Friday, December 7, 2018

“Todas las Mirthas” (por Baltasar Santiago Martín)


Nota: Agradezco a Baltasar Santiago Martín, que comparta con los lectores, su entrevista a Mirtha Medina, incluida en el próximo número de la revista Caritate, Octubre-Noviembre-Diciembre 2018.

La presentación de CARITATE, tendrá lugar el miércoles 12 de diciembre, a las 8 00 p.m., en el Miami Hispanic Cultural Arts Center (111 SW 5th Ave. Miami, Florida 33130).


He querido titular mi entrevista a esta grande de la música, el canto y la escena, del mismo modo como se llamó el espectáculo fabuloso en el que ella, “la Medina” –como también se le conoce en el medio– brilló en todas sus facetas, pues Mirtha no solo es una gran cantante, sino también una formidable comediante musical y actriz, con una extraordinaria vis cómica.

¿Cómo no recordar sus actuaciones en el Teatro Musical de La Habana, en Mi bella dama (My Fair Lady) –“El rey que está en Madrid se fue a Aranjuez”, la recuerdo ahora perfectamente “perfeccionando su dicción”–; o en Hello, Dolly, donde no puso reparos por no ser la estrella principal, y con toda humildad dijo que “sí” en cuanto le propusieron actuar junto a Rosita Fornés, la Dolly por antonomasia.

Mirtha es mucha Mirtha, sí señores y señoras, a la que no le importa “que hablen”, porque también ha amado, mucho y bien, a dos grandes: Raúl Gómez y Juan Formell, padres de sus dos amados hijos: Guianko y Vanessa.

La revista CARITATE la ha escogido –con toda justeza– para su portada del sexto aniversario, y he tenido el placer de conversar con ella varias veces por teléfono para concertar esta entrevista que leerán a continuación, y les aseguro que Mirtha es muy natural y agradable, que no se sube a ese “pedestal portátil” al que yo me refiero en mis tertulias para describir a ciertas y ciertos que sí lo hacen, aunque es una diva divina que lo pudiera hacer “sin un reproche”, como dice la canción de su amigo Meme Solís, otro tan inmenso como ella.

Bienvenida, Mirtha Medina, al “Confesionario” de CARITATE, para que nos hables –y “que hablen” – de tu vida, de tu carrera, de tu familia, y de todo lo que nos quieras compartir con tus admiradores de siempre:


Mirtha, cuéntame de tus padres, ¿cómo eras de niña?

Te puedo hablar más de mi madre que de mi padre. Ella fue la que me forjó y me hizo una buena persona. Me enseñó desde niña a amar al prójimo y a ayudar a las personas que lo necesitasen. Le debo a ella lo que soy, por su apoyo, y el que nunca desfalleciera en lograr mi propósito en mi vida.

De mi padre poco puedo hablar, ya que él era de Puerto Rico y lo conocí cuando cumplí los 12 años.

¿Estudiaste música o canto?

Aprendí música y canto en la escuela del Teatro Musical y me gradué en ella. Aprendí actuación, pantomima, danza, maquillaje y acrobacia, música y canto, así como nociones básicas de percusión, que después las mejoré con Raúl Gómez. Tuve los mejores profesores: Luis Trápaga, Mariana de Gonicht, Zoila Gálvez, Federico Eternot, Alfonso Arau y Vicente Revuelta, entre otros.

¿Tenías cantantes preferidos desde chica, así como estilos y géneros que te motivaban más?

Siempre tuve preferencia por el Teatro Musical; quería ser una actriz total.

De pequeña tenía preferencia por Sarita Montiel y la imitaba en las casas de mis amiguitos del barrio. Después, ya de adolescente, cambiaron mis gustos: Los Beatles, Tom John, Barbra Streisand y Liza Minelli, entre otros. Y de Cuba, Elena Burke, Amaury Pérez, Omara Portuondo, el Cuarteto de Meme, Barbarito Diez y Rosa Fornés.

¿Cuándo y cómo conociste a Raúl Gómez?; ¿cómo surgió la idea del dúo “Mirtha y Raúl”?

Lo conocí en el Hotel Habana Libre, cuando él trabajaba con (el cuarteto) “Los Bucaneros” y yo en el segundo show de ese cabaret. El dúo “Mirtha y Raúl” surgió a partir de nuestra unión matrimonial. Éramos fieles admiradores de la música rock y de Los Beatles, que en ese entonces estaba prohibido escucharlos.

A Raúl, que es un excelente compositor y músico, se le ocurrió unir nuestras voces en terceras y cuartas, parecido al estilo de este grupo, y crearlo en dúo.

Nos selecionaron para ir de gira por toda Europa en un espectáculo con 60 artistas. En este show, en el que también estaba la Orquesta Aragón, había que preparar en el stage (el escenario) los instrumentos de esa orquesta, y al productor Tony Enríquez, se le ocurrió que delante de la cortina cerrada saliéramos Raúl y yo a cantar, mientras se preparaba lo de la Orquesta.

Fue impresionante la aceptación del dúo; no lo imaginábamos.


¿Qué significó para ti desde el punto de vista profesional ese recordado dúo?

Creo, fehacientemente, que fue el comienzo de una indudable exitosa carrera en ascenso. Marcó dentro de la música cubana un estilo; fue el comienzo de una nueva etapa en nuestro país, con la fusión que se logró del rock con la clave cubana. Algo único en esa etapa.


¿Cuáles fueron los principales éxitos de aquellos años?

Sin equivocarme, todas las composiciones de Raúl fueron éxitos indudables: Que tú me quieres voy a gritar, Muy cerca del arroyuelo, Rosas de algodón; un sinfín de canciones que se llevaría todo el espacio de esta entrevista mencionarlas, sin exagerar.

¿Por qué se rompe el dúo luego de tantos éxitos y te lanzas como solista?

Al decidir divorciarnos, quisimos continuar con nuestras vidas en solitario; claro, con tremendo trabajo, porque no querían que eso ocurriese. Entonces comencé mi carrera como solista.

¿Qué cambios esenciales se dieron en tu trabajo a partir de ser ya solista?



No fueron fáciles esos primeros años como solista, hasta que Amaury Pérez me regaló la primera canción: Caricias o Te quise acariciar, y ese fue mi nuevo triunfo, esta vez como solista. Después de eso comenzó mi carrera en ascenso, sin parar.

El Teatro Musical de La Habana, ¿cuándo te integras y qué fue lo más relevante de esa etapa?

Comence en el Teatro Musical en 1961. Hice mi primera obra con un pequeño personaje, en una comedia que se titulaba Los novios. Gracias a ese trabajo di un salto impresionante hacia nuevas obras como protagonista.

Sobre Buenas Tardes –ese programa en el que toda Cuba te descubrió y se prendó de ti (yo incluido)–, ¿qué anécdotas me puedes contar que te hayan emocionado más de tu participación en ese super gustado espacio dominical de la Televisión Cubana?

De ese programa tengo recuerdos inolvidables. Fue un espacio donde pude volcar todo mi interés por la comedia, y sobre todo, poder llegar al público de una manera natural, y demostrar como era yo realmente, en el aspecto artístico y humano.

Sobre Juan Formell: ¿cómo se dio esa unión un poco insólita entre una cantante tan glamorosa y un músico y compositor más “bailable y popular”, por decirlo de algún modo?


Sí había empatía; efectivamente éramos de diferente clase, o sea, él con su orquesta llegaba más al público popular.

En el orden personal, era un ser humano maravilloso, culto, aunque muchos creyeran lo contrario; su cultura era vasta, y juntos podíamos compartir diferentes temáticas, pues leía mucho.

Me encantaba sentarme con él para hablar de sus experiencias como ser humano.

Sobre tus hijos: Guianko y Vanessa, ¿qué nos quieres contar sobre ellos, como madre muy orgullosa que eres?

Soy la madre más feliz y orgullosa por haberlos tenido.

Vanessa, una cantante espectacular, que puede abarcar diferentes géneros como su madre; es una hija ejemplar, cariñosa, respetuosa, inteligente, sencilla, y una madre increíble.

Guianko es otro fenómeno. Excelente cantante, compositor, vocal coach de cantantes internacionales, y un hijo adorable, también muy cariñoso conmigo, preocupado por si necesito algo, que es frecuente. Me apoya en mis canciones y me encanta trabajar con él en su estudio. Aunque no lo crean, he aprendido muchísimo con su técnica. Agradezco a Dios por haberme dado este maravilloso regalo de tenerlos.

¿Cuáles fueron los principales premios que recibiste durante tus años de trabajo en Cuba?



Los Girasoles de Opina; los Premios en el Concurso Adolfo Guzmán, y los premios que obtuve en diferentes concursos internacionales, como los celebrados en Polonia, Hungría, Alemania (R.D.A.), Checoeslovaquia, la llamada U.R.S.S. en aquel momento, y el Premio del ICAIC por el Concierto “Todas las Mirthas”.

Si quieres ampliar esta pregunta te sugiero entres en Wikipedia ahí tengo mas informacion referente a esta pregunta.

¿Cuál fue tu última presentación en la isla?

En Tropicana, con mi show, que estaba llevándolo por todo México, con un éxito extraordinario, durante 2 años.

¿Cómo fueron tus primeros tiempos en los Estados Unidos? ¿Consideras que has podido continuar con un ritmo razonable tu carrera?

No fueron fáciles, aunque tuve un recibimiento impresionante en el aeropuerto. Después, poco a poco, comenzando lentamente, he ido alcanzando logros, demostrando realmente quién soy y lo que puedo hacer, para los que no me conocían, y gracias, además, al apoyo de los que ya sabían de mí y me apoyan incondicionalmente, lo cual ha sido –y es– una bendición.

Aquí, en los Estados Unidos, recibí un “Premio por mi carrera y mi trayectoria”, en Boston, en 2008; y el más reciente, en 2017, el “Premio de Trayectoria y Legado”, otorgado por El Sol de Miami, en “Hoy como ayer”.

Si te dieran a escoger un solo tipo de escenario, ¿cuál sería el preferido?

Bueno, me fascinaría poder trabajar siempre en teatros, porque dispongo del espacio para poder hacer conciertos glamorosos, mientras que el night club es bueno por la comunicación con el público, mucho más cercana.

Raúl de la Rosa, el director artístico cubano de Espectáculos Musicales –a quien tuve como invitado en mi Tertulia de APOGEO, el pasado 21 de noviembre (ver sección “Bambalinas” de este mismo número) – me contó que te quiere invitar al homenaje que el 11 de febrero de 2019 se le hará a Rosa Fornés, en el Teatro América, por el 80 aniversario de su debut artístico, ¿aceptarías ir a cantar para ese público que no te ha olvidado, y en esa ocasión tan especial para Rosita?

Adoro, admiro y respeto a Rosita Fornés, mi amiga y maestra, pero quisiera, cuando volviera a Cuba por primera vez, después de tantos años en el exilio, hacerlo con un concierto mío impresionante.

¿Cómo has logrado equilibrar tu trabajo, tan intenso, con tu faceta de madre y con tu familia en general?

No ha sido fácil. Ser madre es otra carrera, y hacerlo bien es realmente complicado, pero creo haberlo logrado, aunque aún continúo con ese papel, imposible de abandonar, porque ahora están también los nietos.

Ya a título personal, ¿cuáles son tus aficiones? ¿eres de recibir amigos, de reuniones familiares, de viajar por el mundo?

Son tres preguntas en una; comenzaré por mis aficiones.

Soy aficionada a las series de televisión. Me gusta hacer puzzles (crucigramas). Me encanta bordar, coser, tejer y amar.

No me gustan las reuniones familiares ni de ningún tipo, porque cuando no es familiar y te invitan, entonces tienes que cantar y eso me apabulla.

Me encanta viajar; creo que ya conozco parte del mundo, por trabajo y por elección vacacional.

Y, por último, soy aficionada a las cirugías, que me fascinan, porque quiero verme espectacular para mi público, que se lo merece, por su devoción y cariño hacia mí, al cual adoro, por seguirme y aplaudirme por más de cinco décadas.





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Ver textos anteriores de Baltasar Santiago Martín, en el blog

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