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Sunday, November 16, 2025

Mons. Dionisio García, Arzobispo de Santiago de Cuba: "... nuestro pueblo está pasando momentos muy difíciles de pobreza, de escasez y en muchos casos de miseria. Todo hace falta. Desde medicina hasta el alimento, todo hace falta"


Palabras de Mons. Dionisio G. García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba, al terminar la eucaristía del Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario. Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Caridad, 16 de noviembre de 2025


Hermanos,


Quisiera agradecer tanto gesto de solidaridad humana, cercana, de familia, de vecinos, con ciudadanos nuestros y otras personas que están dispuestos y están ayudando a nuestro pueblo en este momento difícil.

Si me preguntan qué necesitan, yo les diría todo. Porque nuestro pueblo está pasando momentos muy difíciles de pobreza, de escasez y en muchos casos de miseria. Todo hace falta. Desde medicina hasta el alimento, todo hace falta.

Por eso les doy las Gracias. A ustedes, les doy gracias a las instituciones internacionales, a los grupos de apoyo, a esas personas que se dedican a ayudar en estos momentos trágicos, a los gobiernos que también tratan de ayudar si hace falta.

Pero hace falta mucha oración porque las cosas materiales ayudan, pero no resuelven. Ayudan y resuelven un poco, pero lo más importante es encontrar la seguridad, la esperanza en el corazón. Y para eso hace falta la oración y la generosidad de todos. ara mí ha sido un ejemplo la comunidad de cristiana, padeciendo ellas mismas de tantas dificultades, sin embargo, han salido a ayudar a los demás.

Lo que necesitamos es tanto que no se puede contabilizar, ¿no es verdad? Y muchas veces las ayudas que parecen más grandes, en realidad son ayudas queridas y agradecidas, pero siempre son muy limitadas, siempre. Y digo, la iglesia como siempre se ha brindado y lo está haciendo, no porque se haya brindado ahora, sino que lo hace siempre a través de Cáritas.

La iglesia trata de ayudar a los demás en la medida de sus posibilidades. Hemos recibido ayuda aquí en la arquidiócesis y en otras diócesis. Que si Siempre, como le dije, llegan a un por ciento. La iglesia no recibe dinero. La iglesia recibe recursos. Y esos recursos trata de repartirlos con la mejor disposición, tratando de llegar a los más necesitados, y aquí todo el mundo es necesitado, hermanos.

Con esto le digo, que ojalá sigamos recibiendo mucho más y la iglesia está dispuesta a recibirlo para darlo. ¿Vamos a dar oro y plata? No. Así lo dicen los Hechos de los apóstoles. Vamos a darte a Cristo muerto y resucitado, que murió en la cruz por nosotros. Eso es lo que vamos a darle. Y junto con eso, nuestra cercanía, nuestra ayuda y todo lo demás.

La iglesia ha tenido tantas dificultades y tiene tantas dificultades como el resto de nuestro pueblo. Pero estamos dispuestos a levantar el ánimo. Al principio, no sé si lo dije, pero quería decirlo, ¿cuántos ciclones han pasado? Y siempre hemos tratado de levantarnos.

Pero pongamos las condiciones objetivas para que el pueblo sepa levantarse con sus esfuerzos, con su trabajo, como dice la carta de Pablo. Hermanos, que Dios nos acompañe a todos. Sintámonos unidos. Y que el Señor les bendiga. Amén.

Quiero decirles que con nosotros con alegría, hoy nos acompaña el padre Miguel. El padre Miguel, un sacerdote polaco de la diócesis de Tarnów que viene a acompañar a otros hermanos de él, sacerdotes que trabajan aquí en una zona que fue muy devastada, que es la parte de Guamá. Allá en la costa, entre la sierra y el mar yendo hacia el occidente. Y él llegó precisamente ayer para ayudar a evangelizar a nuestro pueblo. Es decir, a que Jesucristo sea conocido. ¿Para qué? Como dice el texto, para alabar a Dios y reconciliarnos con Dios, obedecer a Dios y seguir su palabra.

Porque Él sabe que ahí es donde está la salvación y la felicidad. Que Dios nos acompañe.


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Texto y foto tomados de la página de Facebook del Arzobispado de Santiago de Cuba.

Sunday, August 31, 2025

¡No abandones, oh Madre! A tus hijos. (por el P. Gaztelu)

En la Novena de la Virgen de la Caridad del Cobre, les dejamos la transcripción de la Homilía a la Virgen de la Caridad del Cobre, Patrona de Cuba, escrita por Monseñor Ángel María Gaztelu y Gorriti, Párroco que fuera de la Iglesia del Espíritu Santo en La Habana Vieja. El Padre Gaztelu fue Miembro Fundador del “Grupo Orígenes”, de permanente trascendencia en la vida espiritual y cultural cubana en el siglo XX.

El documento original es del escritor e historiador cubano Alejandro González Acosta, residente en México, quien ha tenido la gentileza de ofrecérmelo para su publicación en Gaspar, El Lugareño. Teresa Fernández Soneira

Reproducción facsimilar de un grabado de la Virgen de la Caridad del Cobre, Imprenta del Gobierno y Capitanía General, Habana: 1852. Es una especial contribución del querido amigo, cubano apasionado, Don Emilio Cueto, residente en Washington, y que me obsequió una reproducción del original impreso, proveniente de su espléndida colección particular, que mucho agradezco. Alejandro González Acosta.
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Nota: Realicé algunas levísimas correcciones ortográficas, pero respeté puntualmente los subrayados originales del texto, que responden a la intención del autor. Alejandro González Acosta, Tlalpan, 31 de agosto de 20

Vista de la Villa y Santuario del Cobre,
 lámina del siglo XIX.
 Imagen de la Internet.
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Homilía -Nuestra Sra. de la Caridad del Cobre. -



- No concedió privilegio igual a ninguna otra nación- Non fecit taliter…

La Santísima Virgen María, desde que Ntro. Señor Jesu-Xto, momentos antes de expirar en la + la legara como Madre de todos los hombres en la persona del evangelista S. Juan, no ha cesado nunca de velar solícita y maternal sobre todos ellos, prodigándoles a manos llenas, su amparo, protección y auxilio a través de todos los tiempos, circunstancias y vicisitudes personales e históricas.

Estos cuidados, tan amorosa y solícitamente maternales, los ha venido manifestando de modo especialmente sensible en sus prodigiosas y múltiples apariciones que, con emoción y piedad hondas, con flor de leyenda, registran históricamente las tradiciones de los pueblos cristianos.

Evoquemos –ajustándonos a los límites de una simple homilía- algunas de estas aludidas apariciones, iniciando su evocación con la que la primitiva tradición cristiana estima como “primicia y flor” de todas las apariciones de la Virgen María, siendo ésta la visita que en “carne mortal” antes de su Asunción al cielo, hizo al apóstol Santiago, en un pilar, orillas del Ebro en Zaragoza. Mas, por razón de lo indicado antes, viéndonos obligados a pasar por alto las múltiples, sucesivas, imponentes y portentosas apariciones marianas a los distintos pueblos cristianos, … resaltemos algunas de las que más de cerca, en tiempo y devoción, nos impresionan, siendo éstas la de Guadalupe y las más recientes las de Lourdes y Fátima; y sobre todas ellas –por obvias razones religiosas y cubanas, la de su “poética” aparición sobre las azules aguas de la bahía de Nipe, signada con el augusto nombre de la Caridad, y cuya fiesta, hoy día de su Natividad, con honda emoción y filial piedad, celebra como a su tutelar Patrona el pueblo cubano.

El hermoso mensaje que encierra y señala el título y nombre de su aparición diciendo: “Yo soy la Virgen de la Caridad”, nos hizo recordar el versículo del salmo, citado al inicio de esta plática: No concedió privilegio igual a ninguna otra nación; pues ciertamente, la Virgen María en sus numerosas apariciones a ninguna otra nación se apareció, señalándola y honrándola con tan excelso título y hermoso nombre, cual es el de Caridad, Amor. Buenas pruebas de esto nos las dan S. Juan evangelista, afirmando: “Dios es amor”, y S. Pablo, cuando en su exaltado himno –verdadera rapsodia- al Amor, canta: “Si yo hablara todas las lenguas de los hombres y los ángeles, y me faltara el amor, no sería más que un bronce que resuena y campana cuyo tañido se lo llevara el viento. El amor nunca pasará… Ahora mientras pasamos por esta vida tenemos fe, esperanza y amor, los tres. Pero el mayor de los tres es el amor".

-Así, en efecto, para que nuestra vida sea real, verdadera y auténticamente cristiana nos son del todo necesarias la Fe, la Esperanza y el Amor, y en el modo y medida que creamos, esperemos y amemos en esta vida a Dios y a nuestros hermanos, lograremos nuestra salvación eterna.

Penetrados de las excelencias espirituales que encierran el título y mensaje de Amor con los que la Virgen María quiso la venerara y honrara el pueblo cubano, recordemos, una vez más, con emoción y devoción filiales, su prodigiosa aparición sobre las aguas de la bahía de Nipe.

De los varios datos históricos que, con plena veracidad, garantizan la aparición de la Virgen de la Caridad, citaremos, por cuanto de excepcional valor verídico tiene, la declaración jurada, que como testigo ocular del portento, depuso ante el juez competente, Beneficiado Juan Ortiz Montejo, el negro esclavo, Juan Moreno –el popularmente llamado, “negrito del bote de la Caridad del Cobre”- cuya declaración la hizo, a los 75 años de acaecida esta aparición –hacia 1604 y 16 12 años, contando él a la sazón 85 años de edad, en los términos siguientes: “Que siendo niño de 10 años de edad, fue por ranchar a la Bahía de Nipe en compañía de Rodrigo de Hoyos y Juan de Hoyos, hermanos e indios naturales, los cuales iban a coger sal y habían ranchado en Cayo Francés que está en medio de la Bahía de Nipe para con buen tiempo ir a la salina, estando una mañana la mar en calma salieron de dicho Cayo Francés antes de salir el sol los dichos Juan y Rodrigo Hoyos y este declarante Juan Moreno embarcados en una canoa para dicha salina, apartados de dicho Cayo Francés, vieron una cosa blanca sobre la espuma del agua y acercándose les pareció un pájaro. Dijeron estos indios parece una niña y en estos discursos llegados, reconocieron y vieron la imagen de Ntra. Sra. la Santísima Virgen con un Niño Jesús en los brazos sobre una tablilla pequeña y en dicha tablilla unas letras grandes, las cuales leyó el dicho Rodrigo Hoyos y decían: Yo soy la Virgen de la Caridad."

Así es, tal cual nos narran estas sencillas, verídicas y en medio de su espontánea ingenuidad poéticas palabras, dichas por el negro esclavo, testigo presencial del prodigio, cómo quiso, cual aurora naciente, bella como la luna y escogida como el sol”, aparecerse la Virgen María al pueblo cubano, marcándole en señal de su maternal protección con el sello de oro de la Caridad, del amor: esencia y corona de la Fe cristiana y prenda salvífica de vida eterna.

-Que la caridad en su doble y complementaria vertiente de amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos, defina y selle todos nuestros pensamientos, actos y deseos.- Que, a plena luz, el mensaje de la Virgen del Cobre, sea el ideal que inspire existencialmente nuestras vidas y que su fiel y filial seguimiento nos una y reúna, cada vez más estrechamente, con tan amorosa Madre; a fin de que por su eficaz intercesión alcance de su divino Hijo, la salvación de Cuba y de todos sus hijos.

- “Si de Cuba en las comarcas – erigiste, Señora, un altar – para hacer la mansión de prodigios – y a tus hijos de dicha colmar – No abandones, oh, Madre a tu pueblo –salva a Cuba de llanto y afán – y tu nombre será nuestro escudo –nuestro amparo tus gracias serán”.







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Teresa Fernández Soneira (La Habana 1947), es una historiadora y escritora cubana radicada en Miami desde 1961. Ha hecho importantes aportes a la historia de Cuba con escritos y libros de temática cubana, entre ellos, CUBA: Historia de la educación católica 1582-1961, Ediciones Universal, Miami, 1997, Con la Estrella y la Cruz: Historia de las Juventudes de Acción Católica Cubana, Ediciones Universal, Miami, 2002. En los últimos años ha estado enfrascada en su obra Mujeres de la Patria, contribución de la mujer a la independencia de Cuba, (Ediciones Universal, Miami 2014 y 2018). El volumen I dedicado a la mujer en las conspiraciones y la Guerra de los Diez Años, y el volumen 2, de reciente publicación, trata sobre la mujer en la Guerra de Independencia. En estos dos volúmenes la autora ha rescatado la historia de más de 1,300 mujeres cubanas y su quehacer durante nuestras luchas independentistas. En el verano del 2022 publicó La Bella Cubana, rostros de mujeres en la Cuba del siglo XIX (Alexandria Library Pub. House, Miami) que recoge 150 daguerrotipos del siglo XIX de mujeres cubanas de todas las edades y razas, acompañados de poemas de la época. Es un homenaje a la mujer cubana de todos los tiempos. Relatos y Evocaciones. Antología 1986-2023.

Sunday, June 22, 2025

"Celebrar" (Vocabulario Cubano", de Constantino Suárez. Año 1921)



Cuando a Santiago (de Cuba) llegué, conversando con una santiaguera, me contó que habían "botado" del campamento de la "escuela al campo" (un mes durante los años de secundaria y pre) a unos novios porque se "celebraban" en público.

En mi camagüeyano entender, que unos novios se celebren en público es algo bello y un buen ejemplo para sus compañeros. De ninguna manera podía ofender a la "moral revolucionaria".

Ella me explicó entonces que "celebrarse" (en el Santiago de Cuba de los 80s) era casi casi "apretar".

Apretar, se apretaba en la "escuela al campo" camagüeyana detrás de los baños, y si algo más, aventurarse a los platanales. Aunque los novios se podían poner medios melosos en público (algo así como medio "celebrarse". (JEM)

Sunday, January 5, 2025

Una foto entrañable

Camagüey, año 2000. Tercer Encuentro Nacional de Historia "Iglesia Católica y Nacionalidad Cubana".
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Tuve el privilegio de conocer a Rafael Duharte en los años 80s, cuando estudié en la Universidad de Oriente. Él era parte del equipo de la Casa del Caribe. Cubano culto, excelente conversador, dueño de un fino sentido del humor. Un caballero.

Asistí a muchas de sus conferencias y charlas de historia, de sociología, de temas mundiales y locales. Compartinos socialmente en ocasiones.

Le agradezco su apoyo desde Santiago de Cuba, junto con Olga Portuondo Zuniga, a partir de los mismos inicios (cuando el apoyo más se necesita) de los Encuentros Nacionales de Historia "Iglesia Católica y Nacionalidad Cubana". Recientemente, publicó varios de sus textos en el blog Gaspar, El Lugareño. Falleció en el mes de mayo de 2023.

Agradezco a su hijo Rafael Ángel Duharte Santos me envíara esta entrañable foto, y el permiso para publicarla.




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Ver Rafael Duharte en el blog 

Monday, December 30, 2024

"por un beso de la flaca"


... "por un beso de la flaca", en aquel entonces (86-91) no existía la canción.

Durante los cinco primeros años que estuve en la Universidad de Oriente, Santiago de Cuba, anhelé el beso de esa flaca. Me encantaba su gracia, la seguridad de su andar y de su estar, su perfil (me enloquece el perfil -francés le llamo- como el de ella).

Compartimos una relación afectuosa. Disfrutaba saludar a esa santiaguera, siempre "bien puesta", aunque disimulaba la atracción que ejercía sobre mí. Le "amaba", como se "ama al cisne salvaje".

Pasó el tiempo, Festival del Caribe de 1991. No recuerdo de que manera llegó a mis brazos, una noche de un día, casi con su amanecer. Nos besamos "la flaca" y yo, nos besamos... (JEM)

Thursday, December 19, 2024

Beso en el balcón


Universidad de Oriente (1988 o 1989). Creo, sucedió en el segundo piso del Edificio F, donde ella dormía (yo en F y 3ra -Becas Quintero).

Balcón con vista a la ciudad de Santiago de Cuba, su bahia y la Sierra Maestra (vista maravillosa). Era de noche, no llovía, eramos amigos, se fue la luz. Nos miramos, un beso, otro beso, un Beso, ... , regresó la luz. Seguimos siendo amigos.

Hace unos días lo comentamos. Pensaba era uno de mis sueños, pero ella bien lo recuerda. Mi memoria guarda el sabor de sus labios. En mi corazón su mirada, tierna y ardiente.

Un Beso, mi amiga (JEM)

Monday, October 7, 2024

Festival del Caribe. Santiago de Cuba, 1991.


La villa de los delegados eran unos edificios que habían sido hogar de "Técnicos extranjeros" (del "Campo Socialista"). 

En ese Festival además de mucha teoría y mucha cultura, mucho se bebía y mucho se "vivía". 

En el mismo piso donde se ubicaba el apartamento donde me alojaron, estaban los periodistas de La Habana que cubrían el evento. Segunda o tercera madrugada profunda, orilla del amanecer, les digo: "No entiendo si Uds. son tan ingeniosos, bromistas, agradables..., escriben esos bodríos que cuesta leer en vuestros periódicos y revistas". Carcajadas. 

Seguimos bebiendo y compartiendo, en alguna madrugada festivalera, al regreso de la noche de cada cual. A partir de ahí, leí de otra manera eso que llaman prensa en Cuba. (JEM)

Thursday, February 29, 2024

"siga ahí compañero, siga ahí"

Foto website Havana Times
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De las historias (o leyendas) que conocí por "tradición oral" en Becas Quintero, Santiago de Cuba, en la segunda mitad de los 80s.

Contaban que una pareja entregada a las pasiones amatorias, había avivado el erótico fuego a nivel tal, en encuentro al parecer fortuito, que la muchacha olvidó o desconocía el nombre del afortunado coprotagonista de esta legendaria historia. Narraban que en el silencio de la cálida madrugada universitaria oriental, se escuchaba a todo volumen un revolucionario ruego:

- "siga ahí compañero, siga ahí"

(JEM)

Thursday, February 15, 2024

¿Por qué el Papa no renueva el episcopado católico cubano?

Foto/COCC
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En Cuba varios de los obispos han presentado su renuncia reglamentaria por cuestión de edad (75 años), pero el Papa los mantiene en su posición, sin nombrar sucesor.

401 § 1. Al Obispo diocesano que haya cumplido setenta y cinco años de edad se le ruega que presente la renuncia de su oficio al Sumo Pontífice, el cual proveerá teniendo en cuenta todas las circunstancias.

§ 2. Se ruega encarecidamente al Obispo diocesano que presente la renuncia de su oficio si por enfermedad u otra causa grave quedase disminuida su capacidad para desempeñarlo.

402 § 1. El Obispo a quien se haya aceptado la renuncia de su oficio conserva el título de Obispo dimisionario de su diócesis, y, si lo desea, puede continuar residiendo en ella, a no ser que en casos determinados por circunstancias especiales la Sede Apostólica provea de otra manera.  (Código de Derecho Canónico) 

Los obispos cubanos que han llegado o rebasado la edad límite de los 75 años: Card. Juan García (75), arzobispo de La Habana.  Mons. Dionisio García (79), arzobispo de Santiago de Cuba. Mons. Alvaro Beyra (78), obispo de Bayamo Manzanillo. Mons. Juan de Dios Hernández (75), obispo de Pinar del Río. 

Cercanos a la edad de retiro: Mons. Wilfredo Pino (73), arzobispo de Camagüey. Mons. Emilio Aranguren (73), obispo de Holguín-Las Tunas. Mons. Domingo Oropesa (73), obispo de Cienfuegos.  Mons. Silvano Pedroso Montalvo (70), obispo de Guatánamo-Baracoa.

Unicamente dos obispos titulares están distantes de la barrera de los 75 años de edad: Mons. Arturo González (68), obispo de Santa Clara y Mons. Juan Díaz (63), obispo de Matanzas y los dos obispos auxiliares: Marcos Pirán (62), obispo auxiliar de Holguín y Mons. Eloy Ricardo Domínguez Martínez (46), obispo auxiliar de La Habana.

La diócesis de Ciego de Avila carece de obispo, desde el año 2022, lo que se conoce como sede vacante, año en el que Mons. Juan Díaz fue trasladado a la diócesis de Matanzas. 

¿Por qué el Papa no renueva el episcopado católico cubano? No tengo la respuesta. (JEM)

Monday, January 8, 2024

El gran Pablo Botta (por Joaquín Estrada-Montalván)

Foto/Havana Times
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Recuerdo hoy al profesor Botta, de la facultad que en aquellos tiempos se conocía como Filosofía e Historia (luego, al fusionarla con Artes y Letras, le cambiaron el nombre creo que par de veces). Pequeño en su estatura física, inmenso en su imponente y amable personalidad.

Llegaba al aula con un gigantesco y viejo maletín de cuero. Colocaba sobre su mesa tres pilas de páginas de papel presilladas. Sacaba un pomito de medicina con café y una caja de cigarros. Se llevaba el café a la boca, al mojarse los labios su cara se transformaba con un gesto de desagrado, regresaba el café a la mesa, lo tapaba mientras refunfuñaba, quejándose de la degeneración que cada día sufría lo que llamaban café en la cafetería del rectorado, situada al final de unos escalones hacia el centro de la tierra. Luego, intentaba encender un cigarro, cuando lo lograba, enseguida se apagaba, lo lanzaba al jardín por las persianas de las ventanas "estos cigarros no dañan la salud, es imposible fumarlos".

Cumplido este primer rito, iniciaba el segundo, nos miraba: -"Acá tengo tres versiones de la clase de hoy, ¿cuál prefieren, la más extensa, una mediana o la pequeña? -La pequeña, respondíamos al unísono (era esta una de las pocas ocasiones en las que el grupo se manifestaba a una sola voz). -"Lo sabía, así va hoy el mundo".

Empezaba narrando en francés la francesa revolución, detenía su charla, nos miraba con cara de asombro, de no creo lo que veo: "¿no saben francés? ¿que enseñan ahora en el Instituto?, metía a veces su latinazgos: "¿nada de latín? ¿que enseñan ahora en el Instituto?...

... y ahí arrancaba la clase, se sumergía en su historia, dramatizaba, reía, declamaba, peleaba... se subía los pantalones para explicarnos que unos eran "sans-culottes" y otros usaban "culottes". Nosotros extasiados, absortos, sumergidos junto con él, en sus historias de la historia.

En los exámenes finales no recuerdo que haya desaprobado a alguien, cuando se presentaba una deficiente prueba, pronunciaba su sentencia: "tienes 3 (de 5), no te "cuelgo" (manera de referirse a desaprobar en el Santiago de Cuba de los 80s), "la vida te colgará"

Botta era quizás en la Universidad (en la Facultad creo que sí) el profesor más querido, tanto por sus colegas, como por sus alumnos. Hombre Bueno. (JEM)

Thursday, January 4, 2024

Totalmente me cautivó (por Joaquín Estrada-Montalván)


Al llegar a la Universidad de Oriente, septiembre de 1986, tuve una novia maravillosa: flaca, más alta que yo (como la mayoría de mis novias), cantaba (y canta) precioso, una sonrisa que me enloqueció, tono seductor el de su voz, con el que me compartía sus historias, como si de novelas se tratara, totalmente me cautivó.

No duró en el tiempo ese noviazgo. En octubre, luego de un mes y unos días de ennoviarnos, en uno de los campos deportivos de la universidad, noté que se acercaban unas muchachas bellas, para lucirme (como si pavo real fuese), se me ocurrió guindarme de la portería de balonmano para hacer barras, aquello se vino abajo, me despachurró el deo gordo y el del lao, de un pie, pa Camagüey dos meses pa salvarles

Luego de asistir a un concierto de Rhodas en el Principal, fines de noviembre o inicios de diciembre, mi mamá me mandó de regreso pa Santiago. Mi novia alta, esbelta y cantora, ya no era mi novia. Le recuerdo de manera bonita, como bonita ella es. (JEM)

Saturday, December 30, 2023

¿Cuál guagua me sirve? (por Joaquín Estrada-Montalván)


Llegué a Santiago de Cuba around 4 a.m., luego de un transbordo en Palma Soriano, donde la "Colmillo Blanco" que me traía desde Camagüey, dijo: "yo no camino más, yo me siento" (no entonó lo de "caramelo a Kilo", eso había quedado en el pasado).

Inicios de agosto del 86 (quizás finales de julio), mi primera vez en el Caribe de la Isla, una muy pequeña terminal (luego supe que le llamaban la de "labana"). El plan era llegar a la Universidad, matricular, regresar a Camagüey.

En la "acerona" que estaba al frente de la terminal, estuve alrededor de tres horas intentando un taxi, o algo que me llevara a mi destino final, pero ni lo uno, ni lo otro apareció. Había amanecido, me acerco a un señor, luego de los Buenos Días, le pregunto donde podía coger una guagua a la Universidad. Me miró con cara de "que volá con este", señaló hacia un edificio a unos 100 metros (maybe unos centímetros más) y me respondió: esa es la Universidad. Muchas Gracias, con cara de por qué... me miras así, yo no conozco este lugar.

Emprendí el camino, hacia el último tramo del inicio de mis próximos años. (JEM)

Friday, October 20, 2023

"Versos de la otredad. 25 poetas santiagueros". Prefacio (por León Estrada)


PREFACIO

I

No ha sido habitual que las antologías que han recogido la obra poética de autores de (o en) Santiago de Cuba (acaso tampoco en ninguna ciudad de nuestro Archipiélago), asuman que los prefacios, prólogos o introducciones son necesarios, no solo para explicar estéticas o motivaciones generacionales, sino para deconstruir —si esto fuera posible, pero nunca "explicar"— el buen hacer de autores que escriben, o son movidos a hacerlo, desde las particularidades de una región o territorio de la Isla que, por diferentes razones, contrasta con otras áreas o espacios. Lejos de mi interés intentar sugerir —o persuadir— al fiel o probable lector de que existe un "modo santiaguero de escribir poesía", aún cuando existen disímiles y suficientes elementos que pudieran demostrar dicho enjuiciamiento y ser valorados en ese estricto sentido.

Me explico, y es un paradigma al que siempre recurro, Reynaldo García Blanco (1962) es un poeta espirituano que se trasladó a Santiago al iniciarse la década de los 90 del siglo xx pasado. Él tuvo que vivir —y experimentar— Santiago de Cuba para que su obra mostrara las claves o elementos justamente vinculados a esta parte del país, aún de modo inconsciente, porque García Blanco "descubre" el mar santiaguero, incluso ese mar agreste y encerrador de nuestra bahía, lo que sin duda, para él constituyó un descubrimiento, ahora muy notable en su "poesía escrita en Santiago". Y por supuesto, ha vivido los últimos treinta y tantos años en la ciudad profunda, rozando con el carácter santiaguero, diferente de aquel de la antigua ciudad sin mar desde donde vino. No por ello, considero, ha dejado de ser el poeta nacido en Venegas, conocedor, acaso, del mar del centro, del mar de Trinidad.

Otro tanto podría decirse —y ya no aludo al mar, aunque pudiera— del guantanamero Marino Wilson Jay (1946-2021), trasplantado en la ciudad en 1970, y aunque Guantánamo y Santiago apenas se diferencian en lo esencial en tanto ciudades orientales del sur caribeño, Wilson se erigió en poeta santiaguero distinguido, tanto como Efraín Nadereau Maceo (1940) y Jesús Cos Causse (1945-2007)... O qué decir del villaclareño Waldo Leyva Portal (1943), autor de la más bella, legítima y exacta definición de Santiago de Cuba... que se fue a La Habana en los años iniciales de la década del 80. Hay esencias que van más allá del lugar de nacimiento y residencia. Definitivamente Santiago no deja a nadie indiferente, y mucho menos a los poetas.

Las antologías las hacen gentes que consideran que los textos escogidos y ordenados llevan en sí un hilo conductor, una dramaturgia interna quizá, una curaduría, como en las exposiciones de artes visuales. De ninguna manera cuestiono ahora la inclusión de los poetas mujeres y hombres que integran la selección, quienes se diferencian entre sí porque no todos nacieron en Santiago de Cuba, no todos comparten generación, mas ninguno se parece estéticamente, aunque compartan señales y vivencias iguales; creo que esa es la primera y fundamental ganancia de Versos de la otredad.

Y es bueno que hayan sido incluidos el lugar y el año de nacimiento, el sitio del planeta donde reside en la actualidad cada poeta antologado, así como una ficha curricular referida a su trabajo con la poesía, los premios obtenidos y los libros publicados, pues aunque esto no se crea significativo o definitorio, dichos datos ayudarán en el futuro a los investigadores literarios a delimitar etapas, generaciones, tendencias, y a poder insertar a los poetas de la mejor y más completa manera posible en libros referenciales como diccionarios y estudios, y a otros probables antólogos los va a ayudar a conformar otra visión de la poesía de la que ahora mismo no somos conscientes, pues su sentido estricto está en un devenir desconocido.

Para no ser injusto, no voy a convertir estas palabras en una ristra de "apreciaciones formales" acerca de la poesía de todos y cada uno de los antologados, pues a algunos los leo por primera vez e intentaré valorarlos de igual manera, pero como conozco a la mayoría, prefiero valerme de mis recuerdos personales en función de la evaluación de los textos ahora publicados, o de aquellos que conserva mi memoria. Los 25 poetas que presento son "brujos de la tribu", como diría el inolvidable hermano Wilson, y son también, digo yo, obreros de la palabra con propuestas atendibles. Así, pues, me aventuro placenteramente a justipreciarlos aunque sea de modo apretado e impresionista:


II


Edilberto Rodríguez Tamayo (1954) es un poeta de larga trayectoria, no conozco en qué justo momento vino desde Moa a residir en Santiago, no obstante trajo consigo su tono poético, bien definido ya desde los años 80. Pero como el tiempo es otro y Cuba es distinta, es visible en su poética una profunda mirada al entorno social, que no denuncia sino que testimonia la crisis moral de la ciudad que ha elegido para vivir. Y es bueno que así sea, pues el ejercicio poético desde la experiencia no solo observa, también evalúa y define.

A Luis Milán Fernández (1972) lo conocí cuando estudiaba Medicina. Poeta noble y sincero, en tiempos del Taller Juan Marinello de la Facultad de Ciencias Médicas no observé en él demasiado interés por lo lírico. No obstante, cuando fue premiado en los Juegos Florales de 2009 con el texto —atrayente entonces y ahora antologado— "Los que se quedaron sin nacer", me sorprendí satisfactoriamente y me alegra haberme equivocado. Hoy vive en Estados Unidos.

Osmel Valdés Guerrero (1971) es un poeta que se ha fraguado alrededor de un grupo de creadores de valía que, desde Contramaestre han sabido, a golpe de talento, arrojo e inteligencia, descentralizar las hegemonías verbales de las "grandes" ciudades. En otra parcela ha asumido la décima —y el soneto, tan difícil de lograr— con magníficos resultados. Por lo pronto, los textos antologados lo muestran fiel a una estética que evidencia un enfoque ético estricto e indiscutible, único modo, en estos días, de ser ecuánime.

Jorge Matos (1965) no es un escritor estridente con una propuesta apabullante y ruidosa, él ha preferido escribir desde lo sensorial y desde su entorno. Se muestra ahora con textos que van hacia la brevedad y la concentración, que es como mejor se le da, y no al deleite (engañoso) con la palabra o la amplitud-extensión del poema. Matos no es prolífico, por tanto va siendo hora ya de publicar otro poemario.

Domingo González Castañeda (1967), cuya obra se escribe también desde la periferia, es un poeta que, con las mismas preocupaciones sociales de sus contemporáneos, escribe y soporta una circunstancia que no le es posible cambiar porque está detenida. La confusión es un triunfo paralizante. El hombre-poeta conoce, por eso ha escrito estos poemas desgarrados que, a pesar de todo, iluminan.

Iliana Rosabal-Pérez (1970) es poeta del intelecto, no solo por formación, sino porque es notable su bagaje de lecturas, su trabajo con el lenguaje y el idioma. Su madurez es evidente. Y reitero: "de concentrada fuerza y gran capacidad de laboreo con lo expresivo, no nos deja indiferentes, antes bien, su compromiso con la palabra poetizada lleva en sí el impulso de un arte ya conquistado por esta voz-mujer, diferente y diferenciada, la que con agudeza y oficio comunica, seduce y emociona".

Marieta Machado Batista (1975) es una poeta de la actualidad santiaguera, vencedora en los Juegos Florales de Santiago de 2023, su cuaderno "Tiempo de doldrums" es de un descarnado realismo en el que podrán ser halladas algunas claves del pasado cubano más reciente —léase revisión/repercusión de las Umap—, tamizadas por la vivencia que, no por serle cercana, resulta menos descarnada y atroz. De proponérselo, Marieta se podría convertir en una recia voz, pues fuerza expresiva no le falta.

Yulexis Ciudad Sierra (1977) reside en Brasil, pero antes vivió en Baire, en Bayamo... Su poemario publicado, Casa de insomnio (2006), trajo una voz de mujer, atrevida en su propuesta, al estar "cercada" por los varones del grupo Café Bonaparte (cómo no evocar a Eduard, aglutinador, necesario, muerto tan temprano), y en efecto, voz de frescura, con intención reivindicativa feminista, no se propuso desbordar los atrevimientos de otras poetas de su generación, pues su estro cede espacio a evocaciones y homenajes.

Dicen que Anisley Díaz Boloy (1984), que vino de Songo a vivir a Santiago, se ha marchado a residir a La Habana. De ella recuerdo la utilización caótica del "automatismo psíquico" en sus primeros poemas. Leo ahora (para bien) la reelaboración de esos mismos textos y es evidente que con el abandono del episodio surrealista ha conseguido mejores resultados en cuanto a tono y concentración del mensaje-discurso. Enhorabuena.

Gizeh Portuondo Vega (1980) es fundamentalmente narradora y se "estrenó" en serio con la poesía al obtener el premio Emilio Ballagas (2019) con Notas lectivas (2021), conjunto de breves prosas poéticas en las que, de modo descarnado y efectivo, con un discurso de actualidad sin aspavientos, deconstruye disímiles actitudes humanas y situaciones límite. Los textos antologados no forman parte de Notas lectivas, pero podrían, toda vez que contienen el mismo aliento y un alto grado de elaboración poética.

Yorisel Andino Castillo (1983) está escribiendo ahora mismo una poesía sumamente reflexiva, y digo más: "explosiva". Toca de modo fiel y verídico la fibra actual de la sociedad cubana. Alrededor de una jabita de nailon, que puede ser —porque lo es— un elemento común y vulgar al que nadie jamás pensó convertir en protagonista, Yorisel asume un discurso de una crudeza irrefutable, aún cuando hasta podemos —¡poderes que tiene la poesía!—, sonreír con la inobjetable lucidez de sus versos. Ya es momento de que la poeta publique un poemario en solitario, pues el salto cualitativo es indiscutible.

Eriakna Castellanos Abad (1984) es otra poeta de nuestra actualidad, sobre todo a raíz de su nuevo galardón en los Juegos Florales de 2022 —lo había obtenido antes en 2007—. No ha habido transiciones esenciales (aunque sí un ímpetu al enfrentar lo lírico) entre Anatomía urbana (2010) y su cuaderno inédito, "Los rostros de un país", aún cuando también son otras (y nuevas, y sorprendentes) las circunstancias —y las corrientes— que impulsan su poesía. Y es que la ciudad, los destinos, los valores y los altibajos sociales son otros, aunque ella sabe pulsar esas cuerdas.

Saraí Soler Jordán (1990) se nos presenta con un texto (de arte menor), dividido en diez partes irregulares, y se mueve entre lo sublime y lo erótico a ratos, pasando por la confesión elocuente, hasta convertirlo en descarga de cierta dureza; son versos a veces existenciales que hacen de su poema una muestra híbrida que solo la deja entrever en tanto autora, es decir, ella no se muestra en todo su esplendor, acaso porque un único texto no es suficiente.

En la poesía (lacónica) de Lisbeth Lima Hechavarría (1995) es posible apreciar que se emparenta con lo narrativo, género que de igual forma escribe y en el que, posiblemente, a juzgar por los libros que se propone editar —o ha editado—, logre resultados inmediatos. Es notable, entre las voces de la antología, su trazo femenino de amante y de mujer —en la posibilidad de parir, de dar vida—; son textos que comunican, y ello, desde todo punto de vista, es positivo.


III


En esta parcela del prefacio me referiré a los autores antologados a quienes leo por primera vez, porque además —excepto a Aliuska—, tampoco los conozco personalmente. Lo dicho no justifica que no dedique a todos y cada uno algunas líneas valorativas de los textos que nos proponen. Se podrá entender entonces esta peculiar división que he hecho en tres apartados y en un orden poético más o menos aleatorio.

A Aliuska Ponce de León (1979), la conocí como narradora en el siglo xx pasado, aunque sabía que escribía poesía. Es tunera, pero reside en Santiago de Cuba. Ella propone textos breves y concentrados que abarcan gamas que van desde lo reflexivo hasta lo íntimo, pero siempre como testigo de las acciones poetizables.

Miguel Aroldo Osoria Rodríguez (1948) se presenta con una poesía de dureza verbal, casi monolítica, que se muestra tal como es, desnuda y liberada de cualquier obstáculo que impida su exacta comprensión. Enjuiciadora y mordaz, no dejará indiferente a quien la lea, aún cuando el sarcasmo no sea otra cosa que la más estricta verdad de los días que corren, asunto que no podrá negar ni el más utópico.

Por su parte, Whigman Montoya Deler (1973) es también autor de versos duros, para nada excesivos, él es un poeta que "habla claro", no un simple transeúnte. En algún momento asoma, porque lo asume, un discurso (no velado) en el que la propia dureza y el homoerotismo se evidencian en feliz conjunción expresiva. Cronista de tiempos que plantean otros derroteros más o menos liberales, sobre todo en lo referente a la Isla, su propuesta descarnada vale.

Carlos I. Naranjo (1975) conmociona (y emociona) al centrar su atención en el niño emigrante —Alan Kurdi— muerto/ahogado en una playa europea, y cuya foto recorrió el planeta como denuncia de una situación límite, para nada ajena al entorno cubano-caribeño y sus circunstancias. Además enfoca sus versos hacia temas culturales de amplio espectro. Hoy reside en Estados Unidos.

El poeta Marcos Antonio Hernández Arévalo (1986) se muestra aquí con décimas logradas, él puede invocar (e involucrar) a la deidad suprema en un discurso interior en el que la lucidez prima por encima de las metáforas y las conveniencias de la composición. Más que vocero o elemental espectador es testigo.

Carlos Manuel Villanueva Madrigal (1988) igualmente escribe décimas y sonetos, entre otras propuestas. Trae su poesía cierta proyección y un notable trabajo, más hacia el ritmo (el sonido casi perfecto) que a la significación, aún cuando logra con objetividad ambos procesos, difíciles de conjugar.

En Mailin Castro Suárez (1988) el desarraigo y la emigración son leit motiv de la joven poeta. Alta capacidad, traducida en buen oficio en una autora que logra, entre sus remembranzas (algunas infantiles), un texto en el que aborto-ruptura son claves sociales de suma pertinencia en nuestra cotidianidad.

En los textos de Ana Lisandra López Méndez (1988), se evidencian rasgos performáticos y teatrales y, a la par que homenajea a importantes escritoras suicidas, se involucra, quizá sin proponérselo, en cierta renovación literaria, no con las estructuras que ya existen, sino con un individual estremecimiento.

Yang Tsé Bosque Hung (1997) es un poeta indócil que explica, desde su experiencia y su conocimiento, cuánto dolor se oculta y cuánto mal se transfigura en las perspectivas que pudieran ser tomadas como normalidad. Discursivo en su hondura, no puede obtener ninguna respuesta, por eso escribe y por eso pregunta.

El poeta Daniel Faxas Mojena (2002) es él mismo un outsider cuyos textos mantienen una unidad conceptual en sus concisas interioridades. Las huellas de su andadura vital se extrapolan en Caballo de Troya, Luna, un gato... es un poeta joven del que emanan inquietudes acertadas, las que le recomiendo desplegar con energía.

Y por último, Geyler Mendoza Sánchez (2002) es autor de una poesía sentenciosa e incisiva para nada oficiosa. Como buen hijo de su tiempo, emplaza y exhorta a quienes han preferido mirar hacia otro lado y no ver que las realidades superan cualquier reservorio ideológico mental.

Y ya, nada más, la poesía es mejor que el silencio, y como ha sido un placer enfrentarme a tantos versos, leamos la poesía que nos proponen estos 25 poetas santiagueros de la otredad.

Buen provecho, lectores.


León Estrada 
en Santiago de Cuba, esta ciudad, 
julio-agosto, 2023.



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Versos de la otredad. 25 poetas santiagueros

Whigman Montoya Deler (Compilador). 

Edición y corrección:
Whigman Montoya Deler, Juan Manuel Alsina Milanés.

Maquetación y diseño de portada: Jorge Venereo Tamayo.

Prefacio: León Estrada.

Ediciones Laponia, LLC, Houston Texas, USA.
2023.

Friday, July 14, 2023

Homilía del P. Camilo de la Paz en la misa de exequias y reinhumación de los restos de Mons. Pedro Claro Meurice Estíu

Fotos/Facebook del 
Arzobispado de Santiago de Cuba. 
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Transcripción de la homilía del P. Camilo de la Paz Salmón Beatón, párroco de Santa Lucía. SBMI Catedral de Santiago de Cuba, 12 de julio de 2023.



Queridos hermanas y hermanos,

En esta tarde preciosa y calurosa de nuestra Arquidiócesis de Santiago de Cuba, iniciamos la predicación de la misa de reinhumación y de exequias de nuestro queridísimo pastor, Mons. Pedro Claro Meurice Estíu, recordando aquello que él mismo nos dijo en el arzobispado en el mes de febrero del año 2007, a las puertas ya de su retiro. ¿Recuerdan ustedes lo que mandó a preguntarle Juan el Bautista en la cárcel a Jesús? ¿Eres tú el que ha de venir? Díganle a él, que los ciegos ven, los cojos andan, se predica el evangelio y a los presos se les da la libertad. Si nosotros somos capaces, decía Pedro, de contestar esto en este tiempo presente, nosotros somos iglesia.

Ése es el espíritu de Mons. Pedro, y por eso damos gracias hoy, Monseñor por tu presencia a la luz del cirio pascual. Porque esa iglesia que recibiste por orden de Jesucristo y de la mano de Mons. Enrique Pérez Serantes. Esa iglesia que sostuviste, como muy bien nos recordaba nuestro Arzobispo por 39 años, dando testimonio de Cristo y de su misterio pascual; esa iglesia que tú entregaste humildemente al actual Arzobispo. Esa iglesia, esa iglesia Monseñor está viva. Esa iglesia tiene muchas comunidades, esa iglesia atiende a muchos y muchos pobres y presos; esa iglesia tiene el valor de hablar de la libertad, esa iglesia en las manos de quién la dejaste es una iglesia fiel, es una iglesia iluminada por ese cirio, es una iglesia unida, es una iglesia toda, completa, presente en este clero cubano joven y adulto, y en ustedes.

Hoy todos al acercarnos a la Catedral, con aquel sonido precioso del Ángelus a Nuestra Señora que marca las seis de la tarde, después de escuchar tu voz, siempre, cada uno, y los mayores que aquí contemplo tienen muchas experiencias de ti. Muchas experiencias preciosas y agradables de tu persona como pastor. Yo solamente tengo una sola experiencia con la persona de Mons. Meurice, y con esa experiencia, a la luz de la palabra de Dios, damos inicio a la predicación.

Era una misa de Santa Teresa de Calcuta en mi parroquia. Recuerdo la predicación de Mons. Pedro. Decía, en un aeropuerto de Estados Unidos nos encontramos, y yo pensé que la Madre Teresa no me iba a reconocer, la Madre Teresa se acercó a mí, con paso muy apurado porque ella me vio primero y me dijo, tú eres Pedro, el Arzobispo de Santiago de Cuba.

A la altura de los quinientos años, este V centenario de la fundación de nuestra iglesia en Cuba, ese tipo de Mitra Primada tiene gran peso. Mitra Primada, Báculo Primado, Catedral Primada, desde el 22 de octubre de 1523, día además en que hoy la Iglesia Universal celebra la fiesta de SS el papa San Juan Pablo II, al cual Mons. Pedro le presentó como dijo él aquel día en la plaza de la revolución, el alma indomable del cubano.

Cuando yo escucho en mi memoria ese encuentro con la Madre Teresa, me recuerdo de aquello que decía San Antonio María Claret a la luz de la obra de Mons. Pedro, esta es una diócesis para hombres probados en el Espíritu, porque esta diócesis está llena de malezas y espinas. Y Pedro supo defender, muy bien, su diócesis, y es además la vigencia de su pensamiento y su obra en cada uno de nosotros, como persona y como comunidad.

Hermanos, hoy la primera lectura nos habla primeramente de una situación de pecado en ese libro del Génesis. Fíjense que el hambre de estos hijos de Israel, nace por la iniciativa de entregar a José. De entregar a José a la muerte. Y los Padres de la Iglesia, los representantes de la Patrística como San Agustín, San Juan Crisóstomo, han visto en la figura de José la persona de Cristo. Esa persona de Cristo que, al ofrecerse y entregarse a la muerte, todos sus discípulos se dispersan. Esa figura de Cristo que aun en la cruz, y nosotros negándolo, tenemos una fortísima hambre de Él. Lo cual me hace pensar en lo que alguien me dijo, si vas a predicar sobre Mons. Pedro Meurice, como primer punto después que hables de su sentido de Iglesia, es hablarle al pueblo de su vivencia de Dios como el Absoluto. Santo Tomás de Aquino es el que nos enseña, y San Alberto Magno, textos que Mons. Meurice los sabía de memoria, que Dios es nuestro único Absoluto, no hay más. No hay en lo absoluto ningún acto puro del ser, que no tenga a Jesucristo; no hay persona que ocupe en nuestro corazón el lugar de Dios, porque el Señor es el Creador, el Señor es nuestro Redentor. Qué bien lo entendió San Juan de la Cruz cuando decía, que las almas que no poseen el amor de Dios, son amas sedientas, hambrientas, destruidas.

Hoy nuestro Pastor, Mons. Pedro lo presentamos en el altar como un alma de luz, un alma que ha sido transformada en Dios, un alma que por su obrar y su caridad participa de Cristo en el Reino de los cielos. Hermanos, para vivir el amor de Dios con la magnitud que lo vivió Mons. Pedro, hay que tener una responsabilidad muy grande, como decía San Pablo en su texto epistolar, de no negar a Cristo en el mundo. Es una tentación grande, y se lo quiero transmitir a ustedes, y con mucho amor y respeto a nuestros hermanos sacerdotes. Mons. Pedro siempre dio testimonio fiel de Cristo, pero de Cristo llagado, el mundo que le tocó vivir. Mons. Pedro no tenía complejos de decir la verdad, Mons. Pedro estaba comprometido con la verdad de Jesucristo. Mons. Pedro no tenía respeto humano, de públicamente frente a los poderes de este mundo, decir, Cristo es mi único Rey.

Por eso hoy, con la oración de la Iglesia, nosotros entregamos el alma de Pedro; y el Señor en su misericordia dirá, ven, ven a disfrutar que tú has sido mi siervo fiel y solícito. Y eso lo resumen sus ansias de contemplar a Cristo en su lema episcopal: ¡Ven Señor Jesús!

Quiero hablarles en la lectura del evangelio, de lo que todo el mundo me ha señalado amorosamente de Mons. Pedro Meurice, y así comencé la predicación porque somos iglesia. Somos una iglesia, somos la iglesia. El amor ferviente de Mons. Pedro a esta iglesia cubana, siempre obediente a la iglesia universal de sus tiempos bajo el pontificado de SS el papa san Juan Pablo II. Hoy contemplamos a Cristo nombrando apóstoles, y el primer nombre de la lista, Simón, Pedro, hoy se nos habla que la iglesia se sustenta de la sucesión apostólica. Hoy se nos habla de que Pedro llega a su sede episcopal, porque es la voluntad de Dios; como hemos escuchado en la lectura del evangelio, que quiere prolongar por amor, la presencia de su Hijo en los apóstoles, que hoy son los obispos.

Quiero hablarles ahora desde lo más profundo de mi corazón, porque este es el punto que verdaderamente cobra en mí, importancia. Y vamos a analizarlo. Cuando se me comunicó que debía de predicar, yo el más joven, el enano, el pequeño, sobre un gigante, inmediatamente se me ocurrió tratar de comunicarme con sus hermanas. Y su hermana Clara amorosamente me dijo, yo no te diré quién fue Pedro en la iglesia, ni para la iglesia, pregúntaselo a la Virgen de la Caridad que él era su hijo amado, y Ella era su Madre querida, y no te olvides que el discurso a San Juan Pablo II, termina, el último párrafo expresando, tu Rostro será nuestro escudo, nuestro amparo tus Gracias serán.

Mons. Pedro Meurice con ese amor inefable a la Virgen de la Caridad, comienza el Seminario en el año 1944 bajo el episcopado de Mons. Fray Valentín Zubizarreta y Unamunzaga. Era un niño. Mons. Meurice perdió a su padre muy niño, y su madre Narcisa Estíu educó, a él y a todos sus hermanos, bajo los principios radicales del evangelio. Con ese carácter que todos veíamos, con esa personalidad, y con esa impronta que escondía un gran corazón, capaz de decirle a cada pobre cuando ayudaba, prefiero pasar por tonto antes que faltar a la caridad.

Esa personalidad, y esa espiritualidad fue recibida con los brazos abiertos, de Mons. Enrique Pérez Serantes. No se puede entender a Mons. Meurice, si no leemos las cartas pastorales de Mons. Enrique Pérez Serantes, no podemos tampoco entender nuestra historia, ni como pueblo ni como iglesia. Si leemos esas cartas, que fueron vientre que gestó a esa persona que conocemos y de la cual estamos hablando, vamos a crecer en amor y en compromiso con nuestro pueblo, como fue Mons. Meurice. La iglesia y Dios, por ejemplo, ¿Roma o Moscú?, etc. En ese ambiente Mons. Meurice se forjó como sacerdote. Y en ese ambiente estudió tanto en el Seminario de San Basilio, como en la Universidad de Santo Domingo; estudió en Vitoria, España, Humanidades y Espiritualidad, y finalmente a la altura de ya casi acabando la década de los 50, estudió Derecho Canónico con excelentísimas notas, en la Universidad Gregoriana de Roma.

Ahora les contaré las circunstancias en las cuales fue nombrado Obispo. Dice un autor llamado Ignacio Uría, biógrafo de Mons. Enrique Pérez Serantes, que después de un largo viaje a Europa de ambos, llegan a Santiago de Cuba, y al pasar los días Mons. Pérez Serantes, que a él lo llamaba siervo fiel, prudente y sabio cirineo, le dijo en su oficina con aquel carácter, con aquel tamaño de Mons. Pérez Serantes, arrodíllese ahí. Y él inmediatamente se arrodilló y le dijo, irás a la Nunciatura, a La Habana, y dirás que sí a todo lo que te digan. Y él pensó, me mandarán a terminar estudios, y solamente expresó, deme su bendición.

Arrancó para La Habana alternándose con el chofer, porque era un excelentísimo chofer, y cuando llegó al otro día a las tres de la tarde, nada más y nada menos estaba el Nuncio, todo un personaje, César Zacchi. Cuando lo recibió le dijo, en la terna has sido nombrado Obispo, y él dijo, no, yo no puedo. Y Mons. Zacchi le contestó, mira si yo que no soy cubano, que hubiese podido desarrollar una carrera diplomática excelente en Roma, estoy aquí por voluntad del Santo Padre, que parezco más jefe de negocios que un Nuncio Apostólico, le he dicho que sí al Papa por amor a Dios, a la iglesia y a este pueblo, cómo tú, siendo cubano, no vas a aceptar la propuesta de la cruz que te llevará a amar a este pueblo, a esta iglesia y a Dios. Y Mons. Meurice dijo que sí.

Inmediatamente regresó para Santiago de Cuba. Cuando llegó, en aquella sala, le dijo a Mons. Enrique Pérez Serantes, Sí. Mons. Enrique Pérez Serantes gritó a su secretaria Olga Ros, Olga ya tenemos Obispo Auxiliar para Santiago.

La consagración episcopal fue el 30 de agosto, y dicen los que estuvieron presentes, que el Cobre, estaba repleto de gente, rebosaba de gente, y que apenas Mons. Meurice pudo agradecer dirigiéndose a su madre, porque el llanto no lo dejaba hablar. Dicen que aquello fue una Consagración Episcopal.

Ahora concluyo con lo siguiente. Dando gracias a Dios por el misterio pascual de Cristo en nuestras vidas. Esta misa la ofrecemos, como muy bien se ha explicado en el guion, por eterno descanso de Mons. Pedro, pero a la luz de ese cirio pascual, lo hacemos con el Espíritu de la Vigilia Pascual del Sábado Santo, para rescatar al esclavo, has entregado al Hijo. Creemos en la vida eterna, pidamos por su eterno descanso, y pidamos también por todos nosotros los sacerdotes más jóvenes, para que siempre seamos perseverantes y tengamos la vida y obra de Mons. Meurice vigentes, actuales en nuestra vida. Porque Mons. Meurice es un don, ha sido un don, y lo es para nuestra Iglesia y nuestra Patria, lo es.

Y concluyo con esta frase. Dice Pilar, nunca en mi vida he visto a un cura que toque, que sostenga con más unción y respeto al Cuerpo de Cristo, el Cáliz con el vino que ya no es vino, es sangre; no hay hombre que lo haya tocado con más unción que mi hermano Pedro. Que así sea.


Texto tomado del Facebook del  Arzobispado de Santiago de Cuba.


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Thursday, July 6, 2023

Luisa Pérez de Zambrana (por Enrique José Varona)


Dos poderosas influencias personales me ponen la pluma en la mano. Empiezo por declararlo, para que me sirva de disculpa, al menos ante mí mismo. Voy a tratar de una poetisa que ha alcanzado larga vida, renovando al compás de los años su manera poética, con tal flexibilidad, que sus dedos maravillosos, al sacar arpegios de su lira, parecen dotados de perenne juventud. Y voy a hacerlo cuando mis propios puntos de vista, ante el espectáculo de tantos cambios portentosos en la sociedad circunstante, han sufrido radicales modificaciones.

Ni es Luisa Pérez la misma que cantaba con graciosa ingenuidad entre las serranías orientales; ni su panegirista siente hoy la poesía como cuando salmodiaba meditabundo en el colegio los versos cadenciosos. de la poetisa, y conternplaba absorto la imagen bellísima de la autora, cual si una musa celeste bajara a recitárselos.

Muchos años después tuve la suerte de conocer personalmente y tratar a la poetisa, quebrantada ya por la muerte de su esposo; y pude advertir que aquella alma sensible se moldeaba, sin quererlo ni advertirlo, al influjo de la nueva vida que bullía en torno. Como eran también muy otros los ojos con que miraba yo la orientación de su rico ingenio.

No hace todavía mucho tiempo que tuve lugar de reconocer esta insensible transforrnación de esa alma poética; y he de limitarme a transcribir aquí mis aseveraciones, ¿Por qué habría de decir de otro modo lo que pienso del mismo modo?

Deseo fijar, decía entonces, si me es posible, el valor permanente de la obra de la poetisa en nuestras letras, y lo que realmente significa y lo que vale Luisa Pérez de Zambrana en el coro luminoso de nuestras líricas.

El primer contacto con la personalidad de un autor nos lo da su estilo. ¿Qué dice, qué revela el de la autora? Jamás.la poesía castellana ha encontrado notas más suaves, más dulces, más tiernas para trasladar los afectos de un alma férvida.

En su primera juventud la conmovió el' espectáculo inspirador de nuestra naturaleza, donde se presenta más hermosa, más pujante, en la espléndida región oriental. Espléndida, porque allí parece que la tierra ubérrima ha querido revestirse de todas sus galas, diversificando tanto el paisaje, que no sabe uno qué admirar más, si lo risueño de aquellos valles o lo alteroso de aquellas escarpadas cumbres. Así la joven poetisa podía, empapándose en los efluvios de esa rica naturaleza, ser a la.par tan plástica en sus descripciones, como profundamente patética en sus sentimientos.

Parecía que ya desde entonces quedaba marcada para el papel, que más tarde había de desempeñar como escritora en nuestra letras. Son muchos los artistas de Cuba que se han inspirado con la perenne juventud de nuestra isla risueña; pero hay algo que distingue a Luisa Pérez en esa misma expresión de poesía, que no podemos llamar descriptiva, porque la descripción allí es sólo un detalle pasajero. Lo que se halla en el fondo es Ia impresión profunda producida en el alma de la autora por aquella, grandiosa contemplación: y en esto consiste el toque del verdadero poeta en su contacto con la naturaleza. Lo externo, bello o sublime no domina al poeta, lo estimula, lo excita; y el espíritu de éste, con todo lo que tiene de propio y privativo, se posesiona 'de esa belleza o excelsitud: y la señorea. Pero ya se descubre en nuestra poetisa un matiz de melancolía, que sombrea, sus cuadros apacibles; cual si desde sus primeras efusiones pugnara por revelarse el grande, el excelso don que ha de constituir el mayor timbre.de su gloria literaria, aunque haya sido en la realidad, de la vida el mayor torcedor de su alma.

La gran escritora, pródiga desde temprano de tantos y tan hondos sentimientos, había de llegar a ser la más insigne elegíaca con que cuenta Ia poesía cubana. Jamás habrá exhalado ningún labio de poeta en nuestra tierra acentos más desgarradores y al mismo tiempo de más levantada y sublime inspiración. Los que conocen la vida extraordinariamente patética de Luisa Pérez no han de sorprenderse por cierto si digo que, en su caso, se aunan la sensación' íntima y desgarradora del mal de la existencia y su expresión patética en el lenguaje rítmico. Y esto nos explica que no haya, en toda su obra, un.sólo momento en que la ficción, el convencionalismo literario, domine su inspiración. Cuando joven aún nos describe las bellezas del lugar donde había nacido y las blandas emociones.que la inspiraban, todo en ella era espontáneo. Su arte estribaba precisamente en esa grande espontaneidad. Y cuando,.muchos años después, la hiere implacable el dolor, los gemidos en que prorrumpe aquel corazón desgarrado constituyen la más bella expresión de poesía, y son en realidad de verdad los más profundos quejidos arrancados a un alma sensible.

Quisiera yo que en toda la poesía elegíaca se me presenta­ran muchas páginas comparables a éstas a que me estoy refiriendo. Grande es, en el mundo literario americano, el aprecio que se hace del canto elegíaco de Maitin, en memoria de su esposa; y la reciente poesía española señala, como rica nota de melancolía poética, los versos que idéntico dolor arranca.a la lira de Balart. Me atrevo a aseverar que los lamentos de la poetisa cubana van más a lo íntimo de los corazones sensibles y dejan en ellos más punzante aguijón.

Nuestra historia está cortada, como de uu tajo, por nuestra primera guerra de independencia, y no es posible confundir las manifestaciones literarias en Cuba antes y después de ese magno suceso. Claro está, la generación' poética que se levanta después viene con otros cáracteres, ha oído el tremendo estallido de una sociedad que va a desplomarse para dejar surgir de sus ruinas otra nueva. Pero los poetas que habían producido en el período anterior, y sobrevivieron a esas grandes.conmociones, modificaron natural e insensiblernente su modo personal de poetizar.

De aquí se desprende que nuestra poetisa no podía permanecer encerrada en su antigua manera. ¿No habrá en su lira de oro sino una sola cuerda? Si nos fijamos únicamente en la forma de sus versos, pudiéramos creerlo. pero ¿acaso no sabemos que la forma es sólo una parte, a veces la más frágil, en una composición poética, en una manifestación artística cualquiera?

Leamos los versos de Luisa Pérez después del torbellino de la década sangrienta. Veremos que todo ha cambiado entonces en el horizonte mental, de la poetisa. y surge del seno de su alma herida un torrente tan copioso y sonoro de poesía, que él solo basta para hacer en todo tiempo inmortal su memoria. Es verdad que la suerte se había mostrado con ella tan implacable, que pocas vidas humanas podrían entrar en triste parangón con la suya.

No voy a referir los detalles, no quiero levantar el velo con que su dolor sagrado los encubre; pero ¿quién los ignora entre nosotros? Ningún grande afecto hubo que en su noble corazón no fuera desgarrado. Aquella Niobe cubana vió caer uno a uno, como fulminados por brazo vengativo, los pedazos de su alma maternal. Le tocó en suerte el más duro de los golpes humanos: el de sobrevivir a todos sus hijos, viéndolos desaparecer en la flor de su juventud, cuando más, lleno de esperanza parecía abrirse al mundo su espíritu. Pero es tan vivo el don poético, de esa alma conturbada, que del seno mismo de esa desesperación sin horizoríte brotan nuevos cantos, que eternizarán la historia de aquel dolor estupendo.

Cuando se ha podido sufrir así todo el rigor de la vida sin que enmudezca el labio, ni pliegue sus alas quebrantadas la inspiración, muy de lo hondo ha tenido ésta que remontarse y las fibras de esa poesía han tenido que estar muy reciamente entretegidas con las fibras de ese espíritu. Reconozcamos sin rebozo nuestra deuda con la gran poetisa. Quien ha logrado así hacer de su íntima sensibilidad don de consuelo de la nuestra adolorida. quien ha puesto voz armoniosa a nuestros mudos pesares, ha realizado plenamente el ideal de la poesía; pues, desgarrando el alma. ha cicatrizado heridas ajenas, y su dolor reverberante ha sido luz de apaciguamiento para muchas desesperanzas. 

Septiembre 1920.


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Texto tomado de Social. Julio 1922



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