El domingo 7 de septiembre de 2025 asistí al Herbert & Nicole Werheim Performing Arts Center, de la Universidad de la Florida (FIU), para disfrutar de la segunda edición del espectáculo Cinco conciertos de Beethoven para piano y orquesta, ofrecido en ese recinto por la Florida Chamber Orchestra, bajo la certera batuta de la Maestra Marlene Urbay. su esforzada, exquisita y elegante directora, quien al frente de sus músicos de primera línea, reivindica y enaltece desde 1995 a nuestra querida ciudad de Miami, percibida injustamente en Europa como un páramo cultural y “cementerio de artistas”.
La Maestra Marlene Urbay se dirige
al público antes de comenzar el espectáculo.
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Y he dicho “segunda edición”, porque el sábado 6 de septiembre, en el mismo recinto ya mencionado, tuvo lugar la primera, con tres conciertos para piano y orquesta de Beethoven:
- El Concerto No. 1 in C Major, Opus 15. Allegro con brio – Largo – Rondo. Allegro, con Alejandro de Castro como solista.
- El Concerto No. 2 in B- flat Major, Opus 19. Allegro con brio – Adagio – Rondo. Molto Allegro, con María Soldado como solista.
- El Concerto No. 3 in C Minor, Opus 37. Allegro con brio – Largo – Rondo. Allegro, con Cristina Dragos como solista.
En la función que tengo el gusto de reseñar fueron interpretados los dos siguientes:
- El Concerto No. 4 in G Major, Opus 58. Allegro Moderato – Andante con Moto – Rondo. Vivace, con Nicolás Marín como solista.
- El Concerto No. 5 in E- flat Major, Opus 73. Allegro con brio – Adagio un poco mosso – Rondo. Allegro, con Leo de María como solista.
Como es ya el sello de todos los conciertos dirigidos por la Maestra Marlene Urbay con “su” Orquesta de Cámara de la Florida / Florida Chamber Orchestra, el de la tarde del domingo 7 de septiembre también se caracterizó por su cuidada y elegante dirección –desde el peinado, maquillaje y vestuario–, así como por la impecable ejecución de los dos concertos, tanto por parte de la orquesta como de los dos talentosos pianistas concertistas: el niño prodigio (tiene solo 12 años) Nicolás Marín y el también joven y muy reconocido Leo de María.
Antes de entrar a detallar el desempeño de cada uno con la orquesta, me gustaría intercalar una nota, tomada y editada de Wikipedia, sobre el compositor escogido por la Maestra Marlene para esta presentación:
Ludwig van Beethoven, en 1820.
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El gran legado de Ludwig van Beethoven (Bonn, 16 de diciembre de 1770 -Viena, 26 de marzo de 1827), como compositor, director orquestal, pianista y profesor de piano, abarca, cronológicamente, desde el Clasicismo hasta los inicios del Romanticismo. Es considerado uno de los compositores más importantes de la historia de la música y, aunque las sinfonías fueron la fuente principal de su popularidad internacional, su impacto resultó ser principalmente significativo en sus obras para piano y música de cámara.Su producción incluye los géneros pianístico (treinta y dos sonatas para piano); de cámara (incluyendo numerosas obras para conjuntos instrumentales, de entre ocho y dos miembros); concertante (conciertos para piano, para violín y triple); sacra (dos misas, un oratorio), lieder, música incidental (la ópera Fidelio, un ballet, músicas para obras teatrales) y orquestal, en la que ocupan lugar preponderante Nueve sinfonía, entre ellas, la famosa Novena sinfonía, que incluye un coro.
Y también considero oportuno, en cuanto a la orquesta en sí, definir por qué se le considera “de cámara” y no “sinfónica o filarmónica” (también tomado y editado de Wikipedia):
La principal diferencia entre una orquesta de cámara y una sinfonica o filarmónica radica en su tamaño y el número de músicos que la componen. La orquesta de cámara, que puede tener hasta 30 o 40 músicos, se caracteriza por su pequeño tamaño y su capacidad para tocar en espacios reducidos, como salones o teatros. Por otro lado, la orquesta sinfonica puede tener entre 80 y 120 músicos y se caracteriza por su gran tamaño y su capacidad para tocar en auditorios más amplios, como teatros o estadios.
El programa comenzó con el Concerto No. 4 in G Major, Opus 58, interpretado por los 29 músicos de la orquesta con gran sincronización y refulgente brío; constituyendo así el acompañamiento idóneo para que el novel solista Nicolás Marín se pudiera “engarzar” en dicha ya celebrada calidad de sonido con su impresionante y prodigioso manejo del teclado, en una hermosa simbiosis que obtuvo el aplauso de pie del público presente, correspondido por el chico con la pieza Etude Op. 8 No. 12 de Alexander Scriabin fuera de programa, como agradecimiento.
El novel concertista Nicolás Marín al piano.
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El novel concertista Nicolás Marín
saluda y agradece al público sus aplausos
al final de su actuación.
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Tras un adecuado intermedio, el joven pianista español Leo de María –ganador del Primer lugar del Concurso Internacional de Piano UNISA, en Sudáfrica–, tocó el Concerto No. 5 in E- flat Major, Opus 73, con todos sus cambiantes matices magistralmente marcados en su teclado; y respaldado de igual modo por el prestigioso ensemble floridano como si fuera una gran orquesta sinfónica con el triple de músicos.
El joven y reconocido concertista
Leo de María al piano.
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El joven y reconocido concertista
Leo de María también saluda
y agradece al público sus aplausos
al final de su actuación.
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No puedo dejar de celebrar la gran musicalidad de Leo, pues me gustó sobremanera cómo seguía con su cabeza el ritmo de la orquesta mientras sus ágiles manos no estaban sobre el teclado, para, una vez de nuevo en su total posesión, continuar con su exquisito regalo acústico al público presente, que le premió con una entusiasta ovación también de pie, que el virtuoso concertista agradeció regresando al piano, para ofrecer nada menos que, como encore, La malagueña del también genial pianista y compositor cubano Ernesto Lecuona.
La Maestra Marlene Urbay
y el reconocido concertista Leo de María.
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Nicolás Marín, Marlene Urbay
y Leo de María en los saludos al final del concierto.
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Muchas gracias a la gran directora orquestal Marlene Urbay, a la Orquesta de Cámara de la Florida bajo su batuta dorada y a Nicolás Marín y a Leo de María, por esta tarde de tanta excelencia musical.
Baltasar Santiago Martín
Director de la Fundación APOGEO para el arte público
Hialeah, 16 de septiembre de 2025.
Fotos: Abelardo Reguera.











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