Tuesday, July 13, 2021

Llamado de la Iglesia Episcopal en Cuba



Al Amado Pueblo Cubano:


“Busquen el bien y no el mal, y vivirán; así será la verdad lo que ustedes dicen: que el Señor, el Dios Todopoderoso está con ustedes. ¡Odien el mal! ¡Amen el bien!

Que fluya como agua la justicia, y la honradez como un manantial inagotable.

Amos, 5:14, 24."




Siendo parte integrante de este pueblo y país, toda nuestra Iglesia, mujeres y hombres, laicos, clérigos y obispos hacemos un llamado a la Paz y a la Vida en esta hora crucial que está atravesando la Patria Cubana.

El domingo 11 de julio en diversas ciudades del país tuvieron lugar actos de protesta por la difícil situación económica junto con la sanitaria que está viviendo nuestro pueblo. A partir de la implementación del Ordenamiento Económico, a principios de este año, así como otras medidas de carácter restrictivo que se han sumado a esta realidad, han agravado la crisis que se venía arrastrando desde mucho tiempo atrás, hasta llegar a situaciones límites en la actualidad. Ha generado incertidumbre, frustración, agobio y desesperación a partir de la permanente carencia de los productos básicos alimenticios y carencia de medicinas entre otros infortunios. Todos nosotros estamos experimentando un creciente deterioro emocional, mental, físico y espiritual. El Salario medio se ha visto devaluado dramáticamente, por otra parte los productos más importantes se ofertan solamente en las nuevas tiendas por divisas extranjeras. Las plantas generadoras de electricidad han salido de su funcionamiento por diferentes roturas dando lugar a cortes del suministro eléctrico, lo cual añadió más inquietud en la población en pleno verano.

En medio de tanta sombra, hay que admirar la labor de los científicos que con tanta pasión, pudieron obtener candidatos vacunales para alivio del pueblo. Y reconocer al personal médico y paramédico que trabajan día y noche sin descanso y casi sin recursos tratando de salvar a sus coterráneos, en medio de la multiplicación del contagio a escalas nunca antes previstas.

Por otro lado, la aparición y diseminación de las nuevas cepas ha acrecentado el número de personas contagiadas en gran medida, muy lamentablemente entre niñas y niños, así como el incremento de fallecimientos que hiere profundamente la sensibilidad humana.

Todo este conjunto de males fue el caldo de cultivo en gran medida, lo que dio lugar a que muchos ciudadanos expresaran su malestar e inconformidad públicamente en diferentes ciudades del país.

Expresar toda inquietud y frustración es un derecho de cada ciudadano y de cada pueblo. El derecho de la libertad de expresión en las manifestaciones públicas pacíficas es un Derecho Humano.

La Iglesia está mirando con mucha preocupación que no se faciliten los espacios y oportunidades para que las personas puedan expresar cívicamente sus sentimientos. Siempre y cuando se manifiesten en un marco pacífico y respetuoso.

Y hace un urgente llamado a que de ninguna manera se dé lugar a provocaciones, confrontaciones o cualquier otro acto desmedido que resulte en violencia, agresión, ofensas, humillación, y menos que cause pérdida de vidas humanas. ¡Esto no tiene que suceder! Ese no será nunca un camino a seguir.

Todo Ser Humano es imagen y semejanza de Dios, por lo cual tiene la dignidad debida y un carácter sagrado. La vida es el don más preciado.

Y exhorta a que prime la razón, la cordura y la responsabilidad. El camino debe ser construido por todos los cubanos y cubanas. Siempre habrá divergencias, opiniones diversas, diferentes pensamientos, ahí está la riqueza y la integralidad de ser un Pueblo. Es preciso poner en alto el valor del Diálogo para buscar el entendimiento y vías de solución. Asimismo exhorta a las Autoridades pertinentes a que promuevan acciones para contener toda violencia y alcanzar la paz. Es inadmisible el enfrentamiento entre cubanos.

Unos y otros, desde una punta a la otra de esta bellísima isla tienen la misma sangre, alma y ethos que corre por sus venas, que imprime su carácter de cubanía tan distintivo. Somos hermanas y hermanos forjados en sólidos cimientos, como del cubano “que nos enseñó a pensar”, el Sacerdote y Maestro Félix Varela, quien dijo: “No hay Patria sin virtud, ni virtud con impiedad”.

Y asimismo moldeados sobre el pensamiento del Apóstol José Martí del que tanto se enorgullece toda y todo cubano, y quien expresó: “En la mejilla ha de sentir todo hombre verdadero el golpe que reciba cualquier mejilla de hombre”.

La Iglesia exhorta a implorar a Dios, amparo y fortaleza en los tiempos de tribulación, por cada hogar, cada joven, niña y niño, por los adultos y ancianos, por los enfermos y vulnerables, en especial por los que han partido. Bajo la guía del Santo Espíritu podamos discernir en esperanza el camino futuro. Asimismo hace un llamado a todas y todos quienes con corazones sensibles puedan reunir recursos y enviar para los sufrientes, especialmente para la Provincia de Matanzas.

En el nombre de Jesucristo, exhortamos a todo nuestro pueblo cubano: ¡Amen el bien! ¡Que fluya como agua la Justicia y la honradez como manantial inagotable!

La Gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sea con todos nosotros, ahora y siempre. Amén.


+María Griselda Delgado del Carpio
Obispa Diócesis de Cuba
La Habana, 12 de julio del 2021.

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