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Tuesday, February 13, 2024

"Bajo Terapia", una comedia muy seria. (por Wilfredo A. Ramos)



En enero del 2015, en el teatro Metropólitan, de la famosa calle Corriente en la ciudad de Buenos Aires, tuvo lugar el estreno mundial de la obra “Bajo terapia’, de un joven que daba sus primeros pasos en el mundo de la dramaturgia, pero haciéndolo por todo lo alto. Hablamos de Matías del Federico, nombre que de inmediato se dio a conocer dentro del importante mundo teatral argentino, con una comedia que no solo haría reir a carcajadas, sino pensar profundamente.

Este novel autor, quien es además escritor de cuentos y actor, ha creado hasta el momento tres obras de teatro más: “Casados sin hijos’ del 2016, también estrenada aquí en Miami, “Para anormales”, en el 2020 y “Los amigos de ellos dos”, 2021.


“Bajo terapia” fue una de las obras seleccionadas en el concurso convocado por la Asociación de Empresarios Teatrales junto con la Asociación Argentina de Actores y Empresarios Teatrales, en la búsqueda de promover la escritura de textos teatrales nacionales. Con ella el dramaturgo fue nominado a los premios Trinidad Guevara como autor revelación, mientras que la obra fue premiada como mejor comedia en México y nominada a los premios ACE, en Argentina y Max en España, donde fue estrenada en el 2016.

Ha subido también a escenarios de Brasil, Perú, Colombia, Ecuador, Italia, Portugal, Noruega, Croacia, Costa Rica, Puerto Rico, República Dominicana, Paraguay, Venezuela, Uruguay, Panamá y Chile.

El pasado año 2023, este texto dramático fue llevado al cine en España, bajo la dirección de Gerardo Herrero -ganador de dos premios Goya en su país- con un elenco integrado por conocidos actores de la televisión española, tales como Uva Ugarte, Juan Carlos Vellido, Alexandra Jiménez, Malena Alterio, Antonio Pagudo y Fele Martínez.

Aquí en los Estados Unidos la obra se ha presentado en escenarios de Texas y Houston, habiendo tenido su estreno en este país durante el 2016, estando a cargo del director argentino radicado en esta ciudad de Miami, Alejandro Vales, quien retoma este excelente título, subiéndola nuevamente al escenario de la actual sede del mismo Teatro 8 -antiguo Teatro de Bellas Artes, en la propia calle ocho de la Pequeña Habana- para ofrecer otra exitosa temporada de dicha obra.

Para esta ocasión el elenco se encuentra formado por Claudia Albertario, Saul Mauricio, Jessica Álvarez-Dieguez, Gabriel Martina, Gabriela González y el propio Vales.


“Bajo terapia”, centrará su trama en el encuentro de tres matrimonios que son citados por su psicóloga, para que concurran a una terapia de pareja, pero de forma grupal, con la singular característica de que no contarán con su presencia, por lo que dicha sesión tendrá que ser llevada a cabo entre ellos mismos.

A partir de dicha situación comenzarán a salir a la luz los problemas que enfrentan cada una de estas parejas dentro de sus respectivos matrimonios. Celos, infidelidades, incomprensiones, actitudes machistas, falta de confianza, lealtad, desencuentros en como educar a los hijos, frustraciones, complejos, y muchas otras situaciones serán expuestas y discutidas por todos. Lo anterior provocará gran cantidad de momentos hilarantes los cuales estarán manejados con precisión y desenvolvimiento por parte de todo el elenco

El autor con gran acierto introducirá en la obra un ambiente claustrofóbico -trayéndonos a la memoria tanto al director de cine Luis Buñuel como a la escritora de novelas policíacas Agatha Cristie- para crear una atmósfera de encierro sutilmente asfixiante, en la cual los personajes se encuentran atrapados irremediablemente producto de sus propios conflictos a resolver.


El trabajo de todo el elenco fluye y se ajusta a los requerimientos de un texto que exige hablar sobre temas importantes, vitales dentro de cualquier relación de pareja, pero llevados por derroteros donde lo serio de tales argumentos son tratados por medio de situaciones de gran comicidad. Cada uno de los personajes en escena poseen características muy individuales que los convierten en ‘tipos’, siendo ahí donde cada actor aprovecha la oportunidad para dar rienda suelta a sus individuales posibilidades de realización.

No obstante el completo desempeño de todo el elenco, nos gustaría destacar la labor de tres actores en sus respectivas interpretaciones, nos referimos a Claudia Albertario, Jessica Álvarez-Dieguez y Saul Mauricio, quienes en sus trabajos sobre las tablas, lograron atrapar nuestra atención.

La primera, en el rol de Andrea, se muestra como un ser humano tímido y con menos comunicabilidad que el resto de los presentes, siendo la encargada de fracturar constantemente la vorágine de la comedia, dejando entrever algún posible oscuro y dramático secreto. Este personaje se muestra temeroso en todo momento, inhibido, cauteloso, sometido. Es debido a las anteriores características del personaje que incorpora, que el trabajo de dicha actriz se nos presenta cargado de contrastes, los que hacia el final de la obra transformarán su comportamiento. Este cambio de personalidad será el elemento que le brinda la oportunidad de trabajar y desarrollar su caracterización de manera excelente, destacando su desempeño dentro del colectivo de actores de forma interesante. Será sobre dicho personaje donde el dramaturgo hace recaer el peso del conflicto que llevará al inesperado final

Por su parte, Álvarez-Dieguez, actriz de sobrada versatilidad y fuerza escénica, va a ser desde el inicio de la obra la voz principal. A través del personaje de Paula, con su energía, insufla vitalidad, ironía y mordacidad al conflicto inundando con ello la acción. Es este miembro del grupo el que de forma subrepticia dirigirá la acción, lo que será manejado a la perfección por la actriz.

Por último, Mauricio, en la piel de Esteban, es el encargado de acentuar el matiz cómico en la obra, tanto por medio de sus irreverentes e inoportunas intervenciones, algo que el actor hace con gracia y organicidad, como por el buen manejo de las acciones físicas, elemento ambos que el actor maneja a la perfección.

Como ya se ha dicho con anterioridad, esta muy bien pensada comedia que habla de temas imprescindibles dentro de la relación de parejas valiéndose de la risa como instrumento, permite lograr que su mensaje pueda llegar a una mayor cantidad de públicos. El trasfondo social indiscutible de la misma, su excelente construcción dramática y su muy buena construcción de los personajes, es lo que la ha llevado a estar presente sobre tantos escenarios alrededor del mundo.


Excelente esfuerzo el que viene realizando Teatro 8 y todo su equipo de producción desde hace ya un largo tiempo por presentar en nuestra ciudad destacadas obras de la dramaturgia argentina, donde la risa y el pensamiento se aúnan en espectáculos que le otorgan el valor correspondiente al algo maltratado género de la comedia. Si quiere reír con inteligencia no deje de ver esta magnífica comedia ahora en temporada.





Lic. Wilfredo A. Ramos
Miami, Febrero 9, 2024.

Fotos cortesía Teatro 8.

Friday, February 9, 2024

"Dos hermanas y un piano", obra de Nilo Cruz, regresa a las tablas de Miami. (por Wilfredo A. Ramos)


El pasado sábado 27 de enero, el escenario del Colony Theater, teatro de interesante estilo Art Deco, situado en el transitado paseo de Lincoln Road, de South Beach, fue testigo del estreno en esta ciudad de la versión en inglés de la obra del conocido dramaturgo cubano-americano Nilo Cruz, “Dos hermanas y un piano” (Two Sisters and a Piano), quien además asumió la dirección de la misma como ya es habitual. Para esta oportunidad contó con un elenco integrado por Maurice Compte, Stephanie Machado, Thais Menéndez y Gabriell Salgado, estando la producción a cargo del Miami New Drama, compañía teatral que tiene su sede en dicha instalación y que preside Michel Hausmann.

Cruz es un prolífico autor dramático con cerca de una veintena de obras escritas, de las cuales ha asumido su dirección tanto en montajes en inglés como en español en diversas agrupaciones teatrales y ciudades de este país, quien en el año 2003 fuera galardonado con el prestigio Premio Pulitzer en Drama, por su obra “Ana en el Trópico”.

Puestas de sus obras también han sido llevadas a las tablas por otros directores, no solo aquí en los propios Estados Unidos, sino en otras partes del mundo como Japón, Canadá, Rusia, Cuba, llegando la cifra alrededor de 16 países.

El público hispanohablante de esta ciudad ha tenido la oportunidad de disfrutar de dos puestas anteriores de dicha obra. La primera de ellas en Septiembre del 2006 -su estreno mundial- bajo la dirección del conocido director cubano-americano Marcos Casanova, en su antiguo espacio de Teatro 8, de la Pequeña Habana, con un elenco integrado por Marta Velazco, Grettel Trujillo, Chano Isidrón, Carlos Durán y Ernesto Tapia, estos dos últimos doblando personaje. La segunda representación estuvo bajo la dirección del mismo Cruz, en Diciembre del 2021, subiendo esta a las tablas del On-Stage Black Box del Miami Dade County Auditorium y por un solo día a las del Colony Theater también, asumiendo el elenco Laura Alemán, Carlos Acosta, Andy Barbosa e Ysmercy Salomón.


“Dos Hermanas y un piano”, va a contarnos la historia de dos hermanas, María Celia y Sofía, escritora la primera, pianista la segunda, que han sido llevadas a prisión debido a los puntos de vista divergentes de la primera con lo que acontece en la sociedad que le rodea. Tal circunstancia se va a ver también comprometida por el hecho que el esposo de la escritora ha logrado salir de Cuba y se encuentra haciendo gestiones para poder sacar a ambas del país como presas políticas. A estos personajes se suman los del teniente Portuondo, encargado del seguimiento y vigilancia de estas mujeres y Victor Manuel, el afinador de pianos, al cual le es permitido visitarlas con el fin de poder mejorar el abandonado estado en que se encuentra el gran piano de cola, que va a tener un gran peso simbólico en el desenvolvimiento del proceso dramático de esta pieza.

Esta es una obra que aunque de manera general pudiera hacer referencia a cualquier lugar donde se impongan represiones, censuras, cancelaciones, faltas de libertades y dictaduras -de ahí su alcance universal- en este texto su autor habla directamente de la lamentable situación que desde hace más de seis décadas sufre el pueblo cubano, bajo un régimen comunista que ha destruido al país. La acción que se desarrolla sobre el año 1991, el autor se encarga de situarla en el momento exacto en que la Habana realiza los Juegos Panamericanos -primer y único evento de esa magnitud celebrado en el país hasta el día de hoy- con el cual, además de obtener dinero, el régimen procuraba limpiar su negativa imagen represiva. De la anterior situación se puede deducir el por qué las protagonistas son transferidas desde la prisión donde se encontraban, hacia sus casas en calidad de prisioneras domiciliarias, suceso que el autor aprovecha oportunamente.

Aunque por el desarrollo de la trama en la obra, alguien pudiera pensar que la misma se desenvuelve como una posible historia de amores, tal superficial idea estaría totalmente alejada del verdadero conflicto en ella narrado. Para escribir dicho texto, según su autor, él hubo de inspirarse en los brutales acontecimientos que sufriera la poeta y periodista cubana María Elena Cruz Varela dentro de Cuba, debido a su oposición al gobierno totalitario imperante, dejando bien definida cual es la intención de denuncia que desarrolla la acción.


La propia Cruz Varela al hablar sobre la obra expresa en una entrevista que le hicieran para el medio Encuentro en la Red lo siguiente:
...la puesta en escena de "Dos hermanas y un piano", capta perfectamente la claustrofobia, el agobio, la agonía de los personajes por el encierro. Pero incluso va más allá de la circunstancia cubana, es una obra profundamente humana, extraterritorial.
Nilo Cruz se vale no solo de los crueles hechos de represión política, sino además de sentimientos muy personales, para hacer llegar al espectador el complejo universo de aquellos seres que tienen que vivir bajo el control autoritario de una tiranía de izquierdas, que aunque vergonzosa igualmente, se diferencia por mucho, de aquellas de derechas, por más que algunos miopes quieran colocarlas en igualdad de condiciones. Quien lo dude, lo invitamos a vivirla.

Según su autor, mientras se encontraba en el proceso de escritura de dicho texto, descubrió la manera eficaz de introducir una historia dentro de otra, efecto que le facilitaría escribir posteriormente su premiada obra “Ana en el Trópico”, elemento de construcción literaria éste que permitirá disponer tanto de hechos como motivaciones diversas que enriquecerán la acción y el mensaje de la obra, creando sobre el espectador un amplio abanico de sensaciones y reacciones.

Por el transcurso de la obra van a sobreponerse emociones y encontraremos acciones contradictorias que podrán crear sobre el espectador reacciones antagónicas. El autor se sumerge en la interioridad femenina con cautela, lucidez, pero con profundidad, logrando llegar a develar las debilidades y fuerzas de ambas mujeres, sometidas al arbitrario y terrible encierro, así como a la limitación de sus derechos ciudadanos como seres humanos.

La pieza es a la vez una cruda denuncia política y un manifiesto sobre la importancia que conlleva la libertad, es un recorrido por lo más bajo y lo más sublime del ser humano, llevado a las tablas con imaginación y cruda sinceridad.


Para esta ocasión, Cruz contó con una excelente producción que le permitió construir una muy bien concebida y realista escenografía, a cargo de Christopher y Justin Swader, la cual capta a la perfección el ambiente de una añejo apartamento habanero, con su decoración propia de décadas pasadas. El hecho de que desde la parte superior del escenario cuelguen diversos muebles y objetos, puntualiza la terrible situación que sufrían hasta hace tan solo algún tiempo, las personas que pretendían abandonar el país -posibilidad última que se encuentra en el futuro para estas dos mujeres- donde les eran inventariados todos los objetos personales de los miembros de dichas familias, con el objetivo de apropiarse de los mismo los sicarios del régimen. Igualmente sobrecogedor resultan las múltiples cartas que ocupan a modo de telones todo el espacio escénico, las cuales irán subiendo o bajando según el desarrollo de los acontecimientos.

Con respecto al vestuario, a cargo de Michiko Kitayama Skinner, observamos con sorpresa que el mismo no se encontraba acorde con la época en que se desarrolla la acción, ya que este respondía en todo momento más bien a las décadas del 50 y 60 del pasado siglo.

En cuanto al trabajo con el diseño de luces en manos de David Lander, así como el del sonido y música original, responsabilidad de Salomón Lerner, ambos ayudaron a lograr un perfecto producto artístico sobre el escenario del Colony, creando un espectáculo, el cual será recordado dentro del contexto teatral de esta ciudad.

Al valorar el trabajo de los actores, lamentablemente estamos en la obligación de hablar del pobre desempeño actoral de Thais Menéndez, en su importante rol de María Celia, motor de toda la acción dramática. La actriz maneja su personaje en todo momento a través de un muy pobre concepto de las emociones, su trabajo va a resultar demasiado lineal, poco expresivo, con un muy escaso desarrollo de las emociones. La lectura de las cartas -importantes momentos durante el transcurso de los hechos- son realizadas de manera fría y carente por completo de sentimientos, resultando en textos que parecieran ser recitados. En realidad su actuación nos sorprendió por completo teniendo en cuenta su amplia actividad teatral, dejando la impresión que no llegó a comprender e interiorizar la tragedia de su personaje ni el ambiente que la rodeaba.

El resto de los actores defendieron con efectividad sus respectivos personajes. Stephanie Machado asumió su juvenil y ansioso personaje con la superficialidad propia de la adolescente ansiosa de vivir su vida con libertad y que no entiende del todo lo que está sucediendo. Gabriell Salgado, por su parte, en el rol del afinador de pianos, encara con habilidad un personaje que provoca una ruptura interesante con la tensión dramática de la obra, el actor incorpora el aire de ligera comedia, que el autor le otorga al mismo, con facilidad y desenvolvimiento, pero teniendo en cuenta el contexto carcelario de la acción. El breve monólogo que brinda el actor, ya en los últimos momentos de la obra -elemento nuevo incorporado por el autor a esta puesta- le brinda la oportunidad de dejar salir a flote las dudas y convicciones con respecto a su relación con Sofía y la situación en que la misma se encuentra.

Por último, Maurice Compte, al incorporar al teniente Portuondo, ofrece una convincente actuación, logrando un personaje rico en matices y emociones, creando el adecuado oponente con su personaje al de María Celia, ambos encargados de ser el centro del conflicto. El actor logra meterse en la piel del repulsivo personaje con sinceridad y credibilidad, para de igual forma transitar por los distintos y audaces matices que al mismo le propone el autor.


Para finalizar estas líneas, se hace necesario no dejar de mencionar el impactante final con que en esta ocasión cierra dicha puesta, cuando el enorme piano -que ha funcionado como otro personaje a través del desarrollo de la obra- es elevado a formar parte de ese conjunto de muebles y artículos desarraigados a sus dueños, que cuelgan del techo del escenario como un nuevo testigo del continuado abuso, pero que de manera cómplice proyecta su sombra sobre el piso queriendo dejar constancia de su eterna presencia


Con esta nueva propuesta de “Dos hermanas y un piano”, la obra de Nilo Cruz mantiene su posicionamiento en las tablas miamenses, a las que siempre regresa a pesar de sus travesías por escenarios de otras ciudades y países, como lo hace quien vuelve siempre a casa.






Lic. Wilfredo A. Ramos
Miami. Febrero 4, 2024

Fotos cortesía de Miami New Drama

Thursday, February 8, 2024

"Doble o nada"... teatro argentino en escenarios de Miami. (por Wilfredo A. Ramos)


Ha sido, sin duda alguna, un regalo para los amantes del teatro en esta ciudad la presentación los pasados días 3 y 5 del presente mes de Febrero, en el escenario del Alan and Diane Liberman Theater, en Aventura, de la obra “Doble o nada”, texto dramático de la mexicana Sabina Berman, contando con las actuaciones estelares de Miguel Angel Solá y Paula Cancio, bajo la dirección de Quique Quintanilla, lamentablemente fallecido hace solo poco tiempo.


Dicha obra, desde su estreno en el 2014, en Buenos Aires, pero bajo su anterior nombre “Testosterona” -título cambiado más tarde a solicitud de Solá- ha sido llevada también a escenarios de España, México, Colombia, Venezuela, Perú, Chile, República Dominicana, en diversas puestas, pero además de la mano de Solá y Cancio, la obra ha contado con largas temporadas tanto en Argentina como en España -2 y 5 años respectivamente- habiendo sido presentada también en Israel, llegando ahora a los Estados Unidos. Para que se tenga una idea de su continuada presencia sobre las tablas, solo para el año 2018, la obra ya contaba con trescientas representaciones.

La dramaturga, Sabina Berman, escritora mexicana de origen judío-polaco, es además guionista, novelista y periodista, habiendo obtenido diversos premios en todos los géneros literarios en que trabaja, entre ellos el prestigioso Premio de la Feria Internacional del Libro de Frankfurt, en el 2013, por su novela “La mujer que buceó dentro del corazón del mundo”, traducida a trece idiomas y publicada en más de treinta y cinco países.

Esta obra ha recibido múltiples reconocimientos, como el Premio ACE al Mejor Actor, siendo nominado también a la Mejor Actriz y Mejor Espectáculo, en Argentina, en el 2017, habiendo obtenido igualmente una nominación a Mejor Actor en los Premios María Guerrero, en España durante el propio año.


"Doble o nada", es un texto que tiene la posibilidad de ser concebido como una suerte de ‘thriller psicológico’, que resume por todas partes la bestialidad que puede llegar alcanzar el ser humano en la lucha hacia el poder. La obra suele ser de igual forma vista como una experiencia inmersiva, donde el espectador va a participar casi de la intimidad de un tú a tú entre ambos personajes que llevan la trama. En ella nada es lo que parece ser, estando cargada de vericuetos y dobles lecturas.

La autora no tomará parte en el conflicto, solo nos lo va a presentar ante la vista para que seamos nosotros los que caigamos en la trampa de ir juzgando a uno o al otro, pero mostrándonos cuáles son sus discursos y objetivos. La trama podría verse inmersa como una denuncia al machismo corporativo, pero con ligereza deja ver de otra parte las armas, no siempre legales, con que el feminismo actual trata de imponerse, por lo que estaremos en presencia de una descarnada lucha de géneros, donde nadie es en realidad lo que se muestra.

A través de las casi dos horas de duración, pesquisas, sospechas, mentiras, verdades, irán confluyendo en un escenario conformado por un complejo rompecabezas, donde la desigualdad y los prejuicios son las herramientas que habitan junto al poder.


La obra pone de manifiesto amén del enfrentamiento hombre-mujer, el que concierne a la juventud-vejez, con todo el drama que este último conlleva.

En su interés por despistar al espectador, la obra propone diversas soluciones al conflicto, para llegar mediante el aumento de su intensidad dramática a un final sorprendente y no predecible.

Aunque sobre el escenario se presentan dos actores, uno hombre y otro mujer, durante todo el tiempo sobre los mismos se cierne la presencia permanente de un tercero, Beteto, el cual como el protagonista ausente ejercerá su siniestra presión sobre los acontecimientos hasta el último instante, elemento este muy bien trabajado por la autora como detonante del conflicto.


Sobre la puesta en escena, la misma se va a desarrollar sobre un sobrio pero bien logrado espacio de una lujosa oficina, teniendo como fondo sonoro, casi hasta el final, el de una fuerte tormenta que ayudará a crear cierto ambiente claustrofóbico, amén de ser de igual forma un elemento importante en el desarrollo de los sucesos narrados. La puesta va a transcurrir en un tempo pausado, donde los abundantes y prolongados silencios van no solo definiendo la atmósfera, sino dejando entrever la tensión de los sentimientos no expresados del todo.


Con respecto al trabajo de los actores, no hay mucho que decir. Miguel Angel Solá, reconocida y premiada figura internacional del cine, la televisión y el teatro, quien acumula casi un centenar de trabajos entre los dos primeros medios, ganador de diversos premios como el Goya, el Martín Fierro, el Cóndor de Plata, el Max, el Konex, el ACE, el Coral, entre muchos otros, asume el personaje de Ricardo, director de un importante medio de comunicación, obligado a buscar un sustituto que ocupe su posición como jefe de la empresa, abrumado por años de insatisfactorio matrimonio y de una fatal enfermedad, con la serenidad del actor acostumbrado a apoderarse del escenario. Su excelente dicción, adecuada y sobria intencionalidad en sus gestos, aportan a su desempeño la credibilidad con que construye un personaje que se mueve entre el ser canallesco y aquel que pudiera inspirar algo de pena debido a sus problemas íntimos. Transitando entre diferentes estados de ánimos y situaciones, Solá reitera su dominio absoluto en el difícil proceso de construcción actoral, no dejando cabos sueltos. Su presencia absoluta en la escena es un regalo para los que antes solo lo habíamos disfrutado a través de la pantalla grande.


Por su parte la joven actriz española Paula Cansio, quien es nieta del también actor Raul Cansio, y que ha desarrollado su aún novel carrera igualmente en el cine, la televisión y el teatro, entre Argentina y su país natal, incorpora a Micky, subdirectora de la empresa al igual que el personaje ausente de Bebeto, formando la dupla candidata a ocupar la silla que dejará vacía el actual director. Desde este rol, la actriz va desenvolviéndose con marcado cinismo mezclándolo a cierta dosis de ingenuidad y sinceridad, lo que la coloca en la antípodas de su jefe. No obstante en el desarrollo de la acción va sumando el nivel de la ‘aconsejada testosterona’ que se le exige como condición a su estatus de mujer para poder acceder al poderoso puesto, con lo cual su interés en llegar a ser madre en algún momento, entra sin duda también en conflicto con la posibilidad de ocupar el cargo en cuestión. La actriz asume su rol desde una ingenua sinceridad que irá transformando a partir de pequeñas reacciones, las cuales sabe desarrollarlas gradualmente con acertada inteligencia.


Resulta inobjetable que el trabajo de ambos actores se encuentra integrado más allá del escenario hasta donde llega su condición de pareja en la vida real. La química fluye de manera real y tal vez ello hace que la complicidad con el público, quien a manera de un ‘voyeur’ atisba desde la luneta, se acreciente.
Esta obra, al igual que deja ver en su título nos coloca ante las disyuntivas a la que en ocasiones nos enfrenta la vida, llevándonos a arriesgar ‘el todo por el todo’ o enfrentarnos a la dura realidad de ‘jugarlo todo o perderlo todo’ como en una mesa de póquer. Usted tomará su propia decisión asumiendo sus consecuencias. ¿Lo vale el poder?




Texto y fotos Lic. Wilfredo A. Ramos
Miami, Febrero 7, 2024

Wednesday, January 31, 2024

Teatro Trail... no siempre el 13 es de mala suerte! (por Wilfredo A. Ramos)


El pasado lunes 29 de febrero el histórico Teatro Trail de la popular calle 8 de Miami, abrió sus puertas para celebrar trece años ininterrumpidos de trabajo bajo la conducción del matrimonio conformado por Marisol Correa y Jorge Angulo, colombianos que con su simpatía y compromiso con el hecho teatral, han logrado revitalizar un magnífico espacio que guarda un gran significado especialmente para la comunidad cubana asentada en esta ciudad.

Esta sala fue abierta en 1930, presentando espectáculos para la exigua comunidad angloparlante de una lugar que especialmente atraía a jubilados y vacacionistas interesados en disfrutar de sus playas y su clima tropical.

Con la llegada de la inmigración proveniente de Cuba, a partir de enero de 1959 producto del advenimiento en dicho país del régimen comunista, también fue aumentando el arribo de artistas y entre ellos de directores, dramaturgos y actores, los cuales añoraban la tierra dejada atrás y ansiaban poder continuar con sus carreras, siendo de esta manera que un muy reconocido artista cubano, el escritor, director y actor, el gran comediante Armando Roblán (1931-2013), quien además cursó estudios de artes plásticas en la habanera Academia de San Alejandro, lo que le permitiría diseñar y construir sus propias escenografías, así como crear los diseños de vestuario y luces de sus espectáculos, se apropia de dicho espacio teatral, haciéndose muy famoso en este escenario por la caracterización que del tirano Fidel Castro realizaba en sus hilarantes comedias.

Con el paso del tiempo y las situaciones que continuamente ocurren en esta ciudad con los urbanizadores e intereses políticos, dicho teatro se sumergió en un letargo de abandono del cual fue recuperado por quienes por aquel entonces dirigían el conocido The Latin Quarter Cultural Centre, ubicado también en el corazón de la Calle 8, de la Pequeña Habana y que encabezados por el incansable Tony Wagner, se dieron a la tarea de darle nueva vida el Teatro Trail; pero nuevamente la rueda aplastante de las constantes crisis económicas y desintereses, propició que al poco tiempo dicho escenario volviera a silenciarse.

No es hasta el año 2011 que una bogotana, actriz de profesión -la Correa- se enamora de la marquesina de ese olvidado teatro y con sus tremendos deseos de poder subir a las tablas y darle trabajo a todos los teatristas que pisaban esta ciudad, se involucra junto a su esposo en la tarea de poder reabrir dicha sala. Así, tocando ‘puertas y ventanas’, logra con esfuerzo y amor darle entonces nueva vida al Teatro Trail.


Pero si lo anterior fuera poco, con el paso de algún tiempo y conocedora de los diversos géneros teatrales que comprende esta manifestación, considera la necesidad de abrir un espacio del tipo café-concert, donde se presentarían espectáculos de pequeño formato así como también trabajos de comediantes en solitario, siendo de esta manera que se crea la Sala Catarsis, aledaña al propio Teatro Trail.

A través de todo este tiempo por ambos escenarios han pasado cientos de espectáculos de artistas de habla hispana, no solo asentados en estas tierras, sino que además ha recibido a los que llegan de visita de los países de latinoamérica.


Largas temporadas han habido en ambos escenarios con puestas teatrales de Pedrito Román como ”Tres viudas en un crucero”, de Alexis Valdés con sus dos partes de “Oficialmente Gay” o Manuel Mendoza con “Monólogos de la Vagina”, obra esta que abrió las puertas del teatro en esta nueva etapa, las cuales se han mantenido por meses en cartelera, logrando que hasta el día de hoy más de 700.000 personas hayan visitado el mismo.


Aunque el teatro se ha dedicado a la presentación del género de la comedia, también puestas dramáticas han subido a sus tablas tales como Bodas de Sangre, Un tranvía llamado deseo, El Decamerón y para el público infantil El Gato con botas, todas llevadas a escena por la compañía miamense El Ingenio Teatro, dirigida por la cubana Lilliam Vega.


Conciertos musicales han pasado por el escenario de este teatro, permitiendo que dicho espacio sea también compartido por músicos de diferentes estilos y culturas. Talleres de Teatro para niños y adultos han ocupado sus espacios, abriéndose de esta forma hacia el siempre necesario trabajo con la comunidad.

Nombrar a tantos actores conocidos, algunos de ellos gracias a sus trabajos en la televisión, que han desfilado por sus escenarios sería una tarea titánica, interminable y donde seguro quedaríamos en deuda con muchos, por lo que solo podríamos añadir que este teatro sin duda alguna se ha convertido en un crisol de identidades artísticas y una estrado donde todos los teatristas hispanohablantes tienen un espacio donde mostrar sus trabajos.

Y fue por los anteriores justificados motivos, que una gran cantidad de integrantes del gremio teatral de la ciudad y amigos, nos dimos cita para compartir y agradecer en esta celebración la existencia de este espacio para el el teatro, en momentos donde los mismos nuevamente son echados abajo o cerrados sin misericordia acuciados por la avaricia urbanística permanente y la apatía ciudadana.

Mucho más años de vida y prosperidad artística es lo menos que podemos desearle al Teatro Trail y junto a ellos a Marisol Correa y Jorge Angulo, el matrimonio teatral más conocido de la ciudad de Miami.




Lic. Wilfredo A. Ramos
Miami, Enero 30, 2024

Fotos cortesía Teatro Trail
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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