Thursday, September 24, 2015

Homilía de Francisco en la canonización de Fray Junípero Serra en Washington DC (Texto y Video)



Alégrense siempre en el Señor. Repito: Alégrense» (Flp 4,4). Una invitación que golpea fuerte nuestra vida. «Alégrense» nos dice Pablo con una fuerza casi imperativa. Una invitación que se hace eco del deseo que todos experimentamos de una vida plena, una vida con sentido, una vida con alegría. Es como si Pablo tuviera la capacidad de escuchar cada uno de nuestros corazones y pusiera voz a lo que sentimos y vivimos. Hay algo dentro de nosotros que nos invita a la alegría y a no conformarnos con placebos que siempre quieren contentarnos.

Pero a su vez, vivimos las tensiones de la vida cotidiana. Son muchas las situaciones que parecen poner en duda esta invitación. La propia dinámica a la que muchas veces nos vemos sometidos parece conducirnos a una resignación triste que poco a poco se va transformando en acostumbramiento, con una consecuencia letal: anestesiarnos el corazón.

No queremos que la resignación sea el motor de nuestra vida, ¿o lo queremos?; no queremos que el acostumbramiento se apodere de nuestros días, ¿o sí?. Por eso podemos preguntarnos, ¿cómo hacer para que no se nos anestesie el corazón? ¿Cómo profundizar la alegría del Evangelio en las diferentes situaciones de nuestra vida? (Leer texto completo en Zenit

Invitado al programa de María Laria, América TV (23 de septiembre de 2015)

 

 
 

 con Alfredo Rodríguez
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con María Laria
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Fotos/Blog Gaspar, El Lugareño

Wednesday, September 23, 2015

Obama: "Holy Father, we are grateful for your invaluable support of our new beginning with the Cuban people"


Holy Father, we are grateful for your invaluable support of our new beginning with the Cuban people, which holds out the promise of better relations between our countries, greater cooperation across our hemisphere and a better life for the Cuban people. (President Obama’s welcoming speech to Pope Francis, read full text)

Mensaje de Francisco a Raúl


Mensaje desde ALITALIA 4001, para su excelencia Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, La Habana:

“Tras mi partida de Cuba, quiero expresar mi profunda gratitud a su excelencia y a todo el pueblo cubano por su calurosa bienvenida al país”.

“Invoco la bendición de Dios
Todopoderoso sobre todos ustedes y les prometo mis plegarias por su paz y prosperidad.

Papa Francisco.

(Texto tomado de Granma)

Tuesday, September 22, 2015

Francisco sobre los disidentes cubanos: "Ay hija no sé qué le diría, les desearía cosas buenas como a todo el mundo"


Durante su viaje, 50 disidentes fueron arrestados fuera de la nunciatura cuando ellos buscaban tener un encuentro con usted. En primer lugar, ¿a usted le gustaría tener un encuentro con los disidentes? Y, si usted tuviera su encuentro, ¿qué les diría?

Papa Francisco: No tengo noticia de que haya sucedido eso, no tengo ninguna noticia. Y no puede decir sí, no; no sé, directamente no sé. Y sus dos preguntas son futuribles. ¿Me gustaría? ¿Qué sucedería? A mí me gusta encontrarme con toda la gente. Considero que, primero, toda persona es hija de Dios y tiene derecho. Y, segundo, siempre el trato con otra persona enriquece. O sea, que el futurible lo respondo así.

Me gustaría encontrar con todo eso. Si usted quiere que le diga algo más, le puedo decir algo en concreto. Primero, estaba bien claro que yo no iba a dar audiencias. Porque se pidieron audiencias de otros sectores, incluso de algún jefe de Estado.

Y no, yo estoy en una visita, en un país, y no estaba previsto ninguna audiencia con los disidentes ni con otros. Y segundo, de la nunciatura se hicieron llamadas telefónicas a algunas personas que están en ese grupo de disidentes y se les comunicó que yo con gusto cuando llegara a la Catedral los saludaría. Eso sí existió, pero como ninguno se identificó como tal yo no sé si estaban o no estaban.

Yo saludé a los enfermos, que estaban en sillas de ruedas, pero ninguno se identificó como disidente. Y ay hija no sé qué le diría, les desearía cosas buenas como a todo el mundo, pero no lo que uno dice le viene en el momento… pero mereces el premio Nobel a los futuribles. (Leer texto completo de la rueda de prensa en el vuelo de Cuba a Estados Unidos, en ACI Prensa)

A closer look at Catholics in Washington, New York and Philadelphia


On his first papal trip to the U.S., Pope Francis will visit three Northeastern cities that are within a few hundred miles of each other. But while New York City, Philadelphia and Washington, D.C., may be geographically close, their Catholic populations look different from one another in several ways, according to data from the 2014 Religious Landscape Study. (See full text at Pew Research Center's website)

Palabras de Francisco a las familias en la Catedral de Santiago de Cuba (Texto y Video)




Estamos en familia. Y cuando uno está en familia se siente en casa. Gracias a ustedes familias cubanas, gracias cubanos por hacerme sentir todos estos días en familia, por hacerme sentir en casa. Gracias por todo esto. Este encuentro con ustedes es como «la frutilla de la torta». Terminar mi visita viviendo este encuentro en familia es un motivo para dar gracias a Dios por el «calor» que brota de gente que sabe recibir, que sabe acoger, que sabe hacer sentir en casa. Gracias a todos los cubanos.

Agradezco a Mons. Dionisio García, Arzobispo de Santiago, el saludo que me ha dirigido en nombre de todos y al matrimonio que ha tenido la valentía de compartir con todos nosotros sus anhelos, sus esfuerzos por vivir el hogar como una «iglesia doméstica».

El Evangelio de Juan nos presenta como primer acontecimiento público de Jesús las Bodas de Caná, en la fiesta de una familia. Ahí está con María su madre y algunos de sus discípulos compartían la fiesta familiar. Las bodas son momentos especiales en la vida de muchos. Para los «más veteranos», padres, abuelos, es una oportunidad para recoger el fruto de la siembra. Da alegría al alma ver a los hijos crecer y que puedan formar su hogar. Es la oportunidad de ver, por un instante, que todo por lo que se ha luchado valió la pena. Acompañar a los hijos, sostenerlos, estimularlos para que puedan animarse a construir sus vidas, a formar sus familias, es un gran desafío para los padres. A su vez, la alegría de los jóvenes esposos.

Todo un futuro que comienza y todo tiene «sabor» a casa nueva, a esperanza. En las bodas, siempre se une el pasado que heredamos y el futuro que nos espera. Hay memoria y esperanza. Siempre se abre la oportunidad para agradecer todo lo que nos permitió llegar hasta el hoy con el mismo amor que hemos recibido. Y Jesús comienza su vida pública en una boda. Se introduce en esa historia de siembras y cosechas, de sueños y búsquedas, de esfuerzos y compromisos, de arduos trabajos que araron la tierra para que esta dé su fruto. Jesús comienza su vida en el interior de una familia, en el seno de un hogar. Y es precisamente en el seno de nuestros hogares donde continuamente él se sigue introduciendo, él sigue siendo parte. Le gusta meterse en la familia.

Es interesante observar cómo Jesús se manifiesta también en las comidas, en las cenas. Comer con diferentes personas, visitar diferentes casas fue un lugar privilegiado por Jesús para dar a conocer el proyecto de Dios. Él va a la casa de sus amigos –Marta y María–, pero no es selectivo, ¿eh? no le importa si son publicanos o pecadores, como Zaqueo, va a la casa de Zaqueo. No sólo Él actuaba así, sino cuando envió a sus discípulos a anunciar la buena noticia del Reino de Dios, les dijo: «Quédense en la casa que los reciba, coman y beban de los que ellos tengan» (Lc 10,7). Bodas, visitas a los hogares, cenas, algo de «especial» tendrán estos momentos en la vida de las personas para que Jesús elija manifestarse allí.

Recuerdo en mi diócesis anterior que muchas familias me comentaban que el único momento que tenían para estar juntos era normalmente en la cena, a la noche, cuando se volvía de trabajar, donde los más chicos terminaban la tarea de la escuela. Era un momento especial de vida familiar. Se comentaba el día, lo que cada uno había hecho, se ordenaba el hogar, se acomodaba la ropa, se organizaban tareas fundamentales para los demás días. Los chicos se peleaban, pero era el momento. Son momentos en los que uno llega también cansado y alguna que otra discusión, alguna que otra pelea, entre marido mujer, aparece, pero no hay que tenerle miedo. Yo le tengo más miedo a los matrimonios que me dicen que nunca, nunca tuvieron una discusión, es raro, es raro.

Jesús elige estos momentos para mostrarnos el amor de Dios, Jesús elige estos espacios para entrar en nuestras casas y ayudarnos a descubrir el Espíritu vivo y actuando en nuestras cosas cotidianas. Es en casa donde aprendemos la fraternidad, la solidaridad, el no ser avasalladores. Es en casa donde aprendemos a recibir y a agradecer la vida como una bendición y que cada uno necesita a los demás para salir adelante. Es en casa donde experimentamos el perdón, y estamos invitados continuamente a perdonar, a dejarnos transformar. Es curioso en casa no hay lugar para las «caretas», somos lo que somos y de una u otra manera estamos invitados a buscar lo mejor para los demás.

Por eso la comunidad cristiana llama a las familias con el nombre de iglesias domésticas, porque en el calor del hogar es donde la fe empapa cada rincón, ilumina cada espacio, construye comunidad. Porque en momentos así es como las personas iban aprendiendo a descubrir el amor concreto y el amor operante de Dios.

En muchas culturas hoy en día van desapareciendo estos espacios, van desapareciendo estos momentos familiares, poco a poco todo lleva a separarse, aislarse; escasean momentos en común, para estar juntos, para estar en familia. Entonces no se sabe esperar, no se sabe pedir permiso, no se sabe pedir perdón, no se sabe dar gracias, porque la casa va quedando vacía, no de gente, Sino , de padres, hijos, nietos, abuelos, hermanos, vacía de relaciones, vacía de contactos, vacía de encuentros.

Hace poco, una persona que trabaja conmigo me contaba que su esposa e hijos se habían ido de vacaciones y él se había quedado solo. El primer día, la casa estaba toda en silencio, «en paz», estaba feliz, nada estaba desordenado. Al tercer día, cuando le pregunto cómo estaba, me dice: quiero que vengan ya todos de vuelta. Sentía que no podía vivir sin su esposa y sus hijos y eso es lindo.

Sin familia, sin el calor de hogar, la vida se vuelve vacía, comienzan a faltar las redes que nos sostienen en la adversidad, las redes que nos alimentan en la cotidianidad y motivan la lucha para la prosperidad. La familia nos salva de dos fenómenos actuales, dos cosas que suceden: la fragmentación (la división) y la masificación. En ambos casos, las personas se transforman en individuos aislados fáciles de manipular y de gobernar y entonces encontramos en el mundo sociedades divididas, rotas, separadas o altamente masificadas que son consecuencia de la ruptura de los lazos familiares; cuando se pierden las relaciones que nos constituyen como personas, que nos enseñan a ser personas. Bueno uno se olvida de cómo se dice papá mamá, hijo, hija, abuelo, abuela. Se van como olvidando esa relaciones que son el fundamento, son fundamento del nombre que tenemos.

La familia es escuela de humanidad, escuela que enseña a poner el corazón en las necesidades de los otros, a estar atento a la vida de los demás. Cuando vivimos bien en familia los egoísmos quedan chiquitos, existen porque todo tenemos algo de egoístas, pero cuando no se vive una vida de familia se van engendrando esas personalidades que las podemos llamar así: yo, me, mi, conmigo, para mí, totalmente centradas en sí mismo, que no saben de solidaridad, de fraternidad, de trabajo en común, de amor, de discusión entre hermanos, no saben.

A pesar de tantas dificultades como las que aquejan hoy a nuestras familias en el mundo, no nos olvidemos de algo, por favor: las familias no son un problema, son principalmente una oportunidad. Una oportunidad que tenemos que cuidar, proteger y acompañar. Es una manera de decir que son una bendición. Cuando tú empiezas a vivir la familia como un problema, te estancas, no caminas, porque estás muy centrado en ti mismo.

Se discute hoy mucho sobre el futuro, sobre qué mundo queremos dejarle a nuestros hijos, qué sociedad queremos para ellos. Creo que una de las posibles respuestas se encuentra en mirarlos a ustedes. Una familia que habló a cada uno de ustedes.Dejemos un mundo con familias, es la mejor herencia, dejemos un mundo con familias. Es cierto, no existe la familia perfecta, no existen esposos perfectos, padres perfectos ni hijos perfectos, y sino se enojan yo diría suegras perfectas. Pero eso no impide que no sean la respuesta para el mañana. Dios nos estimula al amor y el amor siempre se compromete con las personas que ama. El amor siempre se compromete con las personas que ama. Por eso, cuidemos a nuestras familias, verdaderas escuelas del mañana. Cuidemos a nuestras familias, verdaderos espacios de libertad. Cuidemos a nuestras familias, verdaderos centros de humanidad.

Y aquí me viene una imagen cuando en la audiencia de los miercoles paso a saludar a la gente y tantas tantas mujeres me muestran la panza y me dicen, Padre, me lo bendice. Yo les voy a proponer algo a todas aquellas mujeres que están embarazadas de esperanza, porque un hijo es una esperanza, que en este momento se toquen la panza. Si hay alguna acá, que lo haga acá, o las que están escuchando por radio o televisión, y yo a cada una de ellas, a cada chico o chica que está ahí adentro esperando te doy la bendición, así que cada una se toca la panza y yo le doy la bendición en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo y deseo que venga sanito, que crezca bien, que lo pueda criar lindo, acaricien al hijo que están esperando.

No quiero terminar sin hacer mención a la Eucaristía. Se habrán dado cuenta que Jesús quiere utilizar como espacio de su memorial, una cena. Elige como espacio de su presencia entre nosotros un momento concreto en la vida familiar. Un momento vivido y entendible por todos, la cena.

La Eucaristía es la cena de la familia de Jesús, que a lo largo y ancho de la tierra se reúne para escuchar su Palabra y alimentarse con su Cuerpo. Jesús es el Pan de Vida de nuestras familias, Él quiere estar siempre presente alimentándonos con su amor, sosteniéndonos con su fe, ayudándonos a caminar con su esperanza, para que en todas las circunstancias podamos experimentar que Él es el verdadero Pan del cielo.

En unos días participaré junto a las familias del mundo en el Encuentro Mundial de las Familias y en menos de un mes en el Sínodo de los Obispos, que tiene como tema la Familia. Los invito a rezar, les pido por favor que recen por estas dos instancias, para que sepamos entre todos ayudarnos a cuidar la familia, para que sepamos seguir descubriendo al Emmanuel, es decir, al Dios que vive en medio de su Pueblo haciendo de cada familia y de todas las familias su hogar.Cuento con la oración de ustedes. Gracias.

Homilía de Francisco en el Santuario Nacional de la Virgen del Cobre (Texto y video de la Misa)

  
Fotos: Ismael Francisco / Cubadebate
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El Evangelio que escuchamos nos pone de frente al movimiento que genera el Señor cada vez que nos visita: nos saca de casa. Son imágenes que una y otra vez estamos invitados a contemplar. La presencia de Dios en nuestra vida nunca nos deja quietos, siempre nos motiva al movimiento. Cuando Dios visita, siempre nos saca de casa. Visitados para visitar, encontrados para encontrar, amados para amar.

Ahí vemos a María, la primera discípula. Una joven quizás de entre 15 y 17 años, que en una aldea de Palestina fue visitada por el Señor anunciándole que sería la madre del Salvador. Lejos de «creérsela» y pensar que todo el pueblo tenía que venir a atenderla o servirla, ella sale de casa y va a servir. Sale a ayudar a su prima Isabel. La alegría que brota de saber que Dios está con nosotros, con nuestro pueblo, despierta el corazón, pone en movimiento nuestras piernas, «nos saca para afuera», nos lleva a compartir la alegría recibida como servicio, como entrega en todas esas situaciones «embarazosas» que nuestros vecinos o parientes puedan estar viviendo. El Evangelio nos dice que María fue de prisa, paso lento pero constante, pasos que saben a dónde van; pasos que no corren para «llegar» rápido o van demasiado despacio como para no «arribar» jamás. Ni agitada ni adormentada, María va con prisa, a acompañar a su prima embarazada en la vejez.

María, la primera discípula, visitada ha salido a visitar. Y desde ese primer día ha sido siempre su característica particular. Ha sido la mujer que visitó a tantos hombres y mujeres, niños y ancianos, jóvenes. Ha sabido visitar y acompañar en las dramáticas gestaciones de muchos de nuestros pueblos; protegió la lucha de todos los que han sufrido por defender los derechos de sus hijos. Y ahora, ella todavía no deja de traernos la Palabra de Vida, su Hijo nuestro Señor.

Estas tierras también fueron visitadas por su maternal presencia. La patria cubana nació y creció al calor de la devoción a la Virgen de la Caridad. «Ella ha dado una forma propia y especial al alma cubana –escribían los Obispos de estas tierras– suscitando los mejores ideales de amor a Dios, a la familia y a la Patria en el corazón de los cubanos». También lo expresaron sus compatriotas cien años atrás, cuando le pedían al Papa Benedicto XV que declarara a la Virgen de la Caridad Patrona de Cuba, y escribieron: «Ni las desgracias ni las penurias lograron “apagar” la fe y el amor que nuestro pueblo católico profesa a esa Virgen, sino que, en las mayores vicisitudes de la vida, cuando más cercana estaba la muerte o más próxima la desesperación, surgió siempre como luz disipadora de todo peligro, como rocío consolador…, la visión de esa Virgen bendita, cubana por excelencia… porque así la amaron nuestras madres inolvidables, así la bendicen nuestras esposas».

En este Santuario, que guarda la memoria del santo Pueblo fiel de Dios que camina en Cuba, María es venerada como Madre de la Caridad. Desde aquí Ella custodia nuestras raíces, nuestra identidad, para que no nos perdamos en caminos de desesperanza. El alma del pueblo cubano, como acabamos de escuchar, fue forjada entre dolores, penurias que no lograron apagar la fe, esa fe que se mantuvo viva gracias a tantas abuelas que siguieron haciendo posible, en lo cotidiano del hogar, la presencia viva de Dios; la presencia del Padre que libera, fortalece, sana, da coraje y que es refugio seguro y signo de nueva resurrección. Abuelas, madres, y tantos otros que con ternura y cariño fueron signos de visitación, de valentía, de fe para sus nietos, en sus familias. Mantuvieron abierta una hendija pequeña como un grano de mostaza por donde el Espíritu Santo seguía acompañando el palpitar de este pueblo.

Y «cada vez que miramos a María volvemos a creer en lo revolucionario de la ternura y del cariño» (Evangelii gaudium, 288). Generación tras generación, día tras día, estamos invitados a renovar nuestra fe. Estamos invitados a vivir la revolución de la ternura como María, Madre de la Caridad. Estamos invitados a «salir de casa», a tener los ojos y el corazón abierto a los demás. Nuestra revolución pasa por la ternura, por la alegría que se hace siempre projimidad, que se hace siempre compasión que no es lástima, es padecer con para liberar; y nos lleva a involucrarnos, para servir, en la vida de los demás. Nuestra fe nos hace salir de casa e ir al encuentro de los otros para compartir gozos y alegrías, esperanzas y frustraciones.

Nuestra fe, nos saca de casa para visitar al enfermo, al preso, al que llora y al que sabe también reír con el que ríe, alegrarse con las alegrías de los vecinos. Como María, queremos ser una Iglesia que sirve, que sale de casa, que sale de sus templos, que sale de sus sacristías, para acompañar la vida, sostener la esperanza, ser signo de unidad de un pueblo noble y digno.

Como María, Madre de la Caridad, queremos ser una Iglesia que salga de casa para tender puentes, romper muros, sembrar reconciliación. Como María, queremos ser una Iglesia que sepa acompañar todas las situaciones «embarazosas» de nuestra gente, comprometidos con la vida, la cultura, la sociedad, no borrándonos sino caminando con nuestros hermanos. Todos juntos, sirviendo, ayudando. Todos hijos de Dios, hijos de María, hijos de esta noble tierra cubana.

Este es nuestro cobre más precioso, esta es nuestra mayor riqueza y el mejor legado que podamos dejar: como María, aprender a salir de casa por los senderos de la visitación. Y aprender a orar con María porque su oración es memoriosa, agradecida; es el cántico del Pueblo de Dios que camina en la historia. Es la memoria viva de que Dios va en medio nuestro; es memoria perenne de que Dios ha mirado la humildad de su pueblo, ha auxiliado a su siervo como lo había prometido a nuestros padres y a su descendencia para siempre.

La oración que rezó Francisco a la Virgen de la Caridad del Cobre


Esta es la oración que rezó Francisco ante la Virgen del Cobre:

¡Virgen de la Caridad del Cobre,
Patrona de Cuba!
¡Dios te salve, María, llena de gracia!
Tú eres la Hija amada del Padre,
la Madre de Cristo, nuestro Dios,
el Templo vivo del Espíritu Santo.
Llevas en tu nombre, Virgen de la Caridad,
la memoria del Dios que es Amor,
el recuerdo del mandamiento nuevo de Jesús,
la evocación del Espíritu Santo:
amor derramado en nuestros corazones,
fuego de caridad enviado en Pentecostés sobre la Iglesia,
don de la plena libertad de los hijos de Dios.
¡Bendita tú entre las mujeres
y bendito el fruto de tu vientre, Jesús!
Has venido a visitar nuestro pueblo
y has querido quedarte con nosotros
como Madre y Señora de Cuba,
a lo largo de su peregrinar
por los caminos de la historia.
Tu nombre y tu imagen están esculpidos
en la mente y en el corazón de todos los cubanos,
dentro y fuera de la Patria,
como signo de esperanza y centro de comunión fraterna.
¡Santa María, Madre de Dios y Madre nuestra!
Ruega por nosotros ante tu Hijo Jesucristo,
intercede por nosotros con tu corazón maternal,
inundado de la caridad del Espíritu.
Acrecienta nuestra fe, aviva la esperanza,
aumenta y fortalece en nosotros el amor.
Ampara nuestras familias,
protege a los jóvenes y a los niños,
consuela a los que sufren.
Sé Madre de los fieles y de los pastores de la Iglesia,
modelo y estrella de la nueva evangelización.
¡Madre de la reconciliación!
Reúne a tu pueblo disperso por el mundo.
Haz de la nación cubana un hogar de hermanos y hermanas
para que este pueblo abra de par en par
su mente, su corazón y su vida a Cristo,
único Salvador y Redentor,
que vive y reina con el Padre y el Espíritu Santo,
por los siglos de los siglos.

Amén.

Monday, September 21, 2015

Ver en vivo Misa presidida por Francisco en el Santuario Nacional del Cobre

Llegada de Francisco a Santiago de Cuba (Video)


Francisco bendice la ciudad de Holguín, desde la Loma de la Cruz (Texto y Video)



La Oración con la que el Papa Francisco Bendijo a Holguín:

Padre Todopoderoso, ante quien se dobla toda rodilla en el cielo y en la tierra

Humildemente te pedimos que mire con bondad a los hijos de estas tierras

Que imploran tu bendición.

Que al mirar la Santa Cruz, elevada en la cima de esta montaña

Y que ilumina la vida de las familias, de los niños y de los jóvenes,

De los enfermos y de todos los que sufren

Reciban tu consuelo y tu compañía

Y se sientan invitados al seguimiento de tu hijo

Único camino para llegar a ti

Que tu amor traiga todos tus auxilios divinos

Y aumente tus dones espirituales.

Te lo pedimos a ti, Padre, por tu hijo Jesucristo que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

Sigue en vivo la visita de Francisco a Cuba

Para seguir en vivo la visita de Francisco a Cuba, click en este enlace


Lunes, 21 de septiembre

-- 8:00 Salida desde el aeropuerto José Martí hacia Holguín.
-- 9:20 Llegada al aeropuerto Frank País, en Holguín.
-- 10:30 Santa Misa en la Plaza de la Revolución en Holguín.
-- 15:45 Francisco bendece la ciudad desde la Loma de la Cruz.
-- 16:40 Parte desde el aeropuerto de Frank País hacia Santiago de Cuba.
-- 17:30 Llegada al aeropuerto Antonio Maceo, en Santiago de Cuba.
-- 19:00 Encuentro con los obispos en el seminario de San Basilio Magno
-- 19:45 Oración a Nuestra Señora de la Caridad con los obispos y en la basílica menor del Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, en Santiago.

Emilia Georgina Alfonso: "Tengo 109 años y vengo a ver al Papa"


Emilia Georgina Alfonso, una señora de 109 años, quien habla sobre la alegría que siente al ver al Papa Francisco en su tierra y de su Fe. (Escuchar entrevista en Radio Vaticano)

Francisco utiliza el báculo de Juan Pablo II en su visita a Cuba

 

Homilía de Francisco en Holguín (Texto y video)



Jesús va delante, nos precede, abre el camino y nos invita a seguirlo. Nos invita a ir lentamente superando nuestros preconceptos, nuestras resistencias al cambio de los demás e incluso de nosotros mismos. Nos desafía día a día con la pregunta: ¿Crees? ¿Crees que es posible que un recaudador se transforme en servidor? ¿Crees que es posible que un traidor se vuelva un amigo? ¿Crees que es posible que el hijo de un carpintero sea el Hijo de Dios? Su mirada transforma nuestras miradas, su corazón transforma nuestro corazón. Dios es Padre que busca la salvación de todos sus hijos.

Dejémonos mirar por el Señor en la oración, en la Eucaristía, en la Confesión, en nuestros hermanos, especialmente en los que se sienten dejados, más solos. Y aprendamos a mirar como Él nos mira. Compartamos su ternura y su misericordia con los enfermos, los presos, los ancianos o las familias en dificultad. Una y otra vez somos llamados a aprender de Jesús que mira siempre lo más auténtico que vive en cada persona, que es precisamente la imagen de su Padre.

Sé con qué esfuerzo y sacrificio la Iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la palabra y la presencia de Cristo. Una mención especial merecen las llamadas «casas de misión» que, ante la escasez de templos y de sacerdotes, permiten a tantas personas poder tener un espacio de oración, de escucha de la Palabra, de catequesis y vida de comunidad. Son pequeños signos de la presencia de Dios en nuestros barrios y una ayuda cotidiana para hacer vivas las palabras del apóstol Pablo: «Les ruego que anden como pide la vocación a la que han sido convocados. Sean siempre humildes y amables, sean comprensivos, sobrellevándose mutuamente con amor; esfuércense en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz» (Ef 4,2).

Deseo dirigir ahora la mirada a la Virgen María, Virgen de la Caridad del Cobre, a quien Cuba acogió en sus brazos y le abrió sus puertas para siempre, y a Ella le pido que mantenga sobre todos y cada uno de los hijos de esta noble nación su mirada maternal y que esos «sus ojos misericordiosos» estén siempre atentos a cada uno de ustedes, sus hogares, familias, a las personas que puedan estar sintiendo que para ellos no hay lugar. Que Ella nos guarde a todos como cuidó a Jesús en su amor. Y que Ella nos enseñe a mirar a los demás como Jesús nos miró a cada uno de nosotros.(Ver texto completo en Zenit)

Ver en vivo la Misa presidida por Francisco en Holguín

Para ver en vivo la Misa presidida por  Francisco en Holguín, click en este enlace

Sunday, September 20, 2015

Francisco a los jóvenes: "Corazones abiertos, mentes abiertas, si vos pensás distinto que yo, por qué no vamos a hablar" (Texto y Video)




En la objetividad de la vida tiene que entrar la capacidad de soñar. Y un joven que no es capaz de soñar está clausurado en sí mismo. Luego a veces uno sueña cosas que nunca van a suceder, ¡soñála, deseála! ¡Buscá horizonte, abrite! Abrite a cosas grandes. No sé si en Cuba se usa la palabra, pero los argentinos decimos: no te arrugués, no te arrugués, abrite y soñá. Soñá que el mundo con vos puede ser distinto.

Soña que si vos ponés lo mejor de vos vas ayudar a que ese mundo sea distinto. No se olviden: sueñen. Por ahí se les va la mano, sueñan demasiado y la vida les corta el camino, no importa sueñen y cuenten sus sueños. Cuenten que las cosas grandes hay que contarlas, porque cuando más grande es la capacidad de soñar y la vida te deja a mitad de camino, más camino has recorrido. Así que primero: soñar.

Vos dijiste ahí una frasecita— yo la tenía escrita por aquí— “que sepamos acoger y aceptar al que piensa diferente”. Pero es que nosotros a veces somos cerrados, nos metemos en nuestro mundito, o este es como yo quiero que sea, o no, y fuiste más allá todavía: “que no nos encerremos en los conventillos de las ideologías o en los conventillos de las religiones, que podamos crecer ante los individualismos”. Cuando una religión se vuelve conventillo pierde lo mejor que tiene, pierde su realidad de adorar a Dios, de creer en Dios, es un conventillo de palabras, de oraciones, de yo soy bueno, yo soy malo, conventillo de prescripciones morales, y cuando yo tengo mi ideología, mi moral y vos tenés el tuyo, me encierro en ese conventillo de ideologías.

Corazones abiertos, mentes abiertas, si vos pensás distinto que yo, por qué no vamos a hablar. Por qué siempre nos tiramos la piedra sobre aquello que nos separa, sobre aquello en lo que somos distintos. Por qué no nos damos la mano en aquello que tenemos en común. Animarnos a hablar de lo que tenemos en común, y después podemos hablar de las cosas que tenemos diferentes, pero digo hablar, no digo pelearnos, no digo encerrarnos, no digo conventillar, —como usastes vos la palabra—. Todo es posible cuando uno tiene la capacidad de hablar de aquello que tengo en común con el otro, de aquello para lo cual somos capaces de trabajar juntos. (Ver texto completo en el website de la COCC)

Homilía de Francisco en la Catedral de La Habana

Hay un lugar privilegiado para el sacerdote donde aparece ese último, ese mínimo, el más pequeño, y es el confesionario. Y ahí, cuando ese hombre o esa mujer te muestra su miseria, ojo que es la misma que tienes vos y que Dios te salvó ¿eh? de no llegar hasta ahí. Cuando te muestra su miseria, por favor, no lo retes, no la retes, no lo castigues, si no tienes pecado tira la primera piedra. Pero solamente con esa condición. Si no piensa en tus pecados y piensa que vos puede ser esa persona, y piensa que vos potencialmente puedes llegar más bajo todavía y piensa que vos en ese momento tienes un tesoro en las manos que es la misericordia del Padre. Por favor, a los sacerdotes, no se cansen de perdonar. Sean perdonadores. No se cansen de perdonar como lo hacía Jesús. No se escondan en miedos o en rigideces. Así como esta monja y todas las que están en su mismo trabajo, no se ponen furiosas cuando encuentran al enfermo sucio, mal sino que lo sirven, los limpian, lo cuidan. Así vos, cuando te llega el penitente, no te pongas mal, no te pongas neurótico, no lo eches del confesionario, no lo retes. Jesús los abrazaba, Jesús los quería. Mañana festejamos san Mateo. Cómo robaba ese y además cómo traicionaba a su pueblo. Y dice el Evangelio que a la noche Jesús fue a cenar con él y otros como él. San Ambrosio tiene una frase que a mí me conmueve mucho, ‘donde hay misericordia está el Espíritu de Jesús, donde hay rigidez están solamente sus ministros’.

Hermanos sacerdote, hermano obispo, no le tengan miedo a la misericordia, deja que fluya por tus manos y por tu abrazo de perdón. Porque ese o esa que está ahí son el más pequeño y por lo tanto es Jesús. (Leer texto completo en Zenit)

Francisco visitó a Fidel Castro (Fotos y video)

Fotos/Cubadebate (por Alex Castro)
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(ZENIT.org/Rocío Lancho García) No estaba previsto en la agenda del viaje pero el portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi ya había anunciado que era “muy probable” que sucediera. El Santo Padre Francisco ha visitado en la tarde de este domingo a Fidel Castro en su residencia de La Habana.

En una rueda de prensa, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano ha confirmado el encuentro entre el Papa y el comandante. Han estado presentes la mujer, hijos y nietos del ex presidente cubano en lo que ha definido un encuentro “sencillo y familiar”.

La visita ha tenido lugar después de la santa misa de esta mañana en la Plaza de la Revolución y ha sido completamente privada, sin cámaras ni fotógrafos.

Durante unos 40 minutos han tenido ocasión de conversar. Castro, como ya hizo en 2012 con Benedicto XVI, ha hecho al papa Francisco varias preguntas sobre la defensa del medio ambiente y sobre la situación actual del mundo.

El Santo Padre ha regalado a Castro dos libros de Alessandro Pronzato, “Evangelios molestos” y “La boca se nos llenó de risas. Sentido del humor y fe”. Del mismo modo le ha entregado también una copia de la encíclica Laudato Si’ y de la exhortación apostólica Evangelii Gaudium. Finalmente le ha regalado algunos CD’s con sermones de un jesuita, el padre Llorente, que fue profesor de Fidel.

Por su parte, el líder de la revolución cubana, ha regalado al Pontífice una copia del libro “Fidel y la religión” de fray Betto, con una “dedicatoria muy respetuosa y afectuosa”.

Francisco es el tercer Papa con el que se reúne Fidel Castro. Tuvo ocasión de reunirse 5 veces con Juan Pablo II y una vez con Benedicto XVI.

Homilía de Francisco en la Misa en La Habana (Texto y Video)


Homilía
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Misa  completa
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El Evangelio nos presenta a Jesús haciéndole una pregunta aparentemente indiscreta a sus discípulos: «¿De qué discutían por el camino?». Una pregunta que también puede hacernos hoy: ¿De qué hablan cotidianamente? ¿Cuáles son sus aspiraciones? «Ellos –dice el Evangelio– no contestaron, pues por el camino habían discutido sobre quién era el más importante».

Los discípulos tenían vergüenza de decirle a Jesús de lo que hablaban. En los discípulos de ayer, como en nosotros hoy, nos puede acompañar la misma discusión: ¿Quién es el más importante? Jesús no insiste con la pregunta, no los obliga a responderle de qué hablaban por el camino, pero la pregunta permanece no solo en la mente, sino también en el corazón de los discípulos.

¿Quién es el más importante? Una pregunta que nos acompañará toda la vida y en las distintas etapas seremos desafiados a responderla. No podemos escapar a esta pregunta, está grabada en el corazón. Recuerdo más de una vez en reuniones familiares preguntar a los hijos: ¿A quién querés más, a papá o a mamá? Es como preguntarle: ¿Quién es más importante para vos? ¿Es tan solo un simple juego de niños esta pregunta? La historia de la humanidad ha estado marcada por el modo de cómo se responde a esta pregunta.

Jesús no le teme a las preguntas de los hombres; no le teme a la humanidad ni a las distintas búsquedas que ésta realiza. Al contrario, Él conoce los «recovecos» del corazón humano, y como buen pedagogo está dispuesto a acompañarnos siempre. Fiel a su estilo, asume nuestras búsquedas, aspiraciones y les da un nuevo horizonte. Fiel a su estilo, logra dar una respuesta capaz de plantear un nuevo desafío, descolocando «las respuestas esperadas» o lo aparentemente establecido. Fiel a su estilo, Jesús siempre plantea la lógica del amor. Una lógica capaz de ser vivida por todos, porque es para todos.

Lejos de todo tipo de elitismo, el horizonte de Jesús no es para unos pocos privilegiados capaces de llegar al «conocimiento deseado» o a distintos niveles de espiritualidad. El horizonte de Jesús, siempre es una oferta para la vida cotidiana también aquí en «nuestra isla»; una oferta que siempre hace que el día a día tenga cierto sabor a eternidad.

¿Quién es el más importante? Jesús es simple en su respuesta: «Quien quiera ser el primero, importante, que sea el último de todos y el servidor de todos». Quien quiera ser grande, que sirva a los demás, no que se sirva de los demás.

Esta es la gran paradoja de Jesús. Los discípulos discutían quién ocuparía el lugar más importante, quién sería seleccionado como el privilegiado. Eran los discípulos, los más cercanos a Jesús y discutían sobre eso. Quién estaría exceptuado de la ley común, de la norma general, para destacarse en un afán de superioridad sobre los demás. Quién escalaría más pronto para ocupar los cargos que darían ciertas ventajas. Jesús les trastoca su lógica diciéndoles sencillamente que la vida auténtica se vive en el compromiso concreto con el prójimo. Es decir, sirviendo.

La invitación al servicio posee una peculiaridad a la que debemos estar atentos. Servir significa, en gran parte, cuidar la fragilidad. Servir significa cuidar a los frágiles de nuestras familias, de nuestra sociedad, de nuestro pueblo. Son los rostros sufrientes, desprotegidos y angustiados a los que Jesús propone mirar e invita concretamente a amar. Amor que se plasma en acciones y decisiones. Amor que se manifiesta en las distintas tareas que como ciudadanos estamos invitados a desarrollar.

Son personas de carne y hueso, con su vida, su historia y especialmente con su fragilidad, son las que estamos invitados por Jesús a defender, a cuidar y a servir. Porque ser cristiano entraña servir la dignidad de sus hermanos, luchar por la dignidad de sus hermanos y vivir para la dignidad de sus hermanos. Por eso, el cristiano es invitado siempre a dejar de lado sus búsquedas, afanes, deseos de omnipotencia ante la mirada concreta de los más frágiles.

Hay un «servicio» que sirve; pero debemos cuidarnos del otro servicio, de la tentación del «servicio» que «se» sirve de los otros. Hay una forma de ejercer el servicio que tiene como interés el beneficiar a los «míos», en nombre de lo «nuestro». Ese servicio siempre deja a los «tuyos» por fuera, generando una dinámica de exclusión.

Todos estamos llamados por vocación cristiana al servicio que sirve y a ayudarnos mutuamente a no caer en las tentaciones del «servicio que se sirve». Todos estamos invitados, estimulados por Jesús a hacernos cargo los unos de los otros por amor. Y esto sin mirar de costado para ver lo que el vecino hace o ha dejado de hacer. Jesús nos dice: «Quien quiera ser el primero, que sea el último y el servidor de todos». Ese va a ser el primero. No dice, si tu vecino quiere ser el primero que sirva.

Debemos cuidarnos de la mirada enjuiciadora y animarnos a creer en la mirada transformadora a la que nos invita Jesús. Este hacernos cargo por amor no apunta a una actitud de servilismo, por el contrario, pone en el centro la cuestión al hermano: el servicio siempre mira el rostro del hermano, toca su carne, siente su projimidad y hasta en algunos casos la «padece» y busca su promoción como ser humano. Por eso nunca el servicio es ideológico, ya que no se sirve a ideas, sino que se sirve a las personas.

El santo Pueblo fiel de Dios que camina en Cuba, es un pueblo que tiene gusto por la fiesta, por la amistad, por las cosas bellas. Es un pueblo que camina, que canta y alaba. Es un pueblo que tiene heridas, como todo pueblo, pero que sabe estar con los brazos abiertos, que marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza. Así la sembraron sus próceres.

Hoy los invito a que cuiden esa vocación, a que cuiden estos dones que Dios les ha regalado, pero especialmente quiero invitarlos a que cuiden y sirvan, de modo especial, la fragilidad de sus hermanos. No los descuiden por proyectos que puedan resultar seductores, pero que se desentienden del rostro del que está a su lado. Nosotros conocemos, somos testigos de la «fuerza imparable» de la resurrección, que «provoca por todas partes gérmenes de ese mundo nuevo» (cf. Evangelii gaudium, 276.278).

No nos olvidemos de la Buena Nueva de hoy: la importancia de un pueblo, de una nación; la importancia de una persona siempre se basa en cómo sirve la fragilidad de sus hermanos. En eso encontramos uno de los frutos de una verdadera humanidad.

Porque queridos hermanos y hermanos: «Quien no vive para servir, no sirve para vivir».

(Texto tomado de ACI Prensa)

Saturday, September 19, 2015

Discurso de Francisco a su llegada a La Habana (Texto y video)



Señor Presidente, Distinguidas Autoridades, Hermanos en el Episcopado, Señoras y señores:

Muchas gracias, Señor Presidente, por su acogida y sus atentas palabras de bienvenida en nombre del Gobierno y de todo el pueblo cubano. Mi saludo se dirige también a las autoridades y a los miembros del Cuerpo diplomático que han tenido la amabilidad de hacerse presentes en este acto.

Al Cardenal Jaime Ortega y Alamino, Arzobispo de La Habana, a Monseñor Dionisio Guillermo García Ibáñez, Arzobispo de Santiago de Cuba y Presidente de la Conferencia Episcopal, a los demás Obispos y a todo el pueblo cubano, les agradezco su fraterno recibimiento.

Gracias a todos los que se han esmerado para preparar esta visita pastoral. Quisiera pedirle a Usted, Señor Presidente, que transmita mis sentimientos de especial consideración y respeto a su hermano Fidel. A su vez, quisiera que mi saludo llegase especialmente a todas aquellas personas que, por diversos motivos, no podré encontrar y a todos los cubanos dispersos por el mundo.

Como señaló usted, señor presidente, este año 2015 se celebra el 80 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas ininterrumpidas entre la República de Cuba y la Santa Sede. La Providencia me permite llegar hoy a esta querida Nación, siguiendo las huellas indelebles del camino abierto por los inolvidables viajes apostólicos que realizaron a esta Isla mi dos predecesores, san Juan Pablo II y Benedicto XVI. Sé que su recuerdo suscita gratitud y cariño en el pueblo y las autoridades de Cuba. Hoy renovamos estos lazos de cooperación y amistad para que la Iglesia siga acompañando y alentando al pueblo cubano en sus esperanzas y en sus preocupaciones, con libertad y con los medios y espacios necesarios para llevar el anuncio del Reino hasta las periferias existenciales de la sociedad.

Este viaje apostólico coincide además con el I Centenario de la declaración de la Virgen de la Caridad del Cobre como Patrona de Cuba, por Benedicto XV. Fueron los veteranos de Guerra de la Independencia, movidos por sentimientos de fe y patriotismo, quienes pidieron que la Virgen mambisa fuera la patrona de Cuba como nación libre y soberana. Desde entonces, Ella ha acompañado la historia del pueblo cubano, sosteniendo la esperanza que preserva la dignidad de las personas en las situaciones más difíciles y abanderando la promoción de todo lo que dignifica al ser humano. Su creciente devoción es testimonio visible de la presencia de la Virgen en el alma del pueblo cubano. En estos días tendré ocasión de ir al Cobre, como hijo y peregrino, para pedirle a nuestra Madre por todos sus hijos cubanos y por esta querida Nación, para que transite por los caminos de justicia, paz, libertad y reconciliación.

Geográficamente, Cuba es un archipiélago que mira hacia todos los caminos, con un valor extraordinario como «llave» entre el norte y el sur, entre el este y el oeste. Su vocación natural es ser punto de encuentro para que todos los pueblos se reúnan en amistad, como soñó José Martí, «por sobre la lengua de los istmos y la barrera de los mares» (La Conferencia Monetaria de las Repúblicas de América, en Obras escogidas II, La Habana 1992, 505). Ese mismo fue el deseo de san Juan Pablo II con su ardiente llamamiento a «que Cuba se abra con todas sus magníficas posibilidades al mundo y que el mundo se abra a Cuba» (Discurso en la ceremonia de llegada, 21- 1-1998, 5).

Desde hace varios meses, estamos siendo testigos de un acontecimiento que nos llena de esperanza: el proceso de normalización de las relaciones entre dos pueblos, tras años de distanciamiento... Es un signo de la victoria de la cultura del encuentro, del diálogo, del «sistema del acrecentamiento universal... por sobre el sistema, muerto para siempre, de dinastía y de grupos» (José Martí, ibíd.). Animo a los responsables políticos a continuar avanzando por este camino y a desarrollar todas sus potencialidades, como prueba del alto servicio que están llamados a prestar en favor de la paz y el bienestar de sus pueblos y de toda América, y como ejemplo de reconciliación para el mundo entero. El mundo necesita reconciliación en esta atmósfera de tercera guerra mundial por etapas que estamos viviendo.

Pongo estos días bajo la intercesión de la Virgen de la Caridad del Cobre, de los beatos Olallo Valdés y José López Piteira y del venerable Félix Varela, gran propagador del amor entre los cubanos y entre todos los hombres, para que aumenten nuestros lazos de paz, solidaridad y respeto mutuo.

Nuevamente, muchas gracias, Señor Presidente.

Francisco: " Si un líder quiere ser líder él solo, es un tirano" (Video)


La pregunta de una joven de La Habana, fue sobre el liderazgo del Santo Padre.

Papa Francisco: “Mira, yo solamente te digo una cosa: un líder es buen líder si es capaz de hacer surgir entre los jóvenes otros líderes. Si un líder quiere ser líder él solo, es un tirano. O sea, el verdadero liderazgo es fecundo y, cada uno de ustedes, cada uno de ustedes, tiene la semilla del liderazgo adentro. Háganla crecer. Sean líderes en lo que les toca ser líderes. Líderes de pensamiento, líderes de acción, líderes de alegría, líderes de esperanza, líderes de construcción de un mundo mejor.

Ese es el camino para ustedes, pero la semilla la tienen ustedes. Los liderazgos únicos hoy son y mañana no son. Si no siembran liderazgos en los demás, no sirven, son dictadores. Yo no tengo ganas de ser dictador. Por eso, me gusta sembrar, no sé”. (Ver texto completo en ACI Prensa)

La Iglesia Católica en Cuba en cifras


La Iglesia Católica en Cuba, cuenta en el país con 650 templos, de los cuales 325 son parroquias.

Sin embargo, en muchas zonas del país escasean los templos. Esto llevó a que desde la década de 1970 se impulsaran las “Casas Misión”, que son las “nuevas comunidades surgidas en barrios o nuevos asentamientos sin templos, y tienen como sede casas particulares que los propietarios facilitan para orar, en ocasiones decir Misa”. Actualmente hay 2.300 de estas casas; el 62 por ciento en zonas rurales.

Este trabajo evangelizador es llevado adelante por 180 sacerdotes diocesanos y 117 pertenecientes a las órdenes religiosas, apoyados por 84 diáconos permanentes; todos ellos distribuidos en las once diócesis que existen en Cuba.

En ese sentido, actualmente la Iglesia en Cuba tiene tres arzobispos (La Habana, Camagüey y Santiago de Cuba); y doce obispos, de los cuales dos son auxiliares y dos son eméritos.

Asimismo, en estos momentos están presentes en la isla 96 comunidades religiosas, 70 de ellas son femeninas y 26 son masculinas.

El Papa Francisco estará en Cuba del 19 al 22 de septiembre y visitará La Habana, Holguín y Santiago de Cuba. En cada una de estas tres ciudades el Pontífice celebrará una Misa.(Ver texto completo en ACI Prensa)

Mons. Juan García: "Al papa lo espera Cuba toda aunque haya quien no cuelgue una medalla en su cuello"

Foto: Leandro Pérez
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Juan Pablo señaló que era necesario que Cuba se abriera al mundo y que el mundo se abriera a Cuba. Solo 17 años después de esto suman ya tres los papas que han visitado la Isla. En materia de religión, a su entender, cómo han sido estos casi 20 años.

— Hemos mejorado mucho en cuanto a las relaciones Iglesia-Estado. Hace como nueve años los obispos cubanos tuvimos un encuentro con Fidel y él manifestó una alta valoración de la religión y yo le dije esa valoración no era todavía generalizada y él lo reconoció. Hoy, creo que hemos progresado mucho, la relación es más acogedora, participativa y de entendimiento con nuestra misión, y todavía nos falta camino de andar, la vida es así, avanzamos mediante el diálogo y la convivencia, sin importar si creemos o no.

Para este misionero que también es arzobispo es una alegría que las personas se acerquen a la iglesia “lo hacen por un sentimiento hermoso y bello, pero la religión no es solo sentimiento es conocimiento es vida es caridad, y entonces eso es también un crecimiento en la persona, en su familia, y al final en toda la sociedad”.

La misma que recibe con fe a Francisco, pues san Pablo señaló que ésta es “la certeza de lo que se espera”; y al papa lo espera Cuba toda aunque haya quien no cuelgue una medalla en su cuello.(Ver entrevista completa en el blog La Mariposa Cubana)

Friday, September 18, 2015

(Invitación) Estaré hoy viernes en Mira TV

 
 
con  María Elvira
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 con Vilma Petrash
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 con Carlos Valdés. 
Sacerdote de la religión afrocubana
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 con Oscar Suárez
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Estaré esta noche, viernes 18 de septiembre, a las 8. 00 pm en el programa de María Elvira en Mira TV. (Las fotos corresponden a la grabación del programa)

Raúl y Obama conversaron un rato por teléfono


(CubaMinrex) En horas de la tarde del 18 de septiembre de 2015, el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros de Cuba, Raúl Castro Ruz, sostuvo una conversación telefónica con el Presidente de los Estados Unidos Barack Obama, en vísperas de su visita a Nueva York para asistir a la Cumbre sobre la Agenda para el Desarrollo Post-2015 y el segmento de alto nivel del 70 período de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, la próxima semana.

Ambos mandatarios intercambiaron sobre los pasos dados desde la reunión que sostuvieron en Panamá en el marco de la Cumbre de las Américas, incluyendo el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la apertura de embajadas en los dos países, así como la agenda de temas que se abordarán en los próximos meses como parte del proceso hacia la normalización de los vínculos bilaterales.

También conversaron sobre la próxima visita de su Santidad el Papa Francisco a Cuba y los Estados Unidos, reconociendo su contribución al inicio de una nueva etapa en las relaciones entre los dos países.

Con relación a las regulaciones anunciadas el 18 de septiembre por los Departamentos del Tesoro y Comercio, que complementan las puestas en vigor el 16 de enero, el Presidente Raúl Castro recalcó la necesidad de profundizar su alcance y de eliminar definitivamente la política de bloqueo en beneficio de ambos pueblos.

El Presidente cubano le ratificó al presidente Obama la voluntad de Cuba de avanzar en las relaciones con los Estados Unidos, sobre la base del respeto y la igualdad soberana. (Tomado del website del MINREX Cuba)

Obispo de Cienfuegos: "La doctrina social de la Iglesia es poco conocida, menos seguida y escasamente urgida"


¿Cuál es la situación de los católicos en Cuba?

-- Monseñor Domingo Oropesa: Creo poder afirmar que para los católicos de Cuba lo que está relacionado con su vida de fe, la vida sacramental, su formación, no tiene impedimentos, y que cualquier cristiano puede declararse como tal en la sociedad. El problema es la escasez de sacerdotes, de diáconos permanentes, de religiosos y religiosas y de laicos para poder evangelizar a quienes no conocen a Cristo. Muchísimo por hacer para muy pocos.

Y quedan todavía espacios por ir avanzando los católicos en presencia: el campo socio-político. La doctrina social de la Iglesia es poco conocida, menos seguida y escasamente urgida. Harían falta más centros de formación en la misma iglesia para dar a conocer principios doctrinales sobre lo económico, lo cultural, la convivencia social, el mundo laboral y el político. Pero, para todo esto se necesitarían muchos más laicos que en esos diversos campos quisieran comprometer sus vidas.

Cuba es, junto con Brasil, el único país que ha recibido a tres papas. ¿Por qué ha sido este país objeto de la preferencia de los pontífices?

-- Monseñor Domingo Oropesa: Creo que ha habido en los tres casos una clara invitación por parte de la Iglesia y del gobierno. En el caso de san Juan Pablo II, el Papa viajero, no podía dejar de visitar Cuba y lo hizo. Con tiempo pudo prepararse esa visita. Al papa Benedicto XVI se le invitó con motivo de celebrarse en el 2012 los 400 años del hallazgo y presencia de la Imagen de la Virgen de la Caridad de El Cobre, y en un viaje aprovechó para visitar Méjico y Cuba. La razón con la que se motivó al Papa fue la afluencia de millones de cubanos y cubanas por el paso de la Imagen de la Virgen de la Caridad por toda la isla durante dieciséis meses, pues de once millones de habitantes en Cuba estuvo ante la Imagen más de la mitad. El Papa fue invitado y vino.

El papa Francisco hace lo mismo: una salida de Roma, otra más hacia el continente americano, y visitará Cuba y Estados Unidos. Servirá de apoyo a las nuevas formas de relación entre ambos países y nos ayudará para que siempre prevalezca el diálogo dentro de las mutuas relaciones con deseos de colaboración, con respeto mutuo, y que como sabemos son intereses gratos y aplaudidos a nuestro Papa. Además, todos los católicos lo esperamos como el que nos confirmará en la fe. Y, ciertamente, podemos decir que todos en Cuba estamos felices por la visita de Francisco y clamando con gozo: "Es el tercer papa que nos visita".

Yo diría que ha sido Dios en su amor providente quien no has enviado a tres sucesores de Pedro en muy poco tiempo. Esto ha supuesto, supone y supondrá unas inmensas bendiciones para todo el pueblo cubano. Es seguro que se necesitaba y se necesita esta presencia de Cristo en Cuba por medio de los tres papas

¿Qué expectativas tiene la sociedad cubana del viaje del papa Francisco?

-- Monseñor Domingo Oropesa: Muchas, muchas, muchas. Pienso que por necesidades económicas, por la emigración, por el desarrollo político y también por el crecimiento religioso hay muchas expectativas.

Se está cumpliendo poco a poco lo que pidió san Juan Pablo II hace diecisiete años: "Que Cuba se abra al mundo y que el mundo se abra a Cuba". El papa Francisco quiere, y de verdad, el bienestar de la gente. Él no cesa de "intimidar" a todos para que se acabe el sufrimiento de adultos y niños en tantas partes del mundo. Todos los países pueden progresar y Cuba también. Muchos esperan que la presencia del Papa en los próximos días deje señales, orientaciones, que contribuyan a un crecimiento económico en la vida familiar, y que esto haga disminuir la separación de miembros de una misma familia. También hay quienes lo esperan para que anime a ofrecer y que se acojan hoy planteamientos diversos en Cuba, proponiendo nuevas opciones. Para la transmisión de las verdades cristianas un avance sería la posibilidad de tener más acceso a los medios de comunicación, aunque en esto se ha ido avanzando, y que los católicos podamos tener los propios. Y, como indicaba anteriormente, tener centros educativos en todos los niveles de la enseñanza. Aunque también hay que decir que existen en la actualidad algunos espacios formativos, como son en La Habana el Centro Cultural Padre "Felix Varela", el Centro de Formación Fray Bartolomé de las Casas, así como otros Centros Diocesanos y en comunidades de religiosos y religiosas de Cuba. Hay que destacar las Escuelas de Veranos para Educadores, casi una por Diócesis. (Ver entrevista completa en Zenit)
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Gaspar, El Lugareño Headline Animator

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