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Thursday, November 25, 2021

Jennings Cox: "we all work at Daiquiri and we all drank this drink first there. Let's call it a daïquiri!"



"It is a fact that Havana is a place where practically everyone likes his little drink or two, but where nobody ever seems to get drunk. Slightly woozy, perhaps, and it may be that now and again a visitor may even find himself a wee bit foozy, not to say joozy, but it doesn't happen often and anything beyond the joozy stage is practically unknown. 

The earnest drinkers of Havana have certain preferences in the way of refreshments. The most popular and most healthful drink is called daïquiri and is merely bacardi with lime-juice, shaken up until the shaker is covered with frost. 

The original cane-planters of Cuba and Louisiana had a drink which they made out of rum and squeezed limes, ice, a dash of grenadine, and siphonwater. It was drunk out of tall frosted glasses and was called "Planter's Punch." 

Planter's punch was the usual drink of the Cuban Americans, but down in Santiago [de Cuba] where a group used to meet in the Venus bar every morning at eight o'clock it was modified to exclude the grenadine and siphon-water, and was made in a shaker. Instead of Jamaica rum the pure Cuban bacardi, distilled in Santiago from molasses, was used. The boys used to have three or four every morning. 

Most of them worked in the Daiquiri mines, the superintendent of which was a gentleman named Cox -Jennings Cox. One morning in the Venus, Cox said: "Boys, we've been drinking this delicious little drink for some time, but we've never named it. Let's christen it now!" 

The boys milled around a bit and finally Cox said: "I'll tell you what, lads- we all work at Daiquiri and we all drank this drink first there. Let's call it a daïquiri!" 

The daïquiri is now the best-known drink in Cuba. This recipe for the real daïquiri was given me by Facundo Bacardi and confirmed by one of the men who was present at the christening: half one lime, squeezed onto one teaspoonful of sugar; pour in one whiskey-glassful of bacardi; plenty of ice; shake until shaker is thoroughly frosted outside. Meanwhile, chill a tall wine-glass of the kind known as flute, fill it with shaven ice, and pour in the mixture. Must be drunk frozen or is not good. The "bacardi cocktail" and pronounced "bacARdi," common in New York and Europe, is unknown in Cuba. The proper pronunciation of the name "Bacardi" stresses the last syllable. Later on, in Santiago, we shall see how the rum is made.

The two other cocktails mostly in demand in Havana are the presidente and the Mary Pickford. The presidente is made with half bacardi and half French vermouth, with a dash of either curaçoa or grenadine. It is the aristocrat of cocktails and is the one preferred by the better class of Cuban. The Mary Pickford, invented during a visit to Havana of the screen favorite by Fred Kaufman, is two-thirds pineapple-juice and one-third bacardi, with a dash of grenadine. Both cocktails are sweetish and should be well shaken. The pineapple juice must be freshsqueezed." ("When it's cocktail time in Cuba",  by Basil Woon. Año 1928)

Saturday, November 13, 2021

Presos Políticos de la Cárcel de Santiago de Cuba. Enero 1898


El grupo que aparece en esta página fué tomado de oculto con una pequeña máquina fotográfica, en la cárcel de Santiago de Cuba. En su mayor parte, los patriotas que en el figuran, proceden de la histórica expedición de Costa Rica, al mando de los Maceos y Crombet. Otros, de una de las primeras expediciones que salió de New York, y la cual, al desembarcar en las costas de Oriente, sufrió el percance de que un bote se extraviase, en el cual iba el coronel Alvarez, venezolano, y cayese en poder de los españoles.

Patriotas todos esforzados, hicieron lo posible por llegar de los primeros a combatir por la patria independencia; pero la suerte les fué contraria, y han permanecido encarcelados todo el largo período de la guerra, hasta ahora que, por halagar a esta república, o por aparentar benevolencia para seducir a cándidos; fueron puestos en libertad, excepción del coronel Alvarez, deportado a Ceuta hace algunos meses, y de Patricio Corona, que aún permanece en la cárcel de Santiago de Cuba.

- Los tres que figuran en la parte superior del grupo son: Carlos Ferrer, Jesús M. Santini é Isidoro Noriega.

- Los cuatro del centro son: J. Arozarena, Tomás J. Sainz, Fernando P. Alvarez y Patricio Corona.

- Los tres de la parte inferior son: José Ochoa, Frank Agramonte y Manuel de Granda.

Llegue a los que están en libertad nuestra cordial felicitación; y para los que sufren aun las torturas de la prisión espafiola la voz de aliento de la patria victoriosa y agradecida. S. F.

Thursday, November 11, 2021

El juego (por Rafael Duharte Jiménez)



En su estupendo ensayo titulado Memorias sobre la Vagancia en Cuba, José Antonio Saco afirma que el juego es uno de los vicios más generalizados en la sociedad criolla; en esa época en una valla de gallos, durante una racha de mala suerte, un hacendado podía perder su quitrín con caballo y todo y hasta un cafetal con la dotación de esclavos incluida.

El pintor ingles Walter Goodman en su libro Un Artista en Cuba comenta sobre el juego que tenia lugar, discretamente, al terminar el baile en los salones de la sociedad Filarmónica:
… un grupo de caballeros toman asiento o permanecen de pie ante una mesa cuadrada. Una vez que han decidido si se jugara al monte, al tresillo o al burro, el jugador que se encarga de la distribución de las cartas procede a barajarlas (…) frente al que ha repartido háyase sentado el banquero con muchas monedas de oro, las famosas onzas española…
A comienzos del siglo XX, los norteamericanos prohibieron las peleas de gallos, las cuales les parecían un espectáculo bárbaro, lo cual desató una intensa polémica sobre el tema.

En 1907, la revista santiaguera Oriente intervino en la polémica citando la opinión de Enrique José Varona:
Nosotros veremos con gusto que las lidias de gallos no sean permitidas, y aun más, que se persiga a los contraventores de la ley, pero consecuente con aquello de que “el azar es también una manera de trabajar” permitiríamos que se reglamentara el juego, siempre que en este se usaran otros medios menos crueles, por lo que transigiríamos con la lotería.

Con la modernidad llegó la lotería la cual satisfacía nuestro “vicio nacional”, pero ahora legalmente y sin el revuelo de plumas ensangrentadas y los gritos de las vallas y lo mejor de todo, generaba la ilusión en los pobres de hacerse ricos con un golpe de suerte.

El primer sorteo de la Lotería Nacional se efectuó en la Habana el 10 de septiembre de 1909, los niños de la Beneficencia “cantaban” los números, en medio de un ambiente de renovadas esperanzas; los yanquis se iban y renacía la republica con el General Jose Miguel Gómez, el hombre más popular de Cuba, como presidente en medio del júbilo de los liberales “miguelistas”.

El día 3 de septiembre el periódico santiaguero La Independencia publicó un editorial quejándose de los problemas con el primer sorteo de la Lotería Nacional:
Cuando casi todos los elementos que componen el pueblo cubano se aprestaban con ansias para adquirir billetes del primer sorteo de la lotería Nacional, puestos a la venta el 1º del que cursa, hanse encontrado con el disgusto de que sus deseos no han podido aun ser satisfechos, porque la Administración General de esa Renta puso al expendio público los billetes en la Habana únicamente…
Rápidamente llegaron billetes a Santiago y se inició la especulación como muestra una nota del propio periódico:
Esta mañana han concurrido muchas personas a querellarse a la jefatura de la policía secreta contra los revendedores de billetes de la Lotería Nacional por querer cobrar por ellos 25, 30 y hasta 35 pesos. Ha resultado un verdadero escándalo la venta de esos billetes, que no han satisfecho a la clase pobre, que era a la que se quería favorecer.
La prensa santiaguera elogió ampliamente el auge de los establecimientos para vender los billetes de lotería los cuales surgieron como hongo en la ciudad. “Los establecimientos de moda hoy son las colecturias. Antiguos locales lucen restaurados a ese efecto y desconocidos bajo las reformas”. Una de las colecturias más populares era la de Mariano Coca en Enramada y San Félix.

El 10 de septiembre del mismo año el periódico La Independencia publicó en su primera plana: La Lotería Resultado del Sorteo de hoy. Los Premios Mayores. El primer premio fue de 60 mil pesos, el segundo de 10 mil y el tercero de 4 mil, ninguno le tocó a un santiaguero.

En los años veinte Jorge Mañach afirmaba que la índole frívola del cubano era proverbial y que “el único vicio arraigado que en justicia quepa atribuir a nuestro pueblo es el juego; es decir, el vicio imprevisor por excelencia”.

Aquellas vocecitas de los huerfanitos que cantaban los números de la lotería por la radio, ciertamente no eran celestiales, sino un testimonio más de los graves problemas de nuestra cultura.




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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Sunday, October 31, 2021

Mons. Dionisio García: "Que nunca entre nosotros haya un llamado a la violencia, que nunca un vecino se ponga contra otro vecino, ni un joven contra otro joven, así no se construye la Patria"


Oración ante la Virgen de la Caridad, de Mons. Dionisio García, al finalizar la eucaristía del domingo 31 de octubre de 2021 en la Basílica Santuario de Nuestra Señora de la Caridad en El Cobre.

Dios te salve María, llena eres de gracia,
el Señor está contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén


Hermanos continuemos nuestra oración mirando todos a la Virgen

Virgen Madre, los cubanos siempre tenemos una mirada hacia el Santuario del Cobre, porque venimos como hemos dicho siempre, en cada domingo, y en algunos momentos de manera especial; siempre ponemos todas nuestras intenciones, buenos deseos en tus manos.

Estamos viviendo momentos difíciles, en la homilía del día de la Virgen de la Caridad dije que nuestro pueblo estaba triste, estaba confundido, y desesperanzado. Vuelvo a repetirte eso Madre hoy. La pandemia con toda su secuela de dolor, de incertidumbre, de miedos nos ha tocado fuerte. La situación de nuestras familias por la economía, por la supervivencia, nos está afectando mucho; a muchas familias no les alcanza, no tienen lo suficiente para vivir, por los salarios, por las escaseces, por las reformas económicas que no han dado los resultados que los que la programaron esperaban.

Nuestro pueblo sufre, sufre. Cada día tiene que gastar más en las cosas esenciales de la vida y el dinero no alcanza. El dinero no lo hace todo, pero el dinero, la producción de una sociedad es necesaria para poder vivir bien. Por eso Madre te pedimos por todos aquellos responsables, la mente, la inteligencia, el ansia de progreso que tiene todo nuestro pueblo, no se vea limitada, sino al contrario, que se abran todas las posibilidades posibles para que todos podamos enriquecernos mutuamente, con nuestro trabajo decente y que todos tengamos un salario digno, para que los padres puedan vivir tranquillos cuando ven a su familia que tienen que sostener.

También te pedimos Madre porque todos los cubanos nos sintamos iguales en todos los sentidos. Nos sintamos iguales porque ante los ojos de Dios somos iguales, hijos de Dios. Como cubanos que nacimos en esta tierra, todos tenemos dignidad y derechos. Tú simbolizas las mejores intenciones y deseos, pero tú eres la Madre de Dios, tu imagencita representa a María la Madre de Dios, no eres una diosa, pero fuiste esa mujer que dijiste Sí, eres la Madre de Jesús y estás cercana a Él. Nosotros, como han hecho nuestros antepasados por más de cuatrocientos años, venimos a pedirte como dice el texto del evangelio que nos amemos unos a otros y que no le deseemos nada malo a nadie, como no lo deseamos para nosotros. Que no hagamos ningún mal a otro, mal que no deseamos para nosotros.

Como dije, al ser iguales todos tenemos que respetarnos. Que nunca entre nosotros haya un llamado a la violencia, que nunca un vecino se ponga contra otro vecino, ni un joven contra otro joven, así no se construye la Patria. Has que, al mirar al otro, sin ingenuidades, pero sí con mucho respeto, miremos a otra persona igual a mí, y que lo que deseo para mí lo tengo que desear para él, y que él tiene tanto derecho como yo a participar en la solución de los problemas que nos conciernen a todos. Que nadie tenga miedo, ni nadie sienta el temor de que se vea impedido a ejercer lo que es natural para cada persona dentro del orden, dentro del respeto al otro. Para eso están las leyes, las leyes están para que todos seamos respetados.

Te pedimos también por los cambios necesarios para que los cubanos vivamos en paz, en prosperidad en alegría, en seguridad, para que se nos quite la tristeza, se nos quite la confusión, se nos quite la desesperanza. No tengamos miedo en hacer los cambios, son necesarios. La vida necesita eso, nosotros cambiamos nuestra vida, y podemos cambiar para mejor. Virgen ayúdanos a eso. Inspira al Espíritu Santo a aquellos que determinan nuestro futuro, para que todos nos sintamos hermanos, hermanos de verdad, no hermanos como frase hecha, que todos sepamos respetarnos.

Todo esto te lo pedimos a ti por tu cercanía con Jesús, sabemos que tu Hijo que tienes en tus brazos nos mira, vela por nosotros. Al igual que durante toda nuestra historia, venimos aquí para decirte esto con lo mejor que tenemos en nuestro corazón, sabiendo y me atrevo a decirlo, que es el anhelo y el deseo de nuestro pueblo.

¡Ayúdanos Madre!



Bajo tu amparo nos acogemos Santa Madre de Dios
No deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades
Antes bien, líbranos de todos los peligros
Oh Virgen gloriosa y bendita.

Nuestra Señora de la Caridad / Ruega por nosotros
Nuestra Señora de la Caridad/Ruega por nosotros
Nuestra Señora de la Caridad / Ruega por nosotros.


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Texto tomado del website de la arquidiócesis de Santiago de Cuba.

Thursday, October 28, 2021

Santiago de Cuba, vendedores ambulantes y pregones (por Rafael Duharte Jiménez)



La venta ambulante y los pregones parecen un fenómeno muy antiguo en la ciudad de Santiago de Cuba, aunque de una época a otra varían las mercancías que se ofertan y las letras de los pregones.


El pintor ingles Walter Goodman, a mediados del siglo XIX, ofrece un fantástico inventario de aquellos personajes del paisaje urbano santiaguero. En su libro Un Artista en Cuba escribió:
La negra lechera que lleva sobre la cabeza una botija de leche, el almidonero, un chino que lleva sobre la cabeza un tablero con pequeña masas de almidón; el indio panadero con su cesta de pan; la carretillera con su doble grito de ¡las cositas¡ ¡la cascarilla!; la dulcera que pregona ¡dulce de Guayaba! ¡dulce de almíbar! que trae en una bandeja; el malojero que va montado sobre una mula con maloja empacada en fardos que cubren el animal; la mulata aguadora que trae de la fuente publica pequeños barriles y jarras con agua…
El pintor afirma que estas últimas, a las que llama nuestras ninfas de los pozos, son sus preferidas como modelos para sus cuadros.

Este espacio laboral estaba casi monopolizado por mujeres, algunas esclavas de las haciendas vecinas enviadas por sus dueños a vender en la ciudad, otras negras o mulatas libres; en general gente muy humilde, por lo que este oficio debió ser considerado en la época como muy bajo y desestimado por los blancos.


Con el arribo del siglo XX y la modernidad no desaparecieron los vendedores callejeros, obviamente ya no había esclavas y se esfumaron la cascarilla, el almidón y otros productos, pero continuó la venta de dulces y frutas.

En su edición del 11 de junio de 1936, el Diario de Cuba publicó un interesante artículo titulado “Matices de Santiago” de la autoría del Dr. Ludovico Soto, el cual ofrece esta magnifica estampa de los llamados golosineros:
Los dulceros de Santiago de Cuba viven de los niños de los colegios, de las mujeres de las fabricas y de los enamorados de los parques. Reparten a todo grito por las calles su mercancía de confites de chocolate, de coco-piña, de galletitas de Colome, de Tuttis helados, de maní tostado o garrapiñado, con una placidez encantadora en sus pregones típicos, que rompen con la monotonía del ambiente y ponen una nota alegre en las tardes urbanas…
Aunque en la pintura del siglo XIX se haya reflejado a la aguadora, el malojero y otros personajes tomados de las calles; a pesar de que en el siglo veinte algunos pregones hayan inspirado a compositores notables y hoy escuchamos con agrado Frutas del Caney de Félix B. Caiñeg o El Manisero de Moisés Simons; en términos de economía el pregón callejero era sinónimo de pobreza.

Hoy en día los vendedores ambulantes y sus pregones resultan pintorescos para los turistas, los cuales a veces los fotografían y hasta se toman un selfis con ellos, pero en realidad los mismos constituyen un testimonio de precariedad económica quizás ahora menos que en el pasado, del cual no debemos enorgullecernos, sobre todo en tiempos en que se generalizan en el mundo las compras por Internet.





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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Thursday, October 21, 2021

"En la marquesina" (por Joaquín Estrada-Montalván)


- Nos vemos en la marquesina del rectorado...

Me dijo al conocernos, al otro día de haber llegado a la Universidad de Oriente, donde esperaba pasar los próximos años de mi vida.

"En la marquesina", iba yo todo embullado. "Esto empieza bien", pensé conversando conmigo mismo.

- Por favor donde es la marquesina?

- Es aquí.

... y ahi era.

Ella se acercaba sonriente, hermosa y radiante como el sol santiaguero, a nuestro primer encuentro (en la marquesina).


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Me explico:

En el Camagüey, de los 80s, Marquesina, era un bar (en el Gran Hotel), a poca luz, donde se iba a apretar de día.

En la Universidad de Oriente (y en el resto del mundo), marquesina es lo que es. (JEM)



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Foto/Janis Hernández-Havana Times

El nacimiento de un mundo (por Rafael Duharte Jiménez)


A las 12 de la noche del 31 de diciembre de 1901, en el Ayuntamiento de Santiago de Cuba, se izó por primera vez la bandera cubana; en medio de la alegría de aquel minuto histórico, Emilio Bacardí aseveró que el nuevo año estaba “señalado en los arcanos del destino para la feliz instauración de la república”. Aquel fue un paso definitivo en el complejo proceso del nacimiento de un nuevo mundo.

Los mambises desde el poder, debían demostrar que los cubanos eran capaces de autogobernarse y al mismo tiempo probar que no eran aquellos “…inútiles verbosos, incapaces de acción, enemigos del trabajo recio”, que habían pintado algunos periódicos norteamericanos. Se trataba de una tarea colosal, para una nación que emergía después de siglos de dominación colonial y esclavitud.

Veamos una pequeña cronología de la hazaña cívica realizada por los patriotas santiagueros, durante los meses que precedieron al establecimiento de la republica el 20 de mayo de 1902:

14 de enero, fundación de un Cuerpo de Bomberos; 1 de febrero, el director de la Academia de Bellas Artes Félix Tejada, informa que tiene registrada una matricula de 367 alumnos que se desglosa de la siguiente manera: música 160, dibujo y pintura 156 y telegrafía 51; 8 de marzo, el director bibliotecario José Bofill, informa que se reportan 2 365 lectores en las cinco bibliotecas públicas de la ciudad, de los cuales 1 226 correspondían al Museo Municipal.

La Revista Municipal publicó una Memoria sobre los logros de la Alcaldía y el Ayuntamiento en los primeros meses del nuevo siglo, que incluía las siguientes acciones: Se revitalizaron los bandos de salubridad e higiene que estaban olvidados; se realizaron mejoras en las aceras y jardines públicos, en la Alameda se aumentaron los faroles; se abrió al publico la Casa de Socorros “con todos los adelantos que la ciencia requería y la higiene prescribía” y se reorganizaron los cuerpos de Policía Municipal y Judicial.

El 20 de mayo de 1902 a las 12:00 p. m. en el Ayuntamiento, frente a la catedral, se arrió la bandera norteamericana y se izó la cubana, en medio de las demostraciones de júbilo de cuatro mil soldados mambises y 60 mil santiagueros congregados en la Plaza de Armas y calles aledañas.

Aquel acto solemne, en el cual las autoridades norteamericanas entregaron el poder político al Alcalde Emilio Bacardí y al Gobernador Francisco Sánchez Echevarria, tuvo el siguiente epílogo:
…después de haberse verificado el traspaso del gobierno, el General Whitside, seguido de su E. M. y de las fuerzas de los EE UU. se dirigió al Muelle de Estado No. 1, y desde allí, en lanchas fueron todos hasta el transporte americano Seguranca, donde embarcaron dicho General americano con sus fuerzas, siendo afectuosamente despedido por las autoridades cubanas y por el pueblo y las músicas que ocupaban el muelle y las avenidas de la Marina.
Probablemente los santiagueros en aquel instante trascendental, pensaron: ¡Coño, al fin se fueron! y respiraron aliviados.

El fantasma de la anexión había sido conjurado a un precio muy alto y ahí estaban la Enmienda Platt y la Base Naval de Guantánamo para recordarlo; pero a pesar de los pesares, por primera vez los cubanos eran responsables de su futuro.

El fin de la ocupación norteamericana provocó algunas tensiones, pues hubo cierto desorden en las oficinas públicas ya que después del 20 de mayo los empleados yanquis renunciaron a sus cargos o fueron cesanteados.

En la Oficina de Telégrafos se presentaron numerosas deficiencias del servicio, pero según el cronista Carlos Forment “… los nuevos funcionarios cubanos resultaron tan competentes que a los tres días restablecieron la comunicación con Baracoa que hacia tres meses estaba interrumpida".

En el mes de junio de 1902, el Gobernador de Santiago recibió un telegrama del Secretario de Gobernación Dr. Diego Tamayo, en el que le decía: “Asuma inspección de servicios de Sanidad y Beneficencia que dependen del Estado y notifíquese que todos los empleados americanos que desempeñen destinos públicos, cesaran ultimo de este mes”.

Al mes siguiente tomó posesión del cargo como administrador de Correos el señor Francisco Rosado, cesando el funcionario norteamericano que lo desempeñaba Mr. Cooper, quien regresó a su país; en septiembre fueron nombradas para el Ramo de Telégrafos, la srta Elodia Urgelles, en la Estación de Baracoa y la srta. Caridad Rodríguez en la de Santiago de Cuba.

El 6 de abril de 1903 el coronel Federico Pérez Carbó presentó su renuncia al cargo de Administrador de la Aduana por diferencias con el supervisor americano Hanson, el presidente Estrada Palma no aceptó su renuncia y le ratificó su confianza, el supervisor yanqui fue retirado.

Algunos nombramientos en aquellos días de euforia que generaba la dulce sensación de estar en el poder, fueron el del Comandante Modesto Tirado como Inspector Especial de Aduana; el General Florencio Salcedo como inspector de la Línea Central de Telégrafos; el General José Manuel Capote como director de la Cárcel Publica. También se anuncio la toma de posesión de la Jefatura de la Guardia Rural, por el General Saturnino Lora.

Probablemente los principales méritos de aquellos valientes patriotas eran haber peleado heroicamente contra el ejército español y la mayoría tenían en realidad poca experiencia para desempeñar sus nuevas funciones, pero nadie pensaba en eso, ni ponía en dudas el derecho que le asistía a los héroes a ocupar los puestos públicos

Algunos altos funcionarios, que habían sido amigos personales del General Wood, fueron separados discretamente de sus cargos. En unos meses la presencia de los americanos fue literalmente borrada del aparato del Estado y la vida política de la nación. La Enmienda Platt limitaba la soberanía de la República, pero a contrapelo de la misma los mambises ejercieron su control del país.

En medio del proceso de ascenso a los puestos públicos se movieron intereses políticos partidistas; pero también algunos antiguos voluntarios y guerrilleros intentaron colarse, lo cual generó denuncias, pleitos y venganzas.

En particular los guerrilleros que sirvieron a España fueron perseguidos con odio; en agosto de 1902 la prensa informó que en la entrada de El Caney había sido macheteado el bodeguero don Ramón Canosa quien se había distinguido por su ferocidad como capitán de guerrillas en la guerra del 95.

El nacimiento de un nuevo mundo en 1902, fue un proceso enmarañado, que estuvo lastrado fundamentalmente por el hecho de que la República en Armas no había sido la mejor escuela para formar ciudadanos; cuando llegó la paz, los guerreros no resultaron buenos administradores, diplomáticos o estadistas y por todas partes creció como la mala hierba la improvisación, el oportunismo y la corrupción.

Pronto para algunos resultó evidente que el mundo que nacía estaba lejos de ser ideal, que aquella no seria una república con todos y para el bien de todos, ni Cuba la Suiza de América. Y cuando los escépticos se preguntaban si habían valido la pena tantos sacrificios para llegar hasta allí, siempre aparecía un coro que repetía que si Marti viviera otro gallo cantaría. Lo real sin embargo es que se habían dejado atrás siglos de dependencia colonial y se avanzaba a tientas y tropezones dentro del laberinto de la modernidad.




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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Thursday, October 14, 2021

Una mirada a la cultura santiaguera (por Rafael Duharte Jiménez)



Dedicado a la jornada de la cultura cubana.




Para conocer en profundidad nuestra cultura hay que estudiar la geografía, el clima y nuestra azarosa historia. No podríamos saber quiénes somos sin tener en cuenta nuestra insularidad, el calor, las sequías, los huracanes y terremotos; así como el largo proceso de formación del criollo y su tránsito a lo cubano, en el contexto de nuestras guerras de independencia.

Fernando Ortiz en su fantástica metáfora sobre el ajiaco, escribió:
… y, allá en lo hondo del puchero, una masa nueva ya posada producida por los elementos que al desintegrarse en el hervor histórico han ido sedimentando sus más tenaces esencias en una mixtura rica y sabrosamente aderezada, que ya tiene un carácter propio de creación.
¿Cuándo y dónde tuvo lugar aquel instante mágico al que se refiere Ortiz? El mismo ocurrió, a no dudar, en la región oriental en los albores del siglo XVII.


El despertar de la cultura criolla está asociado con el surgimiento de los cultos criollos a la Virgen de la Caridad en el poblado de Santiago del Prado y al Ecce Homo en la catedral santiaguera; está vinculado con el rescate por los manzanilleros del Obispo Cabezas Altamirano que inspiró a Silvestre de Balboa el poema épico Espejo de Paciencia; ese proceso esta indisolublemente unido a la fiesta de mamarrachos que en Santiago de Cuba andando el tiempo devendría en el carnaval.

En el ajiaco santiaguero a partir del siglo XVI confluyeron, al igual que en toda la Isla, las viandas indígena, española y africana; pero a fines del siglo XVIII entraron en la olla, las viandas francesa y haitiana, las cuales le dieron matices diferentes al mestizaje biológico y cultural que se fraguaba desde hacia varios siglos entre las montañas de Cuba y el mar Caribe.


¿Qué es lo culturalmente específico de la cultura santiaguera? Aquí la huella indígena es obviamente mayor que en otras regiones de la Isla. España, en Santiago de Cuba, tiene un rostro básicamente catalán y la huella africana que dejó la plantación cafetalera en la región sur oriental es más profunda que en otras zonas de Oriente. En Santiago existe una impronta francesa y haitiana única en el país.


La personalidad cultural de la ciudad de Santiago de Cuba y la ideosincracia del santiaguero, son el resultado de una historia de más de cinco siglos, construida a contrapelo de sequías, ciclones y terremotos; ataques de piratas e invasiones inglesas; una historia de cimarronaje y luchas por la libertad que ha forjado un individuo de fuerte autoestima, orgulloso y rebelde, el cual se destaca nítidamente dentro del contexto de la cultura cubana.





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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Thursday, October 7, 2021

“La Iglesia, con alegría, con gran respeto, hace una opción preferencial siempre por el amor, por el matrimonio del hombre y de la mujer.”



TRANSCRIPCIÓN HOMILÍA DEL PADRE OSMANY MASÓ CUESTA, PÁRROCO DE CRISTO REY, EN LA EUCARISTÍA DEL XXVII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO, EN LA BASÍLICA SANTUARIO DE NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD DEL COBRE, EL 3 DE OCTUBRE DE 2021

“Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su esposa y serán los dos una sola carne Lo que Dios unió que no lo separe el hombre.” Mc 10, 7-9

Hermanos: 

Estamos celebrando la Eucaristía del primer domingo del mes de octubre. Este mes octubre la Iglesia lo dedica a orar por la misión, nos invita a todos los cristianos a tomar conciencia que desde el día de nuestro bautismo somos discípulos y misioneros del Señor. La Iglesia existe para evangelizar, para anunciar a Cristo, camino, verdad y vida, salvación para todos los pueblos. Jesús fue el primer misionero del Padre, podemos recordar esas palabras de Cristo en la sinagoga, cuando proclamó al profeta Isaías. El Espíritu del Señor está sobre mí, porque me ha enviado a anunciar a buena noticia a los pobres, a liberar a los oprimidos, a dar vista a los ciegos, a anunciar el año de gracia del Señor. Y ese mismo Jesús es el que envía a sus apóstoles, el que envía a sus discípulos a ser misioneros por el mundo entero.

Es así como a lo largo de la historia nos han precedido amigos del Señor, que son ejemplos y que nos estimulan a ser buenos misioneros. Tenemos a Madre Teresa de Calcuta, esa gran misionera de la Caridad. Y durante todo este mes de octubre encontraremos a Sor Faustina Misionera de la Misericordia, Santa Teresita del Niño Jesús y Santa Teresa de Jesús misioneras desde la vida contemplativa; nuestro gran amigo el papa Juan Pablo II, misionero del mundo entero. San Lucas que nos dejó el evangelio y la vida de las primeras comunidades. También nuestro querido santo Antonio María Claret, este gran atleta de la virtud, misionero de todo el oriente cubano, este hombre Padre y Pastor de sacerdotes y de la vida religiosa, catequista de los niños, aquel que anunció a Cristo y promovió al hombre integralmente a través de todos sus escritos, a través de sus palabras, a través de su testimonio; este apoyó incluso la vida de los obreros y campesinos de nuestra tierra, este hombre que también hizo una opción por la familia y por los matrimonios.

Providencialmente la liturgia de la Palabra de este domingo, hace referencia a este hermoso don, a este hermoso regalo de Dios, el sacramento del matrimonio. Es así que encontramos en el Evangelio que los fariseos una vez más se acercan a Jesús para ponerlo a prueba, le hacen una pregunta, que hace referencia al divorcio. Jesús no evade la pregunta, no se queda en silencio, ofrece siempre una respuesta; y más que hacer referencia al divorcio, o dar una respuesta en torno a la variedad que existía en este tema y lo injusto que era sobre todo para la mujer, Jesús más bien toca el valor del matrimonio querido por Dios.

Por eso hemos escuchado en la primera lectura como el hombre y la mujer, están llamados en su diversidad a unirse, para vivir esa complementariedad que existe en el amor, en el matrimonio que los hace libres en el amor e indisoluble, ese matrimonio que debe ser imagen del amor de Dios por cada uno de nosotros. Es así que la iglesia, desde Jesús, apoyada en Jesús, eleva el matrimonio a sacramento, y es así mis hermanos como Jesús nos dice: lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Jesús nos habla sobre el matrimonio, no como un hombre de leyes, no como un maestro, Jesús cuando nos habla en la Escritura, en esta respuesta sobre el matrimonio, nos habla como hijo. Porque se siente amado por Dios, nos habla como hijos porque sabe que el divorcio, supone una separación, un dolor, una tristeza para los hijos.

Él como hijo vivió en el hogar de Nazareth bajo la autoridad de María y de José, era conocido como el hijo del carpintero, y su primer milagro fue gracias a su madre, ¿dónde? en las bodas de Caná, ahí estaba presente Jesús con su bendición, santificando el matrimonio.

En mi vida sacerdotal he encontrado, tanto en las comunidades de la ciudad como en los campos, jóvenes valientes, que han hecho una opción por el matrimonio para toda la vida, para amarse toda la vida, para vivir en comunión de vida y de amor. A lo largo de la historia de mi sacerdocio, he visto también como personas de edad se han acercado a la Iglesia, en su mayoría mujeres, también hombres, y como a lo largo del proceso de su conversión, y del Catecumenado han acercado también a su pareja a la Iglesia y luego, después de quince años, veinte años, se han acercado también a este hermoso sacramento.

También somos testigos de lo doloroso de la separación y del fracaso de algunos matrimonios. Muchas veces por la falta de comunicación, por la indiferencia, por el pecado que se hace presente por medio de ellos. Aun así, la Iglesia los acoge, la Iglesia los acompaña, porque Jesús, como dice la segunda lectura, no se avergüenza de llamarlos hermanos, porque Jesús no vino a perder a nadie sino a salvar a todos.

En los años que llevo en la parroquia, he visto como en la misión hacia la zona rural, cinco matrimonios, cada domingo se han acercado para formar, para evangelizar estas pequeñas comunidades. Han dejado el espacio de su casa, de su hogar, para formar una nueva familia en la fe, a través de la evangelización. El matrimonio que, con su testimonio, evangeliza, lleva a Cristo a las zonas más alejadas de nuestra ciudad.

Es por eso mis hermanos, que en medio de la realidad del mundo que vivimos, la vida moderna en la cual estamos, muchas veces atenta contra el matrimonio el querer igualar a la unión del hombre y la mujer, otras formas de convivencia y de relaciones humanas. La Iglesia, con alegría, con gran respeto, hace una opción preferencial siempre por el amor, por el matrimonio del hombre y de la mujer. Y así los acompaña y está cerca de ellos, para que juntos puedan formar una hermosa familia.

Quisiera terminar mi predicación como sacerdote y con el tema del matrimonio, hablándoles como hijo. ¿Cuál es la referencia que tengo para mi vida cristiana, y para mi vida sacerdotal? Mis padres, el matrimonio de mis padres que en diciembre cumplirán cincuenta años de casados. Cincuenta años de entrega y de servicio, y estos cincuenta años los he acompañado cuarenta y cuatro, y los he visto en su juventud tomar decisiones, hacer grandes renuncias, vivir con alegría, vivir con esperanza, vivir momentos difíciles, pero vivir unidos, juntos, y tomar decisiones juntos. Es así como ellos han sido para mí un modelo, una referencia, en mi vida como cristiano y como sacerdote. Llegado ya a la vejez, a la enfermedad, pasa el tiempo de los años jóvenes, las fuerzas van pasando. Como el amor debe reinventarse, y ese amor se demuestra a través de la compasión. Cuando uno de los dos envejece, pierde fuerzas por causa de la enfermedad, los rodea un escudo de amor familiar, de cercanía de sus hijos y de sus nietos.

Por eso, como este matrimonio y como el que conocemos de muchos de nuestras comunidades, de nuestros vecinos, nos estimule también para nuestra vida, para nuestra vocación de entrega, de servicio y de santificación. Que así sea.



El Cobre, 3 de octubre de 2021.
Arquidiócesis de Santiago de Cuba
Texto tomado del website de la COCC

Thursday, September 30, 2021

La policía y su imagen (por Rafael Duharte Jiménez)



Una vía interesante para aproximarse a una época es conocer los principales delitos que se cometían en ella, para lo cual los reportes de la policía resultan una fuente imprescindible. Según estos, uno de los delitos más frecuentes en la ciudad de Santiago de Cuba en los primeros años del siglo pasado eran los raptos.

Veamos algunas denuncias: 
Ramón ha denunciado a la policía que su menor hija Rosa de 17 años, ha sido seducida por su novio Esteban; Beatriz ha dado conocimiento a la policía de que su hija de 19 años ha sido raptada por su novio Alejandro quien la condujo a Palma Soriano, para eludir la acción de la justicia; Eulogio dio conocimiento a la policía que del domicilio de Rosa ha sido raptada su hermana Caridad, por su novio.
En realidad este tipo de delito nunca se refería a menores de edad, sino a adolescentes que más que raptadas parecían haber huido con sus novios, por lo que en los informes del Juzgado Correccional no suelen aparecer multas o sanciones a los novios y el asunto quedaba generalmente como una suerte de ofensa familiar.

Es muy posible que a principios del siglo XX, las fuerzas de la Policía Municipal y la Guardia Rural se nutrieran fundamentalmente de antiguos mambises, lo cual debió contribuir a conformar una imagen más o menos respetable de estos cuerpos represivos; en diciembre de 1902, por ejemplo, fue nombrado Jefe Superior de la Guardia Rural el glorioso general Saturnino Lora.

En ocasiones el comportamiento de la policía municipal en la ciudad de Santiago tuvo un cierto sabor nacionalista. En el mes de abril de 1907 se produjo en la zona de tolerancia un escándalo al chocar marineros norteamericanos borrachos con la policía. Años más tarde, al reseñar en sus crónicas el incidente, Carlos Forment escribió, no sin cierto orgullo:
El balance de golpes cambiados, arrojó saldo a favor de los cubanos que “a piñazo limpio” redujeron a los yanquis a la obediencia.
En 1926 parece que continuaba la epidemia de raptos en la ciudad: 
Los raptos como los robos, están a la orden del día en esta ciudad (…) Los raptos abundan también con sus naturales escándalos y detenciones. Esto son raptos de señoritas menores de edad, efectuados por sus novios.
El domingo 20 de febrero de 1927, el cronista social del periódico La Región hizo este dulce retrato de la verbena efectuada ese día en el parque Céspedes frente al Club San Carlos, patrocinada por un grupo de damas santiagueras a beneficio de Las Hermanas Siervas de Maria:
Los originales quioscos estuvieron atendidos por bellísimas señoritas. En estos se vendieron dulces, refrescos y toda clase de golosinas. Se recaudó la cantidad de 3 050. 45 pesos, que fue entregada a la comunidad religiosa Hermanas Siervas de Maria.
El reporte de la policía sobre dicha verbena ofrece una versión muy distinta de la misma: 
hurtos, faltas de respeto, escándalos, borracheras, etc. En fin una verbena abundante en incidentes, en la que los agentes de la autoridad tuvieron que intervenir y que finalizaron en la estación de policía. El exceso de bebidas alcohólicas expedidas, las actividades de los amigos de lo ajeno y las hazañas de muchos niños góticos, se anotaron en el registro de la policía.
Se trata de dos versiones diferentes sobre el mismo acontecimiento, lo cual recuerda al historiador que debe tener cuidado al utilizar la prensa como unica fuente para reconstruir la historia.

En 1934 una oleada de delincuencia en la ciudad provocó una fuerte crítica a la policía en los periódicos locales:
… el vicio, la corrupción, el juego y el latrocinio han sembrado la zozobra y la inquietud en la vecindad (…) la vigilancia que establece el Cuerpo de Policía no es efectiva ni fructífera…
La función represiva de la policía municipal en las primeras décadas del siglo pasado parece haberse ajustado al mantenimiento del orden público; eran tiempos en que los policías se fajaban a piñazos con marines beodos; tiempos en que dos guardias rurales a caballo custodiaban la conga de Los Hoyos durante el carnaval.

Al parecer esto cambio a partir de los años treinta, quizás como resultado del agresivo papel de la policía en la represión de las manifestaciones estudiantiles; el uso del plan de machete contra los estudiantes parece haber desencadenado un sentimiento de odio hacia la policía, el cual quizás alcanzó su clímax, cuando en agosto de 1933, a la caída de Machado, una turba asalto el Vivac Municipal y ajustició a cuatro esbirros y confidentes de la policía.

Seria sin embargo a fines de la década del cincuenta, cuando los llamados “pegaditos” (una perseguidora con un policía, un marinero y un soldado) sembraron el terror en la ciudad, reprimiendo a los jóvenes que combatían a la dictadura; cuando surgió el miedo que magistralmente describiera José Soler Puig en su novela Bertillon 166, que se perfilara definitivamente el rostro siniestro de la policía en Santiago de Cuba.






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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Thursday, September 23, 2021

Las sombras del caos sobre Santiago de Cuba (por Rafael Duharte Jiménez)


La historia de Santiago de Cuba tiene páginas de horror que muchas veces apenas constituyen una breve referencia en los libros y generalmente están ausentes de las aulas, donde historiadores y profesores privilegian las narrativas heroicas para explicar la tradición de rebeldía de los santiagueros.

Los ataques de los corsarios y piratas a la ciudad sembraron el terror en numerosas ocasiones en el vecindario el cual huyo despavorido hacia el poblado del Caney; quizás sin embargo la invasión y saqueo de los ingleses en 1662, fue uno de los momentos más traumáticos. Sobre este olvidado episodio, escribió Bacardí lo siguiente en sus crónicas:
El Gobernador con 170 soldados y algunos voluntarios les salio al encuentro, siendo completamente derrotado y rindiéndose el Morro. Morales se retiro al Caney con la mayor parte de las familias de esta ciudad. Los invasores saquearon la ciudad, dieron fuego a la población, consumiéndose la Catedral, la casa de Roca, la de Osuna y el castillo del Morro.
Entre los numerosos terremotos que afectaron a Santiago en sus primeros siglos de existencia, el peor parece haber sido el del 11 de junio de 1766. Sobre el mismo comenta Bacardí:
… un horroroso terremoto llenó de desolación a la Muy Noble y Leal población de Santiago de Cuba, destruyendo la mayoría de los edificios y ocasionando numerosas victimas (…) Hubo más de ciento veinte muertos, entre ellos el Alcalde provincial D. Juan Antonio Saviñon, y se contaron más de seiscientos heridos. El primer cirujano de la plaza, licenciado D. José Rodríguez, se desvivió curando y amputando…
Algunos piensan sin embargo que nada fue peor que los primeros días de julio de 1898, cuando los habitantes de la ciudad se vieron atrapados entre dos fuegos; de un lado las tropas norteamericanas que con el apoyo de los mambises avanzaban sobre la ciudad y del otro la flota española anclada en la bahía y una guarnición dispuesta a no rendir la plaza.

El día primero en medio del calor infernal del verano, el hambre y la incertidumbre, los santiagueros escucharon a lo lejos el retumbar de la fusileria y la artillería en los combates del fuerte del Viso en el Caney y la Loma de San Juan.

El día 3 la ciudad despertó con el aterrador cañoneo de la flota norteamericana contra las baterías costeras españolas de La Estrella y La Socapa y los barcos de la escuadra del Almirante Cervera que salían por la boca del Morro y eran perseguidos a lo largo de la costa.

Cuando en unas horas terminó la batalla naval, se hizo un silencio sepulcral y rápidamente comenzó a circular el rumor en el vecindario de que la escuadra norteamericana comenzaría a disparar contra la guarnición española de la ciudad.

El día 5 de julio unos 30 mil santiagueros con sus bártulos a cuestas, salieron en estampida de la ciudad, fue un éxodo terrible de familias a campo traviesa. El periodista Joaquín Navarro Riera que iba entre los que huían, público años después su testimonio sobre aquel momento de locura colectiva:
…y llegó el terrible 5 de julio de 1898, el día del éxodo que tuvo que emprender, victima de todos los sufrimientos por la libertad de la patria, la mártir población de Santiago de Cuba. Entre la masa de aquellos treinta mil habitantes que huían de la capital de Oriente, rumbo al campo revolucionario, para esquivar los peligros del bombardeo yanqui contra la guarnición española que aun resistía por la obcecación de sus jefes (…) En medio del oleaje humano de los emigrantes que iban a El Caney se destacó, a mis ojos, la figura del doctor Hartmann. Iba a caballo, algo encorvado sobre la montura, con un paraguas abierto. Su larga barba le imprimía más que nunca, el aspecto de un patriarca bíblico, e idealizaba más aquella visión la presencia de una nieta del gran medico, la bellísima señorita Katty Woodcock, que, a pie, iba guiando en algunos malos pasos del camino el caballo en que viajaba su ilustre abuelo.
El bombardeo finalmente no se produjo, aunque la guarnición no rindió la ciudad a los norteamericanos hasta el 16 de julio, entonces los santiagueros regresaron a sus casas. Aquel éxodo debió quedar en la memoria colectiva de varias generaciones de santiagueros como la huida de Egipto en la de los hebreos.

En las primeras décadas del siglo veinte nuevamente las sombras se cernieron sobre la ciudad de Santiago de Cuba. Todo comenzó según marco el reloj de la Catedral a la 1 y13 de la madrugada del miércoles 3 de febrero d 1932.

Un estupendo reportaje publicado en el periódico Diario de Cuba ofrece una visión dantesca de aquel oscuro momento vivido por los santiagueros:
… se sintió una leve sacudida, inmediatamente otra de mayor intensidad, y tras un leve momento de descanso la tierra se conmovió en epilépticas convulsiones. (…) Hombres, mujeres y niños se lanzaron a las calles, clamando misericordia divina, mientras que, los toques de campana de los carros de bomberos, puestos rápidamente en movimiento, recorrían la ciudad (…) Las familias iniciaron, inmediatamente, el éxodo hacia el campo o hacia lugares apartados de la ciudad. Los parques se colmaron de publico (…) Cuando el sol alumbró pudo verse la intensidad de la hecatombe. Montones de piedras, maderas y bloques de cemento interrumpían el transito. Las casas presentaban grietas por doquier. Las cornisas de los grandes edificios estaban caídas o amenazando con el derrumbe.
Durante algún tiempo las replicas continuaron asustando a los santiagueros, pero la ciudad se recuperó decía la prensa de la época con orgullos: “por sus propios y grandes esfuerzos”.

Algunos historiadores gustan de recrear los hechos bélicos, particularmente si están rodeados de himnos y banderas desplegadas y suelen ignorar la importancia que tiene la adversidad para templar el carácter. Si se desconocen o minimizan aquellos momentos de caos en que los habitantes de Santiago de Cuba se sintieron abandonados a su suerte, no podríamos conocer cabalmente a los santiagueros.





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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Thursday, September 16, 2021

La salud en Santiago de Cuba (por Rafael Duharte Jiménez)



La primera noticia en la prensa sobre la existencia en el siglo pasado de una institución de salud en la ciudad de Santiago de Cuba, remite a la Casa de Salud de la Colonia Española, la cual se inauguró el 25 de julio de 1902, en un edificio que había sido propiedad de la Quinta del Centro de Dependientes en terrenos de Trocha Sur; la misma más tarde se denominaría Sanatorio de la Colonia Española.

En 1917 abrió sus puertas al público la farmacia La Especial, en la calle Heredia esquina a Calvario. Al año siguiente, el incipiente sistema de salud debió verse desbordado por la terrible epidemia de Gripe Española, la cual dejó un saldo de más de 200 fallecidos en la ciudad.

En 1922, los masones orientales entregaron al Ayuntamiento el Hospital de Emergencias como parte de su obra filantrópica. El Diario de Cuba comentó sobre el acontecimiento en los siguientes términos: “El acto fue muy concurrido (…) una verdadera ola humana cubría la calle Trinidad, desde Moncada hasta Calvario y el amplio atrio del templo de la Santísima Trinidad.”

En septiembre de ese mismo año se inauguró oficialmente la Farmacia Municipal cuyo principal objetivo era la elaboración de las recetas médicas de las personas pobres.


El 17 de octubre de 1926 tuvo lugar uno de los acontecimientos más trascendentales en el campo de la salud santiaguera, la inauguración en los terrenos del que fuera el primer cementerio de la ciudad, de la Clínica de Los Ángeles, propiedad del Dr. Jose A. Ortiz. La prensa no escatimo elogios: “…parece imposible que se haya podido erigir en Santiago de Cuba, una institución benéfica de tal importancia con los aparatos y sistemas mas modernos; una institución que probablemente, no abundan en América Latina”.

Otro hito en materia de instituciones de salud fue la apertura en noviembre de 1945 del Sanatorio Anti-tuberculoso Ambrosio Grillo cerca del poblado de Megarejo, en el Cobre. Dora, la hija menor de Grillo, develó el busto de su padre a la entrada del edificio y el Dr. Jose Antonio Grillo Longoria, el nieto, pronunció un discurso ante el numeroso público allí congregado.

En 1954 se inauguró el Dispensario de la Liga Contra el Cáncer, a partir de un donativo de la familia Schueg- Bacardi, en los terrenos aledaños al Hospital Civil Saturnino Lora. Al año siguiente abrió la Clínica de Maternidad Obrera con capacidad para ochenta embarazadas.

En aquella época la prensa destacó importantes noticias del ámbito de la medicina: El Cubano Libre, 8 de agosto de 1912: “ Por primera vez se ha usado, la vacuna antitífica”; Diario de Cuba, 8 de julio de 1944: “ Se ha aplicado una dosis de Penicilina a una paciente recluida en el Sanatorio de la Colonia Española”; Oriente, 23 de marzo de 1955: “En el Hospital Civil Saturnino Lora se realizó la primera operación al corazón a un niño de 6 años de edad”; Diario de Cuba, 16 de abril de 1955:“…dos menores recluidos en el Hospital Saturnino Lora son inmunizados con la vacuna antipoliomielitica”.

En la primera mitad del siglo pasado, los periódicos santiagueros guardaron sin embargo un profundo silencio sobre una especie de zona oscura de la medicina: comadronas, curanderos, yerberos, sobadores, santeros, espiritistas, etc. Un mundo en el que la medicina verde, la sugestión y hasta la magia, desempeñaban un papel muy importante para curar algunas dolencias; un universo ilegal, a ratos satanizado por el Colegio Médico, pero muy estimado, sobre todo por los pobres.

En aquellos años algunos médicos santiagueros alcanzaron fama y prestigio en la ciudad: Hartman, Ambrosio Grillo, Beguez-Cesar, José Antonio Ortiz y Duarte, entre otros, para los cuales la medicina fue un verdadero sacerdocio.

¿Eran insuficientes el sistema de salud público y privado en aquella época? Si, entre otras razones porque la población crecía rápidamente y el dinero delimitaba las posibilidades de acceso a los servicios de mayor calidad; pero todo parece indicar que en la primera mitad del siglo pasado la salud avanzaba en Santiago de Cuba e incluso tuvo logros significativos en comparación con los tiempos coloniales que le precedieron.





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Rafael Duharte Jiménez (Santiago de Cuba, 1947). Profesor, Historiador Ensayista y Guionista de radio y televisión. Ha publicado 12 libros, numerosos artículos y ensayos en revistas en Cuba y el extranjero y una Historia Audiovisual de Santiago de Cuba que consta de 355 audiovisuales de 12 minutos cada uno; conferencista en 28 universidades y centros de investigación en El Caribe, América Latina, Europa y Los Estados Unidos. Es miembro de la UNIHC y la UNEAC. Actualmente labora como especialista de la Oficina de la Historiadora de la Ciudad de Santiago de Cuba.

Thursday, September 9, 2021

El nacimiento del Estado de Derecho (por Rafael Duharte Jiménez)



Durante la época colonial el concepto de justicia se desarrolló muy lentamente en la isla de Cuba, los indios encomendados y los negros esclavos carecieron de derechos, estos últimos recibieron algunos en el siglo XIX, con el Reglamento de Esclavos. Para españoles y criollos no seria hasta 1573, con las Ordenanzas Municipales u Ordenanzas de Cáceres, que llegaría a su fin la ley de la selva.

El primer Juicio de Residencia tuvo lugar en 1531 en la villa de Santiago, el residenciado fue el Gobernador Gonzalo de Guzmán a quien se acusó de: “consentir pecados públicos, blasfemos, jugadores, amancebados, no cumplió providencias ni cedulas, recibía dadivas, fue parcial, echo sisas y repartimientos…”, como puede apreciarse en las acusaciones se mezclan motivos de carácter político, religiosos, éticos y de corrupción.

En los albores del siglo XX, con la constitución del 1901 y el nacimiento de la República, dio su primeros pasos el Estado de Derecho. Dos pequeños episodios en aquellos lejanos tiempos nos permiten asomarnos al incipiente mundo de la ley.


El primero de enero de 1903, en las calles de Santiago de Cuba ocurrió un suceso que conmocionó la ciudad, el mismo fue descrito con lujo de detalles por el periódico "La Independencia en su edición del día siguiente: El señor Mariano Corona, veterano de la guerra de independencia, Representante a la Cámara y Director del periódico El Cubano Libre, iba por la calle de Santo Tomas con varios amigos y al pasar frente a la nevería La Cubana, del interior de esta se escuchó una voz que dijo, ¡Su madre! Y a continuación salieron del local el señor Insua y Ecay, director del diario La República y otras personas, iniciándose un ácido intercambio verbal que derivó en un ataque a bastonazos al señor Corona, el cual se defendió también con su bastón, pero como eran varios los agresores y rápidamente lo superaron, sacó su revolver y disparó dos tiros a Insua y Ecay que cayó muerto en la puerta entreabierta de la platería El Zafiro…"

Mariano Corona fue detenido inmediatamente y permaneció en prisión hasta que cinco días más tarde salio en libertad condicional, previa presentación de una fianza de 1000 pesos. El Juez de Instrucción solicitó a la Cámara de Representantes que retirara la inmunidad parlamentaria a Corona para poder procesarlo.

El día 12 de enero, Mariano Corona compareció en la sesión ordinaria de la Cámara de Representante y pidió de forma enfática a los allí reunidos, que accedieran favorablemente a la solicitud del juez de Instrucción de Santiago de Cuba; en tono firme dijo que de lo contrario se sentaría un precedente funesto y que “ellos estaban allí para dictar leyes sabias y democráticas y dar ejemplos de moralidad y justicia.”

Manuel Corona sufrió prisión durante un año y en febrero de 1905 fue indultado por el presidente de la República, con una recomendación favorable del Fiscal del Tribunal Supremo Dr. Freyre de Andrade, quien calificó la condena como “un error judicial”. Algún tiempo después Corona volvió a ser electo Representante a la Cámara por el partido Conservador y continuó siendo una figura de prestigio en mundo político de la época; luego de su muerte las autoridades santiagueras le pusieron su nombre a la céntrica calle San Juan Nepomuceno.

El dos de mayo de 1904, la prensa santiaguera comentó con titulares y quizás fotos la llegada en el tren de la Habana del verdugo Avelino Cabrera, alias Cara de Papa y su ayudante Manuel Barras, alias Come en Cubo y añadió que con ellos llegó la “maquina patibularia”. Se trataba de la ejecución de cuatro asesinos condenados a muerte que estaban en la cárcel de la ciudad.

Dos días más tarde, a la siete de la mañana, llegaron a la cárcel los magistrados de la Sala sentenciadora y el fiscal, iniciándose la ceremonia para el agarrotamiento de los cuatro reos. Según la prensa al terminar la última ejecución, que fue la de Alejo Jay, los ejecutores recibieron, junto al patíbulo, su paga: 68 pesos oro español el verdugo y 10.70 pesos su auxiliar; a las dos de la tarde los ataúdes fueron llevados al cementerio de Santa Ifigenia para ser enterrados.

Algunos periódicos comentaron que el presidente de la Republica Don Tomas Estrada Palma había sido asediado por numerosas instituciones y personalidades de la sociedad civil que le telegrafiaron solicitándole el perdón de los reos. El presidente negó el perdón, convencido de que la joven república debía apegarse a la ley.

Entre luces y sombras nacía el Estado de derecho en una isla en la cual durante siglos habían florecido, los Juicios de Residencia y las Facultades Omnímodas; la ley por primera vez tenía un papel protagónico en la vida pública. El largo y enmarañado camino de la civilización moderna había comenzado en Cuba.





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