal va a estar, sin ningún tipo de duda, en la fuerte carga de actualidad social que el mismo presenta.

El autor presenta su discurso mediante la utilización de diálogos los cuales comparten elementos de lo estrafalario, hilarante o absurdo, pero que van a estar inmersos en un profundo contexto de humanidad...


Una obra teatral de este tipo ciertamente podría ser recibida como un teatro incómodo para un tipo de posibles espectadores casuales, que solo ven el escenario como un lugar para el entretenimiento y diversión, lamentablemente para ellos, este no es el caso, por lo cual resulta muy plausible el empeño de Díaz Souza en no cejar, luchando por ofrecer espectáculos que nos obligue a poner en acción nuestro cerebro, reaccionando y tomando parte de lo que vemos sobre el escenario, sin dejar por cierto de disfrutarlos estéticamente.


Si hay algo que nos vemos precisados a señalar sobre la puesta y tiene que ver con la concepción utilizada para la construcción de los personajes de la pareja sentimental conformada por ambos hombres, la cual es planteada desde la misma manera arquetípica con la que regularmente es reflejado el hombre homosexual, como si tal fuera la única manera de expresión de estas personas, aspecto este que se repite en otras obras llevadas a escena por dicho director-autor.


En cuanto al trabajo de los tres actores que integran el elenco, hay que destacar el magnífico desempeño de Simone Balmaseda en el rol de la enfermera, debido a que el mismo va a marcar al mismo tiempo el elemento de absurdo como el de denuncia social en la obra, obligando a la actriz a construir un personaje fuerte, pero con matices marcados de comedia, difícil de definir en su totalidad. Balmaseda, de la que conocemos sus andaduras sobre los escenarios desde sus inicios, ha ido convirtiéndose en una actriz madura, adaptándose por igual a los distintos géneros dramáticos con los cuales se enfrenta, sabiendo adecuar el tono a la comedia, al drama, al teatro para niños.


Respecto a Anthony Lo Russo y Eric Becerra, ambos actores encuentran un buen acoplamiento a sus respectivos personajes, manteniendo en todo momento la necesaria interrelación entre ambos, así como la proyección de los mismos.

Algo que nos resultó innecesario y hasta incómodo fue la cantidad de veces que estos dos actores se ven precisados a cambiar de vestuario, lo que sin duda alguna complica sus trabajos sin motivo alguno, así como nos pareció inapropiado el tipo de ropa con que estos dos actores usan, la cual, con tanto brillo y transparencias era más propia de pasarela de discoteca, no teniendo que ver en lo absoluto con la proyección de esta obra.

Un elemento dramatúrgico decisivo utilizado por el autor lo encontraremos en el final de la obra, que solamente la vista de aquel espectador atento llegará a discernir, el cual va a marcar definitivamente el mensaje desalentador de esta puesta. 

“Siempre mañana”, se erige dentro de la dramaturgia de Díaz Souza, como un texto a tener en cuenta al momento de reflexionar sobre la sociedad de este Siglo XXI, que tan frágil y peligroso se está tornando para los que habitamos este mundo ‘no tan ancho y ajeno’ en que vivimos. Teatro incómodo, teatro para que pensemos todos.

Anthony Lo Russo
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Eric Becerra
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Simone Balmaseda
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Texto y fotos Lic. Wilfredo A. Ramos
Miami, abril 8, 2024.

Tuesday, April 2, 2024

“Sed en la calle del agua”, Estreno Mundial de Nilo Cruz en escenarios de Miami. (por Wilfredo A. Ramos)


“Todo buen arte es una indiscreción”. Tennesse Williams.


Nilo Cruz
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La presencia de obras del reconocido y laureado dramaturgo cubano-americano Nilo Cruz, en el ámbito teatral de Miami, es vista como un acto de justa pertenencia a una comunidad donde este artista dió sus primeros pasos dentro del mundo teatral, cuando iniciara esa andadura a la sombra del Teatro Prometeo, institución artístico-docente creada en 1973 con el auspicio del Miami Dade College (MDC) y bajo la tutela de la actriz Teresa María Rojas, entidad esta de vital importancia para el desarrollo de actores y directores pertenecientes a la comunidad hispanoparlante, que llegara a ser la única en toda la nación con dicha característica en proporcionar titulación con nivel de college, lamentable e inexplicablemente desaparecida.

Cruz, quien fuera reconocido en el año 2003 con el prestigioso Premio Pulitzer de Teatro, por su mundialmente conocida obra “Ana en el Trópico”, continuó su formación en la ciudad de New York, como discípulo de la destacada dramaturga y directora cubano-americana María Irene Fornés, habiéndose graduado además de la Brown University, una de las nueve universidades establecidas desde antes de la independencia en 1776.


“Sed en la calle del agua” (Thirsty in the Water Street, su título en inglés), la obra que en esta oportunidad tuvo su estreno mundial en nuestros escenarios, fue escrita años atrás, manteniéndose guardada hasta que su autor la retomara, le hiciera algunos ajustes y se decidiera llevarla finalmente a las tablas.

La historia, aunque está basada en personajes de la vida real, según el autor, también posee una gran carga personal, por lo que podríamos decir que estamos en presencia de un texto con algo de influencia de la ‘auto-ficción’, término genérico muy utilizado por una parte de la literatura y de la dramaturgia contemporánea en particular, un neologismo creado en 1977 por el autor francés Serge Doubrosky.


La trama de la obra, que toma la vida de dos jóvenes pintores, Enma Rose y Joaquín, en su afán de dedicar sus vidas por entero a su arte, nos muestra como dichos deseos y aspiraciones de crear se van a ver contrapuestos a los condicionamientos que impone la vida cotidiana, llevándolos a vivir en un mundo enajenado de la realidad que les rodea.

A la fuerte relación amorosa existente entre ambos, se une un extraordinario deseo de crear una obra artística que los identifique -un sentimiento que los supera a ambos- situación que los llevará a convertirse, sin darse cuenta, en seres egoístas, incapaces de ver más allá de sus inmediatos intereses. Este hecho se hace presente de manera tangencial, no premeditado, pero que influirá en cada paso de sus propios destinos, provocando el colapso total de su relación debido a un hecho determinante y cruel: la pérdida de un hijo. Dicha adversidad pondrá incluso en peligro la continuidad de sus vidas artísticas.


Mediante este texto, Cruz nos sumerge en un mundo donde el egoísmo propio del artista se convierte en su peor pesadilla, en el que el interés principal de aquel puede llegar a alcanzar incluso un inconsciente nivel de crueldad provocado por su discapacidad al no poder apreciar la objetividad del mundo circundante. Del relato concebido por el dramaturgo se desprende el cuestionamiento de hasta donde puede ser capaz el artista de definir su posición entre la obra de arte y la vida. El autor nos coloca en la posición de jueces, donde entremos a cuestionarnos al creador como un ser obnubilado debido a ese don que la naturaleza le ha otorgado y por el cual en ocasiones llega a negar los acontecimientos que tiene a su alrededor.

El dramaturgo al mismo tiempo pasa a ser juez y parte al enfrentar al espectador con un tema existencial tan poco asumido y tenido en cuenta por parte de los propios creadores. Si bien con este texto su autor pretende de hacer un autoanálisis, de igual manera nos ofrece una señal de alarma que todos debemos de tener en cuenta.


Los cuatro personajes que dan vida a la acción del texto dramático: Enma Rose, Joaquín -ya mencionados- Dr. Thomas Grace y Don Morales, se encuentran modelados dentro de una fina línea psicologista, la cual dirigirá la obra por sutiles derroteros existencialistas, aunados a la crudeza encontrada en el teatro realista de O'neill, Williams y Miller.

En la puesta en escena, también dirigida por Cruz, que se desenvuelve dentro de una atmósfera minimalista, se encontrarán elementos que aportan simbolismo al contexto dramático, dados por igual en alguna pieza de vestuario o de escenografía y que son expuestos con certera precisión. De la misma forma, la acción se va a desarrollar en un entorno que expone la claustrofobia en la que se desenvuelve la vida de esta pareja de artistas, en el momento que es narrado por el autor.

Esta obra va a dejar un sabor amargo al espectador, obligándolo a sopesar diversas posibilidades y hacer diferentes análisis, para así llegar a sus propias conclusiones. No se está en presencia de un espectáculo hedonista, por el contrario, se nos sitúa ante la disyuntiva de juzgar entre la racionalidad de los acontecimientos que conforman la vida del hombre común y el mundo onírico, que en la mayor parte de las veces se sumerge el artista. Es en fin una obra para hacernos pensar y sacar conclusiones. Para eso también se hace teatro.

En cuanto al desempeño de los actores, hay que decir que el pequeño elenco asume sus respectivos papeles con una muy seria introspección de los mismos, dotándolos a cada una de veracidad a la vez que de un justo equilibrio entre el decir y el sentir de su interpretación.


Claudia Tomás y Daniel Romero, actores de origen cubano, quienes asumen a la pareja de jóvenes pintores, logran una comunión perfecta con sus roles. Quizás la condición de ser esposos en la vida real, hace que estos intérpretes reflejen sobre el escenario una verdad imposible de negar, donde sus diálogos y acciones se complementan en una verosímil realidad. Las actuaciones de ambos se mueven, como acostumbran a hacerlo en todos sus trabajos, sin superfluas afectaciones, ni innecesarios gestos o proyecciones altisonantes. Estos actores dominan la naturalidad en la actuación, la correcta dicción -algo no muy habitual de encontrar entre las jóvenes generaciones de actores cubanos- a la vez que controlan adecuadamente el flujo de las intenciones y matices al decir sus textos. Cada nueva oportunidad de verlos en acción, ya sea sobre las tablas o a través de la gran pantalla, amén de mostrar a dos brillantes actores, nos permite disfrutar de sus respectivas entregas.


Un personaje muy importante dentro de la trama, es sin duda el del doctor, responsabilidad que recae sobre los hombros de Carlos Acosta Milián, actor también de origen cubano, de larga trayectoria sobre las tablas y el cine, quien incorpora su personaje desde una postura de proyección mucho más teatral que naturalista, creando a su vez un distanciamiento en el decir que lo coloca en una posición de cierta extrañeza con respecto al resto de los personajes.


La participación del actor venezolano Orlando Urdaneta, figura de larga trayectoria del teatro, la radio, la televisión y el cine en su país, en el rol del padre del joven pintor, podría considerarse como una actuación especial, ya que la misma se hace presente solamente en dos momentos del desarrollo de la obra. Sin embargo ello no resta importancia a su personaje, debido a que el mismo es el encargado de reflejar los conceptos que amarran a la sociedad a través de normas, costumbres y hábitos conservadores lastrantes de las libertades del individuo, mucho más cuando de la proyección de los artistas en ella se trata. Este personaje carga con la responsabilidad compartida del desencadenamiento de los trágicos hechos que marcan la trama

Con respecto al desempeño de este actor, tenemos que apuntar, que resultó algo engorroso poder escuchar sus parlamentos en determinados momentos, producto de que hablaba sobre un volumen demasiado bajo, de igual forma su dicción en instantes no resultaba lo suficiente clara, provocando que sus textos resultaran difíciles de entender. Teniendo en cuenta la brevedad de su participación en la puesta, dicho contratiempo pudo haberse resuelto con suficiente tiempo durante los ensayos ya que con el profesionalismo y experiencia de este actor, dicha situación hubiera sido superada sin problema alguno.


Con esta nueva propuesta escénica, Arca Images continúa acertando en la entrega de títulos interesantes para el público de Miami, aunque se sienta la ausencia de obras de dramaturgos hispanohablantes asentados en el país o del resto del continente. Por otra parte podemos afirmar que la dramaturgia de Nilo Cruz sigue en un proceso de maduración, definiendo su carácter estético e incorporándose con fuerza al conjunto de las voces cubanas que desde el exilio continúan marcando la pertenencia a una cultura que se ha visto obligada a sobrepasar sus propias fronteras para sobrevivir.




Lic. Wilfredo A. Ramos
Miami, abril 1, 2024

Fotos/Aarón Casas. Cortesía Arca Images.

Saturday, March 30, 2024

Llega a su fin la VIII Edición del Festival Casandra en Miami. (por Wilfredo A. Ramos)


El pasado domingo 24 de marzo culminó el Festival internacional de Teatro Casandra, dedicado a la mujer, que organiza el Ingenio Teatro, el cual durante ocho años consecutivos se ha venido realizando en nuestra ciudad, incluso durante los oscuros momentos de cierre total de las actividades producto de la pasada alarma mundial de salud, durante el cual, no obstante, dicho evento se llevó a cabo vía Internet mediante vídeos de puestas teatrales, charlas y demostraciones de clases.

En esta ocasión, dicha fiesta del teatro hispanoparlante de Miami, consiguió reunir artistas de España, Italia, Argentina, México, Cuba y del país sede.


El festival descorrió sus cortinas los días 16 y 17, en el escenario del Sandrell Rivers Theater, con la obra “Burdel el Ojo Azul” - llevada a escena por la agrupación teatral que organiza el evento- un texto de la dramaturga cubana, Premio Nacional de Teatro, Raquel Carrió. La obra se mueve entre una atmósfera musical y un argumento cercano a una ‘historia noir’, estando la misma bajo la dirección de Lilian Vega y con un elenco integrado por Susana Pérez, Jorge Luis González, Rachel Cruz, Kirenia Vega, Dianet Conde, José Raul Acosta y la participación especial de Ivanesa Cabrera. Esta nueva puesta de la agrupación teatral anfitriona contó también con la participación en vivo de un trío de instrumentistas conformado Héctor Aguero, Jorge Morejón -responsables ambos de crear la música original para esta obra- acompañados además por María Teresa García, mientras que los elementos coreográficos quedaron en manos de Rubén Romeu.


Antes de cada una de las presentaciones mencionadas tuvo lugar, el día 16, la inauguración de la exposición de pinturas de la artista cubana-americana Narah Meeramon Valdés, mientras que el 17 se efectuó la presentación y venta del libro ‘Boleros prohibidos, La Habana sin Olga Guillot’ del investigador también cubano Armando López, ambas actividades en el vestíbulo del propio teatro.


El Lunes 18, en el Koubek Center de la Pequeña Habana, tuvo lugar el homenaje, que en cada edición del festival se le rinde a alguna figura femenina destacada del mundo teatral internacional, el cual en esta oportunidad recayó en la narradora, crítica e investigadora teatral cubano-americana, asentada en Santa Mónica, California, Rosa Ileana Boudet, quien ha desarrollado una imprescindible obra investigativa acerca de los variados antecedentes del teatro de esa isla caribeña, mediante el estudio de diferentes géneros escénicos populares que abarcaron los siglos XIX y primera mitad del XX, entre otros trabajos relevantes para la comprensión del desenvolvimiento del teatro cubano.

Para dicha ocasión se contó con la presencia del teatrólogo, escritor e investigador cubano Adyel Quintero que compartió con el público presente algunos aspectos sobre la figura homenajeada, tanto de su carrera como de su importancia dentro del ámbito de la investigación teatral. De igual forma se pudo escuchar a la propia Boudet exponer algunas de sus vivencias y experiencias, así como agradecer el reconocimiento que se le tributaba, el que como parte del mismo incluyó, la lectura de algunos pasajes de una obra de su autoría -un monólogo- inspirada en un personaje de la vida real de la alta sociedad cubana de los primeros años del pasado siglo, el cual concibió para que fuera interpretado por su propia hija, Broselianda Hernández -magnífica actriz fallecida inesperadamente- quien por esas cosas singulares de la vida, no la llegara a interpretar jamás. De dicha obra, “Una rosa para Catalina Lasa” fueron escogidos algunos fragmentos de la misma, los que fueron leídos a tres voces por las actrices Yvonne López Arenal, Lilliam Vega e Ivanesa Cabrera, hecho que propició un sentido momento de recordación de la joven actriz prontamente desaparecida.


De Argentina llegó un invitado muy especial – porque los hombres no son rechazados en este evento- el actor Marcelo Katz, quien el Martes 19, en el Sandrell Rivers Theater, ofreció su unipersonal “Gaspet”, trabajo en solitario con la firma de Martín Joab -quien también lo dirige- y el propio Katz, en el cual con suma maestría el actor desarrolla una hermosa y delicada entrega con máscaras -realizadas estas por el artista Alfredo Iriarte- y de incorporación de supuestos muñecos que cobran vida mientras cuentan sus historias.


En la búsqueda de ofrecer nuevas e interesantes propuestas dentro del festival, en esta oportunidad, el Miércoles 20, en el Koubek Center, se llevó a cabo un encuentro con algunas de las artistas presentes para realizar una actividad que llevó por nombre ‘Cocinando con Arte y Fe’, donde las participantes ofrecieron al público un plato propio de la cocina de sus respectivos países. De esta manera, la actriz española Maty Gómez presentó el conocido gaspacho, Cleo Valdés, un delicioso postre de la cocina italiana, mientras que la mexicana Carmen Olivares preparó unas tostadas mexicanas junto con una refrescante bebida conocida como ‘Agua de Jamaica’. Al mismo tiempo de servir sus platos cada una de estas mujeres devenidas cocineras, hablaron no sólo de cómo realizar los mismos, sino también de sus respectivas carreras artísticas. El colofón a dicho innovador encuentro, estuvo marcado por un ambiente de jolgorio andaluz, entre sevillanas, tanguillos y bulerías a cargo de una genuina cantante popular española: Maru, quien con su sentida interpretación propició la creación de un improvisado tablao flamenco.

Esta actividad tuvo como objetivo recaudar fondos para mantener el programa de Arte que viene desarrollando El Ingenio Teatro junto al Centro Mater y que beneficia a los niños de la comunidad.


El Jueves 21, el evento se trasladó hacia la sede de la compañía teatral Havanafama, en el Oeste de la ciudad, donde subió a escena la actriz argentina Angeles Marset, con el unipersonal “Tic tac, ya es tiempo”, de su autoría, con dirección de Iván Mesías, mientras que al siguiente día, Viernes 22, de nuevo en el escenario del Sandrell Rivers Theater, tuvo lugar la presentación de la actriz cubana-americana Rachel Pastor, en el unipersonal “Yo soy Cristina”, un texto de la cubana Elvia Pérez y dirección compartida entre ambas, interesante creación a partir de la conocida obra del dramaturgo sueco August Strindberg, “La Señorita Julia”, en el cual desde el punto de vista de un personaje secundario -Cristina, la cocinera- esta muestra su personal visión del conflicto de dicha obra.


La presentación del anterior trabajo fue resultado de una convocatoria lanzada por el festival con el propósito de motivar la presencia en el ámbito teatral de Miami, de jóvenes directores interesados en darse a conocer en el medio a través de sus propuestas escénicas. La responsabilidad de seleccionar dichos trabajos estuvo bajo la responsabilidad de los teatrólogos Loipa Alonso Claramunt y Adyel Quintero, así como el promotor y crítico teatral Wilfredo A. Ramos.


En esta misma noche se efectuó un sencillo, pero conmovedor homenaje de recordación, en memoria de la recientemente fallecida Adela Prado, maestra de maquillaje de casi todas las generaciones de egresados de la escuela cubana de teatro, artista que con su excelente trabajo estuvo presente en gran cantidad de puestas en escenas que subieron no solamente a escenarios nacionales, con los cuales obtuvo numerosos premios y por los que su amplia trayectoria fue ampliamente reconocida, labor por la que continuó siendo reclamada hasta el mismo último día de su vida.


En igual escenario, el Sábado 23, subió a las tablas la actriz española Maty Gómez, en una magnífica interpretación del conocido unipersonal -no solo dentro del ambiente teatral cubano, sino también de otros países- “Las penas saben nadar”, del dramaturgo Premio Nacional de Teatro Abelardo Estorino, el cual contó con un muy acertado trabajo de dirección a dos manos entre el español José Fuentefrias y el cubano Arístides Naranjo.


Tanto el propio Sábado 23 como el domingo 24 en horas de la tarde, en el Koubek Center, la compañía anfitriona del festival, El Ingenio Teatro, llevó nuevamente a las tablas su acertada producción de la conocida obra de la literatura infantil universal “El Gato con Botas”, donde además de la participación de los actores, sumó la de casi medio centenar de niños sobre el escenario, provenientes estos del Programa de Arte que esta agrupación teatral realiza en conjunto con el Centro Mater, institución con 56 años dedicada al cuidado y enseñanza de menores de edad pertenecientes a familias de inmigrantes recién llegados al país, así como a familias de bajos recursos, fundada por la religiosa cubana Margarita Miranda, en 1968.

El elenco de esta colorida y bien recibida puesta en escena estuvo integrado por Luis Nalerio, Hosny García, José Raul Acosta, Kirenia Vega, Fanny Tachín, Angela Moreno y Yusan Mulet, bajo la dirección de Flora Lauten y Lilliam Vega, en una adaptación sobre el cuento original realizada por Raquel Carrió y Lilliam Vega.


La clausura de esta VIII edición del Festival Casandra, se realizó, como ya va siendo costumbre, en el bullicioso y céntrico local del Cubaocho Museum & Performing Arts Center, ubicado en el corazón de la popular Calle 8 de la Pequeña Habana, donde al ritmo de música mexicana se presentó la actriz y cantante Roxana Ríos, con un concierto titulado ‘Donde nadie nos juzgue’, acompañada de los guitarristas Michel González y Gabriel Cifuentes, y el percusionista Mario Espinoza, quedando de esta manera abierta la invitación a participar en el venidero 2025 de esta fiesta del teatro dedicado a la mujer.

Para finalizar no podríamos dejar de mencionar que un evento como este no podría llevarse a vías de hecho sin el apoyo de un grupo de instituciones, el cual está formado por Miami Dade County, National Latinx Theater Initiative, Florida Artes y Cultura, Centro Mater Foundation, Miami-Dade County Department of Cultural Affairs and Cultural Affairs Council, Miami Dade County Mayor, Board of County Commissioners, quienes con su soporte contribuyen al desarrollo de la artes y la cultura en nuestra ciudad.

Igualmente nos es imposible no referirnos al encomiable trabajo tanto artístico como educacional que todo el colectivo de El Ingenio Teatro, con su directora Lilliam Vega y la productora Loipa Alonso Claramunt al frente, vienen desarrollando en aras de ampliar el espectro cultural de la ciudad. ¡Enhorabuena!



Lic. Wilfredo A. Ramos.
Miami, marzo 28, 2024.

Monday, March 4, 2024

Casandra, un festival de teatro en el cual creer. (por Wilfredo A. Ramos)


Organizar y echar a andar cualquier tipo de evento siempre resulta una tarea nada fácil de llevar a vías de hecho, debido a la necesaria organización logística que ello requiere; pero cuando de crear y llevar a buen término un festival de teatro y que para colmo el mismo adquiera categoría internacional, los esfuerzos van a verse multiplicados. Es por ello que el Festival Internacional de Teatro Casandra dedicado a la participación de la mujer en esta rama del arte, el cual se ha venido realizando en nuestra ciudad de Miami desde el 2017, arribe en este 2024 a su VIII edición, constituye sin duda alguna un magnífico logro de ese grupo de teatristas soñadores, quienes encabezados por Lilliam Vega, directora de la compañía El Ingenio teatro, han podido verlo convertido en realidad.

En una ciudad donde cada día el teatro hispano-parlante toma más fuerza, se multiplica, surgiendo diferentes eventos y festivales dedicados a esta manifestación artística, cada uno de ellos con sus propias características, se hacía necesario la creación de uno que se enfocara en el trabajo de las mujeres dentro del rico universo teatral. Un evento que hablara no solamente de actrices, directoras, dramaturgas e investigadoras, sino que hurgara en la presencia femenina en todas las ramas del proceso que permite llegar a disfrutar de una puesta en escena, incluyendo las áreas técnicas-artísticas y aquellas que sin pertenecer a este mundo en específico, se relacionen mediante sus propios discursos estéticos.

El que se haya elegido este nombre -Casandra- perteneciente a un personaje de la mitología griega, el cual cargaba con la maldición del dios Apolo, de que a pesar de poder predecir el futuro, jamás nadie la tomaría en cuenta, tiene como objetivo defender a esa mítica figura en la representación de todas las mujeres que como Casandra poseen sus propias visiones de un mundo diferente, mejor, donde sus delirios si puedan ser tenidos en cuenta y verse hechos realidad.


A través de los ocho años de vida de este evento, han sido numerosas personalidades artísticas las reconocidas por su trayectoria, entre ellas, las cubanas Flora Lauten (directora), Raquel Carrió (dramaturga e investigadora) y Nelda Castillo (directora), la canadiense Diana Taylor (fundadora y directora del Instituto Hemisférico de Performance Político), la peruana Teresa Ralli (actriz de la compañía Yuyachkani), Else Marie Laukvisk, noruega y Roberta Carrieri, italiana (ambas actrices del Odin Teatret), así como otras mujeres artistas e intelectuales que forman parte de nuestra comunidad miamense, llegándose en esta presente edición a realizar un reconocimiento al trabajo de Rosa Ileana Boudet, crítica e investigadora teatral cubana.

La presencia internacional a esta fiesta escénica ha llegado desde España, Italia, Alemania, Portugal, República Dominicana, Cuba, México, Ecuador, Dinamarca, Noruega, Colombia, Argentina, Canadá, Perú y por supuesto Estados Unidos, lo que le otorga un importante historial de participación en la misma, convirtiéndola en un abanico de procesos creativos que ayudan a enriquecer la mirada sobre una forma artística tan variada y compleja como es el teatro.


El Ingenio Teatro, agrupación teatral alrededor de la cual se levanta el festival ha presentado durante todo este recorrido muestras de su quehacer mediante las presentaciones de puestas en escena de “Cartas Cruzadas”, “Corazón al viento”, “Yerma”, “Habana Café” (inspirada en la obra también cubana Requiem por Yarini), “Una Rosa de Francia”, “La fiesta de la Friducha”, “El pueblo de Esteban”, “Celia” (un tributo a Celia Cruz, la Guarachera de Cuba) o “El último vuelo de Matías Pérez”, todas bajo la dirección de Lilliam Vega, quien para esta ocasión nos traerá la obra “Burdel el Ojo Azul”, escrita por Raquel Carrió.


El evento no deja a los niños sin la posibilidad de disfrutar también de trabajos dirigidas a ellos, siendo la agrupación que organiza el evento al encargada de acercarlos a esta manifestación artística, en puestas como "The Little Martina”, “El cangrejito volador”, “El Gato con botas” y “La dama y el mar”.


De igual forma han pisado los escenarios de este festival obras como “La edad de la ciruela’, “Bosfora Rosario”, “El Album”, “Yo quiero ser la Lupe” (homenaje a la cantante cubana que arrasó con los escenarios neoyorquinos), “Yo no soy Fernando Pessoa”, “Una palabra tras otra”, “Las últimas criadas”, “Leyendas negras”, “La muñeca rota”, “Siempre se olvida algo”, “Féminas’, “Suite para Ketherina Sola”, “Nuestra Señora de las Nubes”, “Velocista Eurydice” (interesante trabajo que mezcla la actuación con el canto lírico), unas llegadas desde el extranjero, otras, producciones de agrupaciones teatrales de la misma ciudad de Miami, como Artefactus, Havanafama, Miami Factory Project y otras puestas independientes.

Un variado número de investigadores, teatrólogos, actores, directores y críticos, tanto extranjeros como del patio, entre los que se encuentran Habey Hechavarría, Rosie Iguanzu, Wilfredo A. Ramos, Adyel Quintero, Raquel Carrió, Yasmina Proveyer, Sarime Álvarez, Jenifer Fernández, Arantxa de Juan, Nara Manzor, Ivonne López Arenal, Gilda Matos, Bauer-Funke Cerstein, Joel Cano, serían algunos de los encargados de tratar diversidad de temas relacionados con el ámbito teatral en conferencias y conversatorios.

Aunque este ha sido un espacio enfocado en el quehacer teatral, no por ello se han mantenido al margen de él otras manifestaciones del arte, habiéndose realizado exposiciones de obras de artistas de la plástica y de la fotografía, programado documentales y videos relacionados al teatro. Asimismo se han realizado presentaciones de libros de distintos autores, como además a través de todas las ediciones del festival ha tenido lugar la presentación de la Revista Caritate, que edita Baltazar Martin, dedicando dicho número de la misma al evento.

Igualmente se ha abierto un espacio a la música todos estos años por medio de presentaciones de agrupaciones y solistas, como la cubana-española banda Picadillo, el excelente cuarteto del País Vasco, hacedores de música a capella, Demode Quartet. la estupenda vocalista cubana-americana Gema Corredera, los rockeros del Twin Soul Duo o el cubano-canadiense grupo de jazz latino integrado por mujeres OKAN.

Para esta VIII Edición el Festival Internacional de Teatro Casandra, preocupados por promover con mayor ímpetu esta siempre compleja, pero cautivadora manifestación cultural, ha querido andar por otros caminos, al ofrecer una oportunidad a jóvenes interesados en la dirección escénica, abriendo una convocatoria para aquellos interesados en dirigir teatro, dando la oportunidad al surgimiento de posibles nuevas figuras en la dirección teatral en nuestro medio.

Esta importante cita con el teatro y la cultura en nuestra ciudad de Miami, ha ido cobrando la fuerza necesaria para continuar su andar, creciendo en ambiciones, dibujando una trayectoria, que esperamos continúe con la misma terquedad, el tesón, entusiasmo y amor, que le ha acompañado hasta el momento y aunque la Casandra troyana, pudiendo predecir el futuro, vivió con el veto de no ser escuchada, estamos convencidos que estas otras Casandras serán portadoras de buenas nuevas y escuchadas en todos los rincones del mundo donde se ame al arte y la cultura.

Los esperamos a todos en esta gran fiesta del teatro y las artes del 16 al 24 del presente mes de Marzo..!




Lic. Wilfredo A. Ramos
Miami, marzo 2, 2024
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