Tuesday, October 22, 2019

II Open Arts Fest. Una noche, dos monólogos (por Wilfredo A. Ramos Vázquez)


Dentro de las presentaciones programas en esta segunda edición del Open Arts Fest que organiza Artefactus Teatro, correspondió a los días 11, 12 y 13, subir a escena a dos monólogos, el primero “Naufragios”, un texto de Jorge Carrigan, bajo la dirección de Juan Roca director de la Compañía Havanafama e interpretado por David Ponce, mientras que el segundo sería “El Crimen”, de la dramaturga francesa Marguerite Yourcenar, con dirección de Eddy Díaz Souza, que tuvo en Miriam Bermudez la responsabilidad de defenderlo.

La continua presentación de espectáculos en escena interpretados por un solo actor se ha vuelto una realidad muy común en nuestros días, quizás demasiada y no siempre para bien, pero los tiempos que corren de escasos apoyos económicos, de complicación al momento de poder reunir un elenco múltiple y la viabilidad de poder moverse a través de un país o de viajar a otros, ha convertido a esta opción teatral como una de las más socorridas tanto para directores como para intérpretes. Algunos años atrás a este género muchos actores le profesaban un gran respeto que casi se convertía en temor, debido a la enorme responsabilidad que significa el pararse en solitario sobre un escenario y enfrentarse de dicha manera a un público que tiene todas sus atención fijada en su sola presencia en las tablas. Actores de probada trayectoria nunca enfrentaron este reto y nunca aceptaron proposición alguna al respecto... pero como ya hemos dicho, los tiempos cambian y la manera de ver las cosas también, si a eso sumamos los problemas actuales que enfrenta el hacer teatro y que ya mencionamos, tenemos el marco apropiado para tal situación. Es por ello que en nuestros tiempos abundan los espectáculos unipersonales y los monólogos, que no son la misma cosa aunque a simple vista así lo parezcan, en el primero un actor en solitario asume el trabajo de llevar a escena a varios personajes que se relacionan con el conflicto dramático representado, mientras que en el segundo ese actor dará vida a un solo personaje que contará la historia que se verá en escena.

David Ponce, "Naufragios"
----------------

Como dijimos antes, “Naufragios” es un texto del dramaturgo cubano Jorge Carrigan, autor bien conocido en el medio teatral de la ciudad, quien viene escribiendo para teatro desde su país natal, más tarde durante su estancia en Canadá y en los últimos años no ha dejado de ser un autor frecuente en diversos escenarios miamenses. El texto, como su nombre indica nos trae la figura de un ser humano que se encuentra, al parecer, en el centro del océano después de haber naufragado su embarcación, digo al parecer, porque a medida que va transcurriendo el tiempo, este tipo de naufragio, trata de convertirse en otra manera de naufragar. El autor quiere enfrentarnos al concepto de “naufragio” desde el punto de vista de la pérdida, del fracaso en nuestra vida cotidiana, el náufrago en el mar es el mismo que naufraga en el devenir diario de su existencia. El símil es válido y tiene una real interconexión, pero que lamentablemente el texto no consigue llevarlo a un acertado destino, naufragando el mismo en el intento.

David Ponce, "Naufragios"
--------------

Con respecto a la puesta en escena, esta basa su escenografía en páginas de periódicos sobre el piso formando un cuadrado para recordarnos que el náufrago se encuentra sobre una balsa, que a su vez tiene diseminados varios barquitos de papel utilizando la legendaria técnica del Origami. En el centro de todo esto un cajón cuadrado de madera utilizado como plataforma para el actor y de donde asombrosamente saca otro periódico en un momento de la obra. No entendimos qué significado tenían dichos periódicos en relación con el texto ni con la acción dramática. El uso de una máquina de humo en dos momentos de la puesta solo aporta instantes apropiados visualmente pero no añaden nada al lenguaje dramático. El actor aparece en escena con un vestuario que lamentablemente nos lleva a recordar el filme Piratas del Caribe, demasiado recargado y teatralmente falso.

David Ponce, "Naufragios"
--------------

En cuanto al actor, tenemos que apuntar, que Ponce trabaja todo el tiempo externamente, no tiene un momento de interiorización, no actúa, grita todo el tiempo llegando a ser molesto tal nivel de voz. continuadamente. El actor no está consciente o desconoce la necesidad de usar los diferentes diafragmas que le permitirán modular la voz para así expresar los sentimientos y estados de ánimos necesarios por los que transcurre el personaje y le otorgaría naturalidad y credibilidad a su decir. Su manera de moverse en el escenario está necesitada de fluidez, de justificación, de estudio, de asimilación de cada movimiento. Si con la voz grita todo el tiempo, con sus gestos grandielocuentes golpea al espectador.

A rasgos generales, la presentación de “Naufragios” podemos considerarla como un trabajo no logrado, con demasiadas costuras necesitadas de recomponer y enfrentar una nueva lectura, un trabajo que desluce cualquier escenario y mucho más un evento de este tipo.

Miriam Bermudez, "El Crimen"
------------

Para la segunda parte de la noche se presentó el conocido texto de la escritora francesa, Marguerite Yourcenar, “Clitemnestra o el crimen”, el cual Eddy Díaz Souza ha convertido en texto dramático dandole por título “El Crimen”, corriendo el riesgo de llevar a escena un texto no teatral, con un lenguaje literario muy fuerte y una gran carga descriptiva-narrativa que dificulta el traspaso a la acción. Estamos en presencia con este texto de un preciso trabajo de introspección sicológica, del llamado “flujo de conciencia’ del que hablara ese otro grande de la literatura francesa y universal: Marcel Proust. No obstante estas reales dificultades, lo visto en escena complació por completo y logró su cometido, convirtiéndose en un poderoso texto teatral.

El director repartió por el escenario varios objetos que serían utilizados por la actriz durante el transcurso de la obra, destacándose un gran baul del cual se extraerán diversos objetos, así como una gran tela roja que a modo de cortina cuelga del fondo del espacio. Otros objetos completarán la utilería a utilizar, la cual se me hace un tanto reiterativa con el uso del manejo de varias telas (en total tres) a utilizar durante el transcurso de la obra. También se me hace innecesario y recargado el que la actriz se coloque un segundo y bien llamativo collar sobre el que anterior se había puesto, solo unos minutos antes del fin de la obra. Un atril con un micrófono crean un raro ambiente dentro de la propuesta, pero que serán utilizado de manera que la acción sea cortada y traspasada en el tiempo.


Miriam Bermudez, "El Crimen"
--------------

Sobre el trabajo de Miriam Bermúdez, esta vez en el rol de actriz, recordemos que ella es además directora, tenemos que decir que se enfrenta a este difícil texto con una total entrega al personaje, mostrando un magnífico desenvolvimiento escénico, dominando sus movimientos y acciones, dándoles el dinamismo necesario para la concepción de tan fuerte personaje dramático. Si debemos notar que la necesidad impuesta por el director en trabajar con las excesivas telas que antes mencionamos, colocan a la actriz en la difícil situación de tratar de hacerlo con la mayor organicidad y fluidez posible, algo que no siempre se logró. Miriam es una actriz de voz grave, redonda, que proyecta y frasea correctamente, su voz es cálida y sabe trabajar los matices e inflexiones para hacer creible lo que dice, pero en esta puesta, por momentos, al tratar de interiorizar algunos momentos, de darle cierto tono íntimo, la voz se iba demasiado hacia adentro, haciéndose casi ininteligibles sus palabras. Su desempeño en esta difícil Clitemnestra de Yourcenar sale airoso, con momentos verdaderamente intensos dramáticamente, creíbles y bien elaborados.


Miriam Bermudez, "El Crimen"
-----------

La puesta de Souza, como ya es costumbre se mueve entre lo funcional y el buen gusto, con instantes que atrapan por su fuerza visual, dándole un acertado uso a cada elemento dispuesto sobre la escena (lo de las telas es un nota menor, tal vez una majadería nuestra por haber estado algo saturados de ver usadas tantas telas en las tablas a través de nuestra vida). La música crea el ambiente perfecto, rompiendo por momentos la acción y llevándonos hacia un concepto otro de puesta en escena, momentos en que esa acción se nos hace actual, provocativa, lo que nos parece muy interesante como elemento contestatario ante la línea argumental del texto. El diseño de luces crea precisos ambientes que ayudan a reforzar el carácter de intensidad dramática de la acción. Provocar a la actriz a trabajar con agua para crear un estado catártico de gran proyección nos permite apreciar unos de los instantes visuales más hermosos de la puesta, que la actriz logra con precisión y organicidad. El disfrute de este monólogo permite el cerrar la noche complacido y sentir que el viaje hacia “el fin del mundo” fue una acertada decisión.


Wilfredo A. Ramos. Crítico de Teatro y Danza.
Fotos: Arturo Arocha. 

Monday, October 21, 2019

Un poema de Félix Luis Viera

Nota: Cada lunes la poesía de  Félix Luis Viera.  Puedes leer todos sus textos, publicados en el blog,  en este enlace.  Traducción al italiano de Gordiano Lupi.   


Poema 52 de La patria es una naranja


52


Te he llenado palabra tras palabra, gota tras gota de semen hasta desbordar los interiores de tus uñas. Hemos iniciado y consumado todos los ritos en esta tierra tuya. Has tenido la naranja que es la patria en una bolsa transparente en ocasiones, y en otras has estado lejos de tu patria y has creído que esa naranja, que es la patria, no ha sido más que el recuerdo de una avenida ancha y una bandera cuyos colores entonces no has podido discernir. Jamás has sido tan pobre como aquellos que nunca hemos tenido una pecera; mas, el dorso de tus panes a veces se ha persignado por los menesterosos. Te he llamado Eugenia en medio de esa noche y todas las patrias de todos los hombres, aun las patrias individuales de hombres individuales, se han acercado a mis manos. Tu voz me ha tocado el vientre y he sentido el aroma de una legión de azahares que me ha sanado de una soledad tan vieja como el primer árbol, en esta mole donde yo andaba con la patria en los ojos y el olor de tantas hembras agregaba plomo a la nostalgia. Quisiera haber escrito una oración donde me doliera por la infinitud de tu soberbia, donde clamase perdón para tu egolatría, tu neurosis. Quisiera haberte orado una oración donde pidiese para ti el escaño clímax, donde aparecieras como la princesa de las putas de toda la gigantesca ciudad de México y las villas circundantes. Te he llamado, Eugenia, solitario yo en una tarde de sol, más bien para no olvidar tu nombre ni aquella luz almendrada de tus ojos ni tus senos donde confluyen los balines del fierro candoroso. Si al fin hubieses existido, de la manera en que parecía que existías, quizás también te hubiera odiado (aunque hubiera seguido esperando de ti ese estribillo de los niños cuando rompen las piñatas: dale, dale, dale/ no pierdas el tino/ porque si lo pierdes/ pierdes el camino). Pero algunas veces sí te he odiado a matar. Sólo algunas veces, porque las más te he querido, mujer que no llegas, que llegaste y no, que a veces te vas y parece que llegas y a veces llegas yéndote, Eugenia, en esta Ciudad infinita donde cada diez minutos nadie me ama, y donde hay días en que nadie a nadie ama. Mas, creo que alguna vez tendremos una pecera, que habremos armado con los materiales que esos tipos fastuosos habrán tirado en el camino. Los pececitos serán las voces de todos los niños de la inacabable Ciudad, incluidas las de los niños que no han tenido más voz que el terror. Entonces yo te llamaré Eugenia cuatro veces cuando el sol se esté poniendo. Cuatro veces te diré: corre, no demores, eres el faro que orienta a los ángeles cuyas alas se han roto. Y nuestra naranja, nuestra patria, tendrá la piel relucientemente dorada y la verán desde todos los astros colindantes. Entonces tendremos una patria. Esa naranja enorme y brillantemente dorada. Y nadie habrá de escribir un poema que diga "hemos sido tan pobres". Y ni las plantas ni los animales ni los hombres habrán de necesitar que una mujer como tú, evidencia en el sueño, en la realidad deslumbre, viaje desesperadamente con sus aguas a salvarlos.



52


Ti ho riempito parola dopo parola, goccia dopo goccia di seme fino a straripare dalle viscere delle tue unghie. Abbiamo iniziato e consumato tutti i riti in questa tua terra. Hai tenuto l’arancia che è la patria in una borsa trasparente in alcune occasioni, e in altre sei stato lontano dalla tua patria e hai creduto che l’arancia, che è la patria, non fosse niente più che il ricordo di un viale ampio e di una bandiera i cui colori non potevi distinguere. Mai sei stato così povero come noi che non abbiamo mai avuto un acquario; inoltre, le croste dei tuoi pani a volte sono state segnate dai bisognosi. Ti ho chiamata, Eugenia, in mezzo alla notte e tutte le patrie di tutti gli uomini, persino le patrie singole di uomini singoli, si sono avvicinate alle mie mani. La tua voce mi ha toccato il ventre e ho sentito l’aroma di una legione di fiori d’arancio che mi ha guarito da una solitudine vecchia come il primo albero, in quest’immensità dove andavo con la patria negli occhi e l’odore di tante femmine rendeva pesante la nostalgia. Vorrei aver scritto un’orazione per lamentarmi della tua superbia infinita, per reclamare perdono del tuo egocentrismo, delle tue nevrosi. Vorrei aver supplicato un’orazione chiedendo per te il seggio più alto, dove apparire come la principessa delle puttane di tutta la gigantesca Città del Messico e delle cittadine circostanti. Ti ho chiamata, Eugenia, solitario in una sera di sole, soprattutto per non dimenticare il tuo nome, la luce color mandorla dei tuoi occhi e i tuoi seni dove confluiscono le pallottole di ferro ingenuo. Se alla fine fossi esistita, nella maniera in cui sembrava che esistessi, forse ti avrei anche odiata (anche se avrei continuato ad attendere da te il ritornello dei bambini quando rompono le pignatte: dai, dai, dai/ non perdere la testa/ perché se la perdi/ perdi il cammino). Ma qualche volta ti ho odiata da morire. Nella maggior parte dei casi ti ho amata, donna che non arrivi, che arrivasti e no, che a volte te ne vai mentre sembri arrivare e a volte arrivi mentre fuggi, Eugenia, in questa Città infinita dove ogni dieci minuti nessuno mi ama, e dove ci sono giorni in cui nessuno ama nessuno. Ma credo che una volta o l’altra avremo un acquario, costruito con i materiali che certe persone ricche avranno gettato per strada. I pesciolini saranno la voce di tutti i bambini della interminabile Città, incluso quelle dei bambini che non hanno mai avuto altra voce che il terrore. Allora ti chiamerò, Eugenia, quattro volte quando il sole si sta alzando. Quattro volte ti dirò: corri, non ti fermare, sei il faro che orienta gli angeli dalle ali rotte. E la nostra arancia, la nostra patria, avrà la pelle splendentemente dorata e la vedranno da tutti gli astri confinanti. Allora avremo una patria. Un’arancia enorme e splendentemente dorata. E nessuno dovrà scrivere un poema che dica “Siamo stati così poveri”. Le piante, gli animali e gli uomini non avranno bisogno di altro che di una donna come te, certezza nel sogno, nella realtà ingannevole, di te che viaggi disperatamente con le tue acque per salvarli.





-----------------------------------------------
Félix Luis Viera, poeta, cuentista y novelista, nació en Santa Clara, Cuba, el 19 de agosto de 1945. Ha publicado siete poemarios; tres libros de cuento; cuatro novelas y una noveleta.
Entre los premios que recibiera en su país natal, se cuentan el David de Poesía, en 1976; el Premio Nacional de Novela, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, galardón que ya le había sido otorgado a este autor, en 1983, por su libro de cuento En el nombre del hijo.
Su poemario La patria es una naranja, que aborda el tema del exilio a la par que incursiona en la realidad mexicana, ha tenido una buena acogida de crítica y público y recibió en Italia el Premio Latina in Versi en 2013.
Es ciudadano mexicano por naturalización.

----------------------------------------------
Gordiano Lupi, periodista, escritor y traductor, nació en Piombino, Italia, en 1960.
Fundador, en 1999, junto con Maurizio y Andrea Maggioni Panerini de la editorial La Gaceta Literaria, ha traducido del español a varios autores cubanos, como Alejandro Torreguitart Ruiz, Guillermo Cabrera Infante, Félix Luis Viera y Virgilio Piñera, entre otros. Cuenta en su haber con un amplio trabajo sobre figuras del cine, entre ellas Federico Fellini, Joe D´Amato y Enzo G. Castellari. Ha publicado más de una decena de libros que abarcan diversos géneros, como Nero tropicale, Cuba magica, Orrore, ertorismo e ponorgrafia secondo Joe d´Aamto y Fidel Castro – biografia non autorizzata.  Gordiano Lupi es un luchador por la democracia para Cuba y un promotor de las artes y la cultura de la Isla.

II Open Arts Fest. Lectura dramatizada de la obra “Factor Gen M" (por Wilfredo A. Ramos Vázquez)


Continuando con las variadas actividades que comprende esta segunda edición del Open Arts Fest, que organiza Artefactus Teatro, bajo la dirección de Eddy Díaz Souza, en la noche del pasado miércoles 16, se realizó la lectura dramatizada de la obra “Factor Gen M”, del escritor y periodista Luis de la Paz, la cual fue llevada a escena por el Proyecto Teatral Puertas que dirige la actriz Miriam Bermúdez, quien tuvo a su cargo también la dirección de dicho trabajo. Para su realización se contó con un elenco formado por los actores Simone Balmaseda, Héctor Alejandro González, Laura Alemán, José Miguel Quesada y Julio César Amador.

El autor, parte de la premisa de un supuesto factor biológico, que puede ser el causante de que la homosexualidad sea algo que se herede y pueda ser trasmitido de padres a hijos. A propósito de este controversial tema existen un sin número de teorías científicas que debaten el tema a partir de diversos aspectos relacionados con los cromosomas, en especial el cromosoma X del código genético masculino. Otras posibles causas que han sido estudiadas es la exposición del feto a altos niveles de hormonas, así como no se descarta que fáctores socio-ambientales puedan crear cierta predisposición hacia una conducta homosexual. Dichos estudios no han determinado el que exista un “Gen Gay”, pero si han podido encontrar, por el contrario, que existen una gran variedad de genes que si influyen en dicha manifestación sexual.

Simone Balmaseda 
y Héctor Alejandro González
-------------

Basado en la anterior información y en experiencias personales vividas a través de amigos y conocidos y sus diversas maneras de llevar y reconocer sus respectivas conductas homosexuales, es que de la Paz se adentra en este complejo y muy actual tema, no siempre manejado con la seriedad y profundidad que requiere, para entregarnos un texto dramático cargado de preguntas, en donde los personajes tratan de manejar sus vidas con diferentes tácticas al momento de enfrentar la sexualidad. La mentira, el tratar de ignorar una situación, la sobrepreocupación, la duda, la sinceridad, la ambiguedad, el silencio, son en el texto aristas de un mismo problema: la aceptación. La acción del texto pasa por la vida familiar de unos padres con un hijo joven, el cual aparentemente está en relación desde la pubertad con una chica, con la cual lleva una vida de noviazgo pero sin interés apremiante de casarse, actitud que es solo la manera de ocultar ante los padres de ambos sus respectivas homosexualidades y la relación del joven con otro chico. En este contexto se va desarrollando la acción, en donde el joven se siente bien en esta farsa representada frente a sus padres, sin ver necesidad alguna de decirles la verdad directamente, la presión de su pareja de que hable con sus padres, aunque el mismo tampoco lo ha hecho con su familia y un deseo de la chica de ser madre a toda costa, idea ya preconcebida por ella con la chica que fue su antigua pareja, se mueve el texto hasta que hacia el final, ante lo evidente, se descubre ante el espectador una realidad familiar inesperada: el que ambos padres son también homosexuales, pero que debido presiones familiares y sociales decidieron enmascarar sus verdaderas preferencias sexuales creando una familia y una vida “normal”.

José Miguel Quesada 
y Julio César Amador
-------------------

Este texto dramático fue escrito hace algún tiempo y ahora su autor decidió probarlo a través de una lectura dramatizada para ver como sería acogido por el público y su impacto en el mismo. Sin duda fue muy bien recibido por los asistentes quienes se identificaron con las situaciones, creando, una vez terminada la lectura-representación debates e intercambios de experiencias propias y conocidas. A nosotros también nos resultó de interés y de importancia el tema tratado, más en tiempos de tanta frivolidad y manipulación con la identidad sexual, en donde de manera demagoga se manipula el mismo con intenciones seudo políticas. No obstante consideramos que dicho texto necesita de un mayor desarrollo de los conflictos individuales que ayuden a reforzar los rasgos psicológicos de los personajes y los situen en una posición más definida frente a sus propias decisiones y acciones, para que de dicha manera se llegue a un final, que nos pareció algo precipitado, con una fuerza más contundente. La complejidad de la trama necesita ser más elaborada, sin temor a exagerar, ya que la vida misma se nos muestra casi siempre de forma compleja. Sin duda alguna que una revisión del texto redundaría en un trabajo más completo y provocativo.

Laura Alemán 
y José Miguel Quesada
-----------------

Con respecto al montaje de esta lectura dramatizada, Miriam Bermúdez, su directora, realizó un excelente trabajo, dando a los actores la posibilidad de movimiento y expresión suficiente para desarrollar una buena labor a pesar del impedimento de contar con un libreto en la mano, una muestra que la creación no tiene límites y el saber manejar los elementos que ofrece el escenario (luces, escenografía, utilería, música) con inteligencia y creatividad permiten convertir la lectura de un texto, en una “casi” puesta en escena.

No quisiéramos terminar sin dar las gracias a Artefactus Teatro, a su director Eddy Díaz Souza, a sus colaboradores, a los artistas y al público asistente, por llevar a vías de hecho eventos artísticos como este y a comprometerse con la continuidad del mismo en aras del disfrute y promoción de la cultura en nuestra ciudad. Enhorabuena!

Wilfredo A. Ramos
Crítico de Teatro y Danza.

Fotos: Arturo Arocha.

Santiago de Cuba desde el aire


La Paloma (de Sebastián Iradier)


Sunday, October 20, 2019

El día que conocí a Alicia... (por Florencia Guglielmotti)

Nota del blog: Sección semanal dedicada al Ballet y la Danza, a cargo de la la ballerina, coreógrafa y profesora Florencia Guglielmotti.

Los textos anteriores, se pueden leer en este enlace.


Luego de varios años de estudio de danza clásica, al aproximarse mi cumpleaños de 15 y ante la típica pregunta familiar sobre el evento, le comunico a mi madre que no quería una fiesta carísima con un vestido fastuoso, tal como se acostumbraba en la Buenos Aires de fines de los ‘80. Yo quería viajar a Cuba para estudiar en la primera escuela de ballet con técnica propia de toda Iberoamérica donde, además, estaba la Prima Ballerina Assoluta Alicia Alonso. Si bien por aquellos años el material audiovisual no circulaba con la facilidad que circula hoy, eran bien conocidas en estas tierras sus memorables interpretaciones de “Giselle” y de “Carmen”, y junto a Maia Plisetskaia representaba una de mis bailarinas/ídolas.


Tras muchas averiguaciones, preparativos y esfuerzos económicos de mi familia, con 14 años y 11 meses, casi como en un sueño, estaba en La Habana, en la Escuela de Danzas, rodeada de talentosos compañeros y excelentes profesores, todos ellos solistas y primeros bailarines del Ballet Nacional. Trabajábamos fuerte siempre, en todas las clases y ensayos. No se concebía otra forma de hacerlo, el “no puedo” y el “estoy cansada” no existían.

Era habitual que Laura Alonso, en aquel momento a cargo de la Escuela, estuviera en clases y ensayos, o que uno la cruzara en algún pasillo. Lo que no era nada común era que Alicia Alonso apareciera por ahí. Un día yo estaba en un ensayo, no me tocaba bailar aun, estaba sentada elongando en un costado del gran salón, al igual que muchos de mis compañeros, cuando escuchamos que el profesor a cargo del ensayo dice: “Buenos días Alicia”. Todos detuvimos nuestros movimientos por un segundo, llevé la mirada hacia la puerta y allí estaba la gran Alicia Alonso! Con mis casi 15 años no me atreví a levantarme para saludarla, de hecho vi que nadie lo hizo y pensé en “actuar con naturalidad” y seguir con lo mío. Sin embargo, no podía apartar mi mirada de su elegante porte. Al principio intenté disimular pero después ya estaba como embobada mirándola y escuchándola, tratando de no perderme ningún detalle.


Se sentó en una silla, al frente, en el medio del salón. El ensayo continuó. Alicia realizó algunas correcciones de estilo haciendo ella misma los movimientos de brazos y cabeza. Era hermosa! Yo ya había perdido totalmente la noción de existencia sobre el resto del salón, sólo la miraba a ella. Tras varias correcciones más dice: “El pas de bourrée couru no se hace así” y le solicitó a la bailarina buscar su toalla, la que cada uno usa para secar el sudor (si bien era invierno, hacía calor, como siempre en La Habana). “Ponte la toalla entre los muslos y haz el couru sin que se caiga”, continuó. Así lo hizo la bailarina, por supuesto, y el paso cambió completamente, brindándole una nueva línea al movimiento. Para quien no lo sabe, el pas de bourrée couru es un paso que se aprende en los primeros años de estudio, que aunque parece sencillo es muy difícil ejecutar correctamente sobre las puntas y es muy utilizado en todas las obras de ballet, sean del repertorio más tradicional o en las obras más actuales. Tal fue el impacto de esa corrección en mí que hasta el día de hoy, casi 30 años después, cuando las explicaciones técnicas y anatómicas no alcanzan para que mis alumnas realicen correctamente el couru, cuento la anécdota de Alicia y les hago ponerse la toalla (bufanda, polaina, o lo que se tenga a la mano) entre las piernas...


En la mañana del jueves 17 de octubre Alicia Alonso se fue de gira a las estrellas. Murió la mujer, pero la bailarina, el mito danzante, vivirá por siempre en sus representaciones, en sus enseñanzas y en el corazón de todos aquellos que tuvimos la suerte de conocerla.





------------------------------
Florencia Guglielmotti reside en la Ciudad de Buenos Aires (Argentina). Es Profesora de Danza (titulada en la Escuela Nacional de Danzas "María Ruanova"), Licenciada y Profesora de Artes (recibida en la Universidad de Buenos Aires). Cursó estudios en la Escuela Nacional de Ballet de Cuba. Es Miembro de International Dance Council CID (UNESCO)

Actualmente se desempeña como Profesora de Danza Clásica y como Profesora Titular de Historia de la Danza en la Escuela Superior de Enseñanza Artística "Aída V. Mastrazzi". florenciagu@gmail.com

Saturday, October 19, 2019

Crónica: Zart, "A little Miami": Homenaje a la ciudad que lo vio nacer (por Waldo González López)

Fotos/Cortesía de Vivian Pérez
--------------------

Nacido en Cuba, a los pocos meses fue traído por sus padres a Miami, donde a los siete años realizara sus primeros dibujos. Y a los diez, merecería su primer premio local y, luego, nacional por uno que representaba un hombre en el espacio.

A los once, comenzaría estudios de pintura con un alumno del notable artista plástico cubano cubano Domingo Ramos. De aquí pasaría a Belén y, al graduarse, estudia Diseño Gráfico y Fotografía en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad de Miami.

Aquella primera obra galardonada en su infancia y otras veintiséis se muestran [desde el pasado viernes once y hasta el próximo ocho de noviembre] en la expo «A Little Miami», presentada en Art Emporium Gallery, el conocido Centro Cultural «Leopoldo Fernández», concurrido espacio de la artista plástica y profesora universitaria Vivian Pérez, quien aquí propone diversos eventos de plástica, tertulias literarias y puestas en escena de piezas teatrales que hacen de este, el más completo ámbito cultural de Miami.

ZART, TODA LA VIDA


Zart es el seudónimo artístico del impar creador Henry John Zaragozi, quien tanto ama la pintura, que cuando nació su hijo en marzo de 1998, lo nombraría Vincent, claro homenaje a su preferido Van Gogh, uno de los míticos artistas más cotizados en Occidente.

Solo seis años antes [1992], presentaba su primera expo: “Paisajes urbanos”, en la que descubrió al público sus preferidas temáticas que en “A Little Miami” retornan dimensionadas, como los apasionados fantasmas del múltiple creador: su amor por nuestra ciudad, con su fascinante colorido, auspiciado por el sol y la claridad en ciertas esquinas de algunos barrios que conformaron su inolvidada infancia, los claroscuros nocturnos con mil y una luces junto a la hermosa bahía de Miami que circunda su existencia desde sus primeros meses de nacido, tal evidencia en la obra que ilustra el catálogo de su muestra: “Sunset of South Brickell”.

ZART, TODA LA CREACIÓN


Amante de dos corrientes de la plástica internacional: impresionismo y expresionismo, sus piezas corrobaran tal aserto por su eficaz realización, en la que su ideario creacional se me antoja resultado de su confeso amor por la pintura y la fotografía que, en “A Little Miami”, retornan en oleadas de plástica y poesía.

Sí, poesía, porque al cronista sus cuadros le evocan textos ya clásicos de poetas, como entre otros El inmenso mar, tal titulara su autobiografia el norteamericano Langston Hughes [“La vida es un inmenso mar lleno de peces. Yo tiro las redes y halo”]; el chileno Pablo Neruda en “Recuerdo el mar” y, sobre todo, ese inmenso argentino y universal de todos los tiempos: Jorge Luis Borges, quien en “El Mar”, confesara para siempre: «Antes que el sueño (o el terror) tejiera / mitologías y cosmogonías, / antes que el tiempo se acuñara en días, / el mar, el siempre mar, ya estaba y era. / ¿Quién es el mar? ¿Quién es aquel violento y antiguo / ser que roe los pilares / de la tierra y es uno y muchos mares / y abismo y resplandor y azar y viento? / Quien lo mira lo ve por vez primera, siempre. / Con el asombro que las cosas / elementales dejan, las hermosas / tardes, la luna, el fuego de una hoguera. / ¿Quién es el mar, quién soy? Lo sabré / el día ulterior que sucede a la agonía.»

Desde los títulos, sus sugerentes cuadros [casi todos en acrílico y óleo] muestran tal simbiosis y conjunción de plástica y poesía. Para nombrar las cosas, tal diría el poeta cubano Eliseo Diego, leamos algunos: “Miam˭Big Water” [cuyo título revela el nombre indígena de nuestra ciudad que significa Agua Grande], “Vizcaya Rock Dockside” [El muelle del Palacio de Vizcaya], “Saturday Morning Corner” [Recuerdo de su infancia, cuando se reunía con sus ‘amigos mataperros’ —así denominados por la abuela—, planeando qué harían esa mañana], “Hobie Beach” [atardecer en el sur de Brickell] y el único con guiños a la pintura abstracta: “Brickell/Simpson” [El parque Simpson en Brickell].

ZART: IMPRESIONISMO Y EXPRESIONISMO


Ambos movimientos, surgidos en el primer cuarto del siglo pasado, influirían en el estilo del talentoso Zart, como se revela en no pocas de las obras expuestas en su muestra. Y es lógico, pues estos dos grandes movimientos serían decisivos en la plástica posterior, a tal punto que aun continúan influyendo en creadores de nuestra aun reciente centuria, como el propio Zart.

Así, se atisban en sus piezas influjos del posimpresionista Cézanne, padre de la pintura moderna, como del precursor del arte abstracto e iniciador de la abstracción lirica y el expresionismo Kandinski, entre otros grandes artistas de fines del siglo XIX.

ADDENDA


Sobre el éxito de esta valiosa muestra de Zart, diré que de las 25 telas expuestas, ya sobrepasan doce las vendidas, por lo que, estimado ciberlector, si quiere disfrutar de este valioso homenaje a nuestra ciudad, no espere más: asista a visionar y deleitarse con esta hermosa expo plástico-poética en Art Emporium Gallery, que clausura el viernes ocho de noviembre. Una sugerencia: disfruten toda la expo, pero en particular, regocíjense con el hermoso cuadro en que el pintor redescubre la propia Galería de Vivian, que señorea en la sala central.


Art Emporium Gallery se ubica en 710 SW, 13 Av., Miami, 33135, el mismo corazón de La Pequeña Habana.






----------------------------------
Waldo González López (Las Tunas, Cuba, 1946) Poeta, ensayista crítico teatral y literario, periodista cultural. Graduado en la Escuela Nacional de Teatro (ENAT) y Licenciado en Literatura Hispanoamericana (Universidad de La Habana). Autor de 20 poemarios, 6 libros de ensayo y crítica literaria, varias antologías de poesía y teatro. Desde su arribo a Miami (2011), ha sido ponente y jurado en eventos teatrales y literarios internacionales. Merecedor de 3er. Premio de Poesía en el X Concurso “Lincoln-Martí” 2012. Colaborador de las webs: teatroenmiami.com (Miami) y Encuentro de la Cultura Cubana (España), Boletín de la Academia Norteamericana de la Lengua Española (New York), y los blogs OtroLunes (Alemania), Palabra Abierta (California), Gaspar. El Lugareño, y el diario digital El Correo de Cuba (ambos en Miami)


Daniel Santos. Para gozar La Habana (documental realizado por Lourdes Prieto y José Galiño)


Juan Ponce de León (por Frank de Varona)

Estatua de Juan Ponce de León
Bayside, Miami
-------------------------------------


Juan Ponce de León nació en la pequeña ciudad de Santervás de Campos, provincia de Valladolid en España en 1474. Descendía de una familia distinguida y noble y fue paje en la corte del rey Fernando el Católico. A una temprana edad combatió y participó en la conquista del reino musulmán de Granada. 

A los 19 años de edad se unió al segundo viaje del Gran Almirante Cristóbal Colón a las Américas en 1493 junto a 1200 colonos, marineros y soldados. La flota de Colón visitó numerosas islas en el Caribe y ancló en la costa de una bella isla que los taínos llamaban Borinquen y más adelante los españoles la bautizaron con el nombre de Puerto Rico. Ponce de León se estableció en la isla La Española, que hoy conocemos como Haití y República Dominicana.

En 1504, Ponce de León derrotó una rebelión de indígenas en Jigüey o Higüey y el gobernador de La Española, Nicolás de Ovando, lo recompensó nombrándolo gobernador de la nueva provincia y otorgándole la villa de Salvaleón cerca de la isla la Mona. Ovando le otorgó una encomienda con indígenas y en poco tiempo Ponce de León se hizo rico. Creó una finca de ganado y cultivos. Ponce de León se casó con Leonora y tuvieron tres hijas, Juana, Isabel y María, y un hijo, Luis. Construyó una enorme casa de piedra para su familia, la cual todavía existe hoy en día cerca de la ciudad de Salvaleón de Higüey.

En 1508, el rey Fernando de Aragón autorizó a Ponce de León a que dirigiera una expedición a Puerto Rico. Ponce partió de la isla la Mona con unos 50 hombres en un barco y desembarcó el 12 de julio de 1508 cerca de la actual ciudad de San Juan. Ponce encontró oro y creó el primer asentamiento en Puerto Rico llamado Caparra. Al año siguiente fue nombrado gobernador de Puerto Rico. En 1512, el hijo mayor de Cristóbal Colón, Diego Colón, quien era gobernador y virrey de La Española, lo destituyó.

Ponce de León regresó España y consiguió que el rey Fernando lo autorizara a explorar las islas de Bímini. En aquel tiempo se pensaba que al noroeste de Puerto Rico se encontraba un grupo de islas que se les daba este nombre. Ponce firmó unas capitulaciones o contrato con el rey en febrero de 1512 donde fue nombrado adelantado y gobernador de por vida de tierras que él descubriera pero tenía que financiar todos los gastos de la exploración y los asentamientos. 

El 3 de marzo de 1513 Juan Ponce de León equipó un bergantín, una carabela y un galeón con una tripulación de aproximadamente 200 personas que incluía a dos mujeres, Beatriz y Juana Jiménez, y a dos negros libres, Juan Garrido y Juan González. Sus tres pequeños barcos se llamaban Santiago, San Cristóbal y Santa María de la Consolación. Ponce de León contrató a uno de los mejores pilotos españoles de esa época, Antonio de Alaminos. La pequeña flota zarpó de Puerto Rico y navegando hacia el noroeste pasó por numerosas islas de las Bahamas, incluyendo San Salvador o Guananí, donde el almirante Cristóbal Colón había desembarcado el 12 de octubre de 1492. 

La aventura de España en un nuevo mundo descubierto en el continente de los Estados Unidos comenzó el 27 de marzo de 1513 cuando Juan Ponce de León vio la costa de esta península. El 2 de abril, que era Domingo de Pascuas de Resurrección, los españoles desembarcaron al sur de Cabo Cañaveral, probablemente en Melbourne Beach. Ponce de León tomó posesión del territorio a nombre de España. El adelantado pensó que había descubierto una isla y la bautizó con el nombre Pascua Florida en honor a la festividad religiosa en España o por las bellas flores, árboles y hermosa vegetación que encontró en estas tierras. Ponce elevó una oración a Dios Nuestro Señor por su descubrimiento y exclamó: “gracias el Todopoderoso que me ha permitido que pueda haber algo nuevo”. Como no había sacerdote no se pudo celebrar la Santa misa. 

Antes de llegar a La Florida descubrieron la Corriente del Golfo, que sería de suma importancia para la navegación de las flotas de Indias. Después de desembarcar y estar seis días explorando el nuevo territorio, Ponce zarpó con su pequeña flota el 8 de abril. Continuaron navegando hacia el sur a lo largo de la costa este de la península y desembarcaron no muy lejos de Melbourne Beach. Su primer contacto con los nativos de nuestro estado, los indios Ais, fue violento. Probablemente los indios de la península se acordaban de las expediciones españolas que venían a capturarlos para esclavizarlos antes de la llegada de Ponce de León. Los tres barcos continuaron navegando hacia el sur hasta llegar frente a las costas del presente Miami. Ponce dijo “llegué a Chequesca”, nombre de los indios tequestas que habitaban esta zona. Los expedicionarios desembarcaron para obtener agua en una isla a la que llamaron Santa Marta, que hoy en día se conoce como Key Biscayne.

Siguieron rumbo sur y llegaron a los cayos de La Florida. Desde los barcos las rocas de los cayos les parecían que eran hombres que sufrían y por eso el adelantado le llamó a estos cayos Los Mártires. Al cruzar por el último cayo continuaron navegaron hacia el norte por la costa oeste de la península hasta el área de Charlotte Bay, que llamaron la Bahía de Ponce de León. 

Los exploradores desembarcaron para conseguir agua y reparar sus barcos. Los indios calusas se acercaron a los españoles con el deseo de intercambiar productos pero pronto se volvieron hostiles y comenzaron a pelear. Hubo bajas de ambos lados y los españoles capturaron a ocho indios. El 4 de junio los indios atacaron en canoas a la pequeña flota española cerca de la isla de Sanibel. Diez días después levaron anclas. El 21 de junio la pequeña flota llegó a una isla donde encontraron muchas tortugas, a la cual Ponce nombró Tortuga, conocida hoy en día como Dry Tortugas. En esa pequeña isla obtuvieron provisiones y capturaron 160 tortugas.

Juan Ponce de León regresó a Puerto Rico el 19 de octubre de 1513 después de una ausencia de casi ocho meses. A su llegada Ponce encontró que indios caribes, los más fieros de todos los indígenas, habían atacado el asentamiento de Caparra. Los indios caribes mataron a varios españoles y destruyeron su casa. Por suerte, su familia pudo escapar con vida.

Aunque a Ponce de León se le ha dado crédito como descubridor de La Florida, probablemente no fue el primer español en llegar a la península. Colonizadores de la isla La Española frecuentemente venían a las Bahamas y a La Florida en busca de indios para esclavizarlos. Es por eso que los indios de La Florida lucharon duramente contra los españoles. Posteriormente, España realizó un increíble y enorme esfuerzo para conquistar La Florida y también para pacificar, evangelizar y educar a los indios por medio de la gran labor de sus misioneros dominicos, jesuitas y franciscanos.

Muchas personas actualmente creen que Juan Ponce de León vino a nuestra península en busca de la fuente de la juventud. Sin embargo, la mayoría de los historiadores han descartado esta historia como una leyenda o un mito. En las capitulaciones que firmó Ponce con el rey Fernando no existe mención alguna sobre la fuente de la juventud. Tampoco existe ninguna evidencia histórica que indique que Ponce sabía de la existencia de una fuente milagrosa y mucho menos que arriesgó su vida y fortuna con el fin de encontrarla. El responsable de esta leyenda fue Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés, autor del libro Historia general y natural de las Indias publicado en 1535. Oviedo fue el que escribió que Ponce de León vino en busca de la fuente de la juventud, una fuente que muchos indios estaban convencidos que existía. Otro historiador, quien copió gran parte del libro de Oviedo, volvió a repetir la historia de la fuente de la juventud y la búsqueda de ella por Ponce. Este historiador fue Antonio de Herrera y Tordesillas que escribió Historia general de los hechos de los Castellanos en 1615. Juan Ponce de León, al igual que otros conquistadores, vino en busca de oro, riquezas, honores y fama.

Ponce decidió regresar a España y fue recibido con grandes honores por el rey Fernando de Aragón en su corte en Valladolid. El rey lo nombró caballero y le dio el título de adelantado con un escudo de armas, siendo el primer conquistador en recibir estos honores. Firmó una nueva capitulación o contrato con el rey confirmando su derecho a gobernar las islas de La Florida y Bímini. Se lo ordenó que organizara una flota y atacara a los indios caribes que continuaban en guerra contra asentamientos españoles en el Caribe. 

El adelantado y gobernador de La Florida compró tres barcos y levó anclas el 14 de mayo de 1515. Con su pequeña flota, Ponce atacó a los caribes en la isla de Guadalupe y probablemente luchó contra ellos en dos o tres otros lugares. Cuando Ponce se enteró del fallecimiento del rey Fernando en 1516 regresó a España para defender sus derechos y títulos. A su llegada se reunió con el cardenal Francisco Jiménez de Cisneros, el nuevo regente de Castilla, quien confirmó todos sus títulos y derechos.

Durante su estancia en España y su ausencia de La Florida, varios exploradores españoles visitaron la península. Pedro de Salazar en un viaje de 1514 a 1516 vino a La Florida en busca de esclavos. Su antiguo piloto, Antonio de Alaminos, fue contratado por Francisco Hernández de Córdoba en su expedición a la península de Yucatán. Al regreso de esa expedición, Córdoba desembarcó en la bahía de San Carlos (Charlotte Bay) en 1517. Por último, Alonso Álvarez de Pineda exploró la costa del golfo de México en 1519 y descubrió que La Florida no era una isla, como pensaba Ponce, sino una península. También descubrió el delta del río Mississippi al que llamó “Río del Espíritu Santo”.

Después de la muerte de su esposa en España, Juan Ponce contrajo matrimonio con una joven de Sevilla. Antes de partir el rey le ordenó al adelantado: “Trate a los indios lo mejor que pueda. Trate por todos los medios de convertirlos a nuestra Santa Fe Católica”. 

En 1521, el adelantado y primer gobernador de La Florida, Juan Ponce de León, logró regresar a la bahía de Ponce de León, el área actual de Charlotte Bay para comenzar la colonización de La Florida. El adelantado llevó 50 caballos, otros animales domésticos, entre ellos su perro Becerrillo, materiales de construcción, semillas y aperos de labranza. En su expedición le acompañaron 200 marineros, soldados, colonos, campesinos, artesanos y algunos sacerdotes. Al igual que en su primera expedición vinieron mujeres. 

No sabemos por qué Ponce de León escogió el mismo lugar donde estuvo en guerra con los indios calusas ocho años antes. Cuando los colonizadores comenzaron a construir sus viviendas, fueron atacados violentamente por los indios calusas, hiriendo gravemente en el muslo a Ponce de León con una flecha envenenada. Ponce ordenó retirarse a La Habana, Cuba, donde murió poco después de llegar a la edad de 47 años.

El primer gobernador de La Florida estuvo enterrado en la iglesia de San José hasta 1836 cuando sus restos fueron trasladados a la catedral de San Juan Bautista en la ciudad de San Juan, Puerto Rico. Su único hijo, Luis Ponce de León, fue ordenado fraile dominico y vivió en San Juan. Ponce de León fue el primero de muchos otros conquistadores que trataron de colonizar La Florida sin éxito.

La Florida, o sea los Estados Unidos, fue una tierra muy difícil de conquistar para España. Cuando hablamos de La Florida del siglo XVI nos referimos a toda la tierra al este del río Mississippi hasta el océano Atlántico y del estado actual de La Florida hasta Newfoundland en Canadá.



----------------
Fragmento del ensayo Presencia hispana en los Estados Unidos, escrito por Frank de Varona. 

--------------------
Ver los textos de Frank de Varona publicados en el blog 

Friday, October 18, 2019

A Portrait of Giselle (documentary film produced by Joseph Wishy and directed by Muriel Balash. Año 1982)


A Portrait of Giselle is a 1982 documentary film, produced by Joseph Wishy and directed by Muriel Balash. It was nominated for an Academy Award for Best Documentary Feature.

With Diaghilev Ballets Russes premier dancer Anton Dolin as talking head, segments of performances of a number of legendary Giselles are presented and examined: including Olga Spessivtzeva, Alicia Markova, Alicia Alonso, Galina Ulanova, Yvette Chavire, Natalia Makarova.

There are also two unique extended interviews - firstly Olga Spessivtzeva and then with Tamara Karsavina.

Thursday, October 17, 2019

Alicia Alonso (documental dirigido por Nico García)


Espiral (documental sobre Alicia Alonso)


CM. Doc. 1992 15 minutos.
Productora: ICAIC

Dirección: Miriam Talavera
Guión: Miriam Talavera
Textos: Zoe Valdés
Producción General: Isolda Machín Fotografía: Livio Delgado/Raúl Pérez Ureta
Edición: Roberto Bravo
Música Original: Ulises Hernández
Sonido: Germinal Hernández

Alicia Alonso, duende por siempre de la escena (entrevista por Baltasar Santiago Martín)

Nota: Agradezco a Baltasar Santiago Martín que comparta con los lectores del blog, su entrevista a Alicia Alonso (publicada originalmente en Linden Lane Magazine, Vol. 29 No. 4, Invierno 2010) y el Capítulo Noventa, de su novela inédita Alicia Alonso. Bailar al borde. Ambos textos incluidos en el número de diciembre 2017, de  la revista Caritate. 


El autor con Alicia Alonso en Nueva York, en 2010
 Foto/Pedro Simón
-----------------------------------------


Cuba tiene, además de su Panteón Yoruba, tan rico y poderoso –sincretizado de modo magistral por nuestros negros africanos con el santoral “al dorso” católico–, una diosa terrena de la voluntad: Alicia Alonso, prima ballerina assoluta; excelsa maestra, coreógrafa y auténtica mujer renacentista además.
Sale Giselle al bosque medieval, la gitana inmortal al ruedo de la parca; Odette-Odile da una clase magistral, y pone a Cuba en el mapa del ballet, sentando cátedra…
Desde 1940 hasta 1948, Alicia Alonso formó parte del entonces Ballet Theatre de Nueva York; en 1943 hizo su genial debut en Giselle, y en 1946 fue ascendida a primera bailarina de la compañía. Aunque una crisis transitoria del BT a mediados de 1948 propició que Alicia, Fernando y Alberto Alonso pudieran realizar su tan caro sueño de fundar en su Cuba natal una compañía de ballet profesional –el hoy renombrado Ballet Nacional de Cuba–, Alicia continuó regresando a bailar con el colectivo neoyorquino –nombrado a partir de 1955 como American Ballet Theatre– hasta 1960; veinte años de fructífera colaboración en total, que enriquecieron la historia personal de la prima ballerina assoluta cubana, tanto como el nivel y el acervo de la compañía norteamericana.

CARITATE le rinde homenaje a este mito admirable de la danza por sus 97 años de longeva plenitud, y se complace en poder compartir con sus lectores lo que Alicia Alonso me quiso contar cuando la entrevisté en Nueva York en 2010, cuando el American Ballet Theatre le organizó, el 4 de junio de 2010, una gran gala por su 95 cumpleaños, así como mi crónica de ese encuentro:

Alicia, su padre era masón –como lo fue también José Martí–, pero a usted la bautizaron como “Alicia Ernestina de la Caridad del Cobre Martínez del Hoyo”, ¿cómo su madre logró convencer a su papá para que accediera a ese “de la Caridad del Cobre” tan católico como tercer nombre?

Mi padre, aunque laico por excelencia, era un hombre tolerante y comprensivo. Amaba mucho a mi madre, y nunca fue un obstáculo para que ella fuera una católica practicante. Incluso mi hermana y yo nos educamos en un colegio de monjas, en el Colegio Teresiano, y mis hermanos en el Colegio La Salle.

Es bastante conocido que usted es una gran amante de la naturaleza y de los animales, sobre todo de los perros, ¿recuerda usted a qué edad tuvo su primera mascota, y cómo la llamaba?

El recuerdo más lejano es el de mi perrito Truly, pero no estoy segura de mi edad en esa época, quizás 6 o 7 años.

Usted nació el 21 de diciembre de 1920, el día del año en que se produce el solsticio de invierno, un acontecimiento muy importante para los celtas y para los masones, en que el sol renace, y la vida se renueva en la tierra, ¿está usted consciente de la singularidad de la fecha de su cumpleaños?

Esas coincidencias me sorprenden, y me dejan pensativa. Hay otras predicciones que coinciden con esa fecha, como la de los mayas, que creo marcan el inicio o el fin de una etapa, precisamente un 21 de diciembre. No tengo una explicación lógica para estas cosas.

¿Recuerda usted la hora exacta en que se produjo su nacimiento?

¿Sabe usted que no me acuerdo? Me gustaría que hubiera sido con la luz de la mañana, en un día claro y cálido.

A propósito de la fecha que estamos celebrando, un crítico de ballet llamado Roger Salas afirma que usted nació en 1917 en vez de en 1920, ¿qué declara usted al respecto?

Las especulaciones sobre el verdadero año en que nací hace tiempo forman parte del folklore del mundillo artístico. Creo que ha contribuido a ello mi larga carrera, y los errores de los diccionarios. Las versiones de que nací antes de 1920 me halagan en vez de molestarme, porque quiere decir que con esa edad me mantengo más joven. La edad de las damas no debería mencionarse mucho por los caballeros.

Según el horóscopo orisha, su signo Sagitario se corresponde con San Lázaro, Babalú Ayé, que es su protector, ¿tiene usted fe en este santo como intercesor ante Dios, el Todo, si es que usted es creyente?

No soy creyente, pero tengo un gran respeto por esas figuras del culto popular, porque expresan la devoción de amplios sectores de nuestro pueblo.

Su debut en Giselle en Nueva York se produjo el 2 de noviembre de 1943, el mismo día en que Anton Dolin, su partenaire, tuvo su debut como bailarín en Londres en 1921; día además de muertos o de “los Fieles Difuntos”, y Giselle en el segundo acto es un espíritu, una muerta, ¿pensó usted en eso ese día, y hoy le ve algún significado cabalístico o esotérico?

De nuevo nos sorprenden las coincidencias. El día en que debuté en Giselle solo pensaba en el personaje, en bailar. No conocía nada sobre esa fecha, ni le he conferido después un significado místico. Pero no deja de ser curioso haber bailado por primera vez la historia de un amor más allá de la muerte, el Día de los Fieles Difuntos.

El 16 de febrero de 1941 el destino la enfrentó por primera vez con su tocaya Alicia Márkova, en el estreno de la versión de Anton Dolin del Grand pas de quatre, donde le tocó interpretar a Carlota Grisi, la primera Giselle, en tanto que Alicia Márkova hizo el papel de Madame Taglioni, pero después usted no quiso volver a hacer la Grisi, sino siempre la Taglioni, ¿hubo alguna razón en específico, o fue algo sin motivo aparente?

Me gustó mucho bailar el papel de la Grisi, y me hubiera encantado seguir bailándolo. Pero pronto decidieron los directores y coreógrafos que yo debía interpretar el rol de Taglioni, a la que suele conferírsele especial autoridad y categoría, porque era la mayor y más famosa entre las cuatro grandes estrellas del romanticismo que integran el Grand pas de quatre.

¿Quién ha sido su partenaire más solícito y con quien mejor se sintió bailando?

He tenido la suerte de compartir la escena con grandes partenaires durante mi carrera. Con muchos de ellos tuve una gran compenetración. Pero si tengo que mencionar a uno, sería sin dudas Igor Youskévitch.

Desde 1943 hasta 1948, en que funda en Cuba su propia compañía, usted fue la bailarina favorita de la crítica y del público neoyorquinos, así como de varios eminentes coreógrafos como George Balanchine, en detrimento de Alicia Márkova y Tamara Toumánova, que prácticamente “huyeron” a Europa ante su competencia, ¿cuál fue su reacción ante este hecho, que de seguro le generó animadversión de parte de estas dos colegas, y de sus seguidores?

Nunca vi las cosas de esa forma. Es cierto que el público y la crítica de los Estados Unidos fueron siempre muy cariñosos y entusiastas conmigo. Y no solo en la etapa que usted señala, sino también mucho después. Recuerde que bailé regularmente en el American Ballet Theatre hasta 1960, también actué algunos años con los Ballets Rusos de Montecarlo, y bailé en Estados Unidos con el Ballet Nacional de Cuba. Por lo demás, todas las estrellas hemos tenido nuestro público.

¿Tuvo usted algo que ver con el viaje del coreógrafo George Balanchine a Cuba en el otoño de 1946?

Directamente, no. Pero tuvimos una excelente relación con Mister B., y casi seguro que sus primeras motivaciones hacia Cuba tuvieron que ver con nosotros.

Alicia, usted ha reiterado en varias ocasiones que espera vivir 200 años, ¿en qué se basa usted para tener ese convencimiento?

En mi amor a la vida, y en el conocimiento de que el arte nos trasciende más allá de límites temporales.

¿Cuál considera que ha sido su mayor logro?

Eso mejor lo dicen los demás. Hay quien opina que mi arte como bailarina, otros que el Ballet Nacional de Cuba, otros que “la Escuela Cubana de Ballet”, etc…El tiempo lo dirá.

¿Algún consejo para los jóvenes que se dedican o piensan dedicarse al ballet, y para nuestros lectores en general?

Que amen la danza y le den sus mejores horas, sus mayores esfuerzos. Si no están dispuestos a hacerlo, mejor que cambien de profesión.

En general, creo que todos debemos encontrar en el mundo lo que más nos gusta, y luchar por ello.

Nueva York, 4 de junio del 2010
Publicada originalmete en Linden Lane Magazine, Vol. 29 No. 4, Invierno 2010.



---------------------------------------------------
Alicia Alonso (cortesía Museo Nacional de la Danza)
-------------------------------------------

Capítulo Noventa, de la novela inédita Alicia Alonso. Bailar al borde, de Baltasar Santiago Martín

Donde el escritor se encuentra con la protagonista de su libro, y conversa con ella y con su esposo, Pedro Simón

Al finalizar la gala de homenaje que le ofreció el American Ballet Theatre a Alicia el 3 de junio del 2010, y el viernes 4, a las 10:30 de la mañana, llamé al 212 805 8800, número de teléfono del hotel Mandarín Oriental (80 Columbus Circle at 60th ST), donde estaban hospedados Alicia y su esposo Pedro Simón, y pedí que me comunicaran con la habitación 431.

–Buenos días, Pedro; es Baltasar.
–Hola Baltasar, ¿no fue usted ayer a la gala?
–Sí, Pedro, por supuesto que fui; estuvo muy emotiva.
–¿Y por qué no se acercó a saludarnos?
–No quise ser inoportuno; pensé que ustedes iban a estar muy asediados por la gente y por la prensa, y preferí tratar de verlos hoy.
–La gala estuvo muy emotiva, tiene usted razón; creo que todos nos emocionamos, ¿cuándo puede usted venir?
– Cuando usted me diga, yo tengo el día de hoy disponible para verlos.
– Deme un momento para consultar la agenda y le digo… ¿puede usted venir a las 12:30 p.m.?
– Perfecto, a esa hora estaré allí, muchísimas gracias.
– Bueno, entonces lo esperamos.

No salí con mis amigos a pasear por Nueva York esa mañana, sino que me bañé y vestí con calma, un poco nervioso por el encuentro con Alicia.

A las 11 de la mañana tomé el metro en la Línea 1, desde la Calle 96 hasta la Calle 59, ascendí al nivel de la calle, y me dirigí al hotel.

Como todavía faltaba una hora para las 12:30 p.m., decidí entrar al centro comercial aledaño, en cuyo recibidor dos gigantescas esculturas del colombiano Fernando Botero le daban la bienvenida a los potenciales compradores del Mall, y a las 12:25 p.m. tomé el ascensor hasta el piso 35, donde estaba ubicada la carpeta, y pedí que le anunciaran mi visita a Pedro, tras cuyo trámite tomé de nuevo el ascensor hasta el piso 41, en busca de la habitación 431, ante cuya puerta me detuve para tocar el timbre.

La puerta de la “casita” temporal de Giselle en Nueva York se abrió, y Pedro Simón, su esposo y leal “guardacoto” en la vida real, me dio la bienvenida.

–Buenas tardes, Pedro.
–Buenas tardes, Baltasar; pase adelante.

Pedro me condujo hasta la sala de estar de la lujosa suite, y me invitó a sentarme.

Le mostré la placa de reconocimiento que como director de la Fundación APOGEO le traía a Alicia.

–Está preciosa –me comentó Pedro.

Procedí a entregarle el último número de la revista Venue – en la cual pretendía publicar la entrevista que le haría a Alicia–, y a Pedro la revista le pareció “de lujo”, por su calidad y diseño.

– En el número anterior yo entrevisté a Amalia Aguilar, que es una gran amiga mía, y que por cierto me contó que conoció a Alicia en Perú.
– Alicia siempre ha tenido una relación muy especial con las rumberas, no solo con Amalia, sino también con Ninón.
–Si Dios lo permite, en el número de noviembre/diciembre saldrá publicada la entrevista de Alicia, en la sección Luminarias de siempre –le expliqué.
– ¿Me puedo quedar con la revista? –me preguntó Pedro.
– Por supuesto, se las traje para que vieran la clase de revista que es, y dentro les puse una copia de la reseña escrita por Belkis Cuza Malé, que salió publicada en el periódico El Nuevo Herald de Miami, sobre mi cuarto libro, la novela de ficción histórica Una vida, un tren. Por cierto, que el libro que estoy escribiendo ahora sobre Alicia ya no va a ser una novela propiamente dicha, como yo había pensado en un inicio, sino una novela biográfica, con algunos elementos de ficción como los que usé en el capítulo El nacimiento del cisne, que usted ya conoce, pero tratando de ajustarme lo más posible a los facts, como dicen los americanos.
–Eso que tú estás haciendo es muy importante para la historia –me respondió Pedro, para mi contento, pues vi en esto la aquiescencia de la pareja a mi trabajo.

Pedro entonces me obsequió dos números de la revista Cuba en el Ballet, y me preguntó si la había visto antes.

–Sí, desde la época en que Ricardo Reymena la diseñaba; soy muy amigo suyo, y también de Neyra y de Mayda; ¿Neyra no se lo ha dicho? –le respondió.
– Sí, me dijo que se conocían, y Mayda por cierto llamó hoy para saber cómo estuvo la gala.
–Pedro, yo quisiera saludar a Alicia y que me firmara el libro Esta noche baila aquí Alicia Alonso y el programa de mano de la gala, ¿usted cree que sea posible?
–Sí, cómo no, pero te ruego que seas breve porque Alicia tiene otros compromisos.
–No se preocupe, que yo tengo medida.

Pedro se dirigió hacia la puerta del dormitorio donde Alicia se estaba preparando para salir a saludarme, y regresó con el mito del brazo, que llenó la habitación con su presencia imantante, cual un hermoso cisne intemporal y frágil, muy lejos a la vez de la genial coreografía de Fokine para la Pávlova.

Para mí, ver aparecer a Alicia del brazo de Pedro fue una gran emoción, porque vi mi sueño de poder saludarla realizado, y también porque sintí que el espíritu de mi madre estaba allí acompañándonos.

– Buenas tardes, Alicia; muchas gracias por recibirme –la saludé.
– Buenas tardes.
– Muy lindo el homenaje de anoche, muy merecido.
– Sí, fue muy hermoso y emocionante.
–Alicia, a nombre de la Fundación APOGEO que presido, le quiero entregar esta placa de reconocimiento “por sus nueve décadas de juventud pletóricas de vida”, como dice el texto; ¿le puedo dar un beso? –le dije, poniendo la placa en sus manos y besándola tras el permiso recibido.
–Alicia, la placa está preciosa –intervino Pedro; tiene una foto tuya en el centro, y debajo una tira de pequeñas fotos en tus distintos roles, muy bonita.
–¿Y cuál foto mía es?, ¿estoy en pose de bailarina, con tutú?
–Es una foto de una actuación suya en España, con Lienz Chang; el traje era de dos tonos de azul, largo hasta media pierna; la foto la tomó Delio Regueral, a principios de los noventas, en Madrid. Él tiene toda una serie de fotos y me va a dar copias –le aclaré.
–Sí, sí, me acuerdo de esas funciones en España.
–¿Sería posible que nos dieras copias de esas fotos cuando las tengas?; porque de esas funciones casi no tenemos fotos –acotó muy interesado Pedro.
–Por supuesto que sí, en cuanto yo las tenga las grabo en un cd y se los hago llegar con alguien.

Pedro guio entonces a Alicia para que se sentara en una silla.

– Alicia, yo le decía a Pedro antes de que usted saliera que desde que tenía siete años he estado viéndola bailar, porque a mis padres les gustaba mucho el ballet y la ópera, sobre todo a mi madre, que la admiraba mucho a usted; ella siempre me decía: “Alicia es lo más grande que ha dado la cultura cubana, mira a ver lo que tú escribes en ese libro que estás haciendo”.
– ¡Qué linda tu mamá!, ¿y ella era bailarina o tomó clases de ballet?
– No, no, ella era simplemente público, pero desde jovencita perteneció a “Amigos de la Cultura cubana”, y no se perdía ninguna actuación suya en el Teatro Sauto de Matanzas, o en La Habana, en el Auditórium.

Entonces le pedí a Alicia una foto con ella, y Pedro la ayudó a levantarse para que se la tomaran.

– Alicia, ¡qué cutis tan bello usted tiene, sin una arruga! A propósito, una gran amiga mía en Miami, Belkis Cuza Malé, me pidió que le preguntara cuál es su secreto para tener ese cutis así.
– Yo pienso que el ejercicio, haber hecho tanto ejercicio.
– Pero también es la genética; usted tiene muy buena piel.
– La heredé de mi abuela; ella tenía muy buen cutis también, debe ser por eso.

Nos tomamos las fotos, dos mías solo con Alicia, y otra con Alicia y Pedro.

–Alicia, antes de retirarme ya, para no abusar de su amabilidad, quisiera que usted me firmara el libro Esta noche baila aquí Alicia Alonso, y el programa de mano del homenaje.

Alicia se sentó de nuevo, y Pedro le puso delante el libro, abierto por la primera página, con una foto preciosa de la bailarina.

–¿Dónde, adónde firmo?; ¿está bien aquí?
–Sí, ahí –la auxilió Pedro, tras mover el libro convenientemente.

Cuando pude constatar sin duda alguna la ceguera total de Alicia, al no poder firmarme sin ayuda de Pedro el libro y la hojita suelta del homenaje, me di cuenta conscientemente de lo que en mi subconsciente hacía ya tiempo que había intuido: Alicia nos había ofrendado a todos el don de su vista –para muchos el más preciado– por amor al ballet; había sacrificado su visión con tal de poder cumplir la tarea con que vino a la tierra un 21 de diciembre de 1920, para crear con su ejemplo y su leyenda personal una tradición y una escuela de ballet sui géneris, en una isla de rumba y de choteo, poniendo a Cuba en la órbita de la danza a nivel mundial; y toda esa hazaña sublime y heroica la había logrado sin perder su alegría de vivir ni su ímpetu juvenil.

–Alicia, que Dios la bendiga, y le conceda esos 200 años que usted quiere vivir.
–Sí, sí, pero con usted también, con todos ustedes.

Me despedí de Alicia, nuevamente emocionado por las palabras tan bellas que había acabado de oír, y Pedro me acompañó hasta la puerta.

–¡Qué lindo eso que me ha dicho!

– Sí, Alicia dice esas cosas espontáneas, que lo dejan a uno admirado y sobrecogido por su grandeza y por su sencillez a la vez.

–Hasta luego, Pedro; buen viaje de regreso a La Habana.
–Adiós, Baltasar.

En el camino hacia los ascensores, me sentí muy feliz, por haber podido hacer realidad mi sueño de entrevistar y conocer a Alicia, y reflexioné sobre algo que varias veces había conversado con mi amiga Belkis (Cuza Malé): el que la mayoría de la gente utiliza la condición de vejez de alguien como un adjetivo de desprecio y de escarnio, cuando alcanzar la longevidad debe ser visto como una victoria en vez de como una derrota, como ha sido el caso de Alicia, que intemporal y laboriosa, sigue construyendo su leyenda hacia el infinito.
Click here to visit www.CubaCollectibles.com - The place to shop for Cuban memorabilia! Cuba: Art, Books, Collectibles, Comedy, Currency, Memorabilia, Municipalities, Music, Postcards, Publications, School Items, Stamps, Videos and More!

Gaspar, El Lugareño Headline Animator

Click here to visit www.CubaCollectibles.com - The place to shop for Cuban memorabilia! Cuba: Art, Books, Collectibles, Comedy, Currency, Memorabilia, Municipalities, Music, Postcards, Publications, School Items, Stamps, Videos and More!