Monday, November 12, 2018

Historia de una canción: «En el balcón aquel» (por Dulce Sotolongo)

Nota del blog: Agradezco a Armando Nuviola de la Editorial Unos y Otros, el envío de este texto, incluido en el libro En el balcón aquel, de Dulce Sotolongo.

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Era una tarde del mes de enero, una tarde gris, una tarde fría. Yo tenía diecinueve años, me dirigía a la casa de mis tíos por la calzada de Güines. Vi a una muchacha rubia asomada a un balcón. Me apresuré, pensando cómo hacerme notar. Al acercarme, comprobé con alegría que la joven se encontraba en el lugar que yo iba a visitar. Casi corriendo subí las escaleras. Mi tía me la presentó.

Yo te miré y en un beso febril/ que nos dimos tú y yo sellamos nuestro amor.

No fue tan fácil conquistarla. Le dije a Elvira Robles, que así se llamaba, que yo era compositor, sin sospechar que esta sería mi desventura, ya que ella había sufrido un desengaño amoroso con un creador musical.

/Recuerdas tú la luna se asomó/ para mirar feliz nuestra escena de amor. / El balcón fue nuestro cómplice, vivimos un apasionado romance, pasábamos horas y horas con la luna como único testigo. / Hoy ya no estás y lleno de dolor/ muy solo en el balcón suspiro por tu amor. /

Todo terminó, pero yo seguí visitando la casa de mis tíos y siempre me asomaba al balcón recordando a Elvira. Allí me inspiré e hice el texto de la canción.

Recuerdas tú Elvira Robles:
Mi familia vivía al lado de la de él, no fue tan casual nuestro encuentro, siempre lo veía cuando llegaba y aquella tarde me decidí y lo esperé. Yo fui la que tuve que terminar con él, pero nuestra relación fue muy linda, pero imposible. A veces voy caminando por las calles y escucho «En el balcón aquel», «Mi súplica» y otras canciones que me dedicó y me quedo abstraída escuchando, la gente piensa que estoy loca, por cierto, es una lástima que canciones tan bonitas cada día se escuchen menos. Hay que hacer algo para que no muera el bolero que en definitiva es lo más importante.
Pasó el tiempo y un día, en 1958, fui a visitar a Celio González quien estaba muy triste, su pequeño hijo Celito estaba enfermo. Se quejaba de que nadie había ido a verlo. Recuerdo que le llevé algunas viandas y pollo. Tal vez por agradecimiento, me pidió un bolero, le ofrecí «En el balcón aquel». Luego de escucharlo me mandó a hablar con Severino Ramos, arreglista de la Sonora, para que le hiciera el arreglo. Se grabó en disco, acompañado de Humo, primer instrumental de la Sonora.

Recuerdas tú, aquella tarde gris,en el balcón aquel donde te conocí. 
Yo te miré y en un beso febrilque nos dimos tú y yo sellamos nuestro amor. 
Recuerdas tú, la luna se asomópara mirar feliz nuestra escena de amor.
Hoy ya no estás, y lleno de dolormuy solo en el balcón suspiro por tu amor.
Tú volverás me dice el corazónPorque te espero yo colmado de ansiedad.
Y me darás tu amor igual que ayery en el balcón aquel la luna brillará.
Esta letra tiene el mérito de ser natural. En ella, una vez más, en nuestra música popular la luna se toma como testigo y cómplice de una relación sentimental. El conjunto resulta emotivo y permite a Ulloa trascender como creador musical.

No sé qué decir del éxito de aquella canción. Por poco enloquezco al oírla en cada calle, en cada esquina, donde quiera que hubiese un radio, una victrola. Tuve que solicitar los servicios de un psiquiatra. Nunca pensé triunfar con ese bolero, para mí su letra era algo cursi, muy sencilla…

Sencilla, pero muy bella, opina el crítico Helio Orovio:
Es un bolero tango. Tiene en el fondo el aire del tango. Una impronta tanguística o tanguera, llama a la reminiscencia, al recuerdo de una escena de amor, a quién no le llega esto. Por otra, parte la melodía está bien lograda, con esa fuerza que le da la fusión del bolero y el tango que están unidos en sus orígenes, porque ambos salen de la habanera cubana. Toda esa fusión hace que sea un clásico de la cancionística cubana. Es sencillamente poesía.
Mientras, al también musicólogo Raúl Martínez, la canción le trae nostálgicos recuerdos:
A principio de los años sesenta, todavía existía el original paseo de los paragüitas del Prado, la acera y portal del hotel Saratoga. Yo era muy joven, caminaba enamorado. Era la época de grandes boleristas como Orlando Vallejo, Roberto Faz, Orlando Contreras; de pronto sentí una hermosa melodía. Sencilla, llena de valores muy reales, lo cual me emocionó totalmente. Recuerdas tú…. Con el tiempo me enteré que su autor se llamaba Leopoldo Ulloa.
Larga es la lista de todas las versiones. La cantan, entre otros, Los Papines, José Tejedor, Frank Hernández, Lino Borges, Néstor del Castillo, Manolo del Valle, María Elena Pena, Benitico Yanes, Adolfo Alfonso, Pablo Santamaría, Alfredo Rodríguez, Roberto Sánchez, Sindo y María Elena, trío Los de América, trío Azteca, dúo Enigma.

Le entregué, entonces, a Celio González otra partitura: «Mi súplica», que también me había inspirado la joven del balcón. Se trataba de una tierna melodía para recobrar un amor perdido. Eran canciones que había compuesto en ese estado febril que provoca el amor y estaban guardadas en mi gaveta esperando una oportunidad.

Oye un momento mi súplica de amorescucha, te lo pido, te lo ruego, por favorquiero que seas mía, totalmente y nada más,una vez en la vida demuéstrame tu amor. 
Mira, hay momento que nunca volverán,por eso es preciso aprovechar esta ocasióndame en un beso de nuevo el corazónque lleno de embelezo me entrego a tu pasión. 
No olvides que nadie en la vidaa ti te ha querido como te quiero yorecuerda aquellos momentosque juntos muy juntos pasamos los dos.
Oye, ten conciencia y no juegues con mi amor,escucha, te lo pido, te lo ruego, por favor,vuelve que te espero con loca adoraciónpara colmar las ansias que tengo de tu amor.

Con el transcurso del tiempo, en la década de los años sesenta, «Mi súplica», tendría otro genial intérprete en el cubano Antonio Machín, quien, hasta su muerte en 1977, fijó su residencia en España y en ese país, conoce la obra de Ulloa gracias Channy Chelacy.

Leopoldo guarda con amor una fotografía de Machín, en la cual este le explica que piensa incluir «Mi súplica» en su repertorio.

Siempre admiraré a este cantante por tres razones. Porque vivió por más de treinta años en España y nunca renunció a su ciudadanía cubana, además interpretó la música de muchos autores nuestros y los dio a conocer en el país ibérico y por gustarme su apasionado modo de interpretar bolero
Desde España Antonio Machín, le remite un disco de larga duración, en cuya portada anota:

Leopoldo, tu canción Mi súplica, pega por aquí. En mis actuaciones es muy solicitado. Espero que esta no sea la última que me envíes.

Mi súplica fue grabada con el arreglo del pianista Francisco Burull para la firma española Disco­–Phon.

En la década del noventa la Sonora Matancera graba un disco con el título Veinte boleros de oro. El único autor que tiene incluidas dos obras será Leopoldo Ulloa: «En el balcón aquel» y «Mi súplica». En la presentación del mismo opinan sus patrocinadores, Seeco Records y Discos Fuentes:

…Ya en los comienzos del 50, la agrupación obtiene fama internacional y en este mismo año entra Celia Cruz y graba con la Sonora un hermoso repertorio de canciones, después vino el desfile de estrellas, entre los que se destacaron Nelson Pinedo, Celio González, Leo Marini, Estanislao Sureda (Laíto), Carlos Argentino y muchos más hasta llegar al número de 50.

Cada uno de estos artistas dejó páginas inolvidables en el diario musical de la Sonora Matancera; sería preciso un libro para escribir no solo de sus cantantes, sino también sobre el inimitable elenco de músicos que por sus filas pasaron.

Lugar privilegiado en este elenco ocupa Leopoldo Ulloa, aquel adolescente que un día se le acercó tímidamente a Bubú para expresar sus deseos de hacer música y gracias a la Sonora y a intérpretes como Walfrido Guevara, Cheo Marquetti, Los Compadres, Enriqueta Almanza, Bienvenido Granda, Celia Cruz y Celio González, pudo ver sus sueños cumplidos en esa época prodigiosa de los años cincuenta.






(Miami) Matías Montes Huidobro presenta su "Teatro Completo"


Teatro Completo, publicado por Hypermedia, por el significado personal, teatral e histórico que le adjudico, trasciende cada una de las piezas dramáticas que aparecen en este libro (alguna de los cuales lo hacen por primera vez, como el caso 'Las cuatro brujas' —mención honorífica del concurso Prometeo de 1950—, 'Sucederá mañana' y 'El verano está cerca'), y tiene para mí un significado muy especial porque no son meros textos dramáticos: es como si a través del teatro me hubiera escrito a mí mismo, letra tras letra, palabra tras palabra, por más de ochocientas páginas”. (Matías Montes Huidobro)

Sesión: Imprescindibles de la dramaturgia cubana.


Miércoles, Noviembre 14 a las 8 00 p.m.


 Room 2106 (Building 2, Primer Piso)

Miami International Book Fair 2018 
300 NE Second Av.
Miami, FL 33132



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Ver Matías Montes Huidobro, en el blog

José Barrios: flamenco total (por Wilfredo A. Ramos)


La ciudad de Miami se ha ido convirtiendo, poco a poco, en un puerto seguro para artistas y agrupaciones que cultivan el Arte Flamenco, venidos de la península Ibérica. Festivales anuales que agrupan a lo mejor de lo mejor de ese gran mundo de bailaores, cantaores y músicos, se realizan en escenarios de esta ciudad, amén de presentaciones individuales de cultivadores de este fascinante arte, que nos visitan a través de todo el año y que hacen las delicias de un público conocedor en gran medida de este quehacer artístico.


Como muestra de lo anterior, hemos contado con la presencia nuevamente en la ciudad, en el escenario del Miami Dade County Auditorium, los días 3 y 4 del presente mes de Noviembre, del excelente bailaor cordobés José Barrios, quien procedente de Cuba, después de su participación en el XXVI Festival Internacional de Ballet de la Habana, compartiendo escenario con la cubana Compañia de Lizt Alfonso, llega a nuestra ciudad con su espectáculo “Reditum”.

Barrios, nacido en la ciudad española de Córdoba, inicia en ella sus estudios de baile, continuándolos en Madrid y Sevilla. Entre sus profesores se cuentan La China, Manolo Marín y Domingo Ortega entre otros. Sus inicios en la vida artística se realizarán a través de tablaos y festivales flamencos en Andalucía. Durante algún tiempo forma parte del Boston Flamenco Ballet, iniciando así su andar por tierras de los Estados Unidos, en donde baila y hace sus primeros trabajos coreográficos. Más tarde parte hacia Japón, contratado por Spain Kikaku, bailando junto a Belén Maya en el Festival Jal Kyoto, manteniéndose entre esta ciudad y Osaka, realizando clases y talleres, mientras hace presentaciones artísticas en múltiples escenarios del país. Regresa a Madrid y trabaja con las compañías de Blanca del Rey, Suite Española, Rafael Amargo, Domingo Ortega, María Pagés entre otras, en las cuales baila y monta diversos trabajos coreográficos. Se ha presentado también en escenarios de Marruecos, Egipto, Argelia, Colombia, Chile, China y Rusia. Bajo su autoría aparecen los trabajos “Concierto-Aire de Abajo (2007), “Básicamente Flamenco” (2009), “Por si acaso amanece” (2010), “Flamenco Algarabía” (2012), “Vino Amargo” y “A solas con él” (2014) y “Reditum” (2017).


Es este último espectáculo, el que nos ocupa, y que hizo vibrar cada tabla del escenario, provocando atronadores aplausos por parte del público asistente. Trabajo casi de cámara, en el cual participan dos maravillosas cantaoras, Caridad Vega y Sara Coréa, de potentes y bien timbradas voces, cada una con sus propios registros y color, creando el ambiente propicio para la explosión de cantes, desde los más alegres y bullangueros, hasta los más íntimos y tristes. Además tres magníficos músicos: Isaac Muñoz en la guitarra, Víctor Guadiana, en el violín y Luis Dorado en el set de percusión, cual de ellos más virtuoso en el manejo e interpretación de sus instrumentos. Si bien la indespensable guitarra marcaba el ritmo y el corazón de esta música a la que este instrumento le es imprescindible, el sonido del violín le proporcionaba al mismo tiempo un aire lírico, el cual daba un toque de amplitud hacia otros sonidos no propios del flamenco, pero que se imbricaban en perfecta armonía, regalándonos tanto la tristeza como la pasión que este fabuloso instrumento puede ofrecer. Por último, desde el pequeño set de percusión, formado por cajón, tumbadoras, platillos e instrumentos percutivos electrónicos, nos llegaba el ritmo que define al flamenco, el que nos pone a palmear, a cantar, a bailar y que sin duda marca la intensidad de esta música que nos va llevando hacia un estado de excitación muy difícil de contener.


... y como centro de este aquelarre de pasión flamenca, José Barrios, quien carga sobre sus hombros la responsabilidad de dirigir, coreografiar y protagonizar un espectáculo concebido a su medida, en donde hace un derroche de sus dotes de bailaor, pero también de actor, ya que a través de la ejecución de sus bailes nos va ofreciendo las oportunas emociones y estados de ánimos que cada interpretación requiere. Hablar de la fuerza de su zapateao, que hace temblar el escenario, es hablar de la perfección en el dominio de una técnica fuerte y precisa, su taconeo puede llevar toda la fuerza de un volcán o puede ser tan ligera como el susurro del viento, domina sus pies con la pasión de su corazón, el cual entrega en la escena. Si sus pies lo unen a la tierra, sus brazos lo elevan cual alas en el aire, su braceo es exquisito, fuerte, sublime, con un amaneramiento viril y a la vez un tanto femenino, el cual crea una bendita ambiguedad en la cual se ven reflejadas las dos partes que definen a este danzar, el de la sensual hembra y el impulsivo macho, y todo esto coronado con un trabajo de manos minucioso, vital, que hablan por si solas, que vuelan como palomas. Barrios baila con cada parte de su cuerpo y en cada una de ellas muestra una destreza inaudita, integrándolas todas a un solo objetivo: danzar.


El programa estuvo formado por los siguientes cuadros; “Caminante”, en donde el propio Barrios incorpora la lectura de versos del gran autor español Antonio Machado, a quien va dedicado el espectáculo; “Somos pólvora” (Bulería), con la vitalidad propia de este palo, el bailaor nos inicia en la fuerza de su baile; “Voz primera” (Martinete-Rondeña), aquí el exquisito taconeo de sus pies alcanza una gran intensidad expresiva de angustia, de dolor; “Tu compañía” (Farruca), dejando mostrar toda la tristeza y gravedad que estos ritmos proporcionan mientras Barrios derrochaba sentimiento y actuación; “Cordón umbilical” (Alegrías de Córdoba-Mirabrás), en donde como bien el nombre de este palo indica, se hace presente toda la alegría que esta cultura respira; “Ausencia” (Vidalita), el sentir hondo de la tristeza marcando cada paso, cada acción, ligándose a los antiguos ritmos sudamericanos; “Caminamos” (Bulería), vuelta a la alegría y fuerza, propia de esta cultura y bailada de manera arrogante y contagiosa; “Cambalache” (Tanguillos), donde incorporan diálogos entre cantaoras y Barrios, con tonos de crítica social, mientras este vivaz ritmo que proviene del Tango Flamenco, lleva al paroxismo del cante y el baile; “Secuelas” (Bulerías por Soleá), que en su diferencia con la Buleria, nos regala una entrada contenida que va tomando fuerza hasta desembocar en todo un vendaval de ritmo y movimiento; llegando al final con “Reditum”, que da título al espectáculo, último cuadro que desemboca en una Rumba con coplas por bulerías, evocando toda la fuerza de un tablao flamenco, con sus cantes, sus bailes, sus demostraciones individuales, sus retos, de los que no escaparon ni los músicos convidados a marcar unos pasos, ante un entusiasmado auditorio, que seguro estoy, a esas alturas, deseaba subir al escenario y participar de esa divina fiesta que se produce al son de la música, del cante y del baile flamenco.


Debemos destacar que Barrios para sus interpretaciones va realizando cambios de algunas prendas de vestuario que se encuentran diseminadas por la escena, lo que le da el apoyo dramático a cada cuadro, completando así su labor actoral, pero el momento especial se nos presenta cuando viste una saya negra con larga cola, al uso de las utilizadas por las bailaoras, para así dar inicio a una danza de una fuerza expresiva espectacular. En escena vemos una batalla entre el hombre y la falda, que muestra su lado pasional y su parte fiera, la prenda pierde su significado para convertirse en el oponente, en el competidor a quien hay que vencer. Nunca una falda fue tan agresiva, tan masculina, tan humana.

No podemos pasar por alto el trabajo de todo el equipo técnico que acompaña a Barrios en este espectáculo: en el diseño de sonido Oscar Gálvez, el de luces a cargo de Arco Visuales, la producción de Begoña Fernández, la dirección musical y composición de Isaac Muñox, quienes hacen que todos podamos disfrutar de una interesante e intensa muestra de lo mucho que la cultura flamenca tiene para mostrar con sus arte, que es un regalo al mundo. Gracias, una vez más a todos por su entrega, y en especial a José Barrios por su arte, por su pasión, por entregarnos su cultura con total amor y profesionalidad. Que se repita!



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Ver textos anteriores de Wilfredo A. Ramos, en el blog

Sunday, November 11, 2018

The oldest American veteran, smokes a dozen cigars a day

Smoking cigars is a daily ritual for Overton, who is not only the oldest living man in America, but the oldest American veteran of World War II. His typical day involves rising early (sometimes he gets up at 3 a.m.), brewing coffee and smoking cigars. He’s good for about 12 cigars a day. 
Reached on his birthday, at about 2:30 in the afternoon, he had already smoked six. 
“I’m happy every day,” he said while puffing a cigar in his home. “I don’t have no worries. I feel fine—I ain’t got no aches, pains or nothing.”
Overton was born in St. Mary's Colony, Texas, outside of Austin, on May 11, 1906, only three years after the first flight of the Wright Brothers. He was drafted into the U.S. Army and served from 1942 through 1945, fighting for the all-black 1887th Engineer Aviation Battalion. His service took him to the South Pacific, where the United States would fight some of its bloodiest battles, and his group built airfields to fight the Japanese as the United States hopped ever closer to the Japanese mainland. His boots hit the beaches of Guam, Hawaii, Palau and the volcanic Japanese island of Iwo Jima, where one of the fiercest battles in the history of war took place. In five weeks, more than 6,800 Americans lost their lives. cigars is a daily ritual for Overton, who is not only the oldest living man in America, but the oldest American veteran of World War II. His typical day involves rising early (sometimes he gets up at 3 a.m.), brewing coffee and smoking cigars. He’s good for about 12 cigars a day.

Reached on his birthday, at about 2:30 in the afternoon, he had already smoked six.

“I’m happy every day,” he said while puffing a cigar in his home. “I don’t have no worries. I feel fine—I ain’t got no aches, pains or nothing.”

Overton was born in St. Mary's Colony, Texas, outside of Austin, on May 11, 1906, only three years after the first flight of the Wright Brothers. He was drafted into the U.S. Army and served from 1942 through 1945, fighting for the all-black 1887th Engineer Aviation Battalion. His service took him to the South Pacific, where the United States would fight some of its bloodiest battles, and his group built airfields to fight the Japanese as the United States hopped ever closer to the Japanese mainland. His boots hit the beaches of Guam, Hawaii, Palau and the volcanic Japanese island of Iwo Jima, where one of the fiercest battles in the history of war took place. In five weeks, more than 6,800 Americans lost their lives. (Read full text at Cigar Aficionado's website)

Saturday, November 10, 2018

Rendir culto a las cosas materiales (por Orlanda Torres)

Nota del blog: Sección semanal en el blog Gaspar, El Lugareño, gracias a la cortesía de la psicóloga Orlanda Torres, quien ha aceptado la invitación a compartir con los lectores sus consejos y reflexiones sobre los conflictos cotidianos.


Existen personas que a lo largo de su vida se preocupan más por tener una vida con lujos y detalles sofisticados, muchas de ellas viven en lujosas mansiones que al final del día ni siquiera pueden disfrutarlas.

Lo hijos ya han partido, muchos de ellos ni siquiera pueden gozar esa casa con su pareja, llegan muy tarde después de una larga jornada laboral, se sienten agotados y simplemente prefieren descansar.

Normalmente estas personas se identifican coleccionando objetos caros, de gran valor material, sin embargo, no se sienten emocionalmente contentos, aunque logren tener todo lo material que exista, estas personas presentarán en su interior trastornos de insatisfacción, llevando así, una vida netamente existencial.

Pienso que la mayoría de estos coleccionistas vivieron una niñez carente, por eso el afán de sentirse poderosos cuando son adultos, rodeándose de lujos y de cosas para suplir su vacío. Es posible que saturándose de estos elementos aumente su poder hacia los demás, pero en realidad, en su interior son seres verdaderamente inseguros y débiles.

Se ha comprobado muchas veces que el individuo que presenta carencias afectivas tiende a reemplazarlas con objetos, porque siente en su interior insatisfacción, demostrando con su comportamiento una gran debilidad emocional.

Muchas de ellas pueden ser personas que no efectúan el trabajo deseado o anhelado; o sea, existe una falta notable de lo que significa la realización profesional.

Otras tienen grandes desajustes en su interior como: carencia de afecto, de autorrealización, inestabilidad en su hogar, mala relación interpersonal entre su pareja, hijos, amistades, inseguridad personal, baja autoestima; en otras palabras, son personas que presentan disconformidad con su realidad, con su entorno y con su propio yo.

En la mayoría de los casos, estos individuos consideran que deben suplir sus carencias acumulando objetos y lo hacen como un mecanismo de defensa, pero en realidad son seres que se sienten netamente vacíos.

Cuando nos encontramos en situaciones verdaderamente difíciles como la muerte de un ser querido, una enfermedad terminal, cuando nos quedamos solos e imposibilitados, ningún elemento tiene sentido, pierde todo valor ante tan abrumadores sucesos, porque nada material garantiza una vida llena de sosiego.

¿Qué puede ser más importante en el ser humano? lo material o sentirse emocionalmente realizado?

Considero que cuando nos sentimos verdaderamente realizados, satisfechos con nuestro “yo” y con nuestro entorno, vivimos una vida despejada y llena de placer, no importa la carencia material que pudiese existir, el ser humano busca la aceptación del ambiente en el que vive, sintiéndose contento con las cosas que guardan poco valor, pero que lo acerca más hacia la auténtica felicidad.







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Orlanda Torres: Psicóloga, Escritora, Educadora, Orientadora Motivacional.
Autora del libro "Volando en Solitario" año 2015, Guayaquil - Ecuador. (Disponible en Amazon Kindle)
-Estudió en Miami Dade College: Certificate of Florida “Child Development Associate Equivalency”. Maestra de Educación Preescolar e Infantil en la ciudad de Miami.
-Licenciada en Psicología graduada en el 02/2017 - Atlantic International University.
-Orientadora Motivacional y Conferencias pueden contactar a Orlanda Torres a través de la página que administra www.fb.com/vivencialhoy
Publicaciones en Revista Sapo - Santiago de Chile – 2016
-La Estancia en el Paraíso de los Sueños
-Relación de Pareja y su gran Desafío
-Es la Felicidad una Elección
Conferencia en Radio - Miami, Florida
-Positivo Extremo Radio: Entrevista 123Teconte “Regreso a Clases y La Adolescencia”
Administra:
Facebook.com: Orlanda Torres
Instagram: orlanda.torres.3

Entre el miedo y el hambre (por Víctor Mozo)


La caravana con aquella carga humana enfiló su rumbo hacia la Doblevía para luego tomar la calle Francisquito y buscar la carretera central. Al parecer, orden debió darse de ir lo más rápido posible para evitar a toda costa que los camiones se detuviesen, que algunos sintieran la tentación de escapar e impedir a la vez cualquier comunicación con algunos transeúntes que pudieran ser interpelados. Había un silencio que solo era interrumpido ocasionalmente por el ruido característico de los frenos de aire de los camiones Zil.

Ya en la carretera central, más o menos pasado el Instituto, algunas lenguas comenzaron a soltarse. No sin desconfianza cada cual trataba de dirigirse al de al lado y la pregunta surgía casi al unísono: ¿Adónde nos llevan? En mi cabeza trotaba solo una idea y se la comenté a Robertico: Mi amigo, nos llevan para la UMAP. No se sorprendió, también había oído hablar de estas unidades y nada bien. De repente se le oyó decir a alguien que tenía más o menos nuestra edad: Nos llevan para el Mariel a pasar el SMO en la marina. Sigue durmiendo de ese lado, contestó de repente un negro mucho mayor que nosotros a la vez que soltaba una bocanada de humo. El que contestaba terminaría años después fusilado por abuso de menores y era conocido con el apodo de Perico. En el camión había de todo, desde lo mejor hasta lo peor y con esos bueyes habría que arar. En lo adelante tendría que abrir bien los ojos y aprender a hablar solo cuando fuera necesario. El miedo hacía de las suyas.

El trayecto comenzó a ser interminable. En cierto momento pasamos por el pueblo de Florida. El sol quemaba y las gargantas estaban más que secas. Tenía hambre, en fin, todos teníamos hambre y sed. En cierto momento la caravana se desvió. Alguien que reconoció el lugar mencionó que íbamos para Esmeralda. Detalle sobre el que “Perico” dio rápidamente su opinión: sigan comiendo mierda pensando que van para la Marina. Nadie le respondió. De repente la caravana disminuyó la velocidad y se detuvo. El miliciano que nos cuidaba dispuso su metralleta apuntando en nuestra dirección.

Nuestro camión se detuvo frente a uno de esos bohíos que a veces se encuentran a orillas de la carretera. Según oímos, uno de los camiones de la vanguardia tenía problemas. Le pedimos a nuestro centinela que nos dejara bajar para pedir agua en el bohío, pero se negó rotundamente amenazándonos con su arma. Finalmente, al grupo que estaba en el camión que nos precedía se le permitió bajar para ir a pedir agua. Un militar vino y dio la orden a nuestro centinela de que nos dejara bajar. Tienen suerte, si fuera por mí, de aquí no se baja nadie, dijo tratando de hacerse el guapo. Era impensable fugarse, ¿para ir adónde? ¿para esconderse en dónde?

Un campesino trajo un jarro y así pudimos apagar un poco la sed que tanto nos agobiaba. Fue el inicio de algo que luego se haría habitual. Nadie se preguntó si tal o más cual tenía tal o más cual enfermedad. Todos bebimos en el mismo jarro. El otro problema era orinar y prácticamente ahí mismo lo hicimos delante la mirada atónita de los campesinos, ¡al carajo el pudor!

Al cabo de media hora, la caravana se puso de nuevo en movimiento. Cuando entramos a Esmeralda pasando delante del parque, un mulatico flaco que iba en el camión aprovechó que se aminoraba la velocidad para arrojar un papel con su nombre y dirección, lamenté no haber tenido la misma idea. Me consolé diciendo que a lo mejor nadie lo recogería. Aquel mulato estaba pidiendo auxilio.

Nuestro primer destino iba a ser el central Jaronú cuyas chimeneas ya se avistaban y allí llegamos alrededor de las 4 pm. A gritos nos hicieron bajar de los camiones en un parque que se me hacía inmenso y donde soldados armados con armas largas estaban omnipresentes.

Mientras estaba con Robertico me sentía confiado, tiempo después me confesaría que sentía lo mismo. El conocernos nos reconfortaba, lo importante era que no nos separaran. Al cansancio y el hambre se unía la preocupación y la angustia, ¡cuánto hubiera dado al menos por un pedazo de pan!

No tardó mucho en que empezaran a llamar por un altavoz y los camiones se fueran llenando nuevamente. Seguíamos sin saber. Entre gritos y voces de mando nos arreaban como ganado que iba al matadero.

Oí el nombre de Robertico y se me hizo un nudo en la garganta, esperaba que me llamaran también pero no fue así. Lo seguí con la vista hasta que dejé de verlo perdiéndose en aquella multitud. Sentí que se me aguaban los ojos pero me aguanté.

El tiempo fue pasando y cada vez fuimos quedando menos. De aquellos cientos de personas solo quedamos once vigilados estrechamente por más de veinte soldados armados con fusiles M-52 y bayoneta calada. El simple hecho de ir a orinar detrás de un árbol conllevaba que fuéramos escoltados.

Nuestras miradas se cruzaban buscando una explicación, la incertidumbre se volvía tortura. El hambre no dejaba de atormentarme y prepararme para lo peor se me hacía cada vez más difícil. Dicho en otras palabras, tenía miedo.



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Texte en français: ENTRE LA PEUR ET LA FAIM


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Ver textos anteriores de Víctor Mozo, en el blog

Ritmos de Cuba (documental Ballet de Alberto Alonso, 1960)



Friday, November 9, 2018

Lo Vivido (un poema de Thelma Delgado)

Nota: Cada viernes un poema de Thelma Delgado. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.


Lo Vivido

Me enseñaste a traerte café a la cama al despertarte
que un fin de semana puede ser Lunes y Martes
A hacerte el amor sin tener que tocarte
Y a platicar con la luna, cuando nos acostábamos tarde

Me acostumbraste a hacer mi cama al levantarme
A comer pausado también me enseñaste
A poner en mi vida un poco de orden
Y entender que el amor es solo un instante

Que siempre es buen tiempo para un café cubano
que en la cocina se puede hacer más que cocinar
Aprendí tantas cosas, tanto a tu lado
Como que no hacía falta una fiesta para invitarte a bailar

Que no todas las relaciones tienen un nombre
Que el amor se anida donde es bienvenido
Me hiciste tu mujer y te hice mi hombre 
Y fuimos felices cuando nos unió el destino

Pero todo en la vida tiene un principio y un fin
Aquel nuestro romance lo llevo en mi alma ceñido
Cuando rezo en las noches, también rezo por ti
No sufro por lo que se fue, hoy celebro lo que he vivido




___________
Ver
Página de Thelma Delgado en el website del Cultural Council of Palm Beach County

Atahualpa Yupanqui, entrevista en el programa "A Fondo" (RTVE, 1977)


Thursday, November 8, 2018

Adolescentes y E-cigarettes (por Christina Balinotti)

Nota del blog: Sección semanal dedicada a la familia por la Dra. Christina Balinotti (https://www.facebook.com/christina.balinotti), quien ha aceptado la invitación a compartir cada jueves, un tema relacionado con su proyecto Universidad de la Familia, programa académico extenso de 45 semanas. Los libros de la Dra. Christina Balinotti se pueden adquirir en Amazon en este enlace. Para ver sus videos y suscribisrse a su canal www.unifamilia.com y visitar su website http://www.balinotti.com/


El incremento de adolescentes usuarios de cigarrillos electrónicos, ha llevado a la FDA a prohibir su venta a menores de edad. ¿A qué debemos esta epidemia? ¿Acaso se trata de un mercadeo selectivo que aprovecha el vacío emocional de nuestros jóvenes?. Un hueco afectivo producido por la falta de diálogo y la desconexión con su núcleo de pertenencia: la familia. ¿Imitación de los amigos o fijación a una etapa del desarrollo sexual humano? Les propongo escuchar el audio de mi entrevista en Actualidad Radio 1040 AM "Mejorando vidas" conducido por Alfredo Hernández.






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Christina A. Balinotti: Escritora, Personalidad de Televisión y Radio. Experta en temas de Cultura y Psicología. Mujer de la Semana 2015 CNN Español. Pionera del Movimiento y Organización Femenidad Holística.

Fundadora/Directora del programa académico Universidad de la Familia, Ahora Sí, Miami 2016. http://www.balinotti.com/

Fragmento de la novela "La sangre del tequila" (de Félix Luis Viera)

Nota del blog: A partir de hoy, los jueves estaré publicando varios fragmentos de la próxima novela de Félix Luis Viera, titulada La Sangre del Tequila.


Mi primer intento de liberar el apartamento fue con la señora Lucero Araiza, agente de una compañía de seguros.

¿Se te hizo muy difícil llegar?, me preguntó al arribarle en nuestro primer encuentro. Cómo no me habría resultado difícil si me citó para las afueras del Templo de San Hipólito, un día 28 —y, para más fortuna, viernes en la tarde, horario terrible—, cuando una multitud de beatos viene a rendirle culto a San Judas Tadeo en este templo ubicado en uno de los cruces de avenidas más pavorosos de la ciudad —Paseo de la Reforma, avenida Hidalgo—, yo, aún suficientemente novato en esta megamole, totalmente agallinado entre los cohetazos motorizados que me venían de un lado y otro, desconfiado de las luces de los semáforos, cruzando digo los carriles de esas avenidas, luego de un par de cuadras desde la estación del metro por la que había llegado hasta el enjambre apelmazado junto a la iglesia —tantos de los fieles manteniendo en andas imágenes en bulto de San Judas Tadeo y vestidos con túnicas con los colores de este: blanco, verde y amarillo— desde el cual salió a recibirme, con sonrisa de cara repleta, Lucero Araiza. No, ya conozco el Centro, casi al milímetro, le respondí a punto de sudar, no porque fuera la estación de verano (aquí el verano no existe: es solo una época de cierto vapor asfixiante, que saca la furia, no el sudor), sino porque el tiro desde Villa Coapa hasta los pantalones de mezclilla azul de Lucero Araiza me había sofocado hasta el remate: dos microbuses (que trasladarse en estos no es un viaje, sino una aventura), dos líneas del metro, más el recorrido ardiente dentro de las estaciones.





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Félix Luis Viera, poeta, cuentista y novelista, nació en Santa Clara, Cuba, el 19 de agosto de 1945. Ha publicado siete poemarios; tres libros de cuento; cuatro novelas y una noveleta.
Entre los premios que recibiera en su país natal, se cuentan el David de Poesía, en 1976; el Premio Nacional de Novela, en 1987, por Con tu vestido blanco, que recibiera al año siguiente el Premio de la Crítica, galardón que ya le había sido otorgado a este autor, en 1983, por su libro de cuento En el nombre del hijo.
Su poemario La patria es una naranja, que aborda el tema del exilio a la par que incursiona en la realidad mexicana, ha tenido una buena acogida de crítica y público y recibió en Italia el Premio Latina in Versi en 2013.
Es ciudadano mexicano por naturalización. Reside en Miami.

Tuesday, November 6, 2018

Yugo y Estrella (un poema de Nuvia Estévez)

Nota: Cada martes un poema de Nuvia Estévez. Puedes leer sus textos en el blog, en este enlace.


Yugo y Estrella


Pudiera darte la autobiografía
de una vida sin riesgos ni exabruptos
alejada de infames o corruptos
malabares hostiles de agonía

Puedo mostrarte yo la apología
que me conceden y jamás ostento
pues escribir es un divertimento
que me propuso Dios y la Poesía

A tu yugo torcido en el presagio
de lo que soy    puedo mostrar la rosa
la lágrima    la estrella que retoza

palpitante en el sueño    Hacia el naufragio
veloz avanzas    Y esta mariposa
aún puede alzarte en su ala tormentosa.




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Nuvia Estévez nació en Puerto Padre, Cuba, 1971. Ha publicado, entre otros, los poemarios “Últimas piedras contra María Magdalena”, “Penancolía”, “Maniquí desnudo entre Escombros”, “Misterio de Clepsidras” y “Las muñecas, las putas, las estatuas”. Su obra aparece en varias antologías y en estudios sobre poesía cubana. Actualmente reside en el Sur de La Florida.

6 de noviembre: Celebración de Fr. José López Piteira, Primer Beato Cubano

Fray José López Piteira fue beatificado el 28 Octubre de 2007, junto a 497 mártires de la guerra civil española.


Nació en Arroyo Blanco (Jatibonico, prov. De Camagüey, -actualmente pertenece a la provincia de Sancti Spíritus-) el 27 de marzo de 1913. Sus padres se llamaban Emilio y Lucinda. Fue bautizado en la parroquia de San José de Arroyo Blanco el 11 de noviembre de 1913. Al ingresar en los agustinos sus padres vivían en Partovia, Orense. Hizo el noviciado en el convento de Ntra. Sra. del Buen Consejo de Leganés y él profesó el 20 de agosto de 1929. Estudió cuatro años de filosofía en Leganés y tres de teología en el Monasterio de El Escorial. Profesó de votos solemnes en este monasterio de San Lorenzo el 16 de julio de 1934. Fue ordenado de subdiácono por el obispo de Madrid, Mons. Eijo Garay el 6 de abril de 1935 en la capilla del seminario de Madrid, y de diácono por Mons. Francisco Gómez, obispo misionero dominico de Haiphong, en Tonkin, el 8 de septiembre del mismo año en el Monasterio.

El 6 de agosto de 1936 fue detenido con toda la comunidad y encarcelado en la prisión de San Antón de Madrid. Como dice el padre Natalio Herrero “es digno de notarse la respuesta del diácono José Piteira, nacido en Cuba, quien, al decirle que podía hacer valer esa circunstancia de haber nacido en Cuba para conseguir la libertad, contestó: Están aquí todos ustedes que han sido mis educadores y maestros y mis superiores, ¿qué voy a hacer yo en la ciudad? Prefiero seguir la suerte de todos, y sea lo que Dios quiera”.

Después de cuatro meses de prisión fue juzgado a finales de noviembre por un falso tribunal constituido en la misma cárcel y condenado a muerte sólo por ser religiosos.

Su nombre estaba incluido en una “saca” de la muerte, y llamado a primeras horas de la mañana del último día de noviembre. Le ataron las manos después de haberle despojado de todo, y fue conducido a Paracuellos del Jarama con otros 50 agustinos donde fueron asesinados el 30 de noviembre de 1936, dando verdaderas muestras de fe cristiana ante los propios verdugos. (Texto tomado del website de la Provincia Agustiniana Matritense)

Monday, November 5, 2018

José María Gironella, entrevista en el programa "A Fondo" (RTVE, 1977)


(Miami) Homenaje póstumo al escritor cubano Bernardo Marqués Ravelo


El Pen Club de Escritores Cubanos en el Exilio invita a un evento público para rendir homenaje al escritor Bernardo Marqués Ravelo, fallecido en mayo del 2018 y uno de los firmantes de la importante Carta de los 10 en Cuba.

El encuentro que será conducido por el poeta Manuel Vázquez Portal, consistirá en recordar su vida y obra, a través de anécdotas de amigos y colegas y la lectura de algunos textos suyos. Participarán: Rosa María Rodríguez, viuda del escritor. Los actores Orlando Casín y Carlos Cruz. Los cineastas Lilo Vilaplana y Diego Rodríguez Arché. Los escritores Félix Luis Viera, Rodolfo de la Fuente, Juan Antonio Sánchez y Waldo González López.


Sábado 10 de noviembre, a las 3 p.m.

West Dade Regional Library
9445 Coral Way
Miami 3316

Leonardo Favio (Mayo 28, 1938–Noviembre 5, 2012)



Sunday, November 4, 2018

Las palabras Quebec y Cuba se parecen mucho... Le Dictionnaire cubain indispensable (Prólogo de Víctor Mozo)

Nota del blog: Agradezco a Víctor Mozo, que comparta con los lectores del blog, su versión al español del Prólogo de Le Dictionnaire cubain indispensable (coautoría de Michel Brulé y Víctor Mozo).


Prólogo


Las palabras Quebec y Cuba se parecen mucho y algunos quebequenses que pasan el invierno en la mayor de las islas del Caribe, se definen como “cubaquenses”.

Existen dos posibilidades en cuanto al origen del significado del nombre de Quebec. La primera y la más conocida de las hipótesis es que vendría de la lengua iroquesa y significaría allí donde el río se estrecha. La segunda dice que viene más bien de la palabra innu “képak” que quiere decir “desembarquen”. En lo que concierne al origen de la palabra Cuba, existen también algunas hipótesis que se confrontan. El lingüista francés Léon Douay pretende que vendría de la palabra maya cuba, que quiere decir codo, pero la hipótesis más verosímil sugiere que venga de la palabra arahuaca cubanacan, que significaría “tierra del medio”.

La lengua arahuaca era hablada por las principales naciones amerindias de la Isla. Desafortunadamente, esta lengua desapareció en Cuba porque los que la hablaban murieron, ya sea por las epidemias, por el mestizaje con los colonos españoles o con los esclavos negros. Los ingleses, quienes siempre practicaron una forma de colonización segregacionista y racista, exterminaron ciertamente unos 40 millones de amerindios en América del Norte, pero sus políticas segregacionistas y racistas permitieron sobrevivir a las tribus de arahuacos. Actualmente podemos encontrar un cierto número de ellos en Jamaica.

Si van a Guardalavaca, cerca de Holguín, se hace hincapié en visitar el museo de Chorro de Maita. Allí aprenderán con estupefacción que los amerindios de Cuba vivían en largas casas como nuestros propios amerindios. Los colonos franceses son los ancestros de los hippies y preferían hacer el amor más bien que la guerra. En un fascinante ensayo intitulado Nuestros ancestros, los primeros hippies, Gabrielle Labeau diserta sobre este tema bajo todos sus ángulos. Los primeros colonos franceses vivían armoniosamente con las Primeras Naciones y la mayor parte de nosotros tenemos orígenes amerindios. Es más, el historiador Francis Parkman elogió siempre nuestro modelo de colonización: La civilización española aplastó a los indios; la inglesa los despreció y la francesa los abrazó y mimó.

Si los amerindios de Cuba y de Quebec se parecían tanto por sus viviendas, su alimentación y su relación con la naturaleza, no sucede necesariamente lo mismo con los cubanos y los quebequenses. Nuestras diferencias culturales son enormes y tratamos de explicarlas en este libro a través de las palabras. Y volviendo al movimiento hippie que se caracterizaba por la libertad sexual, la solidaridad y el sentido de la comunidad, no hay duda de que fue el movimiento que más amenazó al gobierno (establishment en el original). A aquellos que llamamos los grandes de este mundo han hecho todo desde el hundimiento de este movimiento para erradicar sus valores.

Desde 1970, los medios de comunicación no dejan de empujarnos hacia el individualismo y el cada uno para sí. Actualmente, su victoria es casi total con el advenimiento de los medios de comunicación social, ya que hemos entrado en una era de egocentrismo, los selfies son la prueba más explícita. En la unión está la fuerza, pero el credo de los que nos dirigen (establishement) es el de dividir para vencer. En la provincia de Quebec es evidente que nuestras élites, todas malintencionadas, opresoras y antidemocráticas como son, se sirven de sus medios de comunicación para desunirnos al máximo.

En Cuba, es evidente encontrar algunos cubanos aferrados a sus teléfonos, pero la mayoría de ellos no pertenecen a nuestro mundo moderno. Efectivamente, la solidaridad humana y el sentido de la comunidad están siempre presentes y bien implantados. En Quebec, abandonamos a nuestros padres en asilos subvencionados. En Cuba, los ancianos participan activamente en la vida familiar y en la educación de los hijos. En Quebec, el movimiento #metoo, que tiene sus cosas buenas, ha contribuido sobre todo a crear un abismo entre hombres y mujeres. En Cuba las mujeres aman a los hombres y viceversa. Los cubanos no podrían imaginar una sociedad sin el aporte de ambos sexos. El coqueteo es omnipresente y se ve regularmente cómo los hombres piropean y silban a las mujeres sin que estas se den por ofendidas. Es cierto que los cubanos son más pobres que nosotros, pero son ricos en sol y en sonrisas. Mucho tenemos que aprender de ellos, pero para aprovechar al máximo de sus enseñanzas, tenemos que conocer sus costumbres a través de sus palabras. Gracias a este Diccionario cubano indispensable, podrá aprovechar los numerosos atajos y evitar las trampas que le tenderán.



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Ver textos de Víctor Mozo, en el blog

Muerte del Cabo Cheo (un cuento de Ciro Alegría)

Nota del blog: Publico hoy este texto del intelectual peruano Ciro Alegría, como un homenaje en el 110 aniversario de su nacimiento. 

Ciro Alegría obtuvo en el año 1941, el Premio Latinoamericano de Novela y recibió el galardón en el Waldorf Astoria en Nueva York. Mario Vargas Llosa lo considera "el primer clásico de la literatura peruana".

Su viuda Dora Varona Gil, poetisa cubana, se ha dedicado a editar su obra póstuma, que al día de hoy reune más de 20 títulos, traducidos en más de 20 idiomas. Además, ha escrito "La sombra del cóndor: Biografía ilustrada de Ciro Alegría" (1993)..

Para conocer de su vida y obra, se puede visitar el website Vida con Alegría

Agradezco a Cecilia Alegría, su hija y colaboradora del blog, quién facilitô la información y el texto de su padre, para compartir con los lectores. 


Perdóneme, don Pedro… Claro que esta no es manera de presentarme… Pero, le diré… ¿Cómo podría explicarle?… Ha muerto Eusebio López… Ya sé que usted no lo conoce y muy pocos lo conocían… ¿Quién se va a fijar en un hombre que vive entre tablas viejas? Por eso no fui a traer los ladrillos… Éramos amigos, ¿me entiende?

Yo estaba pasando en el camión y me crucé con Pancho Torres. Él me gritó: “¡Ha muerto Cheo López!”. Entonces enderezo para la casa de Cheo y ahí me encuentro con la mujer, llorando como es natural; el hijito de dos años junto a la madre, y a Cheo López tendido entre cuatro velas… Comenzaba a oler a muerto Cheo López, y eso me hizo recordar más, eso me hizo pensar más en Cheo López. Entonces me fui a comprar dos botellas de ron, para ayudar con algo, y también porque necesitaba beber.

¡Ese olor! Usted comprende, don Pedro… Lo olíamos allá en el Pacífico…, el olor de los muertos, los boricuas, los japoneses… Los muertos son lo mismo… Sólo que como nosotros, allá, íbamos avanzando…, a nuestros heridos y muertos los recogían, y encontrábamos muertos japoneses de días, pudriéndose… Ahora Cheo López comenzaba a oler así… Con los ojos fijos miraba Cheo López. No sé por qué no se los habían cerrado bien… Miraba con una raya de brillo, muerta… Se veía que en su frente ya no había pensamiento. Así miraban allá en el Pacífico… Todos lo mismo…

Y yo me he puesto a beber el ron, durante un buen rato, y han llegado tres o cuatro al velorio… Entonces su mujer ha contado… Que Cheo estaba tranquilo, sentado, como si nada le pasara, y de repente algo se le ha roto adentro, aquí en la cabeza… Y se ha caído… Eso fue un derrame en el cerebro, dijeron… Yo no he querido saber más, y me puse a beber duro. Yo estaba pensando, recordando. Porque es cosa de pensar… La muerte se ríe.

Luego vine a buscar a mi mujer para llevarla al velorio y creí que debía pasar a explicarle a usted, don Pedro… Yo no volví con los ladrillos por eso. Mañana será.

Ahora que si usted quiere ir al velorio, entrada por salida aunque sea… Usted era capitán, ¿no es eso?, y no se acuerda de Cheo López… Pero si usted viene a hacerle nada más que un saludo, yo le diré: “Es un capitán”…

¿Quién se va a acordar de Cheo López? No recibió ninguna medalla, aunque merecía… Nunca fue herido, que de ser así le habrían dado algo que ponerse en el pecho… Pero qué importa eso… ¡Salvarse! Le digo que la muerte se ríe…

Yo fui herido tres veces, pero no de cuidado. Las balas pasaban zumbando, pasaban aullando, tronaban como truenos, y nunca tocaron a Cheo López… Una vez, me acuerdo, él iba adelante, con bayoneta calada y ramas en el casco… Siempre iba adelante el cabo Cheo López… Cuando viene una ráfaga de ametralladora, el casco le sonó como una campana y se cayó… Todos nos tendimos y corría la sangre entre nosotros… No sabíamos quién estaba vivo y quizá muerto… Al rato, el cabo Cheo López comenzó a arrastrarse, tiró una granada y el nido de ametralladoras voló allá lejos… Entonces hizo una señal con el brazo y seguimos avanzando… Los que pudimos, claro. Muchos se quedaron allí en el suelo… Algunos se quejaban… Otros estaban ya callados…

Habíamos peleado día y medio y comenzamos a encontrar muertos viejos… ¡El olor, ese olor del muerto!… Igual que ahora ha comenzado a oler Cheo López.

Allá en el Pacífico, yo me decía: “Quién sabe, de valiente que es, la muerte lo respeta.” Es un decir de soldados. Pero ahora, viendo la forma en que cayó, como alcanzado por una bala que estaba suspendida en el aire, o en sus venas, o en sus sesos, creo que la muerte nos acompaña siempre. Está a nuestro lado y cuando pensamos que va a llegar, se ríe…Y ella dice: “Espera”. Por eso el aguacero de balas lo respetó. Parecía que no iba a morir nunca Cheo López,

Pero ya está entre cuatro velas, muerto… Es como si lo oliera desde aquí… ¿No será que yo tengo en la cabeza el olor de la muerte? ¿No huele así el mundo?..

Vamos, don Pedro, acompáñeme al velorio… Cheo era pobre y no hay casi gente… Vamos, capitán… Hágale siquiera un saludo…


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Duelo de caballeros. Cuentos y relatos (1963), en Relatos, Madrid, Alianza, 1983, págs. 276-278.
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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