Tuesday, May 7, 2019

Apasionademente... un musical! (por Wilfredo A. Ramos Vázquez)


Para nadie dentro del gremio teatral es un secreto que el género del teatro musical es el más difícil y complejo dentro de las diferentes formas de hacer teatro, debido a los múltiples requerimientos artísticos que obligan al actor, no solamente a prepararse en otras facetas fuera de la actuación, como son el canto y el baile, sino a que muchos actores no reunen las condiciones naturales para enfrentar las mismas. Es por ello que cuando nos encontramos con ese actor o actriz que reune dichas condiciones y las sabe explotar perfectamente en escena, sentimos la satisfacción de estar frente a un profesional en todo el sentido de la palabra.


Tal es el caso de la actriz cubano-americana Belkis Proenza, quien desde chica comenzó sus andadas en este mundo, segura que sería sin dudas su camino a seguir. Sus primeros pasos en su formación como bailarina, en su país natal, fue el crisol en donde se forjarían sus primeros entrenamientos y su disciplina artística. Una vez en Estados Unidos, en la ciudad de Los Angeles, comienzan sus primeros andares en el mundo profesional junto a ese bien conocido bailarín cubano, de géneros populares, que responde al nombre del Migue Angel Masjuan, quien en la Cuba de la década de los 80, junto a sus entonces pareja de baila, formaron el muy excitoso duo danzario Rebeca y Migue Angel, convirtiéndose en su pareja de baile en esos momentos.

Tiempo después conoce en esa misma ciudad a Juan Roca, quien funda la Compañia Teatral Havanafama, convirtiéndose en fundadora de la misma y comenzando de esta manera su carrera como actriz. Desde esos momentos trabaja en todas las puestas de dicha agrupación, trasladándose junto a la misma hacia la ciudad de Miami cuando dicha agrupación decide establecerse en esta ciudad. y en donde continua con su trabajo como actriz, pero con un énfasis en lo dramático, abandonando sus posibilidades extaordinarias como actriz del genero musical por el momento.

Es por ello, que poder verla retomar esta importante faceta de su trabajo de las manos del siempre observador y excelente director Eddy Díaz-Souza, resulta de sumo agrado. Para ello Sousa se valió de un texto de su propia autoría, escrito hace ya algún tiempo, al que tituló “Apasionada”. Si bien este texto, a través del unipersonal, se mueve dentro de las posibilidades para que la actriz muestre sus armas sobre la escena con oportunas canciones y momentos danzarios, nos resultó un texto un tanto incompleto, con algunos lugares comunes y haciendo concesiones a una risa fácil. A la historia, aunque se trató, le faltaron más momentos de seria instropección, de algo más de drama para equilibrar los géneros y que todo el trabajo no cayera tanto hacia el de la comedia.


La función que nosotros pudimos apreciar, no fue de las realizadas en la sede de ArteFactus Teatro , agrupación teatral dirigida por Sousa, sino en su reciente reposición en el Centro Cultural ArtEmporium de la Pequeña Habana, que dirige la promotora cultural Vivian Péres, el cual no presenta las condiciones más adecuadas por el momento para la realización teatral, aunque el esfuerzo es plausible y siempre bien recibido, por lo que no entraré a analizar el concepto de puesta en escena en si, aunque solo diré que el mismo se adaptó en lo posible al pequeño espacio y a la falta de las luces requeridas.

Entrando en el plato fuerte de estas líneas, el desempeño actoral de Belkis Proensa, tenemos que decir lo que siempre hemos planteado desde la primera vez que vimos sobre la escena a esta actriz, allá por el 2005, que requiere de trabajos precisos que permitan el despliegue de todas las capacidades de la misma. La Proenza es una actriz que se mueve con facilidad tanto en la comedia como en el drama, tiene fácil habilidades para la improvisación, incluso para salir del paso airosamente frente a alguna dificultad técnica que se pueda presentar sobre la escena, incorporándola a la trama como lo más natural del mundo. La actriz posee una clara dicción, algo muy importante en todo actor, pero que en el caso del que se dedica a hacer teatro musical es muy importante debido al constante paso desde el habla al canto y viceversa. Su voz es potente, con los matices requeridos para cada estado de ánimo, algo que la ayuda mucho al momento de interpretar los números cantados, ya que sin ser una cantante profesional, reune las perfectas condiciones del actor-cantante, con una voz modulada, con la entonación y afinación requeridas para un muy buen trabajo vocal. Sus habilidades danzarias están bien presentadas, como ya sabemos, debido a su formación y trayectoria en la misma, moviéndose todo el tiempo en la escena con la gracia y habilidad que permite su preparación.


En realidad y pese a los detalles señalados, que no tienen nada que ver con el trabajo de la actriz, fue un placer poder disfrutar de este espectáculo que como ya dije, muestran todas las facetas de la labor sobre las tablas de Belkis Proenza y como las maneja a su antojo con la mejor de las precisiones. Creo que, según rumores, el propio Eddy Diaz Sousa va a retomar muy pronto un trabajo dentro de este mismo género con la propia actriz, consciente de la posibilidad de explotar sus habilidades al máximo y para disfrute de los que como yo, rindo culto al teatro musical como la catedral del Teatro.

Wilfredo A. Ramos
Crítico de Teatro y Danza.


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