Friday, November 20, 2009

(otra) Paliza, a Reinaldo a Escobar ...

Fotos/Ap, Getty Images
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Detalles en Desde Aquí, Generación Y, Octavo Cerco, Penúltimos Días (I) (II) (III),
Emilio Ichikawa, El País, El Nuevo Herald, El Tono de la Voz, El Mundo, ...

2 comments:

  1. Gracias a tus fotos, Lugareño, he podido armar estos tres sonetos con píes forzados, que están en mi blog ahora, y aquí te dejo, para que los incluyas en tu sitio, o como creas, amigo, abrazos, Josán Caballero.

    LA CITA INTRANSITABLE

    Hacer alto a su muerte es imposible,
    cuando esa turba se muestra intransitable:
    ¿País prestado a bullicio tan amable,
    merece juventud impredecible?

    El miedo no es su karma, ni la audible
    hambruna ante principios denostables:
    La ira confundida entre los cables
    se enreda con la náusea más temible.

    Adónde van las huestes carcomidas,
    sino a negarse al fin que son hermanos,
    descifrando el desmán de ese hortelano,

    que come y asegura, en su mordida,
    dar al mundo otra prueba del desgano
    que ha prendido en su turba de cubanos.


    Que ha prendido en su turba de cubanos,
    diezmada sólo por la incompetencia
    de ideales, que aseguran su impotencia,
    ante el muro senil de tantas manos,

    empuñadas por seres tan ufanos,
    como si semejante disidencia
    atentara feroz con su decencia,
    pronto en tela de juicio: Mito insano

    que el hortelano impide remover,
    con una libertad a medio hacer,
    aturdida y cegada por su “gloria”,

    pero esta cita deshecha, sin memoria,
    podría reescribirse cual historia
    de un pueblo que está a punto de aprender.


    De un pueblo que está a punto de aprender
    que la conciencia no es objeto de discordia,
    cuando un gobierno asume la concordia
    como un juego de bandos, a saber

    con ese Arma-Ge-Dos, que al someter,
    a unos contra otros ceremonia
    conducta tan brutal, que testimonia
    hasta cuánta infamia puede haber

    en estas situaciones perentorias,
    en que son condenados por escorias
    aquellos que maldicen el poder

    de un hortelano que niega hasta el comer
    a sus hijos, cual Cronos furibundo,
    lanzado de por muerte al inframundo.

    JOSÁN CABALLERO
    20 de noviembre del 2009.

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