Sunday, March 10, 2019

Dos poemas de Aleisa Ribalta

Nota del blog: Aleisa Ribalta está preparando su tercer poemario Cuaderna, bao y regala. En primicia, ha tenido la gentileza de compartir estos dos textos, recién escritos, que forman parte de su libro. Muchas gracias. 


En su cabeza se oía el mar

”A veces aún puedo escuchar batir el mar
la extensión de los campos
¡inmensos!”
Chus Pato

En su cabeza se oía el mar
como una daga
como el grito
como la última mano
que separa, dice adiós
no devuelve los préstamos
no recuerda que un día
fueron siameses
y jugaron
una partida
a ganar
los dos
perdiendo
allí, juntos.

(observa cómo los animales plásticos de la granja
se colocan a su antojo ya sin poder evitar el caos)

En su cabeza se oía el mar
como un suspiro
como el sueño
como lo que regresa
de muy lejos
cargado de misterios
se revela
deja cubierto
de una inescrutable
nata de artilugios
varios
desconocidos
toda la costa.

(viste por primera vez la coca-cola en forma
de botellas vacías flotando hacia la nada)

En su cabeza se oía el mar
como un diluvio
como el llanto
como el que llega
por fin de donde nunca
partió, sigue las invisibles
huellas de
lo imaginado.

(ves al niño que fuiste que pregunta
quién nos va a devolver estos años)



Y allí, del otro lado
de ti mismo
solo quieres
una vuelta
en bote
por los cayos
vacíos
del recuerdo.

(y cruje el pargo que se quedó intacto
sin freír en la nevera de qué tiempo)




Ojo de agua

Un rumor peregrino, el percolar del tiempo,
por debajo iba el río, silencioso, certero,
buscando la llamada del curso de la vida

La montaña sabía, los hombres no aceptaban
la presencia muda de aquel fantasma vivo,
como un gorgoriteo de lluvia en la memoria
venido de muy lejos. ¿Y qué traía consigo?
¿Por qué tan cantarina la entrega de lo andado?

Esto no puede ser, dijeron,
el pueblo necesita un acueducto
y no este tintinear sin fin de los demonios.


Lo tapiaron, consiguieron los fondos
y tuvieron por fin, esplendor y acueducto.

Un día, de las entrañas mismas de la tierra
vieron salir rugiendo al fantasma,
el Ojo de agua, cerrado al Tiempo, reventó,
grieta tras grieta se rajó la mentira.

En aquel pueblo hoy corre, sin poder detenerla,
el agua de una sed nunca saciada.
La montaña lo supo, los hombres no entendieron.




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Aleisa Ribalta. (La Habana, 1971). Nacida en Cuba. Reside en Suecia desde 1998. Es poeta y coordinadora cultural. Ingeniera de profesión, se desempeña como docente de asignaturas técnicas y no directamente relacionadas a la literatura como: Diseño de Interfaces Gráficas, Diseño Web y Programación de Aplicaciones.

Tablero es su segundo poemario, de próxima aparición. Ha publicado Talud (Ekelecuá Ediciones, 2018), un primer poemario que apareció ese mismo año traducido al catalán en edición bilingüe Talús / Talud (bokeh, 2018). Tiene en preparación el poemario Cuaderna, bao y regala.

Colabora asiduamente en revistas como Animal Sospechoso (España), Conexos (USA) y Verbo(des)nudo (Chile), con artículos y traducciones. También han aparecido publicados poemas suyos en Revista Humo (México), Le folie (Argentina), Mimeógrafo (México) y Nagaris (USA). Ha participado en las antologías Poesía escrita por mujeres (Verbo(des)nudo, 2018) y Todas las mujeres (de fulanas y menganas) (Fundacionarte, 2018).



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Ver Aleisa Ribalta en el blog

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